Causas de la caída de Constantinopla.

Fuerzas mermadas.

El imperio bizantino no contaba con muchos hombres para defenderse

de los asedios de los otomanos, ya que los conflictos internos los habían
debilitado bastante. Ya fuera por alguna revuelta, por la peste negra o por
las cruzadas, su población se había reducido, perdían territorio y puntos
estratégicos y no tenían los medios para defenderse adecuadamente.

Diferencias religiosas.

En ese entonces el poder y la influencia de la iglesia era muy grande,

pero en Constantinopla había dos pensamientos que chocaban entre si,
el de católicos y ortodoxos. Esto generaba conflictos internos que
durante mucho tiempo distintos emperadores trataron de conciliar sin
éxito. En cierto momento la ciudad fue excomulgada por la iglesia
romana, por lo que a su vez perdió todo apoyo posible de aliados en
Europa, por lo que durante el asedio solo contó con sus propias fuerzas.

Un enemigo más poderoso.

Los otomanos eran bastante fuertes, ya que contaban con más de cien
mil hombres, cientos de barcos y caballos e incluso tenían entre sus filas
a hombres convertidos a su ideología. Un aspecto que también los
caracterizaba es la tecnología, ya que eran conscientes de la defensa
que proporcionaban los muros de la ciudad, de modo que con ingenio y
pólvora fueron capaces de construir un gran cañón que hizo caer los
muros y con ellos, la ciudad.

Consecuencias de la caída de Constantinopla.

Crecimiento del islam.

El islam en ese entonces ya tenia un gran número de seguidores pero

después de esta victoria, se colocó en un punto estratégico, ya que
estaba más cerca de Europa y tenía la posibilidad de expanderse aun
más. Además, este hecho sirvió de inspiración en el mundo islámico, ya
que en el pasado muchos intentaron conquistar la ciudad sin grandes
resultados, pero fueron los otomanos quienes finalmente lo lograron y
hasta fundaron su propia capital.