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Tumores benignos

Los tumores benignos de mama son un grupo de lesiones heterogéneas y amplias. La


importancia de su diagnóstico radica en su potencial para derivar en un tumor maligno.
La incidencia de dichas lesiones aumenta durante el segundo decenio de vida, con un pico
máximo entre los 40 y 50 años de edad, en contraste con las lesiones malignas, en las que la
incidencia aumenta después de la menopausia. El Colegio Americano de Patólogos divide
los tumores benignos de la mama en dos apartados: lesiones proliferativas y no proliferativas
asociadas al incremento de riesgo para desarrollar carcinoma de mama.

Patogenia
Los estrógenos inducen proliferación de tejido conectivo, así como de epitelio ductal, en tanto
que la progesterona desarrolla la unidad ductolobulillar terminal. Debido a la producción
persistente de hormonas se produce dilatación gradual de conductos obstruidos, que forman
quistes que en 20 a 40% de las mujeres, se presentan como macroquistes, de los que 25%
se calcifican. Los cambios fibroquísticos (CFQ) suelen afectar a mujeres entre los 20 y 50
años de edad; en la mayoría de los casos se trata de una alteración multifocal y bilateral. En
la siguiente tabla se muestran las lesiones benignas de mama de mayor importancia.

Lesiones benignas de la mama

Lesiones no proliferativas Lesiones proliferativas

&ambios fibroquísticos &)4 Adenosis esclerosante

Ectasia ductal )ibroadenoma

Adenomas Papiloma/Papilomatosis

Hamartomas &icatriz radial

Hiperplasia ductal atípica

Hiperplasia lobulillar atípica

Tumor phyloides

Cuadro clínico
El dolor mamario, los nódulos o ambos, constituyen las manifestaciones predominantes. Deben
considerarse con mucho cuidado los antecedentes, la exploración física y el contexto en que
se desarrolla la masa, pues la diferenciación se deberá realizar por el patrón histológico. Los
CFQ suelen iniciar a los 20 años con congestión y edema mamario premenstrual de una
semana de duración; después de los 30 años se presentan múltiples placas nodulares difusas
y dolorosas, con una duración premenstrual de dos semanas. Al llegar a los 40 o 50 años de
edad, el dolor y la congestión pueden ser incapacitantes, siendo posible palpar grandes quistes
únicos o múltiples. Por lo general, después de la menopausia estos cambios involucionan
junto con las mamas.
Después de los CFQ, los fibroadenomas son la segunda lesión benigna más común. Se
manifiestan como un nódulo solitario, pequeño, con bordes bien delimitados, regularmente
indoloros, con un diámetro promedio de 2 a 3 cm. Existen cuadros que pueden ser confundidos
fácilmente con un carcinoma de mama, como son los producidos por una ectasia ductal y
los papilomas, pues se pueden presentar con secreción serosanguinolenta o seropurulenta
del pezón, o con retracción de éste, sin una masa palpable.

Diagnóstico
El diagnóstico se obtiene mediante un interrogatorio exhaustivo en busca de datos, examen
físico minucioso, estudios de imagen y con base en lo que se desprenda de éstos, una biopsia
de la lesión. En la práctica, la biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF) es el primer paso
en el estudio de tumores de mama, lo que permite el diagnóstico y la resolución de quistes.
Si la masa es sólida, debe aspirarse una muestra para su estudio citológico.
El ultrasonido se realiza para diferenciar entre lesiones quísticas o sólidas. Aunque los
resultados no sean contundentes, puede revelar datos altamente sugerentes de malignidad,
como la presencia de márgenes irregulares en una masa sólida, o una masa dentro de un
quiste. La mamografía es una prueba de tamizaje para cáncer de mama; cuando la mamografía
muestra lesiones no palpables, éstas deben ser biopsiadas para estudio citológico.

Tratamiento
La mayoría de los tumores benignos de mama requieren para su tratamiento de la enucleación
de la lesión y, en algunos casos, de los lobulillos afectados; sin embargo, la vigilancia en
la recurrencia de dichas masas es el común denominador. En el caso de los quistes, éstos
pueden ser drenados con una aguja; cuando son pequeños desaparecen completamente y,
por lo general, no presentan recidivas. En el caso de fibroadenomas, adenomas, hamartomas,
lipomas o papilomas, se indica la escisión. Sin embargo, en algunos casos el comportamiento
está orientado a vigilancia estrecha y se deja el tratamiento quirúrgico sólo para determinados
casos, tales como cicatriz radial, hiperplasia ductal atípica e hiperplasia lobulillar atípica.

Pronóstico
Los CFQ y la ectasia ductal son completamente benignos. Los tumores con riesgo leve
para carcinoma de mama, con un riesgo relativo (RR) de 1.5 a 2, son la hiperplasia ductal
moderada, los fibroadenomas y los papilomas. En el grupo de riesgo moderado con RR de 4
a 5 figuran la hiperplasia ductal y lobulillar con atipia.

BIBLIOGRAFÍA
Doherty G, Way L. Current Surgical Diagnosis & Treatment, EUA: The McGraw-Hill
Companies, 2006.
Granados M, Herrera Á. Manual de oncología: Procedimientos médico quirúrgicos. México: Mc
Graw-Hill Interamercana, 2010.
Rungruang B, Keley J. Benign Breast Diseases: Epidemiology, Evaluation, and Management.
Clinical Obstetrics and Gynecology; 2011, 54:110-24.

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