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ENSEÑANZA DE LA HISTORIA A TRAVES DEL ARTE

 Algo muy importante a tratar en Didáctica de la Historia es la historia a través de


la imagen artística y por tanto iconográfica. Esto era lo que les intentaba enseñar
por medio de las presentaciones. El arte es un instrumento didáctico de primera
magnitud, ya que nos ofrece imágenes que narran y describen el pasado
(González Gallego, Del Blanco, Calavia, Domínguez Viñas, Febrero, González
González, Pastrana y Ruiz, 2000, 7 - 19). Actualmente y en muchas ocasiones, la
imagen artística se considera una ilustración y un testimonio de la época histórica
en la que nació (es decir, una fuente primaria de la historia); y por tanto tiene un
papel para la enseñanza fantástico. Además, enseñar a través de la imagen
genera una sorpresa favorable en el receptor (Díaz Barrado, 2012, 141 – 162). De
hecho a día de hoy, los libros de textos tienen una heterogénea utilización de la
imagen artística. Aun así, para enseñar historia a través de la imagen es necesario
tener conocimientos de iconografía porque si no esta misma enseñanza pierde
fuerza, ya que analizando la obra en profundidad despertaremos el interés para
lograr que los contenidos conceptuales (el tema a tratar en el aula), los
contenidos procedimentales (manejar y analizar diferentes fuentes) y los
contenidos actitudinales (valorar el patrimonio y la importancia de su
conservación) se evalúen positivamente. Es un procedimiento complejo en el que
se obliga al alumno a usar la imagen como documento y a cotejar la información
que saca de ella con otros tipos e información, ya sea documental o expositiva
por parte del docente ( Gil y Pol Méndez, 1994, 37 – 50). Además, contamos
también con la reproducción iconográfica para entender mejor los objetos,
restos, paisajes geo-históricos, hechos ó conceptos del pasado

 La iconografía comenzó a ser un importante instrumento didáctico en el último


tercio del siglo XX, cuando comenzó a publicarse la revista National Geographic,
ya que fue la primera publicación divulgativa que utilizó la imagen con un fin más
importante que el decorativo, pero ha sido la revolución digital la que ha incluido
a la imagen como algo imprescindible en todos los aspectos de la vida. El
problema de la imagen es que en muchas ocasiones no es una imagen objetiva y
fidedigna al 100%: por ejemplo, la imagen de un sitio arqueológico es una
reconstrucción ideal de lo que imaginamos que fue. Así pues, la tarea del
docente es, además de proyectar imágenes lo más fieles posibles, darles nitidez
con la precisión de su explicación; pues la mejor forma de comprender un objeto,
un proceso ó un paisaje es su visualización y posterior explicación del mismo
(Hernández Cardona, 2011, 7 – 16). La iconografía didáctica tiene varios planos
que se pueden explotar: las obras de arte, las fotografías (de todo tipo) y
actualmente también las reconstrucciones hipotéticas a partir de los programas
de ordenador (Paint, Photoshop, Photoscape, Mate Painting, etcétera). Esta
última iconografía supone la creación de fuentes secundarias a través de las
primarias para entender y contextualizar el objeto, sitio o hecho; porque se opera
sobre el sitio u objeto en sí.
 Con respecto a las obras de arte, uno de los temas a los que se les puede sacar
más partido es a la pintura costumbrista. Este género ha ido ligado a la actividad
humana siempre. Es un tema menor, pero de mucha importancia, y puede
aparecer como protagonista o como secundario. El retrato, dependiendo del
autor, el estilo ó la actitud, puede ser también un tema costumbrista. Otra
temática unida al hombre desde su aparición es el tema de los oficios, ya sean
representaciones individuales o de grupo. El arte es un magnífico instrumento
para estudiar tanto las clases sociales, como la vestimenta a través de los siglos,
las formas de gobierno, etcétera. Por tanto, nos hacemos a la idea de que el arte
es una fuente importantísima en el estudio de la historia

 A través de los planteamientos de Ávila (2001) y Trepat (2011) se identifica la


relación entre Historia del Arte e Historia. Sobre todo la fundamentación de por
qué el trabajo con obras de arte es un apoyo indiscutible en la enseñanza de las
Ciencias Sociales. En el estudio de Trepat se aprecia el siguiente aporte: “la obra
de arte, por otra parte, en 15 el marco de la enseñanza de la historia, constituye
una fuente primaria de indiscutible valor, que puede ser utilizada como
motivación e incluso como eje para efectuar una primera aproximación a un
periodo histórico determinado. Bajo este enfoque se constata la importante
presencia del arte como apoyo a la enseñanza de la historia, que va más allá de
un simple recurso porque a partir de sí misma se puede comenzar a explicar un
periodo del pasado.” (Trepat: 2011: 90).

 En un ejemplo que propone la autora sobre el estudio de un determinado tema


histórico a través de las pinturas utiliza el concepto de religión, señalando que
estudiar y explicar esa iconografía puede ayudar a entender el fenómeno
religioso en Occidente, las permanencias que existen en la actualidad y, al
tiempo, darles pautas para entender el patrimonio artístico que hemos heredado

 Sin embargo, las autoras señalan que antes de trabajar una obra de arte con los
estudiantes se deben tener en cuenta sus conocimientos previos. Además de
haber trabajado con ellos las habilidades conceptuales, procedimentales y
actitudinales para que el proceso de aprendizaje sea efectivo. El verdadero
aporte que encontramos en este trabajo se basa en que lo importante es ver la
obra de arte como un instrumento de enseñanza que nos permita entregar
herramientas a los estudiantes y así optimizar el proceso de aprendizaje. “La
opción de utilizar la obra de arte como documento primario portador de
información, cotejándola con otros documentos, primarios y secundarios, así
como material gráfico, etc., obliga al alumnado de una manera casi continua a
poner en marcha distintos procedimientos desde los más simples, como la
observación, comparación, etc., a otros más complejos, como el de dar
explicaciones causales o el de tratamiento de la información.” (Gil y Pol 1994: 41).
A través de estas ideas se observa que el complemento de usar la obra de arte
como fuente con otras como las escritas, podrían llegar a cumplir con el objetivo
de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
 La dupla Arte-Historia permite articula, tanto dimensiones emocionales como
cognitivas, brindando una manera que podría ser atractiva en este tipo de
abordaje didáctico. La calidad de las propuestas no residiría en el uso en sí mismo
de las obras de arte en la enseñanza de la Historia, sino también en la búsqueda
de estrategias que favorezcan la comprensión de la disciplina, es decir que
propicien el desarrollo de procesos reflexivos para generar construcción de
conocimiento. En este proceso se articulan:

 aspectos epistemológicos: se integran dos campos disciplinares diversos


 aspectos cognitivos: maneras posibles de percibir e interpretar las obras de arte
incorporando el plano emocional y haciendo visibles las operaciones de
pensamiento implicadas
 aspectos didácticos: se definen los para qué, los qué y los cómo en un
ensamble que permita encontrar “buenas” maneras de enseñar

 Desde el campo de la antropología, White (1982) afirma que el Arte no existe en la


mayor parte de las culturas del mundo, es un concepto impuesto por los
occidentales. Pero eso no quiere decir que la invención simbólica no exista en otras
sociedades. E n clave histórica, el secreto reside en que las obras de arte superan
la duración de la vida humana y marcan un rol importante en la continuidad social
y cultural.

 Las obras artísticas de diferentes culturas y épocas llevan a reflexionar sobre las
formas de pensamiento de la cultura en la que se producen. Ciertas actividades artísticas
en diferentes contextos culturales demuestran que las ideas son visibles, audibles y táctiles
y reflejan sentimientos y emociones. Tal como argumenta Hernández:

“...mirar una manifestación artística de otro tiempo u otra cultura, supone una
penetración más profunda de la que aparece en lo meramente visual: es una mirada en la
vida de la sociedad, y en la vida de la sociedad representada en esos objetos. Esta
perspectiva de mirar los hechos artísticos es una mirada cultural. Lo que llamamos
cultura sería, de acuerdo con Geertz, la construcción y participación de los individuos en
un sistema general de formas simbólicas, y lo que denominamos arte sería una parte de
esa cultura.” (1997: 56)

 Es así como las obras de arte se hallan inmersas en el mundo cultural formando
parte del universo de las sociedades. En estudios históricos como “La colonización
de lo imaginario” (1988) Gruzinski considera el papel de las imágenes para
comprender los mecanismos de dominación más íntimos y eficaces en el dominio
colonial de América en los siglos XVI al XVIII. (citado en Burucúa, 1999). Más
concretamente señala Siracusano (2005) que la Iglesia de San Francisco de Yavi
guarda en el interior retablos, esculturas, pinturas que son señales de un Arte
puesto al servicio de la religión como exitosa herramienta de dominación.
 Otro ejemplo referido a la importancia del contexto cultural en relación con las
producciones artísticas: comprender de qué se trata la pintura flamenca exige
cierta comprensión de la situación geográfica de Flandes, su dependencia del
comercio y el surgimiento de una clase de comerciantes adinerados. No pueden
comprenderse las relaciones entre la forma y el contenido de las obras de arte
prescindiendo de los eventos geográficos, históricos, económicos en el contexto
de la cultura que los ha creado. (Eisner, 2004)

Las obras de arte, como referentes culturales del Arte se producen dentro de contextos
culturales; la valoración del Arte será variada, para algunas personas, los modelos
estéticos de diferentes culturas pueden tener escasa relevancia, pero pueden ser
comprendidos abordando las funciones del Arte en el contexto de las culturas y la
diversidad en sus formas concretas de expresión. La educación debería incorporar
referentes culturales del arte con el objetivo de ayudar a los estudiantes a comprender las
funciones del Arte en los diferentes contextos culturales y además a comprender y valorar,
a través del Arte, las culturas mismas. Como señala Pankratz:

“debería ser que los estudiantes comprendiesen los principios de valoración de las obras
de arte en una serie de culturas diferentes...para poder experimentar las obras de arte de
diversas culturas de la forma adecuada a cada una de esas culturas, ya sea que eso
constituya una experiencia estética tal como ésta viene definida por la tradición
occidental de las bellas artes, o experimentando las funciones que desempeña el arte en
otras culturas a través de la reconstrucción imaginaria de los contextos culturales de las
obras de arte.” (1987, citado en Chalmers, 2003: 37)

Al tomar ejemplos de la cultura que nos rodea, se corre el peligro de naturalizar los
referentes artísticos. Su inclusión en propuestas de enseñanza tiene como función
aprender a interpretarlos desde distintos puntos de vista y favorecer la toma de
conciencia comprensiva sobre ellos mismos y el mundo del que forman parte. Este
propósito de examinar los objetos artísticos, en su contexto cultural, de construir, tal como
plantea Hernández (1997) alternativas no se limita a experiencias cotidianas sino a ampliar
el espectro hacia otros problemas y realidades ubicados en diferentes horizontes
temporales y espaciales.

HIPOTESIS: La imagen ayuda a comprender los diferentes puntos de vista con los
que se debe trabajar la historia, es decir, el tiempo histórico total; ya que una imagen nos
puede hablar de todos los puntos de vista de la sociedad de una época: política,
economía, sociedad y cultura. Así pues, la imagen facilita el aprendizaje significativo de
los contenidos históricos, y por tanto los comprenden mejor.

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