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AGENDA TÉCNICA AGRÍCOLA

BAJA CALIFORNIA SUR


Directorio

LIC. JOSÉ EDUARDO C ALZADA ROVIROSA


Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación, SAGARPA
M TRO. JORGE A RMANDO NARVÁEZ NARVÁEZ
Subsecretario de Agricultura, SAGARPA
LIC. RICARDO A GUILAR C ASTILLO
Subsecretario de Alimentación y Competitividad, SAGARPA
M TRO. H ÉCTOR EDUARDO V ELASCO M ONROY
Subsecretario de Desarrollo Rural, SAGARPA
M TRO. M ARCELO LÓPEZ SÁNCHEZ
Oficial Mayor de la SAGARPA
D R. LUIS FERNANDO FLORES LUI
Director General del Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias, INIFAP
LIC. PATRICIA ORNELAS RUIZ
Directora en Jefe del Servicio de Información
Agroalimentaria y Pesquera, SIAP
MVZ ENRIQUE SÁNCHEZ C RUZ
Director en Jefe del Servicio Nacional de Sanidad,
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, SENASICA
D R. JORGE G ALO M EDINA TORRES
Director General de Desarrollo de Capacidades
y Extensionismo, SAGARPA
Agradecimientos

La SAGARPA extiende un reconocimiento especial a quienes con su visión, conocimiento,


experiencia y trabajo hicieron posible la tarea de generar una Agenda Técnica para cada
entidad federativa de México:
C OORDINACIÓN G ENERAL DE LA OBRA
Ing. Óscar Pimentel Alvarado
Ing. Salvador Delgadillo Aldrete
PRODUCCIÓN EJECUTIVA
MVZ Enrique Sánchez Cruz
Dr. Luis Fernando Flores Lui
C OLABORADORES
Dr. Pedro Brajcich Gallegos
Dr. Eladio Heriberto Cornejo Oviedo
Dr. Bram Govaerts
Dr. Jesús Moncada de la Fuente
Dr. Sergio Barrales Domínguez
Lic. Patricia Ornelas Ruiz
Dr. Raúl Obando Rodríguez
Dr. Jorge Galo Medina
Map. Roxana Aguirre Elizondo
Dr. Luis Reyes Muro
Ing. Ceferino Ortiz Trejo
Ing. Saúl Vargas Mir
Montserrat González Salamanca
Maribel Morales Villafuerte
Lic. Víctor Hugo Rodríguez Díaz
César Abel Mendoza Ruíz
Blanca Estela Sánchez Galván
Soc. Pedro Díaz de la Vega García
Lic. Francisco Guillermo Medina Montaño
Agenda Técnica Agrícola de Baja California Sur
Segunda edición, 2015.
© Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
Av. Municipio Libre 377. Col. Santa Cruz Atoyac,
Del. Benito Juárez, C.P. 03310, México, D.F.
ISBN volumen: 978-607-7668-46-6
ISBN obra completa: 978-607-7668-44-2
Impreso en México
Fotografías: SAGARPA, INIFAP, CIMMYT y UACH.
Cartografía: INEGI, SIAP.
Presentación

Agendas Técnicas Agrícolas:


conocimiento para mover a México

El extensionismo es uno de los pilares del campo justo, productivo y sustentable que día a
día nos esforzamos en construir desde el Gobierno de la República con la fuerza de
millones de productores que tienen la noble tarea de producir los alimentos que
consumen sus compatriotas.
Como lo instruye el Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, no se trata de
administrar sino de transformar. El conocimiento y las mejores prácticas deben estar al
alcance de todos los productores, atendiendo el contexto en que cada uno vive, las
circunstancias a las cuales hace frente para obtener frutos de su labor y para mejorar su
calidad de vida.
Durante generaciones enteras, nuestros hombres y mujeres del campo han resistido el
clima, han mirado el cielo en espera de la líquida respuesta a sus plegarias, han explorado
desafiantes caminos para hacer de su modo de vida un mejor modo de vivir. Todo ese
conocimiento está hoy al alcance de la mano en esta Agenda Técnica Agrícola.
Al conocimiento empírico acumulado se suma la investigación, la metodología y la
tecnología que la SAGARPA ha promovido por medio de instituciones como el INIFAP, la
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, la Universidad Autónoma de Chapingo,
el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Colegio de
Posgraduados. Esto es a lo que llamamos Sinergia para la transformación del campo.
Nuestro campo también se nutre del conocimiento colectivo. Se nutre de la importancia
de conocer el significado del viento y el olor de la tierra; de la importancia de conocer
más para mejorar las prácticas y hacer rendir el trabajo, de la importancia de
comprender, compartir y transformar…
El conocimiento sólo es útil si se usa en las tareas cotidianas. Esta Agenda Técnica Agrícola
busca primordialmente ser útil para los héroes anónimos cuya responsabilidad toma
dimensión tras un largo camino recorrido, cuando cada persona transforma su esfuerzo
en el alimento y este en la energía con que México se mueve…
…estamos aquí para Mover a México.
LIC. JOSÉ EDUARDO C ALZADA ROVIROSA
Secretario de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
Generalidades de Baja California Sur
Ubicación geográfica
La entidad federativa está situada en la porción meridional de la península de Baja
California, entre los meridianos 109º27’24” y 115º04’52” de longitud oeste, y entre los
paralelos 22º43’14” y 28º00’00” de latitud norte.
Superficie
73,677 kilómetros cuadrados (3.74% del total nacional).
Límites
Limita al norte con Baja California, al este con el mar de Cortés, y al sur y al oeste con el
océano Pacífico.
Orografía
La entidad se encuentra dividida por una cordillera longitudinal, cuyas principales
alturas son el Pico de San Lázaro (2,164 metros), el volcán de las Tres Vírgenes (2,054
metros) y el cono de La Giganta (1,738 metros). La cadena montañosa corre próxima al
litoral del mar de Cortés, dejando una planicie estrecha hacia la costa y otra más amplia
hacia el Pacífico.
Ocho décimas partes del territorio de la entidad son casi planas, pues tienen pendientes
menores al 15%. En el extremo noroeste se extiende el desierto Vizcaíno. Cuenta con un
litoral de 2,705 kilómetros, bañado por el Pacífico y el mar de Cortés.
Hidrografía
Las corrientes existentes conforman una serie de ríos y arroyos secos prácticamente todo
el año. Las lluvias son muy escasas, sólo en el extremo sur de la península. En la zona de
La Laguna ocurren precipitaciones en forma de tormentas de poca duración, cuyas aguas
se evaporan rápidamente sin originar corrientes de importancia. En el Valle de Santo
Domingo se han perforado pozos para riego, pero cada vez son mayores los problemas de
sobreexplotación e intrusión salina, pues parte del acuífero se halla a 14 metros bajo el
nivel del mar.
Clima y temperatura
Clima semicálido seco, con una temperatura media de 18 a 22 ºC. En la parte sur y en la
costa del Golfo de California, el clima es cálido seco, con temperaturas mayores a 22 ºC,
excepto en la Sierra de San Lázaro en la parte sur, donde el clima es cálido semiseco. En
la entidad se pueden distinguir tres zonas térmicas: al noroeste, centro y en la costa del
océano Pacífico. La distribución de la precipitación normal anual varía de una mínima de
43 milímetros en la estación Las Lagunas (en el desierto del Vizcaíno), a una máxima de
630 milímetros en la estación Sierra de la Laguna (al sur de La Paz), con
una precipitación normal anual promedio de 150 milímetros. En general, las
precipitaciones ocurren en forma irregular, salvo la región del desierto del Vizcaíno
donde éstas se presentan en invierno y en la parte sur de la entidad, donde ocurren en
verano.
Indicadores socioeconómicos
Población: 637,026 habitantes, el 0.6% del total del país.
Distribución de población: 86% urbana y 14% rural; a nivel nacional el dato es de 78 y
22%, respectivamente.
Escolaridad: 9.4 años (secundaria terminada); el promedio nacional es de 8.6 años.
Hablantes de lengua indígena de 5 años y más: una de cada 100 personas. A nivel nacional 6
de cada 100 personas hablan lengua indígena.
Sector de actividad que más aporta al PIB estatal: Construcción.
Aportación al PIB nacional: 0.6%
División política: La entidad está formada por 2,308 localidades distribuidas en cuatro
municipios, de los cuales, dos tienen de 10 mil a 50 mil habitantes; uno de 50 mil a
100 mil; y uno más de 100 mil habitantes.
Centros de población más importantes: La Paz (capital), Santa Rosalía, Cabo San Lucas (una
de las zonas turísticas importantes del país), Guerrero Negro, San José del Cabo,
Mulegé, Loreto, Ciudad Constitución, Comondú y Villa Insurgentes.
Datos históricos
El antiguo territorio federal –desde 1888– fue erigido como estado libre y soberano el 3
de octubre de 1974. En su jurisdicción se incluyeron seis islas del océano Pacífico y
nueve del mar de Cortés.
Escudo
El escudo de armas está enmarcado por unos filos dorados al exterior y olateados al
interior, que representan la riqueza del subsuelo. El espacio azul marino simboliza la
justicia, la verdad y la lealtad; los peces de plata, la riqueza del mar. El interior se divide
en dos partes: el fondo rojo y el oro expresan unión, riqueza, valor y atrevimiento, y la
concha de plata representa la fiera batalla que debe dar todo
sudcaliforniano en defensa de sus fronteras.
Personajes ilustres
Manuel Márquez de Léon (1822-1890). Participó con heroísmo en la guerra de 1847.
Gobernador de Sinaloa y Durango.
Rosaura Zapata Cano (1876-1963). Maestra, creadora de los jardines de niños en el país.
Agustín Olachea Avilés (1890-1974). Participó en la Revolución Mexicana. Gobernador
de Baja California Sur. Gobernador de Baja California Norte. Presidente nacional del
Partido Revolucionario Institucional y Secretario de la Defensa Nacional.
Fuente: INEGI, SIAP.
PAQUETES TECNOLÓGICOS
Ajo
Preparación del terreno
El ajo se adapta a distintos tipos de suelo; los mejores rendimientos se obtienen en suelos
de textura media. En terreno arcilloarenosos es mejor realizar un barbecho de 25
centímetros de profundidad y dos pasos de rastra en forma cruzada. En suelos de textura
media, realizar sólo dos pasos de rastra en forma cruzada. Para suelos de textura arenosa,
con un paso de rastra es suficiente. En todos los casos, nivelar para reducir problemas de
encharcamientos y facilitar la siembra.
Variedades
Las variedades que han mostrado mejor adaptación y rendimiento a la zona del Valle de
Santo Domingo son Criollo regional, Pata de elefante, Tocumbo, Huerteño, Pocitas,
Tacáztcuaro, Tingüindín, Taiwán, Inifap-94, Chapingo-74, Texcoco, Celayense y
Aguascalientes.
Época de siembra
En el Valle de Santo Domingo, el INIFAP ha determinado que los mejores rendimientos se
logran sembrando del 15 de octubre al 15 de noviembre; siembras del 15 de septiembre
al 14 de octubre y del 16 de noviembre al 15 de diciembre dan buenos rendimientos,
pero con menor tamaño del bulbo.
Selección y preparación de la semilla
Si se siembra por primera vez, el productor debe utilizar semilla de calidad para asegurar
que la misma esté libre de plagas y enfermedades. En caso de utilizar semilla de su propia
cosecha, seleccionar bulbos grandes (6.0 gramos) o medianos (3.0 gramos) con pocos
“dientes”. Es conveniente desgranar los bulbos un poco antes de la siembra (unos cinco
días) y conservarlos en un lugar fresco y aireado, a fin de evitar que pierdan su poder
germinativo. Si se desgrana con mucha anticipación la semilla se “vacía” al
deshidratarse.
Para prevenir problemas de nemátodos, es importante tratar la semilla desgranada,
sumergiéndola por un tiempo de dos minutos en una solución preparada con 5.0
centímetros cúbicos de Nemacur-400 (fenamifós) por litro de agua. Otra opción es
aplicar de 40 a 60 kilogramos por hectárea de Nemacur 2% incorporado en banda, antes
o al momento de la siembra.
Para prevenir el ataque de enfermedades bacterianas, la semilla debe sumergirse en una
solución de agua fría con sulfato de Potasio (100 gramos por cada 100 litros de agua)
durante 5 minutos. La incidencia de pudrición blanca se reduce mediante el tratamiento
a la semilla con el fungicida Tebuconazole (folicur) a dosis de 500 a 750 mililitros por
cada 100 litros de agua. La semilla se debe sumergir en esta solución durante 5 minutos,
después debe secarse extendiéndola en un lugar seco y sombreado.
Método de siembra
Si se siembra en suelo seco, la semilla debe enterrarse aproximadamente a 5 centímetros
de profundidad; si se hace en húmedo, se recomienda se realice a 8 centímetros. La
siembra debe hacerse clavando el diente con la punta o yema hacia arriba. Se recomienda
hacer la siembra en camas de 1.60 metros de ancho. Si la siembra se hace manualmente,
es necesario marcar las camas para establecer cuatro hileras de semilla en cada una,
separadas a 20 centímetros. Si la siembra se lleva a cabo en forma mecánica, se
recomienda utilizar una sembradora de doble salida con platos de “cuchara” con
dimensiones apropiadas para la semilla de ajo.
Densidad de siembra
La cantidad de “dientes” a utilizar por hectárea dependerá de la variedad que se utilice
en la siembra. Para criollo regional y Aguascalientes, 650 kilogramos y para el resto de las
variedades 1,000 kilogramos. La distancia de siembra entre cada “diente” varia de 7.0 a
10 centímetros.
Fertilización
Previo a la siembra, se sugiere realizar un análisis de suelo para determinar su fertilidad y,
con base en ésta, efectuar la fertilización; en caso de no contar con el diagnóstico del
suelo, se sugiere fertilizar con 250 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, 50 kilogramos
de Fósforo y 100 kilogramos de Potasio. El cultivo del ajo tiene dos periodos bien
definidos, el primero se refiere al crecimiento de la planta antes de la formación del bulbo
y el segundo a la formación de éste. En los últimos dos meses de desarrollo del ajo se
conforma el 70 a 80% del peso y tamaño del bulbo, por lo que es importante que los
nutrimentos estén disponibles a la planta en este periodo; por ello, se sugiere aplicar el
fertilizante antes de la siembra, la segunda aplicación al primer cultivo y la tercera previa
a la formación de bulbos.
En caso de usar riego por goteo, aplicar cada 30 días, 2.0 litros por hectárea de ácido
sulfúrico para lavar el sistema de riego y evitar el taponamiento de la cinta.
Riego
Gravedad: Debe hacerse en forma ligera para que la humedad llegue a la semilla por
trasporo. Por lo general, se requieren de ocho a 10 riegos de auxilio para aplicar una
lámina total de 70 centímetros. El último riego debe darse unos 20 días antes de la
cosecha.
Goteo: El riego de germinación se sugiere realizarlo por un tiempo de 14 a 16 horas.
Ocho días después de haber proporcionado el primer riego se debe hacer el siguiente,
durante un tiempo de siete horas; a partir de ahí, los posteriores serán aplicados cada
seis o siete días con un tiempo de cinco a siete horas, dependiendo de la etapa del
cultivo, condiciones climatológicas y tipo de suelo. Generalmente, se aplican entre 25
a 35 riegos, estimando una lámina total de 38 centímetros.
Labores de cultivo
Se recomienda realizar dos escardas con maquinaria a los 20 y 35 días después de la
siembra; debe procurarse que éstas no sean muy profundas para evitar daños en las raíces
de la planta.
Control de maleza
El control de maleza de hoja ancha como quelite, malva, amargosa, correhuela y cual se
puede hacer con la aplicación de Linurón, 2.0 kilogramos por hectárea; Gesagard, 2.0
kilogramos por hectárea; o la mezcla de Linurón, 1.5 kilogramos más 2,4-D amina, 0.5
litros por hectárea o Linurón, 1.5 kilogramos más Gesagard, 0.5 kilogramos por hectárea.
Para el control de gramíneas y otras malezas de hoja angosta, se sugiere aplicar 1.5 litros
por hectárea de Poast más 2.0 litros por hectárea de aditivo Poast. Los herbicidas
sugeridos son para aplicaciones postemergentes, cuando el cultivo tenga de una a dos
hojas. También es conveniente realizar dos deshierbes para evitar la infestación de
malezas al finalizar el ciclo del cultivo.
Control de plagas
La principal plaga que ataca el ajo en el Valle de Santo Domingo es el trips; se presenta
con mayor intensidad en épocas calurosas y secas, alojándose en el cogollo de la planta.
Se combate con Clorpirifos o Dimetoato a dosis de 1.5 litros por hectárea, en ambos
casos. Si la aplicación se hace con tractor usar 250 litros de agua por hectárea; si es en
forma aérea, 60 litros de agua son suficientes. Se recomienda el uso de un adherente-
dispersante en la mezcla agua-insecticida para mejorar la eficiencia de la aplicación.
Control de enfermedades
En el estado es baja la incidencia de enfermedades que afectan al ajo. Cuando se
presentan condiciones de alta humedad ambiental se puede manifestar la “mancha
púrpura”; puede prevenirse con aplicaciones con Mancozeb 1.5 kilogramos por
hectárea.
Cosecha, almacenamiento y clasificación
El ajo está listo para cosecharse cuando el 50% del follaje está seco y/o aparece un
pequeño bulbillo en la parte media del tallo. En las variedades recomendadas esto ocurre
a los 150 días.
Para efectuar la cosecha primeramente debe aflojarse el suelo mediante el paso de un
arado o cuchilla; enseguida, las plantas se sacan del suelo y se colocan en forma de
camellones con el propósito de cubrir los bulbos con el mismo follaje; después de tres
días se procede a cortar el follaje y las raíces. Posteriormente, los bulbos deben colocarse
en “jabas” o “arpillas” y éstas almacenarlas en una bodega fresca y ventilada, con el
objeto de evitar sobrecalentamientos que provoquen su pudrición.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Alfalfa
Introducción
En Baja California Sur se cultivan alrededor de 5,000 hectáreas de alfalfa, y es
principalmente la variedad Cuf 101, con rendimiento anual promedio de 95.4 toneladas
por hectárea de forraje verde (23.8 toneladas por hectárea de materia seca), en promedio
2.3 toneladas por hectárea de materia seca por corte. Comondú es el municipio con el
primer lugar (86.4%) de área cultivada en el estado.
Preparación del terreno
Para el establecimiento del cultivo se sugiere hacer las siguientes labores: un barbecho,
después uno o dos pasos de rastra, de acuerdo a la cantidad y dureza de los terrones que
haya dejado el barbecho. Con el objeto de nivelar un poco el terreno, es recomendable en
el último paso de rastra colocar una viga de madera o fierro en la parte posterior de ésta
para emparejar el terreno.
Variedades
En el mercado se encuentran una gran variedad de materiales, que difieren en sus
características de rendimiento de forraje, proporción de sus componentes botánicos (hoja
y tallo) y calidad de forraje. Para productores que se enfocan a la venta de pacas se
recomiendan las variedades Cuf 101, Excelente, SW 9720, Sardi-10, Alta verde y Genex
9890. Para productores que pretenden alimentar con sus praderas a ganado de alto
requerimiento nutricional (ganado lechero o de carne) se recomienda utilizar variedades
como 58N57, 59N49 y 59N59 que presentan una mayor proporción hoja/tallo.
Época de siembra
El periodo óptimo de siembra comprende los meses de octubre a diciembre; esto permite
un mejor desarrollo del sistema radicular que soporta el crecimiento activo en la estación
de mayor crecimiento de la pradera, además de favorecer una mayor estabilidad en la
producción y persistencia de la pradera.
Método y densidad de siembra
La alfalfa se puede sembrar con drilla o con la máquina tipo cyclone para siembra al
voleo, empleando 30 kilogramos por hectárea de semilla. Después de tirar la semilla en
terreno seco, se procede a pasar una rastra de ramas para cubrirla. La semilla debe quedar
entre 1.0 y 2.0 centímetros de profundidad. Al término de la siembra, sí el riego se va a
hacer por gravedad, se hacen melgas de 12 a 15 metros de ancho, con longitud no mayor
de 100 metros. La pendiente adecuada del terreno es de 10 centímetros en 100 metros.
Cuando el terreno presenta pendientes mayores, hay que usar curvas de nivel.
Colocación de la cinta de riego
Si el agua se va a suministrar por medio de equipo de goteo, después de siembra debe
procederse a instalar la cinta de riego. Debido al tiempo de permanencia de la alfalfa en
el terreno, se sugiere utilizar cinta de 15 milésimas de espesor con emisores a cada 20
centímetros. La cinta se coloca a una profundidad de 20 centímetros y separación de 80
centímetros. Esta recomendación es válida para suelos con texturas medios o francos.
Fertilización
La forma más exacta para realizar una correcta fertilización es hacerlo con base en el
análisis de suelos y aplicar los criterios descritos para cada elemento; en caso de no
contar con éste, se sugiere iniciar la fertilización con la dosis 100-60-00; la aplicación del
fertilizante se hace antes de la siembra, incorporándolo con rastra. En alfalfa con goteo se
pueden aplicar los fertilizantes a través del sistema de conducción, con el consiguiente
ahorro por este concepto. Para el caso del Fósforo se sugiere aplicarlo en el riego de
germinación; para Nitrógeno se sugiere aplicar 30 kilogramos cuando empiece a nacer el
cultivo y fraccionar los 70 kilogramos restantes en 11 aplicaciones a lo largo del año; de
esta manera se mantiene la fertilización nitrogenada anual.
A partir del segundo ciclo, se recomienda la dosis 100-00-00, fraccionado en 12
aplicaciones de 8 kilogramos, cada una en el primer riego después de cada corte.
Riego
El riego de germinación cuando se da por gravedad debe ser en forma ligera, para evitar
encharcamientos, con láminas de 10 centímetros. Se sugiere dar de dos a tres riegos de
auxilio también en forma ligera y de preferencia con equipo de aspersión, antes del
primer corte y un riego después de cada corte. El riego posterior a cada corte se debe dar
aproximadamente ocho días después de realizado éste, para permitir la cicatrización de
las plantas así como el secado, enchorizado y empaque del forraje.
Cuando los riegos se aplican por el sistema de goteo, es indispensable mantener una
óptima humedad desde la siembra, hasta
los 15 días después de la misma; es necesario favorecer la germinación cuidando que el
suelo no se endurezca por lo que se sugiere la repetición de riegos ligeros. En suelos
arenosos rápidamente se
pierde la humedad, por lo que hay que repetir el riego cada cuatro a siete días.
Una vez realizada la siembra y establecida la cinta de riego, se aplica el riego de
germinación el cual debe hacerse de preferencia a una presión de 12 a 15 psi (libras por
pulgada cuadrada), con un tiempo aproximado de 24 horas para humedecer toda la
superficie. Los riegos posteriores se realizan cada cuatro días con duración de dos horas y
media a cuatro horas, hasta alcanzar el primer corte a los 80 días. Después de los cortes,
el primer riego e sugiere aplicarlo a los siete días; lo anterior para evitar el castigo en las
plantas y favorecer el rebrote normal y uniforme.
Con el uso del sistema de riego por goteo se mantiene en forma permanente una
condición húmeda en el área de mayor concentración adicular del cultivo; así mismo
permite una distribución homogénea del agua en el cultivo, independientemente de la
topografía del terreno.
Control de maleza
Las principales malas hierbas que se presentan en alfalfa son malva, chual, quelite, gloria
de la mañana, mostacilla, grama y zacate buffel. Mediante los cortes paulatinamente se
eliminan las de ciclo anual; sin embargo, las de ciclo perenne como los zacates,
permanecen en la parcela llegando a infestar completamente el cultivo y provocar su
abandono. Durante los últimos cinco años se ha presentado en los alfalfares la planta
parásita llamada cúscuta. Esta maleza se multiplica de manera rápida y provoca la
muerte del cultivo al absorber su savia. Una vez detectada, se debe combatir mediante el
corte del forraje de toda el área afectada y proceder a su destrucción mediante fuego,
fuera de la parcela, o bien a través de aplicaciones de paraquat sobre el “manchón” o área
infestada, después del corte de la alfalfa, en dosis de un litro por hectárea del producto
comercial.
Control de plagas
A manera de prevención debe evitarse la siembra en terrenos cercanos a cultivos de
hortalizas.
Gusano trozador: Aplicar carbaril 80, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Triclorfón 80, de
1.0 a 2.0 kilogramo por hectárea; Triclorfón cebo 2%, 50 kilogramo por hectárea;
Clorpirifos 48, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea. Iniciar las aplicaciones cuando se
detecten manchones con plantas trozadas, desde la nacencia hasta el establecimiento
del cultivo (planta de 15 centímetros de altura).
Pulgón verde y pulgón manchado: Aplicar Dimetoato 38, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea;
Malatión 50, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metidatión 40, de 0.75 a 1.0 litro por
hectárea. En general, se recomienda iniciar el control químico al detectar de 20 a 25
pulgones por tallo. Revisar 50 tallos por sitio de muestreo. En planta pequeña iniciar
cuando la incidencia sea de 10 o más pulgones por tallo.
Chapulines: Aplicar Azinfós metílico 50, de 0.5 a 1.0 kilogramo por hectárea; malatión
50 de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Triczlorfón cebo 2%, 50 kilogramos por hectárea;
Carbaril 80, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea. Iniciar control químico al observar
un daño superior al 30% de acuerdo al desarrollo de la planta y presencia del insecto.
Chicharritas: Aplicar Paratión metílico 720, 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Azinfós
metílico 50, de 0.5 a 1.0 litros por hectárea; Malatión 50, de 1.0 a 1.5 litros por
hectárea; Dimetoato 40, de 0.75 a un litro por hectárea. Iniciar control al observar de
tres a cinco insectos por planta en promedio y/o aspecto moteado de las hojas por el
daño. Evitar aplicaciones de insecticidas en los 15 días anteriores a cada corte. En caso
de infestaciones severas en este lapso de tiempo, se sugiere adelantar el corte.
Control de enfermedades
En la región las enfermedades se presentan en pequeña escala y generalmente no causan
pérdida económica; sin embargo, las más comunes y las medidas de control son las
siguientes:
Pesca: El hongo se propaga por semilla y viento. Se presentan como pequeñas manchas
circulares color café en haz y envés. Hojas con muchas manchas se amarillan y
defolian. Se requiere control al iniciar defoliaciones del cultivo. Como control se
recomienda realizar el corte cuando inicie la defoliación y recoger el forraje
inmediatamente. Utilizar variedades tolerantes.
Mildiu: Las hojas del ápice del tallo toman un color verde-claro con una fina pubescencia
blanquecina, enrollándose en infecciones severas. En el envés, las hojas infectadas se
tornan de color violeta. Los tallos se hinchan y el follaje se vuelve clorótico. Se
transmite por semilla y residuos en el suelo. Utilizar variedades tolerantes, adelantar el
corte al generalizarse los síntomas en el cultivo y recoger rápidamente el forraje.
Roya o chahuixtle: Se reconoce por las pústulas color caféamarillento u obscuro en las
hojas. Al madurar, las pústulas adquieren apariencia polvosa. Si se observa una
infección severa, adelantar el corte y recoger rápidamente el forraje. Las enfermedades
indicadas se presentan con mayor frecuencia en días con temperaturas frescas, y rocíos
o nublados continuos, iniciando en las partes bajas del terreno.
Cosecha
En general, se alcanza un total de diez cortes por año. La etapa recomendada para iniciar
el corte en alfalfa va desde la aparición del botón floral hasta el inicio de la floración
(10% de botones abiertos por tallo). En el periodo de octubre a marzo los cortes se hacen
cada 40 o 45 días en tanto que de abril a septiembre es posible hacerlos en promedio
cada 25 a 30 días.
El rendimiento promedio por corte es de 13.6 toneladas por hectárea de forraje verde.
José Denis Osuna Amador
Avena con ryegrass
Introducción
Para mejorar los índices productivos de la ganadería extensiva de Baja California Sur, el
productor se apoya en el establecimiento de cultivos forrajeros, anuales y perennes, a
efecto de mejorar la disponibilidad de forraje y aminorar el efecto del déficit en el
agostadero, producto de la baja precipitación y mal manejo de la carga animal. Sin
embargo, la marcada diferencia de la temperatura a lo largo del año impide la utilización
eficiente de una misma especie, como alfalfa, maíz, sorgo y algunos pastos tropicales
perennes. La disponibilidad de forraje genera un aumento en su costo; las pacas de alfalfa
en los meses invernales presentan una alza de, al menos, un 25% respecto al costo
promedio en la temporada de mayor disponibilidad. Con base en lo anterior, el INIFAP a
través del Campo Experimental Todos Santos, ha evaluado el establecimiento de
praderas anuales de invierno, con la mezcla de avena y ryegrass, como alternativa para
incrementar la disponibilidad de forraje de buena calidad en invierno, y buscar así
mejorar la rentabilidad de la actividad pecuaria.
Requerimientos agroecológicos
La temperatura óptima de crecimiento para estas especies se ubica entre los 14-20 °C;
temperaturas por debajo de 0 y arriba de los 30 °C, pueden ocasionar disminución del
crecimiento o falta de persistencia de las mismas. El rango de altitud en las que se
recomienda va de los 0 a los 2,440 metros sobre el nivel medio del mar. Estos cultivos
están adaptados a una gran variedad de suelos. En el estado se han obtenido buenos
resultados al establecerse en suelos de textura migajón arcillo-limoso y migajón arenoso.
El óptimo en cuanto a conductividad eléctrica de la solución de suelo para estas especies
es < 4 dS/m; sin embargo, soportan niveles de salinidad cerca de los 10 dS/m, condición
que implica un descenso del rendimiento.
Establecimiento, métodos y densidad de siembra
Se recomienda el establecimiento en el periodo del 15 al 30 de noviembre, para buen
desarrollo, persistencia y alargar el periodo de utilización de la pradera (tres cortes o
pastoreos). La siembra se puede realizar en surcos espaciados a 0.8 metros o en melgas,
sin embargo se recomienda el primer caso, alternado un surco de avena y otro de
ryegrass, debido a que esto permite una distribución más adecuada de las plantas en
campo, lo que reduce el efecto de sombreado de la avena sobre el rendimiento del rye
grass.
Preparación del terreno
Se requiere de un paso de arado y dos pasos cruzados de rastra, con el objeto de
desmoronar terrones y dejar el suelo suelto para favorecer una mejor penetración de la
raíz.
Variedades recomendadas
Avena Chihuahua y ryegrass anual Tetraploide Oregon; estas especies son las que más
fácilmente se encuentran en el mercado estatal.
Riego
Para el suministro del agua se puede utilizar el riego por goteo con cinta calibre 8 mil. El
primer riego debe ser prolongado para que alcance la humedad a traslapar entre cinta y
cinta con la finalidad de que la semilla de ambas especies germine uniformemente. La
lámina del primer riego debe de ser de 8.0 a 10 centímetros y el intervalo entre riegos de
15 a 20 días, aplicando riegos de la misma lámina inicial, acumulando al primer corte o
pastoreo (65 a 74 días), una lámina de 30 a 35 centímetros. La lámina posterior a la
primer utilización debe de ser de 3.0 centímetros, con intervalo de 15 días.
En condiciones de riego por gravedad se da un riego de aniego y dos de auxilio, cada
uno de ellos de una lámina de 15 a 18 centímetros; para acumular una lámina de 45 a 55
centímetros a la primera utilización de la pradera. El intervalo entre riegos es de 20 a 25
días. Después de cada corte o pastoreo se debe dar un riego de 10 a 15 centímetros, para
que se estimule el rebrote. Se han obtenido hasta tres cortes significativos en rendimiento
de forraje.
Fertilización
La fertilización recomendada es 120-50-00 aplicando la mitad del Nitrógeno y todo el
Fósforo a la siembra. A los 30 días del primer riego, aplicar el Nitrógeno restante. La
fertilización posterior al corte o pastoreo es de 50 kilogramos de Nitrógeno por hectárea
con la finalidad de estimular el rebrote.
Control de maleza
El control químico se puede hacer mediante el herbicida Simazina en forma pre-
emergente y hasta 15 días después de efectuada la siembra, a razón de 2.0 kilogramos en
200 a 400 litros de agua por hectárea. La mezcla de Gesaprím más Lazo en dosis de 2.0
más 3.0 litros por hectárea de cada herbicida en suelo húmedo e inmediatamente
después del riego de siembra, presenta un buen control de malezas en forma pre-
emergente.
Atrazina en dosis de 1.5 kilogramos por hectárea; puede ser utilizado tanto en forma
preemergente como post-emergente, con buenos resultados en buenas condiciones de
humedad del suelo. También puede utilizarse en forma postemergente el 2,4-D amina en
dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; este último para malezas de hoja ancha que se
presentan después de la emergencia de las plantas.
Control de plagas y enfermedades
En Baja California Sur, no se ha detectado la incidencia de plaga que ocasione un
impacto económico significativo a las praderas establecidas. En lo que respecta a
enfermedades la avena es susceptible a la roya, misma que puede ocasionar daños
económicos importantes. Para disminuir la presencia de roya se pueden emplear
variedades resistentes o emplear el control químico a través de productos como
diclobutrazol 3% más mancozeb 40%, presentado como suspensión concentrada a una dosis
de 1.0 a 5.0 litros por hectárea con 21 días de plazo de seguridad.
Cualidades forrajeras
Excelente crecimiento en los meses invernales, periodo durante el cual las especies
tradicionalmente empleadas presentan una fuerte disminución del rendimiento. El
rendimiento de materia seca (MS) al utilizar la mezcla (15.9 toneladas por hectárea de
MS) supera el obtenido por cada especie en monocultivo (10.5 y 7.0 toneladas por
hectárea de MS, obtenidas respectivamente por avena y ryegrass), de acuerdo con
evaluaciones realizadas en años anteriores en el Sitio Experimental Valle de Santo
Domingo del INIFAP.
Otro aspecto sobresaliente es la alta calidad del forraje obtenido por la presencia del
ryegrass, además de una extensión del periodo de utilización debido a la capacidad de
rebrote. Finalmente, la elevada densidad de planta por unidad de superficie, asegura un
uso más eficiente del recurso suelo y agua. Se obtuvieron excelentes resultados en una
parcela de validación establecida en San Juan de Los Planes, B.C.S., donde el
rendimiento al primer corte (74 días después de la siembra) indicado por la etapa de
embuche en avena, alcanzó valores de 60.7 ± 4.2 toneladas por hectárea de forraje verde
(13.3 ± 0.9 toneladas por hectárea de MS) y un rebrote de 13.8 ± 0.69 toneladas por
hectárea (2.6 ± 0.18 toneladas por hectárea de MS). Es posible obtener un tercer corte,
aunque de bajo rendimiento (6.0 a 8.0 toneladas por hectárea de forraje verde).
En lo que respecta a la composición botánica del rendimiento al primer corte, se ha
encontrado una conformación de 76% de avena por 24% de ryegrass, con un estimado
en contenido de proteína cruda (PC) de 13.4%. Este contenido de PC cubre el
requerimiento para que novillos de talla mediana (160 kilogramos de peso vivo)
alcancen entre 400 a 800 gramos de ganancia diaria en peso, característica que torna a la
mezcla como una buena opción forrajera para la pre-engorda de bovinos.
Utilización
La pradera puede ser utilizada para corte o pastoreo. La pradera se utilizó para la pre-
engorda de bovinos Brangus y Charolais bajo el sistema de pastoreo rotacional, donde
potreros de 600 metros cuadrados al primer pastoreo, han soportado por tres días una
carga de 28 animales de 160 kilogramos de peso. 14 potreros de 600 metros cuadrados,
considerando sus respectivos rebrotes, soportaron 75 días de utilización, llegando a
obtener ganancias de 0.7-0.9 kilogramos por animal al día. Si el riego es por goteo, se
recomienda la retirada de la cinta al ingreso de los animales al potrero, además de que el
último riego se haya dado 8 días antes de su utilización con la finalidad de evitar un nivel
alto de humedad en el suelo que favorezca su compactación.
José Denis Osuna Amador
Calabacita
Preparación del terreno
Efectuar un barbecho de 30 centímetros, dos pasos de rastra en forma cruzada para
desmoronar los terrones, y finalmente una nivelación del terreno para formar una buena
cama de siembra y evitar encharcamientos.
Fecha de siembra
Los mayores rendimientos se obtienen en siembras de primavera-verano cuyas fechas
recomendadas comprenden del 1º de febrero al 30 de marzo y del 1º de agosto al 30 de
noviembre.
Variedades
Entre las variedades mejor adaptadas en el Valle de Santo Domingo están Gray zucchini,
Caserta, Chefine, Napolini, Midnight y Bulam.
Método de siembra
La calabacita se establece en surcos separados a 90 centímetros de ancho, sobre el lomo,
se deposita la semilla a una profundidad de 3.0 a 4.0 centímetros. Los surcos no deben
ser mayores de 100 metros de longitud para obtener un mejor manejo del agua. Cuando
el riego es rodado, este debe ser ligero para que la humedad llegue por trasporo a la
semilla o planta para evitar pudriciones.
Densidad de siembra
Se recomienda establecer las plantas a una distancia de 40 centímetros, para obtener una
población de 28 mil plantas por hectárea. Esto se logra usando de 6.0 a 7.0 kilogramos
por hectárea de semilla.
Riego
El ciclo vegetativo de la calabacita permite que, bajo riego por gravedad, concluya su
ciclo con seis riegos ligeros, efectuados con intervalo de 12 a 16 días dependiendo de las
condiciones climáticas, tipo de suelo y variedad de que se trate, con una lámina de 52
centímetros. Con el sistema de goteo los riegos pueden realizarse cada tercer día con una
duración de cinco horas y un total de 45 riegos. Es importante mencionar que en los
primeros 40 días el tiempo de riego es de tres horas, ya que la planta consume poca agua
debido al escaso desarrollo que aún presenta. Con este sistema se sugiere una lámina total
de 28 centímetros.
Fertilización
La fórmula más recomendada para fertilizar la calabacita es 120-50-00, aplicada en dos
etapas: la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo a la siembra y el resto del Nitrógeno a los
40 días después de la siembra.
Labores de cultivo
Se sugieren cultivos o escardas, además un deshierbe manual. Las labores de cultivo no
deben hacerse muy profundas ya que dañan las raíces de la planta. Es importante una
amplia distribución de polen ya que de ahí depende la producción; para esto se
recomiendan cuatro colmenas por hectárea. Si al inicio se presentan frutos deformes sin
calidad comercial, debido a la falta de polinización de las flores masculinas, es necesario
eliminarlos manualmente para evitar el “desgaste” de la planta y su envejecimiento y
promover la formación de nuevos frutos.
Manejo fitosanitario
Los problemas más comunes y de mayor importancia son:

Malezas perennes como gloria de la mañana, zacate Johnson y coquillo,


principalmente, además de malezas anuales de hoja angosta y ancha, como el
zacate rayado, pinto, cola de zorra, quelite, chual, verdolaga y malva.
Insectos plaga como mosca minadora, mosca blanca, pulgón, gusano barrenador
del fruto, grillo y diabrótica.
Enfermedades como mosaico, cenicilla y marchitez de plántulas.

Control de maleza

Seleccionar un terreno libre o poco infestado por malezas especialmente para el


caso de especies perennes.
Sembrar en húmedo.
Aplicar en banda el producto Bensul DE a razón de 7.0-9.0 litros por hectárea en
presiembra, incorporado de 3.0 a 5.0 centímetros de profundidad. Controla
zacates anuales.
Aplicación de Trifuralina de 1.2 a 2.0 litros por hectárea, en aspersión dirigida a
la base de las plantas del cultivo y en hojas verdaderas y preemergente a la
maleza.
Realizar dos cultivos mecánicos en el fondo del surco, en la cama se pueden
realizar dos pasos de “gallina” o lillistone. En caso de no utilizar control químico
se requiere un promedio de tres deshierbes.

Control de plagas

Seleccionar un terreno alejado de áreas con cultivos de plagas comunes.


En presiembra, rastrear la maleza de 20 metros o más alrededor del cultivo, para
eliminar hospederos de pulgón y mosca blanca principalmente; establecer
cultivos trampa de sorgo Sudán o maíz.
Emplear acolchado color aluminio para repeler el arribo de pulgón y mosca
blanca o bien establecer el cultivo en microtúneles hasta inicio de floración.
Para el caso de gusanos trozador y saltarín evitar sembrar en terrenos arenosos
y/o donde anteriormente se han tenido altas incidencias de estos insectos o en
socas de cultivos hospederos (sorgo, maíz, trigo, garbanzo, etcétera.)
El control de gusanos trozador y saltarín se sugiere realizarlo con Carbaril cebo
2%, 60 kilogramos por hectárea; Carbofurán 5%, de 20 a 25 kilogramos por
hectárea; Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Clorpirifos 2%, de 8.0
a 10 kilogramos por hectárea. El primero, segundo y quinto productos se pueden
aplicar en banda antes de la siembra, incorporándolos con rastra.
Para el control de plagas de inicio de temporada como grillo, pulga saltona y
diabróticas, se sugiere aplicar Gusatión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 kilogramos;
Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75
litros por hectárea; Paratión metílico 50%, de 1.0 a1.5 litros por hectárea, al
observar un 10% de daño e insectos presentes.
Para minador de la hoja aplicar etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea;
Dimetoato 38%, de 0.8 a1.0 litros por hectárea o Diazinón 25%, de 1.0 a 1.5
litros por hectárea, al registrar un daño de 25% o mayor y alta presencia de
adultos, a las horas de mayor actividad del adulto.
En caso de gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%,
de 1.0 a 2.5 kilogramos por hectárea; Metomilo 90%, de 0.4 a 0.6 kilogramos por
hectárea o Lorpirifos 48%, de 1.0 a 2.0 litros por hectárea, al observar seis o más
larvas menores de tercer estadío en 10 plantas y daño presente.
El control químico del pulgón y mosca blanca se sugiere realizarlo con
Endosulfán 35% de 1.5 a 2.5 litros por hectárea y Diazinón 25% de 1.5 a 2.0
litros por hectárea, al detectar las poblaciones arribantes de la plaga y/o primeras
plantas de los márgenes con adultos.
Para controlar el gusano barrenador del fruto y guía, emplear Metomilo 90 de 0.4
a 0.6 kilogramos por hectárea, Malatión 84% de 0.75 a 1.5 litros por hectárea,
Fenvalerato 11.1% de 0.8 a 1.0 litros por hectárea, al encontrar cinco larvas en
100 hojas y/o al observar los primeros frutos dañados.

Control de enfermedades

El cultivo no debe establecerse cercano a superficies con otros cultivos infectados


con virus, especialmente si se trata de cucurbitáceas.
El manejo apropiado de los insectos vectores de virus como pulgón y mosca
blanca, además de chichetas y en ocasiones diabróticas y osca minadora, reducen
el riesgo de que se presenten enfermedades virales.
Inmediatamente después de la nacencia se pueden eliminar plantas con
marcados síntomas virales, quemarlas y enterrarlas.
Eliminar plantas silvestres hospederas (meloncillo o melón coyote) dentro del
cultivo y/o alrededor, lo mismo que para mildiu.
Para cenicilla, aplicar Clorotalonil 75% de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea,
triforine 20% de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Triadimefón 25 de 0.4 a 0.5 litros
por hectárea, al observar los primeros síntomas y/o condiciones de nublados,
rocíos y temperaturas altas.
Para mildiu se sugiere utilizar Anilazina 50% de 2.0 a 4.0 kilogramos por
hectárea, folpet 52% de 2.5 a 3.5 kilogramo por hectárea, o Captafol 50% de 2.5
a 3.5 kilogramos por hectárea, al aparecer primeros síntomas y/o con
condiciones de alta humedad relativa. Se puede utilizar azufre.

Cosecha
Se efectúa cuando los frutos han llegado a su madurez de corte. Dependiendo de la
variedad y demanda del mercado, los frutos tendrán el diámetro o longitud muy variable.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Cártamo
Preparación del terreno
Una buena preparación del terreno facilita la distribución de agua y semilla, por lo cual
se debe considerar una labranza completa en terrenos descansados; un barbecho
profundo romperá y volteará la capa arable, con mayor aireación del suelo e
incorporación de residuos y eliminación de malas hierbas. El doble paso de rastra permite
desmoronar los terrones y lograr una buena cama de siembra. En rotación con garbanzo o
maíz, donde se realizó labranza completa en el último ciclo, es posible continuar con
labranza mínima considerando sólo un rastreo doble. La nivelación del terreno es una
labor necesaria cuando se tiene un sistema de riego de gravedad, ya que el cultivo es
susceptible a las enfermedades de la raíz producidas por hongos que se desarrollan con
facilidad en los estancamientos de agua. Si se cuenta con riego por aspersión y goteo,
puede ahorrar esta práctica.
Variedades
Se sugieren variedades del tipo linoleico como ciano linoleica y S-719; y del tipo oleico
como las variedades ciano oleica, S-518, S-334, CW-88, CW-99 y P-744. Aunque los
materiales linoleicos han mostrado tolerancia a roya y los oleicos moderada resistencia a
roya, todos han resultado moderadamente tolerantes a alternaria y todos susceptibles a
falsa cenicilla excepto Ciano oleica, Ciano linoleica y S-334 que resultaron tolerantes.
Época de siembra
Se sugiere la época de siembra de diciembre a enero, por lo que debe considerar el tipo de
suelo y el clima. Si lo principal es lograr el mayor rendimiento, la época de siembra
recomendable es del 1º de diciembre al 15 de enero. Siembras anticipadas alargan el ciclo
y se necesita un riego extra, además sufren daños con mayor intensidad por alternaria o
“mancha de la hoja” y roya o chahuixtle. Al sembrar tarde el ciclo se acorta y se puede
tener una baja polinización por efecto de altas temperaturas, coincidentes con la época
de floración, y los rendimientos disminuyen en alrededor de cinco por ciento por semana
de retraso en la siembra. Para minimizar el daño por falsa cenicilla, es recomendable
sembrar preferentemente en la época de la segunda quincena de diciembre en la parte sur
de la región y suelos arcilloarenosos y la primera quincena de enero en la parte norte del
Valle de Santo Domingo y/o suelos franco-arenosos.
Características agronómicas de variedades de cártamo en el
Valle de Santo Domingo, B.C.S.
Variedad Etapa fenologica (días) Altura Tolerancia
Flor Mad. fisiol. Cosecha (cm) a roya*
Ciano Oleíca 112 148 175 121 R
Ciano linoleíca 114 150 177 130 R
S-719 118 139 172 125 R
S-518 115 143 180 130 MR
CW-99 116 150 180 128 MR
CW-88 118 150 180 130 MR
P-744 112 143 180 130 MR
*R, resistente; MR, moderadamente resistente

Método y densidad de siembra


En riego de gravedad se sugiere la siembra en húmedo, en surcos separados de 80 a 90
centímetros, facilitando labores culturales y manejo del agua. Con sistema de aspersión
puede sembrarse en plano con las mismas separaciones; en riego por goteo se sugiere
establecer en seco, con camas de 1.60 metros, con dos líneas separadas a 40 centímetros
entre sí, lo cual equivale a dejar regantes a 1.6 metros, mojando dos hileras de plantas.
Utilizar de 16 a 25 semillas por metro lineal, equivalencia de 12 a 15 kilogramos por
hectárea; si se usa mayor cantidad, se propicia el desarrollo de plantas con escasa
ramificación lateral y un reducido número de capítulos. En fechas tempranas se utiliza
menos semilla con poblaciones de 160 mil plantas por hectárea y se aumenta en fecha
tardía con poblaciones hasta 240 mil plantas por hectárea. En suelos salinos y/o arenosos,
se utiliza más semilla, para contar con mayor población y ayudar a conservar la
humedad.
Fertilización
Para terrenos de textura media y sistema de riego de gravedad, generalmente se sugiere
aplicar 120 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, pero en rotación con sorgo o maíz se
justifica una mayor cantidad de fertilizante. Se debe aplicar en banda al momento de la
siembra. Bajo riego por goteo se recomiendan 80 a 100 kilogramos por hectárea de
Nitrógeno y 20 a 40 kilogramos por hectárea de Fósforo. Usar preferentemente
fertilizantes de alta solubilidad. Asimismo se sugiere aplicar el 50% del Nitrógeno junto
con el Fósforo a la siembra, 25% en el primer riego de auxilio y el otro 25% restante en el
segundo riego de auxilio. En condiciones de fertirriego se recomienda aplicar el Fósforo
en los primeros riegos después de la nacencia en la primera etapa de desarrollo y el
Nitrógeno distribuirlo en las etapas fenológicas máximo hasta la floración.
Labores de cultivo
Se recomienda realizar dos escardas o pasos de cultivadora alrededor de los 30 días y
después del primer riego de auxilio, con el fin de ayudar a eliminar la maleza, aflojar la
tierra, y conservar la humedad del suelo. Se propicia mejor desarrollo y facilita el
levantamiento de surcos para el riego de auxilio.
Riego
En riego por gravedad se debe aplicar el de presiembra con una lámina de 20 centímetros
y un auxilio ligero de 8.0 centímetros en la etapa de inicio de ramificación, lo que sucede
entre los 55 y 70 días después de la siembra. En terrenos arcillosos no se debe regar
después de la etapa de ramificación, pues puede causar marchitamiento y muerte de las
plantas, debido a que este tipo de suelo se agrieta cuando le falta humedad y al entrar en
contacto con el agua se expande y rompe muchas raíces. Por ello, hay que regar en la
etapa ya mencionada aunque la planta no muestre síntomas de sequía.
Con riego por aspersión el riego de presiembra se reduce a 16 cm y a 6.0 centímetros el
de auxilio en inicio de ramificación, por lo que la lámina total del cultivo es de 22
centímetros; además se ahorra la actividad de abrir surco. Tanto en riego por gravedad
como por aspersión, se deben evitar los encharcamientos; en el primer caso se sugiere
utilizar surcos de 100 metros de longitud, y en el segundo se debe asperjar únicamente el
tiempo necesario para proporcionar al terreno la lámina de agua adecuada.
En riego por goteo el requerimiento o demanda de agua es estimada a partir de la
evapotranspiración de referencia (ETo) de un día, multiplicado por un coeficiente de
cultivo (Kc) de 0.78. En general, se estima una lámina de 34 centímetros en el ciclo. La
cual se puede suministrar con frecuencia de dos riegos por semana con líneas regantes a
1.6 metros y gasto de alrededor de 5.0 lhm, calibre 6 a 8 mil. El tiempo de riego está en
función del tipo de suelo y nivel de humedad aprovechable.
Control de maleza
El cártamo es afectado por la competencia de maleza durante los primeros 40 días
posteriores a la emergencia del cultivo; se puede reducir hasta el 65% del rendimiento,
por lo que conviene realizar medidas preventivas como controlar la reproducción de
semilla para evitar infestaciones en ciclos posteriores. También se puede realizar control
cultural con siembras en húmedo y mediante el paso de cultivadora alrededor de los 30
días después de la siembra y después del primer riego de auxilio, conviene realizar
deshierbes manuales. Cuando el terreno presenta una alta infestación de maleza es
necesario considerar el control químico.
Control de plagas
Chinche lygus, rápida, apestosa y chicharritas: Aplicar cualquiera de los siguientes
productos; Malatión, 1000 gramos de ingrediente activo (i.a.) o un litro por hectárea
Malatión 1000 E y un litro por hectárea de Lucathión 50E; Metamidofós, 600 g.i.a. o
1.0 litro por hectárea de Tamarón 600; para pulgón, aplicar Dimetoato, con 400 g.i.a.
por hectárea o un litro por hectárea de Affix o Rogor L40; Omeotato 400 g.i.a. por
hectárea o 400 mililitros por hectárea de Folimat 1000. La aplicación para chinche
lygus y apestosa debe de efectuarse cuando se encuentren 50 o más chinches en 100
redadas de la etapa del inicio de floración a la maduración; en caso de chicharritas, la
aplicación debe efectuarse al capturar 90 especímenes en 100 redadas en el mismo
periodo de tiempo.
Gusano trozador: Aplicar Clorpirifós, 480 g.i.a. por hectárea, o 1.0 por hectárea de lorsban
480.
Gusano bellotero y gusano soldado: Se sugiere aplicar Thiodicarb, 375 g.i.a. por hectárea o
un litro por hectárea Larvín 375; Bacillus thuringiensis var, Kurstaki, 38.6 a 53 g.i.a.
por hectárea o 0.75 a 1.0 kilogramo por hectárea de Dipel. La aplicación para gusano
bellotero debe realizarse al encontrar 10 ó más larvas en 100 fructificaciones
inspeccionadas, desde el inicio de fructificación a inicio de madurez; para gusano
soldado aplicar al detectar una defoliación del 10 al 20% y el insecto esté presente, en
ambos casos, las larvas al momento de la plicación no deben rebasar el tercer estadío.
Como medida de control biológico se recomienda realizar liberaciones de la avispita
trichograma con 4.0 pulgadas por hectárea, al detectar oviposturas de bellotero y evitar en
todo lo posible la aplicación innecesaria de insecticidas, para promover el control
biológico natural que llevan a cabo diversas especies de insectos benéficos.
Herbicidas sugeridos para controlar maleza en cártamo en el
Valle de Santo Domingo, B.C.S.
Herbicida Dosis/hectárea Época de Maleza
aplicación
Trifluralina 980 g i.a. Presiembra Hoja ancha y
Otilán 500 CE 2.0 l Incorporado con angosta; como chual, alpistillo y mostacilla
rastra
Fluazifop-p-butil 125 g i.a. Aplicación en Especies gramíneas
Fusilade B/W 1.0 l postemergencia anuales y otros
temprana cultivos anuales
Fluazifop-p-butil 250-375 g i.a. Aplicación en Especies gramíneas
Fusilade B/W 2.0-3.0 l postemergencia perennes como
temprana zacate Johnson
Glifosato* 1,200-1,920 g i.a. 30 días antes de la zacate Johnson
Faena 2.5-4.0 l siembra sobre el
follaje de plantas con
altura de 50 cm
Glifosato 2,880-4,800 g i.a. 30 días antes de la Correhuela perenne
Faena 6.0-10.0 l siembra sobre el
follaje con crecimiento
vigoroso.
*No remover el suelo o cortar la maleza por lo menos 15 días después de la aplicación para permitir que el producto se trasloque a los rizomas.

Control de enfermedades
Condiciones de clima nublado, lluvias y temperaturas del suelo de 15 a 20 °C favorecen
la presencia de enfermedades; si se observan síntomas asociados a mancha foliar y falsa
cenicilla, principalmente en la etapa de inicio de elongación del tallo (alrededor de los
60 días) se deben aplicar productos fungicidas como; Mancozeb (3 litros por hectárea de
Dithane-fmb) y Clorotalonil (2.0 litros por hectárea de Cheyene 720). También se
pueden hacer aplicaciones curativas cuando se observen síntomas de la enfermedad en el
tercio inferior de la planta con productos de mayor eficacia como; Carbendazim (500
mililitros por hectárea de Derosal 500D), Trifloxistrobin (120 gramos por hectárea de
Flint), y Propiconazol (500 mililitros por hectárea de Kilt 250CE), Tebuconazole (500
mililitros por hectárea de folicur 250EW) y epoxiconazol (un litro por hectárea de opus).
En fechas tempranas se requieren hasta tres aplicaciones de productos fungicidas
curativos para superar las 3.0 toneladas por hectárea.
Cosecha
Entre los 150 a los 180 días después de la siembra se realiza la trilla, cuando las brácteas
de las cabezuelas se tornen de color café. En ésta etapa, a semilla se debe desprender
fácilmente del capítulo y contener de seis a 8% de humedad.
La máquina trilladora se ajusta con la velocidad del cilindro entre 760 a 915
revoluciones por minuto, dejando el cilindro y el cóncavo con una separación de 9.5 a 16
milímetros. En ocasiones se puede dejar una sola hilera de cóncavos, graduar el aire para
obtener grano limpio y reducir al máximo la velocidad del “papalote” (1.25 veces de la
velocidad de traslocación), quitarlo si el cártamo está muy seco.
Jesús Navejas Jiménez
Cebolla
Preparación del terreno
La cebolla puede cultivarse en todos los tipos de suelos, desde ligeros hasta pesados; sin
embargo, el mejor es el tipo medio o franco. El terreno debe prepararse de tal forma que
se logre una cama de siembra lo suficientemente mullida; de esta manera se facilita la
germinación de la semilla y emergencia de las plantas.
Variedades
La temperatura y la duración del día son los principales factores que determinan las
variedades e híbridos de cebolla que se pueden establecer en una región determinada. En
la zona del Valle de Santo Domingo, se recomiendan las variedades Géminis, Santa Cruz,
Cojumatlán, Early perfection, Crystal wax white, Crystal white sweet, Grano ppr,
F1early supreme ppr, Contessa, Reyna blanca, Union y Globe green.
Época de siembra
La cebolla produce bien en siembras desde el 15 de septiembre hasta el 15 de diciembre;
sin embargo, el mayor rendimiento y la mejor calidad se logran con siembras del 1º al 30
de noviembre.
Método de siembra
La cebolla puede establecerse por trasplante o en forma directa.
Trasplante: Se efectúa por medio del establecimiento de almácigo y puede hacerse con
altas poblaciones, en surcos, en camas o cajetes. Para establecer una hectárea se
necesitan 150 a 200 metros cuadrados de almácigo utilizando de 2.0 a 2.5 kilogramos
de semilla. Para lograr un buen tamaño de plántula, es conveniente sembrar de 2.0 a
3.0 gramos de semilla por metro lineal con distancias entre hileras de 13 centímetros.
El trasplante debe realizarse cuando la plántula tenga de tres a cuatro hojas, esto
sucede entre 60 y 70 días después de la siembra. La plántula no debe establecerse
superficialmente, ya que se producen cebollas de formas achatadas; en cambio, si se
trasplanta mas profundo se logran cebollas de formas más redondas. La anchura de los
surcos puede variar dependiendo de la maquinaria que se disponga. Se pueden hacer
surcos de 40 centímetros sembrando en el lomo con hilera sencilla o bien surcos de 70,
80, ó 90 centímetros sembrando a doble hilera; la longitud de los surcos no debe
rebasar los 100 metros. En el caso de riego por goteo se pueden hacer camas de 1.60
metros con dos o cuatro hileras por cama y una cinta de riego al centro de éstas.
Siembra directa: La siembra se realiza con máquina, en seco, a chorrillo y a una
profundidad de 1.5 a 2.0 centímetros. Se requieren de 3.0 a 3.5 kilogramos por
hectárea de semilla, dependiendo de la distancia entre surcos y del número de hileras
por surco. La semilla debe presentar cuando menos un 90% de germinación.
Densidad de siembra
En siembra de almácigo se requieren de 2.0 a 2.5 kilogramos por hectárea de semilla y
directamente de 3.0 a 5.0 kilogramos por hectárea. La distancia entre plantas más
conveniente es de 12 centímetros. Distancias menores elevan los costos de producción y
disminuye el tamaño del bulbo, mientras que mayores, disminuyen el rendimiento.
Riego
Se sugiere regar de la siguiente manera:

Después del riego de siembra o trasplante, aplicar el siguiente riego a los 15-20
días después.
Después, regar cada 20 a 25 días hasta mediados de marzo; en este periodo se
tiene un crecimiento lento de la planta por lo que requiere poca humedad y
nutrimentos.
Posteriormente, regar cada 12 a 15 días hasta fines de abril; en este lapso se
presenta el crecimiento rápido del follaje y la planta aumenta su demanda de
agua y de nutrimentos.
Finalmente de fines de abril en adelante, regar cada 10 días ya que para esta
época ocurre el crecimiento rápido y maduración del bulbo.
El último riego se aplica cuando un 40 a 60% de las plantas han doblado el
follaje. De acuerdo con lo anterior, se requieren de 10 a 12 riegos y 65
centímetros de lámina en el ciclo de desarrollo del cultivo.
Respecto al riego por goteo, se han logrado buenos rendimientos con a aplicación
de 40 riegos dados cada 3 a 5 días, con una lámina total de 30 centímetros.

Labores de cultivo
Realizar un cultivo después de cada riego para mantener el suelo ventilado y mullido. El
último cultivo debe efectuarse cuando se inicie el crecimiento rápido del bulbo,
procurando cubrirlo completamente con tierra, para evitar el verdeo y quemaduras por el
sol.
Fertilización
Para realizar una adecuada fertilización es conveniente contar con el análisis de suelo; en
caso de no contar con éste, se recomienda fertilizar con 150 a 180 kilogramos por
hectárea de Nitrógeno y 80 kilogramos por hectárea de Fósforo. Es conveniente realizar la
fertilización aplicando todo el Fósforo a la siembra y el Nitrógeno dividirlo en tres o
cuatro aplicaciones iguales de la siguiente manera: la primera aplicación al momento de
formar los surcos o en el trasplante, la segunda al inicio del crecimiento rápido del follaje,
la tercera al inicio del crecimiento del bulbo, y la cuarta aplicación en el llenado del
bulbo.
Control de maleza
Establecer el cultivo en una superficie que no tenga problemas de alta incidencia de
maleza, especialmente en el caso de especies perennes. Además del método preventivo,
es importante integrar los controles químico, mecánico y manual, si así se requiere.
Bensulide: De 4.8 a 5.6 litros por hectárea, en tratamiento en banda de 40 centímetros
sobre el lomo del surco, en presiembra, incorporado a una profundidad de 3.0 a 5.0
centímetros. Controla especies de hoja angosta, quelite y verdolaga.
DCPA: De 4.0 a 4.8 kilogramos por hectárea en banda (40 centímetros), a la siembra,
trasplante o posterior a la siembra. Controla malezas comunes de hoja angosta y
ancha.
Oxifluorfen: De 400 a 600 mililitros por hectárea, en banda, post-emergente al cultivo de
ocho a 12 días (con tres hojas verdaderas), postransplante a la siembra. Controla
especies de hoja ancha y las más comunes de hoja angosta.
Fluazifop-butil: De 400 a 600 mililitros por hectárea, en banda para zacate anual, perenne
de rizoma o estolón de 25 centímetros y 10 centímetros de altura, respectivamente,
herbicida pre y post-emergente al cultivo.
En el caso específico de infestación de gloria de la mañana se puede utilizar Glifosato
de 7.0 a 8.0 litros por hectárea en aplicación total dirigida a la maleza que se encuentre
creciendo activamente. Este mismo producto se puede utilizar antes del trasplante. Las
dosis sugeridas para tratamiento en banda (40 centímetros) permiten reducir la cantidad
y por consecuencia el costo de la aplicación. La maleza del fondo del surco se deberá
combatir mediante cultivos mecánicos.
Control de plagas
En la región del Valle de Santo Domingo, no es muy común encontrar plagas en el cultivo
de la cebolla; sin embargo, pueden presentarse las siguientes:
Minador de la hoja: Cuando el 20% de las hojas están afectadas, aplicar Diazinón 25CE
un litro por hectárea, Oxidemetón metil CE50 a la dosis de 0.75 un litro por hectárea.
Trips: Cuando se tenga un promedio de 10 trips por planta, controlar con Azinfós
metílico de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Malatión a un litro por hectárea.
Gusano de la cebolla: Cuando se observen los primeros daños, aplicar cualquiera de estos
productos; Azinfós metílico de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Diazinón un litro por
hectárea o Fenofos 20 kilogramos por hectárea, este último se aplica a la siembra.
Control de enfermedades
Mancha púrpura: Se presenta esporádicamente cuando existe rocío, lluvias abundantes y
días nublados frecuentes. Se recomiendan aplicaciones preventivas o bien al inicio de
los síntomas con Mancozeb 3.0 litros por hectárea, Maneb 2.0 kilogramos por
hectárea, y Clorotalonil 2.0 kilogramos por hectárea.
Tizón del follaje: Enfermedad foliar favorecida por condiciones de alta humedad relativa.
Aplicar Mancozeb 3.0 litros por hectárea, Captafol e Iprodiona de 1.5 kilogramos por
hectárea.
Pudrición blanca: Los síntomas más típicos son un amarillamiento y marchitez en las
hojas, que mata las plantas jóvenes; los bulbos se suavizan, se pudren y salen del suelo
con facilidad debido a la muerte de raíces. Se ecomienda rotación de cultivos, además
aplicar Iprodiona 400 gramos por 100 kilogramos de semilla más dos aplicaciones al
suelo de 1.25 kilogramos por hectárea cada una.
Raíz rosa: Las raíces se tornan de color rosado, posteriormente se obscurecen y toman un
color púrpura que finalmente se torna marrón o negro. El control es mediante la
rotación de cultivos, uso de variedades resistentes y el tratado de raíces antes del
trasplante con PCNB 3.0 gramos por litro de agua.
Pudrición basal: El hongo permanece por muchos años en el suelo. Se presenta casi al final
del ciclo vegetativo de la cebolla; ataca las partes exteriores del bulbo el cual presenta
coloraciones bronceadas o rosadas que finalmente pudren su base. La rotación de
cultivos y la siembra en suelos libres del inóculo es la recomendación para su control.
Cosecha
La cebolla está lista para cosecharse cuando el 90% de las plantas han doblado el follaje
en su base. Sin embargo, dependiendo del mercado, la cosecha puede realizarse antes
aunque hay disminución del rendimiento, o después, considerando que pueden existir
pudriciones por exceso de humedad. La madurez se presenta de los 180 a 230 días de
ciclo vegetativo, dependiendo del manejo agronómico, condiciones climatológicas, y
variedades o híbridos establecidos.
La cosecha debe efectuarse de la siguiente manera:

Sacar las plantas con una cuchilla o picos.


Efectuar el curado de la cebolla dejando las plantas en el campo por cinco días.
Tapear los bulbos (tapeo: término local utilizado para describir el corte del follaje
y raíz de éstos) y depositarlos en costales a tres cuartos de capacidad.
Dejarlos en el campo por cinco días. Al realizar el tapeo, dejar un centímetro de
cuello en el bulbo.

Jesús Navejas Jiménez


Chile
Preparación del terreno
Se requiere un barbecho, dos pasos de rastra en forma cruzada y una nivelación, para
obtener una cama adecuada de siembra o transplante, y de esta forma un buen manejo
del agua y la prevención de algunas enfermedades.
Variedades
Para el Valle de Santo Domingo se sugieren las siguientes variedades dentro de los
diferentes tipos de chile:
Chile jalapeño: 007 Jalapa, 007 Mitla, Jarocho, Jalapeño m, Jalapeño ayado, Palapeño
peludo, Jumbo jalapeño y Early jalapeño.
Chile ancho: Monarca y Don Matías.
Chile dulce: Perfection, Yolo wonder, California wonder 300, Tick cayenne y Cayenne
long alim.
Chile güerito: Caloro, Hungarian hot wax y Santa Fe grande.
Chile serrano: Huasteco 74, Altamira, Pánuco, Tampiqueño 74, Veracruz S-69 y Río
Verde.
Chile picante: Anaheim, Pasilla, Bajío, Horn hot wax, Top wats.
Época de siembra
1º diciembre al 15 de febrero: ancho y dulce.
15 de enero al 1º abril: jalapeño, serrano, güerito y picante.
Método y densidad de siembra
Siembra directa: en este caso se recomiendan de 2.0 a 3.0 kilogramos de hectárea de
semilla; antes de la siembra ésta se mezcla con un kilogramo de Captán 50 más 250
gramos de Arasán 75. La siembra se realiza en surcos distanciados a 90 centímetros
cuando es en hilera sencilla y 1.80 metros a doble hilera, esta última se recomienda para
el sistema de riego por goteo. La semilla debe colocarse a 40 centímetros de separación y
de 2.0 a 3.0 centímetros de profundidad.
Trasplante
Preparar los almácigos cerca del agua de riego, los cuales pueden ser camas en forma de
surcos de 20 centímetros de alto e integrados por la mezcla uniforme de una parte de
tierra, una de arena y una de estiércol descompuesto; este material puede ser
desinfectado utilizando la “Solarización”, la cual es una técnica inocua que consiste en
humedecer bien el área a tratar, cubrirla con plástico y lo demás lo hace el sol al calentar
el espacio tratado. El proceso puede durar de uno a dos meses, dependiendo e las
condiciones climáticas. Una vez transcurrido el tiempo señalado se quita el plástico y tres
días después se procede a sembrar la semilla tratada con fungicidas, colocándola a una
profundidad de 2.0 a 3.0 centímetros, en hileras distanciadas a 8.0 centímetros entre sí.
Para cubrir una hectárea se requieren 40 metros cuadrados de almácigo sembrado con
500 gramos de semilla.
También se puede producir la planta en charolas de plástico o unicel, las cuales se
llenan con material estéril compuesto de musgo y otros ingredientes previamente
humedecidos con una solución de consan al 2.5%. Este compuesto se humedece lo
suficiente para su descomposición por 45 días, posteriormente se fumiga con bromuro de
metilo durante 72 horas y a los tres días se puede utilizar dicho material. Después de
llenar la charola con el sustrato, se presiona la mezcla en cada cavidad, dejando espacio
para depositar la semilla, la cual se cubre con otra parte de la mezcla o con vermiculita
para facilitar la emergencia de las plántulas. Las charolas después de sembradas se riegan
y se mantienen en un cobertizo con el fin de mantener la humedad y calor para acelerar
la germinación de la semilla. Las plántulas estarán listas para su trasplante cuando tengan
de 5 a 20 centímetros de altura, 5 a 6 hojas verdaderas y un tallo vigoroso.
Fertilización
Se sugiere aplicar 180 kilogramos de Nitrógeno, 80 de Fósforo y 150 de Potasio por
hectárea en siembras directas, distribuidos de la siguiente manera: todo el Fósforo y el
Potasio además de 60 kilogramos de Nitrógeno; posteriormente, al inicio de floración se
incorporan los restantes 80 kilogramos de Nitrógeno.
Cuando el cultivo se establece por el método del trasplante, se deben aplicar 160
kilogramos de Nitrógeno, 50 de Fósforo y 150 de kilogramos por hectárea. Al momento
del trasplante aplicar la fórmula 50-50-150, 30 días después la dosis 50-00-00 y al inicio
de floración 60-00-00 por hectárea.
Cuando esta actividad se realiza con el sistema de goteo, la fertilización se debe
fraccionar de la siguiente forma: el Nitrógeno a partir de la etapa de plántula hasta el
primer corte; el Fósforo desde la aparición de botones florales hasta el primer corte, y el
Potasio desde la formación de frutos hasta plena producción.
Estas dosis y recomendaciones estarán sujetas al análisis de suelo previo a la siembra y a
las características particulares que presenten las plántulas, así como a los resultados
obtenidos del análisis foliar en el caso de que se lleve a cabo.
Riego
En riego por gravedad la humedad debe llegar a la semilla y a las plantas por trasporo,
para evitar que la semilla se pudra o que se marchiten las plantas. Normalmente se dan
de 10 a 12 riegos, dependiendo de las condiciones climáticas prevalecientes y del tipo de
suelo. La lámina total es de 78 centímetros.
En siembra directa el primer riego de auxilio se debe realizar a los 12 días para ayudar a
la plántula en nacencia; los demás se dan a intervalos regulares de 15 a 20 días; los riegos
son más frecuentes cuando la planta es más grande, sobre todo en la época de verano. Los
riegos en surcos son más eficientes y se reducen los problemas con enfermedades, además
de que permiten un buen manejo y ahorro del agua.
Con riego por goteo el agua se aplica cada tercer día, con una duración por riego de tres
a cinco horas, dependiendo del estado vegetativo de la planta, las condiciones
ambientales y del tipo de suelo. La lámina total aproximada es de 42 centímetros.
Labores de cultivo
Para el control de malas hierbas se deben realizar cuatro cultivos y tres deshierbes
manuales o con cultivadora, cuando la planta lo permita. Los cultivos deben efectuarse
procurando no dañar las raíces de la planta para evitar que éstas se sequen o sufran daño
por la entrada de hongos u otros patógenos.
Control de maleza

Sugerencias para el control químico de maleza en chile en el


Valle de Santo Domingo, B.C.S.
Producto Dosis/hectárea* Época de aplicación Maleza que controla
Trifluralín 44.5% 1.2 a 2.0 l Antes del transplante; Anuales de hoja
preemergente ancha y angosta
Bensulide 46% 12 a 14 l En presiembra o Anuales de hoja
preemergencia angosta
Oxidiazón 24% 2.0 l Antes del transplante en Anuales más
suelo húmedo; comunes de hoja
preemergente ancha y angosta
DCPA 75% 10 a 12 kilogramo Dos a 4 semanas posttransplante; Anuales de hoja
preemergente ancha y angosta
Napropamida 21.8% 4.5 a 9.5 l A la siembra o Anuales de hoja
transplante; preemergente ancha y angosta
* La dosis y el costo se reducen aplicando en banda en el lomo del surco

Control de enfermedades
Mancha bacteriana: Presencia de manchas grandes aceitosas en las hojas provocando
caída de hojas y en consecuencia quemado de frutos por el sol. Para controlar la
enfermedad es conveniente evitar la rotación de tomate-chile o viceversa; en presencia
de alta humedad relativa o lluvia, y altas temperaturas se sugiere realizar aplicaciones
de hidróxido de cobre.
Control de plagas

Sugerencias para el control químico de insectos plaga en chile


en el Valle de Santo Domingo, B.C.S.
Insecto Producto y dosis por hectárea Época de aplicación
Plaga
Gusano Carbaril cebo 2%, 60 kilogramo; Al observar plantas dañadas en el tallo. Aplicar por la tarde y en
trozador Triclorfón cebo 2%, 50 kilogramo; manchones
Grillo Carbaril 80% + Parat. Met. 2%, 10 + 12 localizados.
kilogramo.
Diabróticas Malatión 84%, 0.5 a 0.75 l; Al observar un daño de 10% o mayor y elevada presencia de adultos.
Pulga Metamidofós 50%, 1.0 a 1.5 l;
saltona Azinfós Metílico 50%, 1.0 a 1.4 l.
Mosca Etión 48%, 1.0 a 1.5 l; Con un 25% de daño o
minadora Dimetoato 38%, 1.0 l; mayor y elevada presencia de adultos.
Diazinón 25%, 1.0 a 1.5 l.
Pulgón Mevinfós 47%, 1.5 a 2.0 l; Al detectar las poblaciones arribantes y/o presencia de primeros adultos
Mosca Oxamil 24%, 2.0 a 4.0 l; en plantas.
blanca Endosulfán 35%, 1.0 a 2.5 l.
Gusano Bacillus thuringiensis 3.2%, 2.0 a 2.5 Al observar daño de 10% o mayor con larvas menores al tercer estadío.
soldado kilogramo;
Gusano falso Metamidofós 50%, 1.0 a 1.5 kilogramo;
medidor Metomil 90%, 0.4 a 0.6 kilogramo.
Barrenillo del Oxamil 24%, 2.0 a 4.0 l; Al detectar el arribo del
chile Clorpirifos 48%, 1.5 a 2.0 l; adulto al inicio de floración y posteriormente a la
Azinfós Metílico 50%, 1.0 a 2.0 l; emergencia o presencia de adultos. En generaciones traslapadas aplicar con
Endosulfán 35%, 1.5 a 2.5 l; dos o más insectos en 100 yemas terminales.
Malatión 84%, 1.0 a 2.0 l; Carbaril 80%, 1.5 a
2.5 kilogramo;
Paratión Metílico, 1.0 a 1.5 l.

Marchitez: Hay infección en el cuello de la planta, provocando pudrición de raíces,


follaje flácido y marchitez en la planta. La enfermedad se previene plantando en
camas altas así como evitando excesos de humedad y sembrar en suelos infestados.
Virosis: Hay distorsión de las hojas jóvenes y frutos, puede haber caída de flores,
achaparramiento de plantas. Para prevenir, hay que eliminar la maleza y las primeras
plantas que muestren síntomas, y llevar a cabo control de insectos chupadores.
Cosecha
La cosecha debe iniciarse cuando los frutos han alcanzado su madurez fisiológica, o sea
de 120 a 160 días después de la siembra, dependiendo del tipo de chile. Para
comercialización, los frutos deben separarse por tamaño y calidad para que sean lo más
uniforme posible.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Damiana
Introducción
Las regiones áridas y semiáridas de nuestro país presentan una gran cantidad de
productos útiles para el hombre, entre ellos se encuentran los productos forestales no
maderables que tienen además un valor comercial de suma importancia para la sociedad
y de manera directa para las comunidades rurales.
Debido a la demanda de productos para usos industriales, medicinales y alimenticios
que proceden de las plantas forestales, la damiana (Turnera diffusa) es una especie que se
ha utilizado en el estado de Baja California Sur debido a que sus hojas contienen aceites
esenciales y es utilizada para la preparación de bebidas de infusión, como saborizante e
ingrediente fundamental en la elaboración de licores, en la producción de goma de
mascar y perfumes.
En su mayoría, la producción de hoja de damiana se obtiene de las poblaciones
silvestres que se localizan en el sur del estado, supeditadas a la ocurrencia de lluvias;
como consecuencia la producción varía de un año a otro y ocasiona una gran
inestabilidad en la oferta del producto (hoja seca).
El establecimiento de plantaciones comerciales con damiana en condiciones de riego,
permitirá una oferta más constante de hoja, además de promover una disminución en la
presión que se ejerce sobre las poblaciones silvestres, tanto por el ramoneo del ganado y la
fauna silvestre, como por el aprovechamiento intensivo de la cosecha de hoja.
Producción de la planta
La multiplicación se realiza vegetativamente logrando de 55 a 75% de enraizamiento de
las estacas. Las estacas se obtienen de plantas en estado de letargo (desprovistas de hojas)
o cuando inicia la aparición de las yemas vegetativas después de las primeras lluvias; los
tallos deben ser vigorosos y libres de problemas de plagas y enfermedades.
La producción de planta se realiza en condiciones de vivero bajo media sombra; como
sustrato se utiliza tierra de monte de textura media previamente cernida. El suelo se
humedece ligeramente para facilitar el llenado de los envases, que serán de un tamaño de
10 x 20 centímetros; éstos se colocan dentro de túneles de plástico para incrementar la
temperatura y conservar la humedad en el medio de enraizamiento, colocando de piso
una cubierta de plástico para evitar que las raíces penetren al suelo.
Después se procede a cortar estacas de unos 20 centímetros de longitud, con 0.4 a 1.0
centímetros de diámetro, en la parte superior de cada estaca se hace un corte diagonal y
en la base, será horizontal debajo del nudo inferior. Posteriormente y con el fin de
prevenir problemas por hongos, las estacas se sumergen en una solución de 2.0 gramos de
Captán por litro de agua.
En cada envase se introducen dos estacas, a una profundidad de unos 10 centímetros,
presionando el suelo a su alrededor para evitar bolsas de aire en el sustrato. Se
recomienda realizar esta actividad de finales de noviembre a finales de diciembre y de
marzo a mayo, según la disponibilidad del material vegetal.
En este periodo, levantar las cubiertas de plástico para eliminar excesos de humedad y
favorecer la ventilación, durante periodos de 30 minutos a una hora al día; también hacer
supervisiones frecuentes para detectar cualquier problema de plagas o enfermedades y
como medida preventiva aplicar aspersiones de Captán cada semana.
Se considera que en dos a tres meses, las estacas con brotes habrán emitido raíces y se
observan en el fondo de los envases; en este periodo, paulatinamente se debe ir
reduciendo el número de riegos y retirando las cubiertas de plástico. Después, las nuevas
plantas se pasan al área de plantabandas para su desarrollo, posteriormente y antes de
realizar la plantación, se deben pasar a condiciones de sol directo para su lignificación y
aclimatación.
Establecimiento de la plantación
Dependiendo de la producción de planta, la plantación se puede realizar de marzo a
finales de agosto; de preferencia en suelos de textura ligera a media y bajo condiciones de
riego.
La preparación del terreno consiste de barbecho, rastreo, nivelación y empareje; se
recomienda la construcción de surcos a 1.0 metro de distancia cuando se aplica riego
rodado.
La plantación se realiza en forma manual, utilizando poceras para la apertura de los
hoyos y plantar a una distancia de 90 centímetros entre plantas, colocadas a un costado
del surco cuando se riega por gravedad; para esto se requiere de una población de 11,100
plantas por hectárea.
Si se opta por utilizar el sistema de riego presurizado, se recomienda colocar la cintilla
de riego sobre camas a 1.80 metros de separación, para dejar más espacio a los trabajos
requeridos. A cada lado de la cintilla, se ubican dos líneas a una distancia de 20
centímetros entre plantas y la separación entre las plantas de cada línea de 1.0 metro,
bajo un arreglo en tresbolillo y una densidad de 11,100 plantas por hectárea.
Riego en la plantación
Como regla general se sugiere aplicar un riego al momento de realizar la plantación y
después de cada corte, con una lámina suficiente para llevar a capacidad de campo el
perfil de suelo hasta 90 centímetros de profundidad; esta lámina dependerá de la textura
del suelo.
En los primeros meses si se utiliza el riego rodado, los riegos se pueden aplicar cada 30
días y posteriormente incrementar el intervalo de 40 a 60 días para aplicar una lámina
anual de 40 centímetros distribuida en los meses secos y aprovechar el agua de la
temporada de lluvias de verano y de invierno.
Si se utiliza el sistema de riego presurizado (cintilla) se sugiere aplicar riegos semanales
en el establecimiento y posteriormente se pueden aplicar cada dos meses hasta la época
de cosecha. Otra opción bajo este sistema, es aplicar riegos semanales de cinco horas
hasta que se considere que la plantación se ha establecido con éxito y posteriormente
aplicar dos horas de riego semanalmente; un mes antes de la cosecha se retira el riego.
Labores adicionales y cosecha
Después de haber realizado la plantación, y en caso necesario, se debe realizar la
reposición de plantas muertas, esto se puede observar después de la primer semana; por
este motivo, los trabajos de plantación se deben realizar con mucho cuidado y considerar
cierta cantidad de planta excedente en la producción de la misma.
Como labores culturales, realizar los deshierbes para eliminar problemas de
competencia, generalmente la infestación de malezas ocurre en la temporada de lluvias
de verano e invernal; los restos vegetales se pueden incorporar al suelo para su
descomposición.
Dependiendo de las condiciones ambientales, es probable que se presenten problemas
por hongos, los cuales se pueden prevenir con aplicaciones de Captán en la base del tallo.
No se han tenido problemas con otras enfermedades ni plagas de importancia
económica, pero en caso de cualquier problema se sugiere el uso de productos orgánicos.
Aunque en condiciones naturales, las plantas de damiana no requieren de suelos ricos
en nutrientes, con el fin de no impactar en la fertilidad del suelo, se recomienda realizar
aplicaciones de composta o estiércol bien descompuesto al suelo, cuando menos una vez
al año.
La cosecha de la damiana se realiza en forma manual y de preferencia con tijeras de
podar, se corta la parte aérea de las plantas estimando dejar en pie un 25% de la planta
con respecto a su altura; como una estrategia en el manejo de esta especie se recomienda
dejar descansar la planta hasta que ésta se haya recuperado totalmente después de cada
corte.
La producción promedio de hoja seca por planta es de 50 a 75 gramos por cada corte, lo
cual equivale a una producción aproximada de 600 a 825 kilogramos por hectárea.
El material se debe de secar en condiciones de media sombra para después separar las
hojas de las ramas; una vez secas las hojas se empacan para su comercialización en los
mercados disponibles de acuerdo con sus diferentes usos, para ello y con el fin de dar un
mayor valor agregado al producto se sugiere que los productores la empaquen y etiqueten
directamente. O bien se incorporen a la cadena y se fortalezcan asociados a los
industriales que se dedican a la elaboración de licores, cremas y otros productos.
Áreas con potencial productivo
La damiana se reporta en California, Texas, México, Las Antillas y Sudamérica. En
México se localiza en los estados de Baja California Sur, San Luis Potosí, Coahuila,
Chihuahua, Sinaloa, Nayarit, Tamaulipas, Querétaro, Zacatecas y Guerrero.
En el estado de Baja California Sur se encuentra en los tipos de vegetación matorral
xerófilo y bosque tropical seco; estas comunidades vegetales se distribuyen de los 0 a 800
metros sobre el nivel del mar de altitud, en clima árido a semiárido, con una temperatura
media anual de 21.5 a 24 oC, precipitación media anual de 180 a 482 milímetros. La
damiana puede encontrarse en laderas, planicies y mesetas, en pendientes no mayores al
5%, generalmente en suelos de textura ligera de migajón arenoso a arena migajosa, con
pH ligeramente alcalino a alcalinidad alta, pobres en Nitrógeno.
Con base en los requerimientos agroecológicos de la damiana, se estimó una superficie
con potencial para el establecimiento de plantaciones de 81 mil 578 hectáreas, la cual
quedará supeditada a la disponibilidad de agua para el riego en cada localidad.
Requerimientos agroecológicos de la damiana
Altitud Temperatura ( oC) * Suelo sin FF-FQ-L Textura del suelo Profundidad del suelo (m) Pendiente
(msnm) Mínima Máxima

0 - 800 > 12 < 32 X Gruesa >1 0 – 4%


* Suelos sin fases físicas, químicas y sin litosoles.

Estas áreas se ubican en la parte sur del estado; sin embargo, probablemente debido a la
existencia de algunas condiciones microambientales se ubican pequeñas áreas en las
inmediaciones de Punta Santa, San Bruno cerca de Punta Chivato en el Distrito de
Mulegé y en la zona de La Purísima, San Javier y Ley Federal de Aguas No.3 y No.4 en el
Distrito de Comondú.
En la parte sur del estado, las áreas con potencial para la damiana se ubican sobre las
principales zonas agrícolas en los valles de La Paz, Los Planes, en La Soledad, zona de San
Pedro, Todos Santos y Los Cabos.
Rigoberto Meza Sánchez
Espárrago
Preparación del terreno
Se sugiere un barbecho de 40 a 45 centímetros de profundidad, dos pasos de rastra,
dependiendo de la textura del terreno para lograr una buena cama de siembra, y una
nivelación para evitar problemas de encharcamiento; finalmente, la formación de camas
efectuando un subsoleo al fondo de la misma para facilitar el trasplante de las coronas. El
espárrago se adapta bien a suelos de migajón (limo). No es recomendable establecer en
suelos pesados y deficientes en drenaje.
Variedades
Atlas, UC-157 F1, Ida-jea, Jersey gem, Apollo, Grande y Jersey jewel. Estos materiales
presentan tolerancia a la roya y Fusarium. La mayoría de las variedades toleran la
salinidad de los suelos y aguas, aunque este problema disminuye la vida útil del cultivo.
Época de siembra
El espárrago puede sembrarse en dos épocas del año, en primavera- verano, considerando
los meses más adecuados marzo y abril, y en otoño-invierno del 15 de agosto al 15 de
octubre.
Siembra
Generalmente, el espárrago se establece a partir de coronas, las cuales se obtienen de
sembrar la semilla. Esta se siembra en forma directa en almácigos en surcos de 60 a 75
centímetros de separación con hilera sencilla o en franjas de 1.0 a 1.2 metros a hilera
doble con 20 centímetros entre cada una. La semilla debe depositarse de 3.0 a 5.0
centímetros de profundidad y a 5.0 centímetros una de otra. La temperatura favorable es
de 20 a 25 °C.
Densidad de población
Generalmente se necesitan de 1.5 a 1.8 kilogramos de semilla para tener suficiente
corona de alto vigor para trasplantar una hectárea.
Labores de cultivo en almácigo
Las labores de cultivo deben realizarse muy superficialmente para no dañar las raíces de
las plantas y sólo controlar las malas hierbas. Los riegos deben ser ligeros y frecuentes, de
manera que el suelo siempre tenga suficiente humedad que favorezca un buen
crecimiento. Debido a que el espárrago es un cultivo perenne y permanece en el mismo
suelo durante 10 años o más, es indispensable que el agricultor se asegure de que la
semilla sea de calidad certificada. Antes de la siembra, la semilla debe ser tratada con
algún fungicida con el fin de prevenir la pudrición de la raíces causada por Fusarium, ya
que este hongo puede venir en la propia semilla.
Trasplante
Las plantas de espárrago se desarrollan en el almácigo durante ocho a 10 meses, a partir
de ahí las coronas están listas para el rasplante. Los mejores resultados se obtienen
cuando las coronas se trasplantan inmediatamente después de que han sido sacadas del
almácigo.
Las coronas deben ser plantadas a unos 30 centímetros de profundidad, en zanjas cuyo
fondo debe ser lo suficientemente amplio para permitir una buena distribución de raíces.
La distancia entre surcos depende del tipo de espárrago que se desea obtener. Si se
requiere espárrago verde la mejor separación entre surcos es de 1.5 a 1.8 metros. Se
necesitan de 16 a 17 mil coronas para trasplantar una hectárea a las distancias antes
mencionadas; esta población de plantas se obtiene en 1,200 metros cuadrados de
almácigo.
Las coronas son cubiertas con una capa de 7.0 a 9.0 centímetros de suelo para vitar que
se sequen e inmediatamente dar un riego para compactar al suelo alrededor de las raíces.
Mantener al suelo húmedo durante el periodo de crecimiento.
Los cultivos o escardas únicamente deben servir para controlar las hierbas que
aparezcan entre zanja y zanja, después las hierbas pueden ser controladas cubriéndolas
con tierra tan pronto aparezcan, y continuar arrimando tierra hasta llenar
completamente las zanjas.
Fertilización
Comúnmente el espárrago se trasplanta de los 9 meses a un año de haberse sembrado el
almácigo. Durante este tiempo es importante aplicar Nitrógeno y Fósforo dependiendo
de la fertilidad del suelo. Las aplicaciones se pueden realizar en tres etapas: a los 2, 5 y 8
meses a partir de la siembra. La fertilización depende del tipo de suelo, el manejo que se
ha hecho en él, la duración de la explotación, y otros factores. Para producir de 3-8
toneladas por hectárea de turiones se requiere la aplicación de más de 200 kilogramos de
Nitrógeno por hectárea y los turiones son los que menos Nitrógeno extraen del suelo.
Antes de la plantación es importante llevar a cabo el análisis del suelo y del agua. En
plantaciones jóvenes o recién establecidas bajo riego por gravedad aplicar 120
kilogramos de Nitrógeno por hectárea y 60 de Fósforo, antes del trasplante de las coronas,
y agregar más Nitrógeno en función de los resultados del análisis foliar; las aplicaciones
posteriores se harán en el momento del crecimiento activo y durante floración, si se
requiere. Bajo riego por goteo, es posible reducir y fraccionar aún mas las aplicaciones,
especialmente de Nitrógeno; igualmente, hay que ajustar la dosis de fertilización en
función del análisis foliar. En plantaciones mayores de tres años y bajo riego por goteo la
dosis sugerida va de 200 kilogramos por hectárea de Nitrógeno y 60 a 100 kilogramos de
Fósforo por hectárea, a 100 kilogramos por hectárea de Potasio si se requiere.
Riego
En la época de mayor crecimiento el riego es indispensable; en cambio, la planta necesita
menos agua durante el periodo de cosecha, al regar surcos alternos bajo riego por
gravedad. Durante la cosecha no debe faltar humedad en el suelo, ya que es esencial para
el crecimiento de los turiones. Evitar los excesos de humedad ya que favorecen el ataque
de Fusarium.
Después de aplicar el riego de germinación es necesario dar de 6 a 7 riegos durante
todo su ciclo vegetativo anual. Con el fin de promover un menor crecimiento y secado de
la planta hay que dejar de regar con anticipación cuando se trate de inducir el reposo de
la planta; esta recomendación es para el sistema de riego por gravedad. Bajo riego por
goteo, la inducción requiere menos tiempo debido a un menor volumen en el bulbo de
humedecimiento bajo este sistema.
Control de maleza
Para el control de maleza de hoja ancha se sugiere aplicar Metribuzín 80% a dosis de 1.0
a 1.5 kilogramos por hectárea, en preemergencia a la maleza. Para el control de hoja
ancha y angosta, aplicar Paraquat 25% de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, utilizando un
protector o campana para evitar el contacto del producto con las plantas; Linurón 50%,
de 1.5 a 2.5 litros por hectárea, después del transplante o aporque, cuando la maleza de
hoja ancha tenga 10 centímetros de altura y la de hoja angosta 5 centímetros.
Control de plagas
Araña roja: Aplicar Disulfotón 10%, un litro por hectárea.
Trips: Malatión y Metomilo a dosis de un litro por hectárea.
Gusano soldado: Aplicar carbaril 80% de 2.5 a 3.0 kilogramos; Metomilo 90% de 0.6 a 0.7
kilogramos por hectárea, Permetrina 48% de 0.3 a 0.5 litros por hectárea, al observar
tres o más larvas de tercer estadío o menores, en un metro lineal. Productos no
convencionales como Spinosad, Bacilllus Thuringiensis, entre otros, para infestaciones
leves o moderadas.
Pulgón: Disulfotón 10%, 10 kilogramos por hectárea; malatión 84% de 1.0 a 1.5 litros por
hectárea, cuando el insecto arribe al cultivo para colonizarlo. Otros productos no
convencionales son Azaridactina, extractos de ajo más jabón, derivado ácido de aceites
vegetales, útiles ante infestaciones son leves o moderadas.
Mosca blanca: Malatión 84% de 1.0 a 2.0 litros por hectárea, cuando el insecto inicie la
colonización del cultivo.
Mosca del cogollo: Malatión 84% de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al encontrar tres adultos
por cogollo, muestrear antes y después de la floración.
Control de enfermedades
Alternaria: Mancozeb 33% de 2.5 a 3.0 litros por hectárea, aplicar después del corte con
condiciones de nublados continuos y/o a primeros síntomas.
Chahuixtle: Mancozeb 33% de 2.5 a 3.0 litros por hectárea; maneb 80% de 1.5 a 2.0
litros por hectárea, aplicar después del corte con alta humedad relativa y altas
temperaturas y/o primeros síntomas.
Tizón del follaje: Oxicloruro de cobre 85% de 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea, al
observar primeros síntomas.
Tizón de las ramas: Maneb 80% de 1.5 a 2.0 kilogramos por hectárea; sulfato tribásico de
Cobre 92% de 3.0 a 4.0 kilogramos por hectárea, al observar los primeros síntomas.
Cosecha
Si el primer año se obtiene un buen crecimiento, en la primavera del segundo año podrá
cosecharse durante un periodo no mayor a cuatro semanas. En cambio, si el crecimiento
fue raquítico el primer año, no es conveniente empezar la cosecha el segundo año. Al
tercer año el periodo de cosecha se puede prolongar hasta tres meses o más.
La cosecha se inicia los primeros días de noviembre en la región del Valle de Santo
Domingo y ésta se hace a mano, con la ayuda de cuchillas especiales o navajas comunes.
Antes de que empiece la producción se debe arrimar un poco de tierra sobre la hilera
donde fueron plantadas las coronas, y regar para estimular el crecimiento.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Frijol
Preparación del terreno
La preparación del terreno para frijol comprende la realización de un barbecho el cual se
justifica en suelos arcillosos muy compactados, uno o dos pasos de rastra, y el empareje
para lograr un buen manejo del agua de riego.
Variedades
Las variedades sugeridas para la zona del Valle de Santo Domingo, son las siguientes:
Azufrado pimono 78, Pinto americano 111, Pinto americano 114, Azufrado regional 87,
Azufrado noroeste, Azufrado higuera y Flor de mayo.
Época de siembra
Las variedades pueden sembrarse del 1º al 28 de febrero. Siembras del 10 de agosto al 20
de septiembre dan buenos resultados aunque pueden aumentar los riesgos de plagas y
enfermedades.
Método y densidad de siembra
La siembra se puede realizar en surcos de 70 a 80 centímetros, con una sola hilera de
plantas o bien en surcos de 1.10 metros de ancho con doble hilera; cuando se utiliza el
sistema de riego por goteo, la siembra en camas de 1.60 metros con dos hileras al centro,
separadas a 40 centímetros da buenos resultado y se ahorra cinta de riego, ya que sólo se
coloca una en medio de las dos hileras. Se sugiere sembrar en tierra venida depositando
la semilla a una profundidad de 6.0 a 8.0 centímetros en terreno plano o en surco.
Para las de tipo Canario y Azufrados, se sugiere 90 kilogramos de semilla por hectárea;
para los de tipo Pinto y Azufrado regional 87, 80 kilogramos por hectárea; para Flor de
mayo, de 60 a 70 kilogramos por hectárea.
Fertilización
Diversas deficiencias o toxicidades nutricionales pueden limitar el desarrollo y
rendimiento del frijol. Las deficiencias de Nitrógeno y Fósforo suelen ser las más
frecuentes. Otros problemas de asimilación de micronutrientes como Fierro y Zinc están
asociados al pH alcalino que predomina en el suelo y en el agua. Reducir el pH entre 6.5
y 7.5 favorece el incremento de la producción.
La fertilización con 60 a 90 kilogramos por hectárea de Nitrógeno puede asegurar una
cosecha aceptable dependiendo de la textura y fertilidad del suelo. El nivel más bajo se
sugiere para textura media y 0.15% de Nitrógeno en el suelo; el nivel más alto para
condiciones arenosas y menos de 0.15% de Nitrógeno en el suelo. Problemas de clorosis y
pudrición radical pueden presentarse por un manejo inadecuado de la fertilización y el
riego, por lo que se sugiere revisar las cantidades de Fósforo asimilable y contenido de
humedad en el suelo. Aplicar todo el Fósforo y Potasio, si se decide incluir este último en
la formulación y una tercera parte del Nitrógeno al momento de la siembra y el resto del
Nitrógeno repartido en partes iguales previo al primero y segundo riego de auxilio. Se
sugiere también una aplicación foliar con la fórmula 20-30-10 en la etapa de formación
de vainas. Debe cuidarse que en la primera fertilización, el producto no quede en
contacto con la semilla.
Riego
El número de riegos depende principalmente del tipo de suelo con que se cuenta; en
suelos de textura arenosa se sugiere dar cuatro riegos, el de resiembra con una lámina de
18 a 20 centímetros y tres de auxilio con lámina de 10 centímetros cada uno, aplicados
en las etapas de inicio de floración, formación de vainas y llenado de grano.
En suelos de textura arcillosa se sugiere dar únicamente tres riegos, el de presiembra con
una lámina de 18 a 20 centímetros y dos de auxilio de 10 centímetros cada uno; el
primero aplicado en la etapa de inicio de floración y el segundo en llenado de grano.
La calidad del agua resulta de importancia en la producción de frijol, por el daño que
causan las sales a las plantas, ya que la sensibilidad de esta especie se ha manifestado en
270 ppm reduciendo en 25% el rendimiento. Se sugiere tomar en consideración este
aspecto en el cálculo de la lámina de riego por aplicar.
Labores de cultivo
Realizar dos escardas o cultivos; el primero a los 15 ó 20 días después de nacida la planta
y el segundo 20 días después del primero.
Control de maleza
Recomendaciones generales

Seleccionar un terreno lo menos infestado posible por malas hierbas, sobre todo
con especies perennes.
Sembrar en húmedo o a tierra venida.
Dos escardas o cultivos: el primero a los 15 días después de la nacencia y el
segundo 20 días después del primero.
Mantener el cultivo libre de malezas, sobre todo los primeros 30 días.
Establecer el cultivo alejado de otros de hoja angosta para evitar años al momento
de aplicar herbicidas.
Aplicar el herbicida en banda para reducir dosis y costo.
Utilizar semilla certificada, libre de semillas de otra especie.

Control químico

Control químico de maleza de hoja ancha:


Trifluralina: aplicar de 576 a 1,152 g.i.a. por hectárea (1.2 a 2.4 litros por
hectárea de Treflán); la dosis va de acuerdo a la textura del terreno; se
aplica en preemergencia al cultivo y malas hierbas.
Bentazón: Aplicar 960 g.i.a. por hectárea (2.0 litros por hectárea de
Basagrán 480); se aplica en postemergencia con maleza de dos a cuatro
hojas verdaderas o de 5.0 a 7.0 centímetros de altura; no se recomienda
mezclar con insecticidas, adherentes ni aceites; algunas variedades de frijol
pueden mostrar sensibilidad temporal.
Alaclor: Aplicar de 1,920 a 2,400 g.i.a. por hectárea en suelos de textura
ligera; de 2,400 a 2,880 g.i.a. por hectárea en suelos edianos y de 2,880 a
3,840 g.i.a. por hectárea en suelos pesados. Las dosis del producto
comercial (lazo) de 4.0 a 5.0; de 5.0 a 6.0 y de 6.0 a 8.0 litros por hectárea
para suelos ligeros, medios y pesados, respectivamente. Herbicida pre-
emergente al ultivo y malezas.
Fomesafen (Flex): Aplicar un litro por hectárea para el control de gloria de la
mañana.
Control químico de malezas de hoja angosta:
Alaclor: Igual que para malezas de hoja ancha.
Trifluralina: Igual que para malezas de hoja ancha.
Sethoxidim: Aplicar de 276 a 552 gramos de i.a por hectárea (1.5 ó 3.0
litros por hectárea de Poast); la dosis varía con la altura de la maleza
(postemergente). No se recomienda mezclar con otros productos ni aplicar
otro antes de cuatro días de éste.
Metolaclor: De 960 a 1920 g.i.a. por hectárea (1.0 a 2.0 litros por hectárea
de Dual 960). Producto preemergente.

Control de plagas
Recomendaciones generales

Sembrar en la fecha de siembra recomendada.


No utilizar terrenos donde un ciclo anterior se han presentado altas infestaciones
de insectos plaga del suelo como gusano saltarín o trozador.
No establecer el cultivo cercano a otros cultivos hospedantes preferidos por
mosquita blanca, especialmente cucurbitáceas y si están próximos a concluir su
desarrollo vegetativo.
Evitar aplicaciones innecesarias de insecticidas u otros plaguicidas, para propiciar
la presencia y acción de insectos benéficos, y para no incrementar el costo del
cultivo.
Leer la etiqueta del insecticida a usar y seguir instrucciones.

Control químico

Gusanos saltarín y trozador: Se recomienda tratar cada 100 kilogramos de semilla


con 350 g.i.a. de Acefate o con 437.5 gramos de Orthene 80. Antes de aplicar el
insecticida a la semilla, ésta se humedece con solución acuosa a base de
pegamento blanco para madera. Las aplicaciones postemergentes aunque en
ocasiones no son efectivas, se deben considerar como alternativas, se recomienda
el mismo producto Acefate a razón de 562 g.i.a. por hectárea: ó 750 gramos de
Orthene. La aplicación se debe efectuar al detectar las primeras plantas dañadas,
en manchones, por la tarde y dirigiendo la aspersión al tallo de las mismas.
También se puede utilizar el Paratión metílico con 300 a 400 g.i.a. por hectárea,
proporcional a 15 ó 20 kilogramos de Paratión 2%.
Mosquita minadora: Aplicar Diazinón, con 230 a 345 g.i.a. por hectárea, de 1.0 a
1.5 litros por hectárea del producto al 25%; Etión con 500 a 750 g.i.a por
hectárea igual a 1.0 a 1.5 litros por hectárea de Etión 500 o Aldicarb con 1,200
g.i.a. por hectárea (8.0 kilogramos por hectárea de Témik 15 gramos), a la
siembra. Aplicar al detectar un 25% de hojas minadas con larvas y presencia de
adultos.
Chicharritas: Se pueden emplear los mismos productos que para mosca minadora
o Malatión a razón de 1.0 a 2.0 kg.i.a por hectárea de 1.0 a 2.0 litros por hectárea
de Malatión 500
o Dimetoato con 300 a 400 g.i.a. por hectárea; de 750 a
1,000 centímetros cúbicos de Rogor 40%. Aplicación al detectar de tres a cinco
adultos o ninfas por planta en cultivo joven; en plantas grandes al observar cinco
o más insectos por planta.
Trips: Mismos productos y dosis que para chicharritas y mosca minadora, excepto
Etión.
Diabróticas: Malatión y Diazinón a dosis recomendadas para anteriores insectos o
Paratión metílico con 500 g.i.a. por hectárea con un litro por hectárea de
Paratión metílico al 50%. Aplicar al observar cuatro o más diabróticas por planta
y/o con un daño del 15%.
Mosquita blanca: Se recomienda alguno de los siguientes roductos: Cipermetrina
con 100 g.i.a. por hectárea, igual a 500 centímetros cúbicos de Cipermetrina 200
ce; Deltametrina de 7.5 a 12.5 g.i.a. por hectárea, de 300 a 500 centímetros
cúbicos de Delta plus ce 2.5; Endosulfán con 567 a 945 g.i.a. por hectárea, lo que
corresponde a 1.5 a 2.5 litros por hectárea de Endofan 35%; Acefate con 562.5 a
750 g.i.a. por hectárea: de 750 a 1,000 gramos de Orthene 75, o 1.5 kilogramo
por hectárea de detergente en polvo. Se recomienda monitorear la presencia del
insecto y hacer aplicaciones de detergente cada vez que se detecte su arribo y al
incrementarse su presencia. Reservar el uso de plaguicidas convencionales para
cuando la mosquita inicia la colonización del cultivo o cuando se empiece a
observar fumagina u otro tipo de daño.

Control biológico:

Se recomienda la liberación masiva de crisopa, empleando de 5 a 10 mil


huevecillos por hectárea/liberación, cuando se detecten los primeros huevecillos
de mosquita blanca y/o gusano del fruto, o inmaduros y adultos de pulgones.
Liberación masiva de Trichograma, alrededor de 50 mil avispitas por hectárea en
dos ocasiones por semana al observar huevecillos recién puestos.
Propiciar la presencia y acción de enemigos naturales de insectos plaga como
minador de la hoja, trips, chicharritas, gusano de la vaina y mosquita blanca,
restringiendo en todo lo posible el uso de insecticidas convencionales.

Control de enfermedades
Recomendaciones generales:

Sembrar dentro de la fecha de siembra recomendada.


Utilizar semilla certificada.
Utilizar variedades tolerantes.
Tratar la semilla con fungicida.
Evitar riegos pesados y encharcamientos.
Leer las etiquetas de los plaguicida y seguir las instrucciones.

Control químico

Roya o chahuixtle: aplicar Maneb de 800 a 1,200 g.i.a. por hectárea, de 2.0 a 3.0
kilogramos por hectárea de Flonex mz 400; Zineb con 800 a 1,200 g.i.a. por
hectárea con 1.5 a 2.3 litros por hectárea de Sultrón 725. Aplicar alguno de los
anteriores productos al observar condiciones de alta humedad relativa, altas
temperaturas y las primeras pústulas.
Cenicilla: Mismos productos que para roya, o Benomilo 270 a 450 g.i.a. por
hectárea, con 540 a 900 gramos de Benomyl 50. Aplicar al observar los primeros
síntomas.
Pudrición de la raíz: Tratar la semilla con 150 g.i.a. de Captán a la semilla
necesaria para sembrar una hectárea, lo cual corresponde a 300 gramos de
Captan 50, ó 90 g.i.a. de Benomilo, igual a 180 gramos de Benomyl 50.
Enfermedades virales: No sembrar cerca de lotes de frijol ya enfermos y controlar
oportunamente insectos vectores como mosca blanca y chicharritas.

Cosecha
La cosecha se debe hacer cuando la mayoría de las vainas estén maduras y antes de que la
planta se seque totalmente. Las plantas se cortan con máquina y se forman “chorizos” de
cuatro a seis surcos. Cuando la planta está seca, se efectúa la trilla, la cual se puede hacer
con la combinada debidamente ajustada para no romper el grano y evitar que éste se
quede en el terreno.
Erasmo Gutiérrez Pérez
Garbanzo
Preparación del terreno
La preparación del suelo para la siembra del garbanzo dependerá de las condiciones de
compactación, infestación de plagas y maleza, o del tiempo que tenga sin uso el terreno
en donde se pretende establecer el cultivo; puede comprender desde una preparación
completa consistente en barbecho, rastreo cruzado y empareje, hasta la siembra en
terreno sin ningún movimiento de suelo (labranza cero). En la región del Valle de Santo
Domingo, se recomienda realizar sólo uno o dos pasos de rastra en forma cruzada, y una
nivelación para mejorar la conducción del agua, cuando el sistema de riego a utilizar sea
por gravedad o alguna variante del riego por aspersión. El barbecho es recomendable sólo
en terrenos muy compactados o arcillosos o cuando se tiene alta incidencia de roedores
conocidos como topos, ya que con esta labor se destruyen muchas madrigueras.
El INIFAP evaluó cuatro niveles de labranza para garbanzo en suelo medio o franco. No se
encontraron diferencias en rendimiento debidas al laboreo del suelo. Trabajos de
validación realizados en la misma zona señalan que en ocasiones se puede suprimir el
barbecho, logrando obtener buenos rendimientos, cuando el cultivo previo fue trigo, maíz
o alguna leguminosa.
Rendimiento de grano de garbanzo con cuatro tipos de preparación del suelo en
Baja California Sur
Tratamiento* Rendimiento Rendimiento de Calibre
de campo exportación comercial del grano**
(kilogramo/hectárea) (kilogramo/hectárea)
B + R.C. + E 1,811 1,651 0
B + R. S. + E 1,946 1,761 0
R. C + E 1,827 1,633 0
R. S. + E 1,781 1,598 0
* B= Barbecho R. C.= Rastreo cruzado R. S.= Rastreo sencillo E= Empareje
** El calibre 0 representa de 48 a 50 granos en 30 gramos.

Variedades
Para lograr altos rendimientos se recomienda el uso de semilla de buena calidad y sin
mezclas, de variedades mejoradas adaptadas a la región, ya que tienen la ventaja de que
maduran uniformemente y con ello se pueden aplicar los riegos en etapas oportunas, su
semilla es de buen tamaño, color y rugosidad, por lo cual tienen mejor aceptación en el
mercado de exportación.
Las variedades de garbanzo recomendadas para la región del Valle de Santo Domingo,
Baja California Sur, son las siguientes:
Blanco Sinaloa 92: Es una variedad originada por el Campo Experimental Valle de
Culiacán (INIFAP). Es moderadamente resistente a “rabia”, de porte semi rastrero, con
hoja compuesta de foliolos grandes; su grano es grande, de color crema claro, rugoso y
alargado. Su comportamiento en la zona ha sido el siguiente: las primeras flores se
presentan desde los 44 hasta los 55 días, la madurez desde los 97 hasta los 116 días y
la altura de planta desde los 35.5 hasta los 70 centímetros.
Costa 2004: Variedad formada por el Campo Experimental Costa de Hermosillo (INIFAP).
Su comportamiento en el Valle de Santo Domingo, Baja California Sur, ha sido el
siguiente: la floración se ha presentado desde los 43 hasta los 52 días, la madurez
fisiológica desde los 97 hasta los 115 días, la altura de planta de 47 a 72 centímetros.
El porte de planta es erecto. Puede producir de 4 a 5% más de rendimiento que Blanco
Sinaloa 92, aunque el calibre es levemente menor.
Época de siembra
En el Valle de Santo Domingo el garbanzo produce buenos rendimientos en siembras
desde el primero de octubre hasta el día último de diciembre. Tanto las siembras de
octubre como las de noviembre normalmente son menos afectadas por plagas pero se
exponen más a heladas tempranas; sin embargo, debido a restricciones fitosanitarias para
toda la zona del Valle, la fecha de siembra autorizada va del 25 de noviembre al 25 de
diciembre.
Método y densidad de siembra
En surcos: En terrenos del tipo migajón-arenoso se sugiere sembrar en hilera sencilla a 70
ó 75 centímetros, y en migajón arcillo-arenoso se recomienda una separación entre
surcos de 80 centímetros con hilera sencilla o 1.60 metro con hilera doble separadas a
35 ó 40 centímetros (este método se recomienda para el sistema de riego por goteo).
La siembra debe efectuarse en húmedo y depositar la semilla a una profundidad de 6.0
a 8.0 centímetros; en riego por goteo la siembra puede realizarse en seco a una
profundidad de 5.0 a 6.0 centímetros. La densidad de siembra sugerida es de 15
semillas por metro. La cantidad de semilla necesaria (calibre 0) para la siembra en
surcos separados a 70 centímetros es de 128 a 134 kilogramos; para surcos a 75
centímetros va de 120 a 125 kilogramos, y para surcos separados a 80 centímetros, la
semilla necesaria es de 112 a 117 kilogramos. Cuando se utilicen calibres mayores o
menores a los recomendados, ajustar la cantidad de semilla para dejar el mismo
número de granos por metro lineal. Es recomendable revisar que la semilla utilizada
tenga, como mínimo, 85% de germinación.
En camas: En suelos de textura “pesada” se puede realizar la siembra en camas
“meloneras” de 1.60 metros de ancho con cuatro hileras separadas a 20 ó 25
centímetros. La densidad de siembra recomendada es de 15 plantas por metro, por lo
que se demandan aproximadamente 224 a 234 kilogramos de semilla calibre cero por
hectárea; sí se usan calibres mayores o menores, se deberá ajustar la cantidad de
semilla a sembrar. La siembra debe hacerse en suelo húmedo colocando la semilla a
una profundidad de 6.0 a 8.0 centímetros.
Riego
Con sistema de gravedad se debe aplicar el riego de presiembra con una lámina de 18 a
20 centímetros y dos o tres auxilios con láminas de 10 centímetros cada uno. El inicio de
floración es la etapa fenológica más importante, por lo que se hace necesario la
aplicación del riego de auxilio, y en el caso de un segundo riego, se deberá aplicar al
empezar el llenado de cápsulas. Se deben evitar encharcamientos ya que con ello se
reduce la pudrición de raíces, amarillamiento foliar, caída de las hojas, flores y cápsulas,
lo cual se traduce en un mejor rendimiento. La textura del suelo debe considerarse para
elegir el método de riego más adecuado. Para suelos de textura media y ligera se sugiere
regar en surcos alternos; es decir, regar un surco sí y otro no. En suelos de textura pesada
se recomienda realizar el riego en camas meloneras. El sistema de siembra en surcos a
1.60 metros con doble hilera se sugiere utilizarlo en suelos medios o francos, con la cinta
de riego al centro de las dos hileras, superficial o levemente enterrada. En riego por
gravedad, la aplicación de láminas pequeñas de riego se logra variando la longitud de
surcos, la cual no debe ser mayor de 100 metros. Con el sistema de goteo se debe aplicar
el primer riego (de germinación) durante el tiempo necesario para formar el bulbo de
mojado que cubra las dos hileras de semilla, lo cual normalmente ocurre con 20 a 22
horas de riego; posteriormente se recomiendan de 20 a 21 riegos semanales con duración
de seis a siete horas, con un gasto medio de 4.3 litros por hora por metro de cinta. La
lámina total sugerida es de 35 centímetros.
Fertilización
Diversas actividades de investigación relacionadas con la fertilización en el cultivo de
garbanzo, han mostrado que esta especie no responde cuando se usan dosis mayores de
60 a 90 kilogramos por hectárea de Nitrógeno para siembras en surcos y de 150
kilogramos por hectárea para siembras en camas con cuatro hileras. En general se
recomienda, previo a la siembra, realizar un análisis de suelo en el área seleccionada para
sembrar, con el propósito de conocer la fertilidad del mismo. Si el productor dispone de
sistema de riego por goteo, conviene suministrar el fertilizante en forma fraccionada
desde la aparición de las plántulas hasta el inicio de formación de grano.
Se ha encontrado respuesta a la aplicación de 30 unidades de Fósforo por hectárea,
durante las primeras cinco semanas posteriores a la aparición de las plántulas.
Considerar la aplicación de fertilizantes foliares, siempre y cuando se observen
deficiencias en el cultivo; consultar a un asesor técnico.
Labores de cultivo
Las labores de cultivo tienen, el propósito de eliminar las malas hierbas y darle algún
soporte a la planta, además de facilitar el arranque mecánico de las plantas al momento
de la cosecha. Se sugiere dar uno cuando la planta tenga de 5.0 a 10 centímetros de
altura.
Protección fitosanitaria
Control de maleza

Maleza de hoja ancha y angosta: Trifluralina 44.5% de 1.2 a 2.5 litros por hectárea
en presiembra.
Control de plagas del suelo

Gusano saltarín y gusano trozador: Thiodicarb 25% (350 gra-


mos) y Acefate 80% (370 gramos), aplicados a la semilla
necesaria para una hectárea. Carbofurán 350-L, aplicado al suelo en banda con
suficiente humedad 2.0 litros por hectárea o en forma foliar cuando se observen
los primeros daños a dosis de 1.5-2.0 litros por hectárea.

Control de plagas del follaje

Mosca minadora: Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Metamidofos
50%, de 1.0 a 1.7 litros por hectárea, con un daño del 25% hasta etapa de
llenado de grano.
Gusano soldado y gusano falso medidor: Mismos productos y dosis que para mosca
minadora, o Bacillus thuringiensis 75%, de 0.5 a 0.75 kilogramos por hectárea,
con un 25% de daño.

Control de plagas del fruto

Gusano de la cápsula: mismos productos que para gusano soldado, al observar dos
o más larvas en promedio por metro lineal, a partir de la formación de cápsulas.

Control de enfermedades
Tratar la semilla con thiram, quintozeno o captan, o utilizar semilla previamente tratada
para prevenir presencia de secadera de plántulas. Para rabia y roya, utilizar variedades
recomendadas, y apegarse a las fechas de siembra. Contra el mildiu velloso, utilizar
Mancozeb 33%, de 3.0 a 5.0 kilogramos por hectárea; Zineb 65%, de 2.0 a 3.0
kilogramos por hectárea, al observar los primeros síntomas y condiciones favorables para
el patógeno.
Cosecha
Al terminar su ciclo vegetativo, el garbanzo toma un color verde amarillento; los tallos y
hojas empiezan a secarse y las cápsulas adquieren una coloración crema. Cuando un 50%
de las cápsulas presentan este cambio, es el momento de proceder al corte, lo que en la
región normalmente se realiza con una cortadora mecánica; posteriormente se forman los
“chorizos” para facilitar la cosecha y eficientar el uso de la combinada o cosechadora. La
trilla se realiza cuando la planta está completamente seca.
Erasmo Gutiérrez Pérez
Jojoba
Introducción
La jojoba (Simmondsia chinensis) es una planta originaria del noroeste de México y
suroeste de Estados Unidos; se caracteriza por ser la única especie vegetal conocida que
produce una cera líquida de alta calidad en su semilla, la cual puede ser utilizada en la
industria de cosméticos, de lubricantes y farmacéutica, además de otros usos industriales
con potencial como biocombustible, así como alimento para humanos y forraje para el
ganado doméstico y la fauna silvestre.
Se consideró una planta apta para recuperar ambiental y económicamente zonas áridas
y al mismo tiempo, ayudar a minimizar la caza de la ballena cachalote, ya que su cera, era
sustituto del “esparmaceti” que éstas tienen. La producción comercial de jojoba inició en
la década de los 70, debido al interés generado en Estados Unidos y México.
Las primeras plantaciones se hicieron a partir de semillas silvestres, después se
impulsaron programas de investigación y desarrollo de la especie para la generación de
plantas clonales de alta producción. El cultivo se ha extendido en varios países del
mundo, comercialmente en Argentina, Estados Unidos, Israel, Australia, Perú, Egipto,
México y recientemente en Chile.
Tecnología para el establecimiento de plantaciones
En zonas áridas, el uso adecuado de los recursos suelo y agua, requiere del empleo de
especies vegetales altamente eficientes en su utilización; muchas especies silvestres de
estas áreas, pueden ser alternativas viables para este propósito, tanto del punto de vista
ecológico como económico.
En condiciones naturales, el establecimiento de plántulas de muchas especies perennes
del desierto como la jojoba es muy bajo durante varios años, pero éste se incrementa en
años favorables. En su etapa inicial, el estrés hídrico es uno de los principales factores que
causan la muerte de las plántulas de jojoba y puede representar entre un 30 a 40%; por
este motivo, se considera que los dos primeros años del establecimiento de una
plantación son los que requieren mayor cuidado y riegos.
Producción de planta
La producción de planta de jojoba se puede realizar en condiciones de vivero con media
sombra o en naves casa sombra; la siembra se puede hacer en camas semilleras o siembra
directa en envases.
En el caso de la siembra en camas, es necesario su trasplante a envases de polietileno de
13 x 25 centímetros, cuando las plántulas han alcanzado la talla de unos 10 centímetros
de altura. Para la siembra directa en envases, se depositan tres semillas en cada uno de
ellos, para contar por lo menos con una planta hembra.
El sustrato utilizado en la siembra es suelo de textura media, se aplican de dos a tres
riegos semanales hasta la emergencia de las plántulas, posteriormente de uno a dos riegos
semanales; después de los tres meses del trasplante, las plántulas se exponen a
condiciones de sol directo con el fin de incrementar su lignificación y evitar el estrés al
momento de la plantación.
La conveniencia económica del cultivo de la jojoba se debe en gran parte al uso de
cultivares de alta producción que se obtienen clonando las plantas sobresalientes en
producción de semilla.
Establecimiento de la plantación
Se recomienda realizar las plantaciones en terrenos agrícolas abandonados o con
problemas de salinidad y bajo condiciones de riegos mínimos o bien asociada en hileras
con cultivos bajo el esquema de sistemas agroforestales, siendo el componente principal
el cultivo agrícola.
La preparación del suelo consiste de barbecho, rastreo, nivelación y surcado; el
distanciamiento entre surcos puede ser de 3.0 a 4.0 metros y entre plantas de 2.0 metros;
se planta en seco, enseguida se aplica un riego de establecimiento y otro 15 días después
del primero. Con el fin de incrementar la cantidad y calidad del fruto se sugiere en lo
posible una orientación de las líneas norte-sur; asimismo, se recomienda dejar en la
plantación una proporción de nueve plantas femeninas por cada planta masculina.
Riegos
En el Desierto Sonorense, la jojoba se desarrolla en áreas con una precipitación anual
menor a los 10 centímetro; sin embargo, es más frecuente y con mejores crecimientos en
áreas con 30.5 a 46.0 centímetros de precipitación anual.
En las condiciones de clima y suelo de las localidades de Todos Santos y La Paz, B.C.S.,
la jojoba requiere de una lámina de agua anual de 50 centímetros incluida la
precipitación pluvial. El criterio que se puede utilizar para la aplicación de los riegos, es
cuando el suelo se encuentre en el punto de marchites permanente (0% de humedad
aprovechable del suelo) y se aplicarán láminas de 6.0 centímetros en cada riego a
intervalos de 60 a 90 días entre cada riego.
En riego por goteo se pueden aplicar riegos mensuales de 8 horas de duración. Es
importante no castigar la planta cuando el fruto se encuentra en desarrollo.
La planta de jojoba crece y se desarrolla perfectamente cuando se utilizan aguas con
salinidad de 5,000 partes por millón.
Labores adicionales y cosecha
Se recomienda la reposición de plantas muertas, eliminación de las plantas macho
excedentes, podas de formación al tercer año de la plantación para darle forma cónica a
cada planta hembra para facilitar la cosecha de frutos. Se sugiere el control de malezas
para evitar la competencia, las cuales se deben incorporar al suelo. En caso de presentarse
plagas y enfermedades, es conveniente detectar el agente causal para su combate.
La jojoba produce a partir del tercer año; la cosecha se realiza manualmente cuando el
fruto presenta un color amarillento o la cápsula comienza a abrirse, después se seca para
que suelte la semilla y ésta se almacene, comercialice o se procese para la extracción de la
cera. La semilla de la jojoba no requiere de cuidados especiales después de la cosecha por
lo que puede ser almacenada por largos periodos.
Áreas con potencial productivo
La jojoba se desarrolla y fructifica en los litorales de Baja California Sur, Baja California,
Sonora, islas del Golfo de California y en la porción Sureste de los Estados Unidos de
Norteamérica. Se localiza entre los 23º a 34º de latitud norte y los 109º a 117º de
longitud oeste; a una altitud de 0 a 1,500 metros sobre el nivel del mar. Prospera en
suelos arenosos y profundos, de neutros a alcalinos, con alto contenido de fósforo. Crece
con precipitaciones menores a los 120 milímetros, pero los mejores sitios se encuentran
entre 280 y 460 milímetros de precipitación media anual. Soporta temperaturas de hasta
50 ºC, pero su crecimiento óptimo se obtiene en temperaturas menores a los 38 ºC, el
sitio para su cultivo deberá ser libre de heladas.
Con base en los requerimientos agroecológicos de la jojoba y considerando la presencia
de terrenos planos con pendientes ≤ 4%, para el estado y para el Distrito de Riego 066
(valle de Santo Domingo), se estimó una superficie con potencial de 970,832 hectáreas y
45,181 hectáreas, respectivamente; dicha superficie queda supeditada a la disponibilidad
de agua en cada localidad.
Requerimientos agroecológicos de la jojoba
Altitud Temperatura (ºC) * Suelo sin FF-FQ-L Textura del C.E. suelo pH suelo C.E.A
(msnm) Mínima Máxima suelo

0-1,200 > 10 < 38 X Media y gruesa < 13.6 7 – 8.6 < 0.75
* Suelos sin fases físicas, químicas y sin litosoles.
C.E. Conductividad eléctrica y agua (A) en dS/m.

Rigoberto Meza Sánchez


Maíz
Preparación del terreno
Las actividades sugeridas en este apartado tienen como objetivo lograr un suelo uniforme
y sin terrones, para evitar problemas en la distribución del riego y obtener así una
adecuada población de plantas y buen desarrollo de las mismas.
Barbecho: Esta actividad es posible suspenderla durante un periodo de 4 a 5 años y
después de este tiempo volver a realizarla.
Rastreo: En suelos arcillosos o de barrial son necesarios dos pasos de rastra y en suelos
medios y arenosos, uno es suficiente.
Nivelación: Con el flote o con un tablón colocado en la parte trasera de la rastra al
realizar el rastreo.
Estudios y experiencias de productores permiten sugerir el uso de la denominada
“labranza de conservación” que consiste en eliminar todas las prácticas anteriores y
sembrar directamente en el terreno tal y como queda después de la cosecha. Para ello se
requieren implementos que faciliten la siembra sobre residuos o pajas dejadas por los
cultivos anteriores. Si se aplica la tecnología de costos mínimos, en el primer año la
preparación del terreno debe ser completa para facilitar la buena distribución de agua y
semilla, incluye barbecho, subsuelo, rastreo doble cruzado, y nivelación; en un segundo
año se debe continuar con labranza de conserva-
ción y laboreo mínimo. La labranza cero incluye la trituración de la soca o residuos del
cultivo anterior, también se puede sembrar
sin triturar. En terrenos que se hayan descansado, se debe realizar un barbecho profundo
con el fin de romper y voltear la capa arable, obtener buena aireación del suelo,
incorporar los residuos y eliminar las malas hierbas. En la rotación con garbanzo, frijol o
cártamo donde se realizó labranza completa en el último ciclo es posible continuar con
labranza mínima considerando sólo un rastreo doble. La nivelación del terreno es
necesaria en el sistema de riego por gravedad.
Época de siembra
En el Valle de Santo Domingo los mejores rendimientos de maíz con los híbridos y
variedades hasta ahora disponibles, se obtienen con siembras en el periodo comprendido
del 5 de febrero al 20 de marzo para el ciclo primavera-verano, y del 15 de agosto al 15
de septiembre para otoño-invierno.
Híbridos y variedades
El establecimiento de híbridos y variedades en condiciones ambientales adversas es uno
de los factores que limitan la producción de maíz; sin embargo, los genotipos bien
adaptados a la zona manejados con el paquete tecnológico recomendado, pueden lograr
rendimientos hasta de 13.0 o más toneladas por hectárea. Los híbridos o variedades de
maíz se clasifican con base en número de días a floración y éstos pueden ser precoces
cuando requieren menos de 85 días a la floración, intermedios entre 86 a 89 días,
semitardíos 90 a 95 días y tardíos de 96 días en adelante. Aquellos que se establecen en la
época de otoño-invierno tienden a alargar su ciclo aproximadamente 10 días más que en
la época de primavera-verano.
Los genotipos sugeridos son: 3030W, 30P49, P2946W, 35G54, A- 7573, Bisonte,
Garañón, Búfalo, A-puma, A-tigre, A-pantera, Niebla, Tornado, Tromba y Trueno.
Método de siembra
En riego por gravedad se siembra en húmedo, con ventajas en el tapado de humedad,
depositando la semilla a una profundidad de 6.0 a 7.0 centímetros, en surcos separados a
80 centímetros para facilitar labores de cultivo y manejo del agua de riego. En riego por
aspersión puede sembrarse en plano con la misma separación. En riego por goteo se
sugiere establecer en seco, con camas de 1.60 metros con dos líneas separadas a 40
centímetros entre sí, lo cual equivale a dejar regantes a 1.6 metros, mojando dos hileras
de plantas. La siembra se hace en terreno plano o en camas formadas al inicio cuando se
usa labranza cero.
Densidad de población
La cantidad de semilla necesaria para sembrar una hectárea es de 18 a 20 kilogramo; sin
embargo, lo más importante es dejar finalmente una población de cinco a seis plantas
bien distribuidas por metro; con ello se obtendrá una población de 62,500 a 75 mil
plantas por hectárea. Algunos materiales soportan hasta 85 mil plantas por hectárea.
Fertilización
La dosis de fertilización por hectárea sugerida para el maíz es de hasta 200 unidades de
Nitrógeno, 80 de Fósforo y 100 de Potasio; sin embargo, se ha encontrado respuesta
adecuada a 180 unidades de Nitrógeno y 40 a 60 unidades de Fósforo. Esto último
resulta una buena estrategia cuando se trabaja con costos mínimos. Hay que realizar la
aplicación de Nitrógeno cuando el cultivo logre la segunda hoja verdadera hasta
floración; el Fósforo desde la formación de la tercer hoja verdadera en la etapa de
desarrollo; en caso del Potasio desde la etapa de tercer hoja verdadera hasta grano
acuoso. Cuando se observen síntomas de deficiencias nutricionales, es conveniente
realizar un análisis del follaje para hacer las correcciones pertinentes, ya sea vía foliar o
mediante el sistema de riego por goteo. Se sugiere aplicar fertilizaciones fraccionadas de
Nitrógeno, se puede aprovechar la coincidencia con el primer riego de auxilio. En
condiciones de fertirriego se recomienda aplicar el Fósforo en los primeros riegos después
de la nacencia en la primera etapa de desarrollo y el Nitrógeno distribuirlo en las etapas
fenológicas máximo hasta floración.
Riego
La evapotranspiración del maíz varía desde los 500 a 550 milímetros. La demanda de
agua diaria varía desde 2.0 milímetros al día durante etapas iniciales hasta 6.5 milímetros
al día en los días de reproducción, etapa de jiloteo, luego baja hasta 3.0 milímetros al día
en los días antes de maduración completa. La zona radicular del maíz profundiza más de
un metros. El suelo de textura franca a franca arcillosa retiene alrededor de 200
milímetros de agua por metro de profundidad; de esta, alrededor de 100 a 120
milímetros se pueden agotar sin afectar el rendimiento. El número de riegos en maíz
oscila entre cuatro y cinco considerando as condiciones climáticas, la variedad, y las
características específicas del terreno. Para lo anterior el productor debe tomar en cuenta
las etapas críticas en que resulta oportuno la práctica del riego, las cuales son: desarrollo,
encañe, floración y grano lechoso-masoso. La aplicación de cuatro riegos se sugiere
principalmente para materiales precoces, en cuyo caso es conveniente cuidar las etapas
críticas señaladas, y ajustar el intervalo de riego de la siguiente forma:
Riego Intervalo Etapa de cultivo Lámina
(días) (centímetros)
Aniego 0 Presiembra 18
1er aux. 45 a 48 Desarrollo 12
2do aux. 65 a 70 Espigamiento 12
3er aux. 85 a 90 Grano lechoso-masoso 12

La distribución de cinco riegos es sugerida para materiales intermedios, semitardíos, y


tardíos considerando hacerlos de la forma siguiente:
Riego Intervalo Etapa de cultivo Lámina
(días) (centímetros)
Aniego 0 Presiembra 18
1er aux. 40 a 45 Desarrollo 12
2do aux. 60 a 65 Encañe 10
3er aux. 80 a 85 Espigamiento 10
4to aux. 100 a 105 Grano lechoso-masoso 12

El sistema de producción de costos mínimos en riego por gravedad, requiere de un riego


de presiembra con una lámina de 20 centímetros, y según el desarrollo de la planta se
pueden aplicar de tres a cuatro riegos de auxilio. En el primer caso se recomienda cuidar
las etapas de desarrollo, espigamiento, y grano lechoso-masoso y en el segundo caso con
cuatro riegos de auxilio se recomienda el calendario del cuadro siguiente. Se recomienda
utilizar surcos de 100 metros de longitud. En aspersión se debe asperjar sólo el tiempo
necesario para proporcionar al terreno la lámina de agua adecuada. Se aplica el riego de
presiembra con 16 centímetros y auxilios de 8.0 centímetros, por lo que la lámina total
del cultivo en este sistema es de alrededor de 50 centímetros, además se ahorra la
actividad de abrir surco.
Calendario de riego para el sistema de gravedad en maíz en el
Valle de Santo Domingo
Riego Intervalo Etapa de cultivo Lámina
(dias) (centímetros)
Aniego 0 - 20
1er aux. 35 a 40 Desarrollo 12
2do aux. 55 a 60 Encañe 12
3er aux. 70 a 75 Espigamiento 12
4to aux. 105 a 110 Grano lechoso–masoso 12

Con riego por goteo y labranza mínima, se deben cuidar algunas etapas de desarrollo
del cultivo como la floración, polinización, formación de grano y llenado de grano. En el
riego de germinación se requieren 16 horas para formar el bulbo de humedad; se
suministran alrededor de 25 riegos de auxilio, cada uno con duración aproximada de 5 a
7 horas. En general, se estima una lámina de 36 centímetros en el ciclo. Se sugiere, como
frecuencia de riego, aplicar 2 por semana utilizando líneas regantes espaciadas a 1.6
metros (siembra a doble hilera) y gasto de alrededor de 5.0 lhm, usando cinta de goteo
calibre 6 a 8 mil. El tiempo de riego puede variar según el tipo de suelo y nivel de
humedad aprovechable que se quiera disponer.
Labores de cultivo
Se considera la realización de dos cultivos o escardas, uno antes del primer riego de
auxilio y el otro después de éste. En labranza cero y riego por goteo se suprimen estas
labores, por lo que se ahorra hasta 5% en los costos de producción por este concepto.
Control de maleza
Etapa de presiembra

Elección de terreno libre o menos infestado por malezas (gloria de la mañana).


En caso de seleccionar un terreno con presencia (leve o moderada) de gloria de la
mañana se sugiere aplicar Glifosato 20 días antes de la emergencia de plántulas y
realizar una aplicación de 2,4-D amina, Dicamba o Bromoxinil, en cultivo
establecido (más de 50 centímetros de altura o 15 días antes de espigar) y con la
maleza iniciando la etapa de floración.
Si se abona con estiércol, éste debe estar totalmente fermentado (descompuesto).

Etapa de siembra

Utilizar semilla certificada, libre de semillas de otras especies.


Sembrar en húmedo o “tierra venida”.

Etapa de nacencia a cosecha

En infestaciones tempranas de maleza de hoja ancha anual y perenne, y de hoja


angosta, prevaleciendo plantas de gramíneas como grama, cola de zorra y zacate
johnson, utilizar las siguientes mezclas aplicadas en banda, en combinación con
un cultivo mecánico en el fondo del surco: Atrazina más 2,4-D Amina o Atrazina
más Dicamba, en postemergencia, cuando el cultivo tenga entre 7 y 15 días de
edad y la maleza no rebase los 8.0 centímetros de altura.
En infestación con maleza de hoja ancha y/o angosta anual, se recomienda
alguno de los siguientes productos: 2,4-D amina en cultivo de 20 centímetros de
altura a 15 días antes de espigar, en aplicación dirigida a la maleza; Dicamba, en
cultivo de 30 centímetros a 15 días antes de espigar, en aplicación dirigida, en
cultivo menor a 30 centímetros es selectivo; Bromoxinil con cultivo de tres hojas
verdaderas a 50 centímetros de altura y maleza con hojas de ancho menor a 3.5
centímetros; Linurón, con cultivo de 30 centímetros a 15 días antes de espigar en
aplicación dirigida, después de un deshierbe mecánico.
En caso de que el cultivo se encuentre infestado con maleza y ya próximo a la
cosecha, se puede utilizar un herbicida en forma de defoliante (Paraquat) para
facilitar la cosecha y reducir la contaminación de la misma con malas hierbas.

Recomendaciones para el control químico de maleza en maíz


Nombre Nombre Dosis / Observaciones
común comercial hectárea*
Atrazina Gesaprim 50 Fw Atrazin 1.0-1.5 kg Aplicación en pre y post-emergente contra hoja ancha y angosta
Linurón Afalon 1.5- 2.0 Aplicación pre y post emergente contra hoja ancha y angosta anual
Paraquat Paraquat 200 1.5-2.0 l Aplicación post-emergente contra hoja ancha y angosta anual
2,4-D Amina 2, 4 D Amina 720 1.0-1.5 l Aplicación post-emergente contra hoja ancha anual y perenne
2,4-D Ester Esteron 47 M 1.0-1.5 l Aplicación post-emergente
Dicamba Herbamba 500- 750 Aplicación post-emergente contra la hoja ancha anual y perenne
Cc
Glifosato Faena 2.0-4.0 l Pre-emergente al cultivo. Controla todo tipo de maleza
* Aplicar las dosis bajas en suelos ligeros y las dosis altas en suelos pesados.

Control de plagas
Etapa de presiembra: Seleccionar un terreno donde los ciclos próximos pasados no se
hayan registrado altas infestaciones con gusano saltarín y gusano trozador. Las
infestaciones altas generalmente se presentan en terrenos arenosos donde
anteriormente se estableció sorgo, trigo, maíz o garbanzo.
Etapa de siembra: Para el control de gusano saltarín, trozador y cogollero, en los primeros
15 a 30 días del cultivo se sugiere tratar la semilla con insecticidas sistémicos. Los
productos que se recomiendan son Carbofurán y Clorpirifos; los cuales tienen además
control sobre pulga saltona, conchilla prieta, trips, diabrótica y chicharritas en los
primeros días de desarrollo del cultivo. De ser posible utilizar híbridos o variedades
con características de resistencia a algunas plagas como gusano.
Etapa de nacencia a cosecha: En caso de requerirse aplicaciones de insecticidas en
postemergencia, utilizar de preferencia productos granulados. Para gusano cogollero se
puede utilizar Triclorfón cebo o Carbofurán g, si se registra un daño de 10% en plantas
menores de 20 centímetros de altura o de 20% en plantas de 20 a 40 centímetros de
altura, o bien el insecticida biológico Bacillus thuringiensis. Se deben evitar en todo lo
posible las aspersiones, ya que, además de ser más costosas e ineficientes, eliminan
mucha fauna benéfica.
El control de pulga saltona, trips y chicharritas sólo se requiere cuando se registran
daños y poblaciones altas del insecto en plantas menores de 25 centímetros de altura.
En este caso, también se recomienda preferentemente usar los insecticidas granulados
ya indicados arriba.
La chinche apestosa se presenta en forma esporádica y en bajas poblaciones, pero en
caso de presentarse una alta incidencia, una chinche en promedio por planta, días
antes o durante la floración, se sugiere la aplicación de Malatión u Omeotato.
Debido a que resulta poco redituable la aplicación de insecticidas contra gusano
elotero en maíz para grano, se sugiere realizar liberaciones semanales de Trichograma
en cantidades de 100 a 150 mil avispitas por hectárea. Se recomienda realizar dos
liberaciones por semana, a partir de la floración hasta la etapa en que el elote tiene
grano masoso.
Control de enfermedades
En el Valle de Santo Domingo las enfermedades más comunes son el chahuixtle o roya
común, el carbón común y el achaparramiento transmitido por chicharritas para lo cual
la recomendación es sembrar en las fechas recomendadas, el uso de genotipos tolerantes
y el control de los insectos vectores.
Cosecha
Para iniciar la cosecha se recomienda que el grano presente entre 16 y 18% de humedad.
La cosecha oportuna evita mermas en rendimientos a causa de factores como:

Invasión de maleza que dificulta la cosecha.


Incidencia de algunas enfermedades en la mazorca.
Ataque de roedores.
Acame.
Desprendimiento de mazorca.

Jesús Navejas Jiménez


Maíz forrajero

El cultivo de maíz se establece con distintos propósitos, entre ellos producir grano, elote y
forraje. En el presente año agrícola, se estableció una superficie de 2,880 hectáreas; aun
cuando sólo 3% de ésta fue establecida con el propósito de ser utilizado como forraje
(picado en verde y ensilado), el resto provee rastrojo, subproducto agrícola que
constituye una fuente de forraje complementario en la alimentación de distintas clases
de ganado.
Datos históricos de establecimiento de maíz forrajero en
Baja California Sur*
Año Superficie de Rendimiento en verde (toneladas/hectárea)
siembra
2010 85.7 49.2
2009 88.5 50.5
2008 82.0 42.5
2007 1.5 87.3
2006 125.0 29.3
*Estadísticas de SAGARPA.

Las principales cualidades forrajeras de este cultivo son: el alto rendimiento de materia
seca por unidad de superficie en un tiempo de ocupación de parcela relativamente corto,
alto contenido energético, buena gustocidad y eficiencia en el uso del agua.
En maíces forrajeros, al igual que aquellos destinados a la producción de grano, hay que
mantener la visión de alcanzar una buena presencia de este componente de la planta, ya
que su presencia como porcentaje del peso seco define el valor energético final en el
forraje cosechado; aspecto importante cuando se pretende reducir la suplementación
energética de animales de alto requerimiento nutricional.
Híbridos
Algunos materiales utilizados para la producción de forraje son: 30G54, AS-1501,
30P49, 30P45, P3030W-R22, AS-1502, A-7573, 30M16 y 30F53.
Método de siembra
La metodología de siembra concuerda con la recomendada para producción de grano.
Para maíces forrajeros se sugiere una densidad de 7 a 8 plantas por metro de surco en
hilera sencilla (87,500 a 100,000 plantas por hectárea); para la siembra en doble hilera
en cama a 1.6 metros se recomienda una distancia entre hileras de 40 centímetros y de
14 a 16 plantas por metro lineal de cama. La cantidad de semilla puede variar de 20 a 23
kilogramos por hectárea.
Cosecha
El rango de madurez adecuado para cosecharlo, tanto para utilizarlo picado en verde
como para ensilarlo, se encuentra entre el estado del grano lechoso-masoso y el 50% de
la línea de leche.
Tecnología de manejo
La información sobre preparación del terreno, época de siembra, fertilización, riegos,
labores culturales y manejo fitosanitario en este cultivo coincide tanto para el maíz de
propósito de producción de grano como el establecido con el fin de obtener forraje. Por lo
anterior, se sugiere utilizar la información al respecto desarrollada en la sección maíz
para producción de grano; descrita con anterioridad.
José Denis Osuna Amador
Melón
Preparación del terreno
Se sugiere el uso de barbecho en terrenos arcillosos y/o muy compactados, seguido de
uno o dos pasos de rastra en forma cruzada y una nivelación. En suelos sin los problemas
señalados, uno o dos pasos de rastra más una nivelación son suficientes para lograr una
germinación uniforme de la semilla y un manejo adecuado del agua de riego para evitar
pudriciones radiculares de la plantas.
Variedades
Para el Valle de Santo Domingo se sugieren una serie de variedades que muestran un
amplio rango de adaptación y alto potencial de rendimiento; entre las más sobresalientes
están Coreano, Top mark, Copa de oro, Cruiser, primo, Laredo, Aragón, Honey dew,
Valley gold, Sierra gold, Easy rider, Durango, Laguna y Gusto 45.
Época de siembra
Del 15 de enero al 25 de abril: Cruiser, Primo, Laredo, Aragón, Honey dew, Valley gold,
Top mark, Sierra gold, Easy rider y Durango.
Del 25 abril al 15 de mayo y 15 de agosto al 15 de enero: Cruiser, Primo, Laredo y
Durango.
Método de siembra
Se sugiere hacer la siembra en “camas meloneras” de 1.80 metros de ancho por 100
metros de longitud. Puede sembrarse en húmedo depositando la semilla a 6.0 ó 7.0
centímetros de profundidad o en seco de 2.0 a 3.0 centímetros. Si la siembra se establece
con el sistema de riego por gravedad, la semilla se debe depositar en la parte superior del
surco, pero si es por goteo, la siembra es al centro de la cama donde se localiza la cinta
regante; ésta se recomienda enterrarla a una profundidad de 20 centímetros o
semienterrada a 5.0 centímetros.
Densidad
De 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea de semilla, depositando dos semillas cada 30
centímetros; después, “aclarear” a los 40 días de emergidas las plantas, dejando 33
plantas en 10 metros lineales; de esta forma se obtiene una población de 18,331 plantas
por hectárea.
Riego
Los riegos por gravedad deben ser ligeros y frecuentes para evitar encharcamientos que
provoquen pudrición de raíces. Normalmente se aplican 10 riegos de auxilio a intervalos
de 12 a 18 días, con una lámina total de 60 centímetros, distribuidos de la siguiente
manera; aniego 16 centímetros, los cuatro primeros auxilios de 6.0 centímetros y los
cinco restantes de 4.0 centímetros, dependiendo de las condiciones ambientales y del
tipo de suelo. En riego por goteo éstos se efectúan cada tercer día, con un tiempo de 3.0 a
5.0 horas para un total de 60 riegos y una lámina aproximada de 32 centímetros.
Fertilización
Antes de la siembra se recomienda hacer análisis del suelo para determinar cuánto
Nitrógeno, Fósforo y Potasio se tiene en el suelo y complementar la dosis con fertilizante.
Si no se hace el análisis del suelo se sugiere aplicar 180 kilogramos de Nitrógeno y 60
kilogramos de Fósforo por hectárea; aplicar la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo al
momento de la siembra y el resto del Nitrógeno al inicio de floración; en este caso el
fertilizante se coloca en el fondo del surco, un poco cargado hacia la cama. Bajo riego por
goteo, es conveniente fraccionar la dosis en tres partes: a la siembra, floración y
fructificación, y 20 días antes del primer corte. Si se realiza un análisis foliar en la época
recomendada, se puede ajustar las dosis.
Labores de cultivo
Es conveniente efectuar dos escardas para eliminar maleza y mantener el suelo ventilado
y mullido antes de iniciar la floración, y deshierbar con el fin de eliminar la maleza que
aparezca entre las guías de las plantas. Antes que el tractor entre a los surcos, las guías
deben levantarse hacia la camas para no dañarlas.
Polinización
Para obtener altos rendimientos, se recomienda tres colmenas de abejas melíferas por
hectárea, introduciéndolas al cultivo al momento de la floración macho. La producción
de un mínimo de dos melones por planta, será factor indicativo de una eficiente
polinización.
Manejo de la planta
Guiado de planta: Esta práctica inicia desde la aparición de las primeras guías y consiste
en orientar, manualmente, el crecimiento de las guías hacia la cama sacándolas del
surco para evitar que los frutos queden sobre la humedad; se realiza después de aplicar
un riego y cuantas veces sea necesario. Bajo riego por goteo con siembras en el centro
de la cama, no se realiza esta práctica.
Volteado del fruto: Es una práctica que trata de eliminar áreas sin red (cuando en la parte
superior ya se formó red), y es la parte donde está asentado el fruto durante su
crecimiento; consiste en dar un medio giro al fruto y colocarlo en suelo seco, evitando
que la mancha blanca (sin red) quede expuesta al sol.
Combate de maleza

Seleccionar un terreno libre de maleza, especialmente en el caso de especies


perennes y sembrar en húmedo.
Aplicar en banda Bensulide de 7.0-9.0 litros por hectárea, en presiembra,
incorporando de 3.0 a 5.0 centímetros de profundidad, para control de maleza
de hoja angosta.
Aplicación de Trifluralina, de 1.2-2.0 litros por hectárea, en aspersión dirigida a
la base de las plantas del cultivo y entre los surcos, cuando el cultivo tenga un
desarrollo de tres a cuatro hojas verdaderas y preemergente la maleza.
En caso de no utilizar control químico, se requiere un promedio de tres deshierbes
manuales.

Control de plagas

Seleccionar un terreno alejado de áreas con cultivos de plagas comunes como


alfalfa y algunas hortalizas.
Usar el control biológico.
El control de gusano trozador y saltarín se sugiere realizarlo con carbaril cebo 2%,
60 kilogramos por hectárea; Carbofurán 5%, de 20 a 25 kilogramos por hectárea;
Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea; Clorpirifos 2%, de 8.0 a 10
kilogramos por hectárea. El primero, segundo y quinto productos se pueden
aplicar en banda antes de la siembra, incorporándolos con rastra.
Para el control de plagas de inicio de temporada como grillo, pulga saltona y
diabróticas, se sugiere aplicar Gusatión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 kilogramos;
Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75
litros por hectárea; Paratión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea, al
observar un 10% de daño e insectos presentes.
Para minador de la hoja aplicar etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea;
Dimetoato 38%, de 0.8 a un litro por hectárea o Diazinón 25%, de 1.0 a 1.5
litros por hectárea, al registrar un daño de 25% o mayor y alta presencia de
adultos, a las horas de mayor actividad del adulto.
En caso de gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%,
de 1.0 a 2.5 kilogramos por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por
hectárea; Metomilo 90%, de 0.4 a 0.6 kilogramo o clorpirifos 48%, de 1.0 a 2.0
litros por hectárea, al observar seis o más larvas menores de tercer estadío en 10
plantas y daño presente.
El control químico de pulgón y mosca blanca se sugiere realizarlo con Endosulfán
35%, de 1.5 a 2.5 litros por hectárea; Mevinfós 47%, de 1.5 a 2.0 litros por
hectárea; Diazinón 25%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; Dimetoato 33%, de 1.0
a 1.5 litros por hectárea, al detectar las poblaciones arribantes de la plaga y/o
primeras plantas de los márgenes con adultos.
Para control de gusano barrenador del fruto y guía, emplear Metomilo 90, de 0.4
a 0.6 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.75 a 1.5 litros por hectárea;
Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Fenvalerato 11.1%, de 0.8 a
un litro por hectárea, al encontrar cinco larvas en 100 hojas y al observar los
primeros frutos dañados.
En presiembra rastrear la maleza de 20 metros o más alrededor del cultivo, para
eliminar hospederos de pulgón y mosca blanca; establecer cultivos trampa de
sorgo Sudán o maíz.

Control de enfermedades
El cultivo no debe establecerse cercano a superficies con otros cultivos infectados
con virus, especialmente si se trata de cucurbitáceas.
El manejo apropiado de los insectos vectores de virus como pulgón y mosca
blanca, además de chicharritas y en ocasiones diabróticas y mosca minadora, en
la forma ya indicada, reducen el riesgo de que se presenten enfermedades virales.
Inmediatamente después de la germinación, se pueden eliminar plantas con
marcados síntomas virales, quemarlas o enterrarlas.
Para cenicilla, aplicar clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea;
triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o triadimefón 25, de 0.4 a 0.5 litros
por hectárea, al observar los primeros síntomas y/o condiciones de nublados,
rocíos y temperaturas altas.
Eliminar plantas silvestres hospederas como meloncillo o melón coyote dentro
del cultivo y alrededor.
Para Mildiu se sugiere utilizar anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos por
hectárea; folpet 52%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea o Captafol 50%, de
2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea, al aparecer primeros síntomas y condiciones
de alta humedad relativa. Se puede utilizar azufre.
La mancha foliar se puede controlar adecuadamente con Anilazina 50%, de 2.0 a
4.0 kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.5 a 3.0 kilogramos por
hectárea o Mancozeb 33%, de 3.0 a 5.0 litros por hectárea. Aplicar al aparecer
primeros síntomas y/o condiciones de alta humedad relativa y temperatura
superior a 22 ºC.
En caso de presencia de antracnosis emplear Anilazina 50%, de 2.0 a 3.0
kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea;
Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o azufre 52%, de 2.5 a 3.0 litros
por hectárea, al observar primeros síntomas en primeras hojas y condiciones de
alta humedad relativa y temperaturas altas.
Damping off o marchitez de plántulas: emplear Carbendazim 50%, 0.5 gramos
en 500 mililitros de agua al aparecer primeros síntomas, a intervalos semanales.
En caso de marchitez de plántulas y mancha foliar, debe dejarse de establecer
este cultivo por varios años.
En caso de antracnosis, mildiu y marchitez de plántulas, se sugiere primero
utilizar variedades o híbridos tolerantes.
Sembrar en las fechas recomendadas, empleando variedades sugeridas.

Cosecha
La cosecha generalmente se inicia alrededor de los 100 días después de la siembra, y los
cortes deben efectuarse cada cinco días, seleccionando los frutos por tamaño y calidad.
Por lo general, la maduración del melón se manifiesta por pequeñas grietas que aparecen
en la base de los pedúnculos; al realizar una ligera presión sobre éstos, con el pulgar, se
desprenden. Además, el fruto empieza a adquirir parcialmente el color normal de la
variedad.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Naranjo
Introduccion
En el Valle de Santo Domingo se encuentran establecidas 2,200 hectáreas de naranjo; de
éstas, 256 son de la variedad Washington Navel y 1,944 de Valencia tardía. El total de la
superficie cultivada con naranjo está distribuida entre 214 productores. El rendimiento
promedio de naranja en la zona es de 15 toneladas por hectáreas, el cual es bajo,
comparado con las 50 o más toneladas por hectárea que potencialmente tiene el cultivo.
Enseguida, una serie de sugerencias con las cuales se considera factible lograr
rendimientos de 55 toneladas por hectárea.
Preparación del terreno
Es necesario realizar una serie de labores para favorecer el desarrollo de los árboles desde
el inicio de la plantación, dentro de ellas:
Subsoleo: La finalidad es romper capas duras formadas por compactación del terreno,
permite infiltrar más el agua y mejora el crecimiento de raíces; comúnmente se realiza
entre los 40 y 50 centímetros de profundidad.
Barbecho: El volteo de la tierra airea y expone al sol plagas que encuentran un buen
ambiente debajo del suelo; se recomienda realizarlo a un mínimo de 30 centímetros de
profundidad.
Rastreo: Su propósito es mullir los terrones presentes en la capa arable del suelo.
Nivelación: Si el riego es superficial conviene realizar una nivelación pero cuando el riego
es presurizado se puede obviar esta actividad; generalmente el uso de un tablón
pegado a la rastra al momento de mullir el terreno, empareja el suelo.
Época de plantación
En el Valle de Santo Domingo es factible efectuar la plantación durante el periodo de
octubre a junio. Se consideran poco propicios para esta labor los meses de julio, agosto y
septiembre.
Sistema de plantación
El sistema más conocido y utilizado en la zona es el cuadrado o marco real 8×8 el cual
permite el establecimiento de 156 árboles por hectárea. Su mayor desventaja es que
durante los primeros años de producción de la huerta no se hace un uso intensivo del
terreno. Existen otros sistemas y densidades de plantación como 8×4 y 7×7 que permiten
aprovechar mejor el terreno en los primeros años de producción de las huertas, pero
posteriormente demandan algún manejo más específico en las podas. La tendencia es
hacia el uso de los sistemas rectangulares con aumento de las densidades en la
plantación. En los sistemas más amplios se utilizan densidades de 204 árboles por
hectárea, con la ventaja de permitir el paso de maquinaria y equipo para aspersión,
cultivo y cosecha, en direcciones cruzadas. El arreglo de 8×4 es más usual últimamente
en virtud de que se aprovecha mejor el terreno desde el inicio de la huerta, con mayores
volúmenes de cosecha en los primeros años. Sin embargo, en edad adulta los árboles se
cierran sobre la línea por lo que el paso de maquinaria es en un solo sentido, además se
requiere poda para mantener las calles abiertas al paso de maquinaria.
Variedades
Las más usuales en la región son de maduración temprana y maduración tardía para jugo,
y naranja para mesa. Este aspecto se desarrolla según las características de la fruta que
demanda el mercado en fresco y la industria. Los empaques prefieren fruta de color
externo e interno atractivo, cáscara suave y delgada, sabor agridulce, soporte en el
traslado y tamaño óptimo. Para jugo o para gajo se requiere alto contenido de jugo y
sólidos solubles, además buen color, acidez y aroma. Para fruta fresca se prefieren
especies sin semilla y fácil de pelar. La cantidad de semilla puede variar entre frutos del
mismo árbol y tiende a incrementarse con la polinización cruzada pero en general frutos
entre 0 y 6 semillas se consideran sin semilla.
La época en que se alcanza la madurez de la fruta debe relacionarse con la época en que
el mercado demanda los más altos volúmenes, por lo que la cosecha debe ser oportuna
para evitar el almacenamiento de la cosecha en el árbol, ya que esto influye
significativamente en las producciones posteriores. Lo anterior por la importancia de
seleccionar las variedades más convenientes a la región y las condiciones específicas del
lugar donde se establece la huerta.
Características de variedades de naranja temprana
Variedad Peso de Diámetro No. % de Época de
fruto (g ) (mm) semillas jugo cosecha
Hamlin 190 60 a 75 0a6 42 octubre a enero
Pearson 230 65 a 80 16 a 18 40 noviembre a diciembre
Brown
Pineapple 190 60 a 70 18 a 22 38 noviembre a enero
Queen 210 65 a 80 14 a 18 44 noviembre a enero
Salustiana 270 70 a 80 0a2 45 diciembre a marzo
Cadenera 190 60 a 75 0 44 noviembre a marzo

Características de variedades tardías de naranja


Variedad Peso de Diámetro No. % de Época de
fruto (g ) (mm) semillas jugo cosecha
Cutter 260 65 a 80 0a2 47 marzo a junio
Olinda 230 65 a 75 0a2 45 marzo a junio
Río Farm 250 65 a 80 0a6 48 marzo a junio
Campbel 230 60 a 75 0a2 47 marzo a julio
Características de variedades de naranja Navel
Variedad Peso de Diámetro No. % de Época de
fruto (g ) (mm) semillas jugo cosecha
Washington 280 80 a 93 0a6 42 noviembre a diciembre
Fisher 280 80 a 93 0a6 43 octubre a noviembre
Cara Cara 290 80 a 94 0 44 enero a abril
Thompson 300 80 a 95 0a4 48 abril a julio

Patrones o portainjertos
El desarrollo de los cultivares de cítricos, así como su comportamiento productivo y
calidad de fruta dependen en gran medida del patrón sobre el que crecen. Con el uso de
portainjertos es posible solucionar situaciones adversas de suelo y clima, producción más
temprana en la vida de los árboles, uniformidad en la maduración y características de la
fruta, y la posibilidad de obtener combinaciones con tolerancia o resistencia a plagas,
enfermedades o nemátodos. Algunos patrones son superiores en una o más cualidades,
pero inferiores en otras y ninguno es completamente mejor en todos los aspectos ni para
todas las variedades. Se recomiendan los patrones Limón volkameriano, Citrange carrizo,
C. troyer, Citromelo swingle y mandarina Cleopatra.
Fertilización
De manera general se sugieren las siguientes dosis de fertilización para naranjo: 150 a
200 kilogramos de Nitrógeno, 20 a 50 kilogramos de Fósforo y 150 a 300 kilogramos de
Potasio, por hectárea en árboles adultos.
Para el Valle de Santo Domingo, la recomendación de Nitrógeno es de 12.5 kilogramos
por hectárea en el primer año de plantación, 18.7 kilogramos para el segundo, 21.8
kilogramos para el tercero, 30.2 para el cuarto, 46.8 para el quinto y 62.4 para el sexto. A
partir del séptimo año la recomendación es de 100 kilogramos por hectárea para huertas
con rendimientos de hasta 20 toneladas por hectárea; a partir de este punto se
recomienda agregar 4.0 kilogramos más de Nitrógeno por cada tonelada de rendimiento
hasta llegar a un máximo de 180 kilogramos por hectárea. En el caso de Fósforo se sugiere
utilizar el ácido fosfórico, el cual permite además liberar algunos microelementos
bloqueados por efecto del pH alto. Para el caso de Potasio, se recomienda el análisis
foliar; resulta relevante señalar que el déficit de este elemento impacta en la calidad y
tamaño del fruto.
En el caso de micronutrimentos, se recomiendan aplicaciones foliares con productos
multicompuestos. En deficiencias bien diagnosticadas, aplicar los productos con el
elemento específico a corregir: Fierro, Zinc, Manganeso y Cobre, sulfatados o quelatados.
Hacerlo por la mañana, sin brisa.
Riego
De acuerdo a las condiciones de clima y suelo de la región del Valle de Santo Domingo,
se sugiere aplicar los riegos cuando la humedad retenida por el suelo se abate en 40 ó
50%. En la práctica esta recomendación en huertas irrigadas por gravedad se convierte en
la aplicación de 8 ó 9 riegos en el año, con una lámina total de 130 centímetros; éstos
pueden hacerse cada 40 días en los períodos de febrero a junio y septiembre a noviembre,
y cada 25 días entre julio y agosto. En diciembre y enero se sugiere aplicar un solo riego el
cual puede obviarse si se presentan “equipatas” o lluvias de invierno.
Para la aplicación de riegos con microaspersores se puede calcular la demanda diaria
del árbol mediante el uso de constantes de cultivo determinadas en el sitio experimental
Valle de Santo Domingo, las cuales se enuncian enseguida:
Mes E FMA M JJ AS O ND
Constante (Kc) 0.9 0.3 0.5 0.7 0.6 0.7 0.9

Fórmula: DA= d × d × E × Kc
donde:
DA = demanda de agua por árbol (litros por día)
d = diámetro (metros)
E = evaporación diaria (milímetros)
Kc= Coeficiente de cultivo (ver cuadro anterior)
Poda
Normalmente en naranjo las únicas podas recomendadas son aquellas hechas para
corregir problemas fitosanitarios, eliminación de madera muerta, de formación del árbol
y eliminación de chupones, esto último principalmente en la época de primavera.
Control de maleza
Maleza de hoja ancha: Paso de desvaradoras u otros implementos de acción similar para
cortar la maleza al ras del suelo, combinado con deshierbes manuales o aplicación de
productos químicos alrededor del tallo de los árboles.
Gloria de la mañana, grama y coquillo: Aplicación de Glifosato
(Faena) 6 litros por hectárea cuando las malezas se encuentren creciendo activamente.
Rotar la aplicación del herbicida con desvaradoras o implementos similares y
deshierbes manuales alrededor de la base del tallo.
Control de plagas
Arador o negrilla: Etión, 160 a 250 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua;
azufre, 50 a 150 kilogramos por hectárea con frutos pequeños si se detecta esta plaga
en huertos que tuvieron daño un ciclo anterior. En octubre con daños incipientes y
detección de la plaga en huertos dañados anteriormente.
Araña roja: Dicofol, 100 a 150 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua;
Metamidofos, 75 a 100 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua, aplicando de
abril a mayo y durante la etapa de fruto pequeño, al observar hojas con un promedio
de 30 arañas.
Escama roja de California, roja de Florida y amarilla: Malatión, 250 centímetros cúbicos en
100 litros de agua; Metidatión 100 a 150 centímetros cúbicos por hectárea en los picos
poblacionales de abril, junio, julio y septiembre. En el primer caso liberar el parasitoide
Aphytis melinus en los picos poblacionales de abril, julio y septiembre.
Mosca blanca: Etión, 160 a 250 centímetros cúbicos en 100 litros de agua; Temik 15-G,
300 gramos por árbol, al observar incremento de la población en primavera, al
observar altas infestaciones con presencia de los diferentes estadíos. El temik sólo en
post cosecha. Efectuar liberaciones de trichogramma durante la primera quincena de
marzo, segunda quincena de julio y primera de octubre.
Trips y chicharritas: Malatión, 150 a 250 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua;
Azinfós metílico 60 a 80 gramos por cada 100 litros de agua, en floración a la etapa de
caída de pétalos.
Control de enfermedades
Gomosis, fumagina, antracnosis y melanosis. Aplicar Carbendazim 50%, de 60 a 90
gramos en 100 litros de agua; oxicloruro de cobre 50%, 375 gramos en 100 litros de agua.
Al observar los primeros síntomas de gomosis erradicar mecánicamente las lesiones en
tallos, curar con fuego y aplicar oxicloruro de cobre o mancozeb.
Huanglongbing (HLB): La enfermedad bacteriana de los cítricos conocida como
Huanglongbing “ HLB”, reverdecimiento o Greening puede reducir en gran medida la
producción, destruye el valor económico de la fruta, el jugo y puede matar los árboles.
La enfermedad es transmisible por injerto y por vectores como el psilido asiático de los
cítricos (PAC) o diaphorina citri. Es originada por una bacteria (Candidatus liberibacter)
que ataca las plantas, que no es peligrosa para los humanos, pero es la enfermedad más
destructiva de los cítricos en el mundo. El HLB causa un moteado amarillento en las
hojas, y los árboles producen frutos amargos, incomibles y deformes. La infección en
árboles de cítricos los conduce a la muerte, no tiene curación. Sin embargo las medidas
preventivas recomendables son las siguientes:

El HLB se puede dispersar al injertar tejido de una planta infectada en otra, pero es
más común que sea transportado de un lugar a otro por el vector. Una vez que el
PAC tiene la enfermedad, la portará por el resto de su vida, (de semanas a meses),
pasándola de un árbol a otro cuando se alimenta. Por lo que es importante el
combate de la población plaga. El HLB recién ha sido detectado en el estado de
Baja California Sur.
Inspección y monitoreo del PAC y del HLB. Es necesario inspeccionar
periódicamente para detectar y conocer la presencia, y abundancia del PAC en
huertos comerciales, plantas de traspatio y en jardines de áreas urbanas, para
decidir mediadas de manejo oportunas. Del mismo modo, es importante acudir o
comunicarse a la Junta de Sanidad Vegetal más cercana para informar sobre la
posible presencia (sospecha) de plantas con síntomas parecidos a los del HLB.
Manejo cultural. Se recomienda eliminar hospederos alternos de la plaga,
principalmente limonaria (Murraya paniculata) en áreas cercanas a viveros y
huertos comerciales, y podar o eliminar plantas de cítricos drásticamente
infestadas. También hay que eliminar periódicamente chupones de los árboles de
cítricos, ya que, al estar suculentos, son propicios para la constante colonización
del vector y otros insectos plaga.
Control biológico del PAC. Realizar liberaciones de crisopa (Chrysoperla carnea) en
huertos comerciales de cítricos, árboles de traspatio, y en jardines de áreas
urbanas, a intervalos de 10 a 14 días utilizando 10 mil huevecillos por hectárea.
Después de aspersiones de insecticidas es necesario esperar unos 10 días para
que las crisopas que se liberen no mueran por efecto residual del insecticida. Se
recomienda utilizar entomopatógenos (Metarizium anisopliae, Beauveria
bassiana y/ó Paecilomyces fumosoroseus; a la dosis sugerida por el fabricante).
Cuando la humedad relativa ambiental se incremente, después de las primeras
lluvias de la temporada. En la región existen abundantes y diversos enemigos
naturales del PAC, entre los que sobresalen crisopas, catarinitas y avispitas
parasitoides como Tamarixia radiata, la cual eventualmente puede ser reproducida
y utilizada en liberaciones masivas.
Control químico del PAC El PAC se puede controlar con insecticidas
convencionales, sin embargo, se sugiere aplicar productos sistémicos al suelo
previo a la mayor incidencia de la plaga, en los meses de agosto a diciembre, y de
marzo a mayo, en los que e presentan elevadas brotaciones de las plantas. Se
pueden emplear los insecticidas Thiametoxam (actara)
o imidacloprid (Confidor) en dosis de 0.5 litros por hectárea. El propósito de esta
recomendación es para conservar la fauna benéfica que ayuda a controlar el PAC y
otros insectos plaga en cítricos. En periodos anteriores y posteriores a la mayor
incidencia del vector, se recomienda utilizar insecticidas biorracionales extractos
botánicos (Biodie), 8.0 mililitros por litro de agua, jabones (Agrosoap Plus 10.0
mililitros por litro de agua).

Cosecha
Los frutos tardan entre 6 y 8 meses, para madurar a partir de la fructificación, cuando
maduran, se corta el tallo del fruto con tijera o con un cuchillo o torciendo el tallo
ligeramente. Los frutos sanos pueden almacenarse durante dos o tres semanas en
ambiente controlado de 4 a 6 ºC de temperatura.
Jesús Navejas Jiménez
Orégano
Introducción
El orégano es originario de México, se conocen 20 especies y las más importantes desde
el punto de vista económico son Lippia graveolens y Lippia palmeri. Debido al contenido de
aceites esenciales en sus hojas, los usos son muy variados, pero sobresalen como
condimento de alimentos, como hierba medicinal para diferentes afecciones y parásitos,
en la industria farmacéutica, de perfumes, de licores y en la de refrescos. De la
producción de México, casi un 90% se exporta a los Estados Unidos de Norteamérica y
en menor grado a Italia y Japón.
El orégano Lippia palmeri es la especie que se encuentra en Baja California Sur y es
aprovechada por los habitantes de las zonas rurales de la parte sur del estado. Aunque su
producción no es significativa en las estadísticas de producción forestal, su
aprovechamiento se realiza cada año, y pasó de ser una actividad de recolección para
autoconsumo, a una actividad económica debido a su comercialización en el mercado
local y nacional.
La producción de hoja de orégano se obtiene de las poblaciones silvestres que se
localizan en la porción sur del estado; esta producción está supeditada a la ocurrencia de
lluvias, como consecuencia la producción de hoja seca varía de un año a otro y esto
ocasiona una gran inestabilidad en la oferta del producto.
Las plantaciones comerciales con orégano permitirán una oferta permanente de hoja y
disminuir la presión que se ejerce sobre las poblaciones silvestres, debido al
aprovechamiento intensivo.
Producción de planta
En condiciones artificiales la germinación de la semilla de orégano ha sido muy baja (<
5%), por lo que su multiplicación se realiza vegetativamente y se puede obtener de 80 a
85% de enraizamiento en las estacas. Las estacas se obtienen de plantas en las
poblaciones silvestres, las cuales deben estar en estado de letargo (desprovistas de hojas);
las ramas deben ser vigorosas y libres de plagas y enfermedades.
La producción de planta se realiza en condiciones de vivero bajo media sombra; como
sustrato se utiliza tierra de monte de textura media previamente cernida. El suelo se
humedece ligeramente para facilitar el llenado de los envases, que serán de un tamaño de
10 x 25 centímetros; éstos se colocan dentro de túneles de plástico para incrementar la
temperatura y conservar la humedad en el medio de enraizamiento; como piso se coloca
una cubierta de plástico para evitar que las raíces penetren al suelo.
Acondicionado el medio de enraizamiento, se procede a cortar las estacas de unos 20
centímetros de longitud, con 0.4 a 1.0 centímetros de diámetro, en la parte superior de
cada estaca se hace un corte diagonal y en la base será horizontal debajo del nudo
inferior. Posteriormente y con el fin de prevenir problemas por hongos, las estacas se
sumergen en una solución de 2.0 gramos de Captán por cada litro de agua.
Después, en cada envase se introducen dos estacas a una profundidad de unos 10
centímetros, presionando el suelo a su alrededor para evitar bolsas de aire en el sustrato.
Se recomienda realizar esta actividad en noviembre y de marzo a mayo, según la
disponibilidad del material vegetal.
En este periodo se sugiere levantar las cubiertas de plástico para eliminar excesos de
humedad y favorecer la ventilación, durante periodos de 30 minutos a una hora al día;
también se sugiere hacer supervisiones frecuentes para detectar cualquier problema de
plagas o enfermedades y como medida preventiva aplicar aspersiones de Captán cada
semana.
Se considera que en dos a tres meses, las estacas con brotes habrán emitido raíces y se
observan en el fondo de los envases; en este periodo, paulatinamente se debe ir
reduciendo el número de riegos y retirando las cubiertas de plástico.
Después, las nuevas plantas se pasan al área de plantabandas para su desarrollo,
posteriormente y antes de realizar la plantación, se deben pasar a condiciones de sol
directo para su lignificación y aclimatación.
Establecimiento de la plantación
Dependiendo de la época de producción de planta de orégano, la plantación se puede
realizar de marzo a agosto; de preferencia en suelos con textura ligera a media y bajo
condiciones de riego, con el fin de contar con una producción de hoja más uniforme
durante el año y reducir la presión que se da en las poblaciones silvestres.
La preparación del terreno consiste de barbecho, rastreo, nivelación y empareje; se
recomienda la construcción de surcos a 1.0 metro de distancia cuando se aplica riego
rodado.
La plantación se realiza en forma manual, utilizando poceras para la apertura de los
hoyos y plantar a una distancia de 1.0 metros entre plantas, colocadas a un costado del
surco cuando se riega por gravedad; para esto se requiere de una población de 10,000
plantas por hectárea.
Si se opta por utilizar el sistema de riego presurizado, se recomienda colocar la cintilla
de riego sobre camas a 1.80 metros de separación, para dejar un espacio más amplio para
la realización de los trabajos requeridos. A cada lado de la cintilla, se ubican dos líneas a
una distancia de 20 centímetros entre plantas y la separación entre las plantas de cada
línea, de 1.0 metros, bajo un arreglo en tresbolillo y una densidad de 11,100 plantas por
hectárea.
Riego de la plantación
Como regla general se sugiere aplicar un riego al momento de realizar la plantación y
después de cada corte con una lámina suficiente para llevar a capacidad de campo el
perfil de suelo hasta 90 centímetros de profundidad; esta lámina dependerá de la textura
del suelo.
En los primeros meses si se utiliza el riego rodado, los riegos se pueden aplicar cada 30 a
40 días y posteriormente incrementar el intervalo a 60 días; para aplicar una lámina
anual de 40 centímetros distribuida en los meses secos y aprovechar el agua de la
temporada de lluvias de verano y de invierno.
Si se utiliza el sistema de riego presurizado (cintilla) se sugiere aplicar riegos semanales
en el establecimiento y posteriormente se pueden aplicar cada dos meses hasta la época
de cosecha. Otra opción bajo este sistema es aplicar riegos semanales de 5 horas hasta
que se considere que la plantación se ha establecido con éxito y posteriormente aplicar 2
horas de riego semanalmente; un mes antes de la cosecha se retira el riego.
Labores adicionales y cosecha
Después de haber realizado la plantación, y en caso necesario, se debe realizar la
reposición de plantas muertas, esto se puede observar después de la primer semana; por
este motivo, los trabajos de plantación se deben realizar con mucho cuidado y considerar
cierta cantidad de planta excedente en la producción de la misma.
Como labores culturales se sugiere realizar los deshierbes manuales para eliminar
problemas de competencia, generalmente la infestación de malezas ocurre en la
temporada de lluvias de verano e invernal; los restos vegetales se pueden incorporar al
suelo para su descomposición.
Dependiendo de las condiciones ambientales, es probable que se presenten problemas
por hongos, los cuales se pueden prevenir con aplicaciones de Captán en la base del tallo.
No se ha tenido problemas con otras enfermedades ni plagas de importancia económica,
pero en caso de cualquier problema se sugiere el uso de productos orgánicos.
Aunque en condiciones naturales, las plantas de orégano no requiere de suelos ricos en
nutrientes, con el fin de no impactar en la fertilidad del suelo, se recomienda realizar
aplicaciones de composta o estiércol bien descompuesto al suelo, cuando menos una vez
al año.
La cosecha del orégano se realiza en forma manual y de preferencia con tijeras de podar,
se corta la parte aérea de las plantas estimando dejar en pie un 25% de la planta con
respecto a su altura; como una estrategia en el manejo de esta especie se recomienda
dejar descansar la planta hasta que esta se haya recuperado totalmente después de cada
corte.
El material se debe de secar en condiciones de media sombra para después separar las
hojas de las ramas; una vez secas las hojas se empacan para su comercialización en los
mercados disponibles de acuerdo a sus diferentes usos, para ello y con el fin de dar un
mayor valor agregado al producto se sugiere que los productores la empaquen y etiqueten
directamente, ya que se tiene información de otras zonas del país, que la mayor utilidad
(87%) es para el intermediario. La producción promedio de hoja seca por planta es de 75
a 100 gramos por cada corte, que equivale a una producción aproximada de 1.0
toneladas por hectáreas de hoja limpia y seca.
Condiciones agroecológicas
En el estado, el orégano se encuentra y se aprovecha en los municipios de La Paz y Los
Cabos en el matorral xerófilo; en promedio, las temperaturas medias varían de 22.1 a 24
ºC, la precipitación en estas áreas varía de 182.1 a 267.5 milímetros y el clima se
clasifica como muy seco y cálido. Se le encuentra sobre laderas, mesetas y planicies en
suelos con textura ligera de migajón arenoso a arena migajosa.
Rigoberto Meza Sánchez
Pasto Taiwán
Introducción
El pasto Taiwán es una gramínea tropical perenne, de hábito erecto que produce macollos
y alcanza una altura de 4.0 metros. Este pasto sobresale por su rendimiento de forraje,
persistencia y palatabilidad. Su establecimiento es bajo condiciones de riego.
Preparación del terreno
El establecimiento requiere la preparación del terreno. Aun cuando el pasto presenta
rusticidad, el mejorar la estructura del suelo a través de su laboreo, beneficia su
establecimiento y respuesta productiva. En terrenos compactos se recomienda un paso de
arado y dos de rastra cruzado, con el objeto de desmoronar terrones y dejar el suelo
suelto para favorecer una mejor penetración de la raíz.
Época de siembra
Se recomienda su establecimiento con la entrada de la primavera; por el incremento de la
temperatura que favorece el enraizamiento de las cañas y se reduce el periodo de tiempo
a la primera utilización.
Semilla
Se propaga utilizando material vegetativo (reproducción asexual), principalmente cañas
maduras (más de 120 días) los cuales deben contar con un número suficiente de yemas
sanas que permitan el brote y producción de nuevos individuos.
Método de siembra
La siembra puede realizarse en húmedo o en seco, aplicando para el segundo caso el riego
inmediatamente después de la siembra. La siembra se puede realizar bajo las siguientes
modalidades.
Siembra inclinada: Una vez preparado el terreno se selecciona, corta y limpia el material
en trozos de caña, las cuales deben contener por lo menos tres a cuatro nudos, donde
se encuentran las yemas de crecimiento. Se entierran los trozos de caña de manera
inclinada, de tal forma que queden expuestas una o dos yemas sobre la superficie del
suelo a una separación de 50 centímetros entre planta y 150 centímetros entre surcos.
Siembra horizontal: Después de rastreado el terreno, se preparan los surcos, con una
separación de 150 centímetros entre sí. La plantación se realiza colocando las cañas sin
hojas en forma continua en el fondo del surco, acomodándolos de tal manera que éstos
queden unidos en sus ápices; éstos se cortan con un machete en trozos y se deben
tapar con una cubierta ligera de tierra no mayor a 5 centímetros. Este procedimiento es
el más utilizado por sus mejores resultados.
Cantidad de material requerido
El material necesario depende del método a emplear y de la calidad del mismo, se
requiere aproximadamente de 1,500 a 2,000 kilogramos de cañas para el establecimiento
de una hectárea.
Riego
Las necesidades de riego del cultivo dependen de las características del suelo, de la época
del año y de las diferentes etapas de desarrollo del pasto, por lo que la frecuencia y la
lámina a aplicar varía.
En condiciones de riego por gravedad, el riego de presiembra va de 15 a 18 centímetros
con dos riegos de auxilio a intervalos de 25 a 30 días hasta alcanzar el primer corte (80 a
90 días). Entre cortes se deben aplicar dos riegos de auxilio espaciados de 25 a 30 días,
hasta alcanzar el momento de utilización (60 días de crecimiento).
En condiciones de riego por goteo se aplica un riego inicial, con un tiempo aproximado
de ocho horas. Los riegos posteriores se realizan cada cuatro días con duración de dos y
media a cuatro horas hasta alcanzar el primer corte a los 80 a 90 días. Por lo general en la
época de mayor crecimiento de la pradera (primavera-verano) se aplican dos riegos por
semana con una lámina de 2.0 a 3.0 centímetros por riego.
Fertilización
Se recomienda realizar análisis previos de suelo y agua de riego para determinar el nivel
requerido. Se recomienda aplicar, al establecimiento, 100 kilogramos de Nitrógeno y 60
kilogramos de Fósforo por hectárea. Para el mantenimiento aplicar 70 a 75 kilogramos
por hectárea de Nitrógeno por corte. Esta operación se puede repetir por unos seis cortes,
a partir del cual se repite la aplicación de la fórmula completa. En condición de riego por
melgas o surcos se puede aplicar el fertilizante al voleo antes del riego o durante el
mismo.
Control de maleza
En las zonas no mecanizables durante el establecimiento es necesario hacerle una o dos
limpias a mano y luego una anual. En las zonas mecanizables se puede hacer el control
con la cultivadora durante el establecimiento.
El control químico se puede hacer mediante el herbicida Simazina en forma
preemergente y hasta 15 días después de efectuada la plantación, a razón de 2.0
kilogramos en 200 ó 400 litros de agua por hectárea. La mezcla de Gesaprím más Lazo,
en dosis de 2.0 a 3.0 litros por hectárea de cada herbicida con suelo húmedo, presenta un
buen control de malezas en forma preemergente.
Atrazina en dosis de 1.5 kilogramos por hectárea, puede ser utilizado tanto en forma
preemergente como postemergente. Puede utilizarse en forma postemergente el Tordón a
razón 3.0 litros por hectárea y 2,4-D amina en dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; este
último para malezas de hoja ancha que se presentan después de la emergencia de las
plantas. Para maleza de hoja angosta, se puede emplear el Glifosato, aplicado en forma
dirigida en dosis de un litro por hectárea; resulta importante evitar el contacto de este
producto con el pasto Taiwán.
Control de plagas
No se ha detectado incidencia de plagas de importancia económica, sin embargo, la
mosca pinta o salivazo, el gusano barrenador, gusano cogollero, falso medidor, trips y
pulgones pudieran presentarse. Estos se pueden combatir mediante pastoreo intensivo,
corte del forraje, quema o mediante control biológico y aplicación de insecticidas.
Cosecha
Se utiliza como forraje de corte en verde. Aun cuando se puede ensilar y henificar de
forma artesanal, el proceso de mecanización se dificulta debido al amacollamiento y
grosor de las cañas que limitan el proceso. En este pasto se ha obtenido, bajo condiciones
de riego, rendimientos de 217 toneladas por hectárea al año en materia verde y 54.3
toneladas por hectárea al año de materia seca en seis cortes. El punto de madurez
apropiado se hectárea definido en rebrotes de 60 días, dentro de su estación de
crecimiento. Se puede utilizar a los 45 días de madurez, cuando se busque reducir la
suplementación de animales de requerimiento nutricional mayor. Se recomienda utilizar
los rebrotes a los 75 días cuando se busque sólo el mantenimiento de los animales.
Pastoreo directo
El pastoreo se puede realizar cada 40 a 45 días, en verano y 60 a 65 días en invierno, con
una altura de planta de 1.20 a 1.50 metros. Es importante considerar que la respuesta de
la planta bajo pastoreo también depende de factores como frecuencia e intensidad del
pastoreo y condición climática.
José Denis Osuna Amador
Pepino
Preparación del terreno
Es conveniente tener un suelo uniforme y sin terrones para que no haya problemas en la
distribución del agua, y se obtenga así un buen desarrollo de las plantas. Se sugiere un
rastreo doble y dos pasos en forma cruzada con niveladora o flote. De esta forma queda
una cama apropiada para la siembra.
Variedades
Las variedades que han mostrado mayor adaptación en la región son: Ashley, Poinsett 76,
Medalist, Raider, Encore y Market more 76.
Época de siembra
En función de las variedades, las recomendaciones de siembra son de mediados de
septiembre al 20 de abril.
Método de siembra
La siembra de pepino para producción en fresco se debe realizar
en camas de 1.80 metros de ancho por 100 metros de longitud; a un
costado del surco en riego por gravedad y al centro de la cama con sistema de goteo.
Antes de sembrar, la semilla debe ser tratada
con un kilogramo de Captan 50 más 250 gramos de Arazán 75. Si la siembra es en tierra
“venida” depositar la semilla a una profundidad de 6 a 7 centímetros y si es en seco de
2.0 a 3.0 centímetros.
Densidad de siembra
La siembra puede realizarse manualmente o bien, utilizando sembradora de precisión,
requiriendo de 3.0 a 4.0 kilogramos por hectárea de semilla. La distancia sugerida entre
plantas es de 40 centímetros, para obtener una población de 13,888 plantas por hectárea.
Riego
Los riegos deben ser ligeros y frecuentes. Evitar encharcamientos que ocasionan
enfermedades radiculares. Después del riego de presiembra se efectúa el primer auxilio a
los 10 días, el resto se dan a intervalos de 12 a 16 días, dependiendo de las condiciones
climáticas, tipo de suelo y variedad utilizada. Por lo general, el cultivo termina su ciclo
con seis riegos de auxilio con una lámina de 52 centímetros. Si el cultivo se establece con
el sistema de riego por goteo, aplicar 45 riegos ligeros, uno cada tercer día, con tiempo de
duración por riego de tres a cinco horas, para una lámina total de 28 centímetros.
Fertilización
Antes de la siembra se recomienda efectuar un análisis de suelo y agua para conocer las
condiciones de los mismos. En caso de que no se cuente con esto, fertilizar con 180
kilogramos de Nitrógeno y 50 kilogramos de Fósforo por hectárea, distribuidos en dos
partes: la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo a la siembra y el resto del Nitrógeno antes
de la floración.
Si se realiza algún análisis foliar se puede ajustar la dosis de fertilización con base a los
resultados de este análisis.
Labores de cultivo
Realizar dos cultivos con maquinaria y tres deshierbes manuales cuando no se apliquen
herbicidas permite mantener plantas sanas y con magnífico crecimiento. Si se usa riego
por goteo no se efectúan cultivos con maquinaria y sólo se realiza un arrope manual a la
planta. Para mejorar la producción y calidad del fruto, se puede utilizar el sistema de
espalderas o estacado en lugar del sistema de cama; sobre todo, en verano cuando la
temperatura es elevada. Este sistema es muy parecido al de envarado en tomate, por lo
que se utilizan también estacones, vara, hilo y alambre, en forma y distancia similares, la
única variación estriba en la separación de los surcos. Es importante que al inicio de la
floración masculina, se instalen tres colmenas por hectárea para obtener una buena
polinización de las flores.
Control de maleza
Seleccionar terrenos libres o poco infestados por maleza. Al momento de la siembra en
húmedo, aplicar en banda Prefar de 7.0 a 9.0 litros por hectárea; Tretox de 1.5 a 2.0
litros por hectárea, en aspersión preemergente a la maleza. Con la aplicación de
herbicidas no se requiere de deshierbe manual pero en caso de no utilizar control
químico, se requiere un promedio de tres deshierbes manuales. También es importante
realizar dos cultivos mecánicos en el fondo del surco.
Control de plagas

Seleccionar terrenos alejados de cultivos como alfalfa, hortalizas y cucurbitáceas,


principalmente. En caso de presencia de gusano trozador y saltarín, evitar
sembrar.
Respecto al pulgón y mosca blanca, eliminar hospederos, establecer barreras
vegetales, trampas con banda de polietileno amarillo con pegamento, alrededor
del cultivo, y trampas de tarjetas amarillas dentro del cultivo. Si es posible,
emplear acolchado color aluminio para repeler el arribo del pulgón y mosca
blanca o bien el uso de microtúneles hasta inicio de floración.
Para el control de gusano, utilizar Carbaril cebo 60 kilogramos por hectárea;
Furadán 5%, de 20 a 25 kilogramos por hectárea; Lorsban 2%, de 8.0 a 10
kilogramos por hectárea.
Para el control de grillos, pulga saltona y diabróticas, utilizar Gusatión metílico
50%, 1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Carbaril 80%, de 1.0 a 1.5 kilogramos
por hectárea; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75 kilogramos por hectárea y Paratión
metílico 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.
Contra minador de la hoja, utilizar Etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea,
Dimetoato 38%, de 0.8 a 1.0 litros por hectárea; Diazinón 25%, de 1.0 a 1.5
litros por hectárea.
Contra el gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%, de
1.0 a 1.5 kilogramos por hectárea; Tamarón 600, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea;
Metomilo 90%, 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea; Lorsban 48%, 1.5 litros por
hectárea.
Para gusano barrenador del fruto y guía, aplicar Metomilo 90%, de 1.4 a 1.6
kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.75 a 1.0 litro por hectárea;
Tamarón 600, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Bellmark 11.1% de 0.8 a 1.0 litro
por hectárea.
Para el control de pulgón y mosca blanca utilizar Thiodán 35%, de 2.0 a 2.5
litros por hectárea; Phosdrín 47%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; Diazinón 25%,
de 1.5 a 2.0 litros por hectárea, o Roxión 38%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.

Control de enfermedades

No establecer el cultivo cerca a superficies infectadas. Debe tenerse cuidado en el


control de insectos vectores.
Al observar síntomas virales, eliminar plantas y quemarlas o enterrarlas.
Para la cenicilla, Clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea;
Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.
Para el mildiu, utilizar Anilazina 50%, de 2.0-4.0 kilogramos por hectárea;
Folpet 52%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea o Captafol 50%, de 2.5 a 3.5
kilogramos por hectárea.
Para la mancha foliar, Anilazina 50%, 2.0 a 4.0 kilogramos por hectárea;
Clorotalonil 75%, de 2.5 a 3.0 kilogramos por hectárea, o Mancozeb 33%, 3.0 a
5.0 litros por hectárea.
En el caso de antracnosis, Anilazina 50%, 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea;
Clorotalonil 75%, 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea; Triforine 20%, de 1.0 a 1.5
litros por hectárea, o azufre 52%, de 2.5 a 3.0 litros por hectárea.

Cosecha
La cosecha se inicia alrededor de los 50 días después de la siembra; esto puede ser
variable dependiendo de las condiciones ambientales y de la variedad que se utilice. Los
frutos deben seleccionarse por su tamaño y calidad y empacarse en cajas, de acuerdo con
las exigencias del mercado. Generalmente se realizan de tres a cuatro cortes.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Praderas perennes
Introducción
En el estado se han introducido pastos mejorados generalmente cultivos de alto
rendimiento, como el pasto Señal, Insurgente, Rhodes, buffel y Tanzania. Entre especies
forrajeras se presentan diferencias en rendimiento y calidad de forraje, sin embargo,
todas resultan de importancia; por las condiciones específicas de clima, suelo, agua de
riego y su forma de utilización; aspecto que para una condición ambiental y específica de
producción en un rancho, hará que sobresalga una especie sobre otra.
Preparación del terreno
Se requiere de un paso de arado y dos pasos cruzados de rastra, con el objeto de
desmoronar terrones y dejar el suelo suelto para favorecer una adecuada cama de
siembre.
Época de siembra
Se recomienda su establecimiento con la entrada de la primavera, ya que con ella se da
un incremento de la temperatura que favorece la germinación de las semillas y torna más
reducido el periodo de tiempo a la primera utilización.
Cantidad de semilla requerida
La cantidad de semilla requerida para el establecimiento de las praderas depende de
varios factores, dentro de ellos sobresalen: la especie de pasto, la calidad de la semilla
(pureza y germinación) y el sistema de siembra. Para Buffel se requieren de 6.0 a 8.0
kilogramos por hectárea de semilla, mientras que para Rhodes, Señal, Insurgente y
Tanzania se requieren de 5.0 a 6.0 kilogramos por hectárea.
Método de siembra
El método de siembra es dependiente de la disponibilidad de maquinaria que se tenga en
el rancho, así como de lo mecanizable del terreno. Sin embargo, la siembra de pasto
puede realizarse implementando diversas opciones.
Al voleo: Consiste en esparcir sobre el terreno preparado en forma uniforme la semilla, ya
sea de forma manual o con voleadoras, para posteriormente darle un paso con rastra
de ramas que permita que quede cubierta por una capa de suelo lo que evita su rápida
deshidratación una vez aplicado el riego; además de que la semilla escapa de la acción
de plagas, como hormigas y pájaros.
Si se utiliza la siembra en melgas es necesario ajustar la cantidad de semilla que se
requiere para el área de la melga.
Surcado: Este método consiste en marcar surcos o líneas separados comúnmente a 0.8
metros. La semilla puede depositarse a chorrillo continua adaptando a los surqueros
mangueras que permitan en el momento del surcado la tirada de la semilla. También
puede depositarse la semilla de forma manual, procurando que la semilla se deposite
en el fondo del surco, para posteriormente mediante paso de rastra de rama se cubra.
Este método es recomendable cuando se pretende regar por surcos.
Siembra mecanizada: Se puede tirar la semilla en campo previo a su preparación
utilizando la sembradora tipo brillion, adaptando a la parte posterior una rastra de
ramas que permita un enterrado más uniforme que permita mejor condiciones para el
establecimiento de las plántulas de pastos. La semilla de algunas especies como buffel
pueden complicarse al utilizar este tipo de sembradoras ya que las espiguillas en las
que se encuentran las semillas, así como sus aristas pueden evitar un buen flujo de la
misma.
Profundidad de siembra
Se recomienda la siembra de estos pastos a una profundidad de 1.0 a 3.0 centímetros,
considerando la mayor profundidad para las semillas de mayor tamaño y la menor para
las semillas pequeñas.
Riego
Para el suministro del agua se puede utilizar el riego por goteo con cinta calibre 8 mil. La
aplicación de los riegos es uno cada tres días (dos por semana) con una lámina de 1.5 a
2.0 centímetros por riego. En condiciones de riego por gravedad se puede aplicar un
riego de 12 a 15 centímetros entre cortes.
Fertilización
La fertilización recomendada al establecimiento es 50-60-00. Para fertilizaciones
posteriores a cada corte se recomienda la siguiente dosis por cada tonelada de materia
seca cosechada: 20 kilogramos de Nitrógeno, 6 kilogramos de P2O5 y 23 kilogramos de
K 2O.
Control de maleza
El control químico se puede hacer mediante el herbicida Simazin en forma preemergente
y hasta 15 días después de efectuada la plantación, a razón de 2.0 kilogramos por
hectárea en 200 ó 400 litros de agua. La mezcla de Gesaprím más Lazo en dosis de 2.0
más 3.0 litros por hectárea de cada herbicida en suelo húmedo e inmediatamente
después del riego de siembra, presenta un buen control de malezas en forma
preemergente. También pueden utilizarse en forma postemergente Tordón a razón de 3.0
litros por hectárea
y 2,4-D amina en dosis de 1.5 a 2.0 litros por hectárea; este último para malezas de hoja
ancha que se presentan después de la emergencia de las plantas.
Control de plagas
En el estado, no se han detectado daños por este factor, sin embargo, en otras entidades es
la mosca pinta o salivazo el más dañino. Ésta se puede combatir mediante pastoreo
intensivo, corte del forraje, quema o mediante control biológico y aplicación de
insecticidas.
Utilización
Las praderas pueden ser utilizadas para producción de heno, ensilado y pastoreo. Es
importante que antes del primer corte o pastoreo haya pasado un tiempo mayor de 80
días para que la planta haya generado un buen sistema radicular que le permita el rebrote
exitoso. Se recomienda la utilización de estos pastos previo al espigamiento (28 a 35 días
de rebrote).
José Denis Osuna Amador
Sandía
Preparación del terreno
La preparación del terreno se inicia con un barbecho cuando el tipo de suelo es arcillosa o
se encuentra demasiado compactado. Si el suelo no presenta estas condiciones un par de
pasos de rastra en forma cruzada es suficiente. La nivelación permite un manejo
adecuado del agua, una germinación uniforme y evitan pudriciones de la planta.
Época de siembra
Del 15 de enero al 15 de mayo: Charleston gray, Garrisonian, Peacock, Paradise, HMX-
5911, Early jubilee, Peacock improved, XPH-5078 y Sangría. Del 15 de agosto al 15 de
noviembre: Jubilation, Oasis, Paradise, HMX-5911, Peacock, Early jubilee, Peacock
improved y Sangría.
Método de siembra
El ancho de camas para siembra es de 2.4 metros si se siembra una sola hilera y de 4.0
metros si se establecen dos. Cuando se utilice riego por gravedad, depositar la semilla a
un costado del surco; previamente ésta debe mezclarse con un kilogramo de Captan más
250 gramos de Arazán 75. Si la siembra es en seco, depositar la semilla entre 3.0 y 4.0
centímetros y en húmedo de 6.0 a 7.0 centímetros de profundidad. Para la germinación
de semilla sembrada en seco es necesario dar un riego ligero, a fin de que el agua llegue
por trasporo y se evite con ello la pudrición de las mismas. Si el sistema de riego es por
goteo, sembrar al centro de la cama, arriba de donde se instaló la cinta de riego,
recomendando ésta a una profundidad de 20 centímetros.
Variedades

Híbridos y variedades de sandía sugeridas para el Valle de Santo Domingo, B.C.S.


Híbrido o variedad Días a cosecha Color externo Tamaño
Charleston Gray 90 Verde claro Grande alargada
Garrisonian 95 Verde claro Grande
Peacock Improved 90 Verde oscuro Mediano
XPH–5078 90 Verde oscuro Grande
Jubilation 100 Verde claro Mediano
Oasis 85 Verde Mediano redonda
Paradise 85 Rayado Grande
HMX–5911 90 Verde rayado Mediano
Early Jubilee 100 Verde rayado Muy grande
Peacock 90 Verde oscuro Mediano
Allsweet 95 Verde claro Mediano
Peacock WR - 60 105 Verde oscuro Mediano
Picnic 100 Verde oscuro Mediano redonda
Tiffany 90 Verde claro Mediano redonda
Sangría 90 Verde rayado Mediano redonda

Densidad de siembra
Sembrar de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea de semilla dependiendo de la variedad,
para lograr una población de 8,300 plantas por hectárea. Sembrar dos semillas cada 0.50
metros de separación; después desahijar o aclarear el plantío a los 40 días de emergidas
las plantas, dejando la más vigorosa.
Fertilización
Antes de la siembra se recomienda efectuar un análisis de suelo y agua para conocer las
condiciones de los mismos. En caso de no realizar análisis de suelo se sugiere aplicar 200
kilogramos de Nitrógeno y 50 de Fósforo por hectárea, aplicando la mitad del Nitrógeno
y todo el Fósforo a la siembra, y la otra mitad del Nitrógeno antes de la floración. La
fertilización se debe hacer a una profundidad de 10 centímetros y a la misma distancia
hacia un lado de la semilla o planta. En el caso de riego por goteo, la fertilización puede
iniciarse cuando el cultivo esté en la etapa de plántula y concluirla antes del primer
corte. Si se realiza algún análisis foliar se puede ajustar la dosis.
Riego
Cuando se trata de riego por gravedad, éstos deben ser ligeros y frecuentes, ya que los
encharcamientos promueven enfermedades. La longitud máxima de las camas de
siembra debe ser de 100 metros. Para hacer una mejor utilización del agua, se consideran
ocho riegos que varían según las condiciones ambientales, el tipo de suelo y la variedad,
con una lámina total de 64 centímetros, distribuidos de la siguiente manera: riego de
siembra 16 centímetros, los tres primeros riegos de auxilio 8.0 centímetros y los cuatro
siguientes de 6.0 centímetros, cada uno. Con el sistema de riego por goteo se han
obtenido buenos resultados al regar cada tercer día. Para el ciclo completo se requieren
65 riegos con una lámina total de 35 centímetros.
Labores de cultivo
Un plantío libre de maleza tiene menor incidencia de plagas y aprovecha todo el
fertilizante y agua. Realizar el primer cultivo 45 días después de que han emergido las
plantas y el segundo 15 días después del primero, antes del inicio de formación de guías.
La labor agrícola se debe hacer con precaución, procurando no lastimar raíces ni guías.
Cuando las guías invaden el surco, deben levantarse hacia la parte superior de la cama,
siguiendo la curva natural de su crecimiento.
Control de maleza

Escoger un terreno libre o con poca maleza, especialmente para el caso de


especies perennes. Sembrar en húmedo para destruir antes de la siembra, la
maleza que emerge con el riego.
Aplicación en banda de Bensulide 48% de 7.0-9.0 litros por hectárea, en
presiembra antes del riego de aniego, incorporado de 3.0 a 5.0 centímetros de
profundidad.
Aplicación de Trifuralina 44.5% de 1.2-2.0 litros por hectárea, en aspersión
dirigida a la base de las plantas del cultivo y preemergente a la maleza. La dosis
puede disminuirse en aplicación en banda. Controla maleza de hoja ancha y
angosta anual.
Aplicar DCPA 75% de 7.0 a 9.0 kilogramos por hectárea en banda 4 a 5 semanas
después de la siembra, preemergente a la maleza. Controla maleza de hoja
angosta y ancha anual.
Realizar dos cultivos mecánicos en el fondo del surco.
En caso de no utilizar control químico se necesitan un promedio de tres
deshierbes manuales.

Control de plagas

Seleccionar un terreno alejado de áreas de cultivo con plagas comunes como


alfalfa y algunas hortalizas, principalmente cucurbitáceas.
Usar el control biológico
Para reducir la presencia de gusano trozador y saltarín se re-
comienda no sembrar en terrenos arenosos y/o donde ante-
riormente se han tenido altas incidencias de estos insectos, o en socas de cultivos
hospederos (sorgo, maíz, trigo, garban-
zo, etcétera).
El control químico de gusano trozador y saltarín se sugiere realizarlo con carbaril
cebo 2%, 60 kilogramos por hectárea; Carbofurán 5%, de 20 a 25 kilogramos por
hectárea; Clorpirifos 48%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.
Para plagas de inicio de temporada como grillo, pulga saltona y diabrótica, se
sugiere aplicar Gusatión metílico 50%, de 1.0 a 1.5 kilogramos; Carbaril 80%, de
1.0 a 1.5 kilogramos; Malatión 84%, de 0.6 a 0.75 kilogramos; Paratión metílico
50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea.
Para minador de la hoja aplicar Etión 50%, de 1.0 a 1.2 litros por hectárea;
Dimetoato 38%, de 0.8 a 1.0 litro por hectárea o Diazinón 25% de 1.0 a 1.5
litros por hectárea, al registrar un daño de 25% o mayor y alta presencia de
adultos, a las horas de mayor actividad del adulto
En caso de gusano soldado y falso medidor, aplicar Bacillus thuringiensis 3.2%,
de 1.0 a 2.5 kilogramos por hectárea; Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por
hectárea; Metomil 90%, de 0.4 a 0.6 kilogramos por hectárea o Clorpirifos 48%,
1.2 litros por hectárea, al observar 6 o más larvas menores de tercer estadío en 10
plantas y daño presente.
En presiembra rastrear la maleza 20 metros o más alrededor del cultivo para
eliminar hospederos de pulgón y mosca blanca, principalmente. Establecer antes
del cultivo barreras trampa de sorgo sudán o maíz.
El control químico de pulgón y mosca blanca se sugiere realizarlo con Endosulfán
35%, de 1.5 a 2.5 litros por hectárea; Mevinfós 47%, de 1.5 a 2.0 litros por
hectárea; Diazinón 25%, de 1.5 a 2.0 litros por hectárea o Dimetoato 38%, de
1.0 a 1.5 litros por hectárea, al detectar las poblaciones arribantes de la pulga y/o
primeras plantas de los márgenes con adultos.
Para control de gusano barrenador del fruto y guía, emplear Metomilo 90, de 0.4
a 0.6 kilogramos por hectárea; Malatión 84%, de 0.75 a1.5 litros por hectárea;
Metamidofos 50%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Fenvalerato 11.1%, de 0.8 a
1.0 litro por hectárea, al encontrar cinco larvas en 100 hojas y/o al observar los
primeros frutos dañados.

Control de enfermedades

El cultivo no debe establecerse cercano a superficies con otros cultivos


infectados, especialmente si se trata de cucurbitáceas.
El manejo apropiado de los insectos vectores como pulgón y mosca blanca,
además de chicharritas y en ocasiones diabróticas y mosca minadora, en la forma
ya indicada, reducen el riesgo de que se presenten enfermedades virales.
El uso de microtúneles es la técnica más efectiva para prevenir la presencia de
virus.
Inmediatamente después de la nacencia se pueden eliminar plantas con
marcados síntomas virales, quemarlas y enterrarlas.
Para la cenicilla, aplicar clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos; Triforine 20%,
de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o Triadimefón 25, de 0.4 a 0.5 litros por hectárea,
con síntomas y/o condiciones de nublados, rocíos y temperaturas altas.
Eliminar plantas silvestres hospederas (meloncillo o melón coyote) dentro del
cultivo y/o alrededor, lo mismo que para mildiu.
Para mildiu, utilizar Anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos; folpet 52%, de 2.5
a 3.5 kilogramos o Captafol 50%, de 2.5 a 3.5 kilogramos por hectárea, al
aparecer primeros síntomas y/o condiciones de alta humedad relativa. Se puede
utilizar azufre.
La mancha foliar se puede controlar con Anilazina 50%, de 2.0 a 4.0 kilogramos;
Clorotalonil 75%, de 2.5 a 3.0 kilogramos por hectárea o Mancozeb 33%, de 3.0
a 5.0 litros por hectárea. Aplicar al aparecer primeros síntomas y/o condiciones
de alta humedad relativa y temperatura superior a 22 ºC.
En caso de presencia de antracnosis emplear Anilazina 50%, de 2.0 a 3.0
kilogramos por hectárea; Clorotalonil 75%, de 2.0 a 3.0 kilogramos por hectárea;
Triforine 20%, de 1.0 a 1.5 litros por hectárea o azufre 52%, de 2.5 a 3.0 litros
por hectárea, al observar primeros síntomas en primeras hojas y/o condiciones
de alta humedad relativa y temperaturas altas.
Damping off o marchitez de plántulas: emplear Carbendazim 50%, 0.5 gramos
en 500 mililitros de agua al aparecer primeros síntomas, a intervalos semanales.
En caso de marchitez de plántulas y mancha foliar, debe dejarse de establecer
este cultivo por varios años.
En caso de antracnosis, mildiu y marchitez de plántulas, se sugiere primero que
nada utilizar variedades o híbridos tolerantes.
Sembrar dentro de las fechas recomendadas, empleando variedades sugeridas.

Cosecha
Puede realizarse cuando comiencen a desaparecer las venas que se encuentren en la parte
superficial del fruto. Esto sucede de los 85 a los 100 días aproximadamente, después de
la siembra; una vez iniciada la cosecha se recomienda efectuar cortes cada 5 días.
Jesús Navejas Jiménez
Sorgo
Preparación del terreno
Barbechar a 20 centímetros de profundidad y dar uno o dos pasos de rastra para mullir el
suelo; después nivelar el terreno para lograr uniformidad en la germinación del cultivo y
ahorro en el agua de riego.
Época de siembra
La mejor época está comprendida del 15 de febrero al 31 de marzo, correspondiendo al
mes de mazo los mayores rendimientos.
Híbridos y variedades
Los materiales sugeridos para el valle de Santo Domingo son los siguientes: 85G47,
86P42, 8282, 82G10, Diamante y Ámbar.
Método y densidad de siembra
La siembra se realiza en surcos, en seco o húmedo y en el lomo del surco o en el fondo del
mismo. Sea cual sea el método que se use, sembrar a una profundidad uniforme; en suelo
seco depositar la semilla a 3.0 a 4.0 centímetros de profundidad y en tierra húmeda a 6.0
a 7.0 centímetros. Para variedades o híbridos tardíos, la distancia entre surcos debe ser de
70 a 75 centímetros, y para híbridos precoces y semi-precoces, de 60 a 65 centímetros.
De los sorgos tardíos utilizar de 10 a 12 kilogramos por hectárea de semilla, y de los
precoces y semi-precoces de 12 a 15 kilogramos por hectárea; en ambos casos, la
separación entre plantas debe ser de 5.0 centímetros.
Fertilización
Aplicar de 120 a 140 kilogramos por hectárea de Nitrógeno, al momento de la siembra.
En ocasiones, particularmente durante las primeras etapas de desarrollo, el cultivo de
sorgo en esta región presenta un amarillamiento o clorosis en las hojas debido a una
deficiencia de fierro; para corregir esta deficiencia es necesario:

Dar uno o dos pasos con cultivadora.


Aplicar al follaje una solución de sulfato ferroso al 2.5% la cual se prepara
disolviendo 2.5 kilogramo de sulfato ferroso en 100 litros de agua; para esto se
debe considerar lo siguiente: agregar un dispersante a la solución, ya que si no se
adiciona las hojas reaccionarán únicamente con puntos verdes; hacer las
aplicaciones antes de las ocho de la mañana para evitar quemaduras en el follaje.
El sulfato ferroso debe presentar un color verde; cuando presenta un color
amarillo o café, ya está oxidado y no sirve para asperjar al follaje. La solución
debe preparase cuando se vaya a utilizar y nunca quedar de un día para otro.
Aplicar al follaje quelatos de fierro, en dosis de 1.5 kilogramos disueltos en 100
litros de agua por hectárea.

Riego
El periodo de riego está comprendido desde la floración hasta la formación del grano, ya
que ésta es la etapa crítica de la planta. Generalmente cuatro riegos aplicados a los 30,
60, 80 y 95 días después de la germinación son suficientes para lograr buenos resultados.
Labores de cultivo
Mantener el cultivo libre de maleza, sobre todo hasta que la planta alcance 40
centímetros de altura, ya sea por medios mecánicos o con herbicidas. La siembra en
húmedo disminuye el problema de malas hierbas. Dar 2 pasos con cultivadora y luego
abrir surcos para poder regar. Los pasos con cultivadora deben ser superficiales para no
dañar el sistema radicular de la planta.
Control de plagas
La principal plaga de este cultivo en la región es la mosquita del sorgo. El ataque lo
causan directamente las larvas que se alimentan del endospermo del grano, devoran todo
el contenido y provocan su avanamiento completo. Entre los métodos de control
sugeridos, destacan las medidas culturales, las cuales consisten en realizar las siembras
del sorgo en un periodo más corto, ya que en cultivos con floraciones más uniformes, es
menor el número de generaciones de mosquita. Otras medidas son sembrar dentro de la
época indicada y destruir los zacates silvestres que pueden servir de hospederos cuando
el sorgo aún no ha iniciado su floración o después de la cosecha de éste. El combate
químico se puede realizar con los siguientes productos: Diazinón 25%, un litro por
hectárea; Sevín 80%, 1.5 kilogramos por hectárea; Lorsban 480, 0.75 a un litro por
hectárea. Las aplicaciones deben hacerse cuando se inicia la floración y se encuentran las
mosquitas alrededor de la panoja, sobre todo en siembras tardías.
Otra plaga de importancia económica en la región es el gusano saltarín, el cual se
presenta generalmente en siembras tardías de primavera y en todas las de verano. La
mayor incidencia ocurre cuando el cultivo anterior fue sorgo. Como control preventivo
se sugiere hacer aplicaciones de Lorsban, a razón de 1.5 litros por hectárea al suelo, al
momento de tapar humedad.
Control de enfermedades
Debido a las condiciones climatológicas imperantes en el Valle de Santo Domingo, el
sorgo es poco atacado por enfermedades que requieran de un control químico.
Cosecha
Para la realización de esta labor se debe utilizar de preferencia trilladora motocombinada,
y cosechar cuando el grano se encuentre seco.
Jesús Navejas Jiménez
Sorgo forrajero
Preparación del terreno
Concuerda con las labores descritas para sorgo en el apartado de cultivos de grano en la
presente publicación.
Variedades
Supersweet, Silo miel, Pampa verde, Selva amazónica, Sorgos nervadura café (BMR).
Época de siembra
La época de siembra determina el número de cortes factibles de realizar. Con siembras
del 15 de febrero al 15 de abril se pueden realizar de uno a tres cortes, mientras que las
siembras del 15 de marzo al
15 de abril, permiten tan sólo dos cortes.
Método de siembra
Se recomienda sembrar en surcos separados a 80 centímetros, depositando la semilla a
chorrillo en el lomo del surco, con sembradora de botes previamente calibrada. Se puede
sembrar en suelo seco y depositar la semilla a 3.0 centímetros de profundidad o en suelo
húmedo a una profundidad de 5 a 7 centímetros.
Densidad de siembra
La cantidad óptima de semilla es de 15 a 18 kilogramos por hectárea, con lo cual se
obtiene una buena población de plantas.
Riego
El sorgo forrajero requiere de tres riegos para lograr buenos rendimientos. Al
establecimiento se aplica el riego de presiembra o “aniego”, luego un auxilio a los 35 días
y el segundo auxilio a los 25 días después del primero. Enseguida de cada corte se aplica
el riego de rebrote, luego dos auxilios con intervalos de 25 y 20 días.
Fertilización
Se recomienda aplicar al momento de la siembra 60 kilogramo porhectárea de Nitrógeno
más 40 kilogramos de Fósforo, posteriormente aplicar 50 kilogramos de Nitrógeno al
encañe y otros 50 kilogramos al espigamiento; después de cada corte aplicar 60
kilogramos por hectárea de Nitrógeno.
Recomendaciones para el control de plagas en sorgo en el
Valle de Santo Domingo
Plaga Producto y dosis/hectárea Época deaplicación
Gusano trozador Carbofurán 300 s.a., 3.0 kilogramos; Aplicación en banda al momento de la siembra en suelos
y saltarín Clorpirifos 2%, 9.0 kilogramos infestados.
Diabróticas, Malatión 84% ce, 1.0 l; Con un 15% de daño y cultivo menor a 15 centímetros de altura
chapulines Carbaril 80 ph, 1.0 a 1.5 kilogramos; con alta presencia de insectos.
y pulga saltona Carbofurán 5% g, 40 kilogramos.
Gusano cogollero Metomil 90% ps, 0.4 a 0.6 kilogramos; Después de los primeros 40 días del cultivo.
Carbaril 80% ph, 1.0 l;
Bacillus thuringiensis Var.Kurstaki, 2.0 a 3.0
kilogramos por hectárea.
Pulgones Omeotato 93% ls, 0.3 a 0.4 l; Al observar un 25 por ciento de plantas infestadas y presencia de
Diazinón 25% ce, 1.0 a 1.5 l. fumagina.
Se recomienda no aplicar insecticidas al menos 15 días antes del corte del forraje.

Control de maleza
Se recomienda mantener al cultivo libre de malas hierbas durante los primeros 40 días
del cultivo, para lo cual es conveniente dar un paso de cultivadora a los 20 días después
de la siembra y a los 15 días en los rebrotes. En ambos casos las escardas serán previas al
riego correspondiente.
Si la presencia de maleza es fuerte, se puede aplicar un herbicida específico para hoja
ancha como el 2,4-D amina 6, en dosis de
un litro por hectárea o bien 2,4-D amina 4, 1.5 litros por hectárea, cuando el cultivo
tenga de 20 a 25 días de nacido.
Control de enfermedades
Este cultivo no se presenta enfermedades de importancia económica; sin embargo, como
medida preventiva se recomienda el uso de semilla certificada, sembrar en la fecha
indicada y utilizar los insumos y dosis señalados.
Cosecha
El sorgo forrajero se puede utilizar de diversas maneras según el interés del productor.
Ensilaje: La etapa adecuada es cuando se encuentre en grano lechoso-masoso.
Empaque: Cuando las plantas se encuentren en inicio de floración.
Pastoreo: Iniciarlo cuando las plantas alcancen un metro de altura hasta antes del
espigamiento.
El sorgo produce ácido cianhídrico que puede causar intoxicación en el ganado que lo
consume. Por lo anterior, se recomienda no pastorear o cortar a una altura menor de 60
centímetros. Si las plantas han sufrido sequía o heladas, existe al peligro antes señalado,
por lo que se debe utilizar hasta que las plantas se recuperen después del riego o bien
cuando se sequen completamente.
José Denis Osuna Amador
Tomate
Preparación del terreno
Realizar el barbecho si el terreno está muy compactado; enseguida uno o dos pasos de
rastra para eliminar los terrones y finalmente nivelar para manejar eficientemente el
agua de riego. Si el terreno no presenta estas características, los pasos de rastra son
suficientes.
Variedades
Para la obtención de altos rendimientos y mejor calidad, se recomiendan las variedades
siguientes: 3705 toro, Glista, Río Grande, Cal “J” Uc 97-b, Río Colorado
supermarmandi, Royal chico VFN, Spectrum 579, Río fuerte, Colonial salamech II,
Contessa el rey, Nápoli VF OMX 8586, Laredo retador e IMY-8566.
Época de siembra
Si las condiciones de frío lo permiten, la época óptima de siembra comprende del 15 de
febrero al 15 de abril y en el verano-otoño del 1º de agosto al 15 de octubre.
Método de siembra
La siembra puede hacerse en forma directa o por trasplante; en el primer caso las plantas
se desarrollan más rápidamente. La separación entre plantas debe ser de 30 centímetros
en el sistema de piso y 20 centímetros para el sistema de vara; la distancia entre surcos es
de 1.80 metros para ambos casos. Para disminuir el daño que el sol causa a los frutos, los
surcos se deben orientar de este a oeste. La producción de plántulas en charolas requiere
aproximadamente 100 gramos de semilla para una hectárea; el trasplante se lleva a cabo
a los 30-35 días después de la siembra en las charolas.
Densidad de siembra
En siembra directa se utilizan 2.0 kilogramos de semilla por hectárea, depositándola a 2.0
centímetros de profundidad sobre el terreno seco y entre 5.0 y 7.0 centímetros en suelo
húmedo. Para almácigos se siembran 2.0 gramos por cada 10 metros lineales, en seco o
húmedo, a la misma profundidad que para el sistema directo, ocupándose 400 gramos de
semilla para plantar una hectárea.
Riego
El riego de siembra debe ser lento para que la humedad llegue a la semilla por trasporo ya
que de lo contrario se forma una costra dura que dificulta la nacencia. Se sugieren nueve
riegos ligeros y constantes, para evitar que la planta sufra por sequía. Los surcos no deben
ser mayores de 100 metros de longitud, para facilitar el manejo de agua y evitar de este
modo los encharcamientos en las cabeceras, que son dañinas al tomate. Con este sistema
se aplican un total de 85 centímetros de lámina. En siembras con riego por goteo se
sugiere regar cada tres días, aplicando el 70% de la lámina evaporada, con una lámina
total de 46 centímetros.
Fertilización
Realizar análisis de suelo para conocer la cantidad de nutrimentos en el suelo. En caso de
que no se haga el análisis se sugiere aplicar 200 kilogramos de Nitrógeno, 100 kilogramos
de Fósforo y 200 kilogramos de Potasio por hectárea en la forma siguiente: el Nitrógeno y
el Fósforo distribuirlos desde el estado de plántula hasta el inicio del primer corte; el
Potasio desde la aparición de la floración hasta el inicio del corte. Si cuenta con equipo
de goteo distribuirlo a través del sistema y en forma más fraccionada. La dosis de
fertilizante será mayor al utilizar híbridos, que son más productivos y más caros, y más
demandantes de nutrimentos y de insumos en general. Finalmente, la fertilización puede
ser ajustada con base en los resultados de análisis foliar que se pueden realizar en el ciclo,
y puede ser vía foliar y al suelo las aplicaciones de los fertilizantes.
Labores de cultivo
Las labores de cultivo se pueden realizar con maquinaria o manualmente; la primera
debe ser entre la primera y segunda semana después del trasplante o después del
desahije. Las siguientes labores serán con maquinaria. El raleo se efectúa cuando las
plantas tienen una altura de 10 a 15 centímetros; es decir, aproximadamente a los 30 días
después de nacido el cultivo, dejando una sola planta por cepa.
Estacado
En el caso del tomate de vara se sugiere poner el estacado antes de que inicie la floración.
Los estacones se clavan a 4 metros de distancia, las varas se amarran verticalmente del
alambre que está tendido en los extremos superiores de los estacones. El diámetro de los
estacones debe ser de 4.0 centímetros por lo menos y una longitud de 2.0 a 2.5 metros,
mientras que el diámetro de las varas debe ser como mínimo de 2.0 centímetros. El
primer amarre se hace a 25 a 30 centímetros de altura del suelo y los siguientes, cada vez
que la planta lo requiera.
Poda
En variedades de crecimiento determinado e indeterminado se requiere llevar a cabo el
desbrote y eliminación de chupones que crecen debajo de la primera horqueta, formada
por el tallo principal y la rama secundaria que sale debajo del primer racimo floral.
Control de malezas
En el siguiente cuadro se muestra el control químico de malezas.
Control químico de maleza en tomate en el Valle de Santo Domingo
Producto Dosis/hectárea* Época de aplicación Maleza que combate
Trifluralina 1.2 a 1.4 l Aplicación incorporada seis semanas antes del transplante. Maleza anual de hoja ancha y
44.5% angosta.
Metribuzín 0.4 a 0.5 kilogramo Aplicación antes del transplante en terreno húmedo o en Controla principalmente maleza de
70% postransplante 10 a 12 días después. Aplicación al cierre del hoja ancha, incluyendo malva y
cultivo. No aplicar en suelos arenosos y con exceso de sales. zacates menores de 5.0 cm de altura.
DCPA 75% 10 a 12 kilogramo Aplicación de dos a cuatro semanas después del transplante. Maleza anual de hoja ancha y
Aplicar en húmedo angosta.
* La dosis sugerida es en aplicación total, pero se puede aplicar en banda para reducir la cantidad de herbicida a emplear y el costo.

Control de plagas

Control químico de plagas del tomate en el Valle de Santo Domingo


Plaga Producto y Época de aplicación
dosis/hectárea
Diabróticas Malatión 84%, 0.7 a 1.0 Con daño del 10% o mayor y alta presencia de adultos. Hasta que el cultivo alcance los 20
y pulga litros; centímetros de altura.
saltona Malatión 4%, 10 a 15
kilogramos;
Diazinón 25%, 1.0 a 1.5
litros;
Gusano Carbaril cebo 2%, 60 Al observar plantas con daño en el tallo y presencia del insecto, hasta que el cultivo alcance de
trozador, kilogramos; 15 a 20 centímetros de altura.
grillos y Triclorfón cebo 2%, 50
chapulines kilogramos;
Carbaril 7.5% + Paratión
Metílico 2%, 10 + 15
kilogramos.
Mosca Etión 48%, 1.0 a 1.5 litros; Con un 25% de daño o más y/o con un número elevado de prepupas/trampa por día, de acuerdo
minadora Abamectina 1.8, 0.75 a 1.0 al desarrollo del cultivo.
litros;
Diazinón 25%, 1.0 a 1.5
litros;
Mevinfós 47%, 0.7 a 1.0
litros;
Gusano del Mismos productos A partir de floración y hasta que haya frutos verdes, aplicar al encontrar 15 huevecillos en 100
fruto anteriores hojas tomadas al azar.
Gusano Bacillus thuringiensis Aplicar en larvas recién emergidas, al encontrar dos o más por metro lineal. A partir de la
soldado y var.Kurstaki 75%, 0.7 a fructificación, con una o más larvas de gusano soldado ya que frecuentemente se alimenta del
gusano 1.0 kilogramos; fruto.
falso Clorpirifos 48%, 1.5 a 2.0
medidor litros;
Metomilo 90%, 0.4 a 0.6
kilogramos;
Permetrina 34%, 0.4 a 0.6
litros;
Mosca Endosulfán 35%, 1.5 a 2.5 Utilizar el trampeo y más medidas sugeridas para evitar altas incidencias. Aplicar al detectar los
blanca y litros; arribos de la plaga en trampas amarillas con pegamento.
pulgón Dicofol 25% + Dimetoato
38%, 1.5 + 1.0 litros;
Mevinfós* 47%, 0.75 a 1.0
litros;
Oxamil 24%, 2.0 a 4.0
litros;
Monocrotofós 56% +
Paratión Metílico 50%,
0.75 + 1.0 litros.
Gusano Abamectina 1.8%, 0.75 a Utilizar trampas con feromonas y aplicar al registrar 10 adultos/trampa por semana. En el caso
alfiler 1.0 litros; de larvas, muestrear los surcos 1, 5 y 10 en dos márgenes del lote, inspeccionando cada 10 m
Tiocyclamhidrogenoxalato una planta completa. Aplicar al obtener una o más larvas por cada tres plantas revisadas.
5%, 0.6 a 0.7 kilogramos;
Fenvalerato 11%, 0.4 a 0.6
litros;
Metomilo 90%, 0.4 a 0.6
litros;
Permetrina 34%, 0.4 a 0.6
litros;
Bacillus thuringiensis**
var. Kurstaki 75%, 0.75 a
1.0 kilogramos.
* Prohibido aplicarlo en forma terrestre.
** Se recomienda al observarse las primeras larvas y no haya frutos mayores de 3.0 cm de diámetro.
Nota: utilizar además el control biológico.

Control de enfermedades

Sugerencias para el control químico de las enfermedades del tomate


en el Valle de Santo Domingo, B.C.S.
Nombre Producto químico y Época de aplicación
común dosis/hectárea
Secadera de Aplicar al observar las primeras plantas afectadas y repetir en condiciones de alta
plantas Captan 50%, 2.0 a 3.0 humedad y temperatura
(damping off) kilogramos;
Oxicloruro de Cobre
85% + Maneb 80%, 3.0
+ 2.0 kilogramos
Sulfato tribásico de
Cobre 93%, 20
kilogramo/100 litros de
agua

Mancha Al observar las primeras plantas con síntomas.


bacteriana Hidróxido cúprico 70%, Repetir si hay días nublados y temperaturas entre 25 y 29ºC.
1.5 a 2.0 kilogramos; Tratamiento a la semilla
Sulfato de Cobre 50%,
2.0 a 4.0 kilogramos
Oxicloruro de cobre
85% + Maneb 80%, 3.0
+ 2.0 kilogramos;
Mancozeb 62% +
sulfato de Cobre 93%,
0.5 + 3.0 kilogramos

Tizón Aplicar al registrarse días lluviosos o húmedos con temperaturas de 24ºC. Repetir a
temprano Anilazina 50%, 2.0 a 2.5 intervalos de siete a 10 días si persisten las condiciones climáticas y/o con plantas
kilogramos; enfermas. Tratamiento a semilla
Clorotalonil 75%, 2.0 a
2.5 kilogramos;
Oxicloruro de Cobre
85% + Maneb 80%, 3.0
+ 3.0 kilogramos;
Captan 50%, 30 a 40
gramos por litro de
agua*

Tizón tardío Aplicación preventiva con humedad relativa alta y temperaturas bajas, entre 12 y 15ºC.
Anilazina 50%, 2.0 a 2.5 Repetir si persisten las condiciones climáticas y/o si está presente la enfermedad
kilogramos;
Oxido cuproso 50%, 2.0
a 3.0 kilogramos;
Maneb 80%, 2.0 a 3.0
kilogramos;
Mancozeb 33%, 3.0 a
5.0 litros;

Moho de la Aplicar al observar los primeros síntomas y repetir con condiciones de alta humedad
hoja Maneb 80%, 2.0 a 3.0 relativa y temperatura de 22ºC con la enfermedad presente
kilogramos;
Captafol 50%, 1.0 a 1.5
kilogramos;
Carbendazim 50%, 0.4 a
0.5 kilogramos;
Benomilo 50%, 0.4 a 0.5
kilogramos;
Maneb 80% +
Carbendazim 50%, 2.0 +
0.4 kilogramos

Cenicilla Aplicar al observar las primeras lesiones y/o con condiciones de alta temperatura y baja
Azufre 93%, 4.0 a 6.0 humedad
kilogramos; relativa
Benomilo 50%, 3.0 a 5.0
kilogramos;
Clorotalonil 75%, 2.0 a
2.5 kilogramos.

Enfermedades Implementar todas las medidas preventivas sugeridas para su control. Combatir eficientemente los factores que la
virales del propician
tomate. Virus
mosaico del
pepino

Cosecha
El grado de madurez del fruto al cosecharse está determinado por las condiciones y
necesidades de comercialización. Normalmente, cuando la producción se transporta
largas distancias, la cosecha se realiza cuando el fruto ha formado en su base una estrella
de color crema o cuando todo el fruto se empieza a tornar de color crema. Para el
consumo local la cosecha se hace cuando el fruto empieza a tomar un color rojo.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Tomatillo
Preparación del terreno
Para la siembra de tomatillo es necesario realizar un barbecho de 25 centímetros de
profundidad, dos pasos de rastra y una nivelación con flote o escrepa.
Variedades
Para el Valle de Santo Domingo se sugieren tres variedades con amplio rango de
adaptación y buen potencial de rendimiento: Esmeralda, Santo Tomás y Criollo.
Época de siembra
Los mejores rendimientos se logran en el periodo comprendido del 1º de agosto al 30 de
marzo.
Método de siembra
El establecimiento de este cultivo generalmente es en forma directa, también se puede
establecer mediante transplante, aunque esto eleva los costos de producción; la siembra
directa es rápida y práctica utilizando sembradora de precisión, para ello se forman
camas de 1.60 metros, plantando en el costado del surco y éstos no deben pasar de 100
metros de longitud. En el caso de utilizar riego por goteo la siembra se realiza al centro de
las camas de 1.60 metros de ancho.
Almácigo: La siembra se hace en rayas espaciadas a 10 centímetros, colocando la semilla
a chorrillo a 1.0 centímetro de profundidad. Para trasplantar una hectárea se requiere
40 metros cuadrados de almácigo, para lo cual se utilizan 500 gramos de semilla.
También pueden utilizarse charolas. Durante el almácigo hay que fertilizar en 2
ocasiones con Nitrógeno: una a la siembra y la otra a los 20 días. Debe mantenerse
humedad constante procurando realizar aplicaciones de agroquímicos para mantener
libre de plagas y prevenir enfermedades.
Siembra directa: Para la siembra directa del tomatillo se requiere de una buena
preparación del terreno, utilizando 2.0 kilogramos por hectárea de semilla, en camas
de 1.60 metros de ancho y 30 a 40 centímetros entre plantas.
Época de trasplante
El trasplante debe realizarse cuando las plantas tengan entre 8.0 y 10 centímetros de
altura; también, es en esta etapa cuando debe realizarse el aclareo, procurando dejar la
planta de mayor vigor; esto sucede a los 30 ó 35 días después de la siembra. Es
conveniente dejar una planta cada 40 centímetros, aunque también existen buenos
resultados cuando se dejan dos plantas.
Riego
Cuando se realiza el riego por gravedad éste debe ser ligero, pues la humedad debe llegar
a la semilla y a las plantas por trasporo para evitar pudriciones. El primer riego se aplica
al momento del trasplante, cuando se obtiene la planta por almácigo, luego un riego a los
3 ó 4 días; el tercero 8 días después del segundo y del cuarto en adelante se sugiere darlos
con intervalos de 8 a 15 días. En la etapa de fructificación los riegos deben realizarse con
más frecuencia, dependiendo de las condiciones ambientales y de las características del
suelo. El ciclo del cultivo termina con cinco o siete riegos ligeros con una lámina total de
58 centímetros.
Los riegos aplicados por goteo se realizan cada tres días, con una duración de 3 a 4
horas; conforme avanza el desarrollo de la planta, debe aumentarse el tiempo de riego a 5
horas cada tercer día, dependiendo del clima y variedad. Se aplican de 55 a 60 riegos en
todo el ciclo del tomatillo, con una lámina total de 34 centímetros.
Labores de cultivo
Cuando la siembra es en forma directa es importante iniciar las escardas después del
desahije. La primera es en trasplante y la segunda al inicio de floración. Se sugiere un
deshierbe manual para eliminar la maleza que la cultivadora no alcanza a cortar.
Fertilización
Se recomienda llevar a cabo análisis de suelo antes de sembrar para conocer la cantidad
de nutrimentos existentes en el mismo. Si no se hace análisis se sugiere fertilizar con la
formula 100-40-00 dividida en dos etapas: la primera al trasplante o en siembra directa,
adicionando la mitad del Nitrógeno y todo el Fósforo; el resto del Nitrógeno al momento
de floración. Una forma de ajustar la dosis de fertilización es realizando análisis foliar al
cultivo.
Control de plagas

Sugerencias para el control químico de plagas del tomatillo


en el Valle de Santo Domingo
Plaga Producto Dosis/hectárea Época de aplicación
Gusano Carbaril cebo 2% 60 kg Al observar plantas con daño en el tallo y presencia del insecto, hasta que
trozador Triclorfón cebo 2% 50 kg el cultivo alcance de 15 a 20 cm de altura.
Carbaril 7.5% + 10 + 15 kg
Paratión Metílico 2%
Diabróticas Malatión 84% 0.7 a 1.0 l Al observar daño mayor a 10% y alta presencia de de adultos, hasta que el
y pulga Malatión 4% 10 a 15 kg cultivo alcance los 20 cm de altura.
saltona Diazinón 25% 1.0 a 1.5 l
Metamidofós 1.0 a 1.5 l
Mosca Etión 48% 1.0 a 1.5 l Con 25% de daño o mayor o con número elevado de prepupas por trampa,
minadora Diazinón 25% 1.0 a 1.5 l de acuerdo al desarrollo del cultivo.
Mevinfós 47%* 0.75 a 1.0 l
Dimetoato 38% 1.0 a 1.5 l
Mosca Mevinfós 47%* 0.75 a 1.0 l Al observar el arribo de de la plaga al cultivo (utilizar trampas amarillas).
blanca, Diazinón 25% 1.5 a 2.0 l
pulgón y Dimetoato 38% + 1.0 + 1.5 l
chicharrita Dicofol 25% 1.5 a 2.5 l
Endosulfán 35%
G. soldado y Clorpirifos 48% 1.0 a 2.0 l Al observar huevecillos por eclosionar o larvas de primeros estadios.
falso medidor B. Thuringiensis 0.75 a 1.0 Aplicar con tres larvas promedio por metro lineal o más.
var. Kurstaki 75% kg
Metomil 90% 0.4 a 0.6 kg
Metamidofós 50%
Gusano del fruto B. thuringiensis var. 0.75 a 1.0 A partir de la floración y formación de frutos. A la eclosión de huevecillos
Barrenador Kurstaki 75% kg con dos o más larvas por metro lineal en promedio.
del fruto Clorpirifos 48% 1.0 a 2.0 l
Monocrotofós 56% 1.0 a 1.5 l
Fenvalerato 11% 1.0 a 1.5 l
* Prohibida su aplicación en forma terrestre.

Control de enfermedades

Sugerencias para el control químico de enfermedades del tomatillo


en el Valle de Santo Domingo
Enfermedad Producto Dosis/hectárea Época de aplicación
Damping off Captan 50% 2.0 a 3.0 kg Preventivo: aplicar con alta humedad y temperaturas extremosas. Curativo: al
Metalaxil 58% 1.5 a 2.5 ver las primeras plantas afectadas
Sulfato tribásico 20 gramos por libro * Para tratamiento a la semilla
de cobre* de agua
Cenicilla Azufre 50% 2.0 a 3.0 litros Al observar los primeros
Benomilo 50% 0.3 a 0.5 kg síntomas y repetir si predominan condiciones de
Clorotalonil 75% 2.5 a 3.0 kg alta humedad y temperatura
Tizón Captán 50% 2.0 a 3.0 kg Al observar los primeros
temprano Clorotalonil 75% 2.5 a 3.0 kilogramos síntomas y repetir con
Anilazina 50% 2.0 a 2.5 kg temperaturas alrededor de 24ºC y alta humedad.
Captán 50% 30 a 40 gramos por
litro de agua
Tizón tardío Oxicloruro de 3.0 + 2.0 kg Igual que para tizón temprano. Las condiciones son temperaturas de 12 a
cobre 3.0 a 5.0 litros 15ºC y alta humedad.
85% + Maneb 2.5 a 3.0 litros
80%
Mancozeb 33%
Clorotalonil 75%

Cosecha
La cosecha debe iniciarse cuando los tres o cuatro primeros frutos de la mayoría de las
plantas están maduros; los cortes se continúan cada 10 a 15 días. En un ciclo normal es
posible hacer de 6 a 9 cortes.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Trigo
Preparación del terreno
Se sugiere barbechar sólo en caso de contar con terrenos arcillosos o muy duros. En
terrenos de textura media, que son los predominantes en el Valle de Santo Domingo, dos
pasos de rastra en forma cruzada son suficientes; la adición de un tablón a la rastra
permite hacer una nivelación suficiente para la siembra; en terrenos con mayor
pendiente una nivelación es de gran importancia para facilitar un buen trazo de riego. El
uso de labranza de conservación o labranza mínima es recomendable para abatir costos
de producción y lámina de riego.
Variedades
Se recomienda para el Valle de Santo Domingo: de trigo harinero, Tacupeto F-01, Kronstad
F-04, Roelfs F- 2007, Tepahui F-09, Villa Juárez F-09, Norteña F-2007 y Onavas F-2009, y de
trigo duro Átil C-00, Cevy oro C-08, Cirno C-08 y Patronato oro C-08.
Época de siembra
La fecha de siembra es un factor determinante para la obtención de buenos rendimientos.
En la zona agrícola del Distrito de Desarrollo Rural Comondú 002, la época óptima para
realizar la siembra del trigo es entre el 25 de noviembre y 25 de diciembre; siembras
antes o después de la fecha sugerida pueden ser dañadas durante la época de floración y
formación del grano por heladas o altas temperaturas, respectivamente. En ambos casos
el amacollo de las plantas puede reducirse por la presencia de temperaturas altas cuando
esta etapa de desarrollo se registra; además, en siembras tardías es común el incremento
de enfermedades como roya o chahuixtle y de plagas como el pulgón del follaje.
Método de siembra
Para sembrar trigo el productor dispone de diversos métodos; el tradicional o corrugado,
surcos en hileras y camas con cuatro hileras. A continuación se describen estos métodos
de siembra, para el establecimiento de trigo en el Valle de Santo Domingo.
Siembras en corrugado: Con el terreno preparado se procede a sembrar en seco, con la
sembradora conocida como “drilla” o bien con voleadora. Después se surca con
“rejas” de 70 a 80 centímetros de separación dependiendo de la maquinaria
disponible, los surcos se forman a una profundidad de 15 centímetros.
Surcos con dos hileras: Después de la preparación del terreno, se realiza un surcado con
separación de 80 centímetros; sobre el lomo de cada surco se siembran dos hileras
separadas a 20 centímetros entre sí.
Camas con cuatro hileras: Después de la preparación del terreno se surca a 70 centímetros,
se deposita la semilla sobre el lomo del surco con sembradora de botes con doble
salida, dejando de 13 a 15 centímetros entre hilera; posteriormente se aplica el riego
para la nacencia. Al momento de realizar el cultivo se abre surco a 1.40 metros para
formar la cama de cuatro hileras. En caso de sembrar en húmedo, se surca a 70
centímetros, se riega y se tapa humedad al dar “punto” la tierra. Se siembra en plano,
bajo las mismas condiciones descritas para la siembra en seco. Este método de siembra
permite ahorro de agua en los riegos de auxilio, disminuyendo la lámina aplicada y la
destrucción de malezas en germinación. Se ha demostrado que con los sistemas en
hileras se obtienen rendimientos similares e incluso superiores a los obtenidos con los
métodos tradicionales. La siembra en hileras presenta las siguientes ventajas:

Ahorro de semilla.
Aumenta la eficiencia del agua de riego.
Disminución del problema de acame.
Mejor manejo del control de maleza y enfermedades.
Mejor aprovechamiento del fertilizante.
Reducción de los costos de producción.

Cantidad de semilla para siembra


Para la siembra tradicional en corrugado se recomiendan de 100 a 120 kilogramos por
hectárea de semilla, y en surcos a doble hilera de 60 a 70 kilogramos por hectárea. En
siembra en camas con cuatro hileras, se sugiere utilizar de 75 a 80 kilogramos por
hectárea.
Riego
Es importante atender las necesidades de agua en el cultivo ya que las deficiencias o
excesos se reflejan en la reducción y en las ganancias del productor.
En suelos de textura arcillosa se sugiere la aplicación de 4 riegos; 1 de germinación y 3
de auxilio con láminas de 20, 10, 10 y 10 centímetros, respectivamente. Los riegos de
auxilio se deben aplicar en las etapas de inicio de encañe, espigamiento y grano lechoso-
masoso, lo cual sucede aproximadamente a los 40, 70 y 90 días después de la siembra,
respectivamente.
En suelos de textura media, aplicar el aniego y tres riegos auxiliares, con lámina de 20,
12, 12 y 10 centímetros, con auxilios en las etapas de encañe, floración y grano lechoso-
masoso, lo que ocurre 40, 73 y 90 días después de la siembra, respectivamente.
Para condiciones de suelo arenoso, aplicar un riego de germinación y cuatro de auxilio
con láminas de 20, 12, 12, 12 y 10 centímetros, respectivamente. Los auxilios se deben
proporcionar en las etapas de pleno amacollo, embuche, floración y grano lechoso-
masoso del cultivo, lo cual sucede aproximadamente a los 35, 50, 70 y 90 días después
de la siembra, respectivamente.
Mediante la utilización de los sistemas de siembra en surco en hileras, se logra la
aplicación de menores volúmenes de agua, sin provocar reducción en el rendimiento. En
el caso del sistema de surco a 80 centímetros con doble hilera es posible aplicar el
segundo riego en forma alterna, reduciendo el volumen de agua aplicada. La siembra de
trigo con el sistema de riego por goteo, ha mostrado grandes ventajas sobretodo el ahorro
de agua, logrando rendimientos que superan la media regional con una lámina de 34
centímetros.
La siembra puede ser en húmedo o en seco, colocando la cintilla calibre de 6 u 8 mil, al
centro de la cama de 1.40 o 1.60 metros de ancho por 100 metros de largo. Luego se
procede a sembrar 4 hileras separadas a 20 centímetros entre cada una. Dependiendo del
tipo de suelo, condiciones de clima y etapa del cultivo, se aplican los riegos cada 7 a 10
días con 5 a 7 horas cada uno. El mantenimiento del equipo puede realizarse con ácidos
para el lavado de la cintilla.
Fertilización
Previo a la siembra realizar un análisis de suelo para conocer las condiciones físicas y
químicas del terreno. De no contar con el diagnóstico, aplicar de 160 a 180 kilogramos
por hectárea de Nitrógeno y 25 de Fósforo, fraccionando el Nitrógeno en tres partes
iguales; a la siembra, antes del primero y al segundo riego de auxilio, y todo el Fósforo a la
siembra. En suelos de aluvión utilizar de 150 a 170 kilogramos por hectárea de
Nitrógeno. Para siembra en hileras, se reducen cantidades debido a que la fertilización es
dirigida a las plantas en forma de chorrillo utilizando fertilizadora de botes. En suelos de
textura media o pesada aplicar todo el fertilizante al momento de la siembra; en suelos
ligeros se debe aplicar en dos partes iguales; una al momento de la siembra y la otra al
primer riego de auxilio.
Manejo fitosanitario
Los principales problemas fitosanitarios de este cultivo son las enfermedades y las
malezas. El carbón parcial ha ocasionado que en esta región no se pueda producir trigo
para semilla. Otra enfermedad de importancia económica es la roya o chahuixtle; en
ambos casos, utilizando genotipos con características de tolerancia, es posible tener un
cultivo con un comportamiento y producción adecuada. Desde el punto de vista
económico, sin considerar medidas cuarentenarias, la maleza es la plaga que más merma
el rendimiento y calidad, si no se controlan adecuadamente. Además de las
enfermedades y malas hierbas, insectos plaga como el pulgón y los gusanos saltarín y
trozador, ocasionalmente son plagas comunes.
Control de maleza
Es conveniente seleccionar un terreno poco infestado por maleza, especialmente en el
caso de especies perennes como gloria de la mañana y otras. Elegir áreas distantes de
cultivos de hoja ancha y evitar en lo posible establecer estos, cercanos al trigo. Se
recomienda la siembra en húmedo para eliminar, al tapar humedad, la maleza de la
primera generación. Contra gloria de la mañana, zacate Johnson y coquillo, utilizar en
presiembra de 600 a 1200 g.i.a. por hectárea de Glifosato o de 1.25 a 2.5 litros de Faena
en 100 litros de agua en aplicación dirigida (manchones) y con maleza creciendo
activamente.
Aplicar 2,4-D amina en dosis de 197 a 393 g.i.a. por hectárea, de 1.0 a 1.5 litros por
hectárea de Estamine, en postemergencia a la maleza, 30 a 35 días después de la
emergencia del cultivo. Evitar aplicar el producto con cultivos de hoja ancha cercanos.
Aplicar Diclofop-metil (Iloxan 28) 710 a 852 g.i.a. por hectárea de 2.5 a 3.0 litros por
hectárea del producto comercial; en postemergencia, con maleza de una a 4 hojas, para el
control de avena, alpiste silvestre y gramíneas anuales.
Aplicación Fenoxaprop-p-etil (Puma-s) con 100 g.i.a. o 1.2 litros por hectárea del
producto comercial en postemergencia, antes del amacollamiento del cultivo controla
avena, alpiste silvestre, Johnson de semilla y de rizoma, zacate pega ropa y zacate pinto.
Aplicar Metsulfuron-metil más Tifensulfuron-metil (Situi XL) 30 gramos por hectárea
en postemergencia al cultivo, contra malezas de hoja ancha cuando tengan de 10 a 15
centímetros de altura. Utilizar 200 litros por hectárea de agua con equipo terrestre y 60
litros de agua por hectárea en forma aérea.
Se recomienda la siembra en surcos para combinar control químico en banda con
control mecánico (dos cultivos). El periodo crítico de competencia de la maleza con el
cultivo es a partir de los 35 días.
Control de plagas
Gusano saltarín y trozador: Se recomienda prevenir su presencia no sembrando en áreas
donde antes se ha tenido problema; en suelos arenosos o sobre socas de otros cultivos
hospederos. Para su control, aplicar Furadán TS (Inter-
furán) con 472 g.i.a. por 100 kilogramo de semilla, 1.5 litros de producto; con
Clorpirifós (Lorsban) 480 g.i.a. por hectárea, un litro por hectárea del producto en
aspersión dirigida al tallo, al observar los primeros daños.
Pulgón del follaje: Dimetoato (Rogor) de 300 a 400 g.i.a. por hectárea: de 750 a 1,000
centímetros cúbicos del producto; Malatión de 515 a 772 g.i.a. por hectárea: de 1.0 a
1.5 litros por hectárea del producto comercial; Paratión metílico con 500 g.i.a. por
hectárea: un litro por hectárea del producto; Diazinón con
345 g.i.a. por hectárea: 1.5 litros por hectárea del producto; al encontrar una colonia
de insectos por planta, y a partir del espigamiento al observar una colonia por hoja.
Pulgón de la espiga: Controlar con los mismos productos que para el pulgón del follaje, al
registrar 10 pulgones o más por espiga.
Pulgón de la raíz: Aplicar al detectar un 15 a 20% de plantas infestadas, aplicar
Dimetoato de 300 a 400 g.i.a. por hectárea; de 750 a 1,000 centímetros cúbicos del
producto o Furadán, con 700 g.i.a. por hectárea: 2.0 litros por hectárea de producto.
Control de enfermedades
Carbón parcial: Popiconazol (Tilt), 125 g.i.a. por hectárea, aplicado durante la etapa de
espigamiento.
Roya o chahuixtle: Uso de variedades tolerantes. El uso de fungicidas preventivos como
Zineb, Mancozeb y Triadimefón aplicados cuando el cultivo no ha llegado aún al
estado de grano lechoso-masoso y tiene de 5 a 10% de infección. En general se
recomienda sembrar dentro de la fecha sugerida.
Cosecha
Debe iniciarse cuando el grano tenga 12% de humedad. Si no se cosecha a tiempo, el
cultivo se expone a pérdidas por daños de pájaros, desgrane e impurezas por hierbas que
invaden éste al final del ciclo.
Jesús Navejas Jiménez
Vid de mesa
Preparación del terreno
Se sugiere llevar a cabo un subsoleo profundo sobre las hileras de plantación, rastreo
cruzado y nivelación en el sitio donde se vaya a establecer la vid. Deben evitarse los
suelos con problemas fuertes de sales, sodio, presencia de pudrición texana y nemátodos,
o bien utilizar algún portainjerto adecuado a la problemática del suelo. Para el caso de la
pudrición texana se sugiere establecer antes una especie susceptible, como la alfalfa, para
definir la conveniencia de plantar vid en ese sitio o seleccionar el portainjerto adecuado.
Propagación
Existen tres formas de propagar vegetativamente el material de plantación:

Se planta sarmiento encallado previamente,


Se planta material encallado en bolsas de polietileno y se mantienen en vivero
por un año, y
Multiplicación in vitro (no utilizado comercialmente).

Época de plantación
En la región sur del estado es posible llevar a cabo la plantación de vid de octubre a mayo,
siempre y cuando no exista peligro de heladas. Debido a la presencia de altas
temperaturas en los meses de julio a septiembre, así como a la posibilidad de presentarse
ciclones no se recomienda establecer esta especie en ese mismo periodo en la región.
Sistema de plantación
En general, se sugiere la orientación este-oeste. El distanciamiento entre plantas es
variable, lo cual puede depender de la estructura de conducción utilizada, del tipo de
poda, del vigor de las variedades, del tipo de maquinaria utilizada, de la textura del suelo.
En el sistema T-Californiano se utilizan distancias entre plantas de 1.5 a 1.6 metros y 3.6
a 3.8 metros entre hileras. Para suelos con alta capacidad de retención de humedad y
variedades vigorosas se recomiendan distanciamientos mayores, mientras que será lo
contrario para suelos ligeros y variedades de menor vigor.
Sistema de conducción
Existe una gama de sistemas de conducción los cuales se han clasificado como de baja,
mediana y alta expansión del follaje. Asimismo, el costo es mayor al tener una mayor
expansión; el más común es el sistema T-Californiano. Es un sistema de baja expansión
cuando se utilizan 3 alambres, y de mediana expansión si se usan 6 alambres.
Entrenamiento de plantas
Con el entrenamiento de las plantas se forman los brazos permanentes de las plantas, de
donde saldrán las estructuras de producción (espuelas o pitones). Uno de ellos es el de
cordón bilateral, con el desarrollo de uno de los brotes, el más vigoroso, se inicia el
entrenamiento de la planta, dejando uno de repuesto. El brote se conduce con un hilo
hacia el alambre que será su apoyo permanente, eliminando todo lo que pueda competir
con su crecimiento. Al faltar unos 15 a 20 centímetros para llegar al alambre, se dejan los
brotes de las yemas del año. Se escogen un par que esté inmediatamente por debajo del
alambre, se decapita el brote principal para evitar competencia y los cordones se
conducen hasta cubrir el espacio que se les ha asignado de acuerdo al distanciamiento
entre plantas.
Otro sistema es el de cabeza con cañas; éste se inicia con el brote mejor desarrollado y
mejor ubicado, dejando uno de reserva, en caso de que se pierda el primero. El brote se
conduce con un hilo o sobre el tutor dejando seis brotes laterales los últimos hasta llegar
al alambre a partir de ahí, se podará en espuelas de dos yemas, produciéndose al primer
año 12 brotes que posteriormente darán 6 cañas y 6 espuelas, debiendo mantenerse así
hasta que se forme la cabeza.
Variedades
De las variedades evaluadas, aunque todas han mostrado un buen desarrollo, sólo se
describen las que han mostrado, preliminarmente, un mejor comportamiento en
producción:
Flame seedless: Fruta roja, sin semilla, temprana, y de baya pequeña.
Autumn royal: Uva negra, sin semilla, tardía, y de baya grande
Red Globe: Variedad de uva roja, con semilla, tardía, y de baya grande.
Thompson seedless: Uva blanca, sin semilla, intermedia, y de baya grande.
Princess: Variedad de uva blanca, sin semilla, intermedia, y de baya grande.
Poda
La poda consiste en una serie de operaciones eliminando algunas partes de la planta, con
el fin de regular la producción de racimos así como su calidad, y regular la producción de
madera en el tiempo, para no afectar la longevidad productiva de la planta. La poda de
invierno se sugiere realizarla en enero-febrero, y está en función de la fructibilidad de las
yemas en un sarmiento. En el caso de las variedades como perlette y flame seedless, el
patrón de fructibilidad es basal, por lo que debe podarse a 2-3 yemas libres, mientras que
variedades como superior cuya fructibilidad es de media a terminal, se dejan cañas de 10-
12 yemas, así como el mismo número de espuelas para reposición, para balancear la
madera año con año.
Aplicación de cianamida hidrogenada
En regiones de poco frío se recomienda la aplicación de Cianamida Hidrogenada como
estimulante de brotación. La recomendación general es aplicar una dosis de cinco por
ciento de material comercial (al 49 a 50%), un día después de la poda, previa hidratación
interna de la madera con un fondo de humedad en el suelo.
Manejo de la planta y racimo
En la producción de uva de mesa se llevan a cabo una serie de prácticas
de manejo en el follaje, en el racimo y en la maduración/colora-
ción de las bayas. En el manejo del follaje se pueden realizar desbrotes, desgalles,
deshojes, y despuntes, con el fin de reducir competencia en el crecimiento, mejorar las
aplicaciones foliares, mejorar la sanidad y calidad de los racimos, entre otras. En el
manejo del racimo se pueden realizar el alargamiento de raquis y hombros, aclareo de
racimos y el raleo de bayas, utilizando en la mayoría de los casos ácido giberélico en
diferentes concentraciones. Finalmente, en el caso de la maduración/coloración de las
bayas ésta práctica se realiza aplicando Etefón a la variedad Flame seedless.
Fertilización
Regularmente se hacen aplicaciones de Nitrógeno, Fósforo, y Potasio al suelo, así como
aplicaciones foliares de Hierro, y Zinc, y en ocasiones Manganeso y Magnesio. De
Nitrógeno se sugiere una dosis de 120 a 160 kilogramos por hectárea fraccionado en
brotación-floración, floraciónenvero, envero-cosecha, y postcosecha. En cuanto al Fósforo
se recomienda aplicar 100 kilogramos por hectárea en los mismos periodos que el
Nitrógeno. El Potasio se sugiere una dosis de 140 kilogramos por hectárea en los mismos
periodos. Las dosis en los primeros tres años serán menores a las sugeridas.
El uso del análisis foliar es una herramienta de apoyo muy útil para determinar la
condición nutrimental de las plantas; el muestreo foliar debe hacerse durante plena
floración, tomando los pecíolos que se encuentren frente a los racimos. Las fuentes de
fertilizantes que se pueden utilizar son la urea, el sulfato de amonio, nitrato de amonio;
de los fertilizantes compuestos se sugieren el nitrato de Potasio, nitrato de Calcio,
nitrofoska, sulfato de Potasio, entre otros. Además, existen una variedad de abonos
orgánicos cuyo beneficio es mucho mayor para el mejoramiento de las condiciones del
suelo, y por ende de las plantas de vid que ahí se desarrollan.
Riego
Se sugiere regar las plantas de vid desde antes de brotación hasta octubre-noviembre. La
frecuencia de riego será menor en los meses de enero, febrero, y marzo, lo cual puede
traducirse, bajo riego por goteo, a uno a dos riegos por semana en estos meses, y de dos a
tres riegos por semana en el resto del año. En el periodo de ocurrencia de ciclones (fines
de julio a octubre) esta frecuencia puede ser menor en caso de tener buenas
precipitaciones y alta humedad relativa en el ambiente, en este mismo periodo.
Finalmente, se recomienda no regar en los meses de noviembre, diciembre y parte de
enero, con el fin de que la planta entre en reposo y se defolie, y facilite así la poda de las
plantas. En el caso de riego por gravedad, el criterio de aplicación de los riegos será el
mismo, aunque las frecuencias serán menores por los volúmenes de agua de riego
utilizados con este sistema de riego, y la lámina de riego total será también mayor
comparado con los sistemas de riego presurizado.
Control de maleza
En el caso de viñedos bajo riego por goteo regularmente la mayor presencia de maleza
será a lo largo de las hileras de plantas de vid, por lo que el control puede ser manual y
utilizando herbicidas. El control más efectivo sería utilizando herbicidas preemergentes
(Trifluralina 2.0 a 4.0 litros por hectárea; Orizalina 4.0 a 8.0 litros por hectárea)
aplicándolos una o dos veces antes o al inicio de la brotación, complementado con
deshierbes manuales; asimismo, el control de la maleza puede hacerse también mediante
aplicaciones de herbicidas postemergentes (Glifosato 4.0 a 8.0 litros por hectárea;
Fluazifop-butil 1.5 a 4.0 litros por hectárea) combinado con el control mecánico y
manual. La efectividad de los herbicidas es mejor cuando la maleza se encuentra en
crecimiento activo.
En el caso de tener riego por gravedad y/o después de lluvias fuertes, es común que
aparezca maleza entre las hileras, la cual se puede controlar fácilmente mediante
rastreos.
Control de plagas
Se sugiere utilizar el manejo integrado de plagas, esto es la utili-
zación de todas las técnicas y enfoques disponibles para regular las poblaciones de
insectos plaga. En zonas productoras de vid es común la presencia de chicharrita de la
vid, gusano descarnador, y trips. En la región se ha detectado la presencia de trips,
mosquita blanca, y chapulines, todos ellos en bajas poblaciones; por ello, es conveniente
aprovechar el control biológico natural y no utilizar insecticidas sintéticos y agresivos, de
tal manera que las plagas pueden ser controladas fácilmente utilizando medios efectivos
y menos agresivos como pueden ser la utilización de insecticidas orgánicos y/o
biorracionales. Algunos de ellos pueden ser a base de extractos de ajo, de neem, de
Bacillus thuringiensis, uso de jabón biodegradable, uso de trampas, aplicación de insectos
benéficos, entre otros.
Enfermedades
En el cultivo de la vid es común la presencia de cenicilla polvorienta y mildiu velloso. La
cenicilla se controla con aplicaciones preventivas
de Azufre en polvo de 10 a 12 kilogramos por hectárea o Azufre humectable 2.0
kilogramos por hectárea, cada 2 semanas desde que los brotes tengan 15 centímetros de
longitud hasta cosecha. También sepueden usar el Myclobutanil 171 a 342 gramos por
hectárea y el Kresoxim-metil 250 a 500 gramos por hectárea de material comercial, como
preventivos y curativos. Para la prevención del mildiu velloso se recomienda utilizar
fungicidas a base de Cobre y Mancozeb 2.0 a 4.0 litros por hectárea; como productos
curativos se recomienda triFloxystrobin 120 a 200 gramos por hectárea y Azoxystrobin
300 a 400 gramos por hectárea.
En el caso de nemátodos, la época crítica es en primavera y en postcosecha. Hay que
proceder a la aplicación de fenamifós 10 a 12 litros por hectárea o Carbofurán 8.0 a 12
litros por hectárea, productos biológicos como ditera DF, 6.0 kilogramos por hectárea o
QL-AGRI, 25 a 30 litros por hectárea. También se pueden utilizar portainjertos
resistentes como Freedom, Saltcreek y Harmony.
Cosecha
La cosecha se lleva a cabo cuando la uva ha alcanzado el mínimo requerido de calidad
como puede ser el azúcar acumulado (12 a 13°Brix), tamaño, forma y peso de racimo,
tamaño de baya, color de las bayas, entre otras. Estos valores mínimos dependen de los
estándares que cada mercado establece, sobre todo en el caso de la uva de exportación.
Además, existen exigencias sobre inocuidad alimentaria, especialmente en el mercado
exterior, que hay que cumplir para cada mercado, como es el HACCP en Estados Unidos y
el EUREGAP en Europa.
José A. Cristóbal Navarro Araiza
Preparación del terreno
Introducción
Las semillas para germinar, tienen necesidad de encontrar un medio que reúna
condiciones de humedad, temperatura y aireación que permitan el desarrollo del
embrión y puedan así dar origen a las plantas. De manera general, considerando que el
criterio del asistente técnico de cada zona constituye la base fundamental para orientar al
agricultor sobre la reparación del terreno, las labores y ventajas que involucra esta
práctica son las siguientes:
Desvare
Esta práctica se efectúa con el implemento conocido como desvaradora; consiste en
desmenuzar por corte los restos del cultivo anterior, para propiciar su descomposición y
evitar la invernación y multiplicación de plagas. La incorporación de residuos, es
preferible realizarla cuando el terreno está ligeramente húmedo o inmediatamente
después de haber cosechado o utilizado los esquilmos agrícolas.
Barbecho
Esta labor agrícola se realiza fundamentalmente con arado, el cual puede ser de rejas o
discos; se hace con el objeto de roturar y voltear la capa superficial del suelo a una
profundidad de 30 a 40 centímetros y con ello, incorporar los residuos de cosecha
anteriores y airear el suelo. El suelo barbechado se deja airear el tiempo suficiente para
que la labor de rastreo sea más efectiva.
Rastreo
Labor que se lleva a cabo con la rastra de discos y es útil para deshacer los terrones
dejados por el barbecho. Dos pasos de rastra en forma cruzada permiten mullir mejor el
suelo.
Nivelación
Mediante esta práctica se empareja el terreno para evitar encharcamientos que afectan a
los cultivos sensibles.
Variedades
Las variedades que se citan en esta guía, son las que han mostrado un mejor
comportamiento agronómico en las condiciones agroclimáticas del Valle de Santo
Domingo y han sido seleccionadas con base en pruebas experimentales y en parcelas de
algunos productores.
Garantía de semilla certificada
El empleo de buena semilla es esencial para alcanzar altos rendimientos, ya que
constituye la base principal para una óptima población de plantas. La semilla de buena
calidad le garantiza al agricultor:

Que es de la variedad indicada en la etiqueta.


Que tiene un alto porcentaje de germinación (mínimo 85%).
Que tiene un alto porcentaje de pureza (mínimo 97%), es decir, que la semilla
que compra el productor no contendrá más del 3% de impurezas, representadas
por semilla quebrada, basura, paja, piedra, polvo, etc.
Que no contiene semilla de hierbas nocivas ni de plantas agresoras como avena
y/o alpiste, en proporción superior a 3 semillas por kilogramo.
Que está sana y tratada con fungicidas para reducir la posibilidad de ataque y
dispersión de enfermedades en el campo.
Que está lo suficientemente seca para ser almacenada.

Densidad de siembra
La densidad de siembra equivale a la cantidad de semilla que se utilizará por hectárea.
Debe entenderse que se trata siempre de semilla limpia y certificada, con un poder
mínimo de germinación de 85%.
Labores agrícolas
Escardas: Mediante las escardas se eliminan las malas hierbas presentes en el cultivo, se
remueve la capa superficial y se arrima tierra a las plantas. Con ello se ayuda a la
aireación del suelo y se conserva mejor la humedad. Esta labor se puede realizar con
azadón, rastrillo, cultivadora, etcétera. El tipo de implemento para ejecutarla está
determinado por el desarrollo de la planta: en las primeras etapas del cultivo se debe
utilizar la cultivadora con rejas pequeñas. Conforme aumenta la altura de la planta,
hay que adecuar accesorios al tractor para que cause daño al cultivo.
Deshierbes: Manual o mecánica, tiene como finalidad limpiar de maleza el cultivo.
Herbicidas
El uso de herbicidas es eficaz para combatir las malas hierbas. Las aplicaciones pueden
ser pre-emergentes o postemergentes, de acuerdo con el tipo de maleza y el producto
químico que se emplee. Las aplicaciones de herbicidas están en función del cultivo
establecido, el costo comparado con los deshierbes manuales, la superficie, el tipo de
maleza, la disponibilidad de mano de obra para deshierbes y el tiempo disponible para el
combate.
Aprovechamiento del agua de riego
Los aspectos básicos que se deben considerar: cantidad y calidad del agua, conducción
del agua, método de labranza, método de riego, cultivos en explotación y manejo
agrotécnico de los cultivos. La combinación debe permitir maximizar la producción de
cosechas por cada metro cúbico de agua bombeada; de este modo se tiene que:
Eficiencia del uso de agua = Producción (t/hectárea)
Lámina aplicada (cm)
O bien, eficiencia del uso de agua = Ganancia en $
m3 bombeados
Cantidad y calidad del agua
El agua disponible en litros por segundo y el sistema de riego a utilizar, definen la
superficie que se puede dominar en riegos, para que los cultivos no sufran sequía. La
calidad del agua de riego es importante debido al daño que causan las sales a las plantas,
ya que algunas no toleran elevadas concentraciones salinas y disminuyen sus
rendimientos cuando sobrepasan ciertos límites. La concentración de sales en el agua de
riego, al pasar a formar parte de la solución del suelo, aumenta alrededor de cinco veces,
si se mide en el extracto de saturación del suelo. La salinidad aceptada en el agua de riego
es aproximadamente cinco veces menor que la permitida en el extracto de saturación del
suelo, según la tolerancia del cultivo y el tipo de suelo. Por ejemplo, si al regar se tiene
agua con 876 ppm y se desea sembrar tomate, ¿cuál es la afectación de rendimiento por
sales? Se multiplica por 5 (876 × 5 = 4,380), se busca en la tabla y se ve que 4,355 ppm
afectan un 25% del rendimiento.
Conducción del agua

Tolerancia de los cultivos a la salinidad del extracto de saturación del suelo*


expresada en partes por millón (ppm) para diferentes porcentajes
de disminución en el rendimiento (Cetods, 2010)
Disminución de rendimiento
Cultivo
10% 25% 50%
Alfalfa 1,340 ppm 2,680 ppm 2,881 ppm
Algodonero 6,700 8,040 10,720
Cártamo 4,690 7,370 9,380
Frijol 670 1,340 2,010
Maíz 3,350 4,020 4,690
Melón 1,675 2,010 2,345
Pepino 1,675 2,010 2,680
Sorgo 4,020 6,030 8,040
Soya 3,350 46,90 6,030

Tomate 2,680 4,355 5,360

Trigo 4,690 6,700 9,380

*Es el agua extraída de un suelo saturado.

En el transcurso de su recorrido, desde la bomba hasta el lugar donde se aplica el riego,


el agua tiene pérdida por evaporación y por infiltración, de las cuales la última es la más
considerable y su magnitud depende del material con que se haya construido el canal
proveedor. Para las zonas áridas como el estado de Baja California Sur, lo más
recomendable es conducir el agua a través de tuberías y mangueras, superficiales o
enterradas.
Métodos de labranza
En terrenos donde se dificulta la penetración del agua de riego, si se pretende sembrar
frijol, cártamo o algún otro cultivo de raíz pivotante, lo más conveniente es realizar un
subsoleo de alrededor de 60 centímetros de profundidad, antes de proceder a barbechear,
rastrear y nivelar para la siembra. Para cultivos de raíz superficial como trigo, sorgo,
garbanzo, etcétera, basta con dar un barbecho ligero, un rastreo simple o un rastreo
cruzado, dependiendo del terreno y del cultivo anterior.
Para fines de almacenamiento de agua en el suelo, las labores de cultivo son muy
importantes; además otras prácticas que contribuyen a retener agua en el suelo son el
control de hierbas, la realización del cultivo superficial y sellado, la incorporación de
materia orgánica y altas poblaciones de plantas.
Métodos de riego
Se tienen dos sistemas de riego bien definidos. El riego a presión, que comprende la
aspersión y goteo, y el denominado riego de gravedad (agua rodada). En este último
existen varios métodos como melgas rectangulares, faja melguera, curva a nivel y
surquería. Cuando se tiene surquería existen también varias formas de riego: surcos
continuos, surcos alternos y camas meloneras. Cualquiera que sea el método que se
aplique, se deben trazar surcos largos solamente para suelos arcillosos y surcos cortos en
suelos arenosos. Para obtener un ahorro de agua se sugieren surcos de 100 a 150 metros
de longitud, a que surcos más largos provocan una acumulación innecesaria de agua en el
suelo, sobre todo del inicio a la mitad de los surcados y en la parte final de éstos cuando
existe mucha pendiente.
Cultivos de explotación
Existen cultivos de poca, mediana y mucha exigencia de agua; por lo tanto, es necesario
conocer la cantidad de hectáreas que puede ocupar cada cultivo y programar el agua
disponible para no tener limitaciones en los periodos críticos de desarrollo.
Manejo agrotécnico de los cultivos
La aplicación de tecnologías, tales como fertilización, control de plagas y malezas,
prevención de enfermedades, fechas de siembra, variedades rendidoras y otras,
contribuyen a lograr los máximos rendimientos en un cultivo; por lo tanto, elevan la
eficiencia en el uso del agua.
Comportamiento del agua en el suelo y en las plantas
Del agua que penetra en el suelo, éste sólo retiene, por efecto de su atracción molecular,
un promedio correspondiente al 25% del volumen del suelo, en tres formas: la que
absorben las partículas del suelo y que llena los espacios intermoleculares, denominada
agua de imbibición, la que cubre exteriormente cada partícula del suelo en forma de una
capa delgada, llamada agua de absorción; y la que es retenida en los espacios pequeños
del suelo, también conocida como agua capilar. Los espacios grandes, que ocupan en
promedio un 20% del volumen del suelo, no pueden retener al agua debido a que la
fuerza de gravedad es superior a la atracción molecular, por consiguiente, solo conservan
aire.
El agua retenida queda inmovilizada en todos sentidos, esto es, una nueva adición de
agua no desaloja a la ya retenida, sino que aquella se desliza por los espacios grandes
vacios y moja capas subyacentes de tierra seca. De esta nueva agua solo puede ser
retenido el volumen necesario para cubrir alguna merma de la zona mojada con
anterioridad, merma que puede ser originada por evaporación o por absorción de las
plantas.
El máximo volumen de agua que puede retener un suelo se llama “capacidad de
campo”.
Al examinar un terreno después de un riego se puede observar que conforme transcurre
el tiempo la tierra se seca paulatinamente de arriba hacia abajo, debido a la evaporación
del agua. Si el agua de riego que penetra al suelo encuentra un estrato impermeable, se
detiene e inunda los espacios grandes, constituyendo lo que se llama agua de saturación o
agua freática. El agua freática, a diferencia de las otras formas antes mencionadas, si
puede moverse hacia arriba o lateralmente, por efecto de la atracción molecular, para
llenar los espacios pequeños del suelo.
Al igual que en el suelo, también en las plantas el agua se encuentra formando parte de
una solución, la cual está constituida por moléculas de iones metálicos y moléculas de
compuestos orgánicos elaborados por los propios vegetales; estas últimas moléculas no
son disociables.
A medida que el abastecimiento de agua a las hojas se reduce por escasez del agua en el
suelo, las dos células de cierre de los estomas se deshidratan; esto ocasiona una
disminución gradual de la abertura de los estomas y, por consiguiente, hay una menor
transpiración.
Aunque la planta reduzca al máximo la transpiración, la tierra sigue perdiendo agua por
evaporación; esto causa que la proporción de agua en la solución del suelo sea cada vez
inferior que la proporción de agua en la solución interna del vegetal y el liquido se vaya
del interior de la planta hacia la tierra, lo que acarrea el deshidratamiento y marchitez de
la planta y en ocasiones hasta su muerte.
Daños por exceso de humedad en cultivos sometidos a periodos de sequía Cuando un
cultivo que ha estado expuesto a una sequía prolongada recibe una ministración
abundante de agua, se origina la abscisión o desprendimiento de los frutos pequeños, y a
veces de los botones florales y las flores. Algunos agricultores tienen conciencia de ello y
expresan que cuando la tierra esta “encamada” y se le da un riego pesado o recibe un
aguacero fuerte, la planta se “descalienta” y tira la “carga”.
Por otra parte, cuando las plantas se encuentran en situación desfavorable para su
desarrollo, generan un ácido llamado abscisico, el cual motiva la formación de etileno.
Este gas activa la función de la enzima celulosa, sustancia que inicia su acción separando
entre si las células de la base del pedúnculo floral, para luego digerirlas. Así se determina
una discontinuidad en los tejidos, conservándose sólo el tejido vascular de la madera,
pero el caso es que suspende la alimentación de la parte terminal del pedúnculo. En
seguida se rompen los tejidos que unen al tallo con el pedúnculo y este se cae con su
botón floral, su flor o su fruto incipiente.
El principal causante de la abscisión es la gran dilución de los nutrimentos existentes en
el suelo, por efecto de los riegos por inundación; este fenómeno se reduce notablemente
al dar riegos por aspersión.
Fertilización
Los tratamientos de fertilizantes que se citan en esta guía se expresan generalmente con
tres cifras separadas por guiones. Cada una de ellas expresa la cantidad de material
técnico que debe aplicarse por hectárea para cubrir los requerimientos nutricionales del
cultivo.
La primera cita se refiere al Nitrógeno, la segunda al Fósforo y la tercera al Potasio. Así,
por ejemplo, el tratamiento 120-40-00, indica la aplicación de 120 kilogramos de
Nitrógeno, 40 kilogramos de Fósforo y cero de Potasio, por hectárea.
Las dosis de Nitrógeno, Fósforo y Potasio especificadas en la recomendación se pueden
aplicar utilizando diferentes productos comerciales; las fuentes de fertilizantes que
existen en el mercado se expenden con diferentes concentraciones, por lo cual la
cantidad que aplique de cada uno de ellos depende de su concentración. De esta manera,
120 kilogramo de Nitrógeno se pueden obtener utilizando 146 kilogramo de amoniaco
anhidro, 360 kilogramo de nitrato de amonio, 261 kilogramos de urea o 585 kilogramos
de sulfato de amonio. En cuanto al Fósforo, los 40 kilogramos requeridos se pueden
completar con 205 kilogramos de súperfosfato simple o con 87 kilogramos de
súperfosfato triple. Si se usa otro tipo de fertilizante, consultar la tabla de equivalencias.
La forma de aplicación de un fertilizante implica su adecuada colocación, de tal
manera que el cultivo lo pueda absorber eficientemente y se evite el daño por “efecto
salino” a la semilla o a la
plántula.
Existen tres formas básicas para aplicar fertilizantes: directamente al suelo, en el agua
de riego y en aspersiones sobre el follaje.
Aplicaciones de fertilizantes al suelo: Presenta muchas variantes, dependiendo del cultivo
por fertilizar, de las condiciones locales de suelo y clima, del fertilizante en sí y de los
recursos físicos o materiales disponibles para efectuar la aplicación.
Fertilización en banda sencilla: Consiste en depositar el fertilizante en una banda continua
o a “chorrillo”. Se usa para fertilizaciones iniciales con Nitrógeno, Fósforo yPotasio, en
los cultivos sembrados en hileras como el maíz, sorgo, ajonjolí, cártamo, garbanzo,
soya, etc., colocándolo abajo y hacia un lado de la hilera de siembra.
Fertilización en doble banda: Bajo este sistema, el fertilizante se deposita en bandas
continuas a ambos lados y abajo del nivel de la hilera de siembra; se requieren
implementos adecuados y se usa para los cultivos sembrados en hileras.
Equivalencia de fertilizantes y contenido de Nitrógeno (N) en materiales comerciales
Kilogramo de Kilogramo de amoníaco Kilogramo de nitrato de Kilogramo de Kilogramo de
Nitrógeno anhidro amonio urea sulfato
(82% de N) (33.5% de N) (46% de N) de amonio
(20.5% de N)
40 49 119 87 195
50 61 149 109 244
60 73 179 130 293
70 85 209 152 341
80 98 239 174 390
90 110 269 196 439
100 122 299 217 488
110 134 328 239 537
120 146 358 261 585

Fósforo en algunos materiales comerciales


Kilogramo de Fósforo Kilogramo de superfosfato Kilogramo de superfosfato
(P) de calcio simple de calcio triple
(19.5% de P 2O5) (46% de P 2O5)
10 51 22
20 103 43
30 154 65
40 205 87
50 256 109
60 308 130

Potasio en algunos materiales comerciales


Kilogramo de Potasio Kilogramo de sulfato de Potasio Kilogramo de clorurode Potasio
(K) (50% de K 2O) (60% de K 2O)
20 40 33
40 80 67
60 160 100

Fertilización en banda múltiple: Se refiere a las inyecciones en presiembra de amoniaco


anhidro y agua amoniacal, tal como se utiliza principalmente para los cultivos de
sorgo, frijol, soya, cártamo y trigo.
Fertilización al voleo: Consiste en distribuir el fertilizante uniformemente sobre la
superficie del suelo. Se usa para cultivos densos como el trigo, arroz, pastos, alfalfa,
etcétera. En fertilizaciones iniciales en presiembra, el fertilizante puede incorporarse al
suelo con el barbecho o el rastreo. En fertilizaciones complementarias, sobre cultivos
establecidos, el agua de riego debe aplicarse inmediatamente después de fertilizar.
Fertilización en “mateado”: Se usa en áreas temporaleras y generalmente en maíz; consiste
en depositar un puñado de fertilizante alrededor de cada mata.
Aplicación de fertilizantes en el agua de riego: Se utiliza para fertilizaciones iniciales o
complementarias, en cultivos densos y en hileras, aplicando el fertilizante en solución
en el agua de la regadera principal.
Aplicación foliar de fertilizantes: Es casi específica para la aspersión aérea de
microelementos como Hierro, Zinc, Cobre, Manganeso y Boro, con el fin de corregir
deficiencias o desbalances nutrimentales. También se pueden aplicar dosis bajas de
elementos mayores con este sistema. Como regla general, el análisis previo del suelo es
la mejor base para aplicar adecuadamente los fertilizantes N-P-K, así como los
mejoradores del suelo. Para que el fertilizante sea mejor aprovechado por el cultivo,
debe haber humedad suficiente en el suelo durante todo el ciclo. En general se sugiere
que el fertilizante se deposite en el suelo a una profundidad aproximada de 10 a 15
centímetros, tanto para ubicarlo en la zona de distribución de las raíces del cultivo
(donde será mejor aprovechado) como para tener mayor cantidad de humedad para
su solubilizacion. El fertilizante debe taparse inmediatamente después de su aplicación
para evitar pérdidas y en ningún caso debe quedar en la superficie del suelo.
Biofertilización: Es la utilización de fertilizantes biológicos, se inocula la semilla con micro
organismos benéficos que existen naturalmente en el suelo, incrementando con esto su
concentración en la rizósfera. Los tipos de biofertilizantes más conocidos son:
bacterias de los géneros Azospirilumm, Rhizobium, Bradyrhizobium, Azotobacter, Anabaena,
Frankiabaciluss y Pseudomonas y hongos de los géneros Glomus, Gigaspora, Acaulospora,
Scutellospora y Paraglomus. Las condiciones apropiadas para que se incremente la
micorrización (hongo asociado a la raíz) natural es contar con un suelo de buena
aireación, suficiente humedad y cobertera, también favorece el riego por goteo y la
incorporación de abonos orgánicos. La arena y los carbonatos de calcio en ausencia de
planta, inhiben las rhizobacterias. Con la implementación de fertilizantes biológicos se
logran incrementos en el rendimiento de cultivos en el rango del 15 al 30%.
Preparación

Colocar bajo la sombra la cantidad de semilla necesaria para una hectárea en una
lona, recipiente de plástico o en una revolvedora.
Colocar en un recipiente el contenido del sobre con el adherente que viene con el
biofertilizante y agregar de 250 a 300 mililitros de agua. Agitar para obtener una
mezcla homogénea.
Agregar el adherente a la semilla y mezclar. Si el adherente no es suficiente, o no
pega bien el biofertilizante a la semilla, preparar agua con azúcar. En un vaso de
agua agregar de siete a 10 cucharadas de azúcar y mezclar. Con esta mezcla el
biofertilizante debe adherirse bien a las semillas.
Agregar la cantidad de biofertilizante indicado para cada cultivo. Mezclar
cuidando que las semillas queden cubiertas.
Sembrar la semilla con el biofertilizante pegado a ella de la manera que se hace
normalmente. Si la siembra es mecanizada, para que la semilla con biofertilizante
fluya adecuadamente, deberá estar seca. Esto se puede lograr preparando la
mezcla un día antes de la siembra y dejando secar bajo la sombra. También se
puede agregar tierra seca.

Cultivos de interés para biofertilizar


Maíz, trigo, garbanzo, cártamo, frijol, cebada, avena.
Dosis a utilizar
En cultivos anuales con tamaño de semilla mediano como maíz, sorgo, frijol y soya se
aplica una bolsa (un kilogramo) de Micorriza a la semilla utilizada para sembrar una
hectárea. En cultivos con semilla de grano pequeño como trigo, cebada, avena la semilla
se requiere hasta de 3.0 kilogramos de micorriza para mezclar con la semilla requerida
para sembrar una hectárea.
Uso de agroquímicos
Los tratamientos de pesticidas que se dan en esta guía están expresados en kilogramos o
litros por hectárea de material comercial. Para el uso de estos productos es necesario
cuidar de que las aplicaciones no sean defectuosas o incompletas; los tratamientos deben
ser los adecuados y los productos a usar de reciente elaboración. Para mezclar fungicidas
o fertilizantes con algunos insecticidas, al momento de aplicarlos es conveniente
consultar a los especialistas. Las inspecciones frecuentes al cultivo permiten estimar si el
daño o abundancia de la plaga o enfermedad indican la necesidad de aplicar productos
químicos. Si el muestreo se indica con base en el número de metros lineales de surco,
número de plantas enfermas, golpes de red, etcétera, los conteos deben efectuarse en
cuatro o cinco puntos bien distribuidos en el campo. Al combate efectivo de las plagas,
enfermedades o maleza, concurren diversos factores, de los cuales destacan:
Identificación del problema: El problema debe estar identificado y definido, pues si no se
conoce bien a la plaga, enfermedad o mala hierba, se puede fracasar en su combate al
confundirla con otras parecidas, o considerar equivocadamente su susceptibilidad a la
sustancia, etcétera.
Selección del agroquímico: Una vez definido el problema que se va a atacar se escoge el
insecticida, fungicida o herbicida más conveniente considerando su grado de toxicidad
(para la plaga, enfermedad o maleza), su costo y su poder residual y su toxicidad para
animales de sangre caliente, plantas e insectos que se deseen conservar.
Formulación y dosificación: Es necesario determinar la cantidad de parasiticida que se va a
usar por hectárea, así como la forma en que se debe aplicar. En el caso de las
aspersiones, debe determinarse la cantidad de agua a utilizar por hectárea, de acuerdo
con el desarrollo del cultivo al momento de la aplicación y con el equipo disponible.
Compatibilidad de los agroquímicos: Si se aplican dos o más productos juntos debe de
tenerse en cuenta que sean afines o compatibles; en otras palabras, cada uno de los
productos usados debe conservar o aumentar su toxicidad y buenas propiedades al
mezclarse con los otros (simbiosis química). Las tablas de compatibilidad indican en
forma general los parasiticidad y fertilizantes que pueden mezclarse sin peligro de
disminuir su propiedad, causar daño a la planta o producir efectos distintos a los
deseados.
Oportunidad de aplicación: El agroquímico debe aplicarse con toda oportunidad, pues las
plantas o animales parásitos se controlan más fácilmente en determinada fase de su
desarrollo.
Cobertura: El agroquímico tiene que cubrir o llegar precisamente a las superficies en
donde hace falta y en cantidad necesaria. Si esto no sucede, falla la aplicación. Las
fallas en las aplicaciones de agroquímicos en ocasiones se atribuyen a que no se usa el
producto adecuado o a que la aplicación se hace fuera de tiempo; sin embargo, muchas
veces el combate o control defectuosos puede deberse, a una mala cobertura.
Cuando no se consigue controlar las plagas a pesar de usar sustancias especificas, ello
puede deberse a las causas siguientes:

Aplicaciones realizadas cuando las condiciones climáticas son desfavorables, o


sea cuando hay lluvias, vientos fuertes, etc.
Dosis inadecuadas de los agroquímicos.
Identificación incorrecta de la plaga y, consecuentemente, utilización de
productos inadecuados para su combate.
Aplicaciones inoportunas debido al desconocimiento del estado biológico en que
el insecto, maleza o patógeno es más susceptible a los productos químicos
utilizados.

Medidas de control que contribuyen a reducir las infestaciones de insectos dañinos,


maleza y enfermedades.

Las siembras deben efectuarse dentro de las fechas indicadas por los trabajos de
investigación agrícola.
La plantación debe mantenerse lo más uniforme posible.
Los residuos deben destruirse inmediatamente después de la cosecha.
Deben protegerse, hsta donde sea posible, los insectos benéficos (parásitos y
predadores).

Métodos de aplicación de agroquímicos


Aplicaciones manuales: Este tipo de aplicación debe hacerse cuando se trate de parcelas
chicas o de pequeñas áreas infestadas. Ciertos productos son muy peligrosos para
quien los aplica, por lo que se debe usar mascarilla y guantes, no fumar, lavarse y
cambiarse de ropa inmediatamente después de la aplicación.
Aplicación con maquinaria: Hay que regular la velocidad del tractor con la descarga del
producto, de modo que la distribución sea uniforme. Las boquillas deben estar en buen
estado y mantenerse a una altura y posición convenientes para cada cultivo.
Aplicaciones aéreas: Se sugiere diluir la dosis de acuerdo con el tamaño de la planta y el
grado de infestación. La faja tratada no debe ser más ancha que la longitud de las alas del
avión. Es indispensable que un banderero bien protegido guie al piloto, y que las franjas
tratadas se sobrepongan un poco para que no queden áreas sin tratar. No es conveniente
hacer este tipo de aplicaciones en días muy caluroso o secos, en las horas calientes del
día, o cuando sopla el viento. Debe procurarse que el avión vuele a una altura de 1.5 a
3.0 metros sobre el follaje y a una velocidad de 72 a 96 kilómetros por hora.
La eficiencia de la cobertura o cubrimientos que un avión “fumigador” hace sobre las
plantas depende principalmente del número y tamaño de las gotas liberadas, altura y
velocidad del vuelo del avión, condiciones del tiempo, formulación del parasiticida, y de
la distribución y colocación del equipo de descarga.
Todos los factores, excepto el referente a las condiciones del tiempo, pueden ser
controlados, para obtener una cobertura uniforme y conveniente. Generalmente se
pueden lograr mejores coberturas cuando se aplican mayores cantidades por unidad de
área.
Precauciones generales para la aplicación de agroquímicos
Todos los insecticidas, fungicidas, herbicidas y algunos fertilizantes son venenosos para el
hombre y para los animales. Síganse las instrucciones y adóptense todas las precauciones
que aparecen en las etiquetas de fábrica de los recipientes. Dichos productos se deben
conservar en recipientes cerrados y en lugares frescos, donde no contaminen alimentos o
forrajes.
Evitar el contacto repetido o prolongado con la piel y las inhalaciones de los polvos,
vapores o neblinas de insecticidas y fungicidas. Si ha hecho aplicaciones o manipulando
estos productos, cámbiese de ropa y lávese las manos y cara antes de comer o de fumar. El
piloto, los operarios que preparan las mezclas, los bandereros y todas las personas que
intervienen de algún modo en la realización de las aplicaciones y calificación posterior
de la efectividad, deben tomar las mayores precauciones para evitar riesgos de
intoxicación. Se aconseja tener a la mano agua limpia, jabón, toalla, copa para limpieza
de los ojos y antídotos adecuados (como atropina para fosforados y sulfato de atropina
para carbamatos). En caso de síntomas de intoxicación se requiere atención médica
inmediata.
Instructivo para envió de muestras fitopatológicas
Indicaciones generales: Colectar una cantidad abundante de muestras enfermas,
procurando traer plantas (o partes) que presenten daño. Evitar la deshidratación de las
muestras, envolviéndolas en papel periódico humedecido y colocándolas dentro de
bolsas de plástico. Cada muestra debe ir acompañada con los datos exactos de
localización del predio, lote o campo, fecha de colección, nombre del colector, nombre
del agricultor, nombre, dirección y teléfono a quien debe enviarse la diagnosis. Se debe
anexar también la siguiente información: superficie cultivada, porcentaje afectado
aproximado, practicas de cultivo que se han realizado, cultivo anterior, drenaje del
terreno y cualquier otra información que suponga de utilidad en la diagnosis. Una vez
obtenidas las muestras, entregarlas lo más pronto posible al laboratorio, cuidando de
que durante el trayecto, no se expongan al calor excesivo, debido a su posición a los
rayos directos del sol o su colocación en sitios muy calientes.
Indicaciones específicas
Las muestras de frutos suculentos (tomate, pepino, mango, etc.), deben empacarse en
bolsas de papel o cajas de cartón, pero nunca en bolsas plásticas. Si se sospecha de una
enfermedad en la raíz de los árboles frutales, es conveniente colectar raíces de diferentes
diámetros y empacarlas en papel húmedo dentro de una bolsa plástica sin desprender el
suelo adherido a ellas. En una bolsa plástica, es necesario colectar el suelo alrededor de
las raíces del mismo árbol. Si las muestras por algún motivo permanecen almacenadas
por más de 24 horas, deben ser refrigeradas.
Jesús Navejas Jiménez
Plagas

Araña roja (Oligonychus mexicanus y Tetranychus spp): La araña roja es un ácaro de


tamaño pequeño, para observarlo a simple vista es necesario hacer una revisión
cuidadosa de las plantas; este ácaro ataca a varios cultivos como vid, melón, algodón,
cacahuate, etcétera. Los adultos son de color rojizo y las larvas café claro; al observar
las hojas infestadas a través del microscopio o con ayuda de una lupa, se pueden ver las
finas telarañas que los ácaros forman para su protección. Las plantas atacadas se notan
envejecidas, con telarañas en las hojas y presentan marchitez. En ataques severos las
plantas pueden llegar a defoliarse.
Barrenador del fruto del melón (Diaphania hyalinata): El adulto es una palomilla que mide
más de 3.0 centímetros de longitud; tiene las alas lancas, con una banda angosta café a
lo largo del margen anterior y lateral de ellas. El abdomen es blanco plateado y en uno
de sus extremos tiene un penacho de pelos largos obscuros. La hembra oviposita en la
parte terminal de las guías. Al emerger la larva es de color verdoso, se alimenta del
follaje o del fruto tierno, causando perforación.
Chinche apestosa (Nezara viridula): El adulto es color verde mate y tiene aspecto fuerte y
robusto; ataca a un gran número de plantas, como maíz, sorgo, algodón, cártamo,
hortalizas, etc. Es de los chupadores de mayor tamaño; su cuerpo puede medir hasta
2.0 centímetros de longitud y más de uno de ancho. En el follaje las hembras
ovipositan los huevecillos en masas formadas ordenadamente sobre las hojas; en forma
de barrilitos y miden un milímetro de altura, aproximadamente.
Chicharritas (Empoasca sp): Para el algodonero este grupo de cicadélidos no representan
un problema por sí solo, sino que toman relevancia al considerarse como un elemento
más del complejo de insectos chupadores. Las chicharritas miden de 3.0 a 4.0
milímetros de longitud y son de color verde limón. Estos insectos son abundantes en el
cultivo del cártamo en las etapas posteriores a la formación de capítulos; al realizar los
muestreos correspondientes es frecuente capturar más de 100 chicharritas en 100
redadas. Después de la formación de capítulos, el ataque de este insecto en el cártamo
provoca el desarrollo de fumagina, por lo que es frecuente que el follaje tome una
coloración negra antes de su madurez, lo cual afecta el rendimiento. También es
abundante en frijol, donde juega un papel muy importante, debido a que es un agente
transmisor de enfermedades virosas.
Chinche (ligus Lygus pratensis y Lygus lineolaris): Este insecto es de forma ovalada, mide
aproximadamente 6.0 milímetros de longitud, y su color es verdoso con algunas
manchas cafés en diferentes partes del cuerpo. Se caracteriza por tener una mancha
blanca en la parte dorsal, la cual mide 2.0 milímetros aproximadamente, y tiene figura
de “corazón”. Ataca los cultivos de algodón, cártamo, frijol, etc.
Chinche rápida (Creontiades rubrinervis): Mide alrededor de 7.0 milímetros de longitud
y su cuerpo es más alargado que el de la chinche ligus; es de color verde-pajizo y tiene
las patas de color rojizo. Su incidencia no es muy alta, pero tiene importancia porque
forma parte del complejo de chupadores que ocurren en varios cultivos de esta región,
sobre todo en el algodonero.
Conchilla prieta (Blapstinus sp): El adulto es un escarabajo de color café opaco, que mide
alrededor de 7.0 milímetros de longitud. El ataque ocurre durante las primeras cuatro
a seis semanas de edad de la planta, o bien después del transplante; este insecto afecta
principalmente los tallos de las plantas al alimentarse causando mordeduras
originando que las plantas se quiebren y mueran. La plaga es poco común en el valle
de Santo Domingo.
Diabróticas (Diabrotica balteata): El insecto adulto mide alrededor de 5.0 milímetros de
longitud y es de color verde, con manchas dorsales de color amarillo en D. balteata, y
negras en D. variegata. En algunas regiones maiceras las larvas del género Diabrotica
causan serios problemas en las raíces del cultivo al alimentarse de ellas; en cambio, en
el valle de Santo Domingo, sólo el adulto llega a causar daños al cultivo de frijol
cuando la planta es pequeña, ya que cuando se encuentra en etapa de fructificación las
aplicaciones para el control de otras plagas eliminan las poblaciones de diabróticas.
Gallina ciega (Phyllophaga spp): Varias especies de la familia Scarabaeidae causan daños
al sistema radicular de los cultivos. Los adultos son escarabajos de color café brilloso y
aspecto robusto. Las hembras ovipositan en el suelo, en donde permanecen las larvas
durante su vida, alimentándose de raíces de maleza y plantas cultivadas. Las larvas son
blanco brillantes y tan transparentes que a través de la piel pueden observarse algunos
órganos internos. Esta plaga sólo ocasionalmente llega a representar un problema en el
Valle de Santo Domingo.
Grillo de campo (Gryllus sp.): De importancia mínima, ya que no se ha observado un
incremento significativo en las poblaciones; el daño que causa, en forma aislada, es el
corte de algunas plantas por encima del suelo y debajo de la yema terminal.
Gusano alfiler (Keiferia lycopersicella): El adulto es una pequeña palomilla que mide
unos 5.0 milímetros de longitud y una expansión alar de 9.0 a 12 milímetros. Los
huevecillos son ovales y de color amarillo; pueden ser depositados tanto en el haz
como en el envés de las hojas y en los tallos del tomate. La larva nace entre los cuatro y
los 10 días después de la ovoposición y es de color liliáceo. Durante los primeros dos
estadios el gusano permanece como minador de las hojas, y en el tercero puede
doblarlas o bien se introduce en los frutos por la base del pedúnculo. En ataques
severos, puede penetrar por cualquier parte o alimentarse de las flores. Después de
completar su desarrollo larvario, el insecto cae al suelo y ahí pupa, días después
emerge el adulto para iniciar un nuevo ciclo de vida.
Gusano bellotero (Heliothis virescens): Uno de los problemas fitosanitarios más
importantes del algodonero y garbanzo en la región. El adulto es una palomilla de color
crema, en las alas anteriores presenta tres bandas de color verdoso en posición
diagonal. La hembra deposita los huevecillos en los botones florales, flores, frutos y en
las yemas terminales de las plantas. La larva pasa hasta por ocho estadios larvarios
durante un periodo cercano a los 20 días; y después se introduce en el suelo para
pupar, permaneciendo en esta forma durante 12 días.
Gusano cogollero (Spodoptera frugiperda): Este gusano es una plaga importante en todas
las áreas maiceras del país, ataca varias especies de plantas cultivadas y malas hierbas,
pero tiene preferencia por el maíz. El adulto es una palomilla café que cambia de
intensidad en diferentes partes del cuerpo, las alas posteriores son blancas, con una
banda fina café en las márgenes. La hembra oviposita más de 100 huevecillos en el haz
o envés de las hojas, éstos son cubiertos por escamas del cuerpo del adulto. La larva
pasa por seis instares y es fácil de identificar por la “Y” invertida que presenta en la
cabeza.
Gusano falso medidor (Trichoplusia ni y Pseudoplusia includens). Los adultos de ambas
especies tienen una apariencia similar, son de un tono negruzco, y cercana al centro de
las alas anteriores tienen una mancha bien definida en forma de ocho de color
plateado. En Trichoplusia ni la coloración es mate, mientras que en P. includens es
brillante. Las larvas, al igual que los adultos, tienen semejanza en forma y color, ambas
son verde claro, con bandas blanquecinas en posición longitudinal. La diferencia entre
las larvas de ambas especies estriba en una serie de puntos negros muy notorios que
presenta P. includens en posición lateral, colocados uno sobre cada espiráculo.
Gusano minador de la bellota (Bucculatrix gossypiella Morril): El adulto es una pequeña
palomilla de forma alargada color blanquecino; deposita el huevecillo sobre la
superficie de la bellota. La larva rara vez llega a medir 5.0 milímetros de longitud; el
daño lo causa al introducirse a la bellota a través de galerías sinuosas que llegan hasta
la fibra causando su pudrición.
Gusano peludo (Estigmene acrea): El adulto es una palomilla cuyas alas anteriores son
blancas con puntos negros bien definidos. Las larvas son inconfundibles por el gran
número de largas setas que presentan el todo su cuerpo, de esta característica deriva su
nombre común de “gusano peludo”. Su incidencia se puede considerar baja, sin
embargo, en casos aislados, como en cultivos de alfalfa, se llegan a desarrollar altas
poblaciones de larvas, cuyo ataque puede abatir el rendimiento de follaje.
Gusano saltarin (Elasmopalpus lignosellus): El adulto es una palomilla de color café con
manchas claras; oviposita en forma individual en las plántulas de sorgo, maíz y frijol,
principalmente. La larva alcanza hasta 2.0 centímetros de longitud y cuando se
molesta reacciona muy activamente. Las larvas se introducen en el tallo y lo barrenan
en sentido vertical, además, en su exterior forman un túnel con partículas de suelo
unidos mediante hilos de seda que la larva segrega. Cuando el gusano completa su
desarrollo hace un cocón o bolsa y lo adhiere al tallo en donde permanece como pupa
hasta la emergencia del adulto. El ataque del gusano saltarín se presenta en siembras
de fines de primaveras y durante todo el verano. Con frecuencia el ataque se presenta
tan severo que puede dejar sin plantas manchones de varias hectáreas;
ocasionalmente, grandes superficies tienen que ser rastreadas y sembradas
nuevamente debido a la población de plantas tan escasa que queda después del ataque
del gusano saltarín.
Gusano soldado (Spodoptera exigua): Los adultos son palomillas que tienen las alas
anteriores café-grisáceo y las posteriores blancas con el margen anterior café oscuro;
junto a los márgenes lateral y posterior tienen una banda muy fina del mismo matiz.
La hembra oviposita en masas en el envés de las hojas de algodonero, garbanzo y
alfalfa, y cubre los huevecillos con una serie de hilos finos de seda de un color blanco
sucio.Bajo condiciones de laboratorio se ha observado que el estado larvario dura de
14 a 16 días; cuando la larva alcanza su madurez, desciende de la planta y se entierra
en el suelo a unos 5.0 a 10 centímetros de profundidad; ahí se transforma en pupa y en
cinco o seis días emerge el adulto, que después de alimentarse y aparearse empieza a
reinfestar el cultivo.
Gusano trozador (Agrotis sp., Peridroma saucia): El adulto es una palomilla café negruzco
y de hábitos nocturnos, que pone sus huevecillos en el suelo o entre la maleza
desarrollada en suelos con humedad. Los gusanos causan el principal daño en plantas
tiernas de varios cultivos (algodón, garbanzo, frijol, maíz, etcétera.). De aspecto
robusto y de color café claro, con manchas oscuras en el dorso. Esta planta
generalmente se presenta en focos de infestación; las larvas se alimentan sólo durante
la noche, y en el día permanecen ocultas en la tierra a unos 10 centímetros de
profundidad, por esta razón las aplicaciones de parasiticidas deben hacerse de
preferencia por la tarde.
Minador de la hoja (Liriomyza munda): En su estado adulto es una mosca que mide cerca
de 3.0 milímetros de longitud; es de color amarillento, y en la parte dorsal del
abdomen presenta unas bandas oscuras, apreciables a simple vista. Oviposita dentro de
la hoja y al emerger la larva empieza a alimentarse produciendo extensas galerías en
las hojas. En ataques severos puede llegar a defoliar el cultivo, generalmente este
insecto pupa sobre el follaje o cae al suelo. Este insecto ataca al tomate, garbanzo y
frijol, entre otros.
Mosquita blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci): Las dos especies son
plagas muy importantes del algodonero, frijol y de las cucurbitáceas. En el algodonero
empiezan a aparecer después del primer riego de auxilio, y si no se combaten
oportunamente, pueden causar problemas antes de la apertura de bellotas. Las
mosquitas blancas miden menos de 2.0 milímetros de longitud, ovipositan en el envés
de las hojas y sus huevecillos son pediculados, al principio de un color crema, pero
después, poco antes de la eclosión, toman una coloración oscura; la ninfa es ovalada y
permanece alimentándose en un solo lugar. Luego pasa a una fase de pseudopupa y
posteriormente emerge el adulto. Ocasiona triple daño al cultivo; uno es el
debilitamiento de la planta por la extracción de la savia, otro es la transmisión de virus
(en frijol, “mosaicos”), y el tercero es la formación de fumagina en el follaje, afectando
la capacidad de fotosíntesis de las plantas afectadas.
Mosquita del sorgo (Contarinia sorghicola): Los adultos miden alrededor de 3.0
milímetros de longitud, son de cuerpo frágil y su color es anaranjado. Cabeza café, con
antenas largas; tiene patas delgadas y alas transparentes que presentan un fleco de
pelos finos. Ovipositan sobre las flores y granos tiernos un promedio de 50 a 100
huevecillos cada una. Las larvas viven y se alimentan dentro de la flor o del grano en
formación; son frágiles y al principio muestran un tono rosado que finalmente cambia
a anaranjado intenso, de tal forma que al oprimir los granos atacados, estos desprenden
una tinta color naranja. Causa daños de mayor magnitud en las siembras que se
realizan después del mes de marzo.
Perforador de la hoja (Bucculatrix thurberiella): El adulto es una palomilla blanca y
alargada, que tiene una longitud aproximada de 6.0 milímetros. Presenta un conjunto
de escamas largas en la parte posterior de la cabeza, con apariencia de capullo.
Deposita los huevecillos en las hojas y, al emerger la larva empieza a alimentarse de
ellas, haciendo una galería en el tejido. Esta larva se caracteriza porque al ser
molestada desciende de la planta por medio de un fino hilo de seda que segrega por las
partes bucales. En el tercer estadío sale de la galería y permanece en el envés de la hoja
en estado de reposo de “herradura” cubierto con una telilla sedosa de color gris claro;
algunos días después pasa al cuarto estadío y sale de su envoltura para continuar
alimentándose del follaje. Cuando el daño es muy intenso, devora toda la hoja, a
excepción de la cutícula y las nervaduras. La larva al madurar teje un capullo, que
adhiere en ramas, hojas y tallo de la planta; este capullo es de color blanquecino y
presenta unas costillas en posición longitudinal.
Pulga negra saltona (Spanagonicus albofasciatus): Mide alrededor de 2.5 milímetros de
longitud y tiene el cuerpo de forma similar al de Pseudatomoscelis, pero de color
diferente, ya que esta última es verde, mientras que S. albofasciatus es negro y presenta
unas manchas color blanco brillante en la parte superior del cuerpo, por esta razón
podría confundirse con la chinche pirata, pero difieren en el tamaño principalmente,
ya que la chinche pirata es más pequeña que la S, albofasciatus. Esta especie proviene
de otros cultivos, principalmente de cártamo, sorgo y frijol.
Pulga saltona negra (Chlamydatus associatus): Forma parte del complejo de chupadores
que dañan a varios cultivos como frijol, algodonero, ajonjolí y hortalizas; por lo general
se presenta en forma simultánea son Spanagonicus albofasciatus con la cual tiene
semejanza en cuanto a la forma del cuerpo, pero difieren en color y magnitud. C.
associatus es más negra y pequeña, pues mide alrededor de 2.0 milímetros de longitud.
Pulga saltona (Pseudatomoscelis seriatus): Tiene el cuerpo ovalado, verde claro, con
puntos negros en diversas partes del cuerpo. Mide cerca de 6.0 milímetros de longitud.
Para el combate químico debe tomarse en cuenta la edad de la planta; una aplicación
anticipada eliminaría las poblaciones naturales de insectos benéficos.
Pulgas saltonas (Epitrix sp y Chaetocnema sp): La Epitrix sp es café y mide alrededor de
2.0 milímetros de longitud; en cambio la Chaetocnema sp es un poco menor y de color
brillante. Ambas, durante su desarrollo, permanecen bajo el suelo, y en su estado
adulto emergen a la superficie para alimentarse de las hojas tiernas. Atacan a los
cultivos desde que nacen, y es durante las primeras cuatro semanas de edad de la
planta cuando pueden causar un daño importante en el cultivo.
Pulgón (Aphis gossypii): Mide menos de 2.0 milímetros de longitud y es de cuerpo
blando; un ataque agudo reduce el número de frutos por planta, y su calidad. Las
plantas atacadas por pulgones presentan deformaciones en las hojas y en caso de daño
intenso, muestran marchitez. Las plantas afectadas tienen el follaje cubierto de una
mielecilla, que favorece la aparición de fumagi-
na en el cultivo. Esta especie de pulgón ataca varios cultivos, como son algodonero,
calabacita, melón y sandía.
Pulgón de la espiga (Macrosiphum avenae): Esta especie es la más abundante en la región;
sin embargo, los niveles de infestación permanecen generalmente bajos, por lo que
solamente en casos aislados se justifica la aplicación de insecticidas.
Pulgón del follaje (Rhopalosiphum maidis): Mide alrededor de 2.0 milímetros de longitud
y presenta una coloración verde oscura, se localiza principalmente en las hojas del
trigo y en el cogollo del sorgo de primavera. En el trigo las infestaciones no alcanzan
niveles importantes en la región, por lo que no se justifica su combate químico. En el
caso del sorgo, sólo ocasionalmente llega a generalizarse su daño en algún lote, en cuyo
caso se requiere de una aplicación de insecticida.
Pulgón manchado (Therioaphis maculata): Esta especie es un pulgón verde claro con
algunas manchas oscuras en el cuerpo. En la región se presenta sólo durante invierno.
Cuando los niveles de infestación llegan a 10 individuos por tallo es necesario
combatirla químicamente.
Pulga de la raíz (Rhopalosiphum rufiabdominalis): Mide menos de 2.0 milímetros de
longitud y las ninfas de los primeros estadios son verde claro, mientras que las ninfas
maduras y los adultos presentan una mancha en un tono rojizo en la mitad del cuerpo.
Esta plaga se detectó por primera vez en la región en 1981. Es conveniente
inspeccionar el cultivo, con el propósito de tomar medidas de control.
Pulgón verde (Acyrtosiphon pisum): El cuerpo de esta especie, las antenas y las patas son
de coloración clara. Se presenta solamente durante el invierno y su ataque reduce
significativamente el rendimiento de follaje cuando los índices de infestación llegan a
10 pulgones por tallo; por lo tanto, en estos casos es conveniente aplicar insecticidas
para abatir las poblaciones de pulgones.
Pulgón verde (Myzus persicae): El adulto es verde pálido y mide 1.5 milímetros de
longitud aproximadamente; su cuerpo es blando y en la parte posterior del abdomen
tiene un par de tubos o cornículos. Los adultos alados son los responsables de la
propagación de la plaga de un cultivo a otro, y procrean individuos sin alas, que son los
encargados de formar las colonias de pulgones sin alas en el cultivo. Los adultos
transmiten, en corto tiempo, algunos virus que causan enfermedades en las plantas; M.
persicae ataca los cultivos de chile y tomate.
Pulgón verde del trigo (Schizaphis graminum): Tanto las ninfas como los adultos son verde
claro, se desarrollan en colonias en el envés de las hojas de plantas pequeñas. Su ataque
de causa manchas cafés en el follaje. En esta región esta plaga es poco frecuente, por lo
que su combate químico no se justifica. Paralelamente al desarrollo de las poblaciones
de pulgones, en los diferentes cultivos se originan poblaciones de fauna benéfica como
avispitas momificadoras de pulgones, Aphidius sp.; moscas de la familia sírfidae;
catarinas, Hippodamia convergens, Cicloneda sanguinea y Olla abdominalis; crisopas,
Chrysopa californica; chinche pajiza, Nabis sp; y chinches asesinas, Zelus sp y Sinea sp;
estos insectos benéficos juegan un papel determinante en el equilibrio biológico, ya
que limitan las posibilidades de incremento en las poblaciones de pulgones.
Trips (Frankliniella sp y Thrips tabaci): Miden cerca de 2.0 milímetros de longitud y son
de color amarillento; atacan al algodonero desde la emergencia de las plántulas hasta
después del aclareo. Las infestaciones son mayores cuando hay periodos prolongados
de frío y alta humedad relativa, de tal forma que las siembras más atacadas son las de
febrero y marzo, principalmente. Los trips también atacan al maíz, en siembras de
febrero y marzo. En este caso su ataque se caracteriza por las manchas foliares que
provoca, las cuales hacen que las hojas aparenten estar secas; por esta razón en
ocasiones se les confunde con daño causado por heladas. Las altas infestaciones de
trips en el maíz en las primeras cuatro semanas de desarrollo pueden causar la muerte
de las plántulas.
Trips (Caliotrips phaseoli): El adulto mide 1.0 milímetros de largo y es negro, mientras
que las ninfas son amarillo-cafés. Tienen una alta capacidad de reproducción, por lo
que en las zonas productoras de soya, esta plaga representa un verdadero problema. Las
plantas atacadas muestran en las hojas unas mancheas “cenizas”, las cuales, después
que el tejido muere, cambian a café-rojizo.
Jesús Navejas Jiménez
Enfermedades

Cenicilla: Los síntomas se presentan en la hoja como pequeñas manchas blancas


cubiertas por un polvillo de aspecto harinoso. En ataques severos el “polvo” puede
cubrir toda la hoja y el pecíolo.
Se caracteriza por la formación de un polvillo color blanco sobre la superficie de las
hojas y los peciolos; las hojas se decoloran y deforman, al igual que los tallos y las
vainas. El organismo patógeno penetra por las heridas ocasionadas a la planta.
Jicamilla: El nombre de la enfermedad se origina por las nudosidades que se forman en la
raíz de la planta a causa del ataque. De acuerdo con la población de estos parásitos en
el suelo y la humedad suficiente del mismo, y con las temperaturas entre 22 y 30 ºC,
las agallas crecen más de 5 veces el grosor original de la raíz. En cortes transversales de
las agallas, se observan cavidades acuosas y brillantes. En plantas jóvenes, las hembras
de los nemátodos se pueden observar fácilmente al microscopio, debido a las masas de
huevecillos que producen en una base gelatinosa.
Mancha de la hoja: Esta enfermedad se presenta en forma de manchas redondas de color
café, rodeadas por una aureola amarilla. Aparece primero en las hojas inferiores.
Cuando el tiempo es húmedo, el patógeno se propaga fácilmente y sobre las manchas
se forma una vellocidad de color gris cenizo debido a la presencia de las esporas. Un
ataque intenso puede causar defoliación completa de la planta, lo que trae consigo
retardo en su desarrollo y merma en el rendimiento. Para disminuir el daño es
necesario asperjar fungicidas a base de cobre o simplemente espolvorear azufre,
aplicando 3 ó 4 veces cualesquiera de los productos durante el ciclo vegetativo de la
planta; también las aplicaciones de Manzate D dan buenos resultados. No se debe
sembrar cacahuate tras cacahuate que haya sido dañado por la enfermedad, en este
caso deben quemarse los residuos.
Mancha foliar: Se desarrolla con humedad relativa y temperatura altas. Los síntomas se
manifiestan como manchas de color café oscuro que al crecer tornan quebradizas las
hojas.
Mancha gris de la hoja: Produce en las hojas manchas irregulares de color gris; este hongo
se desarrolla bajo las mismas condiciones de humedad y temperatura donde prolifera
Alternaria spp, pero su principal daño lo ocasiona en el capítulo, al provocar la
pudrición de las flores.
Marchitez de la planta: Ataca las raíces taponando el floema y con esto se impide el paso
de la savia hacia el follaje. En ataques severos las plantas llegan a morir. El patógeno
penetra por las heridas en la raíz, que han sido causadas mecánicamente o por
insectos; el debilitamiento de la planta por exceso de humedad, también favorece a la
proliferación del hongo. Para evitar esta enfermedad es necesario hacer rotación de
cultivos resistentes, combatir plagas del suelo, evitar que los implementos agrícolas
dañen las raíces, dar riegos ligeros y sobre todo usar variedades resistentes.
Marchitez de la planta: La planta presenta un marchitamiento inicial en las yemas
terminales de cada guía y según sea la severidad del daño, se puede secar toda la
planta o parte de ella; al arrancar y hacer un corte transversal en la raíz se observa un
anillo oscuro, que se va diluyendo a lo largo de las guías; ese anillo es la parte de la raíz
dañada por el hongo, el cual destruye los tejidos de conducción de la savia y obstruye
la circulación de la misma, lo que provoca la marchitez. Por otra parte, todo el follaje
se torna amarillento y pronto toda la planta muere. La enfermedad es más notoria en
épocas calurosas.
Mildiu: Se desarrolla rápidamente cuando la temperatura y la humedad relativa son muy
altas. Los síntomas más frecuentes del mildiu son manchas amarillas o cafés en el haz
de la hoja. Crecimiento velloso de color crema oscuro en el envés de la misma, lo cual
ocasiona que las hojas se sequen y baje considerablemente su rendimiento.
Generalmente, cuando los cultivos de pepino u otra cucurbitácea se ven sumamente
dañados, el fruto pierde su desarrollo normal.
Causa más daños en el segundo año de establecida la alfalfa; los síntomas
característicos son inicialmente ligeras manchas irregulares verde claro en las hojas, las
que después crecen cuando el hongo se establece e inicia su reproducción, a través de
una vellocidad blanco grisácea que se produce en el envés de las hojas; las manchas se
tornan necróticas y de color blanquecino.
Mildiu velloso: Los síntomas principales se inician con un amarillamiento en la parte
terminal de la hoja que continua hacia el resto de ella, pudiendo llegar a secarla
totalmente. En la parte del envés se observa una vellocidad grisácea que corresponde a
las estructuras reproductivas del hongo o esporas. Al infestar las hojas, la planta se
debilita tornándose amarilla, desecha flores y reduce el tamaño del grano.
Moho de la hoja: Empieza en las hojas de la parte inferior de la planta como manchas
amarillentas en el haz y agrupaciones de color verde olivo en el envés. En ataque
severo el plantío adquiere una coloración café clara y luego oscura, que va progresando
de abajo hacia arriba.
Mosaico: Enfermedad causada por un virus; origina una anomalía en el desarrollo de la
planta, principalmente en las hojas jóvenes y en las partes florales. Las hojas pueden
mostrar desde un moteado suave hasta la pérdida del color, y las partes florales y
frutos, pueden presentar deformaciones. Debido al ataque de este patógeno las plantas
pueden mostrar enanismo.
Mosaico dorado: Enfermedad causada por un virus. Se manifiesta en las hojas como un
moteado de tonos amarillos y verdes. Su transmisión es por medio del ataque de
insectos chupadores en las primeras etapas de crecimiento de las plantas.
Peca de la hoja: Se desarrolla con humedad relativa y temperatura altas. Afecta
principalmente a las hojas, causándoles manchas circulares de color café oscuro de 2.0
centímetros de diámetro, semejantes a una peca; cuando la mancha se hace vieja, en la
parte central y por el haz de la hoja se forma el cuerpo fructífero del hongo, el cual
tiene forma de copa (apotecia). En los tallos, las lesiones son de forma elíptica y rara
vez se observan cuerpos fructíferos. Las hojas con demasiadas manchas se tornan
amarillas y caen prematuramente. El hongo sobrevive en los tejidos enfermos. Las
apotecias se forman durante todo el ciclo de la alfalfa y las esporas que se producen
son llevadas por
el viento hasta las plantas sanas; el patógeno no se propaga a través de la semilla de
alfalfa. Cuando la infección es sistémica, los tallos reducen su tamaño, se hinchan y el
follaje se vuelve clorótico. El hongo sobrevive en residuos de cosecha o en las
proximidades del cuello de la planta.
Pierna negra o pudrición del pie: Se presenta en las plantas cuando el ambiente y el suelo
tienen alta humedad. Se caracteriza por producir una mancha negra en la parte
inferior del tallo, la cual crece hacia arriba del mismo. A medida que el hongo se
desarrolla, causa una pudrición en la planta. El daño se manifiesta más drásticamente
en plantas jóvenes, las cuales suspenden su desarrollo y mueren antes de su
fructificación.
Pudrición radicular: En condiciones de humedad excesiva, se presenta en plantas de
cualquier tamaño y se caracteriza porque la planta se marchita, debido a que la raíz ha
sido dañada en su xilema, donde se observa una coloración oscura o café negruzca,
paralela a la longitud de la raíz principal.
Rabia: Los síntomas que se presentan en la planta son cambio de color en las hojas de un
verde grisáceo a un amarillento, lo cual origina la marchitez parcial o total de la planta.
Roya o chahuixtle: Puede estar presente en el suelo o bien transmitirse a través de la
semilla, que es el principal vehículo de diseminación; en ambos casos se trata de una
infección primaria. El patógeno se desarrolla favorablemente cuando las temperaturas
del suelo se encuentran entre 15 y 25 ºC, se detiene con temperaturas de 30 a 35 ºC;
el hongo sobrevive en el suelo de un año para otro, a través de las teliosporas. El
incremento de la humedad del suelo no estimula el aumento de la enfermedad en las
plantas. Cuando las condiciones ambientales son impropias para la formación de
esporas, el patógeno se desarrolla lentamente dentro de la planta sin causarle mucho
daño, pero bajo condiciones ideales para la esporulación esta enfermedad se presenta
desde las hojas cotiledonales de las plántulas, en donde se observan pequeños gránulos
anaranjados formados por uresdosporas que causan infecciones secundarias en otras
hojas. Al liberarse las uredosporas, se forma una llaga (pústula) por donde se
deshidrata la planta en forma gradual a la esporulación. Cuando se dejan de producir
uredosporas, el hongo inmediatamente forma teliosporas de color café.
Roya o chahuixtle: Se desarrolla cuando la temperatura y la humedad relativa son
demasiado altas. Los síntomas aparecen en el envés de las hojas como puntos amarillos
o rojizos de donde se desprende un polvillo, que no es otra cosa que las esporas del
hongo. Este patógeno ataca las hojas, vainas y rara vez al tallo. Cuando la enfermedad
es muy severa, las hojas se tornan amarillas y la planta muere.
Roya o chahixtle: Forma en el haz de las hojas pequeñas pústulas de color amarillo-café o
café oscuro, rodeadas por un anillo amarillo. Cuando la infección es severa, la planta
se defolia y el suelo adquiere un aspecto rojizo, debido a la presencia de uredosporas.
Roya o chahuixtle de la hoja: Es común que en las hojas, durante el mes de febrero, se
presenten las primeras señales de la enfermedad en forma de pequeños puntos de
color naranja (pústulas), los cuales llegan a cubrir toda la lamina foliar. Las variedades
susceptibles que son atacadas durante el espigamiento, reducen su rendimiento hasta
en un 50%.
Secadera, marchitamiento o damping off: Se presenta cuando las plantas están recién nacidas
y tienen pocos días de emergidas; los primeros síntomas se manifiestan en la base del
tallo, en forma de anillo de color café oscuro que interrumpe la circulación de la salvia
y ocasiona la marchitez de la planta. A medida que la enfermedad avanza la raíz
muestra necrosis interna de un color rojo ladrillo, que es la causante de que las plantas
mueran. La enfermedad es severa cuando se presentan temperaturas de 7 a 10 ºC.
Rhizoctonia solani se desarrolla en suelos que contienen materia orgánica en
descomposición y se dispersa a partir de las plantas infectadas. Penetra fácilmente por
heridas causadas mecánicamente o por plagas.
Tizón tardío: Los daños severos de esta enfermedad se producen en condiciones de alta
humedad relativa y bajas temperaturas. Los síntomas se presentan en las plantas como
manchas grises en el follaje con una vellocidad blanquecina en el margen; también se
manifiestan como pudriciones de frutos a partir del pedúnculo.
Tizón temprano: Los síntomas característicos de esta enfermedad son manchas oscuras
con anillos concéntricos rodeadas por anillos amarillentos. El ataque en almácigos es
severo y mata las plantas. Los tallos son afectados parcialmente. Las plantas pueden ser
atacadas en hojas, tallos y frutos.
Jesús Navejas Jiménez
Malezas

Nombre común Nombre científico


Alambre Polygonum sp.
Avena Avena fatua
Alpiste silvestre Phalaris minor.
Coquillo Cyperus rotundus
Coquillo Cyperus globulosus
Coquillo Cyperus strigosus
Campanita Ipomoea hederacea
Correhuela o gloria de la mañana Convolvulus arvensis
Chual cimarrón Chenopodium murale.
Chual cenizo Chenopodium album.
Chicalote cardo Argemone mexicana
Chilillo Polygonum aviculare
Diente de león Taraxacum officinale
Empanadita Commelina diffusa
Frijolillo Cracca janala
Golondrina Phyllantos niruri
Golondrina Roja Euphorbia serpens.
Golondrina Blanca Euphorbia serpyllijolia.
Guachapore o guizapol Xanthium epinosus
Hierba prieta Eclipia albr
Hierba amargosa, iztafiate Parthenium hysterophorus
Jarilla Jusslaea grandiflora
Jaramao Eruca sativa
Lengua de vaca Rumex crispus
Lengua de vaca Rumex pulcher
Girasol Tilhonia lobaeformis
Morraja Sonchus oleraceus
Malva Malva moschata
Malva Anoda cristata
Morita, chinchiquelite Solanum nigrum
Mostaza Brassica campestris
Mostacilla Sisymbrium irio
Meloncillo Cucurbita foetidissima
Oreja de ratón Sida hederacea
Rabanillo Raphanus raphanistrum
Baiquillo Sesbania exaltada
Tomatillo Physalis angulata
Tomatillo Physalis longefolia.
Toloache Datura stramonium
Verdolaga Portulaca oleracea
Grama Cynodon dactylon
Fresadilla, frente de toro Digitaria sanguinalis
Zacate Johnson Sorghum halepense
Zacate carricillo Panicum reptans
Zacate liendrilla Leptochloa filiformis.
Zacate rayado Echinochloa crusgalli
Zacate pinto Echinochloa colonum
Zacate de ganzo Eleusine indica
Zacate barbado Leptochloa fascicularia
Zacate de agua Leptochloa chloridiforis

Jesús Navejas Jiménez


AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN
Agricultura de conservación.
Un sistema sustentable
¿Qué es la agricultura de conservación?
La agricultura de conservación (AC) es un sistema de producción agrícola que se basa en
tres principios: a) remoción mínima del suelo (sin labranza); b) cobertura del suelo
(mantillo) con los residuos del cultivo anterior, con plantas vivas, o ambos; y c) rotación
de cultivos, para evitar plagas y enfermedades, y diseminación de malezas.
¿En qué tipo de suelo se puede practicar?
Los principios de la AC son muy adaptables. Los agricultores utilizan la AC en una amplia
gama de suelos, bajo diferentes condiciones ambientales y en distintas realidades del
agricultor (recursos económicos, tamaño de parcela, maquinaria, mano de obra,
etcétera).

El maíz sembrado sin labranza, directamente en una buena capa de residuos, es un excelente punto de partida
para la agricultura de conservación.
¿Qué cultivos se pueden sembrar?
La gran mayoría de los cultivos se produce bien con AC. A nivel mundial es utilizada en
amplias superficies con maíz, trigo, soya, algodón, girasol, arroz, tabaco y muchos otros
cultivos. Incluso en la producción de tubérculos, como la papa, aunque durante la
cosecha se remueve mucho el suelo.
¿Qué beneficios se obtienen?

Beneficios inmediatos

Aumenta la infiltración de agua debido a que la estructura del suelo queda


protegida por los residuos y al no haber labranza los poros se conservan intactos.
Además los residuos bajan la velocidad del escurrimiento, dando más tiempo al
agua para infiltrarse.
Se reduce el escurrimiento de agua y la erosión del suelo al aumentar la
infiltración de agua.
Se evapora menos humedad de la superficie del suelo al quedar protegida de los
rayos solares por los residuos.
El estrés hídrico de las plantas es menos frecuente e intenso, gracias a que, al
aumentar la infiltración de agua y disminuir la evaporación del suelo, aumenta la
humedad.
Se necesitan menos pasadas de tractor y mano de obra para preparar el terreno y,
por consiguiente, disminuyen los costos de combustible y mano de obra.

Beneficios a mediano y largo plazo

Una mayor cantidad de materia orgánica (MOS) que mejora la estructura del
suelo, aumenta la capacidad de intercambio de cationes y la disponibilidad de
nutrientes, y mejora la retención de agua.
Los rendimientos aumentan y son más estables.
Se reducen los costos de producción.
Aumenta la actividad biológica tanto en el suelo como el ambiente aéreo; esto
contribuye a mejorar la fertilidad biológica y permite establecer un mejor control
de plagas.

¿Qué tipo de problemas encontraré?

Forma de pensar
A muchos agricultores, técnicos e investigadores les resulta difícil entender que es posible
sembrar sin arar, y que es igual o más productivo que la siembra convencional. Cambiar
de forma de pensar respecto al manejo agrícola es uno de los desafíos más grandes que
hay que enfrentar. La AC no es una receta. Por eso, es necesario que quienes deseen
adoptarla averigüen, entiendan y apliquen los principios de esta tecnología en sus
condiciones particulares.
Retención de residuos
La AC no da buenos resultados sin la retención de residuos en la superficie del suelo. Sin
embargo, la mayoría de los pequeños productores manejan sistemas agropecuarios mixtos
y utilizan los residuos para alimentar a sus animales durante la temporada de sequía, para
la venta u otros usos. Para aminorar este conflicto, se puede iniciar la AC en una pequeña
parte de la parcela. Una vez que el agricultor haya adquirido experiencia con el sistema y
sus rendimientos hayan aumentado, entonces, podrá destinar parte de los residuos de la
cosecha para alimentar a sus animales, dejar suficiente para proteger la superficie del
suelo y, en el siguiente ciclo, comenzar a practicar la AC en una superficie más extensa de
la parcela.
Control de malezas
En los primeros ciclos de la AC es muy importante el control de malezas. Éste se puede
efectuar de manera eficaz aplicando herbicidas, en forma manual, sembrando cultivos de
cobertura, o combinando estos procedimientos, con lo cual se evitará que las malezas
produzcan semilla. Si se logra un buen control, las poblaciones de malezas se reducen
después de los primeros dos o tres ciclos de cultivo.
Aplicación de nitrógeno
Los residuos de la cosecha y la materia orgánica del suelo (MOS) son descompuestos por
organismos del suelo de manera que, con el tiempo, las plantas pueden aprovechar el
nitrógeno contenido en estos materiales orgánicos. Con la labranza, la descomposición es
muy rápida, tanto que los niveles de MOS bajan y el suelo se degrada. Sin labranza la
mineralización y la descomposición de la MOS se reducen y proporcionan nitrógeno y
otros nutrientes a las plantas, en forma más lenta y uniforme. Sin embargo, en suelos muy
degradados y con poca MOS la disponibilidad de nutrientes puede ser pobre para las
plantas, por lo cual es necesario aplicar más nitrógeno (estiércol, composta o fertilizante)
durante los primeros años en los que se practica la AC.
¿Qué se necesita para iniciar?

Información
Es muy importante obtener información de agricultores y técnicos con experiencia en el
sistema. Los agricultores deben iniciar la AC en una superficie pequeña
(aproximadamente 10% de la propiedad), para aprender primero cómo manejar la
técnica.
Preparación

Se dispone el terreno con anticipación: romper la compactación, nivelar la


superficie, eliminar las malezas y los problemas de acidez.
Conseguir el equipo adecuado para la siembra y el control de malezas.
Producir suficiente residuo o rastrojo.

Implementación

Es importante lograr un buen control de malezas evitando que ellas produzcan


semilla.
Comenzar con una buena rotación de cultivos para proporcionar nutrientes,
producir una mayor cantidad de residuos y controlar las malezas.
Si los suelos son muy arenosos o se han degradado, aplicar más fertilizante
nitrogenado, estiércol o composta.

1. El problema de la degradación del suelo

¿Qué es la degradación del suelo?


La erosión ocasiona una disminución de la materia orgánica y la fracción fina de
partículas en el suelo, y la pérdida de la fertilidad es el resultado de la degradación del
suelo. Un suelo degradado provoca la disminución progresiva de los rendimientos de los
cultivos, el aumento de los costos de producción, el abandono de las tierras o al
incremento de la desertificación. La labranza es la causa principal de la degradación de
las tierras de cultivo, porque ocasiona una rápida desintegración de la materia orgánica y
reduce la fertilidad del suelo.
¿Qué es un suelo fértil?
Un suelo fértil permite alcanzar un buen nivel de producción, que sólo es limitado por
las condiciones ambientales (humedad y radiación) o un manejo agronómico
inadecuado. La fertilidad es un conjunto de tres componentes: la fertilidad química, la
fertilidad física y la fertilidad biológica. Si alguno de estos componentes disminuye, esto
normalmente conduce a la reducción de los rendimientos, como resultado de la
reducción de la materia orgánica.

Degradación del suelo, después de una fuerte tormenta, causada por


un manejo agronómico inapropiado (Foto: Moriya, 2005)
¿Qué es la fertilidad química del suelo y cómo se puede conservar y mejorar?
La fertilidad química es la capacidad del suelo de proporcionar todos los nutrientes que
el cultivo necesita: si dichos nutrientes no están presentes en una forma accesible a las
plantas o se encuentran a profundidades donde las raíces no llegan, no contribuirán al
crecimiento del cultivo.
La disponibilidad de nutrientes es normalmente mayor cuando éstos se asocian con la
materia orgánica y con la aplicación de estiércol, fertilizante, composta o cal.
¿Qué es la fertilidad física del suelo y cómo se puede conservar y mejorar?
La fertilidad física es la capacidad del suelo de facilitar el flujo y almacenamiento de
agua y aire en su estructura, para que las plantas puedan crecer y se arraiguen
firmemente a éste. Para que el suelo sea físicamente fértil, debe tener espacio poroso
abundante e interconectado. Generalmente, existe ese tipo de espacio cuando se forman
agregados, que son partículas de suelo unidas por materia orgánica. La labranza deshace
los terrones, descompone la materia orgánica, pulveriza el suelo, rompe la continuidad de
los poros y forma grandes capas compactas que restringen el movimiento del agua, el aire,
y el crecimiento de las raíces. Un suelo pulverizado es más propenso a la compactación,
al encostramiento y la erosión. Para disminuir este problema, es necesario reducir la
labranza al mínimo y aumentar la cantidad de materia orgánica.
Degradación física del suelo provocada por la labranza intensiva. La superficie está comprimida y encostrada
(Foto: Govaerts, 2004).
¿Cómo se puede conservar y mejorar la fertilidad biológica del suelo?
La fertilidad biológica del suelo se refiere a la cantidad y diversidad de fauna en el suelo
(lombrices, escarabajos, termitas, hongos, bacterias, nemátodos, etcétera). La actividad
biológica consiste en romper las capas compactas, descomponer los residuos de los
cultivos (incluidas las raíces), integrarlos al suelo, convertirlos en humus, y aumentar la
cantidad y continuidad de los poros. La labranza destruye los túneles y el hábitat de estos
organismos. La mejor manera de incrementar la actividad biológica en los suelos de
cultivo es crear un sistema lo más parecido a uno natural, suprimiendo la labranza y
dejando los residuos en la superficie del suelo.
¿Cómo detectar la degradación?
Una forma sencilla de detectar la degradación física del suelo es tomar unos terrones
pequeños de aproximadamente un centímetro de diámetro de un terreno arado y otro de
una tierra virgen cercana. Observe ambas muestras de suelo. La primera diferencia se
nota en el color más oscuro del suelo sin arar, debido a su mayor contenido de materia
orgánica; la segunda, cuando al colocar los terrones en un recipiente con agua, el terrón
de suelo arado se desintegra, en tanto que el otro permanece intacto. Para hacer una
tercera prueba, se afloja la tierra de un campo que haya sido arado y de una superficie sin
arar, y luego se observa la diferencia en el número y la diversidad de especies animales.
Por lo general, se observan más organismos en el terreno que no ha sido arado.
¿Cómo se puede evitar la degradación del suelo?
Los tres factores más importantes que causan degradación de los suelos agrícolas son: a)
la labranza (eliminación de la fertilidad física); b) la remoción de residuos
(principalmente para pastoreo o quema); y c) la extracción de nutrientes (no se aplican
cantidades adecuadas de estiércol, composta o fertilizante). Por tanto, la clave para evitar
la degradación es reducir al mínimo la labranza, dejar en la superficie tantos residuos
como sea posible y reponer los nutrientes que son absorbidos por los cultivos.
En la foto superior un terreno en que se aplicó AC y se dejó parte del rastrojo del cultivo anterior; abajo, un
terreno sin rastrojo y con labranza convencional. Terrenos en Toluca, Estado de México, después de una lluvia
intensa de 30 milímetros. (Foto: Delgado, 2005).
2. Agricultura de conservación
Los agricultores mexicanos, como casi todos los agricultores en el mundo, se enfrentan
hoy día principalmente a tres retos:

Los acontecimientos recientes a nivel mundial, que han ocasionado incrementos


en los costos, sobre todo de combustible, fertilizantes y otros insumos para la
producción de cultivos agrícolas.
La rápida degradación de la estructura del suelo, que afecta desfavorablemente
su composición química, ya que produce considerables reducciones del carbono
orgánico del suelo y reduce la abundancia biológica.
La escasez de agua, para producción tanto de riego como de temporal, es un
factor limitante, ya que no permite generar ni mantener grandes volúmenes de
productos que satisfagan las demandas de alimentos para consumo de los
habitantes de numerosos países en desarrollo, entre ellos, México.

Siembra directa sin mover el suelo. Un disco cortador abre el suelo, se deposita la semilla y la llanta
compactadora cierra la abertura.
El maíz es el principal cultivo básico y estratégico para la alimentación en México; sin
embargo, en años recientes, su costo de producción se ha elevado. Esta situación ha
creado un entorno de baja competitividad para los productores de las diferentes zonas
productoras de riego o de temporal en términos de costo-beneficio y, por ende, la
rentabilidad del cultivo ha decrecido.
Ante el panorama de inseguridad, la AC constituye una solución potencial. La AC se basa
en tres principios: reducir al mínimo el movimiento del suelo; dejar el rastrojo del cultivo
en la superficie del terreno para que forme una capa protectora; practicar la siembra de
diferentes cultivos, uno después de otro, o sea, la rotación de cultivos.
Rastrojo
El rastrojo es una base importante de la AC, ya que si no hay residuos no puede existir este
sistema. Por tanto, si usted piensa eliminar o quemar todos los residuos de su cosecha, no
aplique AC, porque podría obtener resultados más negativos que si sembrara con labranza
convencional. La importancia de dejar los residuos es lograr una buena cobertura y
proteger al suelo del viento, así como retener la humedad, lo cual contribuirá a una buena
germinación. Aunque esto no significa dejar todo el rastrojo, si los residuos son
importantes para usted porque debe alimentar a sus animales, se recomienda consultar
con un técnico cuál es la cantidad adecuada para la zona.

La quema del rastrojo no es una práctica aconsejable en el uso de labranza de conservación.

El rastrojo de trigo forma una pantalla que ayuda contra las heladas.
Después o durante la cosecha, el rastrojo se distribuye de manera uniforme, para que
forme un colchón que proteja el suelo.
La AC reduce los costos de producción y la mano de obra; aumenta la competitividad de
los agricultores y los ingresos de éstos en los sistemas de producción de maíz; y representa
una excelente opción para conservar los recursos naturales, dado que:

Mejora la textura y la estructura del terreno.


Favorece la infiltración del agua y la retención de la humedad.
Retiene por más tiempo la humedad del suelo en zonas de temporal o de riego,
promueve el uso eficiente del agua y genera ahorros en su consumo durante el
riego.
Mejora las propiedades químicas y biológicas del suelo.
Aumenta el nivel de materia orgánica.
Reduce la erosión.
Disminuye la quema del rastrojo.
Al reducirse el uso de maquinaria agrícola, se ahorra combustible; hay menos
emisiones de contaminantes y menor compactación del suelo, que se asocia al
exceso de pases de maquinaria. Los beneficios finales para los agricultores serán
una agricultura sostenible y más rentable y la reducción de costos, que se
traducen en mayores ingresos.

La agricultura de conservación tiene gran potencial en México. A continuación se


ilustra la gran diferencia en el comportamiento de una variedad de maíz o de trigo, con la
misma cantidad de fertilizante y el mismo control de herbicidas, pero bajo distintos
sistemas de manejo.
3. Importancia de los residuos
Los residuos o rastrojos son las partes secas que quedan del cultivo anterior, incluidos los
cultivos de cobertura, los abonos verdes u otros materiales vegetales traídos de otros
sitios. Los rastrojos son un factor fundamental para la correcta aplicación de la
agricultura de conservación (AC). En los sistemas agrícolas convencionales, los residuos
normalmente se utilizan para alimentar a los animales, o bien se retiran del campo para
otros usos, se incorporan o se queman. En muchos lugares, existen derechos de pastoreo
comunales, situación que podría crear conflictos al querer proteger los residuos que
quedan en la superficie del suelo de los animales que andan sueltos en busca de alimento.
Sin embargo, como los agricultores que aplican la AC obtienen mayores beneficios con la
retención de residuos, algunas comunidades han encontrado formas de resolver este
problema.
¿Cuáles son los beneficios del rastrojo en la AC?

Mayor infiltración de agua.


Menor evaporación de agua.
Mayor volumen de agua disponible para los cultivos.
Menor erosión por agua y viento.
Más actividad biológica.
Mayor producción de materia orgánica y disponibilidad de nutrientes para las
plantas.
Temperaturas moderadas del suelo.
Menos malezas.

La retención de residuos, ¿cómo aumenta la infiltración de agua?


La estructura de los suelos donde se elimina el rastrojo, o que se laborean, es
generalmente débil como consecuencia de la labranza. A esto se suma la acción
destructiva de las gotas de lluvia, que hace que las partículas del suelo se dispersen, se
tapen los poros y se compacte la superficie, impidiendo la infiltración del agua. Por el
contrario, en los sistemas de AC, con nulo movimiento de suelo, los residuos permanecen
en la superficie y la protegen, con lo cual aumenta también la actividad biológica, hay
una mayor cantidad de poros y, en consecuencia, mayor infiltración de agua.
¿Cómo reducen los residuos la evaporación?
Los residuos protegen el suelo no sólo del impacto de las gotas de lluvia, sino también de
los rayos solares que evaporan el agua de la superficie del suelo y de la deshidratación a
causa del viento. Por eso, normalmente se encuentra tierra húmeda debajo de los
residuos.
¿Cómo aumentan los residuos la cantidad de agua?
Con los residuos hay menos pérdida de evaporación y aumenta la penetración del agua
de lluvia en el suelo, es decir, se incrementa la infiltración; por eso hay más agua en el
suelo para las plantas. Puede que una parte del agua adicional se pierda y no sea
aprovechada por el cultivo, pero en la mayoría de los casos, sobre todo en zonas secas o
de temporal, habrá más agua disponible para las plantas.
Los residuos, ¿cómo protegen el suelo de la erosión?
Los residuos, al aumentar la infiltración, estimulan una mayor penetración de agua en el
subsuelo. Asimismo, hacen que sea más lento el escurrimiento de agua por el terreno. La
combinación de estos dos factores reduce significativamente el efecto de la erosión
hídrica. Los residuos también protegen el suelo del viento y cuando éste deja de ser
removido por la labranza durante la aplicación de las prácticas de AC, hay una marcada
disminución de la erosión eólica.
¿Cómo aumentan los residuos la actividad biológica?
En la AC, si se dejan los residuos en la superficie del suelo se genera una fuente constante
de alimento y un hábitat para los organismos del suelo, que propicia además un aumento
en su población. Muchos de estos organismos crean poros en el suelo o destruyen plagas
que atacan los cultivos. Cuando se practica la agricultura convencional únicamente el
cultivo está presente: no hay fuentes de alimento para los organismos del suelo, ni hábitat
para los insectos benéficos.
¿Cómo afecta la retención de residuos a la materia orgánica del suelo y los nutrientes de las
plantas?
La actividad biológica fomentada por la retención de residuos y la ausencia de labranza
(prácticas de AC), permite que la materia orgánica permanezca más tiempo en el suelo en
forma de humus. Los nutrientes contenidos en el humus son más accesibles a las plantas
que las formas inorgánicas (fertilizantes). Sin embargo, también es posible que los
residuos inmovilicen el nitrógeno y, por ello, quizá sea necesario aplicar un poco más de
estiércol o fertilizante nitrogenado en los primeros años que se aplique la AC.
Los residuos, ¿tienen algún efecto sobre las malezas?
En la AC, cuando se combinan la retención de residuos y la aplicación de herbicidas,
disminuyen las poblaciones de malezas, porque los residuos funcionan como una barrera
que restringe la germinación y el crecimiento de las malezas.
Los residuos, ¿tienen algún efecto en la temperatura del suelo?
Los residuos en la superficie protegen el suelo de la radiación solar y, por tanto, éste no se
calienta mucho durante el día. En la noche, los residuos actúan como una cobija que
conserva el calor del suelo. En algunos climas fríos, el hecho de que el suelo esté helado
puede obstaculizar la germinación de la semilla, pero esto es poco probable en zonas
tropicales.

Relación entre la cubierta de residuos en la superficie y el porcentaje de agua infiltrado del total de agua de
riego aplicado. (Verhulst, 2008).
4. La importancia de la rotación de cultivos

¿Qué es la rotación de cultivos?


La rotación de cultivos es la siembra sucesiva de diferentes cultivos en un mismo campo,
siguiendo un orden definido (por ejemplo, maíz-frijol-girasol o maíz-avena).
En contraste, el monocultivo es la siembra repetida de una misma especie en el mismo
campo, año tras año.
¿Qué problemas se presentan con el monocultivo?
En los sistemas de monocultivo, al paso del tiempo se observa un incremento de plagas y
enfermedades específicas del cultivo. Asimismo, la cantidad de nutrientes disminuye,
porque las plantas ocupan siempre la misma zona de raíces y en la temporada siguiente
las raíces no se desarrollan bien.
¿Cuáles son las ventajas de la rotación de cultivos?

Se reduce la incidencia de plagas y enfermedades, al interrumpir sus ciclos de


vida.
Se puede mantener un control de malezas, mediante el uso de especies de cultivo
asfixiantes, cultivos de cobertura, que se utilizan como abono verde o cultivos de
invierno cuando las condiciones de temperatura, humedad de suelo o riego lo
permiten.
Proporciona una distribución más adecuada de nutrientes en el perfil del suelo
(los cultivos de raíces más profundas extraen nutrientes a mayor profundidad).
Ayuda a disminuir los riesgos económicos, en caso de que llegue a presentarse
alguna eventualidad que afecte alguno de los cultivos.
Permite balancear la producción de residuos: se pueden alternar cultivos que
producen escasos residuos con otros que generan gran cantidad de ellos.

Datos importantes acerca de las rotaciones de cultivos


Los efectos del monocultivo son más notorios en la agricultura de conservación
(AC) que en los sistemas convencionales. Cuando se utiliza AC, las rotaciones
suelen dar mejores resultados que el monocultivo, incluso si no incluyen
leguminosas.
Muchos de los beneficios de las rotaciones no se entienden. Por tanto, es
necesario ensayarlos y compararlos en el campo y en los terrenos del agricultor.
Las rotaciones no son suficientes para mantener la productividad, por lo cual es
necesario reponer los nutrientes extraídos con fertilizantes o abonos.
Las rotaciones más seguras combinan cultivos con diferentes modos de
crecimiento (enraizamiento profundo versus enraizamiento superficial;
acumulación de nutrientes versus extracción de nutrientes; acumulación de agua
versus consumo de agua, etcétera).

5. Control de malezas en la agricultura de conservación


Una de las razones principales por la que los agricultores laborean el suelo es porque
pueden incorporar los residuos de la cosecha anterior y eliminar las malezas.
Para el control de malezas en la agricultura de conservación (AC) deben poseerse
conocimientos especializados, a fin de resolver las dificultades relacionadas con algunas
malezas que son más persistentes que otras en los primeros ciclos después de hacer el
cambio, de agricultura convencional a la de conservación. De otra manera, esto puede ser
un motivo para que los productores rechacen la tecnología.
¿Qué opciones existen para controlar las malezas en la AC?
Cuando se realizan prácticas de labranza convencional en un ciclo normal de cultivo,
uno de sus principales objetivos es que las semillas de las malezas queden enterradas y no
puedan desarrollarse. Sin embargo, al siguiente año las mismas semillas son devueltas a la
superficie y, si el suelo sigue laboreándose continuamente, será difícil romper el ciclo
(banco de semilla). Por el contrario, en la AC se logra un buen control de malezas en unos
cuantos ciclos, evitando que vuelvan a producir semilla y reduciendo drásticamente la
población. Hay varias medidas que se pueden tomar para controlar las malezas:
a) Control manual.
b) Evitar que las malezas produzcan semilla.
c) Practicar rotaciones de cultivos que reprimen las malezas.
d) Dejar los residuos en la superficie para ayudar a eliminar las malezas.
e) Aplicar herbicidas.
Si se combinan estas estrategias de control, en tres años se reducirán de manera notable
las poblaciones de malezas.
Controlar las malezas todo el año
La mayoría de los agricultores no controlan las malezas al final del ciclo ni durante el
invierno, porque creen que no afectan los rendimientos del año. Sin embargo, pueden
producir semilla y severas infestaciones en el siguiente ciclo. Así, desyerbar a final del
ciclo de cultivo y en invierno resulta vital para lograr un eficaz control de malezas en la
AC.
¿Son los residuos útiles para controlar las malezas?
Los residuos ahogan las malezas y reducen el número y viabilidad de éstas en el campo. A
mayor cantidad de residuos, menor la cantidad de malezas que crecerán a través del
mantillo.
¿Cómo ayudan la rotación de cultivos y los abonos verdes a controlar las malezas?
Algunos cultivos tienen un crecimiento más vigoroso, y por lo tanto cubren el suelo
rápidamente y tienden a ahogar las malezas; esto reduce eficazmente las poblaciones, ya
sea que los cultivos se siembren intercalados, solos o como parte de una rotación. Algunos
cultivos que proporcionan un buen control son el frijol terciopelo (Mucuna pruriens), la
judía o frijol de Egipto (Lablab purpureus) y el cáñamo de Bengala (Crotalaria juncea). Los
dos primeros, si se intercalan, deben sembrarse de tres (cáñamo de Bengala) a seis
semanas (frijol terciopelo) después del maíz, de manera que no compitan demasiado con
éste y no reduzcan los rendimientos. Existe otro tipo de rotaciones (alfalfa, maíz, trigo,
avena, triticale, girasol) con el cual es posible controlar de manera eficaz las malezas
conforme avancen los ciclos de cultivo, hasta casi eliminarlas. La combinación con otros
métodos de control reducirá las poblaciones de malezas y su control anual será más
sencillo.
¿Cuáles son los beneficios y los problemas del control manual?
Los agricultores con pequeñas superficies pueden hacer el control manual de malezas
(cortándolas con un azadón), porque es un procedimiento de poco riesgo que suele ser
eficaz cuando las malezas son pequeñas (menos de 10 centímetros). La desventaja del
control manual es que es muy laborioso y se invierte mucho tiempo.
¿Cuáles son los beneficios y los problemas del control químico?
El control de malezas con herbicidas es un procedimiento rápido y eficaz, pero es
necesario y muy importante aplicarlo de manera correcta. La persona que aplique los
químicos debe: a) saber qué tipo de malezas controla y los cultivos a los que se puede
aplicar; b) conocer su grado de toxicidad y cómo manejarlos; c) saber las condiciones en
las que causa mejor efecto y en cuáles no; d) tener conocimiento de los métodos y las
dosis de aplicación; e) conocer los distintos tipos de equipo y cómo calibrarlos; f)
conocer los diferentes tipos de boquillas; g) saber qué tipo de ropa protectora hay que
usar y qué medidas o acciones deben tomarse después de que termine de aplicar el
producto.
Además, para emplear los herbicidas, es necesario contar con el capital requerido al
comienzo del ciclo de cultivo.
Algunos datos acerca de los herbicidas:

Los herbicidas matan las plantas, y no hay que olvidar que los cultivos también
son plantas. Por eso, es importante saber cómo controlar las malezas sin
perjudicar el cultivo, a las personas y el medio ambiente; también es necesario
utilizar herbicidas específicos y selectivos para el cultivo que quiere protegerse de
las malezas y evitar dañar las plantas.
Hay una gran variedad de herbicidas que tienen diferentes características, y por
eso, el usuario tiene que aplicar el herbicida en la dosis y el momento correctos,
siguiendo el método apropiado. Algunos herbicidas actúan en contra de todas las
plantas (herbicidas no selectivos) y, por tanto, deben aplicarse antes de la
emergencia. Otros actúan únicamente en algunas plantas (herbicidas selectivos)
y se pueden aplicar durante el desarrollo del cultivo.
Hay herbicidas que pueden usarse para controlar las malezas en un cultivo
determinado, pero no en otros, porque los matan. Por ejemplo, es posible que uno
que controla las malezas del maíz, mate la cebada.
Algunos deben aplicarse antes de que germinen las malezas. A éstos se les
denomina herbicidas preemergentes, porque inhiben el crecimiento de las
malezas cuando éstas intentan salir a la superficie del suelo; otros únicamente
controlan las malezas que ya han germinado; a éstos se les llama herbicidas
postemergentes porque actúan sobre las malezas que ya cubren la superficie del
suelo y son selectivos.

Antes de usar un herbicida, asegúrese de leer y entender todas las instrucciones que
vienen en la etiqueta.
El agricultor debe proponerse como meta, nunca permitir que las malezas produzcan
semilla en su predio.
“La semilla de un año produce siete años de malezas.”
Viejo dicho de los agricultores.
Fuente: CIMMYT.
Ubicación
1
DDR-CADER

Simbología
Distritos de Desarrollo Rural
Centros de Apoyo para el Desarrollo Rural
Vizcaíno Comondú Santiago
Mulegé La Paz
2
Municipios

001 Comondu
002 Mulegé
003 La Paz
008 Los Cabos
009 Loreto
3
Población

16,738
16,739 - 59,114
59,115 - 70,816
70,817 - 238,487
238,488 - 251,871
4
Zonas de producción

Simbología
Presas
Cuerpos de agua
Pastizal
Agricultura de riego
Agricultura de temporal
5
Vocación agrícola

Cultivos
Alfalfa verde
Mango
Pasto (tapete) m2
Tomate rojo (Jitomate)
001 Comondú l Alfalfa verde
002 Mulegé l Tomáte rojo
003 La Paz l Pasto (Tapete)
008 Los Cabos l Mango
6
Vías de comunicación

Simbología
Carretera cuota
Carretera libre
Vías férreas
7
Isoyetas

Rango precipitación media anual


Menor a 200 mm
200 a 400 mm
400 a 800 mm
800 a 1000 mm
8
Isotermas

Distribución de climas
Cálido
Semicálido
Templado
Comentarios y aportaciones del lector

Sus comentarios son valiosos para enriquecer los contenidos de esta Agenda Técnica
Agrícola que la SAGARPA ha pensado para poner en común el conocimiento relacionado con
las actividades del sector. Todas las aportaciones son recibidas en el siguiente correo
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