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La historia sitúa el origen del pollo como animal doméstico en el Valle del Indo, donde
comenzó a domesticarse hace 4.500 años. Posteriormente, y gracias a los
intercambios comerciales, se extendió a Persia, y más tarde pasó a Europa, gracias a
los germanos y al imperio romano. En aquella época, la carne de pollo era
considerada un alimento exótico.
Edad Media
De hecho, durante el siglo X, la carne blanca como el pollo era considerada en Europa
‘ carne de señores’ , y en algunos lugares, era un tributo que la población debía rendir
a los señores feudales.
Durante el medievo, los banquetes que ofrecían los ‘ señores’ eran una
demostración de fuerza y una ostentación de poder, y en ellos nunca faltaban los
pollos y las gallinas, que los cocineros de la época guisaban de diversas formas. Las
aves se presentaban a la mesa sin seccionar, y los comensales debían hacer gala de
su pericia para poder ingerirlos, cortando la carne con sus propias manos.
Ya a partir del siglo 15, el intercambio cultural que se produjo entre los dos mundos
debido a la colonización española en América, permitió que el pollo y las gallinas
fueran llevados al nuevo continente, y que a partir de ese momento pasasen a formar
parte de sus costumbres gastronómicas y de vida.
Propiedades nutricionales
Proteinas y grasas buenas
Minerales
Vitaminas
Dietoterapia
Si lo que queremos es añadir al plato la menor carga calórica posible, debemos optar
por cocinar la carne de pollo horneada, asada, o a la parrilla, (cocciones secas). Si
queremos que la carne conserve todas sus propiedades vitamínicas y minerales, la
plancha, y sobre todo el vapor o el microondas, se convierten en la mejor opción.
El Pollo: Consejos para la compra y cocinado
Como ocurre con la mayoría de los alimentos frescos, a la hora de comprar pollo es
conveniente observar determinados aspectos que contribuirán a que realicemos una
elección acertada, y a que nuestras recetas sean más sabrosas y apetecibles:
Los pollos más jóvenes y rollizos son los mejores para incluir en la cesta de la
compra
Cuanto mayor es el pollo, más sabor tiene
Si deseamos utilizarlo para un asado, es conveniente que la pieza sea grande
(unos 2 kilos) y que tenga bastante grasa, para evitar que se seque una vez
horneado
Si lo que queremos es guisarlo, su tamaño también deberá ser grande
Si por el contrario compramos un pollo con la intención de saltearlo, lo más
idóneo es elegir una pieza joven, para que ‘ se haga’ más fácilmente
Una vez comprado, el pollo debe estar el menor tiempo posible sin refrigerar.
Cuando no esté cocinado, su tiempo en la nevera no debe exceder de dos
días, mientras que si está cocinado, aguantará unos cuatro días en el
refrigerador. Si no se va a cocinar en las próximas horas, la congelación puede
ser una buena opción.
Antes de cocinar la carne de pollo, debe lavarse con agua abundante y secarse
posteriormente.
Si se ha comprado un pollo protegido por un plástico, es conveniente sustituirlo
al llegar a casa por papel de aluminio si no se va a consumir de forma
inmediata.
Cuando queramos posponer su consumo, podemos almacenarlo congelado
durante unos seis meses. A la hora de descongelarlo, ha de hacerse de forma
lenta y dentro del refrigerador. Nunca hay que cocinarlo sin que esté totalmente
descongelado.
Tipos de pollo