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UMSA Facultad de Derecho y Cs.

Políticas
Carrera de Derecho
Derecho penal I - Dr. Armando Fernández
Tema # 24
Ensayo: La Pena en Bolivia (Un breve análisis sobre la situación del sistema
penitenciario boliviano)
Por: Aaron A. D. Magueño Coharita

No es novedad que nuestro sistema carcelario tenga dificultades en el cumplimiento


de sus objetivos consagrados en la Constitución y en las Leyes Penales, donde
explícitamente se establecen que: “Las Penas y las Medidas de Seguridad tienen
como fines la enmienda y la readaptacion del delincuente, así como el cumplimiento
de las funciones preventivas en general y especial C.P. Art. 25”. Sin embargo tales
fines son aún, una utopía en las cárceles del sistema penitenciario boliviano.

Palmasola, una de las cárceles más importantes de Bolivia, hace unos días fue
objeto de una necesaria requisa que tuvo como resultado reos muertos, policías
heridos, el hallazgo de plantaciones de marihuana, armas de fuego, teléfonos
móviles e incluso una destiladora de alcohol. Esto simplemente representa la punta
del iceberg puesto a que en Bolivia existen otros 18 recintos penitenciarios que se
encuentran en condiciones similares.

En Bolivia tenemos tres notables fenómenos: en La Paz, el penal de San Pedro


tiene un hacinamiento de 456%. La población carcelaria ha rebasado cinco veces
más la capacidad de la cárcel; actualmente hay 2.222 presos, cuando deberían
permanecer 400.

De la misma forma, en Santa Cruz, el mencionado penal de Palmasola, donde


tanto para mujeres como para varones, tiene un 808%. Hay actualmente 5.281
privados de libertad, 4.900 varones y 381 mujeres, cuando la capacidad total es
para 800 presos.

Lo mismo ocurre en el penal de San Roque, en Chuquisaca. Donde se conoce que


hay 524 reclusos en esa cárcel, siendo que sólo debería haber 60, por lo que existe
un hacinamiento de 773%. Romero D. (11 de junio de 2017). 16 Cárceles De 19
Que Hay En El País Soportan El Hacinamiento. Diario Página Siete.

Sin entrar en más detalles esto nos debería llevar a reflexionar sobre el estado del
sistema penitenciario boliviano, donde las preguntas que deben ser respondidas
son: ¿El sistema penitenciario boliviano esta cumpliendo con los objetivos que le
fueron asignados por la Constitución y las Leyes?, ¿Contamos como Estado
Boliviano con la capacidad para re-direccionar el desarrollo en la administración del
sistema penitenciario? Y la más importante de las preguntas ¿Qué grado de eficacia
posee la aplicación de las penas en Bolivia?.

Con respecto a la primera pregunta, al no tener una eficaz clasificación de los


privados de libertad, la consecuencia lógica es que aquellos sujetos con una
trayectoria delictiva muy corta y con muchas posibilidades de reinserción social
terminan asociándose con delincuentes veteranos, y esto no por voluntad propia
sino que al no tener el Estado el control sobre la organización interna de los reos en
las cárceles, son los “regentes” que se encargan de aquello, conformado así una
élite intra-carcelaria encargada reclutar y convertir en elementos funcionales a los
reos menos experimentados bajo amenaza inclusive de muerte. Es de esta forma
que el objetivo de reinserción, tan necesario para la sociedad termina cada vez más
y más lejos de convertirse en una realidad socialmente tangible.

Con respecto a la segunda pregunta, el Estado es la institución para la organización


social por excelencia, puesto a que no sólo puede sino que debe solucionar
problemas de interés social a través de una serie de mecanismos desarrollados por
el mismo Estado. Las Políticas Públicas son para Aguilar “El curso de acción que
siguen uno o varios actores públicos con el fin de solucionar un problema de interés
social”, así mismo para Wildavsky “Es la relación causal que existe desde la
declaración de un objetivo hasta la consecución del mismo, donde toda aquella
acción que el estado haya realizado para conseguir dicho objetivo es lo que se llama
Política Pública, sin embargo el estado no es un ente lógico formal por tanto necesita
imprescindiblemente de una dirección (el gobierno) eminentemente política (Ciencia
Política: Manejo del poder). La realidad de las cárceles bolivianas son el producto
no sólo de la falta de voluntad política de este gobierno sino de gobiernos pasados,
según el abogado Carlos Flores, el reducido presupuesto del sistema judicial, está
en su nivel más bajo con respecto a las últimas décadas, además la norma
aprobada por el Gobierno de Eduardo Rodríguez Veltzé, que pasó a las
gobernaciones parte de la responsabilidad del presupuesto penitenciario, ha
agravado la situación, “Una muestra clara que cada vez vemos en la prensa, es que
las gobernaciones deben el pago del pre-diario (alimento) a los privados de libertad,
que es algo básico y que no llega a ocho bolivianos al día”, si en eso existen
retrasos, tampoco hay presupuesto para erigir nuevas cárceles, para mejorar la
infraestructura de las actuales, para implementar centros de monitoreo electrónico
(brazaletes electrónicos), etc. El presupuesto de justicia, asciende a un poco más
de 100 millones de dólares anuales, para el 2018 representa el 0,44% del total del
presupuesto nacional.

Es de esta forma que nos transportamos a la tercera pregunta ¿Qué grado de


eficacia posee la aplicación de las penas en Bolivia?. No es posible todavía a ciencia
cierta dar una respuesta adecuada, pero no podemos negar que no se están
cumpliendo los objetivos consagrados en la C.P.E. y en el C.P, con respecto a la
aplicación de las penas.
Pero ¿porque se da tal situación?, y es muy difícil responder a esta pregunta puesto
a que la actual situación de las cárceles bolivianas no representan un problema
aislado sino que forma parte de la deplorable situación en la que se encuentra la
justicia en Bolivia que desde su nacimiento y a través de su historia (la justicia) ha
sido un botín más, que ha transitado de una esfera de poder a otra, y el presente no
es la excepción, puesto a que todos sabemos a quien le pertenece la justicia.

Si realmente queremos que esta realidad cambie, sería una broma decir que la
respuesta se encuentra dentro de un grupo de abogados, (nadie actúa en contra de
si mismo) lo que se necesita es un movimiento POLÍTICO que tenga la voluntad de
iniciar con la transformación del Sistema Judicial en Bolivia.

Lunes 26 de marzo de 2018

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