fSobre la mujer trabajadora y su día <3

En vísperas del día internacional de la mujer, es pertinente recordar su origen; Esta fecha
se comienza a celebrar en 1911 en algunos países de Europa, a tono de las necesidades
de la época, pues la industrialización había llevado al llamado “sexo débil” a integrarse de
manera más significativa a un ambiente laboral que con anterioridad había sido conformado
mayoritariamente por hombre.

Fue Clara Zetkin, quién en 1910, haciendo muestra del evidente rechazo a la discriminación
por el hecho de ser mujer, propone en el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas
conmemorar en esta fecha la muerte de cientos de mujeres debido a un incendio en una
fábrica textil de Nueva York en 1857, evidenciando sus precarias condiciones laborales. Así
pues, el movimiento obrero recalca el compromiso histórico con toda una clase, sin
distinguir el género.

Por otro lado, las

condiciones de la
mujer trabajadora
en nuestro país
siguen siendo
precarias. Tan
solo en 2018 la
mediana nacional
del ingreso
mensual real de las mujeres es inferior a la que perciben los hombres por $8821. Con ello,
podemos reafirmar que las desigualdades para la mujer trabajadora siguen siendo patentes
en los marcos del capital.

Otra cuestión importante respecto a la mujer, tanto en Ciudad universitaria como otros
centros educativos del país(y en todo el país) es el tema de la violencia y acoso contra las
mujeres.

Las denuncias de acoso han ido en ascenso en los últimos meses. Mientras más denuncias
hay, mas se pone de manifiesto la inoperancia de las autoridades estudiantiles respecto a
este tema. Diversas medidas parciales y en ocasiones totalmente futiles son tomadas:

1
Fuente: INEGI. Catálogo Nacional de Indicadores. En: www.inegi.org.mx (26 de octubre de 2018)
Despido o suspensión de profesores acusados de acoso o creación de las ya probadas
inoperantes comisiones y medidas de género. La inoperancia, el silencio y omisión de este
problema ha suscitado en todo el país la organización espontánea algunas veces de las
mujeres para poder hacerle frente.

Lo primero,sin embargo, que hay que tener en cuenta es que no sé trata de un problema
individual o aislado (como algunos pretenden y afirmación que se refuta categóricamente
con los hechos cotidianos) sino que es un problema de carácter estructural.

La misma omisión y silencio de la autoridad universitaria está presente en las instancias de

"justicia" del aparato estatal mexicano.