El miércoles de la semana pasada llegó, al puerto de Ingeniero White, la
célebre embarcación internacional llamada “Logos Hope”, teniendo la entrada al mismo a un valor de $50, estando abierto de martes a domingos de 11 a 22. Por Solange Anconetani
La experiencia en la denominada “la biblioteca flotante más grande del mundo”
comienza con una breve explicación—en video—que cuenta de donde provienen muchos de los tripulantes; que es lo que ellos emprenden en tierra (repartir conocimiento, ayuda y esperanza, dijeron); y las actividades que se pueden realizar en el barco tales como: un intercambio cultural entre los tripulante y los visitantes; comprar libros; caminar sobre una exhibición llamada “la travesía”; y comer en el “Café Internacional”. Tras terminar de ver el material audiovisual, una navegante francesa llamada Mery dio la bienvenida a todos comentando más a fondo como sería la visita al barco: enseñando un plano del mismo llamándolo “el sistema de una vía”— el cual consistía en avanzar y no retroceder—, anunció como manejarse en la zona de la librería; y explicó la equivalencia monetaria del barco con los pesos argentinos— 10 unidades = 10 pesos, por ejemplo—. A partir de allí la visita puede ser guiada o no, y el camino emprendido es el mismo. Cuando se llega a la librería, hay una gran cantidad de libros divididos en secciones e idiomas siendo la gran mayoría de carácter religioso. La zona de “Café Internacional” tiene una gran cantidad de mesas dedicadas a los invitados, y otra parte a que los mismos tomen asiento para hablar con los integrantes y realizar intercambios culturales contándose mutuamente anécdotas vividas. Un tripulante del “Logos Hope”, proveniente de Aruba, llamado: John Hernández comentó cómo es su vida en el navío “Es muy loco. Porque estás viajando todo el tiempo, cambiando de país, voluntarios, las personas van y vienen. Pero, lo que te hace feliz es que tienen el mismo corazón de servir a las personas. Para mí es muy especial estar aquí, ya que yo siempre veía a Argentina como un país súper bonito. Me alegra mucho conocer más de su cultura. Estoy muy contento porque cada lugar en donde paramos hay un acento diferente y palabras nuevas que no hay en el español que conozco.” Según también nos reveló, el barco planea parar en Buenos Aires; Rosario; y Mar del Plata y que espera obtener un gran intercambio cultural con Argentina; ver un partido de futbol de la liga, y jugar futbol con argentinos.