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La Hemodiálisis

La Hemodiálisis es una técnica que sustituye las funciones principales del riñón, haciendo pasar
la sangre a través de un filtro (funcionando como riñón artificial) donde se realiza su depuración,
retornando nuevamente al paciente libre de impurezas.

Duración
Depende de las necesidades de diálisis de cada paciente, pero como la sangre tiene que pasar
varias veces a través del filtro, la media es de 4 horas, tres veces por semana. Hay que tener en
cuenta que el riñón sano realiza este trabajo las 24 horas del día y todos los días de la semana.

La máquina de diálisis
Mediante la hemodiálisis se extrae sangre al paciente, la cual es conducida a una máquina
especialmente diseñada para depurarla, eliminando de ella lo que el riñón no puede, y devolverla al
paciente en unas condiciones adecuadas.
Una máquina de diálisis funciona de la siguiente forma:
Extraer sangre > Limpiar sangre > Devolver sangre limpia
Para poder ser dializado se precisa de un acceso
vascular (catéter o fístula arterio-venosa) con dos
sentidos de circulación de la sangre. A través de un
sentido se envía sangre a la máquina para limpiarse, y a
través del otro regresa ya depurada.

¿Qué ocurre dentro del dializador?


Básicamente ocurren dos procesos diferentes:
· El dializador elimina de la sangre elementos que
debería filtrar el riñón mediante procesos de difusión.
Tales elementos como la urea y el potasio, si no fuesen
depurados, producirían graves daños en el organismo. La
membrana del dializador hace de filtro de estas partículas
pasando de la alta concentración de las mismas en la
sangre, a ser desechadas al otro lado de la membrana
donde la concentración es menor para que pueda existir
este intercambio.
· También a través de una presión osmótica artificial que ejerce la máquina de diálisis se produce
la ultrafiltración. Mediante esta técnica se elimina el exceso de líquido que hay en el cuerpo del
paciente debido a que el riñón pierde progresivamente la capacidad de excretar la orina. Por esta
razón un paciente pierde peso cada vez que asiste a una sesión de hemodiálisis. Pero hay que
destacar que el paciente no está perdiendo grasa, sino líquido acumulado en sangre. Para saber
cuánto peso (es decir, exceso de líquido) ha de perder un paciente cada vez que acude a diálisis,
se establece un peso seco.

¿Qué es el peso seco?


Cada paciente tiene su propio peso seco, y se define como el peso ideal que debe tener siempre y
cuando no tenga líquido acumulado. Así por ejemplo, un individuo con un peso seco de 70 kg, si
antes de conectarse a la máquina pesase 72 kg, debería perder en ella 2 kg. Cada vez que un
paciente se dializa, se pretende dentro, de lo posible, que una vez termine la sesión consiga
quedarse en su peso seco, ya que ello indicaría que se han eliminado los excesos de líquido en su
cuerpo.
Quizás en el siguiente esquema se vea más claramente lo aquí descrito:
· Peso seco: Es el peso ideal de un individuo, el que tiene cuando no hay excesos de líquido en
sangre.
· Peso Pre-Diálisis: Es el peso del paciente antes de ser conectado a la máquina.
· Peso Post-Diálisis: Es el peso del paciente una vez desconectado de la máquina.
Hemodiálisis
La hemodiálisis principalmente se practica en instalaciones hospitalarias o en clínicas
ambulatorias, estando presente personal sanitario con titulación específica. Aunque es menos
frecuente, la diálisis también se puede hacer en casa del paciente como hemodiálisis
domiciliaria. En este caso se entrena a una persona para que ayude al paciente.
Acceso Vascular. La hemodiálisis es un procedimiento, que salvo en fracaso renal agudo,
puede preverse, al avanzar el deterioro de la función renal. Para llevar a cabo el tratamiento
de sustitución renal es necesario que el paciente cuente con un buen acceso vascular. Por
ello, si no se cuenta con una fístula madura, al inicio el médico debe prever la colocación de
un catéter central temporal, ya sea Mahurkar o Niágara, que permitirá el flujo necesario de
sangre hasta contar con una FAVI (fístula arteriovenosa interna) nativa, una prótesis o, si esto
no fuera posible, proceder a la colocación de un catéter permanente, dentro de los cuales
podemos citar catéter hemoglide, permacat o palindrome.

Hemodiálisis en progreso.

Prescripción
Una prescripción para la diálisis por un nefrólogo (el médico especializado en los riñones)
especificará varios parámetros para ajustar la máquina de diálisis, como el tiempo y la
duración de las sesiones de diálisis, tamaño del dializador (es decir, el área de superficie), la
tasa del flujo de sangre en diálisis, y la tasa de flujo del dializado. En general cuanto más
grande es el tamaño de cuerpo de un individuo, más diálisis necesitará. En otras palabras, los
individuos grandes típicamente requieren sesiones de diálisis mayores. En Estados Unidos y
el Reino Unido, son típicas las sesiones de 4 horas, 3 veces por semana, aunque hay
pacientes que se dializan 2, 4 o 5 veces por semana. También hay un número pequeño de
pacientes que son sometidos a diálisis nocturna de hasta 8 horas por noche, 6 noches por
semana.

Efectos secundarios y complicaciones


Hemodiálisis a menudo implica la eliminación de líquido (a través de ultrafiltración), porque la
mayoría de los pacientes con insuficiencia renal pasan poco o nada de orina. Los efectos
secundarios causados por la extracción de líquido en exceso y/o la eliminación de líquidos con
demasiada rapidez incluyen la presión arterial baja, fatiga, mareos, dolores de pecho,
calambres en las piernas, náuseas y dolores de cabeza. Sin embargo, el impacto de una
determinada cantidad o la tasa de eliminación de líquido puede variar mucho de persona a
persona y día a día. Estos efectos secundarios se pueden evitar y/o disminuir su gravedad, al
limitar la ingesta de líquidos entre los tratamientos o aumentar la dosis de diálisis por ejemplo,
diálisis más frecuente o más por el tratamiento que el estándar de tres veces a la semana, 3-4
horas a la pauta de tratamiento.
Debido a que la hemodiálisis requiere el acceso al sistema circulatorio, los pacientes que son
sometidos a ella tienen un portal de entrada para los microbios, que puede conducir
a septicemia o a una infección afectando las válvulas del corazón (endocarditis) o el hueso
(osteomielitis). El riesgo de infección depende del tipo de acceso usado (ver abajo). También
puede ocurrir sangrado y otra vez el riesgo depende del tipo de acceso usado.
La coagulación de la sangre en los tubos y el dializador era una causa frecuente de
complicaciones hasta que se implementó el uso rutinario de anticoagulantes.1 Mientras que los
anticoagulantes han mejorado los resultados, no están libres de riesgos y pueden conducir a
sangrado descontrolado. Ocasionalmente, la gente tiene reacciones alérgicas severas a los
anticoagulantes. En estos caso la diálisis se hace sin la anticoagulación2 o al paciente se le
suministra a un anticoagulante alternativo.
La heparina es el anticoagulante usado más comúnmente en pacientes de hemodiálisis, dado
que generalmente se tolera bien y puede revertirse rápidamente con protamina. Una
alternativa común a la heparina es el citrato, que ve uso en la unidad de cuidados intensivos y
en los pacientes alérgicos a la heparina.

Accesorios o transductores
En hemodiálisis hay tres modos primarios de acceso a la sangre:

 El catéter intravenoso
 La fístula de Cimino-Brescia arteriovenosa (AV)
 El injerto sintético (graft)
El tipo de acceso está influenciado por factores como el curso previsto del tiempo de la falla
renal de un paciente y la condición de su vascularidad. Los pacientes pueden tener múltiples
accesos en un tiempo determinado, usualmente debido a que debe ser usado temporalmente
un catéter para realizar la diálisis mientras se está madurando el acceso permanente, la fístula
o el injerto arteriovenoso.
Diálisis y hemodiálisis
Con la diálisis se trata la insuficiencia renal terminal. Este procedimiento elimina los residuos
de la sangre cuando los riñones ya no pueden hacer su trabajo.
Hay diferentes tipos de diálisis renal. Este artículo se centra en la hemodiálisis.

¿Qué es la hemodiálisis?
La función principal de sus riñones es eliminar toxinas y líquido extra de la sangre. Si los
productos de desecho se acumulan en el cuerpo, puede ser peligroso y causar incluso la
muerte.

La hemodiálisis (y otros tipos de diálisis) cumple la función de los riñones cuando dejan de
funcionar bien.

La hemodiálisis puede:

 Eliminar la sal extra, el agua y los productos de desecho (para evitar la acumulación en su cuerpo)
 Mantener niveles seguros de vitaminas y minerales en su cuerpo
 Ayudar a controlar la presión arterial
 Ayudar a producir glóbulos rojos
Durante la hemodiálisis, la sangre pasa a través de un tubo hasta un riñón artificial (filtro).
 El filtro, llamado dializador, se divide en 2 partes separadas por una pared delgada.
 A medida que la sangre pasa a través de una parte del filtro, un líquido especial en la otra parte extrae los
residuos de la sangre.
 La sangre luego regresa al cuerpo a través de un tubo.
El médico creará un acceso donde se conecta el tubo. Por lo regular, un acceso estará en un
vaso sanguíneo en el brazo.

Cuándo iniciar la diálisis


La insuficiencia renal es la última etapa de la enfermedad renal crónica. Esto es cuando los
riñones ya no pueden atender las necesidades de su cuerpo por más tiempo. Su médico
analizará con usted el uso de la diálisis antes de que la necesite. Generalmente, usted irá a
diálisis cuando sólo le quede del 10 al 15% de la función del riñón.

Usted también necesita diálisis si sus riñones repentinamente dejan de funcionar debido a
una insuficiencia renal aguda.
Diálisis en un centro de tratamiento
La hemodiálisis casi siempre se realiza en un centro para diálisis especial.

 Usted se hará alrededor de tres tratamientos a la semana.


 El tratamiento dura aproximadamente de 3 a 4 horas cada vez.
 Usted puede sentirse cansado durante varias horas después de la diálisis.

En un centro de tratamiento, los médicos se encargarán de todos sus cuidados. Sin embargo,
usted necesita programar sus citas y seguir una dieta para diálisis estricta.
Nombres alternativos
Riñones artificiales - hemodiálisis; Diálisis; Terapia de reemplazo renal - hemodiálisis;
Enfermedad renal terminal - hemodiálisis; Insuficiencia de los riñones - hemodiálisis;
Insuficiencia renal - hemodiálisis; Enfermedad crónica del riñón – hemodiálisis
Hemodiálisis
La hemodiálisis es el método más común para tratar la insuficiencia renal avanzada y
permanente. Desde la década de los sesenta, cuando la hemodiálisis se convirtió por primera
vez en un tratamiento práctico para la insuficiencia renal, hemos aprendido mucho sobre cómo
hacer que los tratamientos de hemodiálisis sean más eficaces y cómo minimizar sus efectos
secundarios. En los últimos años, los aparatos para diálisis más compactos y simples han hecho
que la diálisis en el hogar sea cada vez una opción más accesible. Pero incluso con mejores
procedimientos y equipos, la hemodiálisis sigue siendo una terapia complicada e incómoda que
requiere un esfuerzo coordinado de todo su equipo de profesionales de la salud, incluyendo su
nefrólogo, enfermero de diálisis, técnico de diálisis, dietista y trabajador social. Los miembros
más importantes de su equipo de profesionales de la salud son usted y su familia. Al aprender
sobre su tratamiento, podrá trabajar con su equipo para obtener los mejores resultados
posibles y poder llevar una vida plena y activa.

Cuando los riñones fallan

Los riñones sanos filtran la sangre eliminando el exceso de líquido, los minerales y los
desechos. Los riñones también producen hormonas que mantienen los huesos fuertes y la
sangre sana. Cuando los riñones fallan, los desechos dañinos se acumulan en el cuerpo, la
presión arterial puede elevarse y el cuerpo puede retener el exceso de líquido y no producir
suficientes glóbulos rojos. Cuando esto ocurre, usted necesita tratamiento para reemplazar la
funcion de sus riñones porque no funcionan adecuadamente.

Cómo funciona la hemodiálisis

En la hemodiálisis, se permite que la sangre fluya, unas onzas por vez, a través de un filtro
especial que elimina los desechos y los líquidos innecesarios. (Una onza equivale a
aproximadamente 30 mL.) La sangre filtrada se devuelve luego a su cuerpo. La eliminación de
los desechos dañinos, la sal y los líquidos innecesarios ayuda a controlar la presión arterial y a
mantener el equilibrio adecuado de sustancias químicas en el cuerpo, como el potasio y el
sodio.

Uno de los ajustes más importantes que usted debe hacer cuando comienza el tratamiento de
hemodiálisis es seguir un horario estricto. La mayoría de los pacientes van a una clínica (un
centro de diálisis) tres veces a la semana durante 3 a 5 horas o más en cada visita. Por ejemplo,
usted puede tener un horario de lunes, miércoles y viernes o un horario de martes, jueves y
sábado. Puede que le soliciten que elija el turno de la mañana, la tarde o la noche, dependiendo
de la disponibilidad y capacidad de la unidad de diálisis. Su centro de diálisis le explicará las
opciones para programar tratamientos regulares.

Ajustarse a los cambios

Incluso en las mejores situaciones, ajustarse a los efectos de la insuficiencia renal y al tiempo
que usted pasa en diálisis puede ser difícil. Además del "tiempo perdido", puede que tenga
menos energía. Tal vez tenga que hacer cambios en su trabajo o en su vida hogareña y
abandonar algunas actividades y responsabilidades. Mantener el mismo horario que cuando
sus riñones funcionaban puede ser difícil ahora que sus riñones están fallando. Aceptar esta
nueva realidad puede ser difícil para usted y su familia. Un consejero o trabajador social puede
contestar sus preguntas y ayudarle a lidiar todo esto.
Muchos pacientes se deprimen cuando comienzan la diálisis o después de varios meses de
tratamiento. Si se siente deprimido, debe hablar con su trabajador social, enfermero o médico,
ya que éste es un problema común que a menudo puede tratarse de manera eficaz.

Preparación de su acceso vascular

Un paso importante antes de comenzar la hemodiálisis consiste en preparar un acceso vascular,


un sitio del cuerpo desde el cual se extrae y al cual se retorna la sangre. El acceso vascular se
debe preparar semanas o meses antes de comenzar la diálisis. Permitirá la extracción y el
reemplazo de la sangre de manera más fácil y eficaz con menos complicaciones. Para obtener
más información sobre las diferentes clases de accesos vasculares y cómo cuidarlos, consulte la
hoja informativa titulada Vascular Access for Hemodialysis. (Esta publicación es del National
Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, NIDDK por sus siglas, que en español
se llama Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales; sólo está
disponible en inglés.)

Equipos y procedimientos

Cuando visite por primera vez un centro de hemodiálisis, quizá encuentre complicada la
combinación de aparatos y personas. Pero una vez que aprenda cómo funciona el
procedimiento de diálisis y se familiarice con los equipos, se sentirá más cómodo.

Injerto.

Aparato de diálisis

El aparato para la diálisis tiene más o menos el tamaño de una máquina


lavaplatos. Este aparato tiene tres funciones principales:

 bombear la sangre y vigilar el flujo para seguridad


 filtrar los desechos de la sangre
 controlar la presión arterial y la velocidad de la eliminación de
líquido del cuerpo
Dializador

El dializador es un recipiente grande que contiene miles de pequeñas fibras


a través de las cuales fluye la sangre. La solución de diálisis, el líquido
limpiador, se bombea alrededor de estas fibras. Las fibras permiten que los
desechos y los líquidos innecesarios pasen de la sangre hacia la solución, lo
que hace que se eliminen. Al dializador algunas veces se le llama riñón artificial.
¿Cuáles son los tipos de acceso en la
hemodiálisis?

Existen tres tipos de acceso en la hemodiálisis:


Fístula
Una fístula es la opción recomendada para un acceso. Se realiza uniendo una
arteria a una vena cercana debajo de la piel para formar un vaso sanguíneo más
grande. Este tipo de acceso se recomienda porque tiene menos problemas y dura
más. Una fístula debe colocarse en forma temprana (varios meses antes de
comenzar la diálisis), de modo de que tenga mucho tiempo para cicatrizar y esté
lista para usar en el momento en que usted comience la hemodiálisis. Usted debe
ser evaluado por un médico especial, llamado cirujano vascular, por lo menos seis
meses antes de comenzar la diálisis.
Injerto
Si los vasos sanguíneos no son aptos para una fístula, se puede utilizar un injerto.
Esto implica unir una arteria y una vena cercana con un tubo blando y pequeño de
material sintético. El injerto se encuentra totalmente debajo de la piel.
Catéter
El tercer tipo de acceso, llamado catéter, se coloca en una vena grande del cuello
o de la ingle. Los extremos de los tubos se encuentran sobre la piel, fuera del
cuerpo. Este tipo de acceso suele utilizarse temporalmente si una fístula o un
injerto no están listos o si necesitan reparaciones. Los catéteres pueden utilizarse
como un acceso permanente, pero solo cuando no es posible colocar una fístula o
un injerto.

¿Qué sucede después de que cicatrizan la fístula o


el injerto?

Después de que la fístula o el injerto hayan cicatrizado y la diálisis comience, se le


colocarán dos agujas en los vasos sanguíneos cada vez que usted se realice el
tratamiento. Luego se conectarán las agujas a tubos blandos de plástico. Un tubo
transporta la sangre desde la aguja hacia el dializador (el riñón artificial), donde se
limpia. La sangre limpia vuelve a usted a través del otro tubo.
¿Cuáles podrían ser algunos problemas comunes
durante el tratamiento?

Durante la hemodiálisis, el agua, la sal y los productos de desecho se eliminan del


cuerpo más rápido de lo que lo haría un riñón normal, de modo que puede
experimentar baja presión arterial, calambres, náuseas, dolores de cabeza y
cansancio, especialmente en las primeras semanas antes de que se acostumbre
al tratamiento.
Después de realizarse el tratamiento por un tiempo, aprenderá a reconocer los
primeros signos de estos síntomas. También podrá informárselos a su enfermero
o técnico, a fin de que puedan hacer algo para que esté más cómodo o incluso
impedir que sucedan.

¿Qué función cumplen la dieta y los medicamentos


en la hemodiálisis?

La hemodiálisis realiza un buen trabajo filtrando y eliminando los productos de


desecho y el líquido adicional, pero no puede reemplazar por completo la función
que desempeñan los riñones sanos de equilibrar importantes sustancias de la
sangre. Eso se realizará a través de los medicamentos que usted deberá tomar y
el plan dietario que deberá seguir.
Usted y su dietista trabajarán en un plan dietario que se base en su estado de
salud general, cualquier medicamento que tome y lo que a usted y su familia les
guste comer. Una importante parte de su dieta será limitar la cantidad de sal que
consume. Comer demasiada cantidad de sal, tomar demasiada cantidad de
líquidos o comer los tipos de alimentos incorrectos entre los tratamientos puede
hacer que su tratamiento de diálisis le genere molestias. También puede tener
efectos graves en su salud.
Consumir muy pocas calorías también pueden causarle problemas, así que no se
sorprenda si su dietista le pide que coma más de lo que usted cree que debería.
Usted debe mantener su fuerza y su peso en niveles saludables.
Tomar todos sus medicamentos tal como se le indica también es muy importante.
Es posible que deba tomar pastillas para la presión arterial, medicamentos para
mantener los huesos y la sangre sanos y vitaminas y hierro.

¿Cómo se monitorea mi tratamiento?


Se le realizarán análisis de sangre mensuales. Estos son muy importantes debido
a que permiten a su equipo de atención médica saber qué tan bien está usted y si
es necesario realizer algún cambio en su dieta, sus medicamentos o incluso la
cantidad de tiempo que pasa en el equipo de diálisis.

¿Es segura la hemodiálisis?


Se ha comprobado que la hemodiálisis, ya sea en un centro o en el hogar, es
eficaz, confiable y segura.
Algunas personas pueden estar preocupadas por la transmisión de enfermedades
como el SIDA y la hepatitis durante el tratamiento; sin embargo, se toman todas
las precauciones necesarias para asegurarse de que esto no suceda. Si esto le
preocupa, hable con su nefrólogo o con otro integrante de su equipo de atención
médica.
Tratamiento de hemodiálisis
El proceso de hemodiálisis limpia su sangre usando un tipo especial de
filtro llamado dializador. Para llevar a cabo esta terapia deben moverse
cantidades relativamente grandes de sangre en poco tiempo. Los vasos
sanguíneos normales no son adecuados para soportar un flujo tan
elevado, a causa de dificultades de accesibilidad o de niveles de presión
demasiado bajos. Por eso es necesario crear un punto especial de
acceso vascular para permitir el tratamiento de diálisis crónico, llamado
fístula arterio-venosa interna (FAVI). Para la creación de este punto de
acceso es necesaria una pequeña intervención quirúrgica. La fístula
cicatriza en pocos días, pero necesita varias semanas más para estar
totalmente lista para usarse como punto de acceso vascular. Una vez
funciona, es fácil conducir la sangre desde la FAVI al dializador y a la
inversa, mediante un circuito de tubos extracorpóreo, las llamadas líneas
de sangre.

Durante el tratamiento, la sangre se limpia con el dializador. El proceso


de limpieza no provoca ningún dolor y muchos pacientes sienten mejoras
en su enfermedad especialmente al principio del tratamiento de diálisis.
Sin embargo, si no se siente bien ni cómodo durante el tratamiento, debe
decirlo al personal que le ayudará. Dependiendo de su historial médico,
normalmente se someterá a la hemodiálisis tres veces a la semana con
un tiempo de sesión medio de 4-5 horas cada tratamiento.

La hemodiálisis es el método más común utilizado para tratar la


insuficiencia renal crónica. Se realiza principalmente en un centro de
atención renal bajo la supervisión de personal médico bien entrenado y
experimentado.

Ventajas

 Tiene libertad para escoger los días entre las sesiones de diálisis y no se
tiene que preocupar por el tratamiento.
 Gracias a la tecnología moderna, la purificación de la sangre se ha vuelto
más tranquila y eficaz. El tratamiento normalmente se realiza en un
centro de atención renal.
¿Cómo limpia mi sangre el dializador?
Como ya hemos visto, el dializador tiene dos partes principales: una
parte para la sangre y la otra para el líquido de diálisis. Ambas partes
están separadas entre sí por la membrana del dializador. La sangre y el
líquido de diállisis nunca se mezclan y se mantienen separados siempre.
Los glóbulos, las proteínas y otros elementos relevantes permanecen en
la sangre porque son demasiado grandes para pasar a través de la
membrana. Los elementos residuales más pequeños como la urea, el
sodio y el potasio, así como el exceso de líquido pasan a través de la
membrana y se eliminan. Los cambios en el líquido de diálisis se pueden
realizar para adaptarse a las necesidades específicas y se determinan
según la receta de diálisis.

¿Qué ocurre al final de una sesión de diálisis?


Una vez que el tratamiento de diálisis haya finalizado, la sangre
purificada se devolverá completamente a su cuerpo y, a continuación, se
desconectará de la máquina de diálisis. Si está usando un catéter venoso
central, se tapará hasta el próximo tratamiento. Sin embargo, si usa una
fístula o un injerto, le sacarán las agujas y solo cuando el personal de
enfermería esté seguro de que se haya detenido el sangrado, podrá salir
del centro de diálisis. Revisarán la presión arterial para asegurarse que
se puede levantar de la silla. Es importante ya que a veces se puede
sentir débil justo después de ponerse de pie después del tratamiento.
Volverán a comprobar su peso y lo registrarán. Esta evaluación es
importante y el personal sanitario quiere asegurarse que sea seguro para
usted salir de la sala de diálisis y esperar su transporte hasta casa. Si en
algún momento no se siente bien, asegúrese de decírselo al personal
antes de salir del centro de atención renal.

¿Qué tipo de elementos se eliminan durante la diálisis?


La mayor parte son elementos residuales del metabolismo corporal.
Debido a que la nutrición de los individuos es diferente, existen diferentes
cantidades de elementos del metabolismo que tienen que eliminarse
según la persona. Los riñones saludables también regulan la
composición de los componentes especiales como los electrolitos, el
agua, los minerales, los oligoelementos, etc. Por lo tanto, es necesario
para la máquina de diálisis que también se haga cargo de estas tareas
reguladoras además de eliminar las toxinas. Esto juega un papel
importante, por ejemplo, en el paciente con trastornos ácido-base, que
son muy comunes en los pacientes con diálisis.
Hemodiálisis

¿Cuándo se hace?
La hemodiálisis dura unas cuatro horas y se debe hacer tres veces a la semana. La mayoría
de la gente va a una clínica especial, llamada centro de diálisis, a recibir este tipo de
tratamiento. Alguna gente recibe diálisis en un hospital. En algunas ocasiones, los centros de
diálisis forman a las familias para que hagan el tratamiento en casa, aunque no es frecuente.

Después de que lo conecte a la máquina de diálisis, el paciente se acuesta o se sienta en una


silla. Mientras dura el tratamiento, el paciente puede aprovechar el tiempo para leer, ver la
televisión, jugar a vídeo-juegos o hacer la siesta.

¿Implica algún riesgo?

Algunas personas notan las agujas cuando entran en el acceso vascular. Aparte de esto, el
tratamiento de diálisis es indoloro.

La diálisis se asocia a algunos riesgos, como los siguientes:

 Infección. Los gérmenes pueden entrar en el cuerpo en el lugar del acceso


vascular y pueden provocar infecciones.

 Bajada de la tensión. A algunas personas les baja la tensión arterial durante el


tratamiento. Este descenso puede hacer que la persona tenga problemas para
respirar, dolor de cabeza y que se encuentre mal (o vomite).

 Picazón. La hemodiálisis puede provocar picazón en la piel, sobre todo durante o


después del tratamiento.

 Problemas de sueño. Algunas personas que reciben diálisis pueden tener


problemas para dormir (insomnio) o presentar apnea del sueño (una afección en
que se deja de respirar durante breves períodos de tiempo durante el sueño).

Cúidate durante la hemodiálisis

Si estás recibiendo hemodiálisis, hay una serie de cosas que puedes hacer para mantenerte
sano y evitar problemas. He aquí algunos consejos para cuidarte:
 Come bien. Necesitarás ingerir la cantidad adecuada (ni excesiva ni insuficiente)
de fluidos, sal, vitaminas y minerales cada día. Un exceso de potasio o de fósforo,
por ejemplo, puede afectar a los latidos de tu corazón o debilitarte los huesos.
Habla con el dietista de la clínica donde te hacen la diálisis sobre un plan de
alimentación adecuado para ti.

 Toma medicamentos si te los receta tu médico. Lo más probable es que


necesites medicamentos para controlar la tensión arterial, ayudar a fabricar
glóbulos rojos y controlar las concentraciones de nutrientes en sangre. Sigue las
instrucciones que te dé tu médico y habla con él antes de tomar cualquier
medicamento, vitamina o suplemento que no te haya recetado él.

 Organiza las cosas con tiempo de antelación. Si vas a salir de viaje, asegúrate
de que podrás continuar con tu tratamiento. Si vas a necesitar someterte a diálisis
en una localidad distinta a la que resides, llama a la clínica de diálisis con tiempo
de antelación y asegúrate de que te pueden dar una hora.
Hemodiálisis
La hemodiálisis limpia la sangre mediante un tratamiento que
se realiza fuera del organismo. Durante este tratamiento, la
sangre pasa a través de un filtro (dializador) que está
conectado a una máquina de diálisis. Cada tratamiento suele
durar entre cuatro y cinco horas, y se debe realizar al menos
tres veces a la semana.

En qué consiste una sesión de diálisis


Antes de comenzar la hemodiálisis, es necesario tener preparado el acceso vascular. Al
comienzo de cada sesión, el paciente tendrá que someterse a un pequeño procedimiento
para preparar el acceso vascular para la conexión al circuito sanguíneo. Durante toda la
sesión de diálisis, el paciente tiene que estar sentado cómodamente en una silla o tumbado
en una cama, donde podrá leer, escuchar música o dormir. También puede usar el teléfono
móvil para hacer cualquier llamada que necesite, trabajar en un PC, ver películas o acceder
a internet.

Es posible que se le deba administrar alguna medicación a través del circuito sanguíneo
durante el tratamiento. Las enfermeras supervisan periódicamente tanto al paciente como a
la máquina de diálisis. Cuando la sesión de diálisis haya terminado, al paciente se le
practica otro pequeño procedimiento para desconectarlo del circuito sanguíneo.

Después de la sesión puede sentirse cansado


La hemodiálisis en sí no es dolorosa. Sin embargo, es posible que el paciente experimente
algunos efectos secundarios. Es bastante frecuente sentirse cansado después de una larga
sesión de diálisis. Una forma de sobrellevar estos síntomas es ajustar la dieta y hacer
ejercicio con regularidad. Esto puede aumentar su nivel de energía. Algunas personas
pueden tener náuseas, sentirse mareadas o tener calambres musculares durante la diálisis. Si
tiene alguno de estos problemas, el personal médico hará todo lo posible por ayudar a
sobrellevarlo.
La opción de hemodiálisis

La hemodiálisis es la opción de tratamiento de la


insuficiencia renal que se realiza haciendo pasar la a
través de un filtro exterior que se encuentra en una
maquina de diálisis. Este filtro permite que las toxinas y
el exceso de líquido salgan de la sangre sustituyendo
de esta forma la función de sus riñones enfermos.

El acceso venoso
Para la llevar a cabo la hemodiálisis es preciso
disponer de una vena de un grueso calibre (llamada
fístula) que servirá para pinchar las 2 agujas por las que saldrá y entrará la
sangre. Se realiza mediante una pequeña intervención quirúrgica, generalmente
en el brazo no dominante o en aquel que tenga mejores venas, en la que se une
una arteria a una vena que, con el tiempo, irá engrosando su pared y su calibre al
recibir sangre a mayor presión.

Esta fistula, se debe planificar con un mínimo de 3-6 meses, tiempo necesario
para su adecuado desarrollo y maduración. Cuando se tiene malas venas o se han
agotado por fístulas anteriores, se coloca un tubo entre la arteria y la vena de un
material especial (goretex) y es ahí donde se pincha. Es muy importante que si su
opción futura de diálisis es la hemodiálisis, proteja al máximo las venas principales
de sus brazos para futuras fístulas; los análisis de sangre se deberían extraer de
venas del dorso de la mano y del brazo.

Si la Insuficiencia renal es aguda o se ha producido un empeoramiento rápido de


la insuficiencia renal crónica, es preciso recurrir a la colocación de un catéter
temporal en una vena gruesa tipo femoral o yugular, que conlleva riesgo de
infecciones y trombosis que pueden complicar el funcionamiento de futuras
fístulas. Su colocación y su utilización es inmediata.
Si se prevé una permanencia del catéter temporal superior a las 3-4 semanas, se
recomienda colocar un catéter permanente, que por su material y su trayecto
subcutáneo, presenta menos complicaciones y puede mantenerse mucho más
tiempo. Su colocación es relativamente sencilla y requiere unos cuidados tanto por
parte del paciente como del personal sanitario. En cualquier caso, el catéter
permanente nunca debe ser una opción a largo plazo, salvo que sea imposible de
hacer una fístula.

El filtro de diálisis
El filtro de diálisis es el lugar en el que se realiza la depuración de la sangre en la
hemodiálisis. Es un cartucho de plástico que contiene miles de filamentos huecos
por los que pasa la sangre y que están rodeados por el líquido de diálisis al que se
vierten todos los desechos que salen de la sangre. Este filtro se desecha junto con
el resto del material tras cada sesión.

Modalidades de hemodiálisis

 Hospitalaria
 Domiciliaria

En ambos casos el tratamiento es intermitente y por lo tanto permite la


acumulación de sustancias toxicas y líquido entre diálisis y diálisis, por lo que es
preciso mantener unas restricciones de dieta y líquidos.

La hemodiálisis Hospitalaria, se realiza en unidades hospitalarias o centros de


hemodiálisis, por lo general se realiza 3 veces por semana con una duración
media de 4 horas, en turnos de Martes, Jueves y Sábado o Lunes, Miércoles y
Viernes y en horario fijo de mañana o tarde. En este caso, la diálisis la realiza el
personal sanitario, con el que el paciente mantiene un contacto estrecho, así como
con el resto de pacientes. El paciente mantiene una actitud pasiva durante
el tratamiento, pero debe de cumplir las recomendaciones dietéticas y de
medicación.
La hemodiálisis domiciliaria, es la que se realza en el propio domicilio tras un
entrenamiento en el hospital de 1-2 meses. Sólo se desplaza al Hospital para
revisiones y pruebas cada 2-3 meses. En el domicilio precisa de espacio suficiente
para la maquina de diálisis y el material necesario y debe de haber un colaborador
entrenado (por lo general un familiar) que deberá permanecer en el domicilio
mientras esté realizando la diálisis.
CÓMO ES LA SESIÓN DE
HEMODIÁLISIS
Como los riñones son órganos vitales, no hay manera de sobrevivir sin que ellos estén
funcionando mínimamente. Cuando los riñones dejan de funcionar, el paciente tiene
solamente 3 opciones: trasplante renal, hemodiálisis o diálisis peritoneal. Estos tres
tratamientos forman parte de lo que llamamos terapia del reemplazo renal, que, como su
nombre lo indica, son tratamientos que tienen como objetivo reemplazar los riñones
naturales.

La hemodiálisis (HD), tema que iremos tratar aquí, es por tanto una de las opciones de
tratamiento que permite al paciente con insuficiencia renal grave e irreversible permanecer
vivo y activo durante varios años.

Este artículo tratará de explicar a los familiares, o para el paciente que está a punto de
entrar en tratamiento de hemodiálisis, como son hechas las sesiones de hemodiálisis, cuánto
tiempo duran y lo que suele suceder durante cada tratamiento.

Si quieres entender los aspectos más técnicos, tales como el funcionamiento de la


hemodiálisis y las maneras en que este tratamiento puede sustituir parte de las funciones de
los riñones, accede al siguiente artículo: QUÉ ES HEMODIÁLISIS.

¿POR CUÁNTO TIEMPO ES NECESARIO HACER


HEMODIÁLISIS?

La diálisis es un tratamiento para los pacientes con insuficiencia renal aguda (IRA) o
insuficiencia renal crónica (IRC).

El primer caso se produce cuando un paciente que previamente tenía una función renal
adecuada presenta un problema que hace que los riñones dejen de funcionar súbitamente.
La IRA ocurre generalmente en casos de intoxicación exógena, uso de drogas nefrotóxicas,
deshidratación severa u obstrucción de las vías urinarias. En la insuficiencia renal aguda,
una vez tratada a la causa, la función de los riñones vuelve a funcionar correctamente. Por
lo tanto, las sesiones de hemodiálisis se hacen solamente mientras los riñones no se
recuperen, lo que ocurre generalmente después de algunos días.

Ya la insuficiencia renal crónica es una enfermedad progresiva e irreversible de los riñones.


Es una lesión renal causada generalmente durante años y años por una agresión continua a
los riñones, como en los casos de diabetes o presión arterial alta. Pacientes con
insuficiencia renal crónica cuando llegan en etapas avanzadas de la enfermedad requieren
hemodiálisis y, salvo casos excepcionales, son dependientes de la máquina para el resto de
la vida, porque no hay ninguna posibilidad de recuperación de la función renal.

A partir de este punto, vamos a hablar de las sesiones de hemodiálisis en pacientes con
insuficiencia renal crónica.

SALA DE HEMODIÁLISIS

Los pacientes con insuficiencia renal crónica que necesitan comenzar el tratamiento de
hemodiálisis generalmente se colocan en una clínica de hemodiálisis. Clínicas de diálisis
son unidades extra-hospitalarias cuya única función es ofrecer este tipo de tratamiento a los
pacientes.

Las salas de hemodiálisis suelen tener varias máquinas, pudiendo recibir a veces hasta 20
pacientes en una única sala. Las clínicas grandes pueden tener 4 o 5 salas, lo que les
permite hacer diálisis en docenas de pacientes por vez.

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