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Castro Pérez Alejandra

Estado, sociedad y derecho


0009
Valdivia Caballero Virginia Leticia
18/02/2019

El poder dentro del Estado

En la lectura Estado, gobierno y sociedad, Bobbio nos explica que no existe ninguna
teoría política que no parta del concepto de poder, así como de su análisis. En la
filosofía política, el poder se puede observar bajo tres teorías fundamentales,
sustancialista, subjetivista y relacional.

En la primer teoría, sustancialista, se afirma que el poder es una herramienta para


alcanzar un fin. Hobbes afirma que son aquellos bienes materiales que se tiene en
el presente para conseguir algo a futuro. Un caso actual que sirve para ejemplificar
esto, es con el presidente Donald Trump, que utiliza su poder económico y político
para llevar a cabo la construcción de un muro en la frontera sur que comparte
Estados Unidos con México, para detener la migración, también utiliza el poder de la
persuasión a través de su discurso de engrandecer a América.

La siguiente teoría es la subjetivista, ellos conciben al poder no como una cosa sino
como una capacidad para lograr algo. Esta capacidad deja de ser exclusiva de una
sola persona, sino también de instituciones. Los juristas recurren a esta teoría para
definir el derecho subjetivo “...que un sujeto tenga un derecho subjetivo quiere decir
que el ordenamiento jurídico le atribuyó el poder de obtener ciertos efectos”1. Un
ejemplo podría ser el derecho a la libertad de expresión pues se le atribuye no solo
a un individuo sino a una colectividad.

Por último se encuentra la teoría relacional, que es la relación de poder entre dos
personas, lo cual hace que uno de ellos consiga un comportamiento del otro, que no
habría alcanzado en otras circunstancias. Hay una persona dominante y se

1
Norberto Bobbio, ​Estado, gobierno y sociedad, ​México, FCE, 2006, duodécima edición, p. 104.
relaciona con la libertad de alguna de las partes. Esto se puede ver en las
relaciones laborales, familiares o cualquier institución donde exista una jerarquía.

Bobbio después nos explica las tipologías del poder basándose en la Política de
Aristóteles, quien distinguió entre el poder del padre sobre el hijo, el del amo sobre
el esclavo y el poder del gobernante sobre los gobernados. La tipología de
Aristóteles ha ayudado para definir las formas corruptas del gobierno, es decir el
gobierno paternalista, el cual el gobernante se comporta como padre ante sus
gobernados y el gobierno despótico, que es cuando el gobernante tiene una relación
con sus gobernantes de un amo hacia sus esclavos. Locke clasifica los tipos de
poder según su legitimidad; el poder del padre es natural pues deriva de la
procreación, el poder del amo es patronal y tiene el derecho de castigar si se
comete un delito grave, mientras que el poder civil o del gobernante, se fundamenta
en el consenso de los gobernados.

En la teoría política moderna también existe una tipología clara entre tres poderes;
económico, de la riqueza; ideológico, del saber y político, de la fuerza. El poder
económico se vale de los bienes necesarios. “En cualquier sociedad donde existen
propietarios y no propietarios, el poder del propietario deriva de la posibilidad que la
posesión exclusiva de un bien le da de obtener que el no propietario (o propietario
solamente de su fuerza de trabajo) trabaje para él bajo las condiciones que él
imponga.”2

El poder ideológico deriva del saber de ciertos conocimientos que permiten influir en
el comportamiento ajeno y persuadir para la realización o cancelación de una
conducta. Esto se puede ver con los sacerdotes e intelectuales. Después se
encuentra el poder político, que se caracteriza por el uso de la fuerza, es decir tiene
el uso legítimo de la violencia. Hobbes considera como máximo poder al poder
político, ya que se encuentra legitimado por los individuos, haciendo que también
controle el poder ideológico y el poder económico.

2
Norberto Bobbio, ​Estado, gobierno y sociedad, ​México, FCE, 2006, duodécima edición, p. 111
El autor nos dice que el poder político no puede basarse solo en el uso fuerza pues
su mandato no sería duradero, y en caso de serlo, no sería legítimo. Creando una
nula diferenciación entre delincuentes y el poder polític. Por lo que ahora se ve
obligado a tener una justificación moral y fundamentos jurídicos ante los actos que
realice. Un ejemplo contrario a lo que deben hacer son los crímenes de Estado,
como lo ocurrido en el 2014 en Ayotzinapa.

El Estado no solo debe tener una justificación, también debe tener límites, el primero
de ellos es el territorio, pues las normas jurídicas del poder sólo valen dentro de
determinada región. “El pueblo se vuelve el límite de validez personal del derecho
del Estado, en cuanto las mismas normas jurídicas solamente valen, salvo casos
excepcionales, para determinados sujetos que de tal manera constituyen los
ciudadanos del Estado”3. De la misma manera existe un límite temporal y un límite
material.

También los gobernantes están sujetos a límites internos como los son las leyes
naturales y divinas, que regulan sus relaciones con los gobernados. Por otro lado
se encuentran los límites externos que están dados de tradiciones que se han vuelto
obligatorias o de acuerdos recíprocos “Entre las dos especies de límites hay una
cierta correspondencIa en el sentido de que cuando un Estado es más fuerte y por
tanto sin límites en el interior, tanto más es fuerte y por tanto con menores límites en
el exterior”4.

Los límites son necesarios ya que marcan la línea de sus acciones, haciendo que no
exista un abuso sobre el poder, sino que exista un equilibrio y por ende la justicia
que se requiere para gobernar.

Referencia
● Norberto Bobbio, ​Estado, gobierno y sociedad, ​México, FCE, 2006, duodécima
edición, pp. 100-143

3
​ éxico, FCE, 2006, duodécima edición, p. 128.
Norberto Bobbio, ​Estado, gobierno y sociedad, M
4
Ibídem, p. 140

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