Вы находитесь на странице: 1из 5

“El docente, ¿un instrumento de la tecnocracia?


F. Antonio González Chávez
Carné: 201690371

“El docente en su afán por equilibrar la problemática social,


cultural y de políticas educativas que le llegan día con día al aula,
nos deja ver lo humano que hay en él al crear su propia didáctica de
forma intuitiva, porque para el caso de los niveles básicos, medio
básicos y medio superiores, los docentes no atienden únicamente al
conocimiento, sino que se afanan por proporcionar a los alumnos lo que
los planes y programas de estudio han excluido...”1

Con estas palabras, Norma Duran presenta su obra, un trabajo que


motiva al docente para que pueda verse y escucharse a sí mismo, que se
reconozca como un agente creativo y capaz de contribuir con el
bienestar de la sociedad. Este texto permite poner pie en el terreno de
la planeación y me parece que el objetivo es destacar el rol del
docente, elemento que ha sido descartado de la planeación basada en
competencias, para este modelo, el rol del docente se reduce a un
técnico que ejecuta un plan diseñado por especialistas (tecnócratas).
Es interesante el abordaje que hace Díaz Barriga2 cuando afirma
que las competencias son antecedentes de la versión moderna de la
pedagogía pragmática surgida principios del siglo XX y que pretendía
formar mano de obra especializada para las empresas y el mercado
laboral.
Por otro lado, la planificación crítica, requiere de la
creatividad, imaginación y sobre todo, del compromiso social del
docente. Antes de resaltar las ventajas y desventajas de cada enfoque,

1
Duran A. Norma D. (2012) La didáctica es humanista. México: UNAM Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación. Pag. 12
2
Diaz Barriga, Angel (2005) El docente y los programas escolares. Ediciones POMARES, S. A. Barcelona
es necesario recapitular los contenidos y fines de la planeación
universitaria.
La planeación es una herramienta estratégica que permite definir
y establecer el qué, cómo, cuándo y con qué para alcanzar los objetivos
de un curso determinado.
Los elementos que integran una planeación son: el nombre del
establecimiento, la carrera, nombre de la asignatura, horarios.
Elementos que integran la planeación superior:
1. Diagnóstico sobre participantes y la situación del contexto
2. Diseño de objetivos ¿Qué queremos lograr?
3. Los contenidos educativos ¿Qué se puede conocer?
4. La situación de la enseñanza y del aprendizaje, es decir,
anticipar situaciones favorables de aprendizaje (¿qué? ¿cómo?
¿con qué?), recursos, materiales didácticos.
5. Evaluación del aprendizaje, un proceso sistemático, dialógico y
reflexivo (¿qué, cómo, cuándo y para qué evaluar?

La planeación desde el enfoque crítico, requiere de una


perspectiva holística e integral, implica reflexionar sobre varias
dimensiones: a) la dimensión más amplia, consiste en el conocimiento
del contexto político, económico, social y cultural. b) la dimensión
institucional es el conocimiento del contexto escolar, las condiciones
y necesidades de infraestructura y de servicios educativos. c) la
dimensión más directa que se refiere al aula y sus actores: docentes y
estudiantes.
El docente que planifica debe contar con conocimientos
pedagógicos y psicológicos, así como una actitud ética de la profesión
docente y, en general sus fundamentos filosóficos. Desde esta
perspectiva la planeación no es un desglose mecánico de sus
componentes: objetivos, contenidos, situación de enseñanza y de
aprendizaje así como de evaluación.
En términos generales la planificación se caracteriza en función
de su flexibilidad o la rigidez. La planeación cerrada, es una
planeación burocrática e institucional, su aplicación se opera en
secuencias inalterables, en este modelo, el docente se reduce a ser un
operador, un obrero de la industria educativa para la producción masiva
de mano de obra para el mercado laboral. Es el modelo basado en
competencias.
La planeación flexible,es una programación creciente y progresiva
que atiende las necesidades conforme van surgiendo, rebasa la lógica
lineal preestablecida, en esta modalidad se encuentra el modelo
crítico.
Después de considerar los factores de ambos enfoques, se va a
retomar el espíritu de la frase que abrió el presente trabajo para
analizar los aportes y las limitaciones de las mismas, a partir del rol
del docente. Desde la perspectiva crítica, el docente despliega sus
capacidades intelectuales, su vocación y su libertad para ejercer la
docencia, es una práctica desde su contexto. Este sería una de las
principales virtudes del enfoque crítico, además, considerando el nivel
de desarrollo del país, sería el enfoque que se requiere para
contribuir con la solución de la problemática social, por tal razón se
puede afirmar que no estamos listos (no existen las condiciones
necesarias ni resuelto los problemas más ingentes de nuestra sociedad)
para adoptar el paradigma educativo por competencias.
La planeación por competencias es un ejercicio que considera
todos los elementos “objetivos” para diseñar situaciones didácticas que
desarrollen la competencia de los estudiantes.
Para su diseño se toma en cuenta las competencias, indicadores de
desempeño, conocimientos, habilidades de pensamiento, destrezas y
actitudes, situación didáctica, secuencia didáctica e instrumentos de
evaluación. Estos elementos son considerados por el técnico que los
incorpora de acuerdo con los objetivos establecidos o definidos
previamente. Nuevamente surge la pregunta: ¿Cuál es el rol del docente
en este modelo? El docente se limita ser un técnico que pretende
ajustar la realidad al diseño, es una camisa de fuerza que limita la
actividad intelectual del docente como afirma Díaz Barriga, éste sería
la mayor debilidad de este modelo. El saber hacer rebasa el saber
pensar y saber resolver problemas que en nuestro contexto son elementos
imprescindibles.
Ahora, ¿cómo superar esta “debilidad” del modelo basado en
competencias? No se vislumbran alternativas en el horizonte del
neoliberalismo, este sistema económico y político impulsado por los
centros hegemónicos mundiales pretende limitar las capacidades del ser
humano al “homo faber” arrinconando paulatinamente o extirpando al
“homo sapiens”, a pesar de la etimología de la palabra competencia que
se deriva del latìn competare, que quiere decir te compete, eres
responsable de hacer algo3.
Se podría sugerirá la “humanización” de este modelo pero su
naturaleza y sus fines son completamente incompatibles con esta
característica, lo mismo ocurre con los intentos de “humanización” de
la economía.
Finalmente, el modelo crítico siendo flexible, puede incorporar
elementos relacionado con el saber hacer, en realidad, como muchos
fenómenos sociales, se pretende un equilibrio para integrar componentes
que contribuyan con el desarrollo social.

3
Frade Rubio, Laura (2009) Planeación por competencias. México
Bibliografía

Duch, Luis (1997) La educación y la crisis de la modernidad. Ediciones


Paidòs, Ediciones IBERICAS, S.A. Barcelona

Duran A. Norma D. (2012) La didáctica es humanista. México: UNAM


Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación.

Diaz Barriga, Angel (2005) El docente y los programas escolares.


Ediciones POMARES, S. A. Barcelona

Frade Rubio, Laura (2009) Planeación por competencias. México

Sacristàn, J. Gimeno (2011) Educar por competencias ¿qué hay de nuevo?.


Ediciones Morata, Madrid.

Pimienta P. Julio H. (2012) Estrategias de enseñanza-aprendizaje.


Docencia universitaria basada en competencias. PEARSON Educación,
Mèxico.

Вам также может понравиться