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CONTEXTO SOCIO-POLÍTICO E HISTÓRICO DEL DDR EN COLOMBIA Y EN

MEDELLÍN.

Violencia en Colombia

De diversas maneras, nuestro país ha sido afectado por expresiones de


violencia, una de ellas ha sido la vivencia de conflictividades resueltas por la vía
armada durante un periodo de larga duración. Estas expresiones de violencia han
sido la manifestación de desórdenes y procesos políticos que no han podido ser
corregidos bajo parámetros democráticos. Esta situación a su vez ha estado
acompañada por la complejización en la relación: Estado-gobierno-ciudadanos, en
cuyas expresiones de violencia se encuentra la vinculación a los GAI y la reacción
armada de la población ante inconformidades con los procesos político
democráticos; como consecuencia en diferentes grupos sociales expuestos a
situaciones de crisis social, se han legitimado diversas expresiones de ilegalidad
combinadas con acciones de violencia. La ilegalidad y la violencia, han llegado a
ser consideradas como formas válidas de estar en la sociedad, problemas que han
exigido que las instituciones estatales generen tanto estrategias que permitan
volver al cuerpo social a quienes han participado en la conformación de grupos
armados ilegales, como formas de prevención en las nuevas generaciones de
colombianos, para prevenir la reconfiguración de nuevos ciclos de violencia e
ilegalidad.

Un recorrido por los puntos cruciales en la historia de violencia en Colombia


durante las últimas décadas, evidencia que la desigualdad en la repartición de la
riqueza, la corrupción en varios los niveles de la sociedad, la monopolización del
poder por los partidos políticos, el desarrollo de las guerrillas, la aparición sobre la
escena del tráfico de drogas, el surgimiento de las AUC y posteriormente las
Bandas Criminales (BACRIM), entre otros aspectos, explican el nivel de violencia
que se vive en Colombia, que según Redepaz, (2009) es elevado en comparación
con otros países a nivel mundial. La población ha estado en medio de la
confrontación armada y la cooptación de grupos armados ilegales, lo cual genera
que los colombianos perciban vivir en una cultura del miedo en la cual son
permanentemente víctimas o testigos de ejercicios de violencia. (Palacio, Abello,
Maldarriaga, y Sabatier, 1999). Daniel Pécaut (2003), distinguido estudioso de los
fenómenos políticos en Colombia, en su libro Midiendo Fuerzas, remite al análisis
de la realidad del conflicto que ha atravesado Colombia, el cual en forma diversa y
fluctuante se extiende hasta nuestros días, a su vez plantea que por los estados
de desesperanza algunos colombianos de diversas clases sociales, parecen estar
convencidos de que la tragedia actual no es sino la continuación de las diversas
guerras internas que sacudieron al país a lo largo del siglo XIX.

Se puede constatar además, que desde hace aproximadamente 100 años,


Colombia se ha acostumbrado a vivir en una situación intermedia entre la guerra y
la paz, los enfrentamientos no han dejado de agravarse, y los sucesivos procesos
de paz han creado la ilusión de que en cualquier momento una transición sería
imposible, debido a la percepción de fracaso entre los ciudadanos. Aún así los
últimos años, como efecto de la evolución y el desarrollo social que hace
sociedades más exigentes de sus sistemas de gobierno, se ha planteado la
necesidad inminente de nuevas formas de gobierno, en las cuales la relación entre
gobernantes y ciudadanos haga alusión a la legitimidad y a la posibilidad de
cambio. Las nuevas generaciones se han caracterizado por una conciencia social
que avizora el papel protagónico que adquiere la sociedad civil vinculada con las
instituciones estatales; es decir tanto en el sostenimiento de ciclos de violencia
como en la resolución no violenta de las conflictividades cotidianas se reconoce
que es decisivo el papel protagónico de los individuos del común que conforman el
conjunto social.
Reseña histórica de los procesos de Desarme, Desmovilización y
Reintegración en Colombia.

“A diferencia de las negociaciones en países


centroamericanos como El Salvador y Guatemala, en
Colombia las negociaciones de paz se han
caracterizado por responder a una lógica de paz
parcial, situación que ha impedido un proceso óptimo
de resarcimiento, perdón y reconciliación”. (Gaviria,
2006).

Según la Alta Consejería para la Reintegración Social y Económica (ACR),


de la Presidencia de la República de Colombia, “desmovilización” y “reintegración”
son palabras que hacen alusión a procesos complementarios, en el marco de las
negociaciones entre el Gobierno Nacional y los grupos armados responsables de
acciones de violencia. En la vía de lo político se ha buscado que se reconozcan
las intuiciones estatales coercitivas, como exclusivos actores políticos legales a las
cuales les corresponde el monopolio de las armas, lo cual configura un Estado
encargado de la exigibilidad de deberes, pero también que posibilite el ejercicio
pleno de los derechos humanos a los ciudadanos que habitan los territorios.

Cuando se recorre la historia de Colombia, se puede constatar cómo desde


la guerra de los mil días, la construcción del Estado, se ha visto aludida
constantemente a diálogos, negociaciones y procesos de DDR con diversos
grupos armados. Los diferentes gobiernos han diseñado estrategias para la
inclusión a la sociedad actores armados que se desmovilizan. Situación que ha
implicado el planteamiento de puntos de acuerdo entre las partes, y tienen como
finalidad evitar la repetición de ciclos de violencia, sostenidas históricamente
desde interacciones que avalan la venganza como forma de relación entre los
individuos de la sociedad a través de las formas en que se resuelven los
conflictos.

Según las leyes y las experiencias que ha vivido el país en torno al tema de
DDR, estas palabras significan:
Desmovilización: es un proceso que implica la dejación de las armas y la
decisión de abandonar la vía ilegal. La desmovilización puede ser colectiva o
individual. La primera tiene que ver con los acuerdos de paz entre el Gobierno y el
grupo armado; y la segunda depende de la voluntad de una persona perteneciente
a un grupo armado.

Desmovilizado: es la persona que por decisión individual y/o colectiva


abandona voluntariamente sus actividades como miembro de organizaciones
armadas al margen de la ley (grupos guerrilleros y grupos de autodefensa) y se
entrega a las autoridades de la República.

Reintegración: es el proceso posterior a la desmovilización, que pretende el


reintegro a la vida civil. Se relaciona con deberes y derechos legales,
democráticos, sociales y económicos que tienen y pueden asumir quienes dejen
las armas para lograr este propósito.

Desde 1902, hasta antes de la desmovilización de las AUC, se identifican por lo


menos 16 procesos de entrega de grupos armados, en los cuales se pueden
observan 2 categorías: la primera de ellas, en la cual se acuerda 1 perdón y
olvido, exclusión en procesos políticos, compromisos de ciudadanía, y
compromisos de no volver delinquir; en la segunda se incluyen en los
acuerdos: negociación política, inclusión en las estructuras de incidencia,
acuerdos para la paz, realización de programas, indulto jurídico y plan de
reconciliación nacional; en Antioquia se acuerdan desmovilizaciones de al
menos 8 grupos armados con incidencia en la región.

1
Las primeras negociaciones de las que se tiene reporte en nuestra historia están establecidas hacia los
primeros indultos y amnistías registrados en La Guerra de los Mil Días (1899 -1903). Este conflicto
comprometió a todo el país, con excepción de las zonas selváticas y el departamento de Antioquia.
Tabla (2): Procesos DDR en Colombia, Antioquia y Medellín. (fuente: viva palabra.
Elaboración PPR)

Primera categoría: Perdón y olvido, exclusión en procesos políticos,


compromisos de ciudadanía, y no volver delinquir
ACUERDO AÑO CONFLICTO INTERVENCIÓN ESTATAL
Neerlandia, Hasta Guerra de A cambio de la entrega de armas, los
firmado en 1902 los mil días2 tratados incluyeron libertad a los prisioneros
noviembre de desde 18 de de guerra, amnistía a los denominados
1902 octubre de revolucionarios, y juzgamiento a los
Wisconsin. 1889. En responsables de delitos no políticos. Liberales
Guerrillas Santander. excluidos de los acuerdos.
liberal.
Chinácota
Ley 82 del 10 1948 Violencia Legitimar a las clases populares para que
de diciembre de -1957 partidista dejaran de ser perseguidas por la protesta y el
1948 para alzamiento posteriormente tras la ubicación
perdonar y de los dirigentes gaitanistas, los pájaros3
olvidar los arremeten en forma violenta y los dirigentes
acontecimientos gaitanistas fueron cayendo asesinados.
del 9 de abril.

2
http://www.youtube.com/watch?v=azq5jmY_egY&feature=related
3
Ejército Armado que operaba en forma ilegal con ideología política de corte conservadora.
Decreto 1823 1953 Violencia Amnistía a quienes se habían levantado
de 1953 bipartidista contra las instituciones y cometido excesos.
“entrega de la Surgió la Oficina de Rehabilitación y
guerrilla liberal” Socorro.
Gobierno del
general Gustavo
Rojas
Decreto 2184 Amnistía a los militares comprometidos en el
intento de golpe contra Alfonso López
Pumarejo. Se desmovilizaron las guerrillas
con 111 combatientes, no hubo entrega de
armas y se les otorgó un salvoconducto para
el porte de éstas.
2585 de 1958 1958 Frente Medida unilateral que brindaba amnistía e
Nacional. indulto para delitos cometidos antes del 15 de
Represión octubre de ese año.
política.

Segunda categoría: negociación política, inclusión en las estructuras de


incidencia, acuerdos para la paz, realización de programas, indulto jurídico y plan
de reconciliación nacional.

ACUERDO AÑO CONFLICTO INTERVENCIÓN ESTATAL


Ciclo de Desde Exclusión: Inclusión y transformación social, los
procesos DDR noviembre política,
ex -grupos alzados en armas
con las 1989. – hasta social y
guerrillas. julio de 1998. económica. agilizaron sus procesos para participar
Movimiento 19 Ocho
en la Asamblea Nacional
de Abril (M19), procesos de
el Partido negociación. Constituyente, con el fin de lograr un
Revolucionario
verdadero tratado de paz, restituir el
de los
Trabajadores Estado de Derecho y consolidar
(PRT), el
institucionalmente la apertura
Ejército
Popular de
Liberación democrática.
(EPL), y el
Movimiento
Armado
Quintín Lame
(MAQL),
Corriente de
Renovación
Socialista
(CRC).
Procesos en 1989 – 1998 Exclusión Solución parcial a situaciones de
Antioquia política, conflictividad armada a nivel urbano.
social, Intervención sobre delincuencia
económica organizada. Perdón, olvido, indultos.
(presencia Acompañamiento estatal. Oficina de
de Paz y Convivencia.
narcotráfico)
1989, 1989 Exclusión Ampliación de espacios democráticos.
Noviembre 2. política, Mecanismos para acceder a espacios
Pacto Político social, de poder por las circunscripciones
por la Paz y la económica especiales de paz. Inversión en zonas
Democracia. (presencia de presencia del M-19 a través del
(M -19) de Fondo Nacional de Paz. Dejación de
narcotráfico) armas y material de guerra ante la
comisión internacional socialista.
Acuerdo final 1990 Dejación de armas y desmovilización.
con el PRT. Representación política en la
1990, agosto Asamblea Nacional Constituyente,
2. garantías políticas y jurídicas, plan de
reconciliación nacional.
Acuerdo Final 1991 Participación en la Asamblea Nacional
Con EPL. Constituyente, promoción de procesos
1991, febrero de paz y políticos, garantías jurídicas,
15. dejación de armas y desmovilización.
Acuerdo final 1991 Dejación de armas ante la veeduría
QL. 1991, nacional e internacional. Acceso a
mayo 27. condiciones de ciudadanía plena.
Decreto 213 de Establecimiento de auxilios.
1991.
Acuerdo final. 1991 Dejación de armas ante la veeduría
Comando nacional e internacional. Acceso a
Ernesto Rojas. condiciones de ciudadanía plena.
Establecimiento de auxilios.
Acuerdo 1994 Abril 9. Compromiso de desarrollo regional en
político final. las zonas en conflicto. Participación
Corriente de ciudadana. Realización de foro sobre
Renovación derechos humanos. Programas de
Socialista Reintegración con énfasis integral.
(CRC) Procesos de desarme y veedurías.
Acuerdo para 1994 Mayo Desmovilización, dejación de armas y
la convivencia 26. reincorporación a la vida civil.
ciudadana. Beneficios jurídicos, seguridad y
Milicias protección, favorabilidad política.
Populares del
Pueblo y para
el Pueblo,
Milicias
Independientes
para el Valle
de Aburrá,
Milicias
metropolitanas
de la ciudad de
Medellín.
MIAR – COAR. 1998, Julio Desmovilización dejación de armas y
Acuerdo final. 29. reincorporación a la vida civil, indulto,
Movimiento veeduría del procesos, obras de
Independiente desarrollo en áreas de influencia,
Revolucionario reconocimiento estatal.
- Comandos
Armados

Estos procesos de negociación política, realizados en el marco de la


reconciliación nacional, han generado programas de reintegración a la vida civil
para quienes conformaron los GAI, y para las comunidades que apoyaron o
sufrieron las consecuencias de los alzados en armas en su accionar político
militar. Para lograr tal fín se han desarrollado mecanismos jurídicos, que viabilicen
el regreso al sistema social y político de quienes han salido de él debido a la
integración de GAI. Se ha logrado a partir de estas desmovilizaciones que la
izquierda política, mantenga sus ideales y principios en el ejercicio político sin la
utilización de las armas, en ejemplo de esta es el la elección como alcalde de la
capital colombiana, en el año 2011, de un ex – combatiente de la guerrilla. Desde
ese tiempo hasta la última desmovilización colectiva, correspondiente a las AUC,
las negociaciones han sido parte constitutiva del conflicto armado, en la medida
que ellas permiten, desde su deber ser, el diálogo, el acuerdo entre las partes, la
inclusión política y, a su vez, la apertura democrática.

Aprendizajes de procesos DDR hasta 1998 y relación con la


desmovilización de las AUC en Medellín.

En el ámbito social, los proces llevados a cabo en la década de los noventa


han facilitado acciones que permiten a los miembros de los grupos armados la
reintegración a la ciudad, a través de la posibilidad de ser ciudadanos productivos
que reconozcan la autoridad y soberanía que ejerce el Estado sobre las
comunidades. Los acuerdos estuvieron caracterizados básicamente por
negociaciones que han incluido intercambio de beneficios como garantía para el
reconocimiento legal entre ambos actores, se pretendió que el Estado brindara
garantías de inserción a los miembros de los grupos armados y éstos reconocen al
Estado como actor responsable de la gobernabilidad en el territorio, también a
generar condiciones de convivencia como ciudadanos en construcción de nuevas
formas de vida civil y nuevas formas de interactuar sin acudir a la violencia
instrumental, que según autores como Llorente 2001, González y Villacorta, 1998,
y García, 2004 , es un Tipo de violencia que hace alusión al uso de la fuerza para
conseguir determinados fines, expresada sobre todo en situaciones de contextos
en conflictividad armada. Progresivamente en Colombia se ha buscado configurar
eficientemente del estado social de derecho propuesto por la Constitución Política
de 1991.
Los procesos DDR tanto con guerrillas como con las AUC, no lograron
constituir una reconciliación total. La oposición coinciden en afirmar que “la paz
quedó inconclusa al ser asumida más como la ausencia de enfrentamientos
armados, que como la construcción conjunta de una nueva sociedad” (viva la
palabra, 2006). El modelo de reintegración promovido por el Gobierno hasta antes
de la desmovilización colectiva de las AUC “mostró su desgaste, por cuanto los
excombatientes consideraron que dieron todo de sus vidas ante la indiferencia y la
apatía de muchos sectores de la sociedad; de ahí las reticencias de los actuales
grupos guerrilleros para concretar la desmovilización en forma colectiva”. (ibid,
2006).

Además de lo restrictivo y discriminatorio según los excombatientes, del


término reinsertado, se dice según la Corporación Viva Palabra (2006), que para
los procesos con los grupos armados de izquierda, “el modelo quedó reducido en
gran medida a la atención de necesidades particulares de cada uno, generándose
una problemática de dependencia frente al Gobierno, acompañado de una postura
demandante ante el Estado, que traía a su vez por parte de los desmovilizados, la
falta a los compromisos adquiridos tras los acuerdos de paz”. Así mismo, fue
frecuente encontrar ausencia de responsabilidad subjetiva y por el contrario los
desmovilizados asumieron la justificación de las acciones delincuenciales, en los
pactos acordados y según ellos rotos por el Gobierno Nacional (Viva Palabra,
2004).

Al momento de la desmovilización se revelaron marcadas diferencias entre


los diferentes grupos de izquierda, evidenciándose de manera súbita las
desigualdades. La irrupción de las individualidades, el haz de disparidades y su
expresión en los “liderazgos” fueron asumidos como problema y como obstáculo,
frente a unos grupos sociales que desde la entrega de armas testimoniaron su
preocupación e incertidumbre. El tema se volvió preocupación sólo de algunos
como analistas políticos e historiadores. Los análisis se dirigieron hacia las formas
en que los desmovilizados acogieron los procesos de negociación y abandono del
grupo armado. Como lo plantea Pécaut, (2000) estos colectivos armados han
suministrado identidad, pertenencia, protección y hasta argumentación social a
quienes pueden no tener motivaciones políticas claras y eso es lo que se arriesga
en la desmovilización; hasta antes de la negociación con las AUC, los acuerdos
incluían el cese de hostilidades, entrega de armas, perdón y olvido, oportunidades
educativas, laborales y procesos de reconciliación social, desde el proceso DDR
con las AUC, se sumó un nuevo componente en los acuerdos, enfocado hacia el
acompañamiento psicosocial de los excombatientes que regresaban a la vida civil.
4

Otros de los inconvenientes que tuvo el proceso de reintegración se


clasifican así:

Conflictividades entre los grupos desmovilizados: Entre las problemáticas


surgidas después las negociaciones con los GAI, este inconveniente es
considerado desde la falta de homogeneidad de los grupos desmovilizados, y la
continuación en un aspecto fundamental en un proceso de paz: la reconciliación
entre grupos que tuvieran problemas o rencillas por enfrentamientos. Los
conflictos entre los grupos desmovilizados continúan y no hubo una construcción
de post conflicto sin violencias de tipo armado.

Lo urbano del proceso: aspecto a tenerse en cuenta puesto que existió gran
influencia de toda clase de violencia y formas de monopolio económicas
(narcotráfico, subversión urbana, delincuencia común y organizada).

En el PPR estos dos factores se vieron conjugados tras la desmovilización de


los miembros de las AUC que operaban en los barrios donde posteriormente

4
Desde las ciencias sociales se plantean cuestionamientos respecto a la intervención con nuevas categorías sociales que
hacen parte del contexto social en el marco de las transiciones propuestas para el conflicto armado, tales como:
desmovilizados, víctimas, desplazados, entre otras.
volvieron a habitar; al respecto se plantearon espacios de reuniones para las
actividades psicosociales en los cuales los desmovilizados tenían que cruzar
fronteras que hasta entonces representaban posibilidades de riesgo a su
seguridad; se disminuyeron las confrontaciones armadas pero las interacciones en
ocasiones eran problemáticas entre ellos, situación que fue asumida por la
intervención psicosocial en los talleres, a través de la formación en resolución de
conflictos, la convivencia pacífica, la tranquilidad social y la posibilidad de ser
ciudadanos en territorios en los cuales desaparecieran las fronteras territoriales
delimitadas por las situaciones de conflictividad armada vividas en el pasado. Así
mismo, a través de las actividades comunitarias en los diferentes sectores de
residencia, se pudo plantear el carácter de interacción no violenta entre los grupos
de participantes desmovilizados y las comunidades en las cuales habitaban e
incluso habían generado situaciones de victimización. Entre los años 2004 y 2008
los homicidios en la ciudad disminuyeron significativamente, sin embargo desde
2009 se inicia una especie de confrontación entre mandos medios
desmovilizados5 y no desmovilizados por el control espacios en la red
delincuencial, lo que trajo consigo el aumento en los índices de homicidio y la
reconfiguración de fronteras imaginarias en algunos territorios de la ciudad.

Carácter armado e ilegal que algunos desmovilizados dieron al proceso de


reintegración:

Es el caso de la Cooperativa de Vigilancia y Servicio a la Comunidad


(COOSERCOM) creada ante la desmovilización de las milicias populares, que
indiscutiblemente activó respuestas violentas en la resolución de los conflictos
entre los asociados en sus zonas de influencia, nombradas por los habitantes de
esas comunidades entrevistados, como grupos asociados a limpieza social y

5
Se entienden como mandos medios a personas de han establecido niveles de liderazgo e injerencia en el
GAI, a su vez, viabilizan relaciones de poder entre los ex - comandantes y lo militantes rasos. En el caso de la
reconfiguración del conflicto armado tanto a nivel urbano como rural se sabe, que algunos de ellos
rechazaron la oferta institucional y contrario a los compromisos establecidos en el proceso DDR, fueron
actores claves en la conformación de nuevos grupos ilegales de carácter armado. Además posterior a la
extradición de los ex - comandantes, fueron partícipes del restablecimiento de la conflictividad armada
entre grupos de desmovilizados con supuesta reincidencia criminal.
tráfico de estupefacientes. La situación se asemeja a el proceso de la Corporación
Democracia , que tras la desmovilización de las AUC y a pesar de su influencia en
los grupos de desmovilizados en la mayoría de los barrios de la ciudad, muchos
de ellos no dieron cuenta del proceso de Reintegración, algunos de ellos en la
actualidad se encuentran desvinculados del proceso de reintegración por causas
como la extradición, el desplazamiento, los problemas de seguridad, la
reincidencia, el encarcelamiento y un manejo de “doble cara entre lo legal y lo
ilegal”; se dice que establecieron una relación específicamente problemática con
el programa de Reintegración de la Alcaldía. Lo anterior sugiere un punto de
quiebre en el proceso en cuanto a la forma de asumir los compromisos y los
beneficios por parte de los líderes de las organizaciones desmovilizadas, debidos
a su influencia en situaciones de delincuencia asociadas con narcotráfico y otro
tipo de actividades económicas ilegales.

Por otro lado, los niveles bajos de escolaridad de los desmovilizados, no


permitían vías factibles para que se reintegraran a la vida civil, y por ello mismo
se estableció la necesidad, tanto para el programa de reintegración como para
ellos mismo, de desarrollar habilidades orientadas a la vinculación en formas
productivas legales. Este aspecto también se ha identificado desde la
desmovilización colectiva de las ex – AUC; ante tal situación el PPR ha generado
estrategias desde el acompañamiento psicosocial como la motivación constante y
persuasión a los participantes del proceso, los profesionales destacaron lo
importante que sería que la población se vinculara a las actividades educativas,
con el fin de hacerse competentes en el medio social en cuanto a la consecución
de empleos para generar sostenibilidad a sus proceso de reintegración.

Situación de riesgo en seguridad: La experiencia de miembros de los distintos


grupos armados políticos que han participado del conflicto, bien desde las zonas
rurales o urbanas, quienes vivieron procesos de paz que para muchos se
concretaron en el ingreso a la civilidad, mientras que para otros fue el inicio de la
persecución o la eliminación sistemática vía homicidio, lo cual se vio traducido en
la exclusión de los entornos sociales que pretendían habitar tras la
desmovilización.

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