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Más allá de las montañas (Shan-he-gu-ren, Jia Zhanke, 2015)

Lecturas y reflexiones sobre el cine y el mundo


Francisco Javier Gómez Tarín / Agustín Rubio Alcover

ESCALOFRÍO DE AGOSTO
Cuando el lector tenga entre sus ma- En estos días –insistimos: cuando es- la presentación de programas, y al po-
nos este número veraniego de El Viejo cribimos– proliferan los ataques a pulismo de derechas (bajada de im-
Topo habrán pasado las segundas diestro y siniestro y las encuestas, de puestos, trabajo, un mundo feliz), pero
elecciones generales en seis meses, y cuya objetividad lo menos que se pue- también al de izquierdas (miles de mi-
con toda probabilidad sabremos a qué de hacer es dudar, en una auténtica llones para el bienestar social que no
atenernos sobre los posibles pactos de jaula de grillos, y el panorama parece sabemos cómo se obtendrán).
gobierno. Sin embargo, cuando escri- decantarse como de costumbre hacia La correlación de fuerzas desde el 20-
bimos estos párrafos ni siquiera se ha la irracionalidad y el sectarismo. Las D poco ha variado, y mucho nos teme-
producido el debate a cuatro del 13 de campañas diseñadas por los partidos, mos que los problemas son y seguirán
junio (del que, por otra parte, y a la con mucha incidencia en las redes so- siendo lo mismos, pese a que nadie
vista del lamentable precedente del ciales y profusión de vídeos a cual más esté dispuesto a unos terceros comi-
que a dos celebraron Pablo Iglesias y insufrible (salvo honrosas excepcio- cios que nos convertirían en el hazme-
Albert Rivera, poco podemos esperar). nes), vuelven al “y tú más” antes que a rreír del continente. La alianza Unidos

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evidencia un arma de doble filo. Y el


partido de Rivera se encuentra en una
difícil tesitura, porque su disposición
al pacto con PP y PSOE no parece que
vaya a verse recompensada en las ur-
nas. Aunque ninguna opción nos aca-
be de convencer, nos sentimos en la
obligación de votar por responsabili-
dad cívica: conste que nosotros vota-
mos de forma dispar, y que firmemos
a dúo una colaboración mensual de-
muestra que el diálogo es no ya desea-
ble sino perfectamente posible, aun-
que nuestros representantes no se den
cuenta de ello (o, peor, no quieran asu-
mirlo y llevarlo a la práctica).
Ahora sí, antes no (Ji-geum-eun-mat-go-geu-dda-neun-teul-li-da, Hong Sang-soo, 2015) Como telón de fondo, continúa el
goteo de imputaciones a jerifaltes del
PP y también del PSOE, que en pe-
riodo electoral se combaten con los
sempiternos comentarios cuando me-
nos poco cívicos sobre lo sospechoso
de que los casos de corrupción afloren
ahora, para cuestionar una indepen-
dencia judicial que como se sabe está
hecha unos zorros. Y, en el colmo de la
afrenta, a los papeles de Panamá han
seguido los de la Castellana, que han
desvelado cómo multitud de patriotas
se han acogido a la amnistía fiscal de
Montoro pagando a precio de risa el
blanqueo de dinero procedente de
cuentas opacas en los paraísos fiscales
El caso Fritz Bauer (Der Staat gegen Fritz Bauer, Lars Kraume, 2015) o, ¿por qué no?, de debajo de los col-
chones. Esperemos que las filtraciones
Podemos puede dar un vuelco impor- tió ocupar dos escaños en el Congreso. sigan, y que incluso se legisle en el fu-
tante a la representatividad de la iz- Por otro lado, el PP (que, por cierto, turo a favor de las “gargantas profun-
quierda si sobrepasa al PSOE y, en consigue avales para fianzas millona- das” que sacan a la luz tanta miseria
última instancia, lo arrastra a plante- rias por su responsabilidad civil sub- revestida de privilegios naturales.
arse un pacto en inferioridad que hace sidiaria en sus casos de rampante Mientras tanto, en Seseña siguen ar-
nada, cuando habría llevado la voz corrupción) se mantiene en sus trece, diendo los neumáticos de un verte-
cantante, rechazó. Incluso en número apela al miedo y descalifica a Ciuda- dero ilegal que llevaba ahí desde hace
de diputados las cosas se les pueden danos para tratar de recuperar la cuo- casi quince años, y a la hora de asumir
complicar a los socialistas, porque la ta de votos que supuestamente esta responsabilidades se echan balones
ley D´Hondt ya no perjudicaría tanto fuerza le había rebañado; su estrategia fuera, cuando si algo pone en eviden-
a Izquierda Unida, cuyo millón de vo- de polarización frente a Unidos Pode- cia este caso es que las prioridades de
tos en diciembre solamente les permi- mos y ninguneo del PSOE es con toda los políticos tienen poco que ver con

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resolver los problemas de raíz. Y en el que está llegando a un despojamiento (algo interesante para los cines del
barrio de Gracia de Barcelona los oku- casi absoluto pero cuya autocompla- yo). La estonia Eesti Risttuules (Martti
pas siguen erre que erre, minando la cencia en ocasiones molesta. En cuan- Helde, 2014) plantea un momento
credibilidad del gobierno municipal to a Más allá de las montañas (Shan duro de su historia (la deportación de
de Ada Colau, lo que es aprovechado he gu ren, Jia Zhanke, 2015), se trata de ciudadanos durante la ocupación so-
como arma arrojadiza –como es ló- una nueva y brillante aportación de viética). Su mejor aportación, de ca-
gico– contra un movimiento con una este realizador a una filmografía que rácter estético, consiste en el juego
larga tradición en Cataluña que no parece decantarse por hacer un re- con la imagen estática en blanco y ne-
justifica en modo alguno la violencia trato de China repleto de nostalgia por gro sobre cuyos elementos la cámara
callejera. Todo ello ocurre en nuestro el pasado y que, en esta ocasión, llega busca en largos planos secuencia en
país, al mismo tiempo que los muertos a tener un cierto tufillo conservador; los que se producen saltos temporales;
en el Mediterráneo (más de mil en los desde el punto de vista cinematográ- en ocasiones la imagen cobra movi-
últimos días) se apilan para vergüenza fico es impecable, con un uso muy su- miento total o parcial, y el sonido, al
de Europa, que ya hay candidatos de-
finitivos para las elecciones a la presi-
dencia de los Estados Unidos (con
Donald Trump como último grito en
líderes incomprensibles o en su caso
impresentables), que los sindicatos
franceses salen a la calle (con o sin
Eurocopa) para luchar contra la re-
forma laboral “a la española” del go-
bierno supuestamente socialista de
Hollande (parece que la conciencia de
los galos y sus reivindicaciones socia-
les están a años luz de las nuestras), y
que Venezuela se desangra por un es-
tablishment más próximo al cómic
que al mundo real –maldita la gracia.
Afortunadamente, las pantallas cine-
matográficas nos han permitido satis- El abrazo de la serpiente (Ciro Guerra, 2015)
facer mejor nuestras preocupaciones gerente de las panorámicas y ausencia margen de la música, es la lectura de
sociales y culturales. Lo mejor nos ha de contraplanos. La inmersión de los las cartas de la protagonista y una de
venido esta vez –y van…– de Extremo personajes en el espacio (siempre la su marido, por lo que la vinculación
Oriente. Así, Ahora sí, antes no (Ji- zona natal del director) le da un cariz con la realidad es plena. El abrazo de
geum-eun-mat-go-geu-dda-neun- trascedente. la serpiente (Ciro Guerra, 2015) pone
teul-li-da, Hong Sang-soo, 2015) Un punto por debajo, pero con inne- en escena las esencias culturales de
mantiene la línea habitual de este rea- gables aciertos y calidad, hemos podi- los pueblos indígenas con una magní-
lizador para permitirnos asistir a un do ver una serie de títulos reivin- fica fotografía en tono ecologista e in-
nuevo paso en el cine del despoja- dicables: Couleur de peau: Miel (Lau- cluso mágico (y mítico). El caso Fritz
miento, que aquí, incluso, se realiza rent Boileau y Jung, 2012) es un inte- Bauer (Der Staat gegen Fritz Bauer,
explícitamente al pasar de la primera resante híbrido entre animación y Lars Kraume, 2015), pese a una cierta
visión de la historia a la segunda; pla- ficción, poético y vibrante en lo visual, monotonía en su concepción cinema-
nos prácticamente secuencia en cá- basado en algo propio y personal co- tográfica, nos brinda una trama con
mara fija, que se dota de panorámicas mo es el homenaje al amor materno mucho interés y pone en evidencia lo
para resituar el encuadre, y diálogos por parte de Jung, el director, presente que denominamos las cloacas del es-
cotidianos, en un cine minimalista tanto como voz como físicamente tado en un momento en que los exna-

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zis controlan parte del aparato ale- al estilo de sus adaptaciones cinema- ciedad. En este caso, lo peor es su evi-
mán después de la guerra; excelente tográficas más logradas, como el dencia, y lo mejor radica en su apuesta
reconstrucción y tono visual que re- Crash de David Cronenberg (1996). por un tiempo que podríamos situar
mite a la época, al tiempo que un equí- Llega a ser abrumadora de tan exce- en los 70 y que, incluso desde un
voco sexual en la trama resulta tan siva, pero tiene ideas visuales (como la punto de vista del tratamiento fílmico,
desconcertante que llega a cautivar. muerte en un caleidoscopio) difícil- respeta los modelos de la época (caos,
desorden, cierto surrealismo), con
deudas claras hacia Zabriskie Point
(Michelangelo Antonioni, 1970) o El
ángel exterminador (Luis Buñuel,
1962). Falla, pues, la metáfora por ob-
via, y funciona bastante bien el cons-
tructo discursivo estético (siempre
que aceptemos ese tono retro). Papus-
za (Joanna Kos-Krauze y Krzysztof
Krauze, 2013) constituye un brillante
y vibrante film en blanco y negro, con
una extraordinaria fotografía, que de-
fiende la cultura autóctona de los gi-
tanos polacos a base de saltos en la
historia de una poetisa autodidacta y
sus vivencias y frustraciones. Victoria
(Sebastian Schipper, 2015) es una im-
pecable crónica de una noche de exce-
sos en Berlín que conduce al desastre
Victoria (Sebastian Schipper, 2015)
a un grupos de jóvenes que desean vi-
vir la vida sin inhibiciones y van en-
trando en una espiral demencial y sin
salida, con una realización consistente
en cámara en mano y largos planos
para enfatizar un cierto tono testimo-
nial-documental. La trama de Ville-
Marie (Guy Édoin, 2015) está muy
bien urdida y resuelta con eficacia, pe-
se al tono cinematográfico clásico, a
base de saltos entre personajes a par-
tir de un suceso inicial poderoso (el
suicidio en fuera de campo de una
mujer que deja su bebé en manos de
un joven desconocido). Las diversas
historias no se cierran pero atienden
High-Rise (Ben Wheatley, 2015) bien a la complejidad psicológica de
los personajes, que están muy bien di-
señados a nivel de guión y puesta en
High-Rise (Ben Wheatley, 2015), la mente olvidables, si bien la alegoría de escena.
adaptación de Rascacielos de J.G. Ba- los edificios como protagonistas/mi- Siguiendo el descenso, 13 minutos
llard, es muy fiel al espíritu del autor y crocosmos ya se ha visto hasta la sa- para matar a Hitler (Elser:Er hätte die

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Welt verändert, Oliver Hirschbiegel,


2015) recrea con corrección un episo-
dio bastante desconocido sobre la Ale-
mania nazi, sustentada en esforzadas
interpretaciones y una buena direc-
ción de arte, pero confusa desde el
punto de vista narrativo. Colonia (Flo-
rian Gallenberger, 2015) comienza
como una denuncia de la Colonia Dig-
nidad en el Chile de Pinochet y va con-
virtiéndose paulatinamente en un film
La noche que mi madre mató a mi padre (Inés París, 2016)
de amor y aventuras con una trama
poco creíble, incluso aunque se base
en un hecho real, y más de una con-
vención de cara a la galería, hasta de-
cepcionar sobre todo por lo muy
bueno que podría haberse obtenido de
un argumento así. La extraña Lamb
(Ross Patridge, 2015) escenifica una re-
lación de amor entre un hombre adul-
to y una niña sin que en ella se den
relaciones sexuales, aunque la socie-
dad pervierta el asunto al juzgar sin
saber, con momentos con emoción
para un texto que quizás se desvirtúa
por la repetición constante de los ele-
mentos. Manuscripts Dont Burn (Das- Papusza (Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze, 2013)
neveshtehaa nemisoosand, Moham-
mad Rasoulof, 2013) denuncia desde juicio y, sobre todo, el rodaje llevado a lo que a dirección se refiere, si bien el
dentro y de manera explícita el régi- cabo por Hurtwiz, represaliado de la desenlace peca de largo, enrevesado y
men iraní y sus censuras a los intelec- lista negra, apoyándose en algunas sangriento. Finalmente, X-Men: Apoca-
tuales, humaniza al sicario, saca a la imágenes de época con una ligereza lipsis (X-Men: Apocalypse, Bryan Sin-
luz los aspectos menos halagüeños de fílmica no exenta de brillantez y elo- ger, 2016) es un título más de la saga de
las tripas del Estado –algo por otro la- cuencia. The Inevitable Defeat of Mis- los mutantes, casi intercambiable por
do extrapolable a otros entornos geo- ter & Pete (George Tillman Jr., 2013) da cualquier otro; resulta rutinario, si
gráficos– y presenta una interesante una imagen demoledora de unos niños bien se ve mucho mejor que otros films
estructura en bucle. También Praia do marginados en el entorno depaupe- de la Marvel que han decaído mucho
Futuro (Karim Aïnouz, 2014), un tra- rado de las grandes ciudades america- más rápido.
bajo a caballo entre Brasil y Alemania, nas, que sirve como metáfora de una Pero esta serie de bondades y medias
construye desde una cierta circulari- sociedad en decadencia; lamentable- bondades se ha visto empañada por
dad una tipología de personajes inte- mente, a medida que se acerca el final, otros títulos de interés más dudoso. Es
resante en un conjunto irregular; con ese esquema tan recurrente que con- el caso de Ventoux (Nicole van Kils-
todo, la visión de las relaciones fami- cluye que la voluntad lo puede todo re- donk, 2015), una correcta realización
liares y (homo)sexuales es arriesgada, mata la historia de forma maniquea y para una previsible trama de ajustes
y hay un saber hacer que transmite contradictoria. Triple 9 (John Hillcoat, en el tiempo por vivencias del pasado.
emoción. The Eichmann Show (Paul 2016) supone uno de los thrillers más También nos defraudó Un homme
Andrew Williams, 2015) reconstruye el prometedores de los últimos años por idéal (Yann Gozlan, 2015), titulada en

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España El hombre perfecto, una cinta tura francesa. El melodrama Mikra An- cedente de series orientales que, pese
criminal agradable de ver pero dema- glia (Little England, Pantelis Voulgaris, a sus limitaciones, nos ha causado
siado mitómana e inverosímil en as- 2013), largo y por momentos pesado, una agradable sensación. Nos referi-
pectos narrativos clave; al fin y al cabo, hace gala de una fotografía y unas mos a Parasyte (Kiseijuu, Takashi Ya-
un intento de resolver una trama al es- interpretaciones excelentes, para con- mazaki, 2014) Part 1 y Part 2, puesta
tilo Patricia Highsmith cuyos esfuerzos tar una historia de amor y desamor en en film de ficción de la serie de ani-
por hacer un cine académico y ho- el seno de una familia de marinos con mación de éxito en Japón del mismo
nesto se vuelven contra el propio film fondo histórico (la acción transcurre título que se deja ver sin ser nada del
por su falta de rigor y, a fin de cuentas, desde finales de los veinte hasta los otro mundo, salvo por la propuesta de
una puesta en escena muy mediocre. cincuenta). La islandesa Rokland fondo de carácter ecológico (la se-
Otra cinta francesa, Tu dors Nicole (Marteinn Thorsson, 2011) hace cróni- gunda parte es inferior); y Byuti insai-
(Stéphane Lafleur, 2014), resulta un ca de un proceso de decadencia indivi- deu (Jong-Yeol Baek, 2015), miniserie
frustrante intento de transmitir el has- dual como metáfora de una sociedad, de seis episodios cuyo interesante pi-
tío de unos jóvenes en una casa du- sin que el resultado convenza. The Veil loto brinda una situación disparatada
rante las vacaciones, sin objetivos ni (Brent Ryan Green, 2016) cuenta el sui- de arranque: una persona cambia de
ideas sobre su vida presente o futura, cidio en masa de una secta religiosa físico cada día al despertar; si bien la
en un blanco y negro irregular y con que en su día conmovió al mundo, con historia de amor es previsible y el
una planificación eficiente que nos una puesta en escena de la supuesta resto bastante convencional, lo más
descubre espacios a través de panorá- investigación, con superviviente in- original y desconcertante consiste en
micas. Por debajo, Ha vuelto (Er ist cluida, que cae una y otra vez en los tó- la ausencia de protagonista físico uni-
wieder da, David Wnendt, 2015) repre- picos y golpes de efecto de este tipo de tario.
senta una comedia con un Hitler de re- materiales. Schneider vs. Bax (Alex van Por lo que especta al cine español, El rey
greso que tiene muy mala leche y Warmerdam, 2015) reproduce esque- tuerto (Marc Crehuet, 2016) es la auto-
gracia aunque no va más allá. Como mas de western en el contexto de un adaptación de El rei borni por parte del
acontece con Lake Eerie (Chris Majors, pantano europeo al enfrentar a dos si- dramaturgo Marc Crehuet, que debuta
2016), pobre film de casa pseudoen- carios, con sus respectivas relaciones con este modesto film que no abjura de
cantada con todos los errores de este familiares, hasta que estalla otra ma- su procedencia teatral; bien interpre-
tipo de materiales y prácticamente sacre, siempre en tono minimalista. tada, se maneja mucho mejor en el
ninguna virtud, a lo que se añade una Romance en Tokyo (Tokyo Fiancée, Ste- plano cómico que en el político, en el
interpretación nefasta. O con Mars- fan Liberski, 2014) adapta una novela que el maniqueísmo la ciega. La noche
hrut postroen (Oleg Assadulin, 2016), con elementos autobiográficos de que mi madre mató a mi padre (Inés
film de terror con fantasma que no Amélie Nothomb, adscribiéndose a París, 2016) es un divertido vodevil con
cuaja en ningún momento y donde lo una línea, la de film con encanto gra- un Eduard Fernández superlativo. Y,
único interesante consiste en el canje cias a una protagonista femenina ro- para concluir, Nacida para ganar (Vi-
de la mansión hechizada por un coche mántica y zangolotina, que resulta cente Villanueva, 2016) ofrece feísmo
durante un trayecto y en el exotismo bastante disuasoria; y Straighy Outta cañí en línea con la ingente obra corta
de su procedencia rusa. Compton (F. Gary Gray, 2015) es un bio- de su director, el valenciano Vicente Vi-
Otros títulos han pasado con más pena pic colectivo del ascenso, desmem- llanueva; la supeditación a la trama
que gloria. El emotivo film australiano bramiento y éxito en solitario de los hace que se diluya la principal virtud
Holding the Man (Neil Armfield, 2015), diversos miembros de WMA y el auge del cineasta, que es su gracia para el
sobre el amor estable homosexual, de la música gangsta rap que no apunte cómico de actualidad, pero el
sigue el proceso del SIDA con un trata- aporta nada nuevo y, lo peor, mitifica a resultado no es despreciable.
miento cinematográfico muy pobre. los personajes, aunque se ve con agra- En esta entrega, vamos a ocuparnos de
Marius (Daniel Auteuil, 2013) es un do y traza el retrato de un negocio au- Acantilado (Helena Taberna, 2016), por
clásico de Pagnol que responde a las todestructivo. un lado, y de ¿Qué invadimos ahora?
exigencias de un cine-teatro un tanto En este periodo prevacacional, tam- (Where to Invade Next, Michael Moore,
obsoleto pero reivindicable por la cul- bién hemos visto algún material pro- 2015), por otro.

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EL CHISTE FÁCIL:
ACANTILADO
Francisco Javier Gómez Tarín

Acantilado (Helena Taberna, 2016)

La secuencia precréditos de Acanti- fascinación (estético, intelectual y punto de vista dramático. La trama
lado muestra el ritual que, al ocaso, emotivo) de una fe que llega al extremo gira en torno al viaje que se ve obligado
practican los miembros de una secta, de exigir a sus adeptos que sacrifiquen a hacer Gabriel (Daniel Grao), un fiscal
antes de perpetrar suicidio colectivo su vida. afincado en Bilbao que está a las puer-
arrojándose por un desfiladero en la El espectador se las promete felices en- tas de ocupar una vacante en un mi-
isla de Gran Canaria. Sin necesidad de tonces. Craso error: será el único mo- nisterio, cuando la policía lo informa
recurrir a la palabra, y apoyándose en mento de auténtico cine a que asistirá de que su única hermana, Cordelia (In-
una excelente fotografía de Javier Agi- en la hora y media que sigue. Porque, a grid García-Jonsson), pertenecía a la
rre (una de las escasas virtudes que se la vista de la película, y a falta de leer la comunidad de suicidas, y, o bien su ca-
mantendrán hasta el final), que se alía novela El contenido del silencio, de dáver aparecerá entre aquellos que el
con los fanáticos para que el brillo del Lucía Etxebarría, en la que se basa el océano va arrojando, o bien ha de ser
sol poniente en las túnicas blancas guión de Helena Taberna, Nacho López cómplice de la líder, Madre Heidi (Ana
produzca un efecto mágico, la intriga y Andrés Martorell (libremente, según Gracia), que se ha dado a la fuga.
se plantea subterráneamente reco- las declaraciones de la primera), solo Quien suscribe tiene la impresión de
rrida por un cuestionamiento nada cabe decir que, al menos, el film está que el enfoque que ha querido adoptar
simplista ni complaciente del poder de lastimosamente construido desde el la directora, la navarra Helena Taberna

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(firmante de dos cintas no carentes de más predecible –la palma se la llevan librera Helena (Juana Acosta), cuya
interés como Yoyes, 2000, y La buena la policía Yaiza Santana (Goya To- tendencia sexual, obvia hasta el des-
nueva, 2008, así como de numerosos ledo), en un papelón indefendible de enlace, no es óbice para que, sin venir
cortometrajes y algunos largos docu- inspectora torturada que hace pagar a cuento y en el tramo final, se enca-
mentales), es válido, porque un punto su impotencia con un saco de boxeo men. Y tercero, porque ni aun con
de partida como el anterior se pres- (sic), y el arqueólogo Artemi (Ciro toda esa obviedad el conjunto alcanza
taba a pergeñar una pieza de género Miró), protagonista de un giro presun- a tener una lectura mínimamente sa-
que, sin desmerecer en el plano espec- tamente sorprendente que se ve venir tisfactoria –véase el misterio que pesa
tacular, vehiculase un discurso a desde su primera aparición. Segundo, sobre los motivos del alejamiento
propósito de las relaciones de de- porque la película acude a todos y entre Gabriel y Cordelia: quien se hu-
pendencia, la desorientación espi- cada uno de los lugares comunes más biera contentado con un premio tan
ritual y el miedo a la soledad que irritantes de un cierto cine español rácano como entender al menos lo
subyacen al fenómeno de las sectas. del que venturosamente ya va que- que pasó entre ellos en el pasado se
Pero, en el mismo terreno en el que dando cada vez menos, como por queda con un palmo de narices.
hace bien poco triunfara otra cine- ejemplo ese espolvorear (con perdón) A la postre, quedan un buen arranque
asta, Karyn Kusama, con La invitación a lo largo y ancho del metraje escenas malogrado y algunas interpretaciones
(The Invitation, 2015), Taberna fra- de sexo que, desde el punto de vista de competentes. Ah, y un retruécano con
casa estrepitosamente. aspectos tan elementales como la ló- el título que los críticos perezosos se
Primero, porque los personajes y sus gica de las acciones y la consistencia han tirado de cabeza a explotar. Bella
relaciones se transforman enseguida psicológica, dinamitan la relación con figura, que diría un italiano, muy elo-
en marionetas que ejercen roles este- el público hasta extremos irrisorios – cuente del estado de nuestra industria
reotipados, pronuncian frases previsi- por ejemplo: Gabriel se hospeda en la y nuestra crítica… Mejorando lo pre-
bles y se conducen de manera aún isla con la expareja de su hermana, la sente.

PANFLETOS Y VERDADES A MEDIAS:


¿QUÉ INVADIMOS AHORA?
Francisco Javier Gómez Tarín

El cine de Michael Moore tiene siempre peo, o así queremos pensar a partir de tador es fundamental porque se abs-
un gran interés político y, hay que de- los índices culturales que se nos supo- tiene de intentar parecer objetivo y
cirlo, escasamente cinematográfico, nen o que nos autoadjudicamos con proclama su identificación ideológica
salvo que estudiemos aspectos muy es- gran simpleza). discursiva (todo lo contrario de las ma-
pecíficos relativos a lo que conside- Aunque sus entregas sean maniqueas, nipulaciones evidentes de esos infor-
ramos documentales que, a fin de hay que reconocerle una actitud esen- mativos que cacarean “así son las cosas
cuentas, no son sino formas de ficción. cial que es la de situarse como voz na- y así se las hemos contado” para ocultar
Partiendo de esta base podemos consi- rradora (protagonista, en su caso) en la mentira y/o la manipulación)
derar que entramos en la sala adverti- una posición muy determinada a nivel Por otro lado, el estreno de este film en
dos de aquello que se nos viene encima ideológico: el yo que habla y conduce el nuestras pantallas revela claramente la
y que, se piense como se piense, sus pe- discurso indica su lugar enunciativo y, situación de dependencia (coloni-
lículas utilizarán un tono panfletario, en ese caso, no se produce engaño (pen- zación) de los entornos audiovisuales
doctrinario y, en esencia, didáctico más semos cuando en un film previo decía europeos en relación al imperio ame-
que dialéctico (un discurso segura- claramente que la película tenía como ricano. Digo esto porque con toda
mente válido para el público americano objetivo que Bush perdiera las eleccio- evidencia la película es un producto de
pero poco menos que naïf para el euro- nes). Esta carencia de engaño al espec- consumo interno, toda vez que propone

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¿Qué invadimos ahora? (Where to Invade Next, Michael Moore, 2015),


el rescate de “bondades” de los siste- si bien denuncia las carencias de la so- ahora en Venezuela, cuyas causas de
mas políticos y sociales europeos para ciedad americana, parece indicarnos fondo la Historia quizás nos contará en
intentar aplicarlos en Estados Unidos, que vivimos en el paraíso, que todo lo años venideros… de momento nos ten-
desvelando las carencias de su entorno. hacemos muy bien en Europa, que so- dremos que conformar con las infor-
Así, ese personaje fofo y envejecido que mos la quintaesencia de las bondades maciones de la(s) historia(s)].
interpreta el propio Moore (no pode- sociales, económicas y políticas, cuan- Con Moore-personaje a la caza y cap-
mos evitar sentir un poco de lástima do todos sabemos que nada más lejos tura de algo que saquear de otros paí-
por él) recorre el mundo para buscar de la realidad, lo que no excluye que ses, la presencia de la bandera con las
aquello que funciona y contraponerlo a muchas cosas se hagan aquí mejor que barras y estrellas a lo largo del film llega
lo que no funciona en su propio país: allá, pero en ningún caso con ese halo a resultar vomitiva. Quizás para el pú-
educación, cultura, democracia, bien- de perfección del que el film las reviste. blico americano, con una edad mental
estar social, etc. Visto como un pro- Y encima se nos impone que los que claramente reducida a la luz de este tipo
ducto de consumo interno, es aceptable propusieron ese bienestar eran ameri- de productos y de los grandes éxitos de
que cierre el círculo con una loa a los canos en su origen. su industria audiovisual hollywoodien-
padres de la patria yanqui y a todos El resultado es, pues, de una tremenda se, pueda ser aceptable; para nosotros
aquellos que ya “inventaron” antes que ambigüedad, pese a algunas excelentes es simplemente insuficiente cuando no
los europeos esas conquistas del bie- entrevistas (impagable la política islan- infantil (y eso que hay que tener en
nestar (por cierto que en ningún mo- desa argumentando su nulo interés por cuenta que nosotros –espaÑoles– tene-
men to se aclara que los avances la vida americana) y a la denuncia sis- mos una especie de “cultura superior”,
costaron luchas, sangre, sudor y lágri- temática del imperialismo. La metáfora ya que somos “muy españoles, y mucho
mas), se vieron relegados en su propio se construye a partir de un supuesto en- españoles”). Por cierto, Moore no con-
país y ahora surgen como grandes lo- cargo de los militares para ver, ante el quista ninguna bondad de nuestro
gros en la exótica Europa (esto, a todas fracaso de las acciones bélicas, si se país… por algo será…
luces maniqueo, solamente se sostiene puede invadir y colonizar por otros me-
desde ese punto de vista interno-yan- dios [valga decir, a modo de paréntesis,
qui: hemos perdido nuestros horizontes que de eso saben mucho los poderes * Francisco Javier Gómez Tarín y Agustín
y el bienestar de nuestra sociedad en norteamericanos, habituados a utilizar Rubio Alcover son profesores de Comuni-
tanto otros nos han copiado y lo están resortes subteráneos para hundir y cación Audiovisual en el Departamento de
haciendo a la perfección). aupar gobiernos, como ocurrió en Chile Ciencias de la Comunicación de la Univer-
Pero la película llega a nuestros cines y, e incluso, salvando las distancias, pasa sitat Jaume I de Castellón.

El Viejo Topo 342-343 / julio-agosto 2016 / 103

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