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Documentos: Situación

Nacional y Regional
- CONGRESO EXTRAORDINARIO
DE LA FDTC -
PROPUESTA DE DOCUMENTO: CONGRESO FDTC

I.- LA COYUNTURA NACIONAL Y LA CRISIS DEL RÉGIMEN


LA CRISIS DEL MODELO NEOLIBERAL Y CENTRALISTA

Para analizar y tomar una posición frente a la gestión de un Gobierno Regional, es preciso comprender
y entender: cuál es el carácter del modelo económico que gestiona; el contenido de sus compromisos sociales
y productivos; el rol en la reforma del estado regional que propugna; su propuesta frente a la integración y
articulación de la macro región; la postura frente al gobierno nacional; su entendimiento respecto al rol del
Cusco en el escenario internacional; la configuración política de los integrantes de los principales funcionarios
encargados de la gestión.

Es importante analizar también los factores de influencia de los poderes fácticos nacionales y regionales:
como son el papel de los conglomerados mediáticos; las acciones y objetivos que se ha trazado el militarismo
a partir de la subsistencia del senderismo y la influencia económica del narcotráfico; la iglesia y en particular
de sus sectores más conservadores; la controversia cultural y la ofensiva contra la identidad andina y amazó-
nica.

Desde y en lado de la sociedad, es sustancial conocer: cómo repercute la crisis de las organizaciones políticas,
la carencia de una clase dirigentes regional y nacional; el fraccionamiento y la dispersión del movimiento
popular y social, la fractura de las respuestas aisladas y la falta de un articulación, para responder al modelo
neoliberal en cuestión.

Este conjunto de factores nacionales y regionales se expresan y actúan de uno y otro lado como: fuerzas
políticas, sociales, económicas, culturales, ideológicas, electorales; configurando una disputa por la hegemonía
nacional y popular asumiendo determinadas tendencias, una correlación de fuerzas y posiciones, unos para
prolongar y fortalecer el modelo neoliberal desde la casta oligárquica y centralista junto a sus poderes fácticos
y sistémicos; mientras desde la orilla del frente social hay o no hay un movimiento social y político alternativo,
cuál es el grado de iniciativa y voluntad, su capacidad de articulación y dirección, para construir los llamados
factores del poder popular y nacional.

En consecuencia LA DISPUTA POR LA HEGEMONÍA REGIONAL O NACIONAL, es una batalla


permanente por tener la iniciativa en la conducción política, programática, económica, cultural, social,
regional y nacional y sus diversas esferas de poder y gobierno; son acciones que desde una determinada
correlación se organiza continua, cotidiana, creativamente, para construir una mayoría social, cultural, política,
popular y nacional en la perspectiva de construir un nuevo sentido común del país y la nación.

Se equivocan quienes siguen pensando que el movimiento debe prepararse para una batalla final y única
que es la toma del poder y la revolución; en sociedades como la nuestra la lucha por la transformación
revolucionaria de la sociedad, es diaria y en todos los terrenos frente a la coyuntura y el régimen que gobierna
en nombre de los poderes; es tendencial como una torrente porque articula la táctica y la estrategia de manera
clara, precisa, creativa; para lo que se necesita un colectivo y liderazgo regional, popular y nacional con mucha
capacidad de horizonte, visión y voluntad unitaria para batallas mayores.

LA CRISIS DEL MODELO Y ESTADO NEOLIBERAL

En apenas 25 años, el Modelo y el Estado Neoliberal en el Perú, están en crisis; el discurso fundamentalista
del “fin de la historia y la unipolaridad” en la arena internacional se fue al suelo por la crisis financiera y
productiva de EE.UU. y Europa; en el Perú el “consenso y hegemonía del modelo del neoliberal” fue erosio-
nado lenta y paulatinamente desde distintos sectores y actuaciones; en el terreno electoral hace muchas elec-
ciones el voto por la transformación y el cambio es mayoritario, que no se traduce en una victoria política o es
simplemente traicionada como el caso de Ollanta Humala cuando llegan al gobierno; desde las regiones la
necesidad de una nueva dinámica económica, choca contra la política centralista y el enclave exportador que
solo beneficia a los grandes grupos empresariales y sus testaferros nacionales. En el terreno ideológico hay
nuevas voces que discrepan y cuestionan la hegemonía cultural y propagandística de los defensores del mo-
delo; hasta entre los propios neoliberales hay diferencias entre los fundamentalistas y aperturistas.

LA CRISIS DEL GOBIERNO Y LA HEGEMONIA

La crisis del gobierno y renuncia de PPK no ha venido desde el lado popular o social, es el resultado de
la pugna entre las diversas facciones del poder, desenmascaradas por la corrupción generalizada del
modelo privatista y concesiones; los grupos fácticos que nunca participan en las elecciones, comprendieron
que de seguir PPK la crisis del régimen y desenmascaramiento de la corrupción del apro fujimorismo era
imparable y por ello procedieron e intentaron dar un golpe desde el parlamento qu fue parado por el sector de
Vizcarra que pasó a la ofensiva.

Los grupos de poder entienden que la hegemonía del régimen político estaba en crisis y por ello rápida-
mente han trabajado abierta y públicamente por la recomposición de la hegemonía política conserva-
dora.

La crisis del modelo es tendencialmente crítico, los principales petardistas y anti sistémicos del estado y
el gobierno, son sus propios mentores y propulsores, la implicancia en la corrupción de los cinco últimos
presidentes García, Fujimori, Toledo, Humala y PPK cuando era ministro de varios de ellos, son una evidencia
de la profundidad del desbande.

En la actualidad el realineamiento político sigue en debate, la derrota del apro fujimorismo con la anuen-
cia de los grupos poderosos y sus medios de comunicación han cerrado un breve ciclo político de incerti-
dumbre. Pero la disputa por la hegemonía sigue en curso y es permanente, por ello resulta importante tener
una mirada de las tendencias y potencialidad de la correlación de fuerzas en el país.

El régimen político y el modelo neoliberal siguen perdiendo y han ingresado a una FASE DESTITU-
YENTE DEL MODELO, los parches y maquillajes para tapar la corrupción, el narcotráfico, la inseguridad,
la crisis económica, la ineficiencia estatal, etc. vienen de larga data y onda prolongada; a la casta oligárquica
ya no le es fácil revalidar la hegemonía neoliberal cada cinco años electoralmente y en los gobiernos regionales
y locales su presencia es casi siempre menor.

Ante esta declinación y fractura hegemónica, los grupos de poder no han renunciado a medidas excep-
cionales y radicalmente conservadoras; el extremismo derechista económico y político por su versión auto-
ritaria y populista no es una opción descartada, es una carta permanente de recambio que busca un desenlace
conservador para el país; como ocurre en Brasil y Argentina donde los grupos mafiosos y corruptos del poder
económico y político han recapturado el gobierno por la vía de las elecciones o el golpe parlamentario, incluida
la derrota callejera del movimiento popular.

No se trata de un tremendismo, es una tendencia mundial y latinoamericana confirmada por los hechos
reales, cuando la casta oligárquica está en peligro de perder sus privilegios, no duda en recurrir a las maniobras
electorales, la disputa callejera de masas, al golpe parlamentario, a la violencia política, a la guerra económica,
el ataque sistemático al movimiento popular, así como promover la disputa y la división de las fuerzas progre-
sistas y del cambio.

EL AGOTAMIENTO PROGRAMÁTICO Y CONSTITUCIONAL


DEL NEOLIBERALISMO

Salvo los fundamentalistas del modelo y los grupos fácticos y de poder económico beneficiarios del régimen,
reconocen que la Constitución Neoliberal que surgió de la dictadura: Perdió iniciativa y convocatoria
para modelar la sociedad y resolver los problemas medulares del país; el dramático cambio del escenario
nacional e internacional, en pocos años y en contradicción directa con el modelo, la deslegitimaron temprana-
mente y ya no es un instrumento que legitima el nuevo contrato social entre los ciudadanos del país y
tampoco un instrumento eficiente de legalidad para los nuevos escenarios de la humanidad.

El constitucionalismo neoliberal ya no representan la vanguardia y la novedad que pueda convocar al


pueblo del Perú, a construir una nueva República Democrática Plurinacional y Descentralista; sentar las bases
de un Nuevo Modelo Económico Productivo sustentado en la pluralidad de la economía y formular un Nuevo
Estado, que todos reclaman frente a los diversos factores que erosionan y profundizan la crisis.

La crisis política que atraviesa el gobierno y los partidos de la derecha, desnudados por la corrupción
desde el Fujimorismo, Alan García en ambos gobiernos, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, la destitución de
PPK y ahora Vizcarra; es irreversible y el final de la clase política en términos estratégicos; pueden sobrevivir
un tiempo como lo hace Alan García con su maquinaria de impunidad en el poder judicial, pero es una crisis
terminal del sistema de partidos, que puede abrir curso a la crisis del régimen por cuanto la responsa-
bilidad de los gobiernos y varios de sus ministros es complicada, lo que pone en riesgo la gobernabilidad
y abre curso a un situación de incertidumbre y excepcionalidad, que debe ser aprovechado por el movi-
miento social y popular para lanzar una ofensiva e iniciativa para terminar de derrotar al modelo y sus repre-
sentantes.

II.- UNA REGIÓN COMO PARTE DE LA


ENCLAVE NEOLIBERAL
Una de las principales características del modelo neoliberal es su condición de economía primaria ex-
portadora y enclave; en la región la explotación del gas está ubicada en Camisea, Provincia de La Convención
y luego directamente conducida por el gasoducto costero para la exportación; la minería en Espinar y ahora
Chumbivilcas también tiene esa dirección, hasta la minería informal de la Selva Alta está contrabandeada al
exterior. En el terreno de los servicios turísticos los grupos operan monopólicamente alrededor de Machupic-
chu, Urubamba y Cusco, no les interesa los otros circuitos

Estos conglomerados económicos; no utilizan la mano de obra de las zonas, tampoco transfieren tecnología
y consumen los productos generados en las región; no hay una reinversión y la tributación se realiza en la
capital y no en los lugares en que se genera la riqueza y la producción.

El Gobierno Nacional y los grupos de poder a pesar del proceso de descentralización, han tenido el
cuidado de mantener las funciones y competencias más importantes del manejo de los resortes económicos,
tributarios y la inversión. Por ello las políticas de la gran minería, el sector energético y turístico, el medio
ambiente, el agua, etc. se legislan y dirigen desde los ministerios sin participación de los gobiernos regionales
y locales.

Eran previsibles los primeros resultados de la gestión regional del Ing. Edwin Licona, su llegada casual y sin
preparación alguna al Gobierno Regional del Cusco, propia del azar y los autogoles de APU el contrincante en
la segunda vuelta; han confirmado la incertidumbre que acompañó desde un inicio a este gobierno y por su-
puesto sus electores tienen también gran responsabilidad en el voto improvisado, por llevar al Cusco a esta
realidad y estado de cosas en circunstancias en que el escenario nacional e internacional, no son la de creci-
miento y estabilidad de otros tiempos.

En este terreno la presente gestión regional se ha convertido en un acompañante silencioso y facilitador


de las políticas de los gobiernos nacionales; el silencio frente a la paralización y desactivación del Gasoducto
y las Plantas Petroquímicas del Macro Sur; silencio a las inversiones de afianzamiento hídrico en la provincia
de Espinar para compensar el trasvase de las aguas de la Cuenca del Apurímac para beneficio privado de
centrales hidroeléctricas y plantas lecheras en Arequipa; ausencia de políticas patrimoniales respecto a Ma-
chupicchu, Cusco y Choquekirao; silencio ante el VRAEM, entre otras cosas reflejan la alta dependencia del
gobierno regional, que al amparo de los llamados del GORE se aplica la determinación del modelo desde el
gobierno central. El Gobierno Regional es un brazo extendido de las políticas económicas, que se implementan
desde la gestión nacional y que son de una mayor profundización del neoliberalismo.

Otro caso de la réplica del modelo, es la alta maniobra y capacidad de condicionamiento del Banco
Mundial en la región, los funcionarios de esta entidad multinacional, ha generado y manejado directamente
los préstamos con intereses altos de inversiones que se pagaran con el canon, en la Vía de Evitamiento, Vía
Expresa, Residuos Sólidos en Huancabamba, Urubamba y Calca, así como otras que están en cartera. Muchas
de las cuales con sobre costos, adendas, ampliaciones; amarradas a constructoras brasileras que hoy se encuen-
tran en investigación de corrupción.

AUSENCIA DE PROGRAMAS PRODUCTIVOS Y SOCIALES EN LA REGIÓN

El modelo extractivista y primario exportador, es enemiga de la industria nacional y regional, del apa-
rato productivo y del mercado; en la región desde el periodo fujimorista en que fueron privatizadas las em-
presas regionales y con los TLCs, terminaron por ahogar la producción alimentaria, productiva y artesanal en
el país y la región; los famosos parques industriales son cementerios de maquinaria obsoleta y ahora se han
convertido en zonas de viviendas, como evidencia del neoliberalismo en nuestras ciudades.

Los recursos provenientes del canon minero y gasífero, lejos de servir como plataformas financieras
para la construcción de corredores económicos y productivos, cadenas y diversificación productiva,
como alternativas al monopolio y enclave; fueron lamentablemente desaprovechados por los regímenes re-
gionales y municipales, los cuales prefieren priorizar inversiones en infraestructura por la demanda histórica y
social, como también es que en ese sector se lavan los activos provenientes de la coima y la corrupción que
generan estas actividades en los aparatos de gobierno; la cultura del cemento y fierro han reemplazado a la
otrora región agro alimentaria e industrial.

Los programas sociales se manejan y dirigen desde el gobierno nacional, con el claro propósito populista
y electoral; programas que funcionan independientemente y sin ninguna vinculación y fiscalización de parte
de las regiones y municipios. Precisamente bajo el pretexto de no duplicar o superponer funciones, práctica-
mente la región se dedica simplemente a la administración y ventanilla de pagos en sectores como educación
y salud, así como observar las inversiones desde el Ministerio de Vivienda los programas de saneamiento que
vienen todas digitadas para su construcción.

Los pequeños programas productivos regionales están focalizados en unos cuantos distritos, pero con
un presupuesto desproporcionado y menor respecto a los gastos en fierro y cemento; basta observar el
Presupuesto Inicial Modificado para ver que infraestructura se lleva más del 80% del presupuesto frente a
sectores productivos como industria, pesquería, agricultura, entre otros. Por otro lado en el actual régimen
continúa la tradición neoliberal de contentarse economías y sociedades de servicios y poco o nada con las
sociedades productivas, como fue y es la cultura andina y amazónica, que a lo largo de su vida ha contribuido
con productos alimentarios a la humanidad.

ESTADO REGIONAL BUROCRÁTICO Y CORRUPTO

Uno de los principales talones del modelo neoliberal y la descentralización, es la ausencia de una pro-
funda reforma del poder ejecutivo y legislativo a nivel nacional, regional y municipal. En el caso de las
regiones, la estructura orgánica del aparato regional, sigue basado en el modelo de las CTRes, que se caracte-
riza por la alta centralización de recursos y decisiones para la Sede Central en menoscabo de las direcciones y
proyectos regionales; así por ejemplo casi el 80%d de las asignaciones presupuestales para la inversión se
manejan desde la super Gerencia de Infraestructura, en detrimento de otras unidades ejecutoras, en muchos
casos supliendo y duplicando funciones de otras entidades; la GRI construye colegios, centros de salud, carre-
teras, saneamiento básico, etc. dejando de lado a la DREC, Salud, Transportes y Comunicaciones, Vivienda,
entre otros. Se critica el centralismo del MEF y se replica la concentración y el autoritarismo en la Sede Central
del Gobierno Regional.

Otra característica disfuncional es la distancia entre el ejecutivo y legislativo, el Consejo Regional ca-
mina lenta y a remolque del ejecutivo, no participa en la normatividad de las políticas sectoriales, sino
que estos basan sus iniciativas en el accionar de los directores y gerentes, estos son juez y parte porque
ejecutan y dictaminan sus propias políticas. La simple denuncia y el ruido político que permite una presencia
mediática, es la única acción profusa de los Consejeros Regionales, pero sin llegar al fondo del asunto en
decisiones y normas preventivas como la de reglamentar y fiscalizar las licitaciones, concesiones no sólo en la
última etapa contractual, sino desde los estudios y aprobación de los expedientes; así como faltan normas las
sanciones administrativas y políticas en concordancia con la Oficina de Control Interno y la Contraloría de la
República. Ejercen la función fiscalizadora, pero dejan de lado sus tareas normativas y representación política.
Hay casos evidentes en que las direcciones regionales desconocen y desacatan las ordenanzas regionales.
En la actualidad la gestión no tiene una posición independiente y tampoco una línea de confrontación
con mecanismos de corrupción que genera el modelo; temas como la firma de adendas para sobrevalo-
rar, ampliaciones de proyectos y expedientes; paralización de obras sin explicación alguna; concesiones
y licitaciones amañadas son parte del aparato corrupto del estado peruano y replicados en las regiones
y municipios. En este caso, la gestión anterior de Rene Concha a pesar de las graves denuncias existentes
sigue impoluto, simplemente porque este equipo financio y dirigió la campaña de Kausachun y del actual
gobernador regional, por cuya razón se pagan los favores políticos y administrativos es una verdad, corrobo-
rada por la presencia de funcionarios de la gestión anterior en los puestos claves del actual gobierno, en parti-
cular en el manejo de los contratos y arbitrajes cuestionados de corrupción como la red vial, el Hospital Antonio
Lorena y la Vía de Evitamiento, así como otras inversiones se encuentran paralizadas por incompetencia desde
la anterior administración.

Los esfuerzos por construir estados regionales, modernos, transparentes, eficientes, participativos y de-
mocráticos, como parte de la maduración y consolidación de la descentralización, han chocado también
con la falta de voluntad política y administrativa de los servidores y funcionarios del viejo estado regional, que
políticamente están comprometidos con el aprismo y el fujimorismo y son un aparato burocrático ineficiente
y parte de la recreación de la corrupción.

Otra de las características, es la ausencia total de un equipo de conducción regional, cada gerente y
director caminan de acuerdo a la coyuntura y problemas que resolver, sin proyectar la existencia de
líneas estratégicas y prioritarias que deben tener una gestión competente y responsable. Cada partido y
movimiento que gana las elecciones, piensa que descubre e inicia adámicamente la gestión, cambia e inicia de
nuevo todo, perdiendo tiempo y seguimiento de los procesos, para continuar y mejorar la administración.

La calificación de los cuadros profesionales y la existencia de una tecnocracia regional, no es parte de la


agenda de las diversas gestiones; los sueldos miserables y la falta de oportunidades es una retórica que ex-
cluye a los mejores profesionales, que prefieren trabajar en las entidades privadas porque tienen un mayor
reconocimiento económico y menos complicaciones administrativas y judiciales.

A eso se debe agregar que las normas laborales que funcionan con los servidores públicos son de varios
regímenes, que genera complicaciones y diferencias en honorarios entre los propios trabajadores y profesio-
nales; más la reestructuración laboral que emana de la política nacional que desconocen derechos sociales y
laborales, las entidades públicas se han convertido en islas inestables y manejadas por la coyuntura y la even-
tualidad.

DESINTEGRACIÓN MACRO REGIONAL Y AUSENCIA EN LA


POLÍTICA NACIONAL E INTERNACIONAL

Tener una integración del Gran Macro Sur como contraparte al centralismo y la concentración del po-
der de parte del gobierno nacional es un objetivo, pero ahora está abandonado o simplemente se realizan
reuniones protocolares. Si en algún momento y en otro periodo se impulsaron propuestas como el Gasoducto
Sur Andino, los polos petroquímicos, las políticas de turismo, posición frente al canon gasífero y minero, entre
otros, fue dinamitado rápidamente por el localismo y sectarismo que surgen en varias gestiones regionales; la
gestión de Licona ha preferido dedicarse a la Presidencia de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales
y dejar los temas de articulación e integración al silencio, prefiere las fotos con PPK que construir una macro
región alternativa.

El Cusco no ha jugado su rol de cabeza, iniciativa y dinamizadora para construir la integración, tan
necesaria y urgente, abriendo paso a una mayor presencia recentralista por parte del gobierno nacional. De
esta división y diferencia de intereses, aprovecha el centralismo y los grupos de poder, para sacar dividendos
para sus intereses; existen ejemplos de fraccionamiento macro regional, como son el aprovechamiento de Apu-
rímac para construir el Teleférico a Choquekirao en detrimento y en territorios del Cusco; imponer por la vía
de la presión y el lobby del gobierno nacional desde el periodo de Toledo, García y Humala, para trasvasar las
aguas del río Apurímac, para favorecer el Proyecto Majes II en Arequipa, entre otros tema; la paralización de
la construcción del Gasoducto Surperuano son hechos graves, pero sin respuesta.
La falta de personalidad y posición firme de la región en el escenario nacional, se debe a la falta de una
auténtica clase política y social, el Cusco en los últimos años no cuenta con ministros y representantes en el
ámbito nacional; la mezquindad es tremenda, a pesar de que el Cusco vota masivamente por presidentes y
partidos, estos no retribuyen ni con obras y menos con el reconocimiento de sus dirigentes; los congresistas
son incapaces de formular propuestas comunes y constituir una sola representación, cada uno tiene su propia
agenda y acciones improductivas.

El Cusco tampoco aprovecha su condición de ciudad patrimonial en el escenario internacional, si hay


silencio en el ámbito nacional, el complejo de inferioridad en el asunto internacional es mayor; a pesar de que
existen espacios que bien pueden ser aprovechados en la cultura, el turismo, el medio ambiente, la seguridad
alimentaria, la inversión para un sistema eléctrico regional para los mercados internacionales.

EL PELIGRO DEL SURGIMIENTO DE UNA


NARCO REGIÓN MUTILANDO EL CUSCO

En el VRAEM existen diversos intereses políticos y económicos en juego, pero todos atravesados por el
narcotráfico, el mismo que ha convertido al senderismo en su brazo mercenario para defender sus pases de
cocaína, tener zonas liberadas donde se produce cocaína; mientras que el senderismo usa los dólares prove-
nientes del ilícito, para financiar y justificar sus acciones; es una convivencia tácita y explícita.

El militarismo también utiliza la zona de conflicto, para justificar una presencia permanente y uso de
recursos económicos tanto del estado como de parte del narcotráfico; porque no hay explicación alguna el
transporte masivo de insumos de la cocaína que transitan desde Lima hasta el VRAEM a vista y paciencia de
las fuerzas acantonadas.

Hace muchos años que pretenden arrebatar el canon al Cusco, por la vía de una nueva redistribución a
pesar de que el gobierno nacional ya se lleva el 50%, hay una intensa campaña de sectores ligados al mili-
tarismo, que consideran que dichos recursos deben ser transferidos para su repotenciamiento militar; ahora a
través de sus congresistas, pretenden mutilar Cusco, Junín, Apurímac, Huancavelica y Ayacucho para formar
una nueva región, que controlaría no sólo la coca sino también el gasoducto, que es el objetivo de los grupos
de poder.

Junto a ellos también existen alcaldes corruptos que para justificar su ilegalidad, recurren a la campaña
difamatoria y divisionista contra la región Cusco; se enervan disputas territoriales de Quellouno contra
Yanatile; de Ocobamba contra Urubamba; de Santa Teresa contra Mollepata en Anta; se quieren llevar hasta
Choquekirao; construyendo dice una “provincia autónoma o región” sobre la base de dividir y fraccionar al
Cusco. Lamentablemente en este terreno tampoco existe una respuesta de las autoridades y sociedad frente a
estas medidas, promovidas por el narcotráfico que busca tener “zonas liberadas” en el país para sus fechorías.

EL ROL DE LOS MEDIOS EN LA HEGEMONÍA


NEOLIBERAL EN LAS REGIONES

Los medios de comunicación se han convertido en parte del aparato ideológico y reproductor de la for-
mación del modelo neoliberal, en la región las principales características de estos medios por un lado es la
banalización y farandulización de sus acciones y por otro lado el chantaje y la mercenarización; los medios
están absolutamente comprometidos con los grupos de poder nacional, que riegan algunas migajas y por otro
lado han convertido al estado regional y las municipalidades en la principal mamadera para el enriquecimiento
y la subsistencia.

Sin tener las condiciones profesionales y éticas, pretenden convertirse en el “cuarto poder”, se irrogan
la facultad fiscalizadora y sancionadora del quehacer político y social de la región; en su mediocridad
confunden la crítica con el insulto, en su ignorancia hablan de todo sin profundidad y contenido alguno. En un
versión pequeña del conglomerado del diario El Comercio de Lima, que representan los intereses económicos
de poderes que actúan en la minería, educación, el comercio y la banca; en el Cusco algunos medios se consi-
deran los grandes electores, fiscalizadores y jueces supremos, atacando a los adversarios y publicitando a sus
clientes, aunque no tengan ninguna calidad.
Su intromisión política es abierta y reaccionaria, buscan imponer candidatos en contra de la voluntad
popular, sin embargo el pueblo cusqueño como ocurre en el caso nacional, de manera inteligente ha votado y
electo autoridades en contra de las recomendaciones y presiones de estos medios; fue una sanción política,
electoral, social y económica; esta derrotas se olvidan en el tiempo y vuelven a sus andadas también contra las
organizaciones sociales y populares, queriendo imponer dirigentes de acuerdo a su talante podrido o compro-
metido con sus intereses económicos.

EL FUNDAMENTALISMO CONSERVADOR Y LA LIQUIDACIÓN


DE LA IDENTIDAD REGIONAL

Decíamos que el modelo neoliberal no sólo es político y económico, lo es también cultural e ideológico;
así el Cusco que tiene inmenso recurso patrimonial, una rica identidad cultural, una cultura viva, es también
un objetivo de la ofensiva conservadora que se aplica desde varios ángulos y entidades nacionales y regionales.

Los ingresos patrimoniales provenientes de la cultura andina, como Machupicchu y otros, desde el Mi-
nisterio de Cultura y con la colaboración y silencio de la Dirección Regional, diseñan las inversiones
para favorecer exclusivamente el Patrimonio Religioso, mientras que abandonan la riqueza andina y ama-
zónica, como ocurre con el Santuario de Saqsaywaman; esto se debe a la conducta del Opus Dei que controla
el Ministerio de Cultura, sigue considerando herejía a toda forma de identidad de nuestros pueblos.

La negación del Idioma Quechua en un primer momento, como en los tiempos del colonialismo, ahora
con la supuesta “estandarizar y normalizar” del quechua a partir de la variedad Chanka – Ayacucho
en contra del Quechua Cusqueño y Sur del continente; territorio y población mayoritariamente quechua
hablante del país; históricamente foco de resistencia de la desaparición idiomática; espacio donde la calidad es
superior a las otras variedades; quechua con mayor patrimonio en libros, estudios, canto, música, teatros, pre-
tende ser desconocido por un grupo de funcionarios, que ni siquiera habla el quechua.

Los sectores de Educación y Cultura lejos de utilizar el quechua que se habla y escribe con cinco vocales en
el Cusco, sur del Perú, Bolivia, Argentina y Chile; nuevamente permite que desde los Ministerios de Educación
y Cultura, el Opus Dei impongan hegemónicamente la desaparición del idioma quechua por razones ideológi-
cas, religiosas y racistas, académicas como en la colonia.

NO HAY CLASE POLÍTICA REGIONAL Y SISTEMA DE PARTIDOS

La crisis nacional de los partidos es sistémica y estructural también en las regiones, no funcionan los
partidos de derecha e izquierda, en el mejor de los casos, sólo funcionan cuando llegan las elecciones y se
convierten en clubes electorales, que benefician a unos cuantos dirigentes y ni siquiera a sus pocos militantes
de base.

Mucha gente pensó que los movimientos regionales y locales, serían una alternativa para la crisis de los parti-
dos nacionales, pero los males son los mismos o peores, porque también estos son clubes electorales, todavía
más caudillistas y personalistas.

En los partidos nacionales y movimientos regionales, no funciona la democracia y la fiscalización in-


terna; no trabajan proyectos regionales y locales; no hay consulta universal para elegir a sus candidatos; no
funcionan las direcciones y menos los organismos de formación y estudio de las organizaciones políticas. La
conformación de las listas se hace en base a los aportes económicos y no a las capacidades, la política está
absolutamente privatizados y las cuentas se pagan en la gestión.

Eso queda expresado, cuando ingresan las nuevas autoridades regionales y locales, que asumen personal y
familiarmente sus responsabilidades, dejando de lado su equipo de campaña o las propuestas de sus partidarios.
Tampoco existe control y fiscalización a sus militantes autoridades, porque simplemente no funcionan los
partidos. Una vez concluida las elecciones, se cierran los locales y clausuran los movimientos y partidos.

Por otro lado la judicialización de la política se ha convertido en una práctica común, el poder judicial
y la presión mediática, han usurpado la soberanía popular; bajo el pretexto de la lucha contra la co-
rrupción, es el poder judicial quien define los procesos políticos, en unos juzgando aceleradamente y en otros
prolongado los casos para beneficiar autoridades corruptas; no olvidemos que el poder judicial y el ministerio
público, están totalmente controlados por el aprismo y trabajan en dicha dirección, para desgracia de dicha
organización, ahora Alan García, junto a Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y PPK se en-
cuentran sometidos por la corrupción y son parte del manto corrupto de la crisis del sistema político.
NUESTRA POSICIÓN FRENTE AL NUEVO GOBIERNO
REGIONAL Y MUNICIPAL
El triunfo electoral de Acción Popular no es un triunfo del cambio, es ante todo la derrota y el rechazo de la
candidatura del Apra escudado en Restauración Nacional, que aparecía ante el pueblo como el responsable de
la crisis económica y sobre todo como el representante de la corrupción representado por Alan García y el
fujimorismo; es probable que cualquier candidatura ganaba a la propuesta aprista; por ello representa un error
si las nuevas autoridades y sus grupos políticas en el gobierno regional y las municipalidades consideran que
es un triunfo de sus propuestas, organización y sus candidaturas.

Esta derrota electoral categórica y rotunda del apro fujimorismo corrupto, por otro lado representa un alto
grado de conciencia y movilización del pueblo cusqueño, frente al peligro de la captura y prolongación de la
corrupción nacional en las regiones.

Con las nuevas autoridades, estamos por conocer la materialización de sus propuestas, si caminaran por algún
cambio o simplemente serán parte del modelo económico y centralista. En cuanto a sus equipos de gobierno,
vemos que hay tres sectores claramente definidos, una de ellas que responde a los intereses de la ONG Guaman
Poma de Ayala, que sin ser partido hace tiempo vienen gobernando municipalidades y la propia Dirección
Desconcentrada de Cultura a través de sus funcionarios; esta ONG hace tiempo ha dejado su función para
convertirse en el brazo político del modelo en las diversas instancias de gobierno. El segundo grupo que res-
ponde a la militancia de Acción Popular, que provienen de diversas expriencias y posiciones desde liberales y
conservadores y un tercer frente supuestamente de “independientes” que son profesionales colocados por exau-
toridades propias de la cuota electoral.

Ante este contexto respetando nuestra condición de gremio de frente único de los trabajadores, debemos rati-
ficar nuestros conceptos y principios de:

1. Mantener y desplegar la autonomía e independencia del movimiento popular y de la FDTC frente


al gobierno regional y las municipalidades, porque somos el poder popular en gestación y alternativa
a la crisis neoliberal; para que desde nuestro espacio seamos una fuerza de presión y movilización por
los derechos fundamentales del pueblo y la región; como fuerza enfrentada al modelo neoliberal y centra-
lista como parte de la sociedad civil que es muy distinta al accionar institucional del gobierno regional y
municipal que es parte del sistema y del modelo.

2. La sociedad y la FDTC mantiene su fuerza independiente y autónoma, para exigir y fiscalizar la


conducta de las autoridades y las instituciones; delimitando claramente las funciones sociales de las
funciones y competencias institucionales de gobierno; ser parte del CCR y CCD no significa ni subordi-
nación ni seguidismo, son espacio conquistado para hacer llegar la posición de los trabajadores y combatir
en ellas las posiciones centralista o pro sistemas de las autoridades para con la política nacional.

3. Somos también los portadores del cambio, porque debemos levantar en alto la Agenda Regional del
Cusco para el Bicentenario; recogiendo las principales demandas sociales, territoriales, energéticas, eco-
nómicas, ambientales que están planteadas y debatidas en nuestros documentos de discusión.

4. La FDTC no es parte ni puede ser parte de ningún gobierno regional y municipal; la autonomía e
independencia, así como nuestros estatutos señalan que cualquier participación de un dirigente de base o
regional será a titular personal, en cuyo caso será renunciando en su cargo a fin de preservar la conducta
principista de nuestro gremio.

Cusco, febrero del 2019.

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