El sistema de la regulación de la temperatura humana es indispensable para
mantener nuestra temperatura corporal; en el caso de los humanos la temperatura corporal es aproximadamente de 37ºC. Más exactamente, la temperatura promedio en humanos es 36.7ºC, aunque puede variar de un sujeto a otro, y el 95% de los sujetos tienen una temperatura entre 36.3 y 37.1ºC. Por otro lado, la temperatura en un sujeto puede variar a lo largo del día, siendo un poco más baja de madrugada y 0.5ºC más alta al anochecer. Durante el sueño la temperatura se regula peor y tiende a bajar. La temperatura corporal puede verse afectada por múltiples alteraciones externas. Para mantener constante esa temperatura, existen mecanismos, pero están controlados por el hipotálamo, que es donde se centraliza el control de la temperatura. El hipotálamo se encarga de regular las propiedades del medio interno, como la concentración de sales o la temperatura. La escala del sistema abarca a todas las personas que estén interesadas en conocer su propio cuerpo, el funcionamiento de éste, siendo el cuerpo humano una “perfecta máquina” por lo general autorregulable. EL TIPO DE REATROALIMENTACIÓN QUE se encuentra en la dinámica del sistema es la positiva y negativa, la cual se explicará a continuación: El hipotálamo funciona de forma parecida al termostato de una casa. Cuando la temperatura de la casa es menor que aquella a la cual hemos ajustado el termostato, la deseada. Si la temperatura de la casa es mayor del punto de ajuste, detiene la calefacción para que la temperatura baje. El hipotálamo mide la temperatura en el propio hipotálamo, en cierta región del hipotálamo existen neuronas que son sensibles a la temperatura. Además el hipotálamo recibe información de la temperatura en otros lugares del cuerpo, sobre todo de la temperatura de la piel, y esta información le llega procedente de fibras nerviosas sensoriales sensibles a la temperatura. El hipotálamo compara la temperatura en el hipotálamo y en la piel con el valor de referencia de 37ºC, si la temperatura corporal es mayor de 37ºC pone en marcha mecanismos para que disminuya, si es menor de 37ºC hace que ascienda. Cuando existe una discrepancia entre la temperatura central, en el hipotálamo, y la temperatura en la piel, por ejemplo si la temperatura en el hipotálamo es mayor de 37ºC y en la piel es menor de 37ºC, toma preferencia la temperatura central. El hipotálamo puede actuar sobre la temperatura corporal mediante múltiples mecanismos, las cuales contribuyen a la mejora del sistema, y es en donde estos mecanismos la persona debe actuar para que se logre reestablecer la temperatura habitual. La circulación cutánea: El sudor.
KAREM MARILYN ALFARO PÉREZ
Contracción muscular. El frío produce contracciones musculares involuntarias, Pilorección. El pelo cutáneo se levanta debido a la contracción de unos pequeños músculos que hay en la base de cada pelo. Aumento del metabolismo La información cutánea permite al hipotálamo anticiparse a los cambios ante las perturbaciones que son provenientes del exterior mayormente, es allí donde se aprecia los conceptos y definiciones del pensamiento sistémico, principalmente en retroalimentación positiva y negativa del sistema en el control de la temperatura; también podemos ver la interacción del sistema del cuerpo humano con otros sistemas del exterior, se puede apreciar cómo los componentes (hormonas, neuronas sensibles, hipotálamo, etc.) interactúan y evalúan la información, esta que proviene del exterior para controlar y/o autorregular la temperatura. En conclusión sobre el funcionamiento del sistema en análisis se puede decir que, información doble tiene mucho sentido fisiológico. Si la temperatura cutánea es baja, quiere decirse que estamos en un ambiente frío, y que conviene conservar el calor, así que el hipotálamo pone en marcha los mecanismos correspondientes antes de que la temperatura en el interior del organismo empiece a cambiar. Por otro lado el cerebro se daña fácilmente con los cambios de temperatura, por lo que si la temperatura en el hipotálamo empieza a aumentar, se ponen en marcha inmediatamente mecanismos para bajarla, no importa cuál sea la temperatura de la piel.