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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LUIS AMIGÓ

ETICA UN SABER PARA LA VIDA

Estudiante
DAYLI XILENA USUGA MURCIA
Facultad de Publicidad
Quinto Semestre

Asignatura
ETICA Y AXIOLOGIA

Docente
Diana Lucía Madrigal Torres

MEDELLIN - ANTIOQUIA
SEPTIEMBRE 16 DE 2017
ÉTICA UN SABER PARA LA VIDA

La ética y la moral son dos cosas que van de la mano, siempre ha existido la
necesidad por parte del ser humano saber qué es lo que está bien y lo que está mal,
sobre todo cuando se desenvuelve en una sociedad donde existen más individuos
que son capaces de juzgar de manera positiva o negativa dichas acciones.

La calidad humana siempre ha tenido un antecedente y ese antecedente es la moral.


La ética va en conjunto, ya se entiende como el conjunto de normas que rigen el
adecuado comportamiento del ser humano dentro de la sociedad y hacia sus
semejantes.

Los seres humanos de la misma manera tenemos la necesidad de formar parte de un


círculo como lo es la sociedad, también necesitamos vivir en armonía.

Por eso la ética ha de basarse en unos principios mínimos, fundamentales y objetivos


en los que todos estemos de acuerdo. Son principios asociados a grandes valores, y
que lo son para toda la humanidad. Hoy se habla mucho de ética. Hay ética con
apellidos: bioética, ética del deporte, ética profesional, ética política, ética empresarial,
etc., pero lo importante es que la vida de todas las personas funcione éticamente
todos los días y en todo lo que ellas hacen. Es decir, que en el actuar de cada uno
predominen los criterios del bien y de la justicia, y sean esos criterios y valores los que
prevalezcan.

La ética tiene que ver con valores y principios fundamentales a los que la persona
moral se abraza libremente con toda su alma, vida y corazón. Ser libre significa ser
capaz de tomar decisiones en forma responsable, y saber responder tanto de los
éxitos como de los fracasos consecuencia de esas decisiones. Ser libre significa
saber discernir adecuadamente las realidades que nos presenta la vida, y elegir
consecuentemente ante las distintas opciones y alternativas, haciéndolo con plena
responsabilidad. El buen discernimiento es signo de madurez humana y libertad, y
ayuda a la toma responsable de decisiones importantes.

Pero hay algo más: la ética conduce a la felicidad. ¿Qué es la felicidad? Es el objetivo
principal del ser humano; el fin de la conducta humana es la felicidad. En el fondo,
todo lo que hacemos y emprendemos, aunque no lo pensemos explícitamente cada
vez, lo hacemos para llegar a ser felices.

Es feliz la persona que ha encontrado sentido pleno a su vida, que es fiel a su


vocación, que sigue los indicativos de sus carismas, cualidades, aptitudes y
capacidades.
La construcción de una ética para la vida de cada día pasa por la actitud de
solidaridad y autoestima. La solidaridad verdadera consiste en poner amor en la vida
de todos los días. Sólo puede ser verdaderamente solidaria una persona que ha
llegado a adquirir un adecuado nivel de autoestima y asertividad. Nadie puede amar a
otro si no experimenta el amor a sí mismo (que nada tiene que ver con egoísmo), y
nadie puede estimar a otro si no experimenta primero la necesaria dosis de
autoestima; igual que nadie puede respetar la dignidad de los demás si no sabe
defender la propia dignidad.

Construir una ética para la vida significa vivir la vida de cada día en actitud de
generosidad. Es una actitud que se practica en hechos cotidianos, sencillos, no
ruidosos, pero que están llenos de delicadeza y significado. Es la vida de los gestos
bonitos, que valen más que las palabras; se trata de una actitud de buena educación
que brota no de manuales de cortesía externa sino de la profundidad de un corazón
tierno y amoroso, porque el amor está en la base de toda ética.

Este tipo de ética nos lleva a una cercanía humana que va más allá del contacto físico
y de la ayuda económica, y que se expresa en una necesidad imperiosa de actuar, de
no quedarnos inmóviles e insensibles ante el dolor ajeno. Es sentir en el corazón y en
la piel, en todo nuestro ser, que necesitamos a los demás, y que los demás nos
necesitan a nosotros. Nos lleva a una relación fraternal que se expresa en un servicio
que no es asistencialismo, en una ayuda que no ofende; un servicio hecho de respeto
y delicadeza hacia el otro.

Es claro que no nacemos con una ética y una moral establecidas, estas se van
reafirmando en uno mismo a lo largo de los años, es decir, con la educación que
obtenemos. Es importante recalcar que la tanto Ética como la Moral no solo nos
servirán en la vida profesional sino en ámbitos de la vida cotidiana.

Saber identificar lo que está bien de lo que está mal, y saber identificar lo que esta
correcto de lo incorrecto, nos hará ser mejores profesionales pero ante todo nos hará
ser mejores personas, y más en la carrera en la que nos estamos desenvolviendo ya
que la Ética forma parte fundamental del profesional al que queremos llegar.

La Ética en un futuro, nos podría servir para no caer en las manos de la corrupción.

La Moral nos permitirá desenvolvernos mejor en la sociedad a la que pertenecemos,


ayudando y participando con ella.

En conclusión la Ética y la Moral son dos valores que en todo momento debemos de
tener siempre presentes, ya que como lo dije anteriormente esto nos hará mejores
profesionales pero sin duda alguna nos hará mejores personas.

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