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peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. Se caracteriza por el temor a
aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el
enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una
disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Problemas familiares
Falta de afecto
El desencadenante, suele ser psicológico, pero no se puede descartar una mayor propensión
fisiológica de algunos individuos, propensos a desórdenes alimentarios.
El tratamiento para la anorexia suele llevarse a cabo mediante un abordaje en equipo, que incluye
médicos, profesionales de salud mental y dietistas, todos con experiencia en trastornos de la
alimentación. La terapia permanente y la educación sobre nutrición son muy importantes para la
recuperación continua.
Aquí se muestra lo que suele comprender el tratamiento para las personas con anorexia
Si tu vida corre peligro inminente, tal vez necesites tratamiento en la sala de emergencias de un
hospital en caso de que tengas alteraciones del ritmo cardíaco, deshidratación, desequilibrios de
electrólitos o una emergencia psiquiátrica. Puede que deban hospitalizarte en el caso de
complicaciones médicas, problemas psiquiátricos o desnutrición grave, o si el rechazo a comer es
continúo.
Atención médica
Debido a la gran cantidad de complicaciones que causa la anorexia, tal vez necesites controlar con
frecuencia los signos vitales, el nivel de hidratación y electrolitos, además de otras afecciones físicas
relacionadas. En los casos graves, es posible que las personas con anorexia primero necesiten
recibir alimentación a través de un tubo que se coloca en la nariz y va hasta el estómago (sonda
nasogástrica).
El primer objetivo del tratamiento es que vuelvas a tener un peso saludable. No puedes recuperarte
de la anorexia sin volver a un peso saludable y aprender a alimentarte correctamente. Los
profesionales involucrados en este proceso pueden incluir lo siguiente:
El médico de atención primaria, que puede brindar atención médica y supervisar tus
necesidades de calorías y aumento de peso
Un psicólogo u otro profesional de salud mental, que puede trabajar contigo para desarrollar
estrategias de comportamiento que te ayuden a volver a un peso saludable
Un dietista, que puede guiarte para volver a los hábitos regulares de alimentación, lo que
incluye planes de comidas específicos y aportes calóricos que te ayuden a alcanzar tus
objetivos de peso
Tu familia, que probablemente también participe para ayudarte a mantener hábitos alimentarios
normales
Psicoterapia
Las terapias que mencionamos a continuación pueden ser útiles para tratar la anorexia:
Terapia familiar. Este es el único tratamiento basado en evidencias para los adolescentes con
anorexia. Dado que el adolescente con anorexia no puede hacer buenas elecciones sobre
alimentación y salud mientras padece esta afección grave, esta terapia moviliza a los padres
para que ayuden al niño con la recuperación de la alimentación y el peso hasta que el niño
pueda tomar buenas decisiones sobre su salud.
No hay medicamentos aprobados para tratar la anorexia porque ninguno ha demostrado funcionar
bien. Sin embargo, los antidepresivos u otros medicamentos psiquiátricos pueden ayudar a tratar
otros trastornos de salud mental que también puedas padecer, como depresión o ansiedad.
Durante los últimos 20 años, en México, los trastornos alimenticios aumentaron 300 por ciento y un
90 por ciento son las mujeres quienes más sufren por trastornos como la anorexia y la bulimia.
Cada año se registran 20 mil de estos casos entre adolescentes. Las conductas alimentarias de
riesgo en esta población son: preocupación por engordar, comer demasiado y perder el control sobre
lo que se ingiere. En la población universitaria, entre el 19 y 30% de las mujeres presentan algún tipo
de TCA, por su obsesión sobre su imagen corporal, sin presentar la totalidad de síntomas.
Además, el 62% de deportistas como gimnastas olímpicas, bailarinas de ballet o patinaje a nivel
profesional padecen un desorden alimenticio.
El 25% de mujeres encuestadas entre 15 y 18 años han dejado de comer por 12 horas por miedo a
engordar, mientras que uno de cada 10 alumnos varones de bachillerato recurre al ayuno como
método contra la obesidad o sobrepeso.
Enseñar a los niños desde pequeños, tanto en casa como en la escuela, la
importancia de unos correctos hábitos alimenticios.
Los menús deben ser variados e incluir todos los tipos de alimentos necesarios
para una correcta nutrición.
Salvo que existan razones de salud, no se deben excluir alimentos de la dieta del
niño, pues todos son necesarios en su justa medida, aunque sí se debe limitar el
consumo de dulces y postres industriales, sustituyéndolos, en la medida de lo
posible, por otros hechos en casa.
Probar con distintas verduras y frutas hasta encontrar las que más le agraden.
Aunque no le guste la coliflor, puede que le encanten las espinacas.
Los familiares deben evitar hacer comentarios despectivos sobre el aspecto físico
de otras personas. Se puede criticar una mala acción o el mal carácter de alguien,
pero no burlarse de su fealdad o gordura.
En esta misma línea, se debe enseñar al adolescente a valorar las virtudes de los
otros en vez de juzgarlos por su aspecto físico.