La sensación interior de conocimiento aparente que resulta de un estímulo o impresión luminosa registrada en nuestros ojos. El acto perceptivo, aunque cotidiano y realizado con automatismo, no es nada simple y tiene múltiples implicaciones, pues es evidente que el mundo real no es lo que percibimos por la visión, y por ello se precisa de una interpretación constante y convincente de las señales recibidas. "La percepción visual es la interpretación o discriminación de los estímulos externos visuales relacionados con el conocimiento previo y el estado emocional del individuo". Es la capacidad de interpretar la información y el entorno de los efectos de la luz visible (efecto óptico) que llega al ojo. Dicha percepción es también conocida como la visión. La percepción visual es un proceso activo con el cual el cerebro puede transformar la información lumínica captada por el ojo en una recreación de la realidad externa. Las Ilusiones ópticas Las ilusiones ópticas cognitivas se dividen habitualmente en ilusiones de ambigüedad, ilusiones de distorsión, ilusiones paradójicas e ilusiones ficticias (alucinaciones) donde las imágenes no son perceptibles con claridad por el ojo humano, ya que nuestro cerebro solo puede asimilar una imagen a la vez. En conclusión, el cerebro humano solo puede concentrarse en un objeto, por lo que, cuando se presentan dos formas en una sola imagen, se ocasiona confusión y el cerebro entra en desorden, con lo cual este lleva a ver otra visión de lo visto. Por qué tenemos ilusiones ópticas ¿Cómo funcionan las ilusiones? La repuesta es que todas estas ilusiones desobedecen una determinada escena creada por nuestro cerebro. Es decir, incumplen normas de tamaño, perspectivas, fondos, figuras, distancias, movimientos, etc. Nuestro cerebro completa la situación para que adquiera una coherencia lógica y, cuando las ilusiones rompen todos nuestros esquemas, se produce ese increíble efecto óptico. Este fenómeno nos ayuda a entender hasta qué punto llegan las limitaciones visuales de los seres humanos. Asimismo, sus efectos pueden variar notablemente en función de la persona. Generalmente, todas estas ilusiones pueden estar influenciadas por nuestro conocimiento acerca del mundo, o bien pueden tener un componente psicológico asociado a efectos de color, movimiento, brillo, intensidad de la luz y un largo etcétera. Las ilusiones ópticas no están sometidas a la voluntad y pueden variar entre una persona y otra.