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Resumen
La Teoría del Apego: Una Breve Re- de validez y confiabilidad (Solomon & George, 1999;
seña Crowell, Fraley, & Shaver, 1999). La unión de los pos-
tulados teóricos de John Bowlby, quien planteó el fun-
cionamiento de un sistema de apego evolutivamente
Durante los últimos veinte años, la teoría del motivado para mantener proximidad con una figura
apego se ha convertido en “la perspectiva líder para adulta “más sabia”, y que a su vez organiza las bases
comprender el cambio y la continuidad en el desarro- del funcionamiento mental e interpersonal posterior
llo de la personalidad” (Thompson & Raikes, 2003, (Bowlby, 1969, 1973, 1979), junto con los avances
pp.691-2). Del mismo modo, ha proporcionado una empíricos y metodológicos de Mary Ainsworth (1973)
metodología compleja de evaluación del apego a han permitido armar el edificio teórico-metodológico
través del ciclo vital, con un alto número de estudios nuclear de este modelo.
* Lecannelier F. y Hoffmann M.
La teoría del Apego generó un cambio en el modo
Centro de Estudios Evolutivos e Intervención en el Niño (CEEIN), de conceptualizar la función y motivación de los víncu-
Universidad del Desarrollo. los afectivos, de acuerdo a las posturas imperantes de
** Kimelman M., González L., Nuñez C., Departamento de
Psiquiatría Sur, Universidad de Chile. la época, en el sentido de entregarle una prominencia
Título corrido: Patrones de apego en Santiago de Chile primaria (y no secundaria) a la necesidad de esta-
E-Mail:psicologia@udd.cl
REVISTA ARGENTINA DE CLINICA PSICOLOGICA XVII p.p. 197-207 blecer vínculos afectivos con otros seres humanos
© 2008 Fundación AIGLE.
(*) Estudio Financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) de Chile.
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198 Lecannelier F. , Kimelman M. , González L. , Nuñez C. , y Hoffmann M.
(Bowlby, 1969). Esta necesidad primaria tiene sus inseguro evitante (A) suelen mostrar poca o ninguna
fundamentos en la hipótesis de que nuestro pasado proximidad y mantenimiento del contacto, alta evi-
evolutivo fue moldeado en una parte importante por tación hacia la madre, y sobre-inhibición de afectos
la habilidad de las crías en mantener la proximidad negativos. En general, estos niños han desarrollado
y seguridad con una figura vincular adulta, en mo- expectativas de rechazo, refuerzo negativo, e indife-
mentos de peligro (Lecannelier, 2002). Tal como lo rencia de sus necesidades de apego y reacciones de
planteó Bowlby, los seres humanos, a diferencia de stress (Ainsworth et al., 1978; Crittenden, 1995). Los
muchos mamíferos, en momentos de stress y peligro niños con apego inseguro ambivalente (C) suelen
“corremos hacia alguien...usualmente hacia otra presentar una excesiva búsqueda de proximidad
persona...Esto es impresionantemente obvio, pero hacia la madre (aferramiento), alto mantenimiento
creo que es una nueva idea, y muy revolucionaria!” del contacto, y una tendencia hacia la resistencia,
(Citado en Hesse & Main, 2000). el contacto ansioso y la exageración (deshinibición)
de los afectos negativos. En general, estos niños
han desarrollado expectativas impredecibles en el
Los Patrones de Apego en la Infancia cuidado, viéndose obligados a desplegar una serie
y el Procedimiento de la Situación de estrategias para maximizar al máximo el cuidado
Extraña coherente y estable (Mayseless, 1998). El último tipo
de apego fue descubierto por Main y Solomon (1990)
a partir de casos no clasificables (de poblaciones de
Los aportes de Mary Ainsworth dieron inicio a una
alto riesgo y normativas) dentro del modelo A-B-C
etapa de la teoría del apego más centrada en la inves-
de Ainsworth. Estos niños desplegaban en el proce-
tigación empírica, sobre la base de dos importantes
dimiento de la Situación Extraña, una serie de con-
contribuciones: 1) la propuesta de la existencia de
ductas conflictivas, ilógicas, bizarras, desorientadas,
tres patrones en la calidad del apego madre-infante,
desorganizadas, denotando una paradoja evolutiva
los que a su vez, se relacionaban con el nivel de sen-
en el apego, al ser los padres fuente simultánea de
sibilidad de las madres (Ainsworth, Blehar, Waters
riesgo y protección (Main & Hesse, 1990; Hesse &
& Wall, 1978). Estos patrones se clasificaron en in-
Main, 2006). Este tipo de apego fue llamado apego
fantes con apego seguro (B), inseguro evitante (A),
desorganizado/desorientado y expresa una incapaci-
e inseguro ambivalente (C). Posteriormente, Main &
dad del niño para desarrollar una estrategia continua
Solomon (1990) propusieron un cuarto patrón llama-
y constante de regular su propia experiencia y de
do desorganizado (D); 2) la creación de una metodo-
regularse con sus figuras significativas.
logía controlada de observación del apego llamada
“Situación Extraña” (SE) (Ainsworth & Wittig, 1969) En lo que respecta al Procedimiento de la Situa-
considerada hasta la actualidad en el “estándar de ción Extraña (PSE) es relevante mencionar que es el
oro” de la evaluación del apego en la infancia (Gold- instrumento que ha jugado un rol central y organi-
berg, 2000), mostrando altos índices de confiabilidad, zado gran parte de la evidencia que fundamenta la
validez (interna, cruzada y predictiva), estabilidad en Teoría del Apego (Goldberg, 2000). El procedimiento
el tiempo, y sensibilidad cultural (Solomon & George, consiste en una situación controlada de laboratorio
1999). Desde las primeras evidencias de Ainsworth destinada a evaluar el equilibrio entre separación/
en Uganda y Baltimore, diversos investigadores a stress y reunión/exploración, con la presencia de
través del mundo han estudiado la distribución de la madre (o cuidador significativo) y una persona
los patrones de apego en diversas culturas y países, extraña, en un lugar extraño (Ainsworth et al., 1978).
utilizando el procedimiento de la SE. Sin embargo, Es un instrumento que requiere un entrenamiento
los estudios en Latinoamérica al respecto son extre- intensivo, exigiendo altos niveles de confiabilidad
madamente escasos. inter-jueces. Posee una estabilidad test-retest del
orden del 50-96% entre espacios de tiempo de 2 a 6
En términos más específicos, los patrones de ape-
meses, pero las condiciones de cambio de cuidado
go se describen como estilos prototípicos que el niño
y de riesgo disminuyen su estabilidad (Grossmann,
tiene para usar a su figura significativa como base
Grossmann, y Zimmerman, 1999; Solomon y George,
segura en momentos de stress y como refugio seguro
1999). Estudios de validez predictiva han evidenciado
en momentos de exploración. En el procedimiento de
que el PSE permite predecir tipos seguro/inseguro
la Situación Extraña, los niños que presentan apego
con una serie de capacidades posteriores tales como
seguro (B) suelen evidenciar una alta búsqueda de
la autonomía, relación de pares, competencia social,
proximidad y contacto con la madre en momentos de
funcionamiento cognitivo y social, juego exploratorio
stress, poca evitación y resistencia (rabia) hacia ella.
y positivo, resolución de problemas, y niveles bajos
En general, estos niños han desarrollado expectativas
de distracción (Matas, Arend & Sroufe, 1978; Sroufe
positivas de ser reconfortado de un modo efectivo en
et al., 2005; Weinfeld, Sroufe & Egeland, 2000; Main,
momentos de peligro y stress. Los niños con apego
1983). Por lo tanto, y a pesar de ser un instrumento
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de evaluación que posee ciertas falencias y críticas de poblaciones que provienen de NSE bajo, el por-
(ver Field, 1990), ha sido considerado como una herra- centaje de apego desorganizado aumenta hasta un
mienta muy potente para evaluar el apego (Solomon 25% (Green & Goldwyn, 2002). En una muestra de
y George, 1999). niños con Síndrome de Down, parálisis cerebral y
autismo, la proporción de apego desorganizado es
de 35% (Cicchetti, Barnett, y Braunwald, 1989). Ma-
Distribución de los Patrones de Apego dres con abuso de alcohol y/o sustancias ilícitas, la
en la Infancia: Evidencias Internacio- proporción de apego D llega hasta el 43% (Carlson,
nales 1998). Por último, la proporción de apego seguros/
inseguros se suele revertir en el caso de los infantes
En la actualidad, la evidencia en poblaciones que han pasado su primer año en instituciones (Zea-
normativas (de bajo riesgo) de USA ha demostrado nah et al., 2005).
que en general alrededor de dos tercios de los infan- Ninguno de los estudios y revisiones mencionadas
tes presentan un apego seguro, y el tercio restante consideró poblaciones provenientes de Sudamérica.
se distribuye entre los dos estilos inseguros y el En Colombia, el equipo de investigación de Germán
desorganizado (Sroufe, et al., 2005). Sin embargo, Posada ha realizado estudios de apego y cuidado
las variaciones culturales en la distribución de los maternal, pero utilizando otro sistema de evaluación
patrones de apego son significativas e importantes diferente a la SE (Attachment Q-sort) (Vaughn et al.,
de aclarar (van Ijzendoorn & Kroonenberg, 1988; van 2007). En la actualidad, no se han reportado estudios
Ijzendoorn & Sagi, 1999). Por ejemplo, en una muestra de distribución de estilos de apego en poblaciones
en Alemania se encontró una alta tendencia hacia normativas, utilizando el PSE en Sudamérica. Sin
el patrón evitante (49% de la muestra) (Grossmann embargo, en la década de los noventa, una investi-
et al., 1985). En otro estudio realizado en Israel, la gadora chilena publicó una serie de estudios intere-
tendencia se observó hacia el apego resistente (23%) santes sobre apego en niños desnutridos crónicos
(Sagi et al., 1985). Un meta-análisis incluyendo 2000 provenientes de Santiago de Chile (Valenzuela, 1990,
PSE realizadas en 8 países, confirmó esta tendencia 1997). Más específicamente, el estudio consistió en
hacia el patrón evitante en países de Europa del la evaluación de 85 díadas de NSE bajo con infantes
Oeste, y una tendencia hacia el patrón ambivalente de entre 17 y 21 meses, los que fueron divididos en
en países como Israel y Japón (van Ijzendoorn & niños con bajo peso crónico y niños con un peso ade-
Kroonenberg, 1988). Del mismo modo, la tendencia cuado. Las madres fueron evaluadas en medidas de
mayoritaria al patrón seguro se observó en todos los sensibilidad maternal, información socio-demográfica
países analizados. y socio-económica, peso y estatura, salud y stress,
En una reciente revisión de la distribución de y ajuste marital. Los niños recibieron evaluaciones
patrones de apego, pero en poblaciones diferentes a de su talla y peso. Por último, se utilizaron el PSE,
la europea y norteamericana, van Ijzendoorn & Sagi el procedimiento Care-Index y un procedimiento de
(1999) encontraron una tendencia de dos tercios de apoyo maternal para evaluar interacción y apego. En
apego seguro en niños de Gusii de Kenya, y en los lo que a distribución de patrones de apego bajo el PSE
Gogon de Mali, una distribución alta de patrones se refiere, los resultados mostraron que en el grupo
desorganizados (23%) y seguro (69%), no encon- de niños con peso normal (n=20), el 50% presentó un
trándose estilos evitantes y un número muy reducido patrón seguro, el 23% inseguro evitante, el 22% inse-
de ambivalentes (8%) (True, Pisan & Oumar, 2001). guro ambivalente, y el 2% evitante/ambivalente (A/C)
En un estudio reciente, se evaluó a 147 díadas pro- (no se disponía la categoría de desorganizado en ese
venientes de Sud-África (Cape Town) y se encontró entonces, pero el A/C es considerado un quiebre en la
una proporción de 61,9% de patrones seguros, 4,1% organización del apego al organizar dos estrategias
de evitantes, 8,2% resistentes, y 25,8% de desorga- opuestas de apego). En la muestra de niños con bajo
nizados (Tomlinson, Coope & Murray, 2005). Los tres peso crónico, la proporción de seguros fue solo el 7%,
estudios demuestran, primero, que la SE puede ser los evitantes 32%, 29% de ambivalentes, y 32% de
un instrumento culturalmente válido, y en segundo evitantes/ambivalentes.
lugar, que a pesar de existir diferencias culturales en Por esto, el objetivo del presente estudio consiste
los patrones, se conserva una cierta “normatividad y en analizar la distribución de patrones de apego en
validez universal” de la teoría del apego. una muestra de 130 díadas, provenientes de dos
Con respecto a la distribución de patrones de centros de atención primaria de la Región Metropo-
apego comparando poblaciones normativas y de litana, evaluadas a través del PSE. Del mismo modo,
alto riesgo, los estudios muestran que utilizando se analizarán posibles relaciones entre la frecuencia
muestras de niños maltratados el porcentaje de de patrones encontrados y determinadas caracte-
apegos desorganizados aumenta desde 40 hasta rísticas socio-demográficas de la muestra evaluada
80% (Carlson et al., 1989). En muestras normativas (tales como la edad, escolaridad y estado civil de las
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La codificación de las díadas fue realizada por riantes de distribución que arroja el PSE: (a) apego
el primer autor (FL) quien recibió el entrenamiento dicotómico seguro/inseguro, (b) apego tricotómico o
completo en el Institute of Child Development de la “clasificación clásica” de apego seguro (B), inseguro
Universidad de Minnesota (Alan Sroufe y Elizabeth evitante (A), apego inseguro ambivalente (C), (c)
Carlson). Aquellas díadas difíciles de codificar fueron apego de 4 vías o “clasificación completa” de apego
chequeadas con expertos internacionales. B, A, C y D (apego desorganizado/desorientado), (d)
Pauta de Identificación. El equipo de investigación sub-clasificación de patrones de apego de A1-A2-B1-
elaboró una Pauta de Identificación para los fines pro- B2-B3-B4-C2-C1.
puestos en el estudio. Esta pauta fue completada por
la madre, y contenía información socio-demográfica Distribución de apego dicotómico
de la madre, el padre y la familia.
N=130
Para el análisis descriptivo de las frecuencias de
los patrones de apego se utilizarán las cuatro va- El 73,1%, presenta un patrón seguro, el 13,8% un
estilo evitante y el 13, 1% un patrón ambivalente.
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El gráfico 3 muestra los porcentajes de patrones Patrón vincular según edad de las madres
de apego de acuerdo a la clasificación completa A-
B-C, de Ainsworth et al., (1978) sumado a la propuesta No hay asociación entre la edad de las madres
de apego desorganizado/desorientado de Main y y los patrones de apego como lo muestra la tabla 1,
Solomon (1990). no obstante las madres adolescentes presentan el
porcentaje más alto de apego inseguro que el resto,
Gráfico 3. Distribución de 4 vías de apego aún cuando esta diferencia no es estadísticamente
significativa (Chi2= 2,736 Sig =0,255).
(A-B-C-D) en la muestra del estudio
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y adaptación del niño (Ackerman & Dozier, 2004; estudios que incluyan muestras considerables de
Bates & Dozier, 2002). Uno de los rasgos distintivos madres adolescentes. Una razón de la posible falta
observados en la muestra del presente estudio fue el de asociación del presente estudio puede deberse a
alto compromiso de las madres en relación al bienes- que la muestra investigada no incluye ninguna de las
tar físico, emocional y social de sus hijos. Estas dos dos condiciones.
consideraciones anteriormente mencionadas pueden Los resultados no arrojaron evidencias claras
estar asociadas al alto porcentaje de apego seguro con respecto a la relación entre calidad del apego
en la muestra investigada. y el estado civil de las madres. Aunque diversas
El otro aspecto distintivo de los resultados en- investigaciones han encontrado que las madres en-
contrados se relacionó con el mayor equilibrio en la vueltas en relaciones más satisfactorias, con más y
distribución de los patrones inseguros (ambivalente mejor apoyo de parte de la pareja, suelen presentar
y evitante). La tendencia occidental clásica consiste una mayor sensibilidad (Cox, Owen & Lewis, 1989;
en encontrar mayor prevalencia de apegos evitantes Goldberg & Easterbrook, 1984) y por ende una mejor
(20%) frente a ambivalentes (15%). Por otra parte, los calidad en el apego con sus hijos (Howes & Markman,
estudios interculturales refieren que patrones cultu- 1989), otros estudios no han podido evidenciar esta
rales con tendencia a mayor disciplina y autonomía relación, encontrando incluso resultados contradicto-
suelen presentar mayor tendencia hacia la evitación rios (Belsky, 1999). Algunos autores plantean que, al
frente a países que privilegian mayoritariamente la igual que en otros procesos, es probable que actúen
dependencia y no separación de la madre y el niño otras variables más allá de la condición marital de
(al menos durante el primer año) quienes presentan la madre, tales como el grado de satisfacción en rol
mayor frecuencia de apegos ambivalentes. El presen- maternal, el compromiso maternal, el clima familiar,
te estudio estaría indicando una mezcla equilibrada y el estado mental de la madre con respecto al apego
de orientaciones hacia ambos estilos de crianza. (Belsky, 1999).
Futuros estudios podrían corroborar esta tendencia, En lo que respecta a la paridad de las madres, con-
controlando variables tales como el trabajo de la trario a lo esperado no se encontraron asociaciones
madre, en donde algunos estudios sugieren una significativas con la calidad del apego (aunque se
mayor proporción de apego evitante en madres que observa un predominio hacia mayor apego inseguro
trabajan (Belsky, 1988; Clarke-Stewart, 1988). Por en madres primíparas). Sin embargo, dos grandes
último, cabe mencionar que la proporción de apego estudios realizados en apego por el equipo de Ma-
desorganizado es similar a la encontrada en pobla- rinus van Ijzendoorn (Bakermans-Kranenburg, van
ciones normativas. Ijzendoorn, & Kroonenberg, 2004; de Wolff & van
El segundo tipo de análisis consistió en asociar Ijzendoorn, 1997) no encontraron relaciones entre
determinadas variables socio-demográficas con la ca- calidad del apego/sensibilidad materna y paridad.
lidad del apego. En general, es importante mencionar Por ejemplo, en el clásico y ampliamente citado meta-
que, de acuerdo a lo esperado debido a su relevancia, análisis sobre los determinantes de la sensibilidad
son pocos los estudios que analicen específicamente materna, no se encontró que la paridad fuera una
la asociación del apego con variables socio-demográ- variable moderadora de la sensibilidad y calidad del
ficas (Sroufe, conversación personal). apego. Del mismo modo, Bakermans-Kranenburg y
No se encontraron relaciones significativas entre colaboradores, comparando calidad del apego en
la calidad del apego y la edad de las madres (aunque dos poblaciones de NSE alto y bajo, no evidenció
una mayor tendencia de apego inseguro en madres asociaciones entre la calidad del apego y el ser pri-
más jóvenes). Por un lado, es clara la evidencia entre mípara. Por lo tanto, la evidencia encontrada en este
apego inseguro y desorganizado y madre adolescente estudio confirma los resultados obtenidos en otras
(van Ijzendoorn, Schuengel & Bakermans-Kranen- investigaciones y meta-análisis.
burg, 1999; Green & Goldwyn, 2002). Por otra parte, Realizando una división entre partos eutocicos
otros estudios han evidenciado que las madres de (parto normal sin riesgo) y parto distocico (parto
mayor edad suelen presentar una mayor tendencia que necesita intervención quirúrgica) se encontró
hacia el apego seguro (Bakermans-Kranenburg, van una asociación significativa en la tendencia de que
Ijzendoorn, & Kroonenberg, 2004). Otra línea nueva aquellas madres con parto normal tendían a presen-
de investigación que combina Teoría del Apego con tar mayor apego seguro con sus hijos. Aunque es
análisis de corte Sociobiológico han encontrado que evidente que esta asociación no incluye ni causalidad
mientras más joven es la madre, tiene una mayor ni determinismo, la evidencia es interesante de con-
propensión a ser negligente y/o maltratadora (Daly siderar ya que se ha planteado que el tipo de parto
& Wilson, 1988). Al parecer, la tendencia suele ser no debería influir en la calidad del vinculo materno-
clara, tanto en casos de alto riesgo (que evidencien filial. Por otra parte, aunque diversos estudios han
índices de maltrato, negligencia y abuso), o en relacionado complicaciones obstétricas con diversas
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formas de desadaptación conductual y afectiva pos- que las madres chilenas están desarrollando con sus
terior en el niño (Allen, Lewinsohn, & Seeley, 1998), hijos, puede ser una ventana para comprender múl-
las evidencias con respecto al apego (y utilizando el tiples procesos culturales y de salud que ocurren en
PSE) son escasas. Interesante sería buscar variables la actualidad, desde la emergencia de nuevos estilos
mediadoras que permitan comprender qué experien- de crianza, a la comprensión del aumento progresivo
cias afectivas y estados mentales puede generar en de la violencia en la edad escolar.
las madres un tipo de parto distócico, que a su vez
influye en el estado mental y conducta de cuidado
hacia el niño. Una posible variable puede estar rela-
cionada con la percepción de la madre hacia el niño
como un “niño que nació con dificultades”, lo que BIBLIOGRAFIA
puede generar una propensión tanto a la evitación
como a la ansiedad y sobreprotección.
Ainsworth, M.D.S., Wittig, B.A. (1969). Attachment and the
Por último, los resultados no mostraron relación
exploratory behavior of one-year-olds in a strange situa-
significativa entre la calidad del apego y el género tion. En B.M. Foss (ed), Determinants of infant behavior
del niño. En general, los estudios han sido claros en (vol.4, pp.113-136). London: Methuen.
confirmar los resultados encontrados en el presente
estudio (Solomon & George, 1999). Algunas hipótesis Ainsworth, M.D.S., Blehar, M.C., Waters, E., y Wall, S.(1978).
evolucionistas actuales plantean que a pesar de que Patterns of Attachment: A Psychological Study of the
hombres y mujeres han desarrollado roles diferencia- Strange Situation. Hillsdale, NJ: Erlbaum.
les en la sociedad, ambos géneros han tenido que
enfrentar desafíos evolutivos similares, y por ende, Ainsworth, M.D.S. (1973). The development of infant-
estrategias vinculares de protección y exploración mother attachment. En B.M. Caldwell, y H.N. Ricciuti
(eds), Review of child development research Vol.3. Child
equivalentes (Simpson, 1999). Sin embargo, cabe
development and social policy. Chicago: University of
plantear que últimos estudios han propuesto que Chicago Press.
esta falta de diferencia entre apego y género sólo
puede ser aplicable a poblaciones de bajo y medio Bakermans-Kranenburg, M.J., van Ijzendoorn, M.H., &
riesgo. En poblaciones de alto riesgo, se presentaría Kroonenberg, P.M. (2004). Differences in attachment
una estrategia diferencial de “escapar o acercar” security between African-American and white children:
dependiendo del género (ver David & Karlen Lyons- ethnicity or socio-economic status? Infant Behavior &
Ruth, 2005). Development, 27, 417-433.
Por lo tanto, el estudio puede considerarse uno de
Belsky, J. (1988). The “effects” of infant day care reconside-
los pioneros en Sudamérica en analizar la frecuencia red. Early Childhood Research Quaterly, 3, 3-70.
de patrones de apego en la primera infancia en Chile,
utilizando el instrumento que mayor validación ha Belsky, J. (1999). Interactional and contextual determinants
recibido en el tema del apego. Del mismo modo, pue- of security. En S. Cassidy y Ph. Shaver (eds), Handbook
de generar importantes reflexiones sobre el debate of Attachment: Theory, Research and Clinical Applica-
actual de las diferencias culturales en la formación tions. Guilford Press.
del apego, sobre la base de las dos hipótesis en com-
petencia: hipótesis de “sin diferencia entre culturas” Bowlby, J. (1969). Attachment and loss: Vol.1. Attachment.
New York: Basic Books.
versus “hipótesis de diferencias entre culturas”, ya
que en la actualidad se han encontrado evidencias a
Bowlby, J. (1973). Attachment and loss: Vol.2. Separation.
favor de ambas (van Ijzendoorn & Sagi, 1999). New York: Basic Books.
La investigación posee ciertas limitaciones
importantes a tomar en consideración a la hora de Bowlby, J.(1980). Attachment and loss: Vol.3. Loss. New
analizar los resultados. En primer lugar, hubiera sido York: Basic Books.
relevante haber realizado un análisis de confiabilidad
entre-jueces en la codificación del apego (lo que no Bowlby, J. (1988). Una base segura. Aplicaciones clínicas de
una teoría del apego. Buenos Aires: Paidós.
pudo lograrse debido a la casi-inexistencia de codi-
ficadores confiables en Sudamérica). En segundo
Carlson, E. (1998). A prospective longitudinal study dis-
lugar, se pudo contar con información pre y peri-natal organization/disorientation. Child Development, 69,
más específica, que pudo haber arrojado mayores 1107-1128.
luces a la asociación significativa entre tipo de parto
y calidad del apego. Carlson, V., Cicchetti, D., Barnett, D., & Braunwald, K.
Sin embargo, la obtención de datos nacionales (1989). Disorganized/disoriented attachment relation-
de distribución en la formación de los tipos de apego
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206 Lecannelier F. , Kimelman M. , González L. , Nuñez C. , y Hoffmann M.
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REVISTA ARGENTINA
Vol. XVII 3 NOVIEMBRE 2008 DE CLINICA PSICOLOGICA
Evaluación de Patrones de Apego en Infantes Durante su Segundo Año en Dos Centros de Atención de Santiago de Chile 207
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