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ENSAYO “EL EMILIO”

La educación es efecto de la Naturaleza, de los hombres o de las cosas; de la naturaleza es el


desarrollo biológico interno, de los hombres es la utilidad que estos nos enseñan sobre el
mismo desarrollo y la educación de las cosas es lo que por experiencia propia conocemos
sobre la impresión de los objetos que percibimos. De las tres anteriores la única educación en la
que podemos intervenir de cierta manera es en la de los hombres.

La Naturaleza es tomada como un hábito al igual que la inclinación de los hombres, mientras
permanecen en un mismo estado, pueden conservar las costumbres y menos naturales son,
pero cuando varía la situación y se gasta la costumbre vuelve a ser natural, es un hábito puesto
que después de nacer tenemos la conciencia de nuestras sensaciones y deseamos evitar o
poseer los objetos que las producen según seas gustosas o desagradables para nosotros.

El verdadero estudio nuestro es el de la humana condición, es decir, aquel que sabemos


sobrellevar de los bienes y males de la vida, y he de aquí el lema que Rousseau (2008)
adjudico “No es aquel que más ha vivido el que más años cuenta sino el que más ha disfrutado
de la vida” (p. 18), debido a que nuestra sabiduría se vuelven preocupaciones y nuestros estilos
sugestiones e incomodidades. Todo hombre civil nace y lo encierran en una envoltura, cuando
muere lo encierran en un ataúd, y mientras vive le encadenan las instituciones.

En las manos del hombre todo se corrompe, la naturaleza e incluso el mismo hombre, quien
moldea a su gusto y preferencia degenerativa la propia vida y su educación. La educación
primera es la más importante y es la que compete a la madre de enseñar al niño, sean buenos
o malos los frutos que les han transmitido, de aquí que “el enfoque individual del niño se
modificó al de pareja, incluyendo forzosamente a la madre en la órbita simbólica dentro de la
que transcurren los primeros años del niño” (Estrada, 2006, p. 20).

El recién nacido necesita dilatar y moverse libremente, al momento de envolverlo lo privan de


esta libertad perjudicando la circulación de la sangre y los humores, alterando su crecimiento y
cuya afección primera es de dolor y tormento, toman a sus voces primeras como llantos
molestos, estilos provenientes de generaciones pasadas que se van transmitiendo, todo esto
pensando que es un bien lo que han hecho con el desarrollo evolutivo del niño, cuando por el
contrario solo crean un hijo despiadado.

Cuando un padre engendra y mantiene a sus hijos, no hacen más que el tercio de sus
funciones; debe a su especie hombres, a la sociedad hombres sociales y ciudadanos al estado,
casualmente la mayoría de ellos no cumple con estos criterios, y por el contrario paga a otras
personas para que desempeñen funciones que le corresponden, llorando amargas lágrimas
cuando su hijo ya esté formado de la peor manera y cuando ya no necesita más guía que a sí
propio.

El pobre no necesita educación; la de su estado es obligatoria y no puede tener otra, por el


contrario, la educación natural debe hacer al hombre apto para todas las condiciones humanas,
siendo menos racional educar a un rico para que sea humilde que a un pobre para tener
educación… Aquí es donde el Emilio cobra valor y donde Rousseau comienza su enseñanza
hacia él, tomando como primer principio que para obedecer al alma el cuerpo sea vigoroso,
encontrando que cuanto más fuerte es un cuerpo más obedece, pues un cuerpo débil a su vez
debilita el alma.

Para saber cuál es el régimen que más conviene a la vida y a la salud, basta con saber cuál es
el que siguen los pueblos que están más sanos, robustos y que viven más tiempo, estas
mismas características tendrá el Emilio, para fortalecer su salud y temperamento. Y es que
cuando la vida comienza también empiezan las necesidades de las personas una de ellas es el
tener una madre, que cumpla con dicho obligación y no aquella extraña que crie la
responsabilidad que solo a la madre responsable corresponde.

Comúnmente cuando se cría a un niño solo se atiende a lo físico, siendo desde que nace parte
de la naturaleza, pero es aquí donde también inicia la educación, desde antes de hablar y de
oír. Anticipando la experiencia a las lecciones y al momento de conocer a la madre ya tiene
mucho conocimiento adquirido y cuyas primeras sensaciones de los niños son pasivas y solo
distinguen en ellas las dos emociones básicas sobre las que se rigen las personas; el placer y el
dolor.

En cuanto el niño comienza a distinguir los objetos, se debe escoger bien los que se le
enseñen, a él todo lo nuevo le interesa pero tan débil se siente como para crear un miedo de
todo lo que conoce, es ahí la cuestión, se debe crear el hábito de conocer todo objeto horroroso
y después reírse de ello, pues no hay objetos horrorosos para el que los ve todos los días. Al
principio de la vida, el niño solo está atento a la imaginación y la memoria y todo lo que hace
impresión en sus sentidos.

Por otro lado la razón nos enseña a diferenciar lo bueno y lo malo a través de la conciencia, que
hace que amemos algo y aborrezcamos otras cosas, aunque es independiente de la razón no
se puede separar de ella. Y es que pese a que haya moralidad en nosotros hacen las acciones
de otro relacionado a nosotros no la hay en dichas acciones. Con la edad se cobran fuerzas
dentro de sí mismo y se ponen en equilibrio el cuerpo y el alma y es ahí que la naturaleza nos
pide solo movimientos necesarios para su conservación.

Hay que distinguir las diferencias entre los niños que hablan más rápido y los que tardan en
hablar: el niño que empieza a hablar solo debe escuchar las palabras que pueda entender y no
decir más de lo que pueda relacionar. Los niños a quienes se apresura a que hablen, no tienen
tiempo de aprender a pronunciar adecuadamente las palabras ni concebir el significado de ellas
y es aquí donde entra el problema, porque es grave que el niño tenga más voces que ideas y
que sepa decir más cosas de las que pueda pensar.

El siguiente periodo en la vida es donde se acaba la infancia, los niños empiezan a hablar
sustituyendo el llanto por las palabras, pues es en esta edad cuando los niños ya son capaces
de decir lo que sienten y donde se toman las primeras lecciones de ánimo forzoso y padecen
sin preocupaciones los dolores leves fortaleciendo su organismo y mente para posteriormente
poder tolerar los intensos dolores.

Es precisamente en el segundo grado cuando se comienza la vida individual del niño, en donde
se adquiere una conciencia de sí mismo, comienza a conocer el conocimiento y empieza a
desarrollar la capacidad para poder dirigir su vida, vive en busca de la felicidad y satisfacción
propia y es también durante el transcurso de esta etapa cuando el niño separa el sentimiento
doloroso del deseo y es aquí a su vez cuando la imaginación del niño cobra mayor valor
permitiendo marcar la medida de las cosas posibles de las que no lo son y aquello que es
bueno o malo.

Existe una separación entre los males morales que son aquellos que consisten en la opinión y
los males físicos, donde entra el delito y al cual los remedios existentes tanto puede ser el
tiempo como la muerte. Al hombre naturalmente solo le interesa conservarse mientras este en
sus manos el hacerlo posible, en el momento en que sus medios para hacer esto posible les
falte viene la resignación y con ella la muere y es de aquí que surgen la primera ley o ley de la
resignación y la ley de la razón.

Existen muchas fabulas cuyos propósitos son hacer que el niño reflexione sobre lo que es
bueno y malo en la vida, Rousseau (2008) sostenía que “un niño no entiende fabulas que le
hacen aprender porque la instrucción que de ellas queremos sacar nos precisa a introducir
ideas que él no alcanza” (p.108) pero lo que si entienden de ellas son las mentiras, la vanidad,
la inhumanidad y varios antivalores que si no se explican bien dichas fabulas pueden enseñar lo
contrario a su propósito destinado.

Dentro de la sociedad se pueden encontrar dos tipos de morales, una es la de las palabras que
se encuentra en el catecismo y la otra en acciones se encuentra en las fabulas del Sarmiento
para los niños. Se suponía que a los 12 años Emilio ya sabría qué cosa era un libro y que
supiera leer cuando fuera útil la lectura, es decir, leyera cosas adecuadas y que le sirvieran para
su aprendizaje. El alumno si no aprende del profesor lo aprenderá de otras personas y no de
una manera incorrecta.

Por lo regular en las educaciones actuales, el maestro es quien manda y cree que dirige al
alumno y en realidad quien dirige es el niño a través de chantajes para alcanzar lo que se le
antoja y hacerle pagar una hora de aplicación y enseñanza, dicho de otra manera a cada
momento es necesario entrar en un constante convenio con el niño a fin de cumplir sus
caprichos, permitiendo que el niño crea que siempre es el amo de todo. El capricho de los niños
nunca proviene de la naturaleza, sino de una mala disciplina que se utilizó.

El primer movimiento natural del hombre fue el medirse con todo lo que le rodeaba y
experimentar en cada objeto todas las cualidades sensibles que pueden tener relación con él,
siendo su primer estudio una especie de física experimental relativa a su propia conservación y
que se aparta de los estudios especulativos, pasando por un proceso que inicia a través de los
sentidos y cuya razón primera del hombre es sensitiva y sirve de base a la razón intelectual del
hombre.

La educación va surgiendo día con día, el alumno al principio solo tenía sensaciones y ya ahora
tiene ideas, antes solo sentía y ahora ya puede juzgar, el modo de cómo se van formando las
ideas es lo que caracteriza el entendimiento humano y este es un entendimiento muy sólido en
el cual puede ver las relaciones tales como son la realidad; en la sensación el juicio es pasivo y
este afirma lo que sentimos, y en la percepción o idea, el juicio activo este de termina relaciones
que no determina el sentido, así pues no es la naturaleza la que engaña al hombre sino el en sí
mismo puesto que cree que entre más sepa será mejor, por el contrario solo se engaña.

La fuente de nuestras pasiones y la única que nace con el hombre es el amor de sí mismo:
pasión primitiva e innata. Todos los hombres amamos lo que nos conserva, buscamos lo que
nos sirve, pero amamos lo que nos quiere servir, huimos lo que nos perjudica pero aborrecemos
lo que quiere hacernos mal. El niño al momento de nacer y antes de amar a las personas que
lo rodean primero se tiene que amar a sí mismo, para después poder brindar ese amor a su
familia.

La ingratitud sería más rara si fueran menos frecuentes los beneficios a usarla. Lo que nos hace
bien lo amamos; es un afecto tan natural, que no se alberga en el corazón humano, más si el
interés, pues si la ingratitud es una efecto natural y no destruye por culpa nuestra, su eficacia,
cuando empiece nuestro alumno a conocer lo que valen nuestros intereses, será agradecido,
con tal que lo que vimos no le pongan precio y en su corazón una autoridad que nada podrá
destruir.

La conciencia es la voz del alma, las pasiones son la del cuerpo, la conciencia es lo que hace al
hombre natural. Toda la moralidad de nuestras acciones consiste en el juicio que nosotros
mismos formamos de ellas. Si la bondad moral es conforme con nuestra naturaleza, no puede
el hombre tener sano y bien constituido el espíritu, sino en cuanto es bueno: si no lo es, y el
hombre es malo naturalmente, no puede dejar de serlo sin corromperse, y la bondad en él no es
más que un vicio contra la naturaleza.

Distinguir nuestras ideas adquiridas de nuestros efectos naturales, porque necesariamente


sentimos antes de conocer, y como no aprendemos a querer nuestro bien y evitar nuestro mal,
sino que la naturaleza nos infunde esta voluntad, del mismo modo, el amor de lo bueno y el
odio de lo malo son tan naturales en nosotros como el amor de nosotros mismos. Los actos de
la conciencia no son juicios, son efectos.

Llegado un instante de la Naturaleza; es necesario que llegue verdadero, pues el hombre tiene
un ciclo que cumplir, nace, crece, vive, muere y se reproduce, de esta manera el hombre sigue
conservando su especie y junto con ella una parte de la Naturaleza, que será corrompida por el
mismo hombre una vez halla educado a su hijo, quien perpetuara de la misma forma la
enseñanza del padre.

El pueblo no se aburre, su vida es activa; sus pasatiempos, sino son variados, son raros;
muchos días de fatiga le hacen que disfrute con delicia algunos de fiesta, y sirven de
condimento a los gustos de sus estado una alternativa de largos anhelos y cortos descansos, lo
contrario a una ciudad donde se cría la gente rica quienes su mayor golpe es el fastidio. De ahí
viene que en un pueblo conservan más la Naturaleza del hombre que en una ciudad, al estar
más avanzados, se creen más inteligentes y con ende son menos naturales.
Una mujer cuanto con más sencilla estuviera vestida más la elogiaría, pues la mujer es bella por
lo que es y debe lucir por si propia, por el contrario no aceptándose como son tratan de ocultar
sus defectos mediante la moda y las alhajas, de igual manera que con el roll que ocupa como
mujer no como esclava, en este aspecto es más natural una mujer de pueblo que una de
ciudad, muy fina pero con esa artificialidad que las caracteriza.

Niñas maestras o maestros, no necesitasen unos de otras, que aprendieran de su libertad lo


que tanta inclinación tienen a aprender y que no viésemos vagabundear por nuestras ciudades
tanto saltarín. El trato con semejantes gentes no sea más perjudicial para las niñas que útiles
sus lecciones, y que su estilo, sus ademanes no inspiren a sus alumnas. Toda cosa puede
servir de maestro a las niñas: su padre, su madre, su hermano, su hermana, sus amigos, su
espejo y más que todo su gusto. El primer puesto en el arte de agradar le ocupa el arte de
hablar, por él sólo pueden añadirse embelesos nuevos a aquellos con que acostumbra el hábito
de los sentidos.

Hablando de las diferencias entre el lenguaje de adquisición de un hombre con respecto al de


una mujer; las mujeres tienen flexible la lengua; hablan más pronto y con más facilidad y agrado
que los hombres. Debido a que tienen la boca y los ojos igual así como también por la
capacidad de razonar. El hombre presume de saber y la mujer dice lo que agrada; el para
hablar necesita conocimiento y la otra gusto, las niñas solo necesitan decir verdad sin aspereza
para agradarle a alguien. Procede la primera lección de la naturaleza y el arte no hace más que
seguirla y determina en que estilos se ha de manifestar esta forma.

Hablar la conciencia, lo que es bueno o malo para las niñas lo que les mandan es bueno, lo que
les prohíben malo y no deben saber más. Sin la opinión no les dará delicadeza de alma y sin el
sentimiento la opinión no las hará otra cosa que falsas y deshonestas y es que deben
obediencia y fidelidad a su marido, la ternura y solicitudes que debe a sus hijos, son tan
naturales y palpables consecuencias de su condición que sin mala fe no puede negar su
asentimiento al sentido interno que la guía debe merecer estimación de su esposo apruebe su
conducta.

De acuerdo a lo anterior Rousseau (2008) menciona que “Emilio es hombre, y Sofía mujer, en
esto se cifra toda su gloria. En la confusión de sexos que reina entre nosotros, Sofía es de
índole apacible; tiene buen natural y el corazón muy sensible, no es hermosa Sofía; mas junto a
ella se olvidan los hombres de las hermosas, cuando la ven dicen: “esa chica tiene honestidad y
modestia”. (p. 470)
No es la naturaleza la que manda que nos afanemos tanto para reprimir los deseos
inmoderados pero que tampoco es ella la que nos da tantos deseos de esa especie.

En los tratados de educación nos ponen un montón de inútiles palabras acerca de las
fantásticas obligaciones de los niños, y ni una palabra nos hablan de la parte más dificultosa y
más importante, la crisis que sirve de transito de la niñez al estado de hombre.

Emilio ama a Sofía, en ella ve la sensibilidad, la virtud, el amor de las cosas honestas, Si ama
este amor en su dama, pero como todos los afectos que son naturales en el corazón de su
amante, la estimación de los verdaderos bienes, la frugalidad, la sencillez, el desinterés
generoso, el menosprecio del fausto y las riquezas. Los nudos que demasiado se quieren
estrechar se rompen. Esto es lo que sucede con el del matrimonio, la felicidad que impone a
esposos es el más sacrosanto de todos los derechos; pero la potestad está de más. Mal se
avienen la violencia y el amor, pero se trata de la suerte de vuestra vida.

El mutuo deseo constituye el derecho, la naturaleza no conoce otro. La ley puede restringir ese
derecho, no, hijos míos, en el matrimonio está ligado los corazones, pero no están esclavizados
los cuerpos. Se deben fidelidad, mas no condescendía. Cada uno de ustedes puede pertenecer
al otro, pero ninguno debe pertenecerle si no en cuanto fuere su voluntad.
Jean Jacob Rousseau (1712-1778) público su obra “El Emilio o de la educación” en 1762 en la
cual su propósito era proponer varias maneras de formación del adolescente. A lo largo de este
trabajo se mencionan las diferentes formas de educar al niño en su desarrollo formativo,
tomando en cuenta desde que nace con esa naturaleza hasta que es corrompido por la
sociedad y las personas que están a cargo de su educación. Se mencionan según Rousseau
cuales son las tres clases de educación que tenemos, la experiencia en función a la educación.

Se menciona de qué manera influyen las costumbres en la naturaleza del hombre y como es
que este vuelve a adquirir su naturaleza, el proceso desde donde inicia la educación, que es a
partir de la familia y más en específico de la madre hacia el hijo y cómo influyen los padres en
su educación dependiendo de la forma de enseñanza que le den a los hijos, así como también
se menciona la educación desde dos aspectos socioculturales y económicos diferentes, el cómo
es la educación de las personas de pueblo, de las mujeres y como lo es en la ciudad.

Se habla del lenguaje y se toma muy en particular la manera de controlar al niño cuando nace a
través de sabanas envueltas en su cuerpo donde las madres lo ven como una forma de
protección y en realidad es una especie de atadura que lo priva de su libertad, y como es que
los padres reaccionan ante las formas de expresión de necesidades que los niños, se habla de
la manipulación de objetos, y los miedos que estos pueden llegar a provocar en el niño.

Se aborda un poco el tema de las emociones del niño, la conciencia, la ingratitud, las pasiones,
el roll que tiene la mujer como madre y como esposa, y el roll que tiene el hombre como padre y
como esposo, además de conocer la educación por parte de un profesor hacia su alumno, y su
proceso, el cuándo una acción es buena y cuando es mala, además del autoconocimiento de sí
mismo del niño y de sus acciones.

El Emilio es una obra que implico muchas transformaciones en el contexto socio histórico en
diferentes épocas de la vida, se tratan temas sobre la educación buena, como debe de ser,
quien la debe impartir, los hábitos del niño, se habla de la educación a nivel general, desde la
casa, hasta escuela, y los obstáculos que se presentan para que una buena educación no se
lleve a cabo, se presentan pequeños fragmentos de lo quien es el Emilio y se habla también
sobre Sofía.
En conclusión el Emilio es un libro que en lo personal me dejo aprendizaje, el hecho de tomar a
la educación desde diferentes ámbitos, no solo el escolar, sino partiendo precisamente desde el
inicio de vida de una persona, actualmente se puede ver la cantidad de profesores que imparten
clases dentro del aula y ni siquiera tienen un conocimiento apto para mostrar a los niños que
aparte son varios, un método bueno que en realidad les sirva como educación, y que lo ocupen
a lo largo de su vida.

El poder embonar cada eslabón de la estructura de la educación, y como los padres influyen en
el niño, datos curiosos el cómo afecta el hecho de tener una mamá de parto y otra de leche, o el
tener un padre que engendra muy distinto al que educa, al final todo esto está dentro del
proceso de la educación, y llegada la edad uno mismo tienen que seguir manteniendo,
mejorando o empeorando la educación que se nos impartió desde pequeños.

Todos nacemos con una Naturaleza pura, que se va corrompiendo con las costumbres que
tengamos, pero que si nos damos cuenta durante el proceso, podemos volver al hábito de
estudiar y recuperar tu naturaleza. La familia es la base y el soporte donde el niño se apoya
para poder desarrollarse tanto física como psicológicamente, tratando de no desequilibrarse en
ninguna de las dos partes.

No es lo mismo que te eduque papá a que te eduque mamá, hay una gran diferencia como
Rousseau (2008) menciona “Mil veces más perjudiciales son para los hijos la ambición, la
avaricia, la tiranía y la falaz previsión de los padres, que el cariño ciego de las madres” (p. 12)
puesto que una madre se equivocara pero cuando lo reconozca lo aceptara y siempre velara
por el bienestar de sus hijos, un papá y de acuerdo al roll que desempeña dentro de la
sociedad, es la persona que aporta dinero a casa, el que trabaja para llevar comida y ropa a la
esposa y los hijos, mientras la mamá debe de estar en casa, cuidando a los hijos
encargándose de la educación, cuestión que le toca tanto al papá como a la mamá.

Sin duda alguna el contraste de la educación que tiene un pueblo con la educación que tiene la
ciudad es grande, porque como se menciona es más fácil educar a un pobre como rico, que a
un rico como pobre, y es aquí en donde en mi punto de vista particular entra lo que es la
ingratitud, y los valores que cada lugar inculque a sus individuos.

Volver a la educación un hábito es complicado porque se confunde el propósito de esta en la


vida del niño, que al final es para su beneficio y el del grupo social en el que se desarrolla, es
un bienestar que involucra a los elementos antes mencionados, y que para estar en equilibrio la
educación en cada ámbito se requiere precisamente que se conserve la Naturaleza del hombre
como tal.

El Emilio o de la educación es una forma distinta de observar a la educación y el dar a conocer


que al hablar de educación no solo se emplea a nivel académico sino también a nivel familiar,
social, como ciudadanos, y esta relación entre el aprendizaje y el humano, el hombre, el
ciudadano y el hijo y estar conscientes de que debemos de equilibrar en todos los aspectos,
pues al final es para nuestro beneficio, nuestro futuro y nuestra felicidad o desdicha,
dependiendo aquí de las emociones que desarrollemos durante el proceso.
BIBLIOGRAFÍA

Rousseau, J.J. (2008). “Emilio o de la Educación”. México. Éxodo. Pp. 11-571

Estrada, L. (2006). “El ciclo vital de la familia”. Mexico D.F. Debolsillo. Pp. 20

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