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INTRODUCCION
con la realización del presente trabajo podemos inferir los principios y garantías
constitucionales del derecho procesal y del derecho internacional de los derechos
humanos donde destacamos el contenido normativo para su garantía y defensa que
tienen todas las personas, en virtud de su humanidad común, a vivir una vida de
libertad y dignidad. Otorgan a todas las personas la posibilidad de presentar
reivindicaciones morales que limiten la conducta de los agentes individuales y
colectivos y el diseño de los acuerdos sociales, y son universales, inalienables e
indivisibles. Los derechos humanos expresan nuestro profundo compromiso de que
se garantice que todas las personas puedan disfrutar de los bienes y libertades
necesarios para una vida digna.
El proceso jurisdiccional es el mecanismo idóneo para la resolución de los conflictos
de la población, pues presenta herramientas eficaces para proteger los intereses de
las partes y garantiza efectivamente el debido proceso. Es de especial relevancia
definir cuál es el significado o sentido de la protección al debido proceso para
fortalecer así el proceso jurisdiccional como instrumento que haga cumplir con las
exigencias de justicia material que el Estado Social de Derecho nos impone.
Mientras el Estado siga pensando que el fin de impartir justicia se alcanza con la
descongestión de los despachos judiciales, seguiremos alejándonos del ideal de un
Estado Social de Derecho, y el poder judicial seguirá perdiendo terreno; pues
además de dejar entrever que no es capaz de operar adecuadamente para cumplir
con su deber, los conflictos, como “materia prima” que le compete, le rehúyen por
cuenta de la proliferación y obligatoriedad de la utilización de los mecanismos
alternos para su resolución.
El proceso jurisdiccional no solo se justifica como producto o consecuencia de la
división de poderes sino como la herramienta universalmente aceptada por los
pueblos modernos para la solución de los conflictos intersubjetivos de intereses, por
esta razón es indispensable que esta finalidad sea atendida de una forma concreta
y ágil para que no pierda eficacia. El proceso jurisdiccional es el pilar fundamental
del ejercicio del poder judicial y debido a esto debe ser fortalecido y protegido,
proscribiendo todo intento de desestimar su uso mediante la creación de
equivalentes jurisdiccionales.
A continuación, se expondrán brevemente algunas de las garantías constitucionales
del proceso penal, haciendo un análisis jurisprudencial de cada una de ellas.
1.1 Los principios y Garantías Constitucionales del Derecho Procesal y del
Derecho Internacional de los derechos humanos.
Las garantías procesales son los modos de cumplir con los principios de seguridad
jurídica, de igualdad ante la ley, de equidad, para asegurar la garantía más general
del debido proceso, y evitar que el Estado en ejercicio de su poder punitivo avasalle
derechos fundamentales de sus habitantes. Estas garantías están
constitucionalmente protegidas en todos los países democráticos por la constitución
Nacional que es la norma de normas donde se pone a disposición de los habitantes
una serie de principios y garantías de seguridad normativa para sostener y defender
sus derechos frente a las autoridades, individuos o grupos sociales; mientras que
las garantías procesales como "las instituciones o procedimientos de seguridad
creados a favor de las personas, para que dispongan de los medios que hacen
efectivo el goce de sus derechos subjetivos".
El fundamento de la determinación legal previa de las garantías constitucionales es
evitar que el legislador por razones políticas o circunstanciales, modifique su
distribución y provoque intencionalmente que una determinada causa pase a manos
de otro juez menos favorable a los intereses de una de las partes.
Las garantías constitucionales tienen la función de servir como herramienta para la
defensa en juicio de las personas, permitiéndoles confiar en que las normas se
aplicarán con el respeto absoluto de los derechos procesales constitucionalizados.
En contexto las garantías del derecho procesal se adhieren necesariamente con
todas las demás ramas del derecho : que el proceso judicial sea sustanciado ante
un juez natural, competente, independiente e imparcial, garantizando al acusado su
derecho defensa; que se le notifique previamente al acusado los cargos en su
contra; que éste pueda designar y comunicarse privadamente con un abogado (o
sea nombrado de oficio por el Estado), que se le posibilite refutar la acusación,
ofrecer pruebas de descargo, controlar su producción, alegar sobre su mérito en
plena igualdad con el acusador e inclusive, optar por no declarar o hacerlo omitiendo
decir verdad, sin que esto último pueda ser tomado como una presunción en su
contra; que la sentencia de condena sea fundada en las constancias probatorias de
la causa (motivada) y recurrible ante una instancia superior y, por último, después
de terminado el juicio por absolución o condena, no sea reabierto uno nuevo por el
mismo hecho.
Por tal motivo y el sustento realizado podemos definir que las” garantías
constitucionales “son el conjunto de medios que la Constitución Nacional,
entendida como la cumbre de las Leyes que un estado establece, pone a disposición
de los habitantes a efectos de sostener y defender sus derechos frente a las
autoridades, y frente a otros individuos o grupos sociales. Son el mecanismo por el
que se limita y se pone un freno a la arbitrariedad y al carácter unilateral de las
acciones del Estado.
1.2 Las garantías constitucionales que podeos destacar para una mejor
comprensión del tema donde se establecen mecanismos de defensa para limitar la
acción del Estado frente a los ciudadanos que son de aplicación imperativa, por lo
que su inobservancia convierte el proceso penal en arbitrario y contrario a los
derechos fundamentales contenidos en la Constitución. Esas garantías figuran
además en el Pacto de San José, por lo que incumplirlas conlleva responsabilidad
del Estado ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Algunas
garantías son: ser oído con las debidas garantías y en un plazo razonable por un
juez competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley;
la presunción de inocencia; derecho de defensa, derecho a no ser obligado a
declarar contra sí mismo ni declararse culpable y derecho de recurrir el fallo ante
tribunal superior. Como también:
Por otra parte, artículo 24. El artículo 279 del Código Penal quedará así:
Art. 279 El que someta otra persona a tortura física o síquica, incurrirá en prisión
de cinco (5) a diez (10) años, siempre que el hecho no constituya
delito sancionado con pena mayor”.
3. PRINCIPIO DEL JUEZ NATURAL: todos los jueces tienen conforme a la ley
facultades para conocer y reconocer cierto tipo de asuntos, es decir, que no pueden
conocer todo tipo de asuntos, solo aquellos que la ley lo permita, por ello a una
persona solo puede ser juzgada ante un tribunal de un juez competente. Hacer parte
del debido proceso.
-Es una garantía para la rama Judicial en cuanto impide la violación a los principios
de independencia.
-La constitución contemporánea establece la obligación de que sea una ley anterior
que determine la jurisdicción.
Este principio Implica que se adelanten los procesos sin dilaciones injustificadas
de tal manera que el Estado garantice una justicia pronta y efectiva economizando
costos económicos y garantizar el menor desgaste del aparato judicial.
11. NO SER JUZGADO DOS VECES POR EL MISMO HECHO: ninguna persona
podrá ser juzgada dos veces por el mismo hecho partiendo del principio de que ya
fue juzgado ya que la decisión ya estuvo ejecutoriada y en firme, hizo tránsito a cosa
juzgada por lo tanto ya no es válido retomar este asunto.
Se tiene que tener presente que en Colombia nadie puede ser juzgado por
el mismo hecho dos veces, porque si esto pasase pondría entre dicho la seguridad
jurídica y afectaría una institución procesal llamada la COSA JUZGADA.
Cosa Juzgada Es una institución jurídico procesal que proviene del Derecho
romano y que desde ahí pretende garantizar la seguridad jurídica de no ser así
nunca podría haber certeza respecto de un derecho reconocido judicialmente.
Se da cosa juzgada cuando hay una sentencia en firme y no se puede modificar,
de igual manera para saber si hay cosa juzgada y pueda hacerla valer debe existir
la triple identidad:
La teoría general del proceso es la base del derecho procesal que estudia de
manera general el conjunto de normas jurídicas que regulan el proceso; se incluyen
instituciones, principios, conceptos de todos los procesos, (jurisdiccional,
competencia, acción, excepción, pruebas etc.)
Así mismo para la protección de los Derechos Humanos existe una serie de tratados
internacionales de derechos humanos y otros instrumentos adoptados desde 1945
han conferido una base jurídica a los derechos humanos inherentes y han
desarrollado el conjunto de derechos humanos internacionales. En el plano regional
se han adoptado otros instrumentos que reflejan las preocupaciones específicas en
materia de derechos humanos de la respectiva región, y en los que se establecen
determinados mecanismos de protección.
La mayoría de los Estados también ha adoptado constituciones y otras leyes que
protegen formalmente los derechos humanos fundamentales. Si bien los tratados
internacionales y el derecho consuetudinario forman la columna vertebral del
derecho internacional de derechos humanos, otros instrumentos, como
declaraciones, directrices y principios adoptados en el plano internacional
contribuyen a su comprensión, aplicación y desarrollo. El respeto por los derechos
humanos requiere el establecimiento del estado de derecho en el plano nacional e
internacional.
El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que
los Estados deben respetar. Al pasar a ser partes en los tratados internacionales,
los Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho
internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación
de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute
de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que
los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y
grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar
medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos.
A). Principio de la Buena Fe Al igual que todas las obligaciones de DIPG, las del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos deben cumplirse de buena fe, lo
que obliga a concluir que sus preceptos tienen mayor valor que los de las leyes
internas de los Estados. El artículo 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho
de los Tratados, dispone el principio de la buena fe, expresando que lo pactado
obliga ("Pacta sunt servanda"): “Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser
cumplido por ellas de buena fe”. Además, la Convención sobre los Derechos de los
Tratados agrega, respecto de la relación entre el derecho interno de un Estado y la
obligación de observancia de tratado, que “una parte no podrá invocar las
disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un
tratado” (artículo 27).
B). Principio de la Interpretación Pro Homine La norma general de interpretación
de los tratados consagrada en la Convención de Viena, conforme al principio de la
buena fe, es aquella conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los
términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin; su
preámbulo y sus anexos, la práctica de los Estados, los textos preliminares usados
en la discusión y redacción, todo lo cual es absolutamente válido respecto del DIDH.
No obstante, en este último hay una regla especial, que constituye una
interpretación sistemática inspirada en el principio del interés de la protección de la
persona, normalmente contraria al interés del Estado. Es el principio de
interpretación pro homine. Además, los tratados de DDHH deben interpretarse
progresivamente, es decir, atendiendo al desarrollo progresivo de estos derechos.
Así, por ejemplo, si se trata de interpretar un tratado antiguo, deberá también
considerarse lo que dispongan los más recientes que normalmente constituyen un
avance respecto del primero.
C).- Principio del Universalismo Se trata de un principio propio del DIDH, y
capítulo central del sistema político, jurídico y moral de la DUDH, pero, además de
la existencia misma de las Naciones Unidas. Dentro del tercer propósito de la ONU
la Carta incluye “el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión, agregando en el artículo 55 que la cooperación internacional
promoverá “el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o
religión, y la efectividad de tales derechos y libertades”. En mi concepto, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos es el principal texto de toda la
historia humana, único que representa a todos los miembros de la familia humana,
cualquiera sea su religión, nacionalidad o cultura.
D). Principio No Discriminación Uno de los conceptos claves que las Naciones
Unidas incorporaron en su Carta y luego en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, es el de la prohibición de la discriminación. La primera, en
realidad, utiliza las expresiones: “sin distinción” e “igualdad” en el goce de los DDHH.
No se trata de un principio con una gran historia previa, pero desde 1945 es principio
fundante del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, pero también del
DIPG. La exigencia de igualdad esencial de todos los seres humanos, así como la
prohibición de la distinción o la discriminación, y especialmente la discriminación
racial aparece en la DUDH 14 veces. Agréguense las discriminaciones por motivos
no raciales, como las que sufren las mujeres, niños, minorías sexuales, víctimas de
VIH/SIDA, discapacitados, migrantes, refugiados, solicitantes de refugio, y tantos
otros. Nuestro continente, en general, es un muestrario de etnias, religiones,
nacionalidades, migrantes, refugiados. La intolerancia, al igual que el racismo, nos
llegó con la conquista y se instaló hasta hoy. De allí su importance para nosotros.
En ese texto se declara que la labor de los funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley “constituye un servicio social de gran importancia y, en consecuencia, es
preciso mantener, y siempre que sea necesario mejorar las condiciones de trabajo
y la situación de estos funcionarios”, mientras que debe considerarse que la
amenaza a la vida y a la seguridad de estos funcionarios “es una amenaza a la
estabilidad de toda la sociedad”.
E).- Principio de la Democracia o de Sociedad Democrática La única referencia
a la democracia en la Declaración Universal de los Derechos Humanos está
contenida en el artículo 29.2 en el que se dispone que: “En el ejercicio de sus
derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a
las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento
y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas
exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad
democrática”. Si bien el primer párrafo del preámbulo de la Convención Americana
sobre DH sostiene que su objeto es reafirmar “su propósito de consolidar en este
Continente, dentro del cuadro de las instituciones democráticas, un régimen de
libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos
esenciales del hombre”, la verdad es que cada vez que se alude a una “sociedad
democrática” es para fijar un límite a las restricciones que los Estados pueden
establecer para el goce de los DH.
F). Principio de la Responsabilidad Estatal Desde luego en el derecho
internacional es evidente que los Estados son responsables por el incumplimiento
de las obligaciones asumidas, lo que se traduce en sanciones políticas (retiro de
Embajadores, ruptura de relaciones, sanciones económicas, etc.). La
responsabilidad del Estado puede emanar tanto de sus acciones como de sus
omisiones. Las sanciones pueden ser individuales y colectivas, y serán siempre
aplicadas por un Estado o varios Estados o una organización internacional formada
por Estados, los que pueden demandar reparaciones. El derecho internacional de
los derechos humanos agregan un hecho nuevo: la posibilidad que las personas
puedan denunciar al Estado, y será un órgano internacional el que a petición de un
individuo sancionará al Estado infractor, con sanciones políticas y eventualmente
recomendando medidas de reparación. Algo jamás imaginado hace 70 años. Las
únicas causas de una acción que provoque estos efectos es una violación de
derechos humanos, que incluso puede ser nimia, pues para estos efectos no se
exige gravedad.
G).- Principio de Responsabilidad Individual Desde luego, la responsabilidad del
Estado es siempre consecuencia de actos de personas humanas, ya sean jefes de
Estado, altas autoridades o subalternos, que por lo tanto deben responder frente al
derecho interno. Pero desde Nuremberg se estableció como un principio de derecho
internacional la responsabilidad individual por determinados crímenes de especial
gravedad11. Terminada la guerra fría se crearon los tribunales penales
internacionales para la antigua Yugoslavia, Ruanda y, finalmente, el Tribunal Penal
Permanente. La idea de un tribunal internacional ya estaba presente en el genio de
Rene Cassin, quien en su primer borrador de Declaración universal propuso la
existencia de una corte que juzgue la responsabilidad por los crímenes contra los
derechos humanos tanto de los Estados como de sus funcionarios. Su idea era un
tribunal que, como las Cortes europeas y americana juzgara a los Estados, pero
también a quienes actúan en su nombre.
H).- Principio de la Inderogabilidad El DIDH no es una construcción teórica
destinada a regir ignorando la realidad de los conflictos políticos o sociales. Especial
preocupación tiene el DIDH en cuanto a dejar sometido a las reglas del derecho –y
no de la arbitrariedad— las situaciones que respondan a criterios claramente fijados
que se pueden producir en una sociedad. De allí que se haya considerado en todas
las convenciones la posibilidad de alteraciones del orden público de especial
gravedad, que autorizan a suspender –no derogar— el ejercicio de algunos
derechos.
En estas situaciones se pueden suspender algunos derechos bajo los principios
de la inderogabilidad de los más esenciales; temporalidad; excepcionalidad;
gravedad; notificación formal interna e internacional; causas previstas por ley;
última ratio; no discriminación
Una petición solamente puede ser presentada después de que se hayan agotado
las vías legales nacional, y debe presentarse dentro de un plazo de 6 meses
después de la sentencia firme. Además, el tema de la petición o comunicación no
puede estar pendiente de juicio en otro procedimiento internacional de resolución
de conflictos.
Son derechos morales que cada persona en el mundo posee sencillamente en virtud del hecho
de ser un ser humano. Al reclamar nuestro derechos humanos, estamos haciendo un reclamo
moral, por lo general ante nuestro propio gobierno, tú no puedes hacer eso, porque sería una
violación de nuestra esfera moral y nuestra dignidad personal. Nadie, ninguna persona, ningún
gobierno, puede quitarnos nuestros derechos humanos.
Vienen del hecho de que no sólo somos seres físicos, sino también seres humanos morales y
espirituales. Los derechos humanos son necesarios para proteger y preservar la humanidad de
cada uno, a fin de garantizar que todas las personas puedan vivir una vida digna y una vida
digna de un ser humano.
Fundamentalmente, porque cada persona es un ser humano y, por tanto, un ser moral. La
mayoría de los individuos, si se demuestra que están violando la dignidad de la persona, se de
abstenerse. En general, la gente no quiere herir a otras personas. Sin embargo, además de las
sanciones morales de la propia conciencia y la de los demás, ahora existe legislación en la
mayoría de los países del mundo que obliga a los gobiernos a respetar los derechos humanos
fundamentales de los ciudadanos, incluso cuando pueden no estar dispuestos a hacerlo.
Absolutamente todas las personas. Los delincuentes, los jefes de estado, los niños, los
hombres, las mujeres, los africanos, los americanos, los europeos, los refugiados, los apátridas,
los desempleados, los empleados, los banqueros, los acusados de llevar a cabo actos de
terrorismo, los dedicados a obras de caridad, los maestros, los bailarines, los astronautas…
Absolutamente todos. Los delincuentes y los jefes de Estado también son humanos. El poder
de los derechos humanos reside en el hecho de que trata a todos como iguales en términos de
posesión de la dignidad humana. Algunas personas pueden haber violado los derechos de los
demás o pueden plantear una amenaza para la sociedad y por eso sus derechos se han limitado
de alguna manera con el objeto de proteger a los demás, pero sólo dentro de ciertos límites.
Estos límites vienen definidos por el mínimo necesario para una vida humana digna.
Pregunta: ¿Por qué algunos grupos requieren una especial defensa de sus derechos
humanos? ¿No significa esto que tienen más derechos que otros?
No, algunos grupos, como los gitanos en Europa o Dalits y las castas en la India, han sufrido
discriminación desde hace mucho tiempo en el seno de nuestras sociedades y es por ello que
necesitan medidas especiales que les permitan acceder a las normas generales en materia de
derechos humanos en igualdad de condiciones con los demás. Años de discriminación
institucional y de estereotipos, y de odio y de obstáculos, significan que sería una farsa limitarse
a anunciar en general derechos aplicables a ellos esperando que esto sea suficiente para
garantizar la igualdad.
Todos necesitamos hacerlo. Existe una legislación tanto a nivel nacional como internacional que
impone restricciones sobre lo que los gobiernos pueden hacer con sus ciudadanos, pero si no
se les recuerda que sus acciones están violando las normas internacionales, los gobiernos
pueden seguir con esta práctica. Como individuos, debemos no solo respetar los derechos de
los demás en nuestra vida cotidiana, sino también vigilar a nuestros gobiernos y a los demás.
Los sistemas de protección están allí para que todos nosotros podamos utilizarlos.
Intenta recordar que han sido violados, haz valer tus derechos. Haz que la otra persona sepa
que sabes que no tiene derecho a tratarte de esa manera. Identifica los artículos pertinentes de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros documentos internacionales. Si
existe una legislación en su propio país, apunta también a ella. Dáselo a conocer a los demás:
a la prensa, escribe a tu representante parlamentario y jefe de Estado, informa a las
organizaciones no gubernamentales que se dedican al activismo en favor de los derechos
humanos. Pídeles su opinión. Habla con un abogado, si tienes la oportunidad. Asegúrate de que
el Gobierno sepa que estas actuando. Que se den cuenta que no vas a renunciar. Muéstrales
el apoyo que puedes tener. En el análisis final, y si todo lo demás ha fallado, es posible que
desees recurrir a los tribunales.
Sí. Un derecho no tiene sentido sin la correspondiente responsabilidad o deber por parte de
alguien. Cada individuo tiene un deber moral de no violar su dignidad personal y su gobierno,
con la firma de acuerdos internacionales, tiene no solo el deber moral sino también una
obligación jurídica.
No hay ningún país en el mundo que tenga un historial limpio en derechos humanos, incluso en
la actualidad. Las violaciones de los derechos humanos pueden ser más frecuentes en unos
países que en otros o pueden afectar a una proporción mayor de la población, pero cada
violación es un problema que no debería haber sucedido, y que debe ser tenida en cuenta. Una
persona cuyos derechos son violados en una de las democracias establecidas es muy poco
probable que se consuele con el hecho de que, en general, su país tiene una “mejor” situación
de derechos humanos que otros países del mundo.
Pregunta: ¿Se han realizado algunos progresos para reducir las violaciones de los derechos
humanos?
Un gran avance, aunque a veces parezca una simple gota en el océano. Considera la abolición
de la esclavitud, el voto de la mujer, los países que han abolido la pena de muerte, la liberación
de los presos de conciencia como resultado de la presión internacional, la caída del régimen del
apartheid en Sudáfrica, los casos que han sido juzgados ante el Tribunal Europeo y las leyes
que se han tenido que cambiar como consecuencia de ello. Considera el hecho de que el cambio
gradual en la cultura internacional significa que incluso los regímenes más autoritarios tienen
ahora que tomar en consideración los derechos humanos con el fin de ser aceptados en el
escenario internacional. Ha habido muchos resultados positivos, sobre todo en los últimos 50
años, pero aún queda mucho por hacer.