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LAS TECNICAS PROYECTIVAS Y EL PROCESO DE

PSICODIAGNOSTICO (María Siquier de Ocampo y cols.)


Capitulo II
La entrevista inicial
Entrevista semirígida, es cuando el paciente tiene la libertad para
exponer sus problemas comenzando por donde prefiere e incluyendo lo
que desee. A diferencia de la entrevista totalmente libre, el entrevistador
interviene con el fin de:
a) Señalar algunos vectores cuando el entrevistado no sabe como
empezar o como continuar
b) Señalar situaciones de bloqueo o paralización por incremento de
la angustia para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la
entrevista
c) Inquirir acerca de aspectos de la conducta del entrevistado a los
que éste no se ha referido espontáneamente (lagunas,
contradicciones, ambigüedades, verbalizaciones “oscuras”)
Se recomienda comenzar con una técnica directiva en el primer
momento de la entrevista (presentación mututa y encuadre), luego
operar con la entrevista libre para que el paciente exprese el motivo de
su consulta, en el último momento de la primera entrevista forzosamente
usar la entrevista semidirigida para “rellenar” nuestras “lagunas”. Este
orden es una guía y el psicólogo debe aprender a utilizar en el momento
adecuado. Dos razones para recomendar esta técnica:
1. Debemos conocer exhaustivamente al paciente
2. La necesidad de extraer de la entrevista ciertos datos que nos
permitan formular hipótesis, planificar la batería de test e
interpretar con mayor precisión los datos de los test y la entrevista
final
La correlación entre lo que el paciente (y sus padres) muestran en la
entrevista inicial, los test y la entrevista devolutiva brinda un importante
material diagnóstico y pronóstico.
La entrevista clínica es “una” técnica, no “la” técnica. Es insustituible
mientras cumplan con ciertos objetivos del psicodiagnóstico, pero los
test proyectivos tienen ventajas que los hacen imprescindibles como:
a) Estandarización (mayor margen de seguridad)
b) Exploración de otros tipos de conducta que no permite la
entrevista clínica (por ej. La conducta gráfica) que pueden
visualizar aspectos patológicos ocultos del paciente.
Los test son instrumentos fundamentales para el psicólogo. Estos
presentan estímulos ambiguos pero definidos (láminas, preguntas, etc.).
operan con consignas que son verbalizaciones controladas y definidas
que transmiten al paciente el tipo de conducta que esperamos de el en
ese momento frente a ese estímulo. La mayoría de los test incluye un
interrogatorio, es una labor en la que colaboran ambos integrantes del
proceso. También la entrevista se incluye en este contexto, contiene las
mismas pautas dado que no incluimos la interpretación. Cuando
estamos frente a un bloqueo no es el único indicador para el diagnóstico
ya que podría traer consecuencias serias como un diagnostico pobre e
ignorancia de lo que encubre el bloqueo, obtenemos más información
efectuando señalamientos durante la entrevista clínica y aplicando test.
DIFERENCIA ENTRE E. CLÍNICA Y LA DEDICADA A LA
ADMINISTRACIÓN DE TEST.
La E. clínica brinda una pantalla más ambigua, nos muestra una
conducta diferente de la que nos muestra un test.
Los criterios generales para interpretar la E. inicial son los mismos para
los test:
1. El tipo de vínculo que el paciente establece con el psicólogo
2. La transferencia y contratransferencia
3. El vínculo que establece con otros en relaciones interpersonales
4. Ansiedades predominantes
5. Aspectos patológicos y adaptativos
6. El diagnóstico y pronóstico.
Para precisar toda esta información debemos precisar los objetivos de
la E. inical:
1. Ver la impresión del paciente en el primer contacto con nosotros
y ver si esta primera impresión se mantiene a lo largo de toda la
entrevista o cambia y en que sentido (lenguaje verbal y
paraverbal, vestimenta, gestos, manera peculiar de estar quieto o
moverse, etc.)
2. Atender a lo que verbaliza: que y cuando verbaliza y con que
ritmo, cotejarlo a la imagen de cuando solicito la consulta. Apreciar
las características del lenguaje (claridad o confusión con que se
expresa, preferencias por términos equívocos o imprecisos o
ambiguos, utilización del tono de voz). En cuanto al contenido de
lo verbalizado hay que tener en cuenta que aspectos de su vida
elige para comenzar a hablar, a cuales se refiere preferentemente,
cuales provocan bloqueos o ansiedad. Atender si el motivo
manifiesto de consulta se mantiene, anula, amplia, restringe
durante la entrevista
3. Establecer el grado de coherencia o discrepancia entre todo lo
verbalizado y todo lo que captamos a través de su lenguaje no
verbal,
4. Planificar la batería de los test en cuanto a; a) elementos a utilizar
(cantidad y calidad de los test elegidos), b) secuencia de
administración, y c) ritmo (número de entrevistas que ocupara la
administración de test).
5. Establecer un buen rapport para reducir bloqueos o paralizaciones
6. Captar la transferencia y ver que suscita en nosotros, detectar que
tipo de vínculo trata de establecer (si trata de seducirlo,
confundirlo, evitarlo)
7. Vinculo entre la pareja parental y el de ellos con el
psicólogo/psicópedagogo, vinculo con el paciente ausente.
8. Estimar la capacidad de los padres de elaboración de la situación
diagnostica actual y potencial.
La concurrencia de ambos padres es imprescindible, ya que el niño
emerge de un grupo familiar, cuando solo se cita a la madre pareciera
que la destacamos del grupo familiar. Con respecto a la resistencia
frente al manejo de la culpa, el entrevistar solo a la madre facilita la
admisión de toda la culpa por la enfermedad del hijo: la presencia de
ambos padres permite compartirla y disminuir. La inclusión de ambos
implica la observación in situ de cómo son, que roles desempeñan
cada uno de ellos respecto del otro, con el psicólogo o
psicópedagogo, que aporta cada uno, que aspectos del hijo
muestran respectivamente, como vivencian el psicodiagnostico y la
posibilidad de una psicoterapia, muchas veces uno desempeña un
rol de corrector de lo que dice el otro, si la actitud de uno es
desconfianza y envidia, el otro puede equilibrarla con signos de
mayor agradecimiento y confianza. La presencia de ambos evita el
peligro de aceptar al ausente como “chivo emisario”. 9) un objetivo
importante a investigar es el motivo de consulta. Hay un motivo de
consulta manifiesto y otro latente, el manifiesto es el síntoma que
preocupa al que solicita la consulta, hay algo que opera como señal
de alarma, a veces esta señal de alarma proviene de un tercero (ej.
Escuela), esto nos indica el grado de insight. Este síntoma manifiesto
es lo menos ansiógeno, lo mas fácil y conveniente para decir, el
psicologo/psicopedagogo puede elaborar hipótesis sobre el
verdadero motivo de consulta que lo denominamos motivo latente,
es importante cuando el paciente toma conciencia de este motivo
latente. Es importante dilucidar si el síntoma aludido resulta del
paciente traído a consulta o de otro miembro del grupo familiar.
Se trata de investigar si el paciente funciona como un tercero
excluido o incluido respecto de la iniciación del proceso
psicodiagnostico, suele suceder que los padres no le aclaran al
paciente porque lo llevan al psicólogo/psicópedagogo, (tercero
excluido). Si le aclaran el motivo (tercero incluido) hay que saber
hasta que punto los padres lo hacen participe de esta información,
hay casos en donde se le comunica el motivo real pero no aquello
que mas preocupa.
Los primeros tipos de ansiedad aparecen visualmente en la primera
entrevista cando los padres comienzan a relatar la historia del hijo,
los padres trasmiten la historia que pueden y quieren dar, es
importante registrar que dicen cada uno, como y cuando lo dicen, que
recuerdan y como lo hacen.
Es útil averiguar que fantasías, que concepciones de la vida, salud y
enfermedad tienen los padres, el conocimiento de estos esquemas
permiten conocer mejor el caso.
Otro elemento a tener en cuenta es la secuencia de aspectos del hijo
que los padres van mostrando, podemos registrar distintas
alternativas: uno muestro los aspectos sanos del hijo y el otro los mas
enfermos y este se mantiene a lo largo de la primera entrevista y de
todo el proceso. Los roles se intercambian y cuando uno de los dos
muestra algo sano el otro muestra un aspecto enfermo;
a) caso en que los padres comienzan por los aspectos mas
gratificantes incluyendo paulatinamente lo mas enfermo, en este
caso se trata de padres que se preparan y preparan al
psicólogo/psicópedagogo para recibir gradualmente lo mas
ansiógeno, pueden decirse que adoptan una actitud mas protectora
y menos devastadora hacia el hijo, esto conduce a diagnosticas la
visibilidad de una buena elaboración de la ansiedad y colaboración
con el psicólogo/psicópedagogo,
b) puede ocurrir que los padres muestren exclusivamente los positivo
del hijo, algunos necesitan que el psicólogo/psicópedagogo les
muestre que se da por sentado que algo anda mal y que hay que
encarar lo que falla y esto no implica validar lo que funciona bien,
c) en otros casos la secuencia es la inversa, aparece primero lo mas
enfermo y luego ocasionalmente incluyen lo adaptativo, lo
consideramos como un indicador del deseo de depositar en forma
rápida en el psicólogo/psicópedagogo lo más ansiógeno para
proseguir con mayor tranquilidad, estos padres difícilmente podrán
tolerar el insight de los aspectos mas enfermos del hijo,
d) también nos encontramos con padres que no encuentran aspectos
positivos y les sirve par ano asumir sus propios aspectos enfermos y
culpa por la enfermedad del hijo. Aquí también se dificulta la
devolución ya que no toleran la inclusión de aspectos sanos y
adaptativos por la culpa que le suscitaría,
e) se da el caso de padres con roles contrarios, uno aporta algo
positivo y el otro inmediatamente asocia algo negativo que invalida
lo anterior, hay veces en que estos roles son fijos y en otros son
variables, son padres que no toleran estar de acuerdo.
Otra dificultad se deriva de la similitud entre la patología del hijo y la
de uno de sus padres. Los datos sobre esta patología no suele
aparecer como motivo manifiesto.

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