El concepto de “calidad”, ha tomado especial importancia en el campo de
la educación superior desde la última década del siglo XX, tal como se aprecia en las Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI, como de la UNESCO, que en su Artículo 11, se ocupa de lo relacionado con la evaluación de la calidad a la enseñanza superior, resaltando que es un concepto pluridimensional que debería comprender todas las funciones y actividades de la universidad. (9 de octubre de 1998).
Es decir, que la calidad en la educación superior abarca: programas
académicos, investigación, edificios, instalaciones, dotación de equipos, mobiliario, personal docente y administrativo, estudiantes, políticas de admisión y promoción de estudiantes, servicios a la comunidad, relación e impacto en el contexto local, regional, nacional e internacional. Desde los planteamientos de la UNESCO, se requiere que la calidad de la educación superior esté caracterizada por la circulación de saberes universales, el intercambio de conocimientos, la creación de sistemas interactivos, la movilidad de profesores y estudiantes y los proyectos de investigación internacionales, aun cuando se tengan debidamente en cuenta los valores culturales y las situaciones nacionales.
Atendiendo a las exigencias de calidad, cada vez más difundida, en el
mundo globalizado, en la normatividad colombiana se han consagrado mecanismos de “inspección y vigilancia tendientes a velar por “la calidad la educación superior, mediante proceso de evaluación permanente, según lo establecido en el artículo 32 de la ley 30 de 1992. De ahí, que muchas de las definiciones referidas a calidad estén relacionadas con la evaluación, ya sea de: Procesos, estándares, criterios, requisitos, factores los cuales pueden variar según el contexto, las orientaciones y necesidades sociales en un momento determinado. Gabriel Misas Arango, nos invita a abordar el concepto de “Calidad” desde múltiples puntos de vista , dado que “La calidad es un concepto polisémico que no puede reducirse a una sola mirada y mucho menos a una reducida y simple batería de indicadores que no logran dar cuenta de la complejidad de funciones, actores y objetivos que coexisten en las instituciones de educación superior”(Misas: 2004 , 122). Desde esta perspectiva, en el mundo académico, la calidad está dada por las capacidades que tiene los estudiantes para transformarse en productores de conocimiento. Mientras que en las políticas educativas mundiales, la calidad de la educación superior está ligada a la capacidad que tienen las instituciones de preparar a los estudiantes, para que puedan adaptarse y contribuir al desarrollo económico, cultural y social mediante su incorporación al mercado laboral.
Esta definición vincula la calidad con lo que históricamente ha sido la
institución ,lo que en el momento histórico presente y en la sociedad concreta se reconoce de la institución, reflejado en el prestigio académico y social que presentan las universidades y que las ubican en un rango que las diferencia de otras, en cuanto a su producción intelectual, calidad académica de sus profesores, grupos de investigación clasificados en Colciencias, semilleros de investigación reconocidos, vinculación profesional se sus egresados, programas acreditados, costos, nivel socioeconómico, costos, convenios internacionales. En cuanto al concepto de calidad definido por los resultados de los alumnos, en las pruebas nacionales e internacionales, y en función de ellos se define un conjunto de requisitos y estándares predeterminados, relacionados con el éxito de sus egresados. Por ello los estudiantes asumen la calidad como la capacidad de desplegar todas sus potencialidades para desarrollarse como personas, a partir de los conocimientos construidos en su proceso de formación.
Por su parte, Rafael Flórez Ochoa, presenta una investigación adelantada
durante el año 2001, acerca de los factores que se asocian a una docencia de calidad en el mundo y en Colombia, en la que hace un análisis de los cambios socioeconómicos del siglo XX en el marco de un mundo globalizado, a los cuales no escapa el ejercicio académico de las universidades, en cuanto a “La ampliación de cupos decretada por el gobierno de López masificó las universidades, obligándolas prácticamente a vincular profesores de estratos sociales que no ejercerían desinteresadamente el oficio como académicos liberales sino como asalariados, condicionados por sus penurias económicas y sociales”(Flórez: 2004,13) Por ello, centra su interés en la calidad de la docencia y de la enseñanza en la educación superior, destacando a los profesores como un factor decisivo en la calidad, puesto que el éxito de los procesos académicos depende de:
Satisfacción con las condiciones laborales
Satisfacción con las condiciones de empoderamiento intelectual del profesorado sobre el campo universitario Satisfacción con el soporte técnico-científico de la institución a la producción académica de los profesores Producción académica declarada Factor compuesto. Constituye un factor explicativo que integra en su conjunto a los cuatro factores anteriores
Para asegurar el mejoramiento de la calidad, el Estado colombiano conformó
en 2003 el Sistema de Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior, alrededor del cual se adelantan algunos proyectos como los siguientes: definición de las condiciones mínimas de calidad que deben cumplir todos los programas de educación superior; acreditación voluntaria de alta calidad de programas e instituciones, y aplicación obligatoria de los exámenes de calidad de la educación superior ECAES (Hoy Examen Saber Pro). Adicionalmente, el diseño y montaje del Observatorio Laboral, financiado con un crédito del Banco Mundial, y cuya finalidad es hacer seguimiento a los egresados de las instituciones de educación superior. Este Observatorio debe facilitar a las instituciones reorientar sus programas, y a los estudiantes brindarle la oportunidad seleccionar adecuadamente sus preferencias educativas.
Los otros proyectos tendientes a mejorar la calidad están referidos a la
internacionalización de la educación superior, intercambio de conocimientos, creación de sistemas interactivos, facilidades para aumentar la movilidad internacional de profesores y estudiantes, financiación de estudios de doctorado e impulso a proyectos de investigación internacionales.
La calidad de la educación superior es la razón de ser del Sistema Nacional de
Acreditación. Reconocerla, velar por su incremento y fomentar su desarrollo otorga sentido a la acción del Consejo Nacional de Acreditación. La calidad, así entendida, supone el esfuerzo continuo de las instituciones para cumplir en forma responsable con las exigencias propias de cada una de sus funciones. Estas funciones que, en última instancia pueden reducirse a docencia, investigación, proyección social e internacionalización reciben diferentes énfasis en una institución u otra, dando lugar a distintos estilos de institución.
Las condiciones de calidad están determinadas por el discurso oficial,
contemplado en diversas normas entre ellas el decreto 1295 de abril 20 de 2010. El cual establece las condiciones mínimas de calidad, que deben cumplir las instituciones de educación superior para obtener el registro calificado, Las condiciones mínimas de calidad son 15 y en ellas se prevén aspectos que van desde el carácter institucional, la infraestructura y el funcionamiento hasta su proyección e impacto social, cultura investigativa y pertinencia en un contexto globalizado. Es decir, tienen en cuenta a la institución, al estudiante, al docente y al profesional. En síntesis, el concepto calidad atraviesa todo el sistema de educación superior, y amerita una reflexión profunda, puesto que marca un derrotero para la mejora continua en la gestión administrativa de las instituciones, en busca de la excelencia académica. Para ello se requiere que las instituciones de educación superior se sometan a un proceso de renovación y modernización de su estructura y funcionamiento, para que sea más efectiva y asuman con firmeza su compromiso con la calidad, procurando ser más flexible y permeable a los cambios y a la aplicación de las técnicas modernas de gestión. Así mismo deberá incorporar a su gestión los procesos de planeación, evaluación y control de desempeño y resultados; lo que conlleva a que las instituciones de Educación Superior, se apropien e involucren los conceptos de mejoramiento continuo y productividad en todos sus procesos. Además Se hace indispensable que los programas académicos y proyectos se constituyan en la herramienta que articule la planeación con la inversión y sirva para la asignación eficiente de los recursos presupuestales; de igual forma deberá consolidarse el sistema de control interno – MECI para las instituciones públicas, modelo que busca garantizar que se cumpla los objetivos para lo cual fueron creadas las instituciones- racionalizar los procedimientos y simplificar los trámites.
Es de destacar que los modelos de gestión que se vienen aplicando en
Colombia, están basados en modelos exitosos en otros países y tal vez sea este contexto, el que no permite que los modelos sean funcionales del todo, por que no han sido concebidos desde nuestras realidades y muchas veces la interpretación de un grupo de individuos, no permite que se interioricen los cambios necesarios para adaptarnos a una educación con calidad, muchas veces solo interesa alcanzar los indicadores exigidos, para conseguir un reconocimiento, pero los métodos y metodologías aplicados desconocen en algunos casos a los individuos que participan en ese cambio.
BIBLIOGRAFIA
FLÓREZ Ochoa, Rafael. (2002) Factores Asociados a la Calidad de la Docencia
Universitaria. Bogotá, ICFES 141 p
MISAS Arango, Gabriel. (2004)La Educación Superior en Colombia: Análisis y
estrategias para su desarrollo. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia 297p.
UNESCO (1998) DECLARACION MUNDIAL SOBRE LA EDUCACION
SUPERIOR. Conferencia mundial sobre la educación superior. La educación superior en el siglo XXI: Visión y acción. La Habana, 9 de octubre de 1998
VILORIA de la Hoz, Joaquín. (2006) Educación superior en el caribe
colombiano: análisis de cobertura y calidad. Cartagena. Banco de la Republica 24p