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Semiogénesis o fisiopatología Todas las alteraciones de este tórax se deben a las marcadas
atrofias musculares torácicas. Semiografía Diámetros. Anteroposterior: reducido; vertical;
aumentado.
Huesos. Clavículas: salientes (en asta de toro). Costillas: visibles y oblicuas. Esternón: nada de
importancia. Columna: nada de importancia. Escápulas: aladas.
Partes blandas. Fosas claviculares: sin importancia. Espacios intercostales: sin importancia.
Ángulo epigástrico: sin importancia. Semiodiagnóstico 1. Raquitismo. 2. Obstáculo en las vías
aéreas inferiores en el niño. 3. Tos ferina.
Abovedamientos Pueden ser producidos por: 1. Enfisema parcial sobre todo supraclavicular o
infraclavicular. 2. Tumores pulmonares. 3. Pleuresías enquistadas. 4. Tumores pleurales. 5.
Empiema de necesidad.
Depresiones o retracciones Las causas más frecuentes son: 1. Sínfisis pleurales limitadas,
consecutivas a pleuresías de etiología variada. 2. Fibrosis pleurales sobre todo tuberculosa, en
donde se acentúa la retracción por atrofia de los músculos de la pared torácica. 3. Tumores
pulmonares que provocan atelectasia parcial.
Tipo respiratorio Las alteraciones del tipo respiratorio pueden ser por: exageración e
inversión.
Frecuencia Las alteraciones ya han sido estudiadas en los capítulos anteriores, pueden ser por:
1. Aumento o polipnea. 2. Disminución o bradipnea.
PALPACIÓN DEL TÓRAX Esta exploración complementa los datos obtenidos por la inspección,
añadiendo detalles tales como alteraciones de la sensibilidad y elasticidad torácicas y de la
intensidad de las vibraciones vocales o frémito
ESTADO DE LA PIEL Y DE LAS PARTES BLANDAS A LA PALPACIÓN Piel: En ella observaremos las
siguientes alteraciones: desaparición de la cianosis por compresión, lo cual no ocurre en las
demás coloraciones; descamación de la pitiriasis; presencia de cicatrices, fístulas, erupciones.
Partes blandas: 1. Exploración del tejido celular subcutáneo y músculos donde comprobaremos
el mioedema o contracción idiomuscular en casos patológicos. 2. Adelgazamiento, que puede
aparecer en afecciones crónicas del pulmón, sobre todo tuberculosis. 3. Circulación colateral;
en ella podremos estudiar por palpación el vaciamiento y la repleción y así conocer el sentido
de la corriente sanguínea. 4. Edema; sobre todo permite apreciar el cazo o godet. 5. Enfisema
subcutáneo; la palpación permite evidenciar la crepitación característica.
SENSIBILIDAD TORÁCICA Es importante porque nos permite estudiar por palpación el dolor
provocado, y comprobar el dolor espontáneo, precisando sus características.
ELASTICIDAD TORÁCICA Semiogénesis o fisiopatología Patológicamente, la elasticidad puede
estar: aumentada o disminuida. Aumentada Poco importante, aparece raramente en el
raquitismo y la osteomalacia. Disminuida Se debe a alteraciones en la flexibilidad de la caja
torácica o a variaciones físicas del contenido de esta. La disminución puede ser: Bilateral.
Como se ve en el enfisema, donde hay disminución de la elasticidad pulmonar y de la
osificación cartilaginosa. Unilateral. Como aparece en pleuresías, tumores o grandes
condensaciones.
Vibraciones vocales aumentadas Las vibraciones vocales aumentan su intensidad por tres
causas: 1. Hiperventilación pulmonar. La suplencia funcional aparece en las regiones sanas del
pulmón. Así, por ejemplo, la encontramos a nivel de la región infraclavicular acompañando al
aumento de intensidad del sonido percutorio o escodismo y a la respiración pueril de los
derrames pleurales de mediano calibre. A veces las vibraciones vocales se propagan a regiones
en que deben faltar, como ocurre sobre la superficie de un derrame pleural o de un
neumotórax, llamándoseles entonces vibraciones vocales de retorno o indirectas. Otras veces
están aumentadas en todo un hemitórax cuando este suple la función del hemitórax opuesto.
2. Condensaciones pulmonares. En este caso, para que la vibración vocal se intensifique es
necesario que la lesión sea superficial, de volumen suficiente y que el bronquio se encuentre
permeable. Aparecen en: neumonía inflamatoria, bronconeumonía pseudolobular, infiltración
tuberculosa y con tumores sólidos del pulmón, siempre y cuando no se obstruya el bronquio.
El factor fundamental que determina aumento de intensidad de las vibraciones vocales en las
condensaciones es la existencia de un medio homogéneo y un bronquio permeable. 3.
Cavernas pulmonares. Para que las cavernas determinen aumento de las vibraciones vocales
deben tener buen tamaño (4 cm de diámetro), ser superficiales y con bronquio permeable.
ROCE PLEURAL Concepto y semiogénesis Se debe al roce de las hojas pleurales inflamadas, las
que al deslizarse normalmente con los movimientos respiratorios no producen ninguna
sensación palpatoria, pero en este caso, al estar inflamadas dan lugar a una vibración palpable
acompañada de ruido. Semiografía El roce pleural se oye y palpa en regiones infraescapular e
infraaxilar en ambos tiempos de la respiración, semejando la vibración de la crepitación de la
nieve o de la flexión del cuero nuevo.
Hipersonoridad Se debe al aumento del contenido aéreo del pulmón con disminución de la
densidad, o bien a que la percusión hace vibrar el aire en cavidades pleuropulmonares
(cavernas y neumotórax). La gran tensión del aire transforma la hipersonoridad en
hiposonoridad. La hipersonoridad puede ser de dos tipos: 1. Hiperresonancia. 2. Timpanismo
1. Hiperresonancia. Se produce por dos causas, que son: a) Suplencia. El ejemplo típico lo
encontramos en los derrames pleurales de mediano calibre, en los que se hace
hiperresonante la región infraclavicular (signo descrito por Skoda). b) Enfisema. En
este se concibe hiperresonante todo el tórax, sobre todo la región infraclavicular, y
hace desaparecer la matidez cardiaca por presencia de lengüetas pulmonares
enfisematosas.
existen tres requisitos o leyes, según Ameuille, para que las afecciones pulmonares tengan
traducción estetoacústicas y por ende, permitan un diagnóstico auscultatorio. Ellas son las
siguientes: 1. Ley del volumen mínimo: que las lesiones tengan un volumen suficiente.
2. Ley de la profundidad mínima: que las lesiones sean lo suficientemente superficiales. 3. Ley
de la trasmisión: que las lesiones se encuentren en una región explorable.
Modificaciones patológicas del tono Estas se unen a las del timbre e intensidad caracterizando
la respiración broncovesicular. Existen dos alteraciones del tono que son: Respiración baja o
grave (muy rara). Respiración alta o aguda. En ella el tono se eleva sobre todo en la espiración,
transformánd ose en respiración soplante.
Este puede aparecer interrumpido por pausas regularmente espaciadas dando origen a la
llamada respiración entrecortada de Raciborski. Aparece en forma: Generalizada: sin
importancia, ya que es propia de individuos nerviosos o con temblores. Localizada: en este
caso tiene distintos orígenes: Origen pulmonar, dificultad de expansión inspiratoria de una
zona pulmonar debido a adherencias pleurales como ocurre en la tuberculosis. Origen pleural,
debido a adherencias pleurales que impiden la expansión pulmonar (esta es la causa más
frecuente e importante). Origen bronquial, obliteración parcial de un grupo de bronquiolos por
secreciones y por tanto, desaparece con la tos.
SOPLOS PULMONARES Concepto y semiogénesis Los soplos pulmonares no son más que el
soplo glótico trasmitido por un proceso patológico más allá del territorio torácico donde
normalmente debe oírse y que sufre, por lo tanto, las modificaciones de la lesión que lo causa.
Se originan por el pasaje del aire a través de un conducto o apertura. El soplo glótico se altera
en la forma siguiente: – Si sufre pequeñas modificaciones, constituye el soplo tubario. – Si
adquiere timbre hueco en el interior de una cavidad que actúa como cámara de resonancia, se
denomina soplo cavitario. – Si adquiere timbre musical o metálico en el interior de una gran
cavidad aereada o de un neumotórax, recibe el nombre de soplo anfórico.
Soplo pleural Es una variante del soplo tubario que aparece cuando existe una condensación
atelectásica del pulmón por un derrame pleural. Semiografía. Suave, velado, lejano,
espiratorio, agudo como al pronunciar las letras E, I. Semiodiagnóstico. Aparece en: 1. Límite
superior de derrames medianos. 2. Toda la extensión de los derrames en láminas. No se
observa en pequeños ni en grandes derrames
Soplo cavernoso (fig. 34.7) Sinonimia. Soplo cavitario. Semiogénesis o fisiopatología. Soplo
tubario que modifica su timbre y tono en presencia de una cavidad superficial de paredes lisas
de 4 cm de diámetro y con bronquio permeable. Las condensaciones pericavitarias favorecen
la aparición del soplo. Semiodiagnóstico. Aparece en: 1. Cavernas tuberculosas. 2. Abscesos
pulmonares (vacíos). 3. Bronquiectasias
Soplo anfórico (fig. 34.8) Semiogénesis o fisiopatología. Es un soplo tubario modificado por una
cavidad pulmonar superficial de más de 6 cm de diámetro, de paredes lisas y tensas, vacías y
con bronquio permeable. O bien, modificado por la cavidad de un neumotórax a tensión
cuando este se comunica con un bronquio. Semiografía. Tiene las características siguientes: 1.
Intensidad: débil, aunque más fuerte en inspiración. 2. Tono: grave. 3. Timbre: metálico. Se
imita soplando por el cuello de un garrafón o ánfora; a veces se oye haciendo toser al enfermo.
Semiodiagnóstico. Suele aparecer en: 1. Grandes cavernas, sobre todo tuberculosas. 2.
Neumotórax: parcial o total, donde aparece al aumentar la presión pleural o cuando existe
fístula pleuropulmonar.
Los ruidos intrapulmonares se producen generalmente por el paso del aire sobre las
secreciones del árbol bronquial; pueden ser: 1. Estertores húmedos: crepitantes o
subcrepitantes. 2. Estertores secos: roncos y sibilantes.
Ruidos adventicios extrapulmonares Roces o frotes pleurales. Dos tipos específicos pueden
presentarse: II. Roces grandes y secos. II. Roces discretos y húmedos.
Roces grandes y secos Semiografía 1. Son ruidos intensos que semejan: a) Frote de correa
nueva. b) Ruido del pergamino u hoja de papel de seda que se estruja entre los dedos. c) Ruido
del hielo picado que se comprime con las manos. Se perciben irregularmente espaciados como
al deslizar los dedos sobre el dorso de las articulaciones metacarpofalángicas, con la palma de
la mano sobre el pabellón de la oreja.
Se observa en: 1. Pleuritis seca. Casi siempre de etiología tuberculosa. En ella a veces los roces
son muy discretos y llevan el nombre de rugosidades pleurales. 2. Pleuresías con derrame. En
estos casos siempre pueden detectarse fácilmente los roces pleurales en la fase previa a la
aparición del líquido.
Ruidos adventicios intrapulmonares Estertores. “Todo ruido contra natura” que produce el
paso del aire durante la respiración, al atravesar líquidos que se hallen en el interior de la luz
de los bronquios, o bien cuando este aire pasa por un conducto estrechado, será un estertor.
Existen dos tipos de estertores: II. Estertores secos, vibrantes o sonoros: a) Roncos
(ronquidos). b) Sibilantes. II. Estertores húmedos, mucosos o burbujosos: a) Crepitantes. b)
Subcrepitantes. c) Cavernosos. Estertores secos, vibrantes o sonoros A. Estertores roncos
(ronquidos). Primera variedad de los estertores secos; están constituidos por ruidos
adventicios de tono grave de gran intensidad, que se perciben por el propio paciente y a
distancia. Semiogénesis o fisiopatología (fig. 34.10) Los estertores roncos son provocados por
el paso del aire a través de los estrechamientos de la luz de los bronquios de mediano y grueso
calibres por: a) Tumefacción inflamatoria de la mucosa. b) Secreciones viscosas y adherentes.
c) Compresiones bronquiales extrínsecas. d) Obstrucción bronquial intrínseca.
Semiografía 1. Ruido continuo de tonalidad aguda que recuerda: a) El silbido del aire al pasar
violentamente por la hendidura de una puerta. b) El canto de algunos pájaros. 2. Se oyen en
toda la superficie del tórax y su intensidad permite a veces oírlos a distancia, por el propio
enfermo y quienes lo rodean. 3. Son movibles y cambiantes, aunque menos que los roncos. 4.
Aparecen en los dos tiempos de la respiración, sobre todo en la espiración. 5. A veces se
pueden palpar frémitos bronquiales. 6. No se modifican por la presión, pero sí por la tos, la
respiración y a veces desaparecen con la expectoración. 7. Su diagnóstico se impone
generalmente, ya que es muy difícil confundirlos con otros ruidos.
Estos estertores aparecen comúnmente en: 1. El asma. Por espasmo de los músculos de
Reisseisen al que acompañan el edema de la mucosa y las secreciones viscosas y adherentes.
2. Las bronquitis agudas. En el período de crudeza cuando alcanzan a los bronquios finos. 3.
Las formas secas de bronquitis crónicas. 4. Las compresiones u obstrucciones de bronquios
finos
Estertores sibilantes (ver fig. 34.10). Semiogénesis o fisiopatología Son provocados por el
estrechamiento de la luz bronquial en los bronquios finos, a causa de secreciones viscosas o
adherentes. También, por espasmo de los músculos de Reisseisen y edema en los bronquios
finos como sucede en el asma al comienzo de la crisis.
Semiografía 1. Ruido continuo de tonalidad aguda que recuerda: a) El silbido del aire al pasar
violentamente por la hendidura de una puerta. b) El canto de algunos pájaros. 2. Se oyen en
toda la superficie del tórax y su intensidad permite a veces oírlos a distancia, por el propio
enfermo y quienes lo rodean. 3. Son movibles y cambiantes, aunque menos que los roncos. 4.
Aparecen en los dos tiempos de la respiración, sobre todo en la espiración. 5. A veces se
pueden palpar frémitos bronquiales. 6. No se modifican por la presión, pero sí por la tos, la
respiración y a veces desaparecen con la expectoración. 7. Su diagnóstico se impone
generalmente, ya que es muy difícil confundirlos con otros ruidos. Semiodiagnóstico Estos
estertores aparecen comúnmente en: 1. El asma. Por espasmo de los músculos de Reisseisen al
que acompañan el edema de la mucosa y las secreciones viscosas y adherentes. 2. Las
bronquitis agudas. En el período de crudeza cuando alcanzan a los bronquios finos. 3. Las
formas secas de bronquitis crónicas. 4. Las compresiones u obstrucciones de bronquios finos.
Semiografía Primera variedad de los estertores húmedos; tienen características propias (fig.
34.11): 1. Son ruidos breves, pequeños y finos, iguales entre sí en intensidad y duración,
regularmente espaciados. Se comparan con el ruido de la sal que crepita a un calor suave en
una vasija de hierro, con el ruido que produce una vejiga seca al insuflarse, con el ruido que se
obtiene al apretar con los dedos tejido pulmonar sano y repleto de aire. Se imitan frotando
cabellos cerca del oído. Parecen proyectarse en el oído como estallidos de pequeños cohetes.
Dan la sensación de una gran sequedad, pero a veces parecen húmedos y menos regulares
como ocurre en el edema agudo pulmonar. 2. Se perciben en el sitio en que aparece la lesión y
aunque desaparezcan por algún tiempo siempre reaparecen en el mismo lugar, lo que le da
valor diagnóstico. 3. Es importante el momento de la respiración en que aparecen. Se oyen
solo en la inspiración, a veces únicamente en la segunda mitad o último tercio de esta. 4. No
dan sensaciones palpatorias. 5. No sufren modificaciones por la presión, la respiración, la tos y
la expectoración; desaparecen por breves momentos; reaparecen en el mismo punto. 6. El
diagnóstico hay que establecerlo frente a: a) Los estertores subcrepitantes finos. Estos se
diferencian por ser burbujas más gruesas, irregulares, más movibles, modificables por la
respiración, la tos y la expectoración y audibles en los dos tiempos de la respiración. b) Los
roces-estertores. Son más difíciles de diferenciar, pero se oyen al final de la inspiración y
principio de la espiración.
B. Estertores subcrepitantes