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1. NUTRICION Y EMBARAZO
ANEXO:
- Bibliografía
- Examen
Edad gestacional: este dato será calculado por el obstetra a partir de la F.U.M.
(fecha de la última menstruación), por ecografía, o bien a partir de la altura
uterina. Se expresa en semanas.
Una vez estimado el IMC (usando la fórmula indicada), el valor se ubica en el eje vertical y
se une con la edad gestacional para determinar el estado nutricional de la mujer.
Si durante las sucesivas visitas se observara un cruce hacia arriba o debajo de los límites
(o líneas) se sugerirán intervenciones oportunas incluyendo educación alimentaria para
asegurar una ganancia de peso dentro de los parámetros normales.
Si una mujer inicia el embarazo con sobrepeso (sector por encima del área sombreada),
la ganancia total esperable es de entre 5 y 9 kilogramos, que representa la ganancia para
el feto, la placenta y los anexos. Esto hará que en las sucesivas visitas prenatales la curva
en la gráfica se acerque progresivamente al área sombreada (normal).
Sin embargo, dado que no es aconsejable el descenso de peso (ya que el mismo podría
poner en riesgo al feto), esta aproximación a la normal se realizará en forma lenta y
progresiva sin registrarse pérdidas de peso.
En el caso de una mujer que inicia su embarazo con bajo peso, no hay límite superior
para la ganancia de peso, por lo cual es de esperar que en forma progresiva se acerque
al área normal e idealmente termine su embarazo dentro de la misma.
Para las mujeres cuyo IMC inicia dentro de la normalidad, es necesario que durante todo
el transcurso del embarazo las mediciones se sigan registrando dentro de la normalidad.
Suplementación con Fe y
Ac.Fólico
Como se mencionó previamente, durante el embarazo la mujer no debe perder peso, por
lo cual nunca debe recibir una dieta hipocalórica ya que los cuerpos cetónicos producidos
pueden dañar la salud del feto.
En caso de recibir una consulta preconcepcional de una mujer con sobrepeso u obesidad
sería recomendable que antes de quedar embarazada se le indique una alimentación con
restricción calórica con asesoramiento profesional adecuado. Durante el curso del
embarazo sólo se brindarán pautas alimentarias orientadas a evitar una ganancia excesiva
de peso.
En caso que la mujer esté ganando menos peso de lo esperable y, hasta tanto sea
evaluada por el servicio especializado usted puede recomendar:
En caso que la mujer esté ganando peso en exceso usted puede recomendarle lo
siguiente hasta tanto sea evaluada por el servicio especializado:
Condimentar los vegetales con una pequeña cucharada de aceite vegetal con
vinagre y especias;
Evitar golosinas, galletitas, facturas, tortas y otros alimentos muy ricos en azúcares
y grasas.
La alimentación de la mujer embarazada debe ser evaluada para poder anticipar posibles
deficiencias en la ingesta de nutrientes. Cada vez que se observen carencias en la
alimentación de la mujer embarazada es importante establecer si las mismas son
consecuencia de inadecuados hábitos alimentarios exclusivamente, o de dificultades en el
acceso a los alimentos.
Dado que no todos los alimentos aportan todos los nutrientes necesarios, es
recomendable que evalúe la variedad de la alimentación de las mujeres que u
atiende.
Cereales y derivados
Frutas y vegetales
Carnes y huevos
Agua potable
Es importante que se consuma por lo menos un alimento de cada grupo cada día
(en las cantidades adecuadas) para que la alimentación sea completa y que se
alternen los alimentos dentro de cada grupo para que la alimentación sea variada.
1. Cereales: arroz, avena, cebada, maíz, trigo, y sus derivados como harinas,
féculas y productos elaborados con las mismas (fideos, panes, galletas,
etc.). Este grupo también incluye las legumbres: arvejas secas, garbanzos,
lentejas, porotos, etc. Es recomendable la incorporación de cereales
integrales a la alimentación ya que estos aportan mayor cantidad de
nutrientes como así también una importante proporción de fibra.
3. Leche, yogur y queso: si bien podría pensarse en este grupo como “lácteos
y derivados” es necesario destacar que no se incluye en esta categoría a los
productos grasos derivados de la leche como la manteca y la crema. Este
grupo está compuesto por toda la variedad de quesos, yogures y leches que
existen disponibles para consumo. Este grupo de alimentos aporta
fundamentalmente calcio, fósforo y proteínas de muy buena calidad
nutricional.
5. Aceites, frutas secas, semillas y grasas: si bien este grupo incluye diferentes
productos como los aceites vegetales y las grasas, debe destacarse la
diferencia nutricional entre ambos. Los aceites son esenciales para la salud
ya que ofrecen nutrientes de suma importancia. En cambio, las grasas de
origen animal pueden ser totalmente evitadas sin que eso impacte
negativamente en la salud, muy por el contrario, las grasas tienen ácidos
grasos saturados que elevan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Este grupo aporta energía; y en particular los aceites vegetales y las semillas
aportan vitamina E y ácidos grasos esenciales.
6. Azúcares y dulces: este grupo de alimentos está compuesto por todos los
dulces (helados, postres, golosinas, etc.) y el azúcar de mesa. Su uso no
es necesario para la adecuada alimentación; sin embargo, su consumo
moderado y ocasional en el marco de una alimentación saludable no
debería ser de mayor preocupación.
1. Energía:
Para poder visualizar ese aumento del requerimiento se puede pensar que
una banana grande tiene aproximadamente 200 kcal, o que una rodaja de
pan lactal son aproximadamente 90 kcal, o que una hamburguesa casera
tiene aproximadamente 90 kcal, o que un pote de yogur descremado son
aproximadamente 100 kcal.
2. Calcio:
3. Hierro:
Si bien las carnes son la fuente de hierro por excelencia (grupo 4), otras
fuentes de hierro son: legumbres, vegetales de hoja verde y alimentos
fortificados.
4. Ácido Fólico:
5. Vitamina C:
10 frutillas
200 gr de brócoli
1 naranja grande
50 r de morrón rojo
1 kiwi grande
6. Fibra:
1. Pica:
Es una entidad rara de la cual no hay registros estadísticos pero se sabe que en la
población de mujeres embarazadas es posible su aparición. Se caracteriza por el
consumo de sustancias no alimenticias como tiza, papel, tierra, etc. La ingestión
de este tipo de sustancias pone a la mujer en riesgo de parasitosis, malnutrición e
intoxicaciones con sustancias químicas. No se ha podido identificar la etiología de
2. Náuseas y vómitos:
Es muy común que las mujeres experimenten estos síntomas durante los primeros
meses de embarazo; incluso en algunos casos esto puede prolongarse hasta la
finalización del mismo. Si bien episodios esporádicos no deberían poner en riesgo
nutricional a una mujer bien alimentada, la repetición de los mismos o su aparición
en mujeres con estado nutricional no adecuado, debe ser tenida en cuenta para
prevenir estados de malnutrición. Si la mujer embarazada refiere náuseas y vómitos
ud puede mencionar los consejos que a continuación se detallan, pero si la
patología persiste o a su criterio reviste gravedad, derive a la mujer embarazada a
un servicio médico de mayor complejidad.
3. Pirosis:
4. Constipación:
Es frecuente que por la acción de las hormonas y los cambios fisiológicos del
embarazo las mujeres presenten constipación ya que el tránsito intestinal se
enlentece. Si identifica la presencia de constipación puede utilizar los siguientes
consejos:
Consumir frutas y vegetales todos los días, de ser posible en almuerzo, cena y
colaciones, utilizando la mayor variedad que pueda. Tanto frutas con sus
cáscaras como vegetales pueden consumirse frescos, en compota, desecadas,
enlatadas, en jugos exprimidos, en licuados, etc.
5. Aversiones alimentarias
Del mismo modo que se procede con la derivación y seguimiento de las patologías
desencadenadas durante el embarazo se debe proceder con aquellas patologías crónicas
preexistentes como diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedades renales, etc.
El embarazo es un momento ideal para que la mujer pueda reflexionar sobre las opciones
de alimentación del bebé por nacer. La consulta obstétrica es un espacio fundamental
para que se plantee el problema y se disipen dudas sobre la lactancia materna haciendo
especial hincapié en los beneficios a corto, mediano y largo plazo tanto para el bebé
como para la madre.
El profesional de salud debe estar familiarizado con los beneficios de la lactancia materna
para poder aconsejar a las mujeres y de disponer de grupos de apoyo a la lactancia
incentivar a la mujer para que asista a los mismos especialmente durante el embarazo
para poder aumentar su con conocimiento al respecto.
2.1.1. La oportunidad
2.1.2. La responsabilidad
2.1.3. La participación
El propósito de la conversación.
El grado de formalidad.
Refuerzo formal: son las señales con las que una persona cierra o reafirma
las ideas que la usuaria está trasmitiendo. Reforzar las intervenciones de la
usuaria con enlaces y conectores discursivos o continuadores (por ejemplo:
ummm, claro, y que pasó, entre otros), estos elementos no son necesarios
informativamente; sin embargo, transmiten un clima de atención.
La gestación y el puerperio son dos de los estadios de vida trascendentales del ser
humano y, a la vez, de mayor vulnerabilidad en el aspecto de salud y nutrición. Los
mensajes en alimentación y nutrición que tienen que darse a gestantes y puérperas van a
depender de su estado nutricional, y de la semana de gestación o de puerperio en la cual
se encuentren:
Gestación
Toda mujer gestante debe ganar peso en esta etapa; por lo tanto, debe
aumentar la cantidad de alimentos que consume diariamente. El consumo
de una ración adicional a las comidas principales, es decir, de un refrigerio
entre comidas, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud
puede asegurar este incremento.
Puerperio
2.3.2. Las gestantes deben consumir diariamente tres comidas principales más una
ración adicional, y las puérperas tres comidas principales más dos raciones
adicionales
En términos prácticos, la gestante debe consumir una ración adicional más de las
que consumía cuando no estaba gestando, para que no se agoten sus reservas
nutricionales y cubra sus necesidades de energía, macro y micronutrientes. Si
durante el embarazo la mujer presenta vómitos excesivos, se recomienda
fraccionar el número de comidas sin disminuir la cantidad total de alimentos que la
madre debe consumir diariamente.
En el caso de puérperas, deben consumir dos raciones adicionales más de las que
consumía cuando no estaba gestando, para equilibrar el gasto de energía
necesaria con el fin de mantener el peso corporal y la composición corporal, nivel
de actividad física y la producción de leche.
Grasas saludables
Proteínas saludables
2.3.3. Las gestantes y puérperas deben consumir diariamente los diferentes grupos
de alimentos
Los alimentos con mayor contenido de hierro hem son: sangre de pollo,
vísceras rojas (bazo, hígado de pollo, riñones y bofe) todo tipo de carnes,
aves y pescado.
Las frutas cítricas como la naranja, mandarina, limón y toronja son fuentes
de vitamina C como también otras frutas no cítricas (piña, papaya, aguaje y
melón), y de verduras como el tomate, brócoli y espinacas. Al ingerir estos
alimentos junto con alimentos fuentes de hierro de origen vegetal se
contribuye a que estos últimos se absorban y se utilicen mejor por el
organismo.
2.3.6. Suplementar con hierro y ácido fólico desde la semana 14 de gestación hasta
los dos meses posteriores al parto
Estudios focalizados en zonas de mayor pobreza indican que aún las prevalencias
de retinol sérico bajo están por encima del 20%. Por tanto, las poblaciones que
viven en estas áreas presentan una ingesta deficiente de alimentos fuentes de
vitamina A, elevadas tasas de mortalidad infantil y materna, alta prevalencia de
desnutrición y parasitosis, y situaciones de pobreza y extrema pobreza.
Toda la población que reside en las regiones de la sierra y selva del Perú, está
expuesta permanentemente al riesgo de sufrir las consecuencias de la deficiencia
de yodo, pues sus suelos son pobres en este mineral y por ello sus productos
animales y vegetales no contienen las cantidades de yodo necesarias para
satisfacer los requerimientos. Por ese motivo, se recomienda que la población de
estas áreas agregue diariamente sal yodada en sus comidas.
Las preguntas cerradas frecuentemente son menos útiles, sin embargo, a veces
son convenientes hacer uso de ellas para tener precisión de un hecho; por ejemplo:
"¿está usted tomando alguna vitamina o suplemento?", si la gestante o puérpera
dice "sí", se puede continuar con una pregunta abierta para indagar algo más:
"¿cómo está tomándola?" o "¿cómo le está yendo con la vitamina o
suplemento?".
8. Dejar espacios para la reflexión, dado en que toda conversación no hay solo
palabras, también hay espacios entre lo que dice el profesional de salud y lo
que responde la usuaria.
Los acuerdos negociados con la usuaria deben ser concretos y factibles de realizar
hasta la próxima cita, para ello se debe considerar:
NOTA
La evaluación del desempeño del personal que realiza consejería nutricional puede
desarrollarse de dos maneras: por observación directa, es decir, cuando el profesional de
salud lo brinda a las gestantes o puérperas; y a través de una encuesta de percepción de
usuarias respecto a la consejería nutricional recibida.
2.5.1. Evaluación del desempeño del personal que realiza consejería nutricional por
observación directa
Sin embargo, es preciso tener presente que en este tipo de evaluación la presencia
de un observador resulta perturbador tanto para la usuaria como para el profesional
de salud; en estos casos, se sugiere, en primer lugar, explicar la presencia del
observador a la usuaria, preguntarle si está de acuerdo con que esté presente, y
que finalmente el observador cumpla una función de apoyo en la atención.
Posteriormente, debe haber una retroalimentación, por parte del observador al
profesional de salud evaluado, lo cual contribuirá a que identifique los aciertos y
aspectos a mejorar en el desarrollo de la consejería nutricional.
2.5.2. Evaluación del desempeño del personal que realiza consejería nutricional a
través de la percepción de las usuarias
El embrión o feto inicia el proceso de formación por lo que son necesarios alimentos ricos
en ácido fólico, vitamina C y proteínas de buena calidad (de origen animal) y abundantes
minerales.
En tal sentido, es recomendable evitar consumir alimentos que estimulen las náuseas y
vómitos, consumir alimentos tolerables y cuidar la hidratación de la gestante. Así como,
La leche materna constituye por sí sola el mejor alimento que puede darse a la
niña o niño durante los primeros 6 meses de vida, debido a sus ventajas
nutricionales, inmunológicas, higiénicas y psicológicas. No existe ningún
sucedáneo o sustituto artificial que pueda igualar su calidad, y estimular la succión
frecuente asegura la producción de leche materna.
2. Cantidad: darle de lactar hasta que se vacíe cada pecho, porque la última leche
también trae nutrientes indispensables para la niña o niño.
3. Frecuencia: darle de lactar las veces que el niño quiera, por lo menos ocho
veces durante el día y la noche. Darle de los dos pechos cada vez. A partir de
los tres o cuatro meses, el niño demanda más leche materna, por lo que es
necesario incrementar la frecuencia y duración de las mamadas. La madre
puede percibir que su niño no se satisface, existiendo el riesgo de introducir
otros alimentos, por lo que se recomienda darle pecho con más frecuencia.
La preparación de los pezones debe ser progresiva y debe seguir las siguientes
indicaciones:
3. Rodear el pecho con una mano colocando el pulgar por arriba de la areola, y
los demás dedos por debajo; presionar la mama, empujándola contra el pecho
de la madre para exprimir la leche.
Todas las madres que dan de mamar, principalmente las primerizas, deben ser
orientadas y ayudadas para aplicar correctamente las técnicas para una lactancia
efectiva y duradera.
Una buena técnica para amamantar estimula una adecuada producción de leche,
evita la aparición de grietas y favorece una lactancia materna exitosa; por tanto, se
recomienda que la madre adopte una postura cómoda y relajada para ella,
evitando posiciones que generen tensión en los músculos.
La posición de la madre debe permitir que la cabeza del niño descanse sobre la
flexión del codo. Al dar de lactar al bebé debe haber una alternancia de mamas, a
fin de evitar la acumulación de leche en una de ellas. El vaciamiento adecuado
asegura una buena alimentación.
Colocar el pezón en el labio inferior del bebé para que abra la boca; el bebé
succionará más leche y no lastimará el pezón.
Con el pezón, rozar el labio inferior para que el bebé abra bien la boca.
Atraer al bebé hacia su pecho asegurando que la boca cubra la mayor parte de
la areola. El labio inferior del bebé debe estar evertido (dirigido hacia afuera).
La nariz y la barbilla del bebé deben estar tocando su pecho, recuerde que el
bebé respira por las alas de la nariz.
Sostener su pecho delicadamente y colocar sus dedos debajo del pecho, con el
pulgar encima. Recuerde que el colocar los dedos en forma de tijera puede
impedir que el bebé logre coger bien la areola.
2.7. RECOMENDACIONES
ANEXO 1. Tabla de clasificación del estado nutricional de la gestante según índice de masa
corporal pregestacional (IMC PG)