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Su tenencia es
necesaria para pagar la mano de obra y la materia prima, para comprar activos fijos,
para pagar impuestos, dividendos, etc. Sin embargo, el efectivo en sí mismo no gana
ningún interés.
Sumario
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Transacciones
Los saldos de efectivo que se asocian con los pagos y los cobros corrientes se
conocen como saldos para transacciones.
Motivo de precaución
Los flujos de entrada y de salida de efectivo son un tanto impredecibles,y su grado de
pronosticabilidad varía entre las empresas y las industrias, y por consiguiente, estas
necesitan mantener algún saldo de efectivo como reserva para cubrir las fluctuaciones
aleatorias e imprevistas en los flujos de entrada y de salida de efectivo.
De tipo especulativo
Se mantienen con la finalidad de capacitar a la empresa en el aprovechamiento de
cualquier compra de oportunidad que pudiera surgir; estos fondos se conocen como
saldos especulativos. Sin embargo hay que señalar que, tal y como sucede con los
saldos preventivos, en la actualidad tiende a ser más probable que las empresas se
apoyen en su capacidad para adquirir préstamos de reserva que en el efectivo mismo.
Una eficaz administración del efectivo incluye una administración tanto de los flujos de
entrada como de los flujos de salida del efectivo de la empresa. De manera más
específica,la administración de los flujos de entrada y de salida de efectivo implica la
sincronización de los flujos de efectivo, el uso de la flotación, la aceleración de los
cobros, la tenencia de fondos disponibles en el momento en que se necesiten y por
último el cotrol de los desembolsos.
Los valores negociables constituyen un sustituto del efectivo y así algunas empresas
mantienen carteras de valores negociables en lugar de mantener fuertes saldos de
efectivo, y liquidan una parte de la cartera para incrementar la cuenta de efectivo
cuando las salidas de fondos exceden a las entradas, y en tales casos los valores
negociables podrían usarse como un sustituto de los saldos para transacciones,
aunque en la mayoría de los casos los valores se mantienen principalmente con
propósitos de naturaleza preventiva.
La política óptima de crédito y por lo tanto el nivel óptimo de las cuentas por cobrar,
depende de las condiciones operativas de la empresa, las cuales son de naturaleza
única.