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FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES
DESARROLLO ECONÓMICO DE AMÉRICA LATINA
JANNIS LISETH RUBIANO VELANDIA CÓD: 2010260061
BIOGRAFÍA DEL AUTOR: La Chira; Moquegua, 1894 - Lima, 1930. Ensayista peruano, uno
de los pensadores más influyentes en el ámbito de la reflexión sobre la cultura y sociedad
de su país. Autor prolífico a pesar de su temprana muerte, El Amauta (del quechua:
hamawt'a; 'maestro', nombre con el que también es conocido en su país) es uno de los
principales estudiosos del marxismo en Latinoamérica, destacando entre todas sus obras:
7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, obra de referencia para la
intelectualidad del continente. Fue el fundador del Partido Socialista Peruano (que
Eudocio Ravines aprovechando la muerte de Mariategui transformaría en Partido
Comunista Peruano en 1930, a instancias de la III Internacional), en 1928, y de la
Confederación General de Trabajadores del Perú en 19291
Su apuesta inicia con la idea de abordar la problemática desde una perspectiva económica
y social; mas no una filantrópica y demagógica, como la que muchas veces se hace
referencia a los pueblos indígenas.
1
Biografía completa, véase: http://www.mariategui.eu/
Su tesis central se ubica en la lenta liquidación de la feudalidad en el Perú como un
aspecto retardatario del proceso capitalista y el desarrollo económico de la nación
peruana, el cual ha afectado los procesos sociales de las comunidades indígenas y general
de toda la sociedad en la actualidad, pues esa feudalidad impuesta por la conquista
española es parte de la herencia colonial de Latinoamérica y de la cual nuestros pueblos
no se han podido liberar.
El análisis aborda una mirada hacia las distintas porciones de la problemática de la tierra y
del indio en el Perú, señalando primeramente los procesos generados por los latifundios
durante la colonia española, extendidos y reforzados aún más por la Independencia y la
fundación de la República peruana. Puesto que, según el autor, estos procesos
contribuyeron a la destrucción de la propiedad comunal indígena y sus formas de
socialización, gracias al proyecto modernizador que pretendía convertirlos en ciudadanos
propietarios de una pequeña (o a veces inexistente) propiedad privada; sin embargo no se
produjo este proceso, pues al desaparecer la propiedad comunal, los indígenas y sus
tierras fueron entregados a los gamonales propietarios de latifundios.
Desde esta perspectiva el autor presenta esta hipótesis “el régimen de propiedad de la
tierra determina el régimen político y administrativo de toda la nación”2. La tierra y su
propiedad son factores que otorgan el poder político y económico, y está al concentrarse
en manos de unos pocos, genera que las relaciones políticas sean determinadas por esos
pocos que las adecuarán a sus intereses. Gracias a las relaciones semifeudales y feudales
en el Perú el ejercicio político está altamente permeado por los intereses de dichos
gamonales y terratenientes, los cuales no se han insertado en la dinámica capitalista.
2
Mariátegi. José Carlos, “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”. El problema de la tierra.
Editorial Amauta, Lima, 1971. Pág. 53
ello se vio en la necesidad de explicar el comunismo incaico, como dinámica social y
económica del antiguo imperio, resaltando sus niveles de organización, el aspecto cultural
y subjetivo del arraigo del indígena con su tierra, así como el sentimiento de comunidad.
Para realizar su análisis el autor presenta la realidad de dos espacios geográficos del Perú,
resaltando que los procesos de propiedad y uso de la tierra en dichos espacios difieren
precisamente por las dinámicas de producción, estos dos espacios son la costa y la sierra
peruana.
Por otra parte está la sierra, correspondiente a la parte andina del Perú. En esta zona los
latifundios coloniales se han aumentado junto con las relaciones feudales. Allí se
desarrolla el yaconazgo en el cual los terratenientes y gamonales les otorgan a los
indígenas campesinos porciones de tierras muy pequeñas y poco productivas,
condicionados a trabajar en sus grandes extensiones de tierra y evitando así cualquier
relación directa con la agricultura, viviendo de las rentas y los productos trabajados por
los indígenas. Viviendo estos últimos, solo de lo que aquellas pequeñas parcelas poco
productivas pueden ofrecerles. Este proceso según el autor es retardatario en el camino
hacia el progreso y desarrollo económico del país, pues indica que estas relaciones no solo
empobrecen también al gamonal, sino que también interviene con el ejercicio del poder
político republicano.
Es importante resaltar el papel que el autor les otorga a los indígenas en el desarrollo del
cambio social, diferente a los postulados marxistas tradicionales que le atribuyen al
obrero el papel protagónico en ese cambio. Así como también la reivindicación de la
cultura del Imperio Inca, la subjetividad y apego del indígena hacia la tierra y sus formas
de socialización y comunidad.
Sin embargo, y dado el origen y el contexto histórico y político del autor, es posible
destacar el papel que el “progreso” juega en sus interpretaciones, pues él sigue inmerso
en la idea de la modernidad instigada en el progreso, cuestión que para la
contemporaneidad ya está bastante cuestionada y que debe ser tenida en cuenta en la
lectura de este pensador latinoamericano.