Вы находитесь на странице: 1из 12

VII · ECLIPSES

Sabemos que todo cuerpo iluminado desprende un haz de sombra que se


extiende desde el punto diametralmente opuesto al de incidencia del foco lumi-
noso. La Tierra, la Luna así como todos los cuerpos muertos del Universo
sometidos a la incidencia de luz y calor de otros astros, proyectan al espacio
largos conos de sombras. Sabemos asimismo que cuando nuestro planeta atra-
viesa el cono de sombra de la Luna se produce un oscurecimiento sobre la
superficie de la Tierra denominada eclipse solar, que ocurre necesariamente
siempre en plenilunio y cuando la Luna está situada en el plano de la órbita
terrestre o en la vecindad inmediata del nodo ascendente o del descendente. En
el primero de los casos la Luna ocultará en mayor o menor medida a la esfera
solar, produciendo eclipses solares parciales si la superficie ocultada es sólo
una fracción del disco solar, o totales si le afecta a todo el disco solar. Por el
contrario si la Luna se encuentra en el momento de suceder el fenómeno cerca
de su apogeo, entonces el diámetro lunar será menor y por consiguiente no se
producirá la ocultación total de la esfera, sino sólo un eclipse anular en el cual
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

permanecerá visible un anillo del disco solar. Si en este último caso el observa-
dor no está directamente bajo la zona de anularidad total, el eclipse parecerá
parcial.
Normalmente el número de eclipses de ambas clases que pueden ocurrir en
un año es de 6 ó 7 cómo máximo (como en el año 1982) y 2 como mínimo
(ejemplo de ello fueron los años 1969, 1980 y 1984). Lo más normal es encon-
trar 4 en un año (1985, 1986, 1989 y 1990) aunque en otras ocasiones sólo se
produjeron 3 (1976, 1977, 1981, 1983, 1987 y 1988) habiéndose dado años
con 5 eclipses (1971). Con todo lo anteriormente expuesto, es posible que una
persona pueda aspirar a ver en su vida unos 50 eclipses lunares (más de la
mitad de los cuales son totales) y quizás otros 30 eclipses de Sol totales o

51
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
anulares. En estos dos casos la longitud de la sombra lunar puede alcanzar
sobre la superficie terrestre los 15.000 kilómetros, pero con la desventaja de
tener sólo una anchura que apenas llega a los 250 kilómetros como mucho, con
lo cual limita bastante la observación.
Estos eclipses tienden a producirse en pares (lo más habitual) o ternas (como
el solar de julio y el lunar y solar de agosto del año 1971, fenómeno que volvió
a repetirse en este orden en junio-julio de 1982), ya que tras un eclipse de Sol
viene uno de Luna, separados estos grupos por medio año aproximadamente:
de este modo tras el eclipse solar de finales de 1990 se produjo uno lunar en
febrero y ese mismo año tras el eclipse solar de finales de julio se produjo de
inmediato otro lunar a inicios de agosto. En efecto, si los nodos de la órbita
lunar están en las proximidades del equinoccio de primavera y otoño sobre la
eclíptica, es de prever que sucedan eclipses de Sol en la Luna Nueva que apa-
rezca en torno al 21 de marzo-23 de septiembre respectivamente, y eclipses de
Luna en la fase de plenilunio que se den en ese mismo intervalo. Durante cada
uno de los periodos de eclipses pueden suceder como máximo tres (solar, lunar
y solar) y como mínimo un solar y ningún lunar. En total al año suelen ocurrir
como hemos indicado de 2 a 7 eclipses, aunque por término medio hay anual-
mente 2,3 eclipses de Sol y 1,5 de Luna. En el transcurso del año puede haber
tres eclipses lunares cuando el primero de ellos acontece poco después del 1 de
enero, el segundo a finales de junio y el tercero a fines de septiembre. Habrá
cinco eclipses solares cuando el primero de ellos tenga lugar poco después del
1 de enero, el segundo en el novilunio siguiente, el tercero y cuarto algo antes de
que transcurra medio año y el quinto pasados 345 días después del primero,
porque transcurridos 354 días habrán pasado 12 meses sinódicos.

ECLIPSES LUNARES
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

A diferencia de los eclipses de Sol, los de Luna son visibles desde una zona
geográfica mucho mayor: concretamente desde toda la zona no iluminada que
tiene sobre su horizonte -o está a punto de aparecer- a la Luna Llena. Esta zona
de visibilidad suele ser mayor del 50 por ciento de la superficie terrestre, ya que
la duración de los mismos puede llegar a prolongarse hasta un máximo de tres
horas y media.
El eclipse lunar central (inmersión total en el cono de sombra) tendrá una
duración máxima cuando nuestro satélite esté en el apogeo, ya que entonces se
desplaza a menor velocidad orbital y permanece mayor tiempo inmerso en el
cono de sombra. Para que se inicie un eclipse de Luna es necesario que en el
plenilunio, la distancia entre los centros de la sombra terrestre y la Luna sea
menor de 56,5' (41'+15,5').

52
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
Al igual que ocurre con los so-
lares, los eclipses de Luna pueden
ser «totales» (eclipses umbrales) o
«parciales» (eclipses penumbrales)
dependiendo del grado de oscure-
cimiento de la esfera afectada, que
Fig. 23: Eclipse de Luna. depende directamente de la trayec-
S Sol l Luna toria que siga nuestro satélite den-
T Tierra p Zona de penumbra tro del cono de sombra terrestre
s Zona de sombra
(fig.23): directamente por su diá-
metro o sólo por una cuerda. Hemos dicho que los eclipses solares sólo pueden
ocurrir en el novilunio y los lunares en el plenilunio, si bien esto no ocurre todos
los novilunios o plenilunios por la sencilla razón de que la órbita lunar está
inclinada con respecto a la eclíptica. En unas ocasiones se mueve por encima de
la misma y en otras por debajo, no ocurriendo por tanto eclipse alguno al no
coincidir en el mismo plano. Para que suceda este fenómeno es necesario que la
Luna se encuentre en o cerca de un nodo. Estas condiciones se repiten dos veces
al año con el intervalo de cerca de medio año, aunque debido al movimiento de
los nodos de la órbita lunar este intervalo es 10 días más corto que medio año.
Si el ángulo entre la línea de los nodos y el Sol o la Luna es mayor de 18° 30' es
imposible que suceda un eclipse de Sol; si por el contrario el ángulo es mayor
de 12° 12' no es posible que suceda un eclipse lunar. Por lo tanto, se puede decir
que el eclipse de Luna, aunque sea de corta duración es posible cuando el cen-
tro de la sombra terrestre dista del nodo lunar -a uno u otro lado- menos de
10,6°.
Normalmente durante un eclipse lunar ésta no desaparecerá totalmente, ya
que algunos de los rayos solares suelen «curvarse» o refractarse en la atmósfe-
ra terrestre incidiendo sobre la superficie lunar, por lo que dependiendo de las
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

condiciones de la atmósfera se podrá seguir observando la superficie de un


color anaranjado, ocre, rojizo o incluso ser tan oscura que no llegue a percibirse
como ocurrió en uno de los últimos eclipses visibles desde nuestro país. Este
fenómeno es debido a que los rayos solares inciden tangencialmente sobre nuestra
atmósfera refractándose y penetrando en el cono de sombra de la Tierra. La luz
rojiza de longitud más larga es la que pasa con más facilidad, de ahí el colorido
ocre, anaranjado o gris usual en estos eclipses. Este tipo de coloración y el
grado de oscurecimiento dependerá, como ya hemos dicho, de las condiciones
de nuestra atmósfera especialmente del contenido de polvo en suspensión, ha-
biéndose podido observar eclipses oscuros justo después de algunas grandes
erupciones volcánicas (éste es el caso del volcán filipino Pinatubo y de su influen-
cia en un eclipse lunar reciente).

53
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
Durante los eclipses lunares nuestro satélite puede ocultar, y de hecho ocul-
ta, tanto estrellas como planetas: estos fenómenos son más fáciles de apreciar o
fotografiar dado el menor deslumbramiento que origina la luz lunar difundida.
Otro tipo de trabajos que en ocasiones suelen medir los aficionados son los
instantes en los cuales la sombra lunar oculta los detalles lunares más eviden-
tes, algo que no es fácil de realizar si no se dispone de buenos telescopios.

DURACIÓN DE LOS ECLIPSES

Solamente nos detendremos para mencionar que la duración de los eclipses


es variable dependiendo de la exacta geometría de la Tierra, el Sol y la Luna.
Normalmente en un eclipse de Luna, la totalidad puede llegar tras 1 hora y 44
minutos después del primer contacto y para uno de Sol, el máximo es de 7
minutos y 40 segundos aproximadamente. En los eclipses anulares este periodo
de tiempo puede prolongarse algo más.
Al ser el cono de sombra terrestre bastante más grande que el tamaño apa-
rente de la Luna (de 1 a 1,5°) la duración de estos eclipses puede llegar a 3
horas e incluso más. El tamaño del cono penumbral es aproximadamente el
doble de este tamaño, pero la difusión de la luz a la distancia a la que se halla la
Luna es tal que a simple vista no llega a observarse atenuación alguna en su
brillo. Es por ello que en los eclipses lunares observados por el aficionado sólo
se tiene en cuenta (lo mismo que en muchas predicciones) el eclipse en el cual la
Luna queda verdaderamente inmersa en el cono de sombra terrestre y, por ello,
verdaderamente está eclipsada (eclipse umbral). En todo eclipse lunar tenemos
4 instantes importantes que son:

I: el instante del primer contacto entre el limbo lunar y el cono de som


bra terrestre.
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

II: el instante en el cual la Luna se halla totalmente inmersa en este cono


de sombra (la fase por ello es total).
III: el instante en el cual la Luna comienza a salir del cono de sombra.
IV: el instante en el cual la Luna se halla completamente fuera de este
cono de sombra (y el eclipse total finaliza por ello).
Como la Luna se mueve de oeste a este es precisamente el limbo izquierdo
de nuestro satélite el que primero entra en la sombra terrestre (I contacto). En
este borde aparece la muesca, que gradualmente irá en aumento y el disco apa-
rente de la Luna irá tomando la forma de una hoz, aunque la zona que separa la
luz de la sombra (el terminador del eclipse) se diferencia del terminador normal
de la fase lunar en que tiene la forma de un arco de circunferencia con un radio
aproximadamente 2,5 veces mayor que el radio del disco lunar.

54
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
Según sea la trayectoria que siga la Luna la duración del mismo puede ser
mayor o menor dependiendo de la cuerda que siga el satélite en su movimiento.
La duración del eclipse será máxima si la trayectoria lunar transcurre por el
diámetro del cono de sombra y no paralelo a él, algo más arriba o abajo (como
ocurre usualmente). Dado que el diámetro de la sombra terrestre a la distancia
de la Luna puede superar el diámetro de ésta hasta en 2,8 veces, el eclipse total
podrá durar cerca de dos horas.
En el periodo 1990-2000 encontramos un total de 6 eclipses totales de Luna
visibles desde España (los eclipses parciales, aún siendo interesantes, no los
hemos tenido en cuenta por su falta de espectacularidad) aunque hemos omitido
otros 8 eclipses que no son visibles desde nuestras latitudes. Los datos que
indicamos de cada eclipse son éstos: fecha del fenómeno, hora del I contacto,
altura de la Luna en el mismo, hora del II contacto, altura en el mismo, hora del
III y IV contacto así como la altura de la Luna en los mismos.
En algunos eclipses la Luna sale o se oculta, por lo cual no es posible ver el
I o el IV contacto; en este caso se indica entre paréntesis la hora del orto o el
ocaso.

03-04-1996 22h 25m 36° 48'


23h 31m 41° 53'
00h 53m 42° 09'
01h 58m 37° 31'
27-09-1996 01h 16m 47° 07'
02h 23m 39° 34'
03h 27m 29° 55'
04h 34m 18° 28'
16-09-1997 (Sale ocultada a las 18h 26m)
19h 18m 09° 53'
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

20h 26m 21° 52'


21-01-2000 03h 03m 49° 20'
04h 07m 37° 45'
05h 22m 23° 54'
06h 25m 12° 28'

Para aquellas personas que nunca hayan asistido a uno de estos fenómenos
hay que explicar que la Luna, desplazándose de oriente a occidente (este a
oeste) a unos 15° por hora se desplaza también de occidente a oriente (oeste a
este) a una velocidad media de 30' por hora (o lo que es lo mismo, recorre su
diámetro en casi 1 hora), por lo cual va penetrando lentamente en el cono de
sombra de la Tierra. En el instante del contacto I aparece una pequeña marca

55
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
oscura, anaranjada, rojiza o gris -dependiendo del estado de la atmósfera te-
rrestre- que parece «morder» la blanca faz lunar. Con el paso del tiempo esta
muesca se va ensanchando cada vez más hasta llegar a ocupar toda la Luna,
cuando la Luna se halla completamente dentro del cono de sombra (contacto II)
tendremos la Luna ensombrecida y, dependiendo de la atmósfera terrestre, apa-
recerá más o menos clara (amarilla o naranja) o bien más oscura (rojiza o gris
e incluso totalmente negra).
Poco a poco el movimiento lunar lleva a ésta hacia la periferia del cono de
sombra terrestre hasta que el limbo lunar comienza a salir de la sombra. En este
momento se produce el contacto III y es visible una muesca brillante sobre la
oscurecida superficie lunar que irá aumentando con el transcurso del tiempo.
Finalmente, al cabo de bastante tiempo, la Luna saldrá totalmente fuera del
cono de sombra y se producirá el contacto IV: ahora podemos ver la superficie
lunar brillante como al principio. Aunque la Luna se muestre aparentemente
tan brillante como siempre, continúa aún dentro del cono penumbral de la Tie-
rra y no saldrá de él hasta transcurrido aún un rato, pese a que nuestra vista no
distinga este leve oscurecimiento.
El fenómeno completo puede durar como hemos indicado varias horas. Es
por ello muy posible que el eclipse comience con la Luna bajo el horizonte
(como el de septiembre de 1997) y se desarrolle con toda normalidad durante el
resto del tiempo, o que el eclipse comience con la Luna sobre el horizonte pero
no podamos observar el final porque ésta se oculte (como ocurrió en el de
septiembre de 1993).
Aunque los eclipses de Luna carecen de un profundo interés científico en la
actualidad -no así en el siglo pasado- no están exentos de una belleza poco
común, sobre todo en la observación visual o fotográfica.
Recomendamos que se fotografíe, si ello es posible, todo el fenómeno a
intervalos de 10 a 15 minutos. La serie fotográfica obtenida (si es en color)
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

mostrará los diferentes colores y aspectos de la umbra terrestre sobre la super-


ficie lunar. En la actualidad la captura del fenómeno entero en cinta de vídeo,
con una videocámara doméstica, está al alcance de los aficionados que deseen
almacenar este tipo de sucesos. El estudio posterior, en la tranquilidad del ho-
gar, podrá poner de manifiesto las coloraciones, los instantes de los contactos
de la sombra con los cráteres, las ocultaciones estelares que hubieran ocurrido
u otros.

PERIODO DE SAROS

En el transcurso de 18 años y 11 días (ó 10 días si en este intervalo topamos


con 5 años bisiestos) el Sol pasa por los nodos de la órbita lunar 19 veces (19

56
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
años draconíticos, que son iguales a 242 meses draconíticos ó 223 meses
sinódicos). Por este motivo al expirar los 18 años y 11 días las interposiciones
del Sol, la Tierra y la Luna se repiten, al igual que el carácter del eclipse,
aunque los eclipses se hacen visibles desde otros lugares: es el «periodo de
Saros». Ya hemos mencionado que el periodo de Saros es la distancia en el
tiempo que transcurre desde un eclipse con circunstancias similares hasta otro
igual. Este espacio de tiempo es de 6.585,32 días o lo que es igual a 18 años y
10 u 11 días (18,03001 años trópicos) dependiendo del número de años bisies-
tos. Sabemos que fueron los babilonios quienes descubrieron este periodo de
tiempo, ya que el eclipse de Sol más antiguo del que se tienen noticias se encon-
tró narrado en tabletas de arcilla. En ellos se comenta el que ocurrió el 15 de
junio del año 763 antes de Cristo -con esta información el filósofo griego Thales
de Mileto (hacia 640-546 a.C.) utilizó el conocimiento del periodo de Saros
para predecir el eclipse del 28 de mayo del año 585 a.C.
Este método se basa en la coincidencia matemática siguiente: 19 años
eclípticos (6.585,78 días) resultan ser iguales casi a 223 meses sinódicos
(6.585,54 días) y a 239 meses anomalísticos (6.585,54 días). Esta pequeña
diferencia entre cifras hace que los ciclos de Saros de eclipses iguales se desfasen
de nuevo al cabo de algunos milenios. En otras palabras, la misma configura-
ción del Sol, la Tierra y la Luna se repite de forma casi exacta después de un
intervalo de Saros.
Durante cada Saros suceden 70 eclipses, de ellos 41 de Sol y 29 de Luna, así
aunque parezca mentira son más numerosos los eclipses solares, pero también
más difíciles de observar por la estrechez de la sombra lunar. Los eclipses
totales de Sol, pese a que ocurren cerca de 10 en un Saros, son bastante raros:
si tomamos un punto dado de la superficie terrestre (por ejemplo Madrid) los
eclipses totales se verán, por término medio, cada 200 a 300 años.
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

ECLIPSES DE SOL

Podemos diferenciar claramente los tres tipos de eclipses que pueden darse
dependiendo de la superficie del Sol que se oculte: así tendremos eclipses sola-
res parciales, totales o anulares. Los eclipses parciales se caracterizan por ser
la Luna Nueva quien oculta sólo una parte del disco solar, por lo tanto el obser-
vador se encontrará en la penumbra de la Luna, pues los cuerpos no están
exactamente alineados. En cuanto a los eclipses totales (fig.24) decir que la
esfera solar quedará totalmente ocultada y el observador se encontrará dentro
de la sombra que proyecta nuestro satélite. Desde las regiones ecuatoriales es
posible ver la entrada del borde lunar («el mordisco») penetrando desde la parte
inferior si el eclipse ocurre cerca del ocaso solar.

57
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
Dado que el movimiento
lunar es de oeste a este, el
eclipse solar comienza por el
limbo occidental del disco
solar. Al principio aparece
una muesca que tiene la for-
ma de un arco de círculo con
radio igual al radio del disco
Fig. 24: Eclipse total de Sol.
S Sol l Luna
solar (pese a que la Luna está
T Tierra p Zona de penumbra unas 400 veces más cerca-
s Zona de sombra na, sus radios aparentes son
casi idénticos). Poco a poco
la muesca irá creciendo y el Sol adquirirá la forma de hoz cada vez más estre-
cha y menos luminosa. Cuando desaparece el último punto del disco solar (en el
eclipse total) comienza la fase de totalidad, que dura varios minutos. Seguida-
mente el disco oscuro de la Luna se irá retirando gradualmente del disco solar,
iniciándose de nuevo la fase de parcialidad hasta que la zona oscura desapa-
rezca totalmente del Sol.
Podemos decir que la zona de sombra que se genera sobre la superficie de
nuestro planeta suele tener un diámetro de 200 kilómetros a 270 km como
máximo, siendo por tanto sólo visible en zonas muy concretas y limitadas.
Teniendo en cuenta el efecto conjunto del movimiento lunar alrededor de nues-
tro planeta y la rotación terrestre, la sombra de la Luna se desplazará por
encima de la superficie terrestre barriendo una zona denominada «banda de
totalidad» que avanzará casi siempre de oeste a este y a una velocidad de 28
kilómetros por minuto (1.680 kilómetros por hora). El periodo de totalidad
puede durar un máximo de 8 minutos y durante el mismo la luz ambiental
desaparecerá paulatinamente, hasta hacer posible la aparición de estrellas y
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

planetas en la bóveda celeste


durante el máximo de la tota-
lidad. En el Sol se podrá dis-
tinguir, durante unos minutos,
la corona solar y las denomi-
nadas «perlas», pequeñas
manchas de luz originadas por
la luz solar que asoma entre
Fig. 25: Eclipse anular de Sol. los accidentes montañosos del
S Sol l Luna borde solar.
T Tierra p Zona de penumbra En cuanto a los eclipses
s Zona de sombra
anulares de Sol (fig.25) co-

58
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
mentar que se caracterizan por ocurrir cuando la Luna se encuentra cerca de su
apogeo, con lo cual el diámetro angular de su disco es tan pequeño que no cubre
totalmente la superficie solar sino sólo parte del mismo, en el cual permanecerá
visible un anillo del disco.
Referente a la observación telescópica de dichos fenómenos (eclipses par-
ciales, anulares o totales), decir ante todo que es imprescindible buscar una
protección ocular suficientemente segura para poder mirar sin riesgo de sufrir
quemaduras en los ojos. Se ha hablado de ennegrecer un negativo con humo de
vela y otros métodos caseros, los cuales no garantizan la suficiente protección
a nuestra vista sobre todo si no se ha hecho correctamente.
Durante mi vida astronómica he tenido ocasión de observar numerosos
ocultamientos solares y puedo decir sin temor a equivocarme que la mejor pro-
tección para observar este tipo de sucesos, tanto visual como instrumentalmente,
es hacer uso de un cristal inactínico de soldadura el cual nos va a proteger de
las peligrosas radiaciones solares que podrían «quemar» nuestros ojos y estro-
pear el delicado instrumental de nuestra cámara o telescopio, o emplear un
filtro especial de astronomía.
Yo siempre aconsejo a los aficionados que deseen presenciar un eclipse so-
lar, que se acerquen a cualquier ferretería y adquieran un cristal inactínico de
tono oscuro, el cual por muy poco dinero nos va a permitir seguir y contemplar
con plena satisfacción y «seguridad» el ocultamiento de nuestro Sol.
En cuanto a la forma correcta de contemplar el fenómeno mediante el uso de
variado instrumental óptico, lo mejor y más correcto es situar el filtro protector
delante del objetivo y no del ocular, pues si lo hacemos de esta segunda manera
corremos el riesgo de que los rayos solares se concentren de forma peligrosa en
el cristal, calentándolo y haciendo que estalle y se raje permitiendo así que la
intensa luz solar penetre por el mismo quemando nuestros ojos. Para una
emergencia se puede emplear también una radiografía totalmente expuesta, que
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

proporciona una protección bastante segura para los ojos. Lo mejor es acudir
esos días siempre acompañado de aficionados «expertos» en estos menesteres y
no dejarse aconsejar por el primero que llegue con unos prismáticos colgados al
cuello. Es bueno seguir los consejos que periódicamente publican algunas aso-
ciaciones astronómicas locales y nacionales en sus jornadas previas a dichos
acontecimientos, con la garantía de poder disfrutar de una salida festiva y «se-
gura» -normalmente unos días antes del suceso suelen publicarse anuncios en
prensa y cuñas en radio invitando a los ciudadanos a unirse a la observación,
aconsejando el modo correcto de seguir el fenómeno y ayudando a prevenir
accidentes visuales-, así como consultar las efemérides que las numerosas re-
vistas y órganos difusores de las agrupaciones de aficionados editan en nuestro

59
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
país para estar bien informados de todo cuanto acontece sobre «nuestras cabe-
zas».
Por último, añadir que lo que se estudia durante estos eclipses son los facto-
res fotométricos y espectroscópicos del suceso, además de efectuar fotografías
y cronometraciones del mismo.
En resumen:
- fotografías (en color y b/n de las distintas fases), con teleobjetivos o te-
lescopios.
- estudio espectroscópico de la cromosfera y sus protuberancias que permi-
te conocer su composición.
- medida del grado de polarización de la luz coronal.
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

Fig. 26: Serie fotográfica del eclipse parcial de Sol del 10 de mayo de 1994, obtenida
desde Cáceres por F. Violat y su equipo.

60
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
- medidas fotométricas de la intensidad luminosa de la corona.
- estudio de la influencia del suceso sobre el magnetismo, la ionosfera, etc.
- comprobación de las efemérides calculadas para dicho fenómeno.
- mediciones termométricas de la atmósfera.
- efectos en los animales de compañía (pájaros, perros, ...).
- medición de tiempos entre contactos de las sombras - etc.

Ejemplo de las características generales del eclipse de Sol anular del día 10
de mayo de 1994 -Saros 128- (fig.26 ).

T.U. Inicio del eclipse general: 14h 12m


Inicio del eclipse anular: 15h 21m
Máximo del eclipse: 17h 11m
Conjunción en Ascensión Recta: 17h 20m
Fin del eclipse anular: 19h 02m
Fin del eclipse general: 20h 11m

Características del eclipse en su máximo:

Duración máxima de la anularidad 6 minutos y 14 segundos, anchura de la


sombra 230 kilómetros, razón entre el radio topocéntrico Luna-Sol: 94 por
ciento, distancia mínima del eje de la sombra de la Luna y el centro de la Tierra
en radios terrestres: 0,407.
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

61
Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.
Copyright © 2005. Equipo Sirius. All rights reserved.

Violat, Bordonau, José C., and Martínez, Purificación Sánchez. La luna: estudio básico, Equipo Sirius, 2005. ProQuest Ebook Central,
http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioipvgsp/detail.action?docID=3160877.
Created from biblioipvgsp on 2018-08-31 12:33:33.

Вам также может понравиться