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CAPÍTULO 3

Redes semánticas y lenguaje metafórico.

3.1. Mapas mentales genéricos compartidos culturalmente.*1

En este capítulo retornamos para mirar, más profundamente, el esquema cognitivo de las categorías
léxico-semánticas compartidas culturalmente; es decir, al mapa mental del universo externo, interno y/o
social que debemos asumir que mantenemos en común con los miembros de nuestro grupo social
relevante. Empezaremos con un boceto rápido del esquema general del sistema de comunicación humano,
y dónde cabe el mapa categorial genérico.

3.2. Esquema general del sistema de comunicación humano.

Una comunicación humana bien codificada puede dividirse, en términos amplios, en dos subsistemas:
 El sistema de representación cognitiva
 Los códigos comunicativos
El sistema humano de representación cognitiva consta de tres niveles concéntricos:
 El lexicón conceptual
 Información proposicional
 Discurso multi-proposicional
Los códigos comunicativos constan de dos instrumentos distintos para la codificación:
 Los códigos sensorio-motores
 El código gramatical

3.2.1. El sistema de representación cognitiva


a. El lexicón conceptual
El lexicón conceptual humano es un depositario de conceptos correctamente codificados y
socialmente compartidos relativamente estables que, considerados en conjunto, constituyen el mapa
cognitivo de nuestro universo experiencial:
 El universo externo-físico
 El universo socio-cultural
 El universo interno-mental.
Por estable entendemos un conocimiento que no está en constante flujo. Es decir, el significado
actual de “caballo” probablemente permanecerá igual el día de mañana. Aunque el cambio gradual de
significado no es excluido.
Por socialmente compartido entendemos que una vez iniciada la comunicación, los hablantes dan por
sentado que las palabras tienen más o menos los mismos significados para todos los miembros de su
comunidad de habla. Aunque la pertenencia, admitámoslo, es una cuestión de grado.
Por correctamente codificados se entiende que cada “trozo” de conocimiento almacenado
lexicalmente es más o menos asociado única, o al menos fuertemente, con su propio código-etiqueta
perceptual. Aunque, de nuevo, la buena codificación puede ser una cuestión de grado.
Los conceptos lexicales son tipos de experiencia convencionalizados, más que elementos individuales
de experiencia. Es decir, son genéricos. Tal convencionalización probablemente implique el desarrollo de un
patrón de activación prototípico para un agrupamiento de nódulos conectados. (Ver más abajo)
1
Estoy en deuda con Sam Glucksberg, Bernard Heine, Mike Posner y Mike Rothbart por sus valiosos comentarios en
una primera versión de este capítulo. Ellos están, de más está decirlo, absueltos de responsabilidad por el producto
final.

1
Un concepto lexical puede representar una entidad relativamente estable en el tiempo – objeto físico,
punto de referencia, lugar, vegetal, animal, persona, institución cultural o concepto abstracto- típicamente,
por ende, un sustantivo. Puede representar una acción, un evento, proceso o relación más temporarios:
típicamente, un verbo. Puede representar una cualidad estable en el tiempo, o un estado temporario:
típicamente, un adjetivo. Los psicólogos cognitivistas han desde hace mucho tiempo reconocido el lexicón
conceptual bajo la denominación de memoria semántica permanente (Atkinson y Shiffrin 1968; Quillian
1968).

b. Información proposicional
Uno puede combinar conceptos (“palabras”) para formar una información proposicional (“cláusulas”)
sobre estados o eventos en los cuales las entidades toman parte. Tales estados o eventos pueden
pertenecer al mundo externo, al mundo interno-mental, al mundo culturalmente mediatizado, o a varias
combinaciones de los mismos. Los psicólogos cognitivistas han reconocido desde mucho nuestra capacidad
para procesar y almacenar información proposicional como una memoria episódica – declarativa. (Atkinson
y Shiffrin 1968; Squire 1987).

c. Discurso multi-proposicional
Las cláusulas de estado individual o de evento pueden combinarse en un discurso coherente. El
discurso humano es predominantemente multi-proposicional. Es decir, su coherencia trasciende los límites
de las cláusulas que lo componen. El discurso multiproposicional es también procesado y almacenado en la
memoria episódica-declarativa (Kintsch 1977, 1988, 1994; Kintsch and van Dijk 1978; Loftus 1980;
Gernsbacher 1990; Givón 1995; Ericsson and Kintsch 1995).

d. Interacción entre palabras, proposiciones y discursos


A modo de ilustración de la relación combinatoria entre conceptos lexicales, información
proposicional y coherencia discursiva, consideremos los ejemplos sencillos en (1), (2) y (3) a continuación:

(1) Conceptos = palabras:2


a. drive (conducir, manejar) b. insane (loco)
c. constant (constante) d. abuse (abuso)
e. maid (mucama) f. kill (matar)
g. butler (mayordomo) h. knife (cuchillo)
i. hide (esconder) j. fridge (refrigerador)

(2) Cláusulas = proposiciones:


a. The maid was driven insane. (A la mucama la volvieron loca)
b. The butler constantly abused the maid. (El mayordomo abusaba
constantemente de la mucama)
c. The maid killed the butler with a knife. (La mucama mató al mayordomo
con un cuchillo)
d. The maid hid the knife in the fridge last night. (La mucama escondió
anoche el cuchillo en el refrigerador)

(3) Discurso multi- proposicional:


Having been driven insane (Habiendo sido enloquecida)
By constant abuse (Por constante abuso),
The maid killed the butler with the knife (La mucama mató al mayordomo con el cuchillo)
That she had hidden in the frigde the night before (Que ella había escondido en la heladera la
noche anterior).

2
Conservamos los ejemplos en inglés puesto que lo que importa es ver el uso idiomático de estas palabras en las
cláusulas. Uso que en la traducción se pierde.

2
Tomados en forma aislada, fuera de cualquier contexto proposicional, las palabras en (1a-j)
comunican sólo un significado conceptual. Es decir que uno solamente podría plantearse preguntas tales
como:
(4)
a. What does drive mean? (¿Qué es lo que significa “drive” (conducir,
volverse, tornarse)?)
b. Does drive mean the same as abuse? (¿Drive significa lo mismo que
abuse?)
c. If someone is a maid, can she also a butler, or a woman? (¿Si alguien es
una maid (mucama), puede ser ella también un butler (mayordomo), o
una woman (mujer)?)
d. Is kill related in meaning to die, slaughter or murder, and if so how?
(¿Está kill (matar) relacionado en significado con die (morir), slaughter
(matanza) o murder (asesinato); y si es así, de qué manera?)

Combinadas en las cláusulas, como en (2a-d), las mismas palabras ahora participan en la codificación
de la información proposicional. Además de las preguntas sobre el significado conceptual en (4), las
cláusulas individuales en (2) pueden ahora generar preguntas de información, tales como en (5) a
continuación:
(5)
a. Was the maid driven insane? (¿La mucama ha sido enloquecida?)
b. Who abused the maid? (¿Quién abusó de la criada?)
c. Who killed the butler? (¿Quién mató al mayordomo?)
d. Who did the maid kill? (¿A quién mató la criada?)
e. What did the maid kill the butler? (¿Con qué mató la criada al
mayordomo?)
f. Did the maid kill the butler? (¿Mató la criada al mayordomo?)
g. Where did the maid hide the knife? (¿Dónde escondió la criada el
cuchillo?)
h. When did the maid hide the knife in the fridge? (¿Cuándo escondió la
criada el cuchillo en el refrigerador?)

Finalmente, el texto multi-proposicional en (3), en el cual las mismas proposiciones de (2) están ahora
combinadas, tiene coherencia discursiva. Además de las preguntas sobre el significado conceptual tales
como en (4) y sobre la información proposicional tales, como en (5), uno puede hacer ahora preguntas que
pertenecen a esa coherencia, tales como:
(6)
a. Why did she kill him? (¿Por qué lo mató?)
b. How come she had a knife? (¿Por qué tenía un cuchillo?)
c. Why had that maid hidden the knife in the fridge? (¿Por qué la criada
escondió el cuchillo en el refrigerador?)
d. Could she perhaps have talked to him first before taking such a drastic
step? (¿Podría ella, tal vez, haber hablado con él antes de tomar
semejante paso drástico?)
e. Was her action reasonable? (¿Fue razonable su acción? ¿Es defendible
en una corte de justicia?)

Las preguntas en (6) pueden parecer engañosamente semejantes a aquellas en (5). Sin embargo, cada
pregunta de (5) puede responderse basándose sólo en el conocimiento de una proposición atómica de (2).
En contraste, ninguna de las preguntas de (6) puede ser respondida a partir de tal conocimiento
proposicional atómico. Más bien, el conocimiento de varias proposiciones en el discurso conectado (3), o
incluso de todo el texto coherente, es requerido para poder responder tales preguntas.
3
La disociación parcial entre significado conceptual e información proposicional es fácil de demostrar
construyendo oraciones gramaticalmente correctas que no tienen sentido alguno; es decir, oraciones cuyas
palabras son perfectamente significativas, tomadas por separado, pero que no conforman una proposición
convincente; como en el ejemplo ubicuo de Chomsky:

(7) Las ideas incoloras verdes duermen furiosamente (Colorless green ideas sleep furiously)

Las incongruencias de sentido que hacen que la proposición (7) resulte bizarra –‘verde incoloro’,
‘ideas verdes’, ‘las ideas duermen’, ‘duermen furiosamente’- se deben todas a la especificidad semántica de
cada palabra. La relación entre el significado lexical y la información proposicional es, por consecuente, una
inclusión, o una condicional unidireccional. Es decir:
 Uno puede entender el significado de palabras independientes de la proposición de la cual ellas forman
parte; pero no se puede entender una proposición sin entender el significado de las palabras que la
componen.
La disociación parcial entre la información proposicional y la coherencia discursiva puede ser también
fácilmente demostrada uniendo proposiciones perfectamente informativas pero incoherentemente
combinadas. Así, por ejemplo, alterando el discurso coherente de (3) se llega a las incoherencias de (8) a
continuación:
(8)
a. Having killed the butler with the knife (Habiendo matado al
mayordomo con el cuchillo)
b. by constant abuse, (por constante abuso,)
c. the maid had been driven insane (la criada ha sido enloquecida)
d. and had hidden it in the fridge the night before. (Y lo ha escondido en
el refrigerador la noche anterior.)

Ninguna anomalía proposicional-semántica es discernible en alguna de las cláusulas individuales (8a-


d). La rareza de (8) como discurso conectado se debe a dos factores:
 La falta de coherencia interproposicional; y
 El uso de formas gramaticales diseñadas para codificar otro orden coherente, como el de (3).
Uno podría pensar incluso en maneras por las cuales las secuencias de cláusulas en (8) pueden
hacerse coherentes. Pero esto requeriría ajustar su estructura gramatical al nuevo orden, como en el caso
de (9) a continuación:
(9)
a. Having failed to kill the butler (Habiendo fallado al matar al
mayordomo)
b. despite the constant abused, (a pesar del constante abuso, )
c. the maid was finally driven insane [ upon realizing that] (la criada
finalmente se ha vuelto loca [luego de darse cuenta de aquello])
d. she had hidden the knife in the fridge the night before. (Ella había
escondido el cuchillo en el refrigerador la noche anterior.)
La relación entre la información proposicional y la coherencia discursiva es, por consecuencia,
también una relación de inclusión, o una condicional unidireccional. Es decir:
 Uno puede entender el sentido de las cláusulas independientemente del discurso del que forman parte;
pero uno no puede entender el discurso sin entender las proposiciones que lo com ponen.

3.2.2. Los códigos sensorio-motores


Los códigos sensorio-motores periféricos del lenguaje humano son el objeto de estudio de tres
campos –la fonética, la fonología y la neurociencia cognitiva- que investigan conjuntamente la producción
de discurso (codificación), percepción del discurso (decodificación), y la representación mental de las

4
unidades de código. La modalidad perceptual y productiva de estos códigos periféricos puede variar
(auditivo-oral, visual-gestual, escritura, etc.). Su uso primario es codificar el lexicón conceptual (palabras),
pero también codifica una parte importante de la gramática (morfología).

3.2.3. El código gramatical


A esta altura, simplemente afirmaré que la gramática es usada en primera instancia 3 para codificar la
coherencia discursiva. Esto, a la vez, se traduce en la codificación de la intención comunicativa. Y esto, en el
marco esbozado en este libro, se traduce en modelos mentales de los estados actuales de creencia e
intención del interlocutor. No de cualquier estado gastado de creencia e intención, sino aquellos que son
relevantes para la comunicación actual. Dentro de este marco, la comunicación no es más que una
subespecie de transacción cooperativa. Varios capítulos siguientes (4, 5, 6 y 7) van a desarrollar esta
perspectiva más detalladamente.

3.3. El lexicón general como una red de nódulos y conexiones.

La conjetura más verosímil que se puede hacer, dados los hechos del lenguaje, de la cognición y de la
neurología, es que el significado conceptual/semántico es representado en la mente/cerebro como una red
de nódulos y conexiones (Quillian 1968; Collins and Quillian 1972; Collins and Loftus 1975; Spitzer 1999).
Este modelo fue elegido por Rosch (1973a, b, 1975) para dar lugar a los aspectos ambivalentes de los
fenómenos prototípicos -un núcleo estable de usos frecuentes y convencionales vs. una periferia de
variantes infrecuentes. Este es también el modelo que mejor da cuenta de la activación por expansión
(Quillian and Colins 1972), de la relevancia semántica (semantic priming, Meyer and Schwaneveldt 1975),
de la disyuntiva activación automática vs. activación contextual (Swinney 1979; Neeley 1990), de los efectos
de la asociación de palabras (Spitzer 1999), así como de los datos de la base neuronal de las categorías
lexicales (Spitzer 1999). Por último, este modelo también deja lugar al significado metafórico (no-literal) y,
así, al cambio y al aprendizaje semántico.
El modelo de red de la semántica lexical asume que cuando un nódulo conceptual (“palabra”) es
activado, ya sea por un impulso interno o por una etiqueta perceptual (forma fonológica), un agrupamiento
de nódulos adyacentes –una sub-red local- es también automáticamente activada por él. Esta sub-red nunca
es exactamente la misma en todos los usos de la misma palabra, sino sólo de manera aproximada. De esta
manera, un grupo de “nódulos núcleos” tiende a ser activado automáticamente en la mayoría de los
contextos. Este patrón de activación automática representa el prototipo estable, convencional, y altamente
frecuente de la categoría lexical.
En contextos infrecuentes, menos convencionales y periféricos, otros nódulos pueden ser también
activados, nódulos que son específicos sólo para contextos particulares fuera del prototipo. La activación de
estos nódulos es premiada por tales contextos (Meyer y Schwaneveldt 1975, Swinney 1979; Neeley 1990).
A modo de ilustración, se puede considerar el nódulo conceptual ‘house’ (‘casa’), que en nuestra
cultura más comúnmente –por ende, automáticamente- activa los nódulos estrechamente vinculados ‘roof’
(‘techo’), ‘walls’ (‘paredes’), ‘floor’ (‘piso’), ‘living room’ (‘living’), ‘bedroom(s)’ (‘dormitorio(s)’),
‘bathroom(s)’ (‘baño(s)’), ‘kitchen’ (‘cocina’), ‘basement’ (‘sótano’), etc. Es de suponer que, a causa de tal
activación automática, cuando ‘casa’ es introducido en el discurso por primera vez, todos estos nódulos
estrechamente vinculados son activados automáticamente, o ‘premiados’, y son entonces mentalmente
accesibles al interlocutor incluso sin una mención explícita. Este es el efecto denominado de marco o
argumento. Por esta razón, probablemente, podemos calificar cada uno de los conceptos activados por el
marco “casa”, en (10) a continuación, como definitivo –incluso cuando ellos son introducidos en el discurso
por primera vez (Linde 1974):

3
Muchos filósofos y lingüistas, y siguiéndolos a una multitud de personas no experimentadas, asumen, erróneamente,
que la gramática es usada en primer lugar para codificar la estructura de las proposiciones atómicas (v. gr. La “sintaxis
lógica” de Carnap 1959 o la “estructura sintáctica profunda” de Chomsky 1965; inter alia). La razón por la cual esta
concepción es tan generalizada tiene que ver con la metodología de estudio de las proposiciones, cláusulas y
oraciones, aisladas de su contexto comunicativo.

5
(10) We stayed in this house, and boy… the livingroom was too small, the kitchen too far from the dining-
room, the bathrooms were too dark, the roof leaked and the walls has cracks, plus the bedrooms
were upstairs and the floors were tiled with cheap staff…
(Nos quedamos en esta casa, y, ¡por Dios!… el living era demasiado pequeño, la cocina demasiado
alejada del comedor, los baños estaban muy oscuros, el techo goteaba y las paredes tenían grietas,
además los dormitorios estaban arriba y el piso estaba embaldosado con un material barato…)

Otros nódulos conceptuales pueden estar conectados a “casa” de manera indirecta, más distante, o
sólo en contextos especiales, infrecuentes, no-prototípicos. Por ejemplo:
(11) a. We saw this house there,
? but then the electricians went on strike.
(Vimos esta casa allí,
? pero luego los electricistas empezaron una huelga.)
b. My brother-in-law promised to build us this house by December,
but then the electricians went on strike.
(Mi cuñado prometió construirnos esta casa para Diciembre,
pero luego los electricistas empezaron una huelga.)
c. We saw this house there,
? but the escrow company was closed.
(Vimos esta casa allí,
? pero la compañía de fideicomiso estaba cerrada.)
d. There was this house we wanted to close the deal on,
but the escrow company was closed.
(Allí estaba esta casa por la que queríamos cerrar el trato,
pero la compañía de fideicomiso estaba cerrada.)

En el ejemplo (11), el nódulo conceptual ‘casa’ por sí mismo no permite la activación automática –y,
de esta manera, la presunción de accesibilidad y la concreción– de ‘electricistas’ (11a) y ‘compañía de
fideicomiso’ (11c). Es el contexto especial de ‘construir’ en (11b) o ‘cerrar el trato’ en (11d) que, en
combinación con ‘casa’, permite la activación de ‘electricistas’ o ‘compañía de fideicomiso’,
respectivamente.
Esquemáticamente, uno puede describir el efecto del premiado contextual, y así, el patrón de
activación de la misma palabra en contextos menos habituales, como unos leves cambios o ajustes en el
patrón más común de activación. El patrón de activación de la misma palabra en diferentes contextos
tiende por consecuencia a incluir el núcleo de los nódulos prototípicos, aquellos que tienden a ser activados
automáticamente en todos los contextos. Se puede considerar estos nódulos centrales, operacionalmente,
como la intersección de la mayoría de los usos de la palabra. Pero además cada contexto también activa
otros nódulos, menos centrales y más específicos al contexto.
(12) Patrones de activación nodular prototípicos vs. menos prototípicos:

6
Cuanto más distante esté un contexto -o uso- del prototipo de la categoría, más probable es que
éste involucre la activación de nódulos no prototípicos y /o de menos nódulos prototípicos centrales. Este
cambio de patrones de activación durante la comunicación en vivo, relativamente inocuo, inducido por
contexto, también caracteriza el significado metafórico, la proliferación de múltiples sentidos (polisemia) y
el cambio semántico. Es la frecuencia relativa de contextos la que determina cuál es el núcleo prototípico y
cuál es la periferia en las redes semánticas. La frecuencia de uso, entonces, rige tanto el establecimiento
como el des-establecimiento de los patrones de activación automática en la red semántica.
Uno bien puede notar que el mismísimo modelo de red de la representación léxica-semántica puede
también dar cuenta de las diferencias interculturales en el mapeo cognitivo del mundo. Así, por ejemplo,
‘casa’ seguramente involucra, en la mayoría si no en todas las culturas, el agrupamiento de nódulos
semánticos ‘habitar’, ‘refugio’, ‘construcción’, o ‘familia’. Este agrupamiento puede ser considerado un
‘núcleo’ humano universal. Pero ninguno de los nódulos conceptuales como ‘sala de estar’, ‘baño’, ‘cocina’,
‘habitación’ o ‘sótano’ están conectados o activados por ‘casa’ en muchas culturas, donde el prototipo de
vivienda es una habitación simple. Tal como los conceptos ‘paredes’, ‘cielo raso’, ‘techo’, ‘piso’ o ‘ventana’
son insignificantes en culturas donde el prototipo de vivienda es una carpa.
Al describir la variación intercultural de redes semánticas, se puede por ende, tentativamente, hablar
del ‘núcleo’ relativamente universal de conceptos –y así, de contextos– que la mayoría de las sociedades
humanas han encontrado adaptivamente relevantes. Este núcleo puede ser entonces contrastado con
contextos más culturalmente específicos y ‘periféricos’, aquellos que no todas las culturas estiman como
adaptivamente relevantes.

3.4. Significado metafórico o no lineal

3.4.1. La tradición aristotélica


La percepción de la metáfora que seguiré aquí se remonta a la tradición aristotélica, donde la relación
entre sentido literal y su uso metafórico o metonímico es vista como una especie de similitud o analogía.
Esta tradición enfoca el comportamiento metafórico, el proceso de razonamiento abductivo-analógico por el
cual los sentidos son extendidos, primero durante la comunicación en vivo y finalmente a través del tiempo
histórico. Al pensar y al hablar metafóricamente uno re-interpreta el sentido establecido, convencional,
habitual, y literal de una palabra, re-interpretándolo como similar o analógico pero no idéntico. Y uno hace
esto en contextos de uso específicos menos convencionales, y por consecuencia para fines comunicativos
específicos menos convencionales.
El elemento clave en esta actitud frente a la metáfora es, sin sorpresa, el contexto. Son los juicios
contextuales instantáneos durante la comunicación en vivo los que impulsan la fuga inventiva del lenguaje
metafórico. Y es el descubrimiento serendipico –y el aprovechamiento instantáneo- de nuevas
oportunidades expresivas lo que lo motiva.
Aunque admita la similitud y la analogía como las bases del comportamiento metafórico, el enfoque
aristotélico no debe confundirse con un modelo de comparación objetivista, detallista, tal como se supone
en Cacciari y Glucksberg (1994) y en Lakof y Johnson (1980). Porque la noción de similitud de Aristóteles (cf.
Metafísica) era enfáticamente ni objetiva ni discreta, sino más bien pragmática y contextualmente dirigida.
Como todos los juicios contextuales, el uso de sentidos metafóricos en vivo está marcado por cierta
mesura de serendipia. Pues un contexto no está ahí objetivamente, esperando ser notado. Un contexto es
interpretado en el momento, para la ocasión. Es una síntesis di novo. Esta naturaleza serendípica, efímera, y
dependiente del contexto del lenguaje metafórico es definida acertadamente por Gibbs (1987):
Qué propiedades de la metáfora son las salientes depende precisamente de qué conocimiento es compartido
por el hablante y el oyente en cualquier ocasión dada. Las propiedades de cualquier término dado en una
metáfora pueden ser más bien efímeramente que eternamente notables. (1987:40)

Esta actitud frente a la metáfora es, por ende, transparentemente pragmática. Considera el
comportamiento metafórico como una instancia del proceso más general de aprendizaje, innovación y
cambio cognitivo o lingüístico, donde un nuevo sentido interpretado es entendido en términos de lo que ya
es conocido, familiar, convencional.

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La perspectiva aristotélica de la metáfora es así parte integrante de la actitud pragmática frente al
aprendizaje y el cambio. Es parte de la posición pragmática media en epistemología (ver cap.1). Es una
actitud que ve la abducción, el razonamiento analógico y la interpretación fresca del contexto como el
núcleo mismo del descubrimiento y acumulación de conocimiento.
En la misma línea, esta actitud ve la reutilización analógica, metafórica de los sentidos viejos de las
palabras como el primer mecanismo que impulsa ambos, los cambios semánticos (Numberg 1979;
MacCormack 1985; Lee 1990; Lehrer 1990; Sweetser 1991; Cacciari y Glucksberg 1994) y la innovación
sintáctica (Givón 1989). Esta última incluye, prominentemente, gramaticalización – el ascenso diacrónico de
morfemas gramaticales fuera de las palabras lexicales (Heine 1993, 1997; Heine y Reh 1984; Givón 1973ª,
1989; Sweetser 1990; Heine et al. 1991; Bybee et al. 1994; Inter. Alia). Ya que el cambio diacrónico en
ambos, lexicón y gramática, es gradual, no es sorprendente encontrar una fina graduación entre las
metáforas vivas y el uso literal completamente convencional. (Gibbs1984; Dascla 1987; Cacciari 1993;
Glucksberg 1991; Cacciari y Glucksberg 1994;).
Mientras la interpretación del contexto di novo no tiene restricciones lógicas, la actitud pragmática
frente a la metáfora no rechaza los universales lingüísticos o cognitivos. Esto es así porque algunas analogías
o similitudes tienen más probabilidad de ser interpretadas durante la comunicación en vivo que otras.
Pueden ser más cognitivamente transparentes y así, finalmente, adaptativamente válidas. Pueden haber
sido sistemáticamente seleccionadas durante el curso de la evolución neuro-cognitiva.
El cerebro/mente está relleno de tales parcialidades innatas. Pero no importa cuán rígidamente
sesgado pueda ser el sistema, un cierto nivel de diversidad intercultural en el comportamiento metafórico
siempre puede ser encontrado. Por lo tanto el balance entre los procesos metafóricos universales y
culturalmente específicos puede imitar, en formas obvias y por razones obvias, la relación entre el
prototipo/núcleo y marginal/periferia de las categorías mentales.
Consideramos algunos ejemplos del uso metafórico en dos textos de ficción. En ambos, he tratado de
identificar los dos puntos extremos en el continuum diacrónico entre el significado literal enteramente
convencional y el uso metafórico vivo. Los usos metafóricos recientes relativamente no-convencionales,
diacrónicamente más jóvenes, están resaltados con negrita en los dos textos. En lo principal, tales
expresiones no se han convertido aún en combinaciones fijas o modismos, y su uso permanece altamente
dependiente del contexto.
Los usos diacrónicamente viejos, enteramente convencionales, están escritos en letra cursiva abajo
en el texto. Tales usos se han vuelto estables e indexados a los contextos semánticos convencionales, se han
vuelto modismos altamente convencionales, o son metáforas muertas. Desde que estamos lidiando con un
continuo finamente sombreado, la distinción entre los dos extremos no es siempre fácil de hacer, y los casos
intermedios abundan.
Consideremos primero un pasaje de una novela de Walter Percy (1960):
Down I plunk myself with a liberal weekly at one of the massive tables, read it from cover to cover, nodding to
myself whenever the writer scores a point. Damn right, old son, I say, jerking my chair in approval. Pour it on
them. Then up and over the rack for a conservative monthly and down in a fresh cool chair to join the
counterattack. Oh, oh, say I, and hold fast to the chair arm: that one did it: eviscerated! And then out and away
into the sunlight, my neck prickling with satisfaction. (1960:100)

(Me dejo caer pesadamente con un seminario liberal en una de las mesas macizas, lo leo de tapa a tapa,
asintiéndome a mi mismo cada vez que el escritor tiene la razón. Es cierto, querido hijo, digo, sacudiendo mi
silla en aprobación. Derrámaselo (pour it on them). Luego voy hacia la repisa por una revista conservadora
mensual, y me siento en una nueva silla para unirme al contraataque (counterattack). Oh, Oh, digo, y me
sostengo rápido al apoyabrazos de la silla: ése lo hizo: ¡lo destripó! (eviscerated) Y luego salgo hacia la luz del
sol, mi cuello picando (prickling) con satisfacción. (1960: 100)

El onomatopéyico ‘plunk (oneself) down’ es casi una frase hecha convencional para ‘throw (oneself)
down’, o ‘drop (something)’. ‘Liberal’ es una metáfora muerta, ahora literal en el contexto de la política.
‘Massive’ está en camino hacia una entera convencionalización como ‘big’, aunque no todavía en todos los
contextos semánticos (¿‘a massive laugh’; ¿‘a massive mouse’). ‘Score a point’, una metáfora deportiva para
‘ganar un argumento en debate’ es completamente convencional para contextos de debate. ‘Rack’ para un
artefacto donde uno cuelga periódicos o revistas es enteramente convencional, por consecuencia una

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metáfora literal muerta; tal como lo es ‘conservador’ en el contexto político. El uso de ‘fresh cool (chair)’ es
quizás semiconvencional para ‘recién usada’. Pero ‘counterattack’, otra metáfora militar para ‘respuesta’ en
el contexto de la política, es un uso metafórico relativamente reciente. El uso de ‘arm’ en el contexto de
‘silla’ es una metáfora muerta. Pero ‘eviscerated’, aquí en el contexto del debate político, es todavía
relativamente reciente. ‘Into (the sunlight)’ es una metáfora muerta, registrando originalmente un
amurallado 3-D sobre algo más abstracto, quizás un espacio 2-D. Pero ‘(neck) prickling (with satisfaction)’ es
una uso relativamente nuevo, aún no restringido enteramente a este contexto semántico particular.
Consideren ahora un pasaje del escritor de ficción cómica (y prácticamente periodista) Carl Hiaasen
(2002):
Only two types of journalists choose to stay at a paper that’s being gutted by Wall Street whorehoppers. One
faction is comprised of editors and reporters whose skills are so marginal that they are lucky to be employed,
and they know it. Unencumbered by any sense of duty to the readers, they are pleased to forgo the pursuit of
actual news in order to cut expenses and score points with the suits. These fakers are eager to pick out in a
bustling city room –they are at their best when arranging and attending pointless meetings, and at their skittish,
indecisive worst under the heat of a looming deadline. Stylistically they strive for brevity and froth, shirking
from stories that demand depth and deliberation, stories that might rattle a few cages and raise a little hell.
(2002:202).

(Sólo dos tipos de periodistas eligen quedarse en un diario que está siendo destripado (gutted) por los busca
prostitutas (whorehoppers) de Wall Street. Un bando está compuesto por editores y reporteros cuyas
habilidades son tan marginales que tienen suerte de tener trabajo, y ellos lo saben. Destrabado s
(unencombered) por ningún sentido de deber hacia el lector, les encanta privarse de la búsqueda de noticias
actuales para acortar expensas y ganar puntos (score points) con los trajes (suits). Estos falsos están deseosos
de seleccionaren una bulliciosa habitación de ciudad – están en su salsa cuando arreglan y asisten a citas sin
sentido, y a sus asustadizos (skittish), indecisivos que empeoran con el calor de una amenazadora (looming)
fecha límite. Estilísticamente, ellos luchan por la brevedad y la espuma, eludiendo historias que demandan
(demand) profundidad y liberación, historias que pueden sacudiendo unas cuantas jaulas (rattle a few cages) y
causando problemas (raise a little hell). (2002:202))

‘Paper’ es una metáfora muerta usada literalmente; pero el uso de ‘gutted’, una transferencia desde
el ámbito de la carnicería al de los negocios, es relativamente reciente y restringido a un solo contexto
semántico, y también lo es ‘whorehoppers’. ‘Marginal’ es una metáfora espacial muerta. ‘Unencumbered’ es
una metáfora resucitada del latín ahora en el camino hacia la re-convencionalización. ‘Forgo’ es una
metáfora muerta para ‘elegir no…’, mientras que ‘pursuit’ es quizás todavía una metáfora semi-viva para
‘buscar’. Tanto ‘cut’ como ‘expenses’ son metáforas muertas, la primera relativamente reciente, la segunda
proviniendo del latín. La metáfora deportiva ‘score points’ esta todavía algo viva en este tipo de contexto,
tal como ‘suits’ (por personas que ocupen cargos altos). ‘Pick out’ (por ‘identificar) y ‘bustling’ (por ‘busy’)
están en camino a una literalidad completa, tal como ‘pointless’ (por ‘inútil’). ‘Skittish’ es todavía
marginalmente nueva; ‘(in)decisive’ es una metáfora latina muerta; ‘Under the heat’ es todavía un uso
medianamente vivo, como lo es ‘looming’. ‘Deadline’ es una metáfora convencional casi muerta, tal como
‘strive’, otra metáfora marcial, y ‘brevity’, una correspondencia entre el espacio y el tiempo. ‘Froth’, por otro
lado, está relativamente vivo. ‘Shirking’ (por ‘evitar’) está casi muerta y poco menos que literal, pero
‘demand’ tal vez esta todavía algo viva en este contexto. ‘Depth’ (en este contexto) y ‘deliberation’ (en todos
los contextos) son metáforas muertas, la última proviniendo del latín. Finalmente, ‘rattle a few cages’ y
‘raise a little hell’, aunque ya sean idiomáticas, son de uso medianamente vivo, al menos en el presente
contexto.
El grado de libertad contextual del uso metafórico resulta ser un tema central, tanto metodológica
como teóricamente. Desde una perspectiva teórica, el uso metafórico vivo no está restringido a un solo
contexto semántico. Sin embargo, paradójicamente, es altamente sensible a su contexto pragmático
serendípico. Objetivos semánticos múltiples pueden ser interpretados como similares – y de esta manera
correspondiendo metafóricamente- al mismísimo dominio semántico fuente; tal como muchos dominios de
recursos semánticos pueden corresponder metafóricamente al mismo objetivo semántico. Es la
interpretación serendípica del contexto discursivo que hace efectivo el lenguaje metafórico, que le otorga su
doble filo – semánticamente accesible pero pragmáticamente nuevo. En contraste, es la predictibilidad

9
relativa y el convencionalismo del contexto semántico el que hace el uso literal, entonces, tan literal y tan
indiferente a su contexto pragmático. La semántica es contexto convencional, o pragmática petrificada.
Desde una perspectiva metodológica, la actitud aristotélica frente a la metáfora está más
fuertemente abocada en estudiar el proceso en vivo del uso metafórico, que en su producto final, la
metáfora bien establecida. Enfoca el continuum, por consecuencia en los pequeños pasos incrementales del
comportamiento metafórico en vivo que va desde a hasta b y c, últimamente hasta z. Y trata de entender,
desde una perspectiva adaptativa, ambos, el proceso en vivo del uso metafórico nuevo y el prolongado y
gradual proceso de convencionalización, formación de expresiones idiomáticas (frases hechas) y extinción
metafórica.

3.4.2. Las “metáforas conceptuales” de Lakoff et al.


Una perspectiva alternativa de la metáfora ha sido alentada recientemente por Lakoff y Johnson
(1980), Lakoff (1987) y Lakoff y Turner (1989). Para comenzar, este enfoque rechaza la perspectiva
aristotélica tradicional del lenguaje metafórico/figurativo como una especie de analogía o similitud,
interpretando la perspectiva aristotélica, erróneamente pienso, como “objetivista” 4. Lakoff et al. sugieren
que metáforas conceptuales estables, universales, subyacen a todas las instancias específicas del uso
metafórico. Tales metáforas conceptuales agrupan instancias actuales de uso metafórico en “familias” cuyos
miembros comparten la misma estructura cognitiva subyacente. Y una jerarquía de metáfora conceptual es
sugerida, por lo cual algunas son más genéricas y subyacen a familias de metáforas conceptuales más
específicas.
La estructura cognitiva de metáforas conceptuales, dicen, es una relación de correspondencia entre
dominios cognitivos distintivos. La similitud –que sea interpretada o no– no está, supuestamente,
involucrada5. Así, esas relaciones entre dominios son ecuaciones (“X es Y”) en vez de símiles (“X es como
Y”).
Las metáforas conceptuales son, según ellos, estables, convencionales, culturalmente incorporadas y
mayormente humano-universales (Lakoff y Turner 1989). Ellas son, además, automáticamente activadas
durante el uso metafórico en vivo (ibid.:51). Y tal activación en vivo supuestamente da cuenta de nuestro
entendimiento de los significados no literales.
Como ejemplo de familias de expresiones metafóricas agrupadas bajo las mismas “metáforas
conceptuales”, consideren (Lakoff et al. 1989):
(13) Metáforas Conceptuales:
a.“learning is eating” (“Aprender es comer”)
“he spoon-fed them information” (él les dio de comer la información)
“she chewed on the idea for a while” (ella masticó la idea por un tiempo)
“he swallowed (her version) whole” (él se tragó toda su versión)
that’s is a half-baked idea” (esa es una idea a medio cocer)
“it’ll take time to digest the information” (llevará un tiempo digerir la idea)
“algebra whetted her appetite for math” (el álgebra despertó su apetito por las
matemáticas)
“she had them eating out of her hand” (ella los tiene comiendo de su mano)
“he just wants us to regurgitate his own ideas” (él solo quiere que regurgitemos sus
propias ideas)
“they soaked in everything she said” (ellos soparon en todo lo que ella dijo)
b. “belief/knowledge is possession” (“la creencia/el conocimiento es posesión”)
“I have certain beliefs” (Tengo creencias ciertas)
“the acquisition of knowledge” (la adquisición de conocimiento)
“we all hold it true that…” (todos nosotros sostenemos que…)
“he possessed an uncanny ability to…” (él posee una extraña habilidad para…)
“I receive a double-message from her” (recibí un doble mensaje de ella)
4
Al agrupar a Aristóteles con el resto de los hombres “objetivistas”, Lakoff y Johnson (1980) eligen ignorar el hecho de
que su acercamiento a la similitud fue pragmático, i.e. contextualmente ligada y no-objetiva (cf. Metafísica; ver
discusión en el cap. 1).
5
De nuevo contra Aristóteles (Retórica), quien considera a la metáfora y a la metonimia como subespecies del símil.

10
“let go of your prejudices” (dejá tus prejuicios)
“give away your belief” (regala tu opinión)
“I get your drift” (capté tu idea)
c. “understanding is perceiving” (“entender es percebir”)
“I see your point” (veo tu punto de vista)
“I hear you” (te escucho)
“to shed more light on the issue” (para traer más luz en el asunto)
“I was in a dark all through the discussion” (estaba en penumbras durante la discusión)
“she saw through his lies” (ella vio a través de sus mentiras)
d. “action is motion” (“la acción es movimiento”)
“I barely got through college” (apenas pasé el colegio)
“my studies hit a roadblock” (mis estudios están boqueados)
“do it this way” (hazlo de esta manera)
“I’m stuck on this problem can’t go on” (estoy atascado en este problema, no puedo
avanzar)
“he is holding her back”(él la está reteniendo)
“he pushed me into doing it” (él me empujó a hacerlo)
“she walked him through the program” (ella lo paseó por el programa)
“he’s walking a fine line” (él está caminando en una línea fina)
“she lacks direction” (ella carece de dirección)
“the end of this project is in sight” (el fin de este proyecto está a la vista)
“how’s it going?” (¿cómo va?)
“the project is at a standstill” (el proyecto está parado)

Mientras uno examina en detalle la larga colección de ejemplos citados como un soporte empírico
para las “metáforas conceptuales”, lentamente se vuelve claro que esta actitud invierte mucho en recolectar
y clasificar –por juzgamientos intuitivos que tienen muchísimo sentido- los productos finales del
comportamiento metafórico. El rol abrumador del comportamiento metafórico en el proceso diacrónico de
cambio semántico y gramatical es aceptado (Sweetser 1990). Pero la larga recolección de ejemplos es
invariablemente citada sin el contexto comunicativo específico en el cual ellos fueron verdaderamente
producidos. Esto deja el proceso real in situ de razonamiento metafórico esencialmente oscuro. Los
ejemplos fuera de contexto pretenden demostrar la ubicuidad de sus metáforas conceptuales de larga
distancia subyacentes, en vez de las correspondencias semánticas de corta distancia más específicas que se
obtienen durante el comportamiento metafórico dentro de su contexto.
Hasta donde se puede verificar, las correspondencias entre dominios “conceptuales-metafóricos”
sugeridas, aludidas en este enfoque, no están construidas para la ocasión, para el contexto específico. Ellas
ya están allí, pre-establecidas en la mente/cerebro como parte de la estructura. En el comportamiento
metafórico, estas correspondencias son supuestamente re-descubiertas o explotadas en contextos
específicos. No importa la parte de serendipia que pueda existir en el uso metafórico, no se trata de un
nuevo descubrimiento, una innovación o una nueva interpretación, sino más bien de reconocer qué es lo
que ya está allí, de aceptar lo que uno ya conoce. En el uso de una expresión metafórica, aun cuando fuera
nueva, uno simplemente combina –o clasifica–contextos serendípicos con los patrones cognitivos
apropiados.
Varias preguntas molestas surgen frente a la inexorable marcha hacia adelante de la “metáfora
conceptual”. ¿Cómo puede uno saber cuándo ejecutar la combinación requerida entre un contexto (el
objetivo) y su dominio cognitivo subyacente (fuente)? ¿Cómo puede uno clasificar contextos en orden de
asignarles sus propias –relevantes- metáforas conceptuales? ¿Tiene cada contexto intrínsecamente una
correspondencia con una metáfora conceptual particular? ¿Pre-clasificado y con la “etiqueta cognitiva”
correcta? Si es así, ¿según qué principios y mecanismos? Y –por desgracia de todo acercamiento algorítmico
a la pragmática- ¿puede el inventario de todos los contextos posibles ser previsto y formulado con
anticipación al comportamiento comunicativo “vivo” in situ? Y, por último aunque no menos importante,
¿cómo uno decide en qué contexto empezar con el uso metafórico, y en cuál utilizar una expresión
semánticamente literal y equivalente?

11
Otra pregunta que se le ocurre a uno es: ¿Cómo da cuenta uno del hecho de que un dominio –
objetivo puede corresponder metafóricamente con múltiples dominios-fuente vía múltiples metáforas
conceptuales, como en (seleccionado de Lakoff et al. 1989)?:6
(14) “Metáforas conceptuales” múltiples de causalidad subyacente.

Expresión metafórica Metáfora conceptual subyat.

a. “el éxito viene de un trabajo “las causas son fuentes


duro” espaciales”
b. “el trabajo duro dio lugar a mi “las causas son fuerzas físicas”
éxito”
c. “la muerte tuvo un impacto en “estar afectado es estar
mí” golpeado”
d. “¿hay relación entre el café y “las causas son relaciones en una
el cáncer?” cadena”
e. “desde que él me pegó, yo le “las causas son la procedencia
pego” temporal”
f. “sus acciones me llevaron a “las causas son las cosas que te
archivar la acción judicial” movilizan”

Y asimismo, ¿cómo da cuenta esto del hecho de que un dominio-fuente puede entrar en
correspondencia con múltiples dominios-objetivos, como en (seleccionado de Lakoff et al. 1989)?:

(15) El mapeo de las metáforas sobre “X es movimiento en el espacio”

Ejemplo real Dominio-fuente

a. “Él pasó de ser un buen chico (X= cambio de estado)


a ser un monstruo”
b. “Apenas pasó el colegio” (X= acción)

c. “el éxito viene del trabajo (X= causalidad)


duro”
d. “Aplicar fuerza sobre el borde (X= fuerza)
de la tapa”
e. “el martes llegó rápido” (X= el tiempo se mueve hacia
nosotros)
f. “el pasado se aleja rápido” (X= el tiempo se aleja de
nosotros)
g. “Él avanzó hacia la adultez” (X= nosotros moviéndonos hacia
el tiempo)
h. “Ella dejó su niñez atrás” (X= nosotros alejándonos del
tiempo)
i. “luego la idea vino a mí” (X= la idea moviéndose hacia
nosotros)
j. “empecé a creer en el (X= nosotros moviéndonos hacia
capitalismo” la idea)
k. “desde esto inferimos…” (X= inferencia)

6
En la misma línea, los ejemplos (28a,b,c) arriba, considerados en su conjunto, son un ejemplo de un dominio-
objetivo, la cognición, puesto en correspondencia con tres dominios-fuente vía tres metáforas conceptuales
(alimentación, posesión, percepción). Esos tres ¿son también mapeados sobre cada uno de los otros vía alguna otra
metáfora genérica conceptual? Si es así, ¿cuál es la fuente y cuál el objetivo?

12
l. “ella fue movida por esto” (X= emoción)

m. “ningún daño te amenazará” (X= daño)

n. “ella siguió la instrucción” (X= acatamiento)

o. “el bebé llegó (X= nacimiento)


prematuramente”

¿Cuáles son los principios y/o los mecanismos que restringen la proliferación de correspondencias
cognitivas uno-a-muchos y de muchos-a-uno? ¿Existe allí un rol –y si es así, cuál- para el contexto
comunicativo en restringir tal proliferación?
En una red léxico-semántica, todas las conexiones entre nódulos son en principio posibles. Algunas
son más probables, más comunes, más convencionales y atrincheradas o más adaptables en algunos
contextos, en una cultura particular o universalmente. Pero dado un contexto comunicativo recientemente
interpretado, nuevas conexiones siempre pueden darse. ¿Acierta la línea de la “metáfora conceptual” algo
por encima y más allá del diseño general de red de la memoria semántica permanente, la activación
automática de múltiples sentidos dentro de tal red, y el efecto facilitador o inhibidor del contexto?
A esta altura uno se ve impulsado, un poco a regañadientes, a hacer una observación metodológica.
La clasificación pretendida que asigna las metáforas actuales a sus metáforas conceptuales más “genéricas”
siempre tiene sentido, parece razonable. Pero el método analítico empleado dista, esencialmente, del
lógico-filosófico. La vasta colección de metáforas fuera-de-contexto, junto a sus clasificadores, son
obtenidas mediante el estudio de la competencia en vez de la actuación. Y como tal, tiene sentido intuitivo
tanto como esa estructura sintáctica profunda o las transformaciones tenían sentido, en otro enfoque
ubicuo que se basaba primeramente en la intuición proverbial de los hablantes nativos (Chomsky 1965).

3.4.3. La evidencia cognitiva


Se puede dividir las posibles hipótesis empíricas sobre la activación mental durante la producción e
interpretación en vivo del lenguaje metafórico en las siguientes preguntas (seleccionadas de Gibbs 1994a.,
Gibbs et al. 1997):
(16) Preguntas sobre la activación mental durante el comportamiento metafórico on-line:
a. Los sentidos literales de una expresión metafórica, ¿son siempre activados?
b. El objetivo sentido metafórico deseado, ¿es siempre activado?
c. ¿Qué rol juega el contexto – tanto discursivo-pragmático como cláusula-semántico – juega en
estas activaciones?
d. Las metáforas conceptuales relevantes, ¿son siempre activadas automáticamente?

Sorprendentemente, hay un consenso razonable sobre los planteos (16a, b, c). La activación
automática de sentidos literales (16a) es una consecuencia directa de las primeras activaciones automáticas
(dentro de los 0.250 msegs. de la presentación de estímulos) de múltiples sentidos de las palabras (Meyer y
Schwaneveldt 1976; Swinney 1979; Neeley 1990).
La activación de los sentidos metafóricos (16b) deseados, al menos en sus contextos válidos, es por
supuesto dada por sentado cuando un sentido metafórico es deseado o entendido, pero es también bien
documentado experimentalmente (ver las encuestas en Gibbs 1994b; Cacciari y Glucksberg 1994).
Una vasta literatura experimental también demuestra los efectos contextuales tanto permisivos como
inhibitorios (16c), ambos en activaciones multi-significantes (Meyer y Schwaneveldt 1971; Conrad 1974;
Schwaneveldt et al. 1976; Swinney 1979; Tannenhaus et al. 1979; Norris 1986; Glucksberg et al. 1986; van
Petten y Rutas 1987; Kintsch 1988; Tabbossi 1988; Gernsbacher y Faust 1991; McCandliss 1992; inter alia) y
el tratamiento de metáforas y frases hechas (Gibbs et al. 1997; ver reseñas varias en Gibbs 1994b y Cacciari
y Glucksberg 1994).
Ninguna de estas tres respuestas empíricas a las preguntas (16a,b,c) tiene influencia alguna sobra la
pregunta (16d) acerca de la activación automática mental de la metáfora conceptual. En esto, la literatura
experimental es ambigua, inconclusa y agudamente dividida. El problema es reseñado tanto por Gibbs

13
(1994b) y Cacciari y Glucksberg (1994), aquel comprensivamente, estos escépticamente. Pero, simpatías
aparte, ambos lados sugieren que las metáforas conceptuales pueden ser activadas en ciertos contextos
pero no en otros.
Tal vez la concesión más reveladora en el tema esta hecha por el más comprensivo Gibbs et al.
(1997), resumiendo su estudio de la activación mental durante la elaboración on-line de expresiones
idiomáticas en vivo:
Además, la velocidad alta con la cual la gente procesa los usos idiomáticos, en comparación con los usos
literales o los equivalentes no-idiomáticos, de unas mismas expresiones, hace algo improbable que la gente
este realmente computando las correspondencias metafóricas cada vez que lee o escucha usos idiomáticos en
un discurso. Cuáles son las condiciones contextuales que facilitan o inhiben el acceso a las metáforas
conceptuales en el procesamiento del lenguaje; en que momento, durante el procesamiento instante por
instante de los turnos idiomáticos, son las metáforas conceptuales alcanzadas; cuánto tiempo persiste la
activación de las metáforas conceptuales: estas preguntas son importantes para la investigación futura. Una
posibilidad es que las metáforas conceptuales sean alcanzadas en el momento en que uno encuentra una
palabra clave, o punto de unicidad, en un uso idiomático… Nuestros datos no nos dicen si la gente tiene que
procesar o acceder a la metáfora conceptual subyacente de un uso idiomático para entender lo que el turno
idiomático significa figurativamente durante el procesamiento en vivo (1997:150; cursiva añadida)

La locución “palabra clave” es ciertamente reveladora, compatible como lo es con lo que Cacciari y
Glucksberg (1994) también sugieren: que es la activación de palabras claves en el contexto natural de la
expresión metafórica durante la comunicación en vivo que activa los nódulos conectados en la red
semántica. Y que tal activación es experimentalmente indistinguible de la supuesta activación de las
“metáforas conceptuales” subyacentes.
A modo de ilustración, considérese primero el par de ejemplos elaborados en (17) abajo, donde el
uso metafórico (17b) es una instancia transparente de la metáfora conceptual ubicua “movimiento en el
tiempo es movimiento en el espacio”. En ambos, (17a) y (17b), un contexto natural parecido es sugerido
entre corchetes:

(17) a. Movimiento espacial literal:


[They were riding back from the back forty, dead tired, when they saw the fire.]
They raced from the gate to the barn in record time.
[Ellos volvían cabalgando desde los cuarenta, cansadísimos, cuando vieron el fuego.]
Ellos corrieron desde la puerta al establo en tiempo récord.

b. Movimiento temporal figurativo:


[They were much younger than us, but still] they raced from youth to senility in record time.
[Ellos eran mucho más jóvenes que nosotros, pero aún así] se apresuraron desde la juventud
a la senilidad en tiempo récord.

En ambos, (17a) y (17b), “race from… to” activa automáticamente “movimiento en el espacio”
independientemente del contexto. En el literal (17a), tanto el contexto discursivo (“riding back from the
back forty”) como el contexto clausal (“from the gate to the barn”) son totalmente compatibles con la
activación. En el caso figurativo (17b), sin embargo, el contexto discursivo (“much younger than us”)
automáticamente activa el nódulo “tiempo”, y el contexto clausal (“youth to senility”) automáticamente
activa “edad” y así se fortalece más la activación. De este modo, “movimiento”, “espacio” y “tiempo” son
todos automáticamente activados en el uso metafórico (32b) sin ninguna necesidad de invocar la metáfora
conceptual.
Pero, ¿funciona de la misma manera en el uso metafórico no-forzado? Déjesenos examinar el primer
pasaje de ficción citado arriba (Percy 1960):
Down I plunk myself with a liberal weekly at one of the massive tables, read it from cover to cover, nodding to
myself whenever the writer scores a point. Damn right, old son, I say, jerking my chair in approval. Pour it on
them. Then up and over the rack for a conservative monthly and down in a fresh cool chair to join the
counterattack. Oh, oh, say I, and hold fast to the chair arm: that one did it: eviscerated! And then out and away
into the sunlight, my neck prickling with satisfaction. (1960:100)

14
(Me dejo caer pesadamente con un seminario liberal en una de las mesas macizas, lo leo de tapa a tapa,
asintiéndome a mi mismo cada vez que el escritor tiene la razón. Es cierto, querido hijo, digo, sacudiendo mi
silla en aprobación. Derrámaselo. Luego voy hacia la repisa por una revista conservadora mensual, y me siento
en una nueva silla para unirme al contraataque. Oh, Oh, digo, y me sostengo rápido al apoyabrazos de la silla:
ése lo hizo: ¡lo destripó! Y luego salgo hacia la luz del sol, mi cuello picando con satisfacción. (1960: 100))

La metáfora viva ‘score a point’ (‘anotar un punto’) es precedida en el contexto discursivo por “with
a liberal weekly”, que automáticamente activa “política”. “Anotar un punto” en sí mismo activa
automáticamente el sentido literal de “deportes competitivos”. Todos los nódulos semánticos relevantes de
la presumida metáfora conceptual “la política es un deporte competitivo” son ahora activados sin necesidad
de añadir provisiones.
Luego, el uso metafórico vivo ‘pour it on them’ (‘Derrámaselo’), ‘argumento (verbal)’ ya ha sido
activado en el discurso precedente, y el sentido literal ‘derramar liquido’ es ahora activado. Todos los
nódulos semánticos relevantes de la supuesta metáfora conceptual ‘argumentar es como derramar líquidos
sobre el interlocutor’ están de nuevo activados sin el recurso de ninguna provisión añadida.
Luego, en “counterattack” (“contrataque”) automáticamente activa su sentido literal marcial. No
obstante, el precedente contexto discursivo ya ha activado “política”. Todos los nódulos semánticos de la
presumida metáfora conceptual “la política es una potencia ofensiva” es así activada sin recurrir a ninguna
provisión especial.
Después, “eviscerate” (“eviscerar”) automáticamente activa el sentido literal de “carnicería”). El
contexto precedente ya ha activado “política” y “argumento”. Todos los nódulos semánticos relevantes de la
supuesta metáfora conceptual “ganar en política es una carnicería” es de esta manera activada sin recurrir a
ninguna provisión.
Finalmente, “neck prickling” (“cosquilleo en el cuello”) automáticamente activa el sentido literal del
tacto. El contexto precedente ya ha activado “debates políticos” y “disfrutar”, y el contexto clausal mantiene
el último activo con “satisfacción”, un nódulo cercano a “disfrutar”. Todos los nódulos semánticos
relevantes de la supuesta metáfora conceptual “el gozo mental es como el cosquilleo físico en el cuello” son
ahora activados sin recurrir a ninguna provisión de más.
El diseño en red del lexicón conceptual, junto con la activación automática de sentidos literales
(‘fuente’) y de los agrupamientos de nódulos locales que les son estrechamente vinculados (marcos,
argumentos), junto con el siempre presente contexto discursivo en vivo que automáticamente activa
sentidos figurados (‘objetivo’) y sus nódulos agrupados localmente (marcos, argumentos), parece dar
cuenta de la co-activación de sentidos literales y metafóricos durante el procesamiento en vivo natural –sin
ninguna necesidad de activación específica de ‘metáforas conceptuales’.

3.4.4. La evidencia diacrónica: Metáforas y gramaticalización.


Como anteriormente fue sugerido, una de las mejores y más conocidas instancias de extensión
metafórica es la de la gramaticalización, donde en las palabras lexicales de otro tiempo (“fuente”) son re-
analizadas como morfemas gramaticales (“objetivo”). El rol de la inferencia metafórica en la
gramaticalización es ampliamente reconocida (Heine 1993, 1997, 2002; Heine y Reh 1984; Givón 1973a,
1989; Sweetser 1990; Heine et al. 1991; Bybee et al. 1994; inter alia).
En esta sección describiré con cierto detalle dos casos de gramaticalización. Cada caso involucra una
sucesión de pasos metafóricos-inferenciales pequeños, locales, cuyos contextos motivadores pragmáticos se
deslizan durante el continuum de un paso al siguiente. En cada caso, la fuente lexical original experimenta
un cambio gradual hacia una abstracción mayor, un proceso a veces repertoriado como lavado semántico
(Givón 1979a), antes del paso al objetivo gramatical final. En cada caso, la fuente original y el objetivo final
pueden indudablemente parecer semánticamente distantes, lo suficiente como para ser considerados
dominios cognitivos diferentes –disímiles. Pero cada uno de los cambios metafóricos incrementales, a lo
largo del continuum, cruza pequeños desfases/intervalos entre dominios cercanos que pueden,
ciertamente, ser considerados similares.
Consideremos primero la gramaticalización extensamente difundida del verbo de movimiento “go”
(“ir”) hacia el “futuro/irreal” tiempo/modalidad, una instancia de bona fide de la metáfora conceptual “el
movimiento temporal es movimiento espacial” (Heine 1993, 1997; Givón 1973; Bybee et al 1994; inter alia):

15
(18)
Etapa histórica Inferencia contextual-pragmática

a. Movimiento perfectivo espacio- Acción volitiva < = propósito


temporal.
Ella fue al establo (por algún
propósito)
b. Movimiento perfectivo espacio- Movimiento con propósito <= el propósito es
temporal con un propósito. focal
Ella fue al establo para alimentar
al caballo
c. Movimiento perfectivo espacio- Propósito <= todavía no alcanzado
temporal por un propósito.
Ella fue (a algún lado) para
alimentar al caballo.
d. Movimiento imperfectivo Imperfectivo <= no realizado
(espacio?-) temporal por un
propósito.
Ella está yendo (¿allí?) para
alimentar al caballo
e. Movimiento temporal hacia una No realizada ahora <= realizada en el futuro
acción pretendida:
Ella va a alimentar al caballo
(mañana.)
f. Movimiento temporal hacia una
acción futura:
[She gonna feed the horse
tomorrow]
Ella va a alimentar al caballo
mañana.

El verbo “go” (“ir”) no pasa directamente desde su anterior dominio-fuente “movimiento hacia el
objetivo espacial” (18a) hacia un eventual dominio-objetivo “movimiento hacia destino temporal” (18f).
Más bien, la inferencia pragmática [acción volitiva <= propósito] primero permite (autoriza) el uso incidental
del propósito V-construcciones complementarias (18b), la verdadera fuente del sentido ‘futuro’ final.
La siguiente inferencia trata solamente del proceso comunicativo en sí [movimiento por un
propósito <= el propósito es focal]. Por cambio gradual de frecuencias de uso (Heine 2002), la relación
figura/fondo entre el movimiento espacial y su propósito cambia hacia este último, autorizando (18c). El
objetivo espacial es ahora incidental, el evento de propósito es ahora central.
La siguiente inferencia [propósito <= aún no concretado] parece trivial. Sin embargo, permite el
cambio crucial de foco hacia un aspecto imperfectivo (18d), el patrón sintáctico para la construcción
‘futura’.
La inferencia siguiente, la aparentemente trivial [imperfectivo <= inalcanzado], completa la de-
focalizacion semántica gradual del movimiento espacial, dejando atrás el mero movimiento temporal hacia
una acción por-ser-realizada (18e). El adverbio temporal opcional toma toda la construcción bajo su control,
exceptuando de esta manera usos tales como “ella va ahora a alimentar a los caballos mañana”.
La última inferencia, [inalcanzado ahora <= realizado en el futuro], consolida la construcción
gramaticalizada “futuro” (18f), como es evidente por la contracción fonológica gonna.
Como Heine (2002) señala, es el contexto comunicativo relevante, y de esta manera las inferencias
contextuales-pragmáticas, que impulsan los cambios diacrónicos desde un paso hacia el siguiente a lo largo
del continuum de la gramaticalización. La descripción del producto final en (33) como una correspondencia
entre los dominios espaciales y temporales, no es una observación sobre el proceso metafórico real, sino
sobre alguna competencia abstracta atribuida.

16
Uno bien puede notar que el movimiento en el espacio es también necesariamente movimiento en
el tiempo (cf. el Colector Trascendental de Kant). Esto es, uno no puede ir desde aquí hasta allá sin
simultáneamente moverse también desde ahora a después. La metáfora conceptual ubicua “el movimiento
en el tiempo es movimiento en el espacio” no es por ende una correspondencia entre dos dominios
conceptuales diferentes. Más bien, es un puente incremental que comienza con un dominio-fuente
incluyendo tanto el movimiento temporal como espacial. El gradual lavado semántico (semantic bleaching)
del aspecto más concreto “espacio” deja, al final, sólo el más abstracto aspecto “tiempo”. Movimiento en el
espacio y movimiento en el tiempo son así, entre otras cosas, algo similares. Ellos tienen algo en común – el
cambio a través del tiempo.
El segundo ejemplo es más complejo, involucrando un desarrollo histórico que ha durado
aproximadamente 600 años, por el cual el verbo “get” “obtener”, en el sentido del siglo XIV de “tomar” u
“obtener”, se convirtió en el marcador gramatical de la construcción pasiva del tardío inglés del siglo XX. Al
menos 11 pasos distintivos de semántica y/o análisis sintáctico estuvieron involucrados en este desarrollo
prolongado. Ellos están dispuestos, algunos esquemáticamente, en (19) abajo (Yang y Givón 1994):
(19)
a. He got an axe (verbo transitivo simple)
(Él consiguió un hacha)
b. He got the axe and went to (movimiento incidental)
the barn
(Él consiguió un hacha y se fue a
la granja)
c. He got the axe to the barn (causalidad de movimiento)
(Él llevó el hacha a la granja)
d. He got the horse to the barn (extension a objetos animados)
(Él llevó el caballo a la granja)
e. He got Joe to the barn (extension a causas humanas)
(Él llevó a Joe a la granja)
f- He got Joe to go to the barn (complemento verbal añadido)
(Él hizo que Joe vaya a la granja)
g. He got Joe to fire Mary (dominio verbal extendido)
(Él hizo que Joe despida a Mary)
h. He got Mary to be fired (extension a complementos
(Él hizo que Mary fuera pasivos)
despedida)
i. He got himself to be fired (extension a estructuras
(Él hizo que él mismo fuera reflexivas)
despedido)
j. He got himself fired (simplificación de las reliquias
(Él se hizo despedir) sintácticas)
k. He got fired (simplificación de las reliquias
(Lo despidieron) sintácticas)
l. He got elected (extensión a usos no negativos)
(Lo eligieron)

Cada uno de los cambios representa un sutil ajuste a un nuevo contexto comunicativo, acompañado
por un cambio de estructura sintáctica (19a-b, b-c, e-f, g-h, h-i, i-j, j-k), o un cambio en el dominio semántico
y/o la frecuencia de uso del objeto (19c-d, d-e), o un cambio en el semántico dominio y/o la frecuencia de
uso del complemento del verbo (19f-g, k-l). A lo largo de este continuo, el foco comunicativo de la
construcción cambia gradualmente, como la sintaxis, como el significado de “get” en sí mismo: desde
“obtener” en (19a,b), hasta “transportar” in (19c), hasta “lead” “dirigir” en (19d), hasta “causar” en
(19f,g,h,i,j), hasta el marcador gramatical pasivo-adverso en (19k), hasta el marcador pasivo generalizado en
(19l). Los pequeños cambios metafóricos que construyen el salto aparente de dominio-a-dominio en (19) se

17
acumulan gradualmente, construyendo puentes por saltos locales pequeños entre dominios similares
-adyacentes.

3.5. Lenguaje figurativo y redes semánticas

Estamos ahora en posición de ver cómo la perspectiva contextual-pragmática –aristotélica- del


comportamiento metafórico encaja en el modelo de red de la memoria semántica permanente bosquejada
anteriormente. Esto resulta ser sorprendentemente fácil. Ya habíamos notado (cf. (12) arriba) que en
diferentes contextos de uso, la misma palabra lexical puede cambiar ligeramente su patrón de activación, a
tal grado que los nódulos marginales son activados sólo en contextos limitados. En contraste, el patrón de
activación del agrupamiento de nódulo prototípico/central permanece relativamente estable en múltiples
contextos.
El núcleo prototípico de una palabra, el agrupamiento de nódulos que es automáticamente activado
en todos los contextos, representa el sentido literal más común, más convencional. Los nódulos marginales,
en contraste, sólo son activados en contextos especiales, menos frecuentes. Este es el patrón de activación
de polisemia normal, como en (20) abajo.
En el uso metafórico en vivo, tanto el agrupamiento central de nódulos (significado literal) y los
nódulos marginales relevantes son co-activos, el primero por la expresión en sí, el segundo por el contexto
discursivo, como en (21) abajo.
A medida que una metáfora se torna convencional, la frecuencia de co-activación incrementa, hasta
que el patrón anterior de activación metafórica contexto-dependiente se convierte en el patrón de co-
activación automático de un uso idiomático. Lo que solía ser un margen activado por el contexto se ha
convertido ahora en un segundo núcleo, independiente del contexto. En el uso de locuciones idiomáticas,
dos núcleos semánticos son automáticamente co-activados por la expresión idiomática en sí, como en (22),
sin necesidad de un contexto extra.
Finalmente, el viejo sentido literal puede perder gradualmente frecuencia de uso, por lo que es
activado infrecuentemente, en contextos especiales. Y tal proceso puede progresar al punto que el viejo uso
idiomático queda convertido en una metáfora muerta. Un nuevo patrón de activación ha sido estabilizado.
Y el nuevo sentido literal es ahora activado automáticamente por la forma fonológica de la metáfora
muerta, como en (23) abajo.
El comportamiento metafórico en vivo es, fundamentalmente, no del todo diferente del ajuste
contextual normal que ocurre cada vez que uno usa la misma palabra, o la misma construcción sintáctica,
una y otra vez en la comunicación en vivo.
El continuum diacrónico entre la polisemia temprana y la metáfora muerta puede ilustrarse por los
cuatro diagramas (20)-(23). Los nódulos negros son aquellos que son automáticamente activados por la
percepción de la palabra o la expresión. Los nódulos blancos son aquellos que son activados sólo por el
contexto discursivo.
(20) Polisemia temprana:

(21) Metáfora viva:

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(22) Frase:

(23) Metáfora muerta:

3.6. Motivación adaptativa y frecuencia de distribución del lenguaje figurativo

19
Ya que la selección de expresiones metafóricas sobre las literales semánticamente equivalentes
parece ser una cuestión de elección, uno necesita investigar en la motivación comunicacional adaptativa del
comportamiento metafórico. Al menos dos interpretaciones adaptativas han sido sugeridas, con posibles
interacciones entre ellas.
(a) Activación experiencial
Las expresiones metafóricas, cuando son comparadas con sus equivalentes literales, son “…más
evocativas y vívidas”. (Ortonyi 19980:78). Ellas refunden “…conceptos abstractos en términos de
lo aprehendible.” (Glucksberg y Keysar 1990:15). Esta aserción se resume, pienso, en que muchos
sentidos literales de metáforas, en particular aquellos que son abstractos, no activan nódulos
mentales vívidos experienciales, aquellos que conectan la fría red semántica a cualquiera de los
centros perceptuales o afectivos. Fundamentalmente, parece, los patrones de activación de la red
no garantizan por sí mismos un sentido significativo, ellos sólo garantizan diferentes
representaciones neuro-cognitivas de diferentes sentidos. Lo que hace a un sentido más saliente y
vívido, lo que lo condimenta y lo trae a la vida, lo que añade excitación, es la activación
simultánea de alguna experiencia no-semántica –perceptual o afectiva.

(b) Interpretación de la novedad


La segunda explicación puede o no ser inferida por la observación de Ortonyi de que “…Las
metáforas son unos medios para cosas que son literalmente inexpresables en el lenguaje en
cuestión”. (Ortonyi 19980:15). Como hemos visto anteriormente, el comportamiento metafórico
parece ser el vehículo principal para forjar nuevos sentidos desde sentidos afines preexistentes –
similares pero no idénticos. Esto es lo que Cacciari y Glucksberg (1994:469) denominan extensión
de sentido y creación de sentido. Esto, por supuesto, tiene perfecto sentido a la luz de la aserción
de que el comportamiento metafórico es una especie de razonamiento abductivo-analógico, el
tipo de proceso mental que está en el corazón de todo aprendizaje, descubrimiento e
interpretación nueva de la experiencia.

Si el comportamiento metafórico tiene una fuerte motivación adaptiva-comunicativa, uno esperaría


que diferentes tipos de textos, con metas comunicativas diferentes, tengan una frecuencia diferente de
distribución de uso figurativo vivo. Considerando los dos primeros géneros de comunicación escrita que
están llenas hasta el borde con nueva información –reportes periodísticos intelectuales y papeles
científicos. Dada la motivación (b) arriba, uno esperaría que ellos sean cargados con lenguaje metafórico. En
realidad, no lo son.
Como ilustración de la baja frecuencia del uso metafórico en reportes periodísticos serios,
consideremos una noticia internacional en la edición del New York Times Internacional (Myre 2004:A3). De
las 1300 palabras lexicales en el artículo de tres columnas en media página, sólo tres (3) expresiones
metafóricas vivas pueden ser identificadas. Esto se traduce en una densidad metafórica de 3/1300 = 0.0023.
Y dos de los usos metafóricos son citas directas de entrevistas:
(24) a. …the case has been simmering for months… [procedimiento judicial <= cocina]
… el caso ha sido cocinado desde hace meses…
b. …Said Abraham Schochat, a member of the opposition labor party. “What happened is just an
extra. He is polluting the atmosphere…” [mala conducta política <= contaminación]
…. Dijo Abraham Schochat, un miembro del partido opositor laborista. “Lo que pasó es sólo un
extra. Él está contaminando la atmósfera…”
c. “It could be a question of how long Shinuy can hold its nose before it begins to lose
credibility” he said. [mala conducta política <= hedor]
“ Podría ser una cuestión de cuánto tiempo Shinuy puede tapar su nariz antes que empiece a
perder credibilidad” dijo.

Consideremos a continuación una página de un reportaje técnico sacada de un volumen científico


(Posner 2004:511). De las 370 palabras lexicales usadas en una página, ni una simple metáfora viva pudo ser
encontrada. Esto se traduce en una densidad metafórica de 0/370 = 0.000.

20
Claramente, procesada nueva información episódica no es, en sí mismo, una motivación adaptativa
para el uso metafórico. El uso metafórico, parece, tiene que ver con la novedad semántica, con nuevos
sentidos, con reorganizar el mapa conceptual genérico-cultural. En un género diseñado para negociar nueva
información episódica de alta densidad, la frecuente revisión de los sentidos establecidos de las palabras
puede de hecho ser una distracción o incluso un impedimento cognitivo. Desde una perspectiva compatible,
la otra motivación adaptiva del lenguaje metafórico, de vivacidad perceptual-afectiva, puede también
probar un impedimento para un género diseñado para presentarse objetivo y desapasionado. 7
A modo de comparación, consideremos la densidad del uso metafórico vivo en media página de
The Moviegoer (El cinéfilo) de W. Percy (19660:147). De un total de 77 palabras lexicales usadas, pueden
encontrarse 13 usos figurativos vivos –metáfora, símil, metonimia o comparación. Esto es, una densidad
metafórica de 13/77 = 16%. La ficción es el lugar donde uno espera encontrar una alta densidad de lenguaje
metafórico. Esto es así de presumible porque la ficción es en sí misma un contraste deliberado entre lo real
y lo imaginado-pero-que-puede-ser real. Se encumbra e incide en los lectores absorbiéndolos –o
engañándolos- en escenas imaginarias pero plausibles, al punto de que pueden inquietarse sobre las
acciones de personajes que nunca han vivido. Y como un fin a conseguir, la activación de nódulos mentales
vívidos perceptual y afectivamente es lo que hace lo irreal tan bueno como lo real.

3.7. Reflexiones finales


La naturaleza híbrida de las categorías mentales no es el capricho de un pragmátista doctrinal, sino
una estrategia bio-adaptativa. Desde una perspectiva adaptativa, las categorías prototipales son diseñadas
para categorizar y responder al grueso de los elementos experienciales, y para lograrlo rápida y
automáticamente con poca consideración para los matices contextuales más finos. Pero por otro lado, el
sistema debe también dejar lugar para el procesamiento más lento y deliberado de las minorías de
elementos excepcionales adaptivamente relevantes. Y el lento procesamiento de tales minorías es también
una necesidad adaptativa. Primero, porque los marginales tienden a ser perceptualmente menos notables o
más ambiguos, y por eso piden una revisión más cuidadosa. Y segundo, porque tanto la clasificación de,
como la reacción a la minorías marginales depende fuertemente del contexto. Y en tercer lugar, en
consecuencia, porque revisar el contexto –el marco- es en sí mucho más costoso. Hay mucho más para
revisar, y su vasta expansión está aún sin estructurar, y debe ser interpretada nuevamente para la ocasión.
Dentro de las poblaciones biológicas, las minorías, no importa cuán estadísticamente insignificantes
sean, son a veces el mismo punto crucial de adaptación. Al respecto, el lento y pesado procesamiento
contexto-dependiente, una estrategia diseñada para cuidar las pequeñas minorías, se ubica en el corazón
del aprendizaje, descubrimiento, cambio e innovación. Desde esta perspectiva, el comportamiento más bien
prosaico, local, paso a paso, es vital para el cambio semántico, la innovación conceptual y el surgimiento de
categorías abstractas. Este no es un hecho lingüístico sobre las palabras y sus significados, sino un hecho
cognitivo sobre los conceptos y sus cambios adaptativos. Para parafrasear a Ernst Mayr, lo que hace a un
sistema verdaderamente vivo, lo que lo hace biológico en vez de físico-químico, no es expansión uniforme
sino su potencial para la excepción y la variación –sin importar cuán extraño (inusual) o impredecible sea.

7
Las páginas de los textos científicos están, por supuesto, llenas de carcasas de metáforas muertas griegas, latinas y
germánicas.

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