PRECIO DEL CRUDO AL CIERRE DE 2019

Por: Miguel Cepeda

En los últimos meses se ha observado una estabilización del precio del crudo debido a la
gestión realizada por los países miembros de la OPEP. A pesar de las predicciones
alentadoras por parte de analistas de gran prestigio, el precio del petróleo forma parte de
una dinámica política y económica mucho más allá de los niveles de oferta y demanda de la
materia prima. De esta manera, los protagonistas de la escena mundial se comportan de
acuerdo a una interdependencia económica en la cual ya todos son conscientes de que los
precios bajos no le hacen bien a nadie, por el contrario, da lugar a la desaceleración de la
economía mundial afectando muchos más sectores además del energético.

La cotización del crudo representa uno de los comportamientos más volátiles de bienes o
servicios debido a la especulación, la cual en muchos momentos de la historia ha sido más
influyente en la dinámica del precio del crudo por encima de la realidad, los hechos y los
datos. El petróleo desde sus inicios ha sido sinónimo de poder, los países de la OPEP siempre
habían tenido el poder de manejar esto según sus intereses hasta la revolución del petróleo
de esquisto.

La guerra llevada a cabo con Estados Unidos y su técnica de fracturamiento desaceleró la

economía y golpeó a todos los actores en escena. Los miembros del cártel encabezado por
el príncipe saudí subestimaron la capacidad de los productores de shale de resistir los
precios bajos y resultaron cediendo, Rusia tomó la batuta y sirvió como mediador entre los
mismos miembros del cártel y los productores externos; se llegó a un consenso, se ha
mantenido un techo en la producción de crudo logrando el repunte de los precios alentado
por la crítica situación actual de Venezuela y PDVSA la cual ha restado al mercado más de
un millón y medio de barriles de petróleo diarios en la actualidad con respecto a su
producción en 2014.
A raíz de la crisis de los años anteriores los medios especuladores y los periodistas que se
creen expertos en geopolítica además de súper analistas crearon un ambiente muy hostil
para la industria prediciendo el fin de la era del petróleo y la llegada de las energías
renovables, esto sumado a los oportunistas que hacen política con el ambientalismo hizo
que se prolongara el periodo de precios bajos, pero resulta que hay petróleo para
muchísimos años más y las renovables no están ni cerca de llegar a contribuir
significativamente a la canasta energética global. En la noche no hay forma de que los
paneles solares aprovechen la luz y cuando el viento no sopla constantemente no sirven de
nada los parques eólicos, además de las dificultades para almacenar y transportar esa
energía; Tesla Motors sigue produciendo grandes pérdidas porque sus autos son costosos
y su eficiencia muy baja con respecto a los que son movidos por los hidrocarburos refinados.

La desaceleración de China, la cual ha sido la principal economía emergente por muchos

años va a desencadenar una crisis mundial a causa de la interdependencia entre las grandes
potencias, esta desaceleración golpeará a la industria del petróleo porque se proyecta una
disminución en la demanda energética. Las tensiones entre Estados Unidos y otros países
productores repercuten inevitablemente en el precio del crudo debido a la geopolítica
actual, las relaciones entre Asia, la Unión Europea y Los norteamericanos condicionan las
acciones de todos los actores de la economía global. Todas estas situaciones hacen difícil la
tarea de predecir el precio del crudo incluso para la finalización de este año.

Es cierto que se ha logrado cierta estabilidad en los precios del crudo en los últimos meses
rondando los 65 dólares por barril para la referencia Brent, sin embargo, se debe entender
que esto ha sido gracias a las acciones del cartel el cual ha programado un nuevo encuentro
para el mes de abril con el fin de decidir si se mantendrán los recortes en la producción para
seguir impulsando la cotización del recurso o si se dará algún cambio en la posición asumida.
Los analistas más reconocidos como la Agencia Internacional de Energía pronostican un
precio promedio del barril de crudo por encima de los 60 dólares para lo que queda de este
año, aunque el mundo está a la expectativa de la reunión del próximo mes, así como del
desenlace de la guerra económica entre Donald Trump y Xi Jinping, lo cual puede cambiar
el valor del crudo para lo que queda del presente año.

Sí se puede anticipar con certeza una disminución en la demanda de materia prima para
2020 producto de la desaceleración económica de China, la cual puede peligrosamente
producir un efecto dominó en las demás potencias industriales como el caso de Alemania,
Corea del Sur o Estados Unidos; en las condiciones actuales, la globalización se ha
convertido en una interdependencia económica en la cual los países industrializados se
hacen muy susceptibles a las condiciones económicas externas.

En síntesis, la tarea complicada para los analistas del precio del crudo está marcada tanto
por la relación oferta demanda como por la economía de los principales actores y
consumidores y el escenario geopolítico global; por lo que resta del año es probable que no
haya grandes cambios en el precio del petróleo, la verdadera incertidumbre está en la forma
en que la desaceleración económica afectará a los países petroleros y sus clientes según su
magnitud y la capacidad de las grandes petroleras de sobreponerse a escenarios difíciles y
a la volatilidad en la cotización el recurso. El cartel de la OPEP ya no puede manejar el precio
del crudo a su antojo como solía hacerlo, sus miembros deben aceptar que ahora deben
lidiar con la fuerza de Estados Unidos y Rusia y evitar conflictos tanto internos como
externos a toda costa, es muy difícil que de una disputa salga solo un perdedor, esas
situaciones no le hacen bien a nadie.