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UNIVERSIDAD DE LA COSTA CUC

Desarrollo humano y desarrollo social: una


mirada crítica desde el aula
Desarrollo Social
Luis Yerovy Espitia Montes
24/04/2018

El presente documento, “Desarrollo humano y desarrollo social: una mirada crítica desde el aula”,
pretende reflexionar críticamente sobre estos conceptos y la notable importancia que tienen en el
desempeño del quehacer docente; con sus múltiples implicaciones en todas las dimensiones del ser
humano, desde la perspectiva individual hasta la colectiva. Se establece la importancia teórica y práctica
de la conciencia crítica del docente desde el desarrollo en la globalización.
Desarrollo humano y desarrollo social: una mirada crítica desde el aula

“La educación transforma la sociedad”. Muchas veces durante nuestro desempeño


docente hemos escuchado esta afirmación, en diversos contextos educativos y sociales, y se
enuncia también con una variedad notable de intenciones comunicativas. ¿Pero realmente es
cierta? ¿Puede la educación transformar la sociedad? Por supuesto que sí, es quizá el fin social
más trascendente de la educación. Entonces, ¿cómo lograrlo? ¿Cómo dar coherencia desde
nuestra práctica docente a este fin social de la educación?

Creemos que una de las respuestas que se pueden dar a esta pregunta inicia con el
conocimiento de la importancia de dos nuevos paradigmas: el desarrollo humano y el desarrollo
social.

En cuanto al primero, ya en una ocasión habíamos citado a la la Dra. Olga Martínez


Palmera para recordar que “La pedagogía ya no es entendida como la simple transmisión o
formación de conocimientos, sino como una ciencia que busca el desarrollo integral del
individuo, entendiéndose como tal al ser humano en todas y cada una de sus dimensiones”.
Luego, el desarrollo humano conforma y estructura lo que comúnmente se denomina desarrollo
integral del estudiante dentro del aula.

Seguidamente, tenemos el desarrollo social, un nuevo paradigma social, económico y


político que se entrelaza con el conocimiento de políticas públicas que comprenden todas las
acciones gubernamentales que impactan de forma positiva al país social. El desarrollo social
pretende utilizar índices no tradicionales para llegar con oportunidades, soluciones y con recursos
a las comunidades más necesitadas de una nación. Flórez Alonso, M. y Barrera Chavira, E.
recopilan una definición del desarrollo social como “un proceso de mejoramiento de la calidad de
vida de la sociedad”.

El desarrollo social implica, además, que todas y cada una de las naciones se encuentra en
vía de desarrollo, debido a que siempre es posible hacer más para mejorar las condiciones de
vida, salud, oportunidades y educación de las personas en particular, y de las comunidades en
general. En este sentido, Flórez Alonso, M. y Barrera Chavira, E. citan, en el mismo documento,
que “El desarrollo social es un camino que se recorre siempre, día tras día, pues siempre el
hombre tendrá posibilidades de ser mejor y de estar mejor”.

Pero el asunto va mucho más allá, si lo miramos como un proceso que toca aspectos
sensibles y críticos de la educación, ya que según las la cita encontrada por estas autoras, el
desarrollo social es “un proceso de mejoramiento de la calidad de vida del hombre, como ser
individual y de la sociedad como ente colectivo, vale poco si no siembra en ese hombre y en esa
sociedad el deseo de superarse constantemente”. Lo cual nos lleva otra vez al punto desde el que
iniciamos, a saber, “el fin primordial de la educación es la transformación y el mejoramiento de
la sociedad en general, pero partiendo desde el individuo en particular”.

Todo lo dicho anteriormente nos lleva a otra pregunta de capital importancia: ¿Cómo se
puede generar desarrollo desde el aula? En un primer momento se me ocurre pensar que el
docente debe convertirse en la verdadera conciencia crítica de la sociedad, del mismo modo que
Sócrates lo hizo con los atenienses y los educó para mejorar como personas y como ciudadanos
responsables de la polis.

También se me ocurre que, para problematizar el asunto, tomemos por caso el desarrollo
en la globalización. ¿Capacitamos a nuestros estudiantes para pensarse como individuos, y pensar
a la sociedad globalmente? Si hemos respondido afirmativamente, ¿somos verdaderamente
conscientes que para que para que ellos lo hagan debemos empezar nosotros mismos a pensar de
esa manera? Creo sinceramente que esta última pregunta radica el quid del asunto.

El docente debe saber dos características importantes de la globalización, según


documento aportado por García Mendoza, K.,: 1) “Bajo las condiciones actuales de globalización
es inútil considerar el Estado como Nación y regirse únicamente por las políticas internas”, y 2)
“En la medida en que haya más estandarización de la tecnología, una mayor cantidad de sectores
sociales podrán conectarse con otro grupos sociales del mundo”. Así, pues, se puede pensar que
como educadores globales debemos orientar a nuestros estudiantes para que reciban y saquen lo
mejor de sí mismos y del conocimiento que se apropia desde lo global y que nos afecta en
también desde esa misma categoría cultural y social. Pero no es tan sencillo.

Hace poco, Aldo Civico (2018), al hablar sobre la marcha contra las armas de más de un
millón de adolescentes en Washington, afirmó que la llamada generación Z estaba cambiando el
mundo porque “los adolescentes y los jóvenes de la generación Z están cansados de vivir en una
sociedad fragmentada, constipada y temerosa, porque quieren ser protagonistas de una sociedad
fluida, sana, marcada por una condición de bienestar compartido”. Hacia allá vamos, hacia ese
mundo globalizado que nuestros estudiantes parecen conocer mejor que nosotros y con el que sin
duda interactúan de una manera más efectiva que nosotros sus educadores.

En esa misma línea, el columnista también afirmaba que “Impulsadas por la tecnología
exponencial y disruptiva, las nuevas generaciones están hambrientas de autenticidad, de
experiencias, de múltiples conversaciones y encuentros”. ¿Estamos preparados para ese
desarrollo globalizado de nuestros estudiantes? ¿Estamos a la altura social, económica, política y
ecológica que ese mundo exige?

Creo que no, y en el marco del llamado desarrollo en la globalización deberíamos


apurarnos y ser nosotros los que estemos más a tono y más sintonizados con las dinámicas
sociales de nuestros estudiantes para poder cumplir el fin social de la educación como actividad
que verdaderamente transforma a la sociedad.
Referencias bibliográficas

Martínez Palmera, O. (2017, 22 de octubre). Desarrollo Humano Integral. Recuperado


de:http://eduvirtual.cuc.edu.co/moodle/pluginfile.php/266130/mod_resource/content/1/ENSAYO
%20MANUELA%20MARTINEZDESARROLLO%20HUMANO%20INTEGRAL.pdf

Flores Alonso, M. y Barrera Chavira, E. Definiciones: Desarrollo Social, Políticas


Públicas. Recuperado de:
http://eduvirtual.cuc.edu.co/moodle/pluginfile.php/342949/mod_resource/content/4/1.%20Defini
ciones.pdf

García Mendoza, K. (2018) Teorías del desarrollo. Tomado de:


http://eduvirtual.cuc.edu.co/moodle/pluginfile.php/342947/mod_resource/content/1/TEORIAS%
20DEL%20DESARROLLO%202017.pdf

Civico, A. (2018) Generación Z: cambiando el mundo. Tomado de El Espectador:


https://www.elespectador.com/opinion/generacion-z-cambiando-el-mundo-columna-746830

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