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CAPITULO 1

La revelación de Jesucristo
1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a
su siervo Juan,

Revelación

El libro de Apocalipsis es precisamente lo que su nombre


describe: Una revelación. De qué? Es la revelación de
nuestro querido Señor Jesucristo para su pueblo,
especialmente para quienes forman parte de la última
generación. Aquellos que permanezcan de pie justo
antes de su segunda venida.

Nos muestra el desarrollo del plan de redención y su


desenlace. La vinculación que hay entre lo que Cristo
está haciendo en el santuario celestial y lo que los
moradores de la tierra estarán haciendo aquí y las
decisiones finales que deberá tomar cada individuo antes
de la ejecución de los juicios divinos.

Quién da esta revelación? Es dada por nuestro Dios


mismo: Jehová, quien en su infinito amor se da a
conocer a la humanidad a través de Jesucristo.
Juan 14:9
9Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con
vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú:
Muéstranos el Padre?

Y en ese conocimiento que debemos adquirir, el Padre


nos da tiempo y oportunidad a cada ser humano para
que podamos volvernos de nuestros malos caminos y
aceptar a Cristo como Señor y salvador de nuestras
vidas.

Efesios 1:17 al 23:


7para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre
de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en
el conocimiento de él,
18alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para
que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y
cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos,
19y cuál la supereminente grandeza de su poder para
con nosotros los que creemos, según la operación del
poder de su fuerza,
20la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y
sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y
sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo,
sino también en el venidero;
22y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo
.“Deben suceder pronto”

2 Pedro 3:9

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza,


sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento

Como bien dice este primer versículo de Apocalipsis, estas cosas, las
descritas en este libro deben suceder, y sucederán pronto. Por lo cual
a lo largo del libro se desarrollan diferentes advertencias dadas por
Dios hechas para que su pueblo se despierte y entienda el solemne
tiempo en que está viviendo y finalmente tome una decisión.

2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del


testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha
visto.
Amós 3:7-8
7Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su
secreto a sus siervos los profetas.
8Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el
Señor, ¿quién no profetizará?

Aquí Juan es usado como portavoz para llevar estas


noticias solemnes de un pronto Juicio venidero, no solo
para los gentiles sino también para la casa de Jehová.

En su inmenso amor, nuestro buen Dios ha prometido no


hacer nada sin haberlo revelado previamente. Pero el
haberlo anunciado no significa que todos aceptarán.
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras
de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca.
2 Pedro 1:19-21
Tenemos también la palabra profética más segura, a la
19

cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha


que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca
y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;

entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la


20

Escritura es de interpretación privada,


21porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo

Es de vital importancia que la Iglesia de Cristo pueda


comprender las profecías que fueron hechas para su
tiempo. Satanás hará todo lo posible para que no se
estudien estos temas y si se estudian, para que no sean
correctamente comprendidos.

Por tal motivo hay una bendición especial de Dios para


todo aquel que lee y oye las palabras de esta profecía.
Pero aquí bien dice, no solo al que las lee y oye, sino, a
aquel que guarda las cosas en ellas escritas. La promesa
es para todo buscador sincero de hacer la voluntad de
Dios. Es para todo aquel que se acerca con humildad de
corazón y deja de lado sus títulos académicos y gran
poder analítico, para dejarse instruir por el mismo
espíritu que inspiró estas palabras y que las mismas
calen hondo en nuestro ser y produzcan una renovación
íntegra.
Salutaciones a las siete iglesias
4Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz
a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de
los siete espíritus que están delante de su trono;

Era de tal importancia el mensaje que había recibido


Juan que debía ser enviado a cada iglesia. A Todas las
iglesias.

Hoy sucede lo mismo. Este mensaje que ha recibido Juan


tiene una doble aplicación: Si bien fue escrito en aquella
época y distribuido a las iglesias ubicadas en Asia, su
aplicación de mayor importancia es para el tiempo
presente. Y su mensaje debe ser enviado a cada iglesia
de la actualidad.

Como sabemos el numero 7 indica completitud. Algunos


ejemplos:

- Gen. 2:1 Completitud en la creación


- Josué 6:13 al 15 Completitud para conquistar
- 2 Reyes 5:14 Completitud de obediencia
- Levítico 8:11 y
- 33, 14:9, 51 Completitud en la consagración
y la purificación
- Deut. 28:7 Completitud de victoria
- 1 Samuel 2:5 Completitud de fructificación

Y es aquí en este texto de Apocalipsis que


comprendemos que este mensaje debe recorrer cada
iglesia y darse con completitud a fin de despertar a un
pueblo que pueda estar preparado para el reencuentro
con nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

“Gracias y Paz”

Hay trece referencias en la biblia a los términos “gracia y


paz” juntos; a continuación mencionamos los versículos
en los cuales están los remitentes de estos deseos:

Romanos 1:7 – A todos los que estáis en Roma,


amados de Dios, llamados a ser santos

1 Cor. 1:3 – (versículo 2) A la Iglesia de Dios que está


en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a
ser santos, con todos los que en cualquier lugar invocan
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y
nuestro.

2 Cor. 1:2 – (v.1) (…) A la iglesia de Dios que está en


Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya

Gálatas 1:3 – (V.2) (…) Y las iglesias de Galacia

Efesios 1:2 – (V. 1) (…) A los santos y fieles en Cristo


Jesús que están en Efeso.

Filipenses 1:2 – (V.1) (…) A todos los santos en Cristo


Jesús que están en Filipos (…)

Colosences 1:2 – A los santos y fieles hermanos que


están en Colosas

1 Tesal. 1:1 – A la iglesia de los tesalonicenses


2 Tesal. 1:2 – (V. 1) (…) A la iglesia de los
tesalonicenses

Filemón 1:3 – (V. 2) (…) A la iglesia que está en tu


casa…

1 Pedro 1:2 – (V. 1) (…) A los expatriados de la


dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia

2 Pedro 1:2 – (V. 1) (…) a los que habéis alcanzado,


por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una
fe igualmente preciosa que la nuestra

(y Apo. 1:4)

Vemos que están relacionados como deseos enviados


por los apóstoles Pablo y Pedro a las Iglesias repartidas
en diferentes lugares geográficos en la escritura de sus
cartas a cada una de ellas.

Aquí el apóstol Juan envía los mismos deseos y el


mensaje que ha recibido de Jesucristo, no sólo a las
siete iglesias contemporáneas a él sino que lo hace
extensivo a nosotros hoy. A todos aquellos que como
dice Pablo en 1 Cor. 1:2, 3 son “santificados en Cristo
Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en
cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.”

Es interesante notar que la “gracias y paz” son deseos


que expresan tanto Pablo, Pedro y Juan que según ellos
escriben en forma unánime en cada uno de los textos
arriba mencionados provienen de “nuestro Padre y del
Señor Jesucristo”

“El que es, que era y que ha de venir”

Se repite en Apo. 1:8; 1:11; 21:6 y 7. “el Alfa y la


Omega” ya lo veremos más adelante. Claramente
estamos hablando de Jesús.

“Los siete espíritus de Dios”

En cuanto a “los siete espíritus de Dios” ha sido


incomprendido en forma general cuando no, se han
hecho todo tipo de especulaciones para llegar a una
explicación lógica. Pero como suele suceder, la verdad es
más simple de lo que parece. Jehová no posee siete
espíritus coexistiendo consigo mismo. No creemos en
siete dioses tampoco ni vemos en otra parte de la biblia
alguna referencia que afirme algo igual. Algunos han
dado siete características a Dios y concluyen diciendo
que cada una de ellas conforma uno de estos siete
espíritus.

Lo cierto es que el Señor envía a cada una de las iglesias


su espíritu. El espíritu es el mismo pero las iglesias no.
Cada iglesia vive en un contexto diferente y tiene
diferentes necesidades. Es por ello que a cada una le es
enviado un mensaje según lo que necesita. Cada una en
particular, a fin de estar lista para el reencuentro con
Jesucristo.
En el mismo libro de Apocalipsis se nos explica un poco
más sobre este tema, en 4:5 dice “(…) delante del trono
ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete
espíritus de Dios”

Aquí se nos aclara que los siete espíritus mencionados


son las siete lámparas de fuego que ardían delante del
trono. Leamos un poco más para comprender de qué se
está hablando…
En Zacarías 4:2-3 podemos leer:
2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí

un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y


sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos
para las lámparas que están encima de él;
El versículo 10 dice: (…)”Estos siete son los ojos de
Jehová , que recorren toda la tierra. Y en el v.6 dice:
“(…) no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu,
ha dicho Jehová de los ejércitos”
Desde el versículo 11 en adelante el ángel le continúa
explicando a Zacarías el significado de los dos olivos
(más adelante lo veremos)
Aquí se nos suma un dato interesante: Estos siete son
los ojos de Jehová. (y no es que literalmente Él posea
siete ojos claro está) sino que su presencia está en toda
la tierra. No hay un solo detalle del plan de redención
que se escape de su mirada. El Padre y el Hijo, se hacen
presentes llenando a las Iglesias con su presencia. Esto
puede verse desde la actividad del mismo santuario
celestial en la cual participan ambos activamente.
Por eso vemos que para cada iglesia hay un mensaje
específico. En cada etapa, los hijos de Dios han tenido
que afrontar diferentes dificultades y fases del error.
Pero Dios ha hecho providencia de concejo y reservas de
su Espíritu para ser volcado a cada Iglesia que quiera oír
y obedecer.
Hebreos 4:13
13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su

presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y


abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta.
5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que
nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

Ya en el versículo anterior vimos algo acerca de las siete


lámparas y sabemos que uno de los elementos del
santuario es el candelero. Además el texto que leímos de
hebreos nos habla de “tener que dar cuentas”. Vemos
que poco a poco se nos va introduciendo en el santuario
celestial para que comprendamos su funcionamiento y lo
que Cristo está haciendo allí por su pueblo de todas las
edades y por nosotros ahora mismo.

Aquí se menciona a Cristo como el “testigo fiel y


verdadero”, veamos un poquito esto:
Hebreos 4:15 nos dice: “ Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según
nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Y este es nuestro testigo ahora en el cielo, un testigo
fiel, uno que ha pasado por las mismas pruebas que
nosotros pasamos y que ha sentido nuestras mismas
debilidades también. Uno que puede compadecerse de
nosotros y darnos la ayuda necesaria para vencer el
pecado. Es mediante la intercesión de Cristo, y sólo de
Cristo, como el ser humano puede obtener fuerzas y
capacitación para abandonar todo pecado. Pues quien ya
ha experimentado vivir en nuestra carne y ha vencido en
todo punto es ahora quien nos proporciona toda la ayuda
necesaria a fin de que obtengamos la misma victoria que
él ha obtenido.

Hebreos 4:16 nos dice: “Acerquémonos, pues,


confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Hebreos 5:1 y 2:
Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los
hombres es constituido a favor de los hombres en lo que
a Dios se refiere, para que presente ofrendas y
sacrificios por los pecados;
2para que se muestre paciente con los ignorantes y
extraviados, puesto que él también está rodeado de
debilidad;

Hebreos 5:7 al 9
7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y
súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar
de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la
obediencia;
9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de
eterna salvación para todos los que le obedecen;
Aquí vemos a un Cristo que se puede “poner en nuestro
lugar” pues ya ha estado en nuestras mismas
circunstancias. Y qué mejor Consolador que Aquel que
entiende exactamente por lo que estamos pasando y que
sabe exactamente qué necesitamos para salir adelante.

Y completamos la idea de lo que Cristo hace ahora…


Hebreos 9:24
24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano,
figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios;

Vemos el plan de salvación de la humanidad reflejado en


el esquema del santuario celestial y lo que tanto el Padre
como el Hijo están haciendo por cada uno de nosotros
allí.
De aquí que podemos decir con perfecta precisión de
síntesis las palabras de Juan en 17:3 “Y esta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y
a Jesucristo, a quien has enviado”

Es por eso de vital importancia que comprendamos todas


las verdades que se nos van abriendo a medida que
comenzamos a estudiar el maravilloso libro del
Apocalipsis e iremos viendo porqué descansa sobre todo
estudiante sincero y humilde de este libro una gran
bendición.
El conocer el santuario y su funcionamiento va a
ayudarnos a discernir muchos engaños y falsedades que
se han querido infiltrar en el pueblo de Dios para
extraviar si fuese posible aún a los escogidos.

El “primogénito de los muertos”

Colosenses 1:18:
18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es

el principio, el primogénito de entre los muertos, para


que en todo tenga la preeminencia;

Colosenses 1:21-22
21Y a vosotros también, que erais en otro tiempo
extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas
obras, ahora os ha reconciliado
22en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para
presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante
de él;
Colosenses 1:28
28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y
enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de
presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;

“Nos lavó de todo pecado”


No vamos a explicar cada concepto en detalle de cada
versículo, aunque sería bueno hacerlo, vamos a ir a una
observación en base a lo anteriormente leído.

En colosenses dice entonces que el creyente debe llegar


a ser santos y sin mancha e irreprensibles delante de él
(V.22) y perfecto en Cristo Jesús (V.28)

El versículo de apocalipsis 1:5 termina: “…al que nos


amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”

Ahora, la pregunta sería si algo lavado puede


permanecer limpio. Y la respuesta sería: depende de
cuánto se cuide de no ensuciarse.

Cristo nos ha lavado con su sangre y desea que


permanezcamos limpios pero por nosotros mismos no
podemos. Por eso nos pide que nos despojemos de
nuestras vestiduras y nos vistamos de las suyas.

1 Juan 1:9
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad

Isaías 1:18
18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si
vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve
serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí,
vendrán a ser como blanca lana.
Hechos 3:19

19Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean


borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio,

Cristo tiene poder para perdonar nuestros pecados, de


hecho los perdona, pero su deseo en nosotros va más
allá de perdonar pecados sueltos: él está dispuesto a
realizar una transformación completa de todo el ser:
Está dispuesto a limpiarnos de toda maldad. Pero
claramente somos nosotros quienes debemos tomar la
decisión de dejarlo trabajar y producir ese cambio. Cristo
no fuerza nuestra voluntad, pero si lo dejamos, a través
de su espíritu nos va a ir mostrando cada aspecto y
rasgo de carácter que debemos poner a sus pies para ser
modificado hasta que su imagen quede perfectamente
reflejada en cada uno de nosotros.

Asi como Satanás está formando su propia imagen en


quienes se entregan a su voluntad a través del pecado
deliberado y la desobediencia, Cristo también está
formando un pueblo que sea capaz de reflejar
puramente su imagen, sobre la cual se podrá ver con
claridad su carácter. Este pueblo es quien recibirá el
derramamiento final de su espíritu como lluvia tardía y
no sólo lo fortalecerá para soportar lo que vendrá sobre
la tierra sino que madurará completamente la cosecha
para que el mensaje que lleve a todo el mundo vaya
acompañado con poder y maravillosos resultados.
1 Tesalonicenses 5:23 dice:

“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo;


y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo.”

“El soberano de los reyes de la tierra”

Encontramos dos referencias a Cristo como Rey de reyes


y Señor de señores en el Apocalipsis, las cuales dicen:

Apocalipsis 17:14 “Pelearán contra el Cordero, y el


Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y
Rey de reyes; y los que están con él son llamados y
elegidos y fieles.”

Y Apocalipsis 19:16 “Y en sus vestiduras y en su muslo


tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.”
6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él
sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Aquí vemos que se resalta la adoración a Jehová por


parte de ellos, quienes no sólo lo reconocen como su
Dios, sino que se unen a todo el universo en adoración al
único Rey del cielo por toda la eternidad.

Habrá un grupo de seres humanos que mediante Cristo


será convertido en reyes y sacerdotes para Dios. Reyes
porque representarán al reinado del cielo aquí en la
tierra, y sacerdotes ya que podrán “interceder” para que
otros formen parte de este mismo reinado también
mediante la transmisión del mensaje del evangelio de
salvación.

Apocalipsis 5:10:

“y nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y


reinaremos sobre la tierra”

Por eso Cristo es “Rey de reyes” no porque reine sobre


todo rey terrenal elegido alguna vez por el hombre
(además de eso, por supuesto) sino porque él mismo ha
elegido “reyes”, quienes a su vez son gobernados por él
mismo para su representación en esta tierra.

Este pueblo tiene un mensaje, el mensaje que Cristo le


ha transmitido y que no puede callar. Un mensaje de
amor y de amonestación. Un mensaje de preparación y
de decisión.

Y son impelidos por el espíritu de Cristo para darlo con


prontitud, ya que cada alma resulta tan valiosa a los ojos
de Dios que deberá recibir todas las oportunidades
necesarias para tomar una decisión consiente a favor o
en contra de este mensaje y tanto más cuando se esté
cerrando la historia de este mundo de pecado.
2 Pedro 3:9
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la

tienen por tardanza, sino que es paciente para con


nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento.
Habrá sobre la tierra un pueblo que llevará a gran voz el
mensaje de dar gloria a Jehová como único y soberano
Dios sobre todo “dios.”

A cada individuo que lo conforma Cristo lo ha


transformado en rey y sacerdote para su Padre.

Apocalipsis 14:7
7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria,

porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel


que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas.
Y en Apocalipsis 5:12 dice:
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es
digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
Apocalipsis 4:11
11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el

poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu


voluntad existen y fueron creadas.

Habrá un tiempo en el cual todos reconocerán a Cristo


como Rey. Toda su creación y todo lo que ha sustentado
en vida con su mano lo entenderá. Quienes han hecho
su decisión tanto a favor como en contra. Todo ser
humano, todo ser viviente sabrá quién es él. Aunque
algunos lo harán para vergüenza y destrucción eterna.
Nadie dejará de adorar a Cristo como Señor de señores y
Rey de reyes, como Dios justo que se ha manifestado
vez tras vez para salvación de su alma aunque no hayan
decidido a favor suyo.
Apocalipsis 5:13
13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la

tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las


cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en
el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria
y el poder, por los siglos de los siglos.
Y finalmente el pueblo triunfante será trasladado al cielo
para morar en las mansiones celestiales y así se
cumplirá la promesa:

“Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella” (A


la Santa ciudad) Apocalipsis 21:16

7He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y
los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra
harán lamentación por él. Sí, amén.
Hechos 1:9-11
9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue

alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.


10Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre
tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos
varones con vestiduras blancas,
11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por
qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha
sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le
habéis visto ir al cielo.

Juan 14:3
3Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y
os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.

8Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,


el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Aquí en este texto Cristo es mostrado en toda su


divinidad. Lo vemos como Dios de todos los tiempos,
tanto pasado como presente y futuro. Aquí dice “el que
es, que era y que ha de venir” notemos que se menciona
primero el tiempo presente. Pues nosotros sólo
contamos para tomas decisiones con este tiempo.

Dios no tiene una limitación temporal, no se rige por


conceptos de medición de tiempo como los seres
humanos. Nosotros hemos denominado “pasado”
“presente” y “futuro” a tiempos transcurridos en base a
un punto de referencia temporal según el cual lo
medimos y si cambiamos dicha referencia también
cambia nuestra concepción de estos términos. Por lo cual
son solamente una forma relativa de expresar el paso
del tiempo en nuestra vida humana donde todo es
tangible o medible y por lo tanto el tiempo también lo
hemos adaptado a nuestra comprensión.

Dios es eterno, es sempiterno, existe desde siempre y


por siempre. Él puede “moverse” en el tiempo pues para
él no hay una limitación temporal. Aun así Dios sabe que
nosotros sólo contamos con el “presente” y nos invita a
reconocerlo como el Todopoderoso hoy.
2 Corintios 6:2
2 Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido. m He aquí
ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación.

Hebreos 3:15
15 entre tanto que se dice:

Si oyereis hoy su voz,


No endurezcáis vuestros corazones…

Una visión del Hijo del Hombre


9Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la
tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo,
estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la
palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Aquí Juan se describe a sí mismo como co-partícipe


nuestro en el reino de Jesucristo así como hemos ya
mencionado anteriormente; y lo hace desde la posición
de hermano, dejando remarcado que todos aquellos que
compartimos esta misión y esta misma fe, somos hijos
de un mismo Padre y por lo tanto hermanos unos de
otros.
Juan 1:12
12Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Romanos 8:14
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de

Dios, éstos son hijos de Dios.


Además remarca Juan dos características que tienen en
común los hijos de Dios de todas las edades y que, por
supuesrto, tendrá sobre todo la última generación
también:

- Sufrirán de tribulación
- Guardarán con paciencia su fe en Jesús

Tribulación

Siempre que Dios ha mantenido un pueblo levantado


para resaltar la verdad presente en cada época, se ha
levantado también en paralelo una fuerza opositora,
tanto del mundo visible como del invisible, para
neutralizar esos mensajes y desviar, contrarestar y
destruir toda buena influencia por ellos producidos. Esto
ha hecho (y hará) que todo verdadero hijo de Dios sufra
de tribulación a causa de su fe.

“En la paciencia de Jesucristo”

La palabra “paciencia” relacionada a los santos figura


siete veces en el apocalipsis. Aparece como una
característica distintiva de los hermanos de algunas de
las iglesias y también en el contexto de persecución y
tribulaciones (Apo. 2:3 - Apo.3:10 - Apo.13:10)

- Apo. 2:2,3 como una característica de la iglesia de


Éfeso
- Apo. 2:19 como una característica también de la
iglesia de Tiatira
- Apo. 3:10 y también de Filadelfia

Apocalipsis 14:12: Aquí está la paciencia de los santos,


los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús.

Esta palabra aparece también en otros libros de la biblia


y vamos a poner sólo algunos versículos para
comprender mejor el asunto:
Hebreos 10:36
36 porque os es necesaria la paciencia, para que

habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la


promesa.
Santiago 1:3
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce

paciencia.
Santiago 1:4
4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que

seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Santiago 5:7-8
7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida

del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso


fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que
reciba la lluvia temprana y la tardía.
8Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros
corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Santiago 5:10
10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de

paciencia a los profetas que hablaron en nombre del


Señor.

Aquí vemos que la paciencia está vinculada a la prueba


de la fe para preparar al creyente en forma completa a
fin de que pueda ser perfecto y cabal y esté listo para la
pronta venida del Señor.

El testimonio de Jesucristo

Juan fue preso en la isla de Patmos por tener el


testimonio de Jesucristo y predicarlo. También todo
aquel que forme parte del pueblo remanente de Dios en
el fin de los tiempos y posea este mismo testimonio será
presa de la furia y de los ataques de Satanás. Así como
también lo fueron los cristianos de otros tiempos que
levantaron el estandarte puro de la verdad sin mezcla.

Apocalipsis 12:17
17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y

se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia


de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y
tienen el testimonio de Jesucristo.
Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás
10

de mí una gran voz como de trompeta


El día del Señor

Para comprender un poco a qué se refiere esta expresión


busquemos en
2 Pedro 3:10
10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la

noche; en el cual los cielos pasarán con grande


estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y
la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
Aquí podemos comprender entonces que está
refiriéndose a la segunda venida de Cristo a la tierra
para buscar a los redimidos.

Pero, ¿qué sucederá previo a la aparición de nuestro


Señor en las nubes?
2 Tesalonicenses 2:2-4
2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de

pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra,


ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que
el día del Señor está cerca.
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá
sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se
llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Pablo describe algunas cosas que deben suceder en el
plano religioso antes de que Cristo vuelva a buscarnos y
advierte de una obra de engaño muy audaz que se
desarrollará en la cual Satanás pondrá en
funcionamiento todo un sistema religioso para exaltarse
a sí mismo en lugar de Cristo.

y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta

Aquí Juan es llevado en visión por Dios a las escenas de


la segunda venida de Cristo a la tierra y en el momento
preciso en que quiere comenzar a contemplar la escena
es cautivada su atención por una potente voz que
resuena detrás suyo
11que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el
último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las
siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

El Alfa y la Omega:

Alfa es la primera letra del alfabeto griego y omega la


última. Que Cristo se identifique con estas dos letras
quiere decir que antes que Él no hay ninguno, ni lo habrá
tampoco después de Él.

En Apocalipsis 1:8 como hemos visto Cristo dice que es


“el principio y el fin” el que “es, era y ha de venir”

Aparece también en Apo. 21:6 en el contexto del cierre


del tiempo de gracia y la segunda venida de Cristo

Y en Apo.22:13 dice “Yo soy el Alfa y la Omega, el


principio y el fin, el primero y el último también en el
contexto de su pronto regreso.

También en Apo.1:11. – Apo. 1:17 (primero y el último)


Juan escucha entonces la voz de Jesús, quien le dice que
escriba los mensajes para cada una de las siete iglesias.
Estos mensajes son descripciones hechas por un Dios
que conoce la condición de su pueblo. Aquí Juan deja de
lado lo que estaba por ver delante suyo y ya no describe
esa escena (por ahora) sino que toma estos mensajes y
los escribe de la manera en que los recibe. Cada una de
estas cartas contiene parámetros muy interesantes que
estaremos estudiando.

Precisamente antes de su venida, y en función de todo lo


que estará sucediendo en el plano religioso, Cristo desea
que todas las Iglesias que conforman su pueblo
escuchen la fuerte voz de la advertencia para obtener la
salvación. Pero esto no sólo es una realidad para el fin
del tiempo sino que el interés de nuestro Padre amante
es que todo ser humano de todas las edades sea salvo,
por lo cual este mismo mensaje a las iglesias ha sido
valedero para la historia de la cristiandad a lo largo de
todo su desarrollo.

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y


12

vuelto, vi siete candeleros de oro,

Entonces Juan se da vuelta para ver a quien le hablaba,


y al voltear observa no sólo a Éste sino a toda una
escena a su alrededor que comienza a describir

Siete candeleros de oro:


¿qué representan estos candeleros? El versículo de Apo.
1:20 dice “(…) y los siete candeleros que has visto, son
las siete iglesias.”

Aquel que una vez estuvo por esta tierra en forma


humana siendo una luz a sus semejantes decía “Yo soy
la luz del mundo; el que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12

Cristo ahora está en el santuario celestial en medio de


las Iglesias impartiéndoles su propio espíritu, como el
aceite que arde en los candeleros, a fin de que la luz que
de ellos irradia al mundo conduzca los pasos de los que
están en obscuridad hacia la senda de la salvación.
Así como Él ha hecho, debemos hacer.

Mateo 5:14 dice: “Vosotros sois la luz del mundo; una


ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”

Éxodo 27:20
20 Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite

puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para


hacer arder continuamente las lámparas.

Así en cada etapa de la historia humana ha habido un


pueblo que ha mantenido y sostenido la verdad y ha
servido de lumbrera al mundo acerca del verdadero Dios.
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra.” Hechos 13:47
Esta fue la misión de la Iglesia en cada tiempo, y lo es
ahora también, y lo será siempre: Preparar un pueblo
sobre el cual Cristo pueda reflejar plenamente su
imagen.
Esta es nuestra misión personalmente: Dejar que Cristo
obre a través de su espíritu en nuestra vida de modo
que Él pueda vivir en nosotros y que nuestra vida pueda
reflejarlo plenamente.
Isaías 60:1 y 2: “Levántate, resplandece; que ha
venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre
ti.2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y
oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y
sobre ti será vista su gloria.”

13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al


Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta
los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

Hijo del Hombre

Este versículo nos recuerda a Daniel 10 donde Daniel ve


a “uno semejante a hijo de hombre” (Versículos 16 y 18)
en una visión que se le presenta para hacerle saber lo
que ha de venir al pueblo en los postreros días (V.14)

Aquí se presenta a Jesús como “hijo del hombre”,


expresión que aparece también en Daniel 7:13 y
Apocalipsis 14:14 en todos los casos bajo el contexto de
la obra de intercesión que Cristo está realizando en el
santuario celestial particularmente en los postreros días.
Hebreos 4:15 nos dice: “ Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según
nuestra semejanza, pero sin pecado.”

Este versículo lo hemos mencionado cuando vimos a


Cristo como el “testigo fiel y verdadero”, sería bueno
repasar este punto que tiene otros pasajes de igual
aplicación como por ejemplo Hebreos 5:1 y 2, entre
otros expuestos.

Vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido


por el pecho con un cinto de oro.

Aquí encontramos en las vestiduras un detalle


interesante: En éxodo 28:1 al 39 se nos describe cómo
debía vestir el sumo sacerdote para oficiar en el
santuario terrenal, pero al comparar esta vestimenta con
la descrita en Apocalipsis 1:13 vemos que difiere en lo
que Cristo lleva vestido.

Pero si vemos bien, en Levítico 16:4 nos dice que en


ocasión del “día de expiación” el sumo sacerdote debía
vestir solamente con una túnica de lino ceñida por un
cinto.

Según ya hemos visto, Cristo es nuestro sumo


sacerdote, (ver hebreos cap. 4, 5, 8) el cual está
oficiando en el santuario celestial
Hebreos 8:1,2: Ahora bien, el punto principal de lo que
venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el
cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los
cielos,
2 ministro del santuario, y de aquel verdadero
tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.

Entonces podemos entender en esta escena que Juan ve,


a Cristo vestido como sumo sacerdote con los atuendos
utilizados en el día de la expiación. Lo ve aquí en medio
de las siete iglesias.

Con respecto a la ropa que llevaban los sumo sacerdotes


terrenales en ocasión del día de expiación (Lev. 16:1 al
4) y la que Cristo viste respecto del mismo oficio
notamos una diferencia: Los terrenales debían usar una
túnica y un cinto de lino. Y Cristo viste una túnica blanca
y un cinto de oro. Esto podemos verlo en Daniel 7:9 por
ejemplo.

Veamos que nos dice Marcos 9:1 al 3

También les dijo: (hablándole a los discípulos) De cierto


os digo que hay algunos de los que están aquí, que no
gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de
Dios venido con poder.
2 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a
Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se
transfiguró delante de ellos.
3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy
blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la
tierra los puede hacer tan blancos.

Aquí Jesús cumple lo que le prometió a los discípulos de


que algunos de ellos no iban a morir sin antes poder
verlo con poder y con su reino. No dice en el versículo
que no iban a morir para ser llevados al cielo sino que no
irían al descanso sin ver a Cristo tomando su reino. Es
entonces que ven a Cristo con vestiduras blancas
resplandecientes en la escena. Entonces Pedro, Santiago
y Juan (tres de los discípulos) pueden ver la misma
escena que ve Daniel y describe en 7:9 donde dice:
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se
sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como
la nieve…”

La túnica de los sumo sacerdotes terrenales al ser de


lino era de color amarillento grisáceo y en cambio la de
el Gran Sumo Sacerdote celestial es color blanca
impoluta. Esto representa un oficiante que, aunque fue
tentado en todo, no ha cometido pecado alguno.

Y el cinto, que representa la disposición al servicio o a la


acción, en el caso de Cristo no es de lino como los sumo
sacerdotes terrenales, sino de oro puro, lo cual
representa la mayor disposición y obra jamás hecha en
favor de la raza humana por algúno.

A continuación nos da una descripción completa para


que no nos queden dudas de quien es este sumo
sacerdote, ya que muchos al leer su descripción en el
libro de Daniel creen que se trata del Padre, veamos
primeramente la descripción completa en Apocalipsis
para luego comparala con la de Daniel y comprender de
quien está hablando. Luego analizaremos en más detalle
14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca
lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente


15

como en un horno; y su voz como estruendo de muchas


aguas.

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una


16

espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol


cuando resplandece en su fuerza.

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su


17

diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el


primero y el último;

y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo


18

por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la


muerte y del Hades.

Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que
19

han de ser después de estas.

El misterio de las siete estrellas que has visto en mi


20

diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete


estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete
candeleros que has visto, son las siete iglesias.

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