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INTRODUCCION

El suelo es esencial para la vida, las plantas toman de ahí su alimento a través de la cadena alimenticia,
y todos los animales dependen del mismo. El suelo está formado por roca que a lo largo de grandes
periodos se ha ido pulverizando por la acción del ambiente.
Los científicos distinguen el suelo de otros materiales geológicos por sus cuatro componentes
principales que son las partículas minerales (roca y arcilla), el material orgánico, el agua y el aire. Los
suelos más oscuros indican que tienen mayor cantidad de materia orgánica. La descomposición de
animales y plantas provee al suelo de materia orgánica, las bacterias trabajan constantemente para
transformar este material en uno más rico en nutrientes, conocido como humus. El proceso de
descomposición de la materia orgánica libera minerales esenciales y nutrientes en el suelo donde
pueden ser utilizados por las plantas.
El espacio poroso del suelo se refiere al porcentaje del volumen del suelo no ocupado por sólidos. En
general el volumen del suelo está constituido por 50% materiales sólidos (45% minerales y 5% materia
orgánica) y 50% de espacio poroso. Dentro del espacio poroso se pueden distinguir macro poros y
micro poros donde agua, nutrientes, aire y gases pueden circular o retenerse. Los macro poros no
retienen agua contra la fuerza de la gravedad, son responsables del drenaje, aireación del suelo y
constituyen el espacio donde se forman las raíces. Los micro poros retienen agua y parte de la cual
es disponible para las plantas.
Otro concepto que se debe tener en cuenta es la humedad del suelo. Se denomina humedad del suelo
a la cantidad de agua por volumen de tierra que hay en un terreno. Su medición exacta se realiza
gravimétricamente, pesando una muestra de tierra antes y después del secado. Esta es de gran
importancia debido a que el agua constituye un factor determinante en la formación, conservación,
fertilidad y productividad del mismo, así como para la germinación, crecimiento y desarrollo de las
plantas cultivadas.
También encontramos “horizontes”. Se llama horizontes del suelo a una serie de estratos horizontales
que se desarrollan en el interior del mismo y que presentan diferentes caracteres de
composición, textura, adherencia, etc. El perfil del suelo es la ordenación vertical de todos estos
horizontes.
Clásicamente, se distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales
que desde la superficie hacia abajo son:
 Horizonte O, o capa superficial del horizonte A: es la parte más superficial del suelo, formado
por hojas, ramas y restos vegetales.
 Horizonte A, o zona de lavado vertical: es el más superficial y en él enraíza la vegetación
herbácea. Su color es generalmente oscuro por la abundancia de materia orgánica
descompuesta o humus elaborado, determinando el paso del agua arrastrándola hacia abajo,
de fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.
 Horizonte B o zona de precipitado: carece prácticamente de humus, por lo que su color es más
claro (pardo o rojo), en él se depositan los materiales arrastrados desde arriba, principalmente,
materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos, etc., situándose en este nivel los
encontraremos calcáreos áridos y las corazas lateríticas tropicales.
 Horizonte C o subsuelo: está constituido por la parte más alta del material rocoso in situ, sobre
el que se apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración mecánica y la química (la
alteración química es casi inexistente ya que en las primeras etapas de formación de un suelo
no suele existir colonización orgánica), pero en él aún puede reconocerse las características
originales del mismo.
 Horizonte D, horizonte R, roca madre o material rocoso: es el material rocoso subyacente que
no ha sufrido ninguna alteración química o física significativa. Algunos distinguen entre D,
cuando el suelo es autóctono y el horizonte representa a la roca madre, y R, cuando el suelo
es alóctono y la roca representa sólo una base física sin una relación especial con la
composición mineral del suelo que tiene encima.
 Horizonte E, capa no siempre presente. Es el horizonte de lavado o eluviación. Suele ser de
color claro, y presenta una estructura con escaso desarrollo laminar.
Para el estudio del suelo se cuenta con una técnica denominada “calicata” Estas son
excavaciones de profundidad pequeña a media, realizadas normalmente con pala retroexcavadora.
Las calicatas permiten la inspección directa del suelo que se desea estudiar y, por lo tanto, es el
método de exploración que normalmente entrega la información más confiable y completa.

OBJETIVO
Obtener información de distintas muestras de tierra para conocer cuanta humedad pierde, en un
ambiente cerrado, sin luz solar ni expuesto al medio ambiente. Al mismo tiempo conocer la flora y
fauna que se encuentra presente en un área determinada.

CONCLUSION
Al tomar distintas muestras y compararlas, se pudo observar que el primer día las
muestras tenían un determinado peso, con el pasar de los días y en un ambiente “seco”
estas perdieron humedad por lo cual al realizar de nuevo la medición se obtuvieron
valores diferentes. Este resultado era el que se esperaba por lo tanto se tuvo éxito en
la práctica. Gracias a esto pudimos calcular la humedad que poseía nuestra muestra de
suelo, y confirmamos las pérdidas que tiene al estar en un espacio diferente al habitual.
CONCLUSION
En esta práctica cuantificamos el nivel de pH, temperatura, así como el óxido disuelto
en el agua, sin embargo, se pudo notar que estos valores variaban según el tipo de
muestra que se tenía, De igual forma estos valores cambiaban ya que algunas muestras
inicialmente habían estado expuestas a diferentes temperaturas al momento de la
medición. Gracias a estas mediciones se pudo notar que la “calidad” de estas aguas
variaban según el tipo de muestra que se poseía.

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