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Los puntos de convergencia a los que se refiere este artículo; pueden ser interpretados como
aquellos objetivos que tienen en común el derecho de competencia y los derechos de propiedad
intelectual.
Por un lado, el derecho propiedad intelectual es aquel que otorga derechos exclusivos que pueden
ser equiparables a un monopolio; por otro lado, el derecho de la competencia se encarga de
fomentar el adecuado desarrollo del mercado, promoviendo la competencia con mayor eficacia
teniendo como objetivo principal el bienestar de la población
Como menciona el autor, estos derechos a primera vista no guardan relación alguna, pero
realizando un análisis de ambas figuras podemos concluir que la propiedad intelectual y la
promoción y defensa de la competencia deben ser considerados como elementos necesarios de un
sistema jurídico y económico dinámico, aun cuando aparezcan ciertas controversias. En el caso de
el titular del derecho de una patente hace abuso de su posición de dominio para distorsionar la
competencia.
Es por ello que ambos son parte del sistema legal y tienen el objetivo común de alcanzar la eficiencia
económica y el bienestar de los consumidores; resulta pertinente también mencionar los conflictos
que se puedan ir suscitando y en concordancia con el autor cuando menciona que los conflictos son
más evidentes en países de desarrollo, incluyendo nuestro país.
Las patentes, marcas, derechos de autor entre otros, son derechos exclusivos de uso y
explotación, el problema radica cuando por parte de un competidor solicita una licencia al titular
este se niega a concederla, estando en su derecho por ser el creador de dicho producto, marca o
autor de una obra artística, entre otros sin embargo existen algunos casos donde esta negativa
afecte la libre y leal competencia en el mercado.
Para ello nuestro ordenamiento jurídico prevé estos casos mediante el decreto legislativo 1034
(Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas) donde se establecen sanciones para el abuso de
posición de dominio; es decir, cuando el titular de un derecho de propiedad intelectual se niega a
conceder una licencia y con ello restringe indebidamente la competencia en el mercado,
obteniendo beneficios y perjudicando a los competidores reales.
Es en ese escenario es que aparecen “las licencias obligatorias” que habilitan a un tercero no
titular de una patente a utilizar y explotar un producto patentado sin la autorización de su titular,
en casos muy específicos y debidamente determinados por ley. Este precepto a su vez se sustenta
en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados al
comercio (ADPIC) y a su vez la norma que en nuestro país que aborda el tema es la Decisión 486
de la Comunidad Andina.
A su vez esta excepción no es del todo plena puesto que la normativa andina señala condiciones
que deberán cumplir las licencias obligatorias y hay que señalar como punto importante que la
autoridad administrativa deberá intervenir solo cuando se demuestre que la negativa a conceder
licencias perjudica el bienestar del consumidor a corto y largo plazo.
A modo de conclusión podemos asegurar que esta mediad excepcional y deberá ser evaluada por
Indecopi que tiene el deber de fortalecer este sistema de para el otorgamiento de licencias
obligatorias sea excepcional basándose en corregir una práctica anticompetitiva, para brindar una
solución en caso de interés público, emergencia o seguridad nacional, dejando en claro la
finalidad de mejorar la eficiencia del mercado y mayor innovación.