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LA CLEPSIDRA
Personajes:
Es un año cualquiera del siglo XXI. La tierra es un desierto árido en su totalidad. Estamos en un lugar
de arena rojiza y pocas rocas; al frente se levanta un volumen sólido coronado por algo similar a una
asta de bandera, la clepsidra. En alguna parte sobre ella se destaca una esfera grisácea. Entra Kralia
con su morral terciado luchando contra un octópodo de apariencia feroz; le lanza furiosos gritos
mientras busca rocas para arrojar. El animal le asedia ufanando su condición de superioridad cuando
logra acorralarla contra la clepsidra y todo parece estar perdido, Kralia arranca el asta como si fuera
una lanza lucha hasta herir a su sorprendido adversario que huye dando ridículos chillidos.
KRALIA: ¡Odio los octópodos! Son de esos animales que más que fobia, se les tiene asco,
repulsión… siempre me han parecido bichos de mal agüero (Pausa). Aunque si ese
andaba por aquí es probable que haya agua cerca (Repara en la clepsidra). ¿Qué será esta
cosa? No había visto nada así; esta bola no parece formar parte de lo otro, da la
impresión de haber sido colocada ahí recientemente… (se escucha un ruido) ¿Otra vez?
(Se esconde rápidamente tras la clepsidra)
Entra Gon llevando un aparatoso equipaje; se acerca con sigilo exagerado a la clepsidra.
GON: ¡Cuidado! No sé si ese artefacto me pueda repelar o atacar; pudo haber sido construido para
una guerra… ¡Hay un proyectil listo para ser disparado (Intenta salir corriendo) ¡No! No hay
que correr, puede tener alguna programación anti-huida (patético). ¡Después de haber
sorteado todas las pruebas que me puso la naturaleza, venir a quedar a merced de este
aparato bajo el sol inclemente! (Resignado) Solo queda esperar que el maldito mecanismo
decida acabarme. (Suelta el llanto, saca un objeto similar a una ostra) ¡Mi válvara, mi
válvara! Solo tu sabes lo que significas para mí. (Gon intuye que no hay peligro, va a la
clepsidra y toma la bola). Claro que... pensándolo más cuidadosamente, por aquí tal vez
nunca hubo guerras... Bueno, de todos modos la cautela nunca sobra, es mejor estar seguros
en el sitio dondese acampa. Aprovechare para dormir, mejor sombrío no encontrare por aquí,
(Tiende una manta y coloca la válvara a su lado). Yo sabia... (Convencido). Yo sabia que no
podíamos terminar así. (Se acuesta y susurra a la válvara) Aquí se recibe bien el aire… no
puedo pedir más. (Soñoliento) Tal vez mañana encuentre agua… y pueda... (Queda dormido
con la bola grisácea entre sus manos).
GON: ¿Qué pasa? (Asustado). ¿Quién es usted? ¡Por favor, no me haga daño! (Se levanta turbado)
Vi que esto estaba solo y abuse acampando sin su permiso.
KRALIA: Tranquilícese.
KRALIA: Kralia.
GON: Ah, sí. Lo mismo me atrajo; parece ser el escombro de algún transporte que no logró
despegar, ¿no es cierto? No sé gran cosa de esto, pero tengo entendido que fueron muchos
los que aún teniendo modo no pudieron salir del planeta; sus naves no estaban hechas para
cargar con todos los cachibaches que quería llevar, además varias de las que lograron
vuelo…
GON: Prefiero no hablar de esto. (Guarda la válvara con recelo) Tal vez sea mejor que yo me vaya;
me espera una larga travesía.
KRALIA: Al amazonio.
KRALIA: De un tiempo para acá todos los viajeros que he encontrado van allá sin saber donde
está, la gran mayoría no regresa, se esfuman… otros vuelven desanimados y más resecos
que cuando se fueron, describiendo horribles animales tan feroces como los agamotes o
los anélido… nes (Alarmada). Cu-cuidado… hay uno atrás de usted…
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GON: (Sin soltar la bola) !Ja! No le creo. Es una ingenua estratagema para robar nuestra válvara,
pero conmigo ese tipo de mañas… (Se voltea ve al insecto y se asusta)
GON: (Suplicante) Haga algo, por favor… no deje que me devore… ¿Por qué tenía que ser así?
Caer en las mandíbulas de un…...
KRALIA: ¡Si no se calla ya mismo lo empujare sobre la bestia! (Lo calma) Vaya reclinándose poco
a poco. Ahora meta la cabeza entre sus rodillas, así. (Pausa) Tome arena entre sus
manos, cuando yo le diga la lanza hacia atrás y sale corriendo.
KRALIA: ¡Silencio! Si tuviera hambre ya nos habría atacado. (Pausa) Es extraño, parece como si
buscara algo. (El anelidón busca en el morral de gon, Kralia nota algo y reacciona de
inmediato. !Deme la bola!
Gon se para repentinamente, arroja la arena hacia atrás y huye raudo hasta salir de la escena.
Kralia mira asombrada. Gon vuelve a entrar.
KRALIA: (Lo interrumpe) Por esta zona hay muchas alimañas, debe tener cuidado si va a seguir.
(Arregla sus morrales para acampar). Ese anelidón anidando por aquí no es buena seña.
GON: (Maravillado) Me está queriendo usted decir que… la bola que había ahí… ¿era un huevo?!
GON: Ah, sí, sí, siga. yo también aprovechare para descansar, por lo menos hasta que la noche
llegue. No puedo dormir con los huesos helados. (Tiende su cama nuevamente y se acuesta).
Si percibes algo extraño me avisas.
GON: (Desperezándose sin notar a Braco) ¡Uy! ¡Soñé cosas rarísimas!... Dizque me había crecido
las uñas de este tamaño. (Señala). Y cuando iba a coger algo no podía; de pronto, empecé a
escarbar en el suelo, y escarbaba, y escarbaba, escarbaba, y escarbaba hasta que salió un
enjambre de anofelones, pero así, pequeñitos. (Señala). Y comenzaron a revolotear...
BRACO: Me gustaría seguir escuchando su sueño, pero lo que necesito ahora es que llenen mi
bidón con toda el agua que tengan. (Pone un recipiente frente a ellos. Señala la clepsidra)
Además, quiero que me expliquen ¿para qué sirve este cacharro, para qué lo usan?
KRALIA: ¿Y si no lo hacemos?
BRACO: Me pondrían en el trabajo de hacerlo por la fuerza, todos perderíamos humedad, no sería
saludable.
GON: Señor, no… No sabemos que es esto y no poseemos una sola gota de agua. Señor, créame.
BRACO: (Agresivo) Mi bidón está destapado para echarle agua, no para que se evapore la que hay.
¡Llénelo ya! (Apunta su arma contra Gon)
Braco escarba su equipaje. Toma los objetos de su interés, encuentra la válvara; la observa,
intenta abrirla, no puede y la guarda.
GON: Haga con nosotros lo que quiera, pero no se lleve mi válvara (Pausa). ¡Espere un momento!
(Duda). Yo tengo un poco de agua... ¿Qué le parece si trocamos? La válvara no le sirve a
usted para nada.
GON: (Saca del bolsillo una botella pequeña y la vierte en el bidón). Ahora es su turno. ¿Me la
devuelve?
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BRACO: (Burlón) ¿Sabe? No confío en usted. Mejor me la llevo para examinarla detenidamente,
puede ser que si me sirva.
GON: (Histérico) ¡Infame! No… ya no tiene sentido seguir… Me quedaré aquí hasta que mi cuerpo
quede seco como una piedra.
KRALIA: En medio de su idiotez hay algo que francamente me inquieta. ¿Qué es eso que es más
importante que el agua? Dígamelo con sinceridad.
GON: (Evadiendo) Voy a recoger lo que me dejó ese vándalo. (Recojee) Todos creen que lo
primordial es calmar la sed.
GON: Hay un tipo de sed que no calma el agua… No quisiera que habláramos más de la válvara.
GON: ¡Mire! Ese viajero viene hacia acá. Sólo falta que venga a robar lo que nos queda.
GON: Yo opino que es mejor tomar precauciones, podría estar simulando bondad para que lo
dejemos acercar.
KRALIA: (Tratando de escudriñar sus intenciones, grita a Yente que aún no aparece). ¡Estamos
perdidos! ¿Sabe usted hacia dónde están las punas rocosas?
YENTE: (En Off.) De allá vengo, pero no les recomiendo que vayan; ¡hay demasiada precipitación
ácida!
KRALIA: Solo queremos orientarnos, no vamos allá. (En voz baja a Gon) ¿Qué le pasará?
YENTE: (Qué siempre estará tosiendo y visiblemente enfermo, entra dirigiéndose directamente a
la clepsidra. Grita emocionado) ¡Qué bien! ¡Al fin estoy aquí! ¡La encontré! ¡La
clepsidra! ¡La encontré!
YENTE: (Se recupera. Saca un cartapacio de notas y gráficos, los cuales confronta ávidamente).
Aquí falta algo.
GON: Le aseguro que nosotros… (Cae en cuenta). El huevo. Si, estaba ahí pero un anelidón vino y
lo tomo para sí, créame.
GON: Yo tenía razón. Era un proyectil; (A Kralia) estuvimos a punto de perecer bajo su efecto.
YENTE: Déjeme que les explique. Esto es una clepsidra. Antiguamente se utilizó para medir el
tiempo; el agua servía como unidad de medida. Esta en particular poseía un
autosuministro que debe encontrarse varios pies bajo la superficie.
YENTE: No lo creo, lo he calculado minuciosamente. Me preocupa que falta una pieza vital para
su funcionamiento. Debería estar colocado aquí.
YENTE: Agua. Para que este ensamble funcione requiero de mucha ayuda; afortunadamente usted
está aquí. Podremos obtener agua suficiente para los dos durante… (Gon reacciona
furioso)… Bueno, los tres. (Gon acepta la disculpa).
KRALIA: (Va a donde está el asta y la recoge) ¿Es esto lo que busca?
YENTE: ¡No! (Miran a gon que está jugando con el manubrio. Se levanta entusiasmado) ¡el
manubrio! Ahora podremos probar si realmente funciona. (Kralia pone el manubrio en su
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sitio. Yente mira sus notas). Debemos hacer girar este manubrio hasta que engrane el
mecanismo.
YENTE: No está lubricado, (De una caja saca un frasco que contiene un líquido viscoso, lo aplica
al rodamiento). esperemos un momento. Por la premura, ni siquiera les he dicho mi
nombre, soy Yente.
KRALIA: Kralia.
YENTE: (Mira la clepsidra). Continuemos, ya debió bajar el óleo hasta el piñón (se seca el sudor,
respira con dificultad).
KRALIA: (Intenta de nuevo. A Gon) ¡Ayude! (Hacen fuerza los dos). ¡No se mueve!
GON: !Se oye! Se vive, se siente el agua está presente. ¡Es agua! ¡Si!
Gon saca sus implementos para el efecto; toma posición, Yente observa desde su sitio.
Aparecen un animal similar a cucaracha de un pie de longitud. Kralia acometen la cacería.
Kralia pelea con el hortopteronte.....Gon que ha estado visiblemente ansioso por comer, saca
hortopterontes de las redes, Kralia le ofrece a Yente y se sienta a comer, Gon hace lo mismo.
YENTE: Es difícil saberlo, es probable que sea una corriente subterránea; en ese caso se podría
permanecer por mucho tiempo aquí. (Trata de comer, pero su estado de salud no se lo
permite).
GON: No veo para que quedarse, sería mejor abastecernos e ir a buscar el Amazónio.
YENTE: Yo no creo que ese lugar exista, y si existe, qué clase de lugar es?
GON: He oído decir que allí abundan el agua y los animales comestibles; la arena es de color
verde...
YENTE: (A Gon) ¡No lo toquen! Está impregnado de baba verde. (Saca de su caja otro frasco que
contiene una sustancia para aplicar en las heridas).
GON: ¡No haga eso! Es un trúhan. Cuando lo cure lo atacará, ya estuvo aquí y nos robo; me quito
mi válvara.
YENTE: También le conozco, por el momento conviene más salvarlo, su fuerza nos puede ayudar a
empujar la bomba de la clepsidra. Además si muere el olor a carne humana descompuesta
por la baba verde, atraería más octópodos y peor estegodontes o tiratonimios. (A Gon).
Venga, ahora si podrá recuperar lo que se llevó. (Esculcan el equipaje).
GON: (Busca inútilmente). Vi que la echo en este morral, y ya no está. ¡Que desgracia ya no la
lleva (Toma por el cuello el cuerpo desmayado de Braco.) Entrégueme mi válvara! ¿Dónde
la dejó?
YENTE: ¡Cálmese! (Gon se retira resignado. Yente busca y encuentra algo. Emocionado) ¡Mis
semellas!
YENTE: Son los únicos vestigios vegetales que existen. ¡Son semellas! ¡Mis semellas!
YENTE: Hace mucho tiempo existía un modo de vida que no era animal...
YENTE: (Tose y habla con dificultad) No... no. Era una especie intermedia de coloración verdosa;
(Al proscenio) los humanos y los animales se nutrían ingiriéndola; cubría prácticamente
todo el planeta. Se alimentaba de agua; tal vez por eso los humanos de entonces la
exterminaron cuando comenzó la escasez.
KRALIA: ¿Qué relación hay entre todo y lo que tiene ahí? (Acusa las semellas).
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YENTE: Nuestros antepasados las enterraban en el suelo, le ponían algo de agua, polvo de calcio y
no sé que otras sustancias. Así obtenían vegetales.
KRALIA: Todo eso que usted ha contado es fantástico. (Mira su entorno) Pensar que esto que nos
rodea era antes tan diferente... Usted cree que estas semellas aún sirvan?
YENTE: No lo sé. Mi padre me entregó las notas sobre la clepsidra y estas semellas. Nunca
imaginó que fuera todo tan difícil. (Tose y se va a sentar en la piedra) Cuando este
bandido me robó las semellas, abandoné la búsqueda por mucho tiempo; solo hasta que
empecé a sentirme viejo volví a emprenderla. La vida se hace más fácil cuando se tiene
una meta.
GON: Usted me deja francamente asombrado. Es la más inverosímil de las coincidencias. (Braco se
despierta y empieza a incorporarse. Gon no se da cuenta). Haber llegado usted hasta aquí y
encontrarse con a este malvado ladrón que es la inmundicia más despreciable y ruin que
pueda existir. (Ve a Braco que se ha levantado) Ya... se siente mejor?
Braco, aún maltrecho, los ignora a todos. Busca con su olfato hasta encontrar los
hortopterontes que Gon ha guardado y empieza a comerlos.
BRACO: Están asoleados. Además todos son viejos. ¿No había algo más tierno en esta manada?
YENTE: (Conciliador. A Braco). Un momento, no hay para que caldear más el ambiente. (A
Braco). Mire señor, con este aparato podremos obtener agua de buena pureza. Ayúdenos y
tendrá su parte.
YENTE: ¿Cómo saberlo si no la hacemos funcionar? Si entre todos logramos girar el mecanismo,
podremos ver que hay.
BRACO: lo hubiera dicho antes (Sin haberse recuperado completamente, aplica con insistencia su
fuerza; el ruido aparece de nuevo). ¡No! Es imposible moverlo.
Todos comienzan a empujar. De repente Yente se aparta descontrolado haciendo evidente que
el aire no entra en sus pulmones. Cae al piso. Kralia acude en su ayuda y angustiada afloja su
traje. Gon torpemente se acerca a tocar su rostro. Braco después de haber permanecido
impávido durante el impase, se dirige ante Yente con lentitud. Aparta a Gon, levanta un puño
en alto y lo descarga ferozmente en el pecho de Yente.
Yente reacciona llenando sus pulmones con una bocanada de aire; su respiración empieza a
normalizarse poco a poco.
GON: (Aparta a Braco del grupo. Tímido) Excúseme... yo quisiera... comentarle una cosa... Es
que... no sé a que se deba, pero de vez en cuando me aparecen unas vetas rojas... (Se señala
el cuello)... yo pienso que son los nervios.
BRACO: (Sin atender a Gon) Saquemos el agua antes que este anciano se muera; él es el único que
sabe como se hace. (Imperativo) ¡Vengan!
YENTE: (Bastante mal) Ayúdele por favor. Yo puedo estar aquí solo.
Kralia acata. Todos retoman su labor en la clepsidra. El ruido de agua se hace más claro, pero
aunque lo intentan no logran girar suficientemente el manubrio.
BRACO: No insistamos... vamos a romper esto y no se mueve; debe haber otra forma de sacar esa
agua, ya esta por salir, se oye cerca.
Algo llama la atención de KRALIA haciendo muecas nerviosas, todos miran buscando algo
anormal.
KRALIA: (A Gon) Tendremos que protegernos, es una tormenta muy fuerte; viene de esa
dirección. (Señala) Pongamos las cosas tras la clepsidra.
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Suenan más truenos, Kralia ayuda a Yente, todos protegen apresuradamente sus equipajes.
Los truenos se escuchan ahora encima de sus cabezas y ya no cesan. Se oscurece todo. El
viento que había empezado antes a soplar fuerte, se torna rápidamente insoportable
acompañado por una niebla espesa. Los viajeros se han refugiado en la clepsidra para no ser
arrastrado por la turbulencia.
Braco forcejea para quedarse solo en la clepsidra. Yente y Kralia tratan de defenderse y al
mismo tiempo ayudar a Gon, Braco comienza a tomar ventaja sobre sus rivales pero cuando
ya va a lograr su cruel cometido. Gon hace un mvimiento con la cabeza y desestabiliza a
Braco, Gon trata de ayudarlo pero le es imposible.
La tormenta comienza a disminuir. De repente, la tormenta cesa por completo. Brota agua de
la clepsidra.
Todos rien, brincan de emoción. Beben y se refrescan unos a otros como si fueran niños que
disfrutan de un gran juego.
KRALIA: ¡Es maravilloso! Ahora que hay agua, podrá sembrar sus semellas! (Pausa. Entusiasmada
trata de levantar él animo de Yente) No logro imaginar como puede salir algo, (no muy
segura) “vivo” de esas piedritas.
YENTE: (Haciendo esfuerzo para hablar y sin atender a Gon) Puedo decir que conozco al fin la
alegría de una meta conseguida, pero siento que mi cuerpo desfallece y no responde;
tendrá que ser usted quien termine mi misión.
KRALIA:¿Yo? Pero si usted se va a poner bien. ¡Esto lo vamos a hacer entre todos! Nos contará lo
que aprendió de su padre sobre el pasado de este mundo.
YENTE: (A Kralia) La tormenta de partículas terminó con mis fuerzas. (Agotado) Deben ahorrar el
agua; Podrán controlar su salida abriendo y cerrando ese manubrio.
YENTE: El suelo está suficientemente húmedo. Es hora de enterrar las semellas; traten de
esparcirlas y de taparlas bien.
Todos toman las semillas y cuidadosamente siguen las instrucciones de Yente. Gon
sembrando, Sale de escena. Entra Braco con nuevos bríos, como si nada hubiera pasado.
Todos tratan de disimular la existencia del agua.
BRACO: ¡Qué bueno volver a encontrarlos por aquí! ¡Y qué bueno que se salvaron!
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BRACO: (Lascivo) Voy al Amazonio. Usted sería la compañera perfecta para un viaje como ése.
KRALIA: (Kralia avanza sobre él para golpearlo;) ¡Cállese! ¡No soporto una más de sus palabras!
¡Quiero que se largue inmediatamente!
Coreografía combate. Después de un forcejeo Braco furioso la domina y le amarra las manos.
BRACO: (Se calma) Hasta el momento había disimulado muy bien el temor que me tiene. ¿Por qué
ahora la pone tan nerviosa mi presencia?... Eso puede ser bueno, nos puede dar tema para
conversar de aquí al Amazonio... o a dónde lleguemos, de todas formas, no hay muchos
sitios para ir. Usted lo sabe. Mejor, póngase de buen ánimo para que el viaje sea
agradable.
BRACO: (En off) ¡No! ¡No, por favor! ¡Me va a partir el cuello! ¡Ay! ¡No!
YENTE: (Emfermo) Tome mis notas, allí está todo lo que tiene que saber. No van a faltar intrusos;
que quierrán consumirlo todo irracionalmente. No deje que esto suceda. Enseñenles.
Cuide el lugar, defiéndalo, mi padre confiaría en alguien como usted; eso me tranquiliza.
YENTE: (Llena de aire sus pulmones) Ya no es aire, ahora es espíritu lo que me falta; todo fue
difícil, cruel... por fortuna quedan ustedes, la tierra y el agua. (Muere)
Comienzan a germinar plantas que crecen rápidamente, Gon y Fimo se abrazan maravillados,
Kralia observa conmovida el espectáculo y llora emocionada.
FIN