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La Autonomía curricular en el

Nuevo Modelo Educativo


Mayor autonomía para la diversidad

Mayor autonomía para la


diversidad
Autor
Secretaría de Educación Pública

Fecha de publicación
25 de agosto de 2017

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La Autonomía Curricular se aplicará en todas las escuelas del país, y


responde a los principios de equidad e inclusión, además de que facilita
la convivencia de estudiantes de grados y edades diversas; reorganiza al
alumnado por habilidad o interés, y considera horas que cada plantel
tenga disponibles.

La Autonomía Curricular, que no requerirá mayor inversión de recursos,


tiene cinco ámbitos:

1. Ampliar la formación académica: estrategias de aprendizaje y técnicas


de estudio; lenguaje y comunicación, con taller de escritura creativa,
inglés y debates; taller de matemáticas; taller de tecnología, y taller de
exploración de condiciones del medio y cambio climático.

2. Potenciar el desarrollo personal y social: ligas deportivas, orquestas


escolares, y talleres de teatro, danza, pintura, y convivencia escolar.

3. Nuevos contenidos relevantes: educación financiera, programación y


robótica, y emprendimiento.

4. Conocimientos regionales, con microhistoria; taller de tecnología y


artesanías locales; cultivo, hortalizas y plantas medicinales de la
localidad; educación ambiental contextualizada, y lenguas originarias.
5. Proyecto de impacto social, con limpieza de basura; potabilización del
agua; cuidado de la salud; huertos y elaboración de composta, y
herbolaria.
https://www.gob.mx/sep/documentos/la-autonomia-curricular-en-el-nuevo-modelo-educativo

https://parroquialainmaculadavalladolid.blogspot.mx/p/rincon-del-catequista.html

atequesis para la Epifanía del Señor


APENAS NACIDO JESÚS, UNOS MAGOS DE PAÍSES LEJANOS VIENEN A ADORARLO.
YA DESDE EL PRINCIPIO, SIN HABER HECHO NADA, JESÚS COMIENZA A BRILLAR Y A
ATRAER. ES LO QUE DESPUÉS OCURRIRÁ EN SU VIDA PÚBLICA CONTINUAMENTE:
«¿QUIÉN ES ESTE?» (MC 4,41). «NUNCA HEMOS VISTO COSA IGUAL» (MC 2,12).

Además, toda la escena gira en torno a la adoración. Los Magos se rinden ante
Cristo y le adoran, reconociéndole como Rey, eso es lo que significa el oro, y como
Dios el incienso y preanunciando el misterio de su muerte y resurrección –la mirra–.
La adoración brota espontánea precisamente al reconocer la grandeza de Cristo y
su soberanía, sobre todo, al descubrir su misterio insondable. En medio de un
mundo que no sólo no adora a Cristo, sino que es indiferente ante Él y le rechaza,
los cristianos estamos llamados más que nunca a vivir este sentido de adoración,
de reverencia y admiración, esta actitud profundamente religiosa de quien se rinde
ante el misterio de Dios.

Y, finalmente, aparece el símbolo de la luz. La estrella que conduce a los Magos


hasta Cristo expresa de una manera gráfica lo que ha de ser la vida de todo
cristiano: una luz que brillando en medio de las tinieblas de nuestro mundo ilumine
«a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte» (Lc 1,79), les conduzca a
Cristo para que experimenten su atractivo y le adoren, y les muestre «una razón
para vivir» (Fil 2,15-16).

Preguntas para reflexionar:


¿Me siento yo atraído por Cristo? ¿Me fascina su grandeza y su poder? ¿Qué estrellas
me iluminan o guían mi camino hacia Jesús?
Publicado por Franciscanos Valladolid
Etiquetas: Epifanía del Señor
https://parroquialainmaculadavalladolid.blogspot.mx/2016/01/catequesis-para-la-epifania-del-
senor.html

2.1 CATEQUESIS II: LOS DONES DE LOS MAGOS

Nota: En una mesa se tiene preparado lo siguiente: oro (quizás un cáliz),


incienso junto a un carbón encendido, mirra. El catequista tendrá que
venir un poco antes para encender el carbón.

La Fiesta

¿Que fiesta celebramos hoy?... (Epifanía). La palabra Epifanía viene del


griego y significa "manifestación". Pero también lleva otro nombre ¿?...
(Reyes Magos). ¿Por qué a la fiesta le damos también este nombre?...
(Porque hoy vinieron tres Reyes Magos para buscar a Jesús). ¿Pueden
decirme como se ha manifestado Jesús? ¿Cómo encontraron el camino
a los tres Reyes magos?... (Una estrella los guió). Y cuando entraron a la
casa donde estaba Jesús ¿qué encontraron? ¿Acaso encontraron a un
rey poderoso con su corte y sus soldados?... (Encontraron al niño con su
madre). Encontraron a un niño pequeñito. ¿Qué cosa han hecho?
¿Dijeron acaso que éste no podía ser el rey que ellos estaban buscando?
(No, se postraron y lo adorar). Ellos tenían fe. Dios les había manifestado
que este niño era un gran rey.

Los dones

¿Recuerdan los dones que sacaron de sus cofres?... (Oro, incienso y


mirra). Cada regalo significa algo. Aquí en la mesa hemos puesto estos
objetos como para dar un ejemplo de los regalos que ellos han hecho a
Jesús. El cáliz está hecho de oro, es para celebrar la Santa Misa. El
incienso se utiliza cuando se hace la adoración del Santísimo
Sacramento. Vamos a echar un poco de incienso al carbón. Huele bien.
¿Y quién quiere probar un poco de la mirra? Es amarga.

Para entender el significado de los regalos les voy a preguntar primero


otra cosa: Cuando ustedes quieren regalar algo a su papá, ¿le van a dar
juguetes?... (No, le vamos a regalar cosas de hombre). Tampoco le van a
regalar perfumes. ¿Esto se regala a quien?.... (A la mamá). Y si ustedes
quieran regalar algo a su hermanito chiquito ¿le van a regalar un libro
grueso?... (No, le vamos a regalar juguetes).

El significado de los dones

¿Pueden recordar quienes se utilizaron mucho el oro en los tiempos


antiguos? Lo labraron y hasta se lo pusieron en la cabeza. ¿Quiénes
eran estos personajes?... (Los reyes se pusieron coronas de oro). El niño
al que adoran los magos ¿es un rey?... (Sí, es el rey de todo el universo).
En los tiempos pasados el incienso se utilizaba especialmente para la
persona que es más grande que todos los hombres. Por eso no lo
utilizaban mucho para las personas humanas sino sólo para ¿?... (Dios).
¿El niño al que adoraron los Reyes Magos ¿era Dios?... (Sí, ese el Hijo
de Dios). Ahora bien, lo de la mirra no lo pueden saber tan fácilmente. En
los tiempos pasados se utilizaba la mirra para embalsamar a los muertos.
El niño que adoraron los Reyes Magos, ¿iba a morir? ¿cómo iba a
morir?... (iba a morir en la cruz). Morirá por todos nosotros.

Ahora saben lo que querían expresar los Reyes magos con sus regalos:
Este niño era... (Rey, Dios y que iba a ¿?... morir).

Nuestros regalos

Nosotros también queremos a este niño, queremos hacerle regalos.


¿Que regalos podemos hacer nosotros a este niño que el rey, Dios?

Primera pregunta: ¿qué podemos regalarle al niño que es rey?


Segunda pregunta: ¿qué le podemos regalarle al niño que es Dios?

Tercera pregunta: qué le podemos regalar a Jesús que ha muerto por


nosotros?

El rey Jesús cada día quiere dirigir nuestra vida hacia la santidad y reinar
en nuestro corazón para que seamos felices pero nunca nos va a obligar.
¿Cómo hacer para saber qué es lo que Jesús quiere de nosotros que
hagamos para que se lo regalemos?

Cada día Jesús, que es nuestro Dios, nos regala la vida, la vida eterna.
¿Como a saber qué es lo que Jesús quiere que nosotros que hagamos
para que se lo regalé?

Cada día Jesús, que ha muerto por nosotros, nos quiere perdonar los
pecados para que tengamos la vida de la gracia en nuestro corazón.
¿Cómo saber qué es lo que Jesús quiere que hagamos para que nos
pueda perdonar?

Según el tiempo lo permita, vamos a tratar de contestar a cada una de


las preguntas. Y al finalizar haremos una oración para Dios nos permita
ser con nuestra persona un regalo para él y para los que nos rodean.

Costumbres que pueden prolongar la fiesta.

En nuestro medio se conoce "la Bajada de Reyes". Tres hombres o


muchachos montados en caballos - si es posible uno blanco, uno bayo y
el tercero negro - representan los reyes magos. Por supuesto que llevan
coronas, mantos adornados y también los regalos tradicionales: oro,
incienso y mirra. Ellos vienen de los altos y van a la Iglesia. Allí mismo se
acercan al Nacimiento y ofrecen sus dones y luego le hablan a la
comunidad reunida de su búsqueda del rey de los judíos. En la primera
banca participan en la misa y luego van a visitar los nacimientos en las
casas donde se les atiendo con tres tipos de chicha: chicha morada,
chicha de jora y chicha blanca. Es que representan las razas humanas:
un negro, uno indio, y un blanco. Se han pintado la cara para realizar su
papel.

En otras partes una variación que permite la participación de un mayor


grupo de niños: tres se disfrazan de reyes y un cuarto, más chiquito
también pintado de negrito como Baltazar, lleva una estrella en un palo.
Los niños van de casa en casa, visitando los nacimientos ofreciendo
cada vez al niño sus regalos. Luego cuentan (o cantan) ante los
presentes brevemente de su búsqueda del niño Jesús y terminan con
buenos deseos para la familia, marcando con tiza la jamba de la casa:
G+M+B (= Gaspar, Melchor, Baltazar), como recuerdo de su visita.
Reciben de parte de la familia regalos en especie y dinero. La especie es
para los niños del orfelinato y el dinero para una obra asistencial como
Caritas, por ejemplo. Se pueden multiplicar los grupos de reyes para
visitar muchos hogares. En ciertas regiones se hace una colecta
específica para los niños en las misiones.

EL NIÑO
Cuando el niño siente que lo quieren, asimila las enseñanzas con
facilidad y agrado. En realidad todo el ambiente de la catequesis, no
solamente hoy, debe respirar cariño, aceptación, bondad. Los siquiatras
dicen que el ambiente tiene tanto valor como la palabra de enseñanza. El
niño tiene el derecho de encontrar a Dios en un ambiente sin tensiones ni
rechazaos.

CONDICIÓN PREVIA
Á veces, cuando estoy delante los niños, me da miedo. Me miran con
unos ajos llenos de confianza y esperan de mi que les ayude a
encontrarse con Dios su Padre con una alegría que sólo les niños
pueden irradiar. Me siento tan incapaz de satisfacer su esperanza. Les
hablo de bondad, de amor y momentos antes he sentido rechazo,
resentimiento y envidia. ¿Qué hacer? Antes de iniciar la catequesis pido
perdón al Señor y su ayuda para que hable Él utilizando mi boca. He
notado que mis palabras son más medidas, que mi comportamiento se
reviste de paciencia. El Señor puede hasta utilizarme a mí, Aquel que
puede hacer hablar a las piedras.
http://www.mscperu.org/domingos/AdvNav/domAdvNavB/domBnavEpifania_ni.htm

S
http://www.palabrayobra.org.mx/palabrayobra.org.mx/Teatrito_dominical.
html OLEMNIDAD DE LA

http://www.palabrayobra.org.mx/palabrayobra.org.mx/Teatrito_dominical.
html

http://www.laverdadcato
lica.org/F24.htm
Sus majestades los Reyes Magos del
Oriente
Historia, cuento y tradiciones de los Reyes Magos de Oriente
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¿Quiénes son los Reyes Magos? También llamados Magos de Oriente, sus orígenes nos
llevan hasta la Biblia.
Así, en el capítulo dos, versículo 1-12, del Evangelio de San Mateo, se narra el camino que
hicieron tres 'magos' (denominados así porque en aquella época se conocía como 'magos' a
los 'sabios' o astrónomos) que fueron siguiendo una estrella hasta llegar a Belén.

Allí visitaron y ofrecieron tres regalos al recién nacido Jesús: oro, incienso y mirra. Aunque
las escrituras no explican de dónde procedían los tres reyes, todo indica que vinieron desde
Babilonia o Persia, lugar en el que los magos tenían una gran influencia.

Cuento de Melchor, Gaspar y Baltasar

Tampoco se conoce a ciencia cierta cómo eran o cómo se llamaban.

En el siglo XIV, el monje benedictino Beda, doctor de la iglesia, describió a los Reyes
Magos en un manuscrito: 'Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo
color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro'.

De esta manera, Beda los identificó como representantes de Europa, Asia y África.
En cuanto al número de Reyes Magos, se acepta el de tres, Melchor, Gaspar y Baltasar,
aunque en distintos lugares se supone que fueron dos, cuatro, y hasta doce, como en
Armenia.
Del mismo modo, es incierto su destino después del encuentro con la familia de Jesús en
Belén.

Otro enigma es la estrella que les condujo hasta el pesebre del Niño. Para muchos
científicos no se trataba más que de un cometa o meteoro luminoso.
Existen muchas teorías que intentan profundizar lo que está escrito en la Biblia, pero lo que
sí sabemos con seguridad es que, con el tiempo, sus Majestades los Reyes Magos se
convirtieron en unos personajes muy queridos por todos los niños.

La carta a los Reyes Magos


Todos los años, semanas antes de la llegada de la Navidad, los niños empiezan a pensar en
los regalos que desean que les traigan los Tres Magos.

Es el turno de escribir la carta a los Reyes Magos, un momento de enorme ilusión y fantasía
para los más pequeños. En ella, los niños cuentan cómo se han portado a lo largo del año y
qué regalo les gustaría recibir el 6 de enero.
No existe un modelo único, sino que cada niño puede elegir el formato que más le guste; al
igual que son múltiples las formas de enviar sus peticiones. Unos eligen depositarlas en el
buzón de los supermercados o las tiendas de juguetes, y otros les piden a sus padres que la
sellen y envíen por el correo convencional.

Sea cual sea el camino elegido, no os olvidéis de dejar algo de comer y beber a los Reyes y
sus camellos. Algo de dulce o frutas con un poco de agua seguro que les vendrá muy bien
para reponer fuerzas.

La cabalgata de reyes
La Cabalgata de Reyes se celebra en todas las ciudades españolas, y algunas mexicanas, la
tarde del 5 de enero. Los tres Magos, acompañados de sus pajes y ayudantes, desfilan en
carrozas por las calles de los municipios lanzando caramelos a todos los niños,
representando el camino que recorrieron en su día hasta Belén.
Es una noche mágica en la que se mezclan la tradición con la fe y la esperanza; la ilusión de
los niños con la adoración de los Reyes al niño Jesús.

Los regalos de reyes


Cada año, durante la madrugada del día 6 de enero, los Reyes Magos acuden a las casas de
los niños para dejarles sus regalos, del mismo modo que llevaron oro, incienso y mirra al
niño Jesús.
Según la tradición, una de las cosas exigidas por los Tres Reyes para que los niños reciban
sus regalos es que se hayan portado correctamente y hayan sido buenos durante el año.

Los que cumplen esas exigencias reciben regalos, pero los que no se comportan como
deberían, en lugar de regalos reciben carbón, un carbón dulce que simboliza la necesidad de
que el niño cambie su actitud.

El roscón de reyes
Después de una noche mágica nada mejor que despertar con un dulce sabor en la boca.
Mientras los turrones son los protagonistas de los postres navideños, el Roscón de Reyes es
el protagonista de la mesa del 6 de enero.
El roscón es un bollo de masa fina con forma de anillo, más o menos redondeado, decorado
con trozos de frutas confitadas de muchos colores. Y desde el último tercio del siglo XX
suele añadirse nata, crema, chocolate, trufa o cabello de ángel en su interior.

Este dulce típico del 6 de enero esconde dentro de la masa un pequeño regalo. En épocas
remotas, aquel que encontrara la sorpresa se convertía en el rey de la reunión, pero hoy en
día se dice que la persona que coma el pedazo que contiene el regalo tendrá que pagar el
roscón.

https://www.guiainfantil.com/navidad/reyesmagos.htm

http://familiacatolica-org.blogspot.mx/2010/12/lapbook-de-epifania.html
https://es.scribd.com/document/45964171/Lapbook-Epifania-2010
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https://es.scribd.com/document/45964171/Lapbook-Epifania-2010

EPIFANÍA DEL SEÑOR

6 de enero
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El Evangelio de San Mateo (2,1-12)
relata la historia de los magos.

Epifanía significa "manifestación".


Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se
dio a conocer en diferentes momentos a
diferentes personas, la Iglesia celebra
como epifanías tres eventos:

Su Epifanía ante los Magos de Oriente:


Se trata de una manifestación a los
paganos, para poner de relieve que el
Niño Dios que nace, viene para salvarnos a todos, independientemente de
nuestra raza.

Su Epifanía del Bautismo del Señor: Manifestación a los judíos por medio de
San Juan Bautista.

Su Epifanía de las Bodas de Caná: Manifestación a Sus discípulos y comienzo de


Su vida pública por intercesión de su Madre María.

LOS OBSEQUIOS

Melchor, que representa a los europeos, ofreció al Niño Dios un


presente de oro que atestigua su realeza. Gaspar, representante de
los semitas de Asia, cuyo bien más preciado es el incienso, lo ofreció al
Niño como símbolo de su divinidad. Y por último, Baltasar, negro y con
barba, se identifica con los hijos de Cam, los africanos, que entregan
la mirra, en alusión a su futura pasión y resurrección.

LA ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS


según las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerich.

"Vi la caravana de los tres Reyes llegando a una puerta situada hacia el Sur.
Un grupo de hombres los siguió hasta un arroyo que hay delante de la ciudad,
volviéndose luego. Cuando hubieron pasado el arroyo, se detuvieron un momento
para buscar la estrella en el cielo. Habiéndola divisado dieron un grito de
alegría y continuaron su marcha cantando. La estrella no los conducía en línea
recta, sino por un camino que se desviaba un poco al Oeste.

La gran estrella
"La estrella, que brillaba durante la noche como un globo de fuego, se parecía
ahora a la luna vista durante el día; no era perfectamente redonda, sino como
recortada; a menudo la vi oculta por las nubes (...) El camino que seguían los
Reyes era solitario, y Dios los llevaba sin duda por allí para que pudieran llegar
a Belén durante la noche, sin llamar demasiado la atención.
Los vi ponerse en camino cuando ya el sol se hallaba muy bajo. Iban en el mismo
orden, en que habían venido ; Ménsor, el más joven, iba delante; luego venía
Saír, el cetrino, y por fin Teóceno, el blanco, que era también el de más edad.
"Les hablaron del valle de los pastores como de un buen lugar para levantar sus
carpas. Ellos se quedaron durante largo rato indecisos. Yo no les oí preguntar
nada acerca del rey de los judíos recién nacido. Sabían que Belén era el sitio
designado por la profecía; pero, a causa de lo que Herodes les había dicho,
temían llamar la atención.
"Pronto vieron brillar en el cielo, sobre un lado de Belén, un meteoro semejante
a la luna cuando aparece; montaron entonces nuevamente en sus cabalgaduras,
y costeando un foso y unos muros ruinosos, dieron la vuelta a Belén, por el Sur,
y se dirigieron al Oriente hacia la gruta del Pesebre, que abordaron por el
costado de la llanura donde los ángeles se habían aparecido a los pastores (...)
"El campamento se hallaba en parte arreglado, cuando los Reyes vieron
aparecer la estrella, clara y brillante, sobre la colina del Pesebre, dirigiendo
hacia ella perpendicularmente sus rayos de luz. La estrella pareció crecer
mucho y derramó una cantidad extraordinaria de luz (...)

Un gran júbilo
"De pronto sintieron un gran júbilo, pues vieron en medio de la luz, la figura
resplandeciente de un niño. Todos se destocaron para demostrar su respeto;
luego los tres Reyes fueron hacia la colina y encontraron la puerta de la gruta.
Ménsor la abrió, viéndola llena de una luz celeste, y al fondo, a la Virgen,
sentada, sosteniendo al Niño, tal como él y sus compañeros la habían visto en
sus visiones.
³Volvió sobre sus pasos para contar a los otros lo que acababa de ver (...) Los vi
ponerse unos grandes mantos, blancos con una cola que tocaba el suelo. Tenían
un reflejo brillante, como si fueran de seda natural; eran muy hermosos y
flotaban ligeramente a su alrededor. Eran éstas las vestiduras ordinarias para
las ceremonias religiosas. En la cintura llevaban unas bolsas y unas cajas de oro
colgadas de cadenas, cubriendo todo esto con sus amplios mantos. Cada uno de
los Reyes venía seguido por cuatro personas de su familia, además de algunos
servidores de Ménsor que llevaban una mesa pequeña, una tapete con flecos y
otros objetos.
"Los Reyes siguieron a San José, y al llegar bajo el alero que estaba delante de
la gruta, cubrieron la mesa con el tapete y cada uno de ellos puso encima las
cajas de oro y los vasos que desprendieron de su cintura :
eran los presentes que ofrecían entre todos.

En el pesebre
"Ménsor y los demás se quitaron las sandalias, y José abrió la puerta de la
gruta. Dos jóvenes del séquito de Ménsor iban delante de él; tendieron una tela
sobre el piso de la gruta, retirándose luego hacia atrás ; otros dos los siguieron
con la mesa, sobre la que estaban los presentes.
Una vez llegado delante de la Santísima Virgen, Ménsor los tomó, y poniendo
una rodilla en tierra, los depositó respetuosamente a sus plantas. Detrás de
Ménsor se hallaban los cuatro hombres de su familia que se inclinaban con
humildad. Saír y Teóceno, con sus acompañantes, se habían quedado atrás,
cerca de la entrada.
"María, apoyada sobre un brazo, se hallaba más bien recostada que sentada
sobre una especie de alfombra, a la izquierda del Niño Jesús, el cual estaba
acostado en el lugar en que había nacido; pero en el momento en que ellos
entraron, la Santísima Virgen se sentó, se cubrió con su velo y tomó entre sus
brazos al Niño Jesús, cubierto también por su amplio velo.
Entre tanto, María había desnudado el busto del Niño, el cual miraba con
semblante amable desde el centro del velo en que se hallaba envuelto; su madre
sostenía su cabecita con uno de sus brazos y lo rodeaba con el otro.
Tenía sus manitas juntas sobre el pecho, y a menudo las tendía graciosamente a
su alrededor (...) Vi entonces a Ménsor que sacaba de una bolsa, colgada de su
cintura, un puñado de pequeñas barras compactas, pesadas, del largo de un
dedo, afiladas en la extremidad y brillantes como el oro; era su regalo, que
colocó humildemente sobre las rodillas de la Santísima Virgen al lado del Niño
Jesús (...) Después se retiró, retrocediendo con sus cuatro acompañantes, y
Saír, el Rey cetrino, se adelantó con los suyos y se arrodilló con una profunda
humildad, ofreciendo su presente con palabras conmovedoras. Era un vaso de
oro para poner el incienso, lleno de pequeños granos resinosos, de color
verdoso; lo puso sobre la mesa delante del Niño Jesús.
Luego vino Teóceno, el mayor de los tres. Tenía mucha edad; sus miembros
estaban endurecidos, no siéndole posible arrodillarse; pero se puso de pie,
profundamente inclinado, y colocó sobre la mesa un vaso de oro con una
hermosa planta verde. Era un precioso arbusto de tallo recto, con pequeños
ramos crespos coronados por lindas flores blancas: era la mirra (...) Las
palabras de los Reyes y de todos sus acompañantes eran llenas de simplicidad y
siempre muy conmovedoras. En el momento de prosternarse y al ofrecer sus
presentes, se expresaban más o menos en estos términos: «Hemos visto su
estrella; sabemos que Él es el Rey de todos los reyes; venimos a adorarlo y a
ofrecerle nuestro homenaje y nuestros presentes». Y así sucesivamente (...)

Dulce y amable gratitud


La madre de Dios aceptó todo con humilde acción de gracias; al principio no
dijo nada, pero un simple movimiento bajo su velo expresaba su piadosa
emoción. El cuerpecito del Niño se mostraba brillante entre los pliegues de su
manto.
Por fin, Ella dijo a cada uno algunas palabras humildes y llenas de gracia, y echó
un poco su velo hacia atrás. Allí pude recibir una nueva lección.
Pensé: «con qué dulce y amable gratitud recibe cada presente! Ella, que no
tiene necesidad de nada, que posee a Jesús, acoge con humildad todos los
dones de la caridad. Yo también, en lo futuro, recibiré humildemente y con
agradecimiento todas las dádivas caritativas» ¡Cuánta bondad en María y en
José! No guardaban casi nada para ellos, y distribuían todo entre los pobres
(...)
Los honores solemnes rendidos al Niño Jesús, a quien ellos se veían obligados a
alojar tan pobremente, y cuya dignidad suprema quedaba escondida en sus
corazones, los consolaba infinitamente. Veían que la Providencia todopoderosa
de Dios, a pesar de la ceguera de los hombres, había preparado para el Niño de
la Promesa, y le había enviado desde las regiones más lejanas, lo que ellos por sí
no podían darle: la adoración debida a su dignidad, y ofrecida por los poderosos
de la tierra con una santa magnificencia. Adoraban a Jesús con los santos
Reyes. Los homenajes ofrecidos los hacían muy felices (...)

Agasajo
"Entre tanto, José, con la ayuda de dos viejos pastores, había preparado una
comida frugal en la tienda de los tres Reyes. Trajeron pan, frutas, panales de
miel, algunas hierbas y frascos de bálsamo, poniéndolo todo sobre una mesa
baja, cubierta con un tapete. José había conseguido estas cosas desde la
mañana para recibir a los Reyes, cuya venida le había sido anunciada de
antemano por la Santísima Virgen (...) En Jerusalén vi hoy, durante el día, a
Herodes leyendo todavía unos rollos en compañía de unos escribas, y hablando
de lo que habían dicho los tres Reyes. Después todo entró nuevamente en
calma, como si se hubiera querido acallar este asunto.
"Hoy por la mañana temprano vi a los Reyes y a algunas personas de su séquito,
visitando sucesivamente a la Sagrada Familia. Los vi también, durante el día,
cerca de su campamento y de sus bestias de carga, ocupados en hacer diversas
distribuciones. Estaban llenos de júbilo y de felicidad, y repartían muchos
regalos. Vi que entonces, se solía siempre hacer esto, en ocasión de
acontecimientos felices.
"Por la noche, fueron al Pesebre para despedirse. Primero fue sólo Ménsor.
María le puso al Niño Jesús en los brazos; él lloraba y resplandecía de alegría.
Luego vinieron los otros dos, y derramaron lágrimas al despedirse. Trajeron
todavía muchos presentes; piezas de tejidos diversos, entre los cuales algunos
que parecían de seda sin teñir, y otros de color rojo o floreados; también
trajeron muy hermosas colchas. Quisieron además dejar sus grandes mantos
de color amarillo pálido, que parecían hechos con una lana extremadamente
fina; eran muy livianos y el menor soplo de aire los agitaba.
Traían también varias copas, puestas las unas sobre las otras, cajas llenas de
granos, y en una cesta, unos tiestos donde había hermosos ramos de una planta
verde con lindas flores blancas. Aquellos tiestos se hallaban colocados unos
encima de otros dentro de la canasta. Era mirra. Dieron igualmente a José unos
jaulones llenos de pájaros, que habían traído en gran cantidad sobre sus
dromedarios para alimentarse con ellos.

La despedida
"Cuando se separaron de María y del Niño, todos derramaron muchas lágrimas.
Vi a la Santísima Virgen de pie junto a ellos en el momento de despedirse.
Llevaba sobre su brazo al Niño Jesús envuelto en su velo, y dio algunos pasos
para acompañar a los Reyes hasta la puerta de la gruta; allí se detuvo en
silencio, y para dar un recuerdo a aquellos hombres excelentes, desprendió de
su cabeza el gran velo transparente de tejido amarillo que la envolvía, así como
al Niño Jesús, y lo puso en las manos de Ménsor. Los Reyes recibieron aquel
presente inclinándose profundamente, y un júbilo lleno de respeto hizo palpitar
sus corazones, cuando vieron ante ellos a la Santísima Virgen sin velo, teniendo
al pequeño Jesús. ¡Cuántas dulces lágrimas derramaron al abandonar la gruta! El
velo fue para ellos desde entonces la más santa de las reliquias que poseían.
"Hacia la medianoche, tuve de pronto una visión. Vi a los Reyes descansando en
su carpa sobre unas colchas tendidas en el suelo, y cerca de ellos percibí a un
hombre joven y resplandeciente. Era un ángel que los despertaba y les decía
que debían partir de inmediato, sin volver por Jerusalén, sino a través del
desierto, siguiendo las orillas del Mar Muerto.
"Los Reyes se levantaron enseguida de sus lechos, y todo su séquito pronto
estuvo en pie. Mientras los Reyes se despedían en forma conmovedora de san
José una vez más delante de la gruta del Pesebre, su séquito partía en
destacamentos separados para tomar la delantera, y se dirigía hacia el Sur con
el fin de costear el Mar Muerto atravesando el desierto de Engaddi.
"Los Reyes instaron a la Sagrada Familia a que partiera con ellos, porque sin
duda alguna un gran peligro la amenazaba; luego aconsejaron a María que se
ocultara con el pequeño Jesús, para no ser molestada a causa de ellos.
Lloraron entonces como niños, y abrazaron a san José diciéndole palabras
conmovedoras; luego montaron sus dromedarios, ligeramente cargados, y se
alejaron a través del desierto. Vi al ángel cerca de ellos, en la llanura,
señalarles el camino. Pronto desaparecieron. Seguían rutas separadas, a un
cuarto de legua unos de otros, dirigiéndose durante una legua hacia el Oriente,
y enseguida hacia el Sur, en el desierto.

http://webcatolicodejavier.org/ReyesMagos.html

http://webcatolicodejavier.org/veneMaria.html

Fiesta de la Epifanía o Día de Reyes


Los pastores y reyes del Oriente visitan a Jesús el Mesías, le llevan
regalos y lo adoran con oro, incienso y mirra.

Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net


Origen de la fiesta:

El 6 de enero se celebraba desde tiempos inmemoriales en Oriente, pero


con un sentido pagano: En Egipto y Arabia, durante la noche del 5 al 6
de enero se recordaba el nacimiento del dios Aion. Creían que él se
manifestaba especialmente al renacer el sol, en el solsticio de invierno
que coincidía hacia el 6 de Enero. En esta misma fecha, se celebraban
los prodigios del dios Dionisio en favor de sus devotos.
La fiesta de la Epifanía sustituyó a los cultos paganos de Oriente
relacionados con el solsticio de invierno, celebrando ese día la
manifestación de Jesús como Hijo de Dios a los sabios que vinieron de
Oriente a adorarlo. La tradición pasó a Occidente a mediados del siglo
IV, a través de lo que hoy es Francia.

La historia de los Reyes Magos se puede encontrar en Mateo 2, 1-12

“Después de haber nacido Jesús en Belén de Judea, en el tiempo del Rey


Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo:
¿dónde está el que ha nacido, el Rey de los Judíos? Porque hemos visto
su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.
Al oír esto, el Rey Herodes se puso muy preocupado; entonces llamó a
unos señores que se llamaban Pontífices y Escribas (que eran los que
conocían las escrituras) y les preguntó el lugar del nacimiento del
Mesías, del Salvador que el pueblo judío esperaba hacia mucho tiempo.
Ellos contestaron: En Belén de Judá, pues así está escrito por el Profeta:

Y tú, Belén tierra de Judá


de ningún modo eres la menor
entre las principales ciudades de Judá
porque de ti saldrá un jefe
que será el pastor de mi pueblo Israel

Entonces Herodes, llamando aparte a los magos, los envió a la ciudad


de Belén y les dijo: Vayan e infórmense muy bien sobre ese niño; y
cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo.
Los Reyes Magos se marcharon y la estrella que habían visto en el
Oriente, iba delante de ellos hasta que fue a pararse sobre el lugar
donde estaba el Niño. Al ver la estrella, sintieron una gran alegría.
Entraron en la casa y vieron al niño con María su madre. Se hincaron y
lo adoraron. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos: oro, incienso y
mirra. Luego, habiendo sido avisados en sueños que no volvieran a
Herodes, (pues él quería buscar al Niño para matarlo), regresaron a su
país por otro camino.”

Podemos aprovechar esta fiesta de la Iglesia para reflexionar en


las enseñanzas que nos da este pasaje evangélico:

*Los magos representan a todos aquellos que buscan, sin cansarse, la


luz de Dios, siguen sus señales y, cuando encuentran a Jesucristo, luz
de los hombres, le ofrecen con alegría todo lo que tienen.

* La estrella anunció la venida de Jesús a todos los pueblos. Hoy en día,


el Evangelio es lo que anuncia a todos los pueblos el mensaje de Jesús.

* Los Reyes Magos no eran judíos como José y María. Venían de otras
tierras lejanas (de Oriente: Persia y Babilonia), siguiendo a la estrella
que les llevaría a encontrar al Salvador del Mundo. Representan a todos
los pueblos de la tierra que desde el paganismo han llegado al
conocimiento del Evangelio.

* Los Reyes Magos dejaron su patria, casa, comodidades, familia, para


adorar al Niño Dios. Perseveraron a pesar de las dificultades que se les
presentaron. Era un camino largo, difícil, incómodo, cansado. El seguir a
Dios implica sacrificio, pero cuando se trata de Dios cualquier esfuerzo y
trabajo vale la pena.

* Los Reyes Magos tuvieron fe en Dios. Creyeron aunque no veían,


aunque no entendían. Quizá ellos pensaban encontrar a Dios en un
palacio, lleno de riquezas y no fue así, sino que lo encontraron en un
pesebre y así lo adoraron y le entregaron sus regalos. Nos enseñan la
importancia de estar siempre pendientes de los signos de Dios para
reconocerlos.

Los Reyes Magos fueron generosos al ir a ver a Jesús, no llegaron con


las manos vacías. Le llevaron:
 oro: que se les da a los reyes, ya que Jesús ha venido de parte de Dios,
como rey del mundo, para traer la justicia y la paz a todos los pueblos;
 incienso: que se le da a Dios, ya que Jesús es el hijo de Dios hecho
hombre;

 mirra: que se untaba a los hombres escogidos, ya que adoraron a Jesús


como Hombre entre los hombres.
Esto nos ayuda a reflexionar en la clase de regalos que nosotros le
ofrecemos a Dios y a reconocer que lo importante no es el regalo en sí,
sino el saber darse a los demás. En la vida debemos buscar a Dios sin
cansarnos y ofrecerle con alegría todo lo que tenemos.

* Los Reyes Magos sintieron una gran alegría al ver al niño Jesús.
Supieron valorar el gran amor de Dios por el hombre.

* Debemos ser estrella que conduzca a los demás hacia Dios.

Significado de la fiesta:

Antes de la llegada del Señor, los hombres vivían en tinieblas, sin


esperanza. Pero el Señor ha venido, y es como si una gran luz hubiera
amanecido sobre todos y la alegría y la paz, la felicidad y el amor
hubieran iluminado todos los corazones. Jesús es la luz que ha venido a
iluminar y transformar a todos los hombres.

Con la venida de Cristo se cumplieron las promesas hechas a Israel. En


la Epifanía celebramos que Jesús vino a salvar no sólo a Israel sino a
todos los pueblos.
Epifanía quiere decir "manifestación", iluminación. Celebramos la
manifestación de Dios a todos los hombres del mundo, a todas las
regiones de la tierra. Jesús ha venido para revelar el amor de Dios a
todos los pueblos y ser luz de todas las naciones.

En la Epifanía celebramos el amor de Dios que se revela a todos los


hombres. Dios quiere la felicidad del mundo entero. Él ama a cada uno
de los hombres, y ha venido a salvar a todos los hombres, sin importar
su nacionalidad, su color o su raza.
Es un día de alegría y agradecimiento porque al ver la luz del Evangelio,
salimos al encuentro de Jesús, lo encontramos y le rendimos nuestra
adoración como los magos.

Origen de la Rosca de Reyes


Después de que los Reyes adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no
regresaran donde Herodes y ellos regresaron por otro camino. Herodes
al enterarse que había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo
de perder su puesto y ordenó matar a todos los niños menores de dos
años entre los cuales se encontraría dicho Rey.
La Sagrada Familia huyó a Egipto y el niño Dios se salvó, otras familias
escondieron a los bebés en tinajas de harina y así no fueron vistios y
salvaron sus vidas. Desde entonces, los judíos comían pan ázimo el 6 de
enero en el que escondían un muñeco de barro recordando este
acontecimiento.

Los primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la


mezclaron con la historia de la visita de los Reyes Magos para la
celebración de la Epifanía: cambiaron el pan ázimo por pan de harina
blanca y levadura, cocida en forma de Rosca, endulzándolo con miel y
adornándolo con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas
nueces.

Para los cristianos, la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno


de Dios, que no tiene principio ni fin. Los confites son las distracciones
del mundo que nos impiden encontrar a Jesús.

El muñequito escondido dentro de la rosca, simboliza al Niño Jesús que


los reyes no encontraban porque la estrella desaparecía.

Esta costumbre de los cristianos de Palestina llegó a Europa y


posteriormente a América.

En México, el que encuentra el muñequito de la rosca se convierte en el


centro de la fiesta: se le pone una corona hecha de cartón y cubierta de
papel dorado y se le da el nombramiento de “padrino del Niño Jesús”.

El padrino deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del niño Jesús del
nacimiento y presentarlo en la Iglesia el día 2 de Febrero, día de la
Candelaria. Después hará una fiesta con tamales y atole.
Sugerencias para vivir esta fiesta

 Reflexionar y contestar las siguientes preguntas: ¿qué regalo le voy a


dar a Jesús este año que comienza?; ¿qué puedo cambiar para ser
mejor?; ,¿qué regalos le voy a ofrecer a Jesús?; ¿me encuentro alegre
porque Dios me ama?; ¿tengo fe en Dios?; ¿sé vivir en la pobreza?;
¿soy generoso (con mi tiempo, con mi persona, con los demás)?; ¿suelo
perseverar en mi vida espiritual a pesar de las dificultades que se me
presentan?; ¿obedezco a Dios con prontitud?
 Recomendamos para los niños, Los Magos de Ángel LLorente M.
 Consulta también:
De Sabios, tesoros y estrellas. Consideraciones filosóficas sobre los reyes magos
La epifanía del Señor: La Ciudad Iluminada de Jesús Martí Ballester

Los grandes expertos no dudan Los Reyes Magos son Melchor, Gaspar y
Baltasar, vaya pregunta más tonta de José Antonio Fúster

La fotografía de la rosca de reyes, es cortesía de "Mexican Comida and


Something More..." J. L. Pulido
http://es.catholic.net/op/articulos/12382/-fiesta-de-la-epifana-o-da-de-reyes.html

Belleza del patrimonio cristiano


Leyendas y tradiciones

Ni eran reyes, ni eran tres


Entrevista al historiador italiano Franco Cardini, autor del libro: Los Reyes Magos,
historia y Leyenda

Simbología de los tres Reyes Magos en la tradición teológica e


iconográfica occidental

Por: Franco Cardini | Fuente: Agencia EFE


Según explica el historiador italiano Franco Cardini, autor del libro Los
Reyes Magos, historia y Leyenda, los Magos de Oriente que fueron a
Belén a adorar a Jesús, no eran Reyes ni eran tres, y ni siquiera
viajaban en dromedario, sino que todas estas singularidades les fueron
atribuidas en interpretaciones teológicas posteriores al evangelio.

En una entrevista concedida a la agencia Efe, Franco Cardini resaltó que


el único evangelio de los cuatro canónicos que hace referencia a estos
populares personajes es el de San Mateo. El evangelista se limita a
consignar que «unos magos que venían del Oriente», sin especificar
cuántos, se presentaron en Jerusalén conducidos por una estrella, que
señalaba el nacimiento del Rey de los Judíos.

Los historiadores consideran que, con el término «mago», San Mateo se


refería a astrólogos o sacerdotes persas que profesaban el mazdeísmo,
la religión de Zaratustra, explica Cardini en su libro, recientemente
publicado en español por Península.

El evangelio de San Mateo especifica también que los magos ofrecieron


al niño Jesús como presentes oro, incienso y mirra. A partir de aquí,
explica Cardini, «el número de tres magos se fija bastante rápidamente»
entre los Padres de la Iglesia, dado que «se hace una relación entre el
número de regalos y el número de magos» No obstante, hasta entrado
el siglo V, en algunos escritos seguían hablando aún de cuatro magos. El
primero que convirtió en Reyes a los magos fue Tertuliano, quien
descubrió en el Antiguo Testamento, concretamente en los Salmos de
David, un pasaje que aseguraba que unos Reyes acudirían a ver al
Mesías poco después de su nacimiento. El tratamiento de Reyes era
mucho más aceptable para los teólogos que el de Magos que «se
asociaba con nigromantes o brujos», explica Cardini.

San Agustín, por su parte, determinó que los Reyes habían llegado hasta
Belén montados en dromedarios para salvar una incongruencia
temporal. «Según la tradición cristiana occidental, la estrella subió al
cielo en el momento en que Jesús nació, el 25 de diciembre, y los Reyes
llegaron desde Asia a Belén en 13 días, lo que es difícil de creer para la
época», indica Cardini. Ante esta contradicción, y haciéndose eco de un
evangelio apócrifo que aseguraba que los Magos viajaron en camellos,
San Agustín dedujo que los Reyes debieron montar en dromedarios
«porque él era africano y sabía que eran más veloces que los camellos».

Según Cardini, los Reyes Magos acabaron convirtiéndose en la tradición


teológica e iconográfica occidental en «un símbolo de todos los paganos
que se convierten al cristianismo sin pasar por la tradición judía». «Los
tres Magos son los representantes de todos los pueblos de la Tierra y
cada uno de ellos se convierte en rey de uno de los tres continentes
conocidos y en encarnación de las razas humanas: hay un europeo, un
asiático y un africano», asegura el historiador italiano, quien precisa
que, a partir, del siglo XII y XIII, se coloca ya habitualmente «un mago
negro».

Franco Cardini relata como los Reyes Magos «son también símbolo del
tiempo, del pasado, el presente y el futuro, y por eso sus figuras
representan un hombre anciano, uno de mediana edad y uno joven».
Además, los Magos son símbolos de la Trinidad y encarnan los tres
papeles de Cristo como Dios (la divinidad), como Rey (el alma) y como
hombre (el cuerpo), según el historiador italiano. Asimismo, sus regalos
representan el poder político (oro), la divinidad (el incienso) y la
resurrección (la mirra).
http://es.catholic.net/op/articulos/21779/cat/116/ni-eran-reyes-ni-eran-tres.html

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