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INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación tiene matices sociológicos y jurídicos; pilares


claves e imprescindibles para comprender la temática: la delincuencia femenina y
la situación de la mujer dentro de la sociedad. Ambas realidades y su interrelación
forman esencialmente nuestro objeto de estudio, por lo que es necesario establecer
una buena base teórica relativa a éstas.

Resulta interesante conocer el por qué ha aumentado en el Perú esta delincuencia


en los últimos años; qué delitos cometen las mujeres y cuáles son sus causas y, si
existe o no, influencia del hombre delincuente en la comisión del delito.

Asimismo es necesario señalar que los cambios sociales producidos en el ámbito


femenino (a partir del movimiento de liberación de la mujer) con la incorporación
social de la mujer a la vida pública, han influido en la “Criminalidad Femenina”,
sufriendo importantes modificaciones, tanto a nivel cuantitativo, aumento del
número de delitos cometidos por mujeres, como a nivel cualitativo, con un cambio
en el tipo de los delitos cometidos, lo que ha hecho que la criminalidad femenina
haya empezado a considerarse un problema social merecedor de atención y
estudios específicos, teniendo en cuenta sus características propias y diferenciadas
de la delincuencia masculina, lo que ha originado un cambio en las teorías utilizadas
para explicar la delincuencia femenina, que se dirigen a un modelo sociológico, en
el que se tiene en cuenta la aproximación de roles masculino y femenino.

Finalmente la presenta investigación ayudara a analizar una realidad secundada por


diversos factores propios y ajenos al status de la mujer en el derecho y la sociedad,
que coadyuvaran al poco estudiado tema de participación en la actividad delictiva
por parte de la mujer; además, para conocer cuáles son las condiciones que facilitan
el accionar de las mujeres, qué actividades criminales realizan y cuáles son las
causas que conllevan realizarlas explicando así el incremento criminal.

1
I. PROBLEMA DE INVESTIGACION

En la actualidad se viene poniendo énfasis en la criminalidad de la mujer debido al


incremento notable en los últimos tiempos. Este crecimiento se viene asociando a
la liberación femenina, sobre todo en el campo económico, sin embargo uno de los
principales problemas para precisar la magnitud del problema, son las pocas
investigaciones e información académicas que se han realizado.

La mujer como partícipe de actividades criminales, para los analistas jurídicos,


sociales y sociológicos es desde ya un problema complejo, el cual tiene diversas
aristas. Entre las situaciones que se deben abordar podremos indicar las
definiciones teóricas, las motivaciones y condicionantes que confluyen para la
participación activa de la mujer en actos delictivos y el impacto que genera en su
vida, sus derechos y proyección dentro de la sociedad.

Es un error establecer que la participación de la mujer en actos delictivos pasa por


una situación poco esencial o intrascendente, apoyar ello sería una falta de
percepción sobre un problema social que viene incrementándose de forma
paulatina.

Todo ello nos lleva a sostener la importancia y obligatoriedad de volver la mirada


hacia la conducta infractoras de las mujeres, lo que debe implicar una intervención
activa en todos los ámbitos de actuación y una mejor reflexión para tener una
comprensión cabal de los fenómenos asociados a la inserción femenina en actos
delictivos.

Debemos ubicar a la mujer dentro del contexto globalizado, en una sociedad donde
ha logrado alcanzar un status y reconocimiento de sus derechos. Este
reconocimiento de derechos le permite desenvolverse con más seguridad y, en aras
del reconocimiento de esas libertades, queda a potestad de la mujer comportarse
conforme o no a derecho.

En esta investigación trataremos de dar respuesta al comportamiento criminal de


las mujeres, el por qué delinquen y cuáles son los factores que las conllevan a
realizarlo.

2
1.1 FORMULACION DEL PROBLEMA:

Los casos recurrentes de crímenes realizados por mujeres y el incremento de las


estadísticas en razón de su participación en actos delictivos nos muestra la incursión
de la mujer en diversos ámbitos públicos, aunado a ello circunstancias sociales,
políticas y económicas que favorecen, la falta de rompimiento de paradigmas en el
estudio y/o tratamiento de la delincuencia femenina que se engarza en el
acondicionamiento cultural y social propio de una sociedad técnicamente de figura
paternal en el que la mujer de forma dinámica viene ganando terreno. Por todo ello
se pretende conocer la incidencia de esta criminalidad, tratando especialmente de
hallar respuesta a la siguiente interrogante:

 ¿Cuáles son las características socio económicas de la criminalidad de la


mujer y que modalidades de delito son predominantes?

3
II. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN

El problema elegido tiene que estar enlazado con el objetivo de entender el


fenómeno de la delincuencia femenina en Lima dentro del dinamismo social actual.
La criminalidad en las mujeres es una realidad muy amplia y muy compleja de
estudiar en su totalidad. Por ello, nos vemos en la necesidad de restringir la misma
hacia un ámbito determinado y en un espacio-temporal concreto.

La elección de este problema ha sido, principalmente, porque es un tema olvidado,


ya que se tienen muchos estudios sobre delincuencia masculina, pero es bastante
difícil encontrar investigaciones o trabajos sobre mujeres delincuentes. Es
importante indicar que la criminalidad femenina ha tomado realce al incrementarse
en nuestra sociedad su participación. Sin embargo hacemos hincapié en la
desigualdad de género existente aún en nuestra sociedad y por lo tanto también se
traslada a la criminalidad. Se ha elegido este tema para reflexionar sobre la posición
que viene ocupando el accionar de la mujer en la esfera delictiva.

Es importante conocer el porqué del incremento de la participación de mujeres en


la actividad criminal, cuales son las causas y la influencia de otros agentes en la
participación de actos delictivos

La presente investigación ayudará a analizar una realidad secundada por diversos


factores propios y ajenos al status de la mujer en el derecho y la sociedad, que
coadyuvaran a comprender al poco estudiado tema de participación en la actividad
delictiva por parte de la mujer; además, para conocer cuáles son las condiciones
que facilitan el accionar delictivo de las mujeres, qué actividades realizan, cuáles
son las causas y las posibilidades de explicar el incremento criminal.

Nuestras recomendaciones estarán dirigidas a que se desarrolle un trabajo


concertado, efectivo y transparente de las diferentes ciencias involucradas, con
respecto a los aspectos claves tendientes a explicar el incremento de la
participación delictiva de la mujer.

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III. OBJETIVOS DEL ESTUDIO

3.1. OBJETIVO GENERAL

Analizar los principales factores socios económicos de la participación criminal de


la mujer y sus tendencias delictivas más frecuentes.

3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Establecer los factores socioeconómicos más frecuentes dentro de la


realidad social que contribuyen a la actividad delictiva de la mujer

 Investigar cuáles son los tipos de delitos que cometen las mujeres y darles
una explicación científica

5
IV. MARCO TEÓRICO

4.1. DERECHO Y CRIMINALIDAD.

Durkheim afirmaba que la criminalidad es un hecho social, que debe ser explicado
sociológicamente, por ello se pasó del estudio individual a un tema social, así se
establece un equilibrio entre valores y normas y los medios institucionalizados para
alcanzarlos, de lo contrario se impulsa la conducta desviada.

Partimos de la necesidad de advertir el rasgo de género que impregna un


significado: un sentido social, individual y jurídico a la delincuencia femenina, una
muestra es el planteo de la estructura y organización de los centros de reclusión,
muchas veces pensado solo para la población masculina.

Entre los factores endógenos y exógenos de la que predisponen a la persona al


delito, casi son factores sociológicos como la familia, la escuela, la comunidad, el
núcleo social defectuoso, son estos patrones los que predisponen a la mujer a la
comisión de actos delictivos.

Es de tener en cuenta que por influjo de la escuela clásica del Derecho penal y el
positivismo psicobiológico, ha sido frecuente considerar el fenómeno de la
delincuencia como una realidad exclusivamente individual; sin embargo,
actualmente la mayoría de los criminólogos afirman que la delincuencia es un
fenómeno estrechamente vinculado a cada tipo de sociedad y es un reflejo de las
principales características de la misma, por lo que, si se quiere comprender el
fenómeno de la delincuencia resulta imprescindible conocer los fundamentos
básicos de cada clase de sociedad, con sus funciones y disfunciones.

6
4.2. ANTECEDENTES: CRIMINALIDAD DE LA MUJER A LO LARGO DE LA
HISTORIA

La criminalidad de la mujer se ha ignorado por la Criminología, teniendo como razón


principal el reducido número de población femenina, motivo por el cual se ha dado
esta invisibilidad de las mujeres en los estudios sobre el crimen. A finales del siglo
XIX, principios y mediados del siglo XX, sólo un pequeño número de escritos
hablaron de este tema. Todos coincidían en buscar diferencias entre las mujeres
delincuentes y las no delincuentes.

Como resultados se identifican dos clases de mujeres: las mujeres buenas y las
mujeres malas. Alrededor de esta asunción se asumía también que “el crimen era
resultado de la voluntad individual, de una elección individual”; por lo tanto, las
mujeres eran libres para elegir la no delincuencia, invalidando la influencia del
mundo social, económico y político.

Cesar Lombroso postula que la delincuencia femenina es una tendencia inherente


a las mujeres, que en efecto no habían evolucionado apropiadamente hacia mujeres
femeninas con refinamientos morales. Dio argumentos psicológicos para
argumentar que las mujeres delincuentes eran atavistas biológicas (incluyó aquí
características craneales y faciales, altura, pelo oscuro, color de piel, etc.).

También caracterizaba a las mujeres por inmovilidad fisiológica, pasividad


psicológica, predisposición fría y calculadora. Las mujeres criminales eran más
masculinas que femeninas, podían pensar como hombres, mientras que las “buenas
mujeres” no. También las delincuentes eran más fuertes en algunos aspectos que
los hombres, y se podían ajustar más fácilmente que los hombres al dolor físico y
mental, las mujeres delincuentes eran anormales. Pero no solo eso, Lombroso y
Ferrero, señalarían que son doblemente prejuiciosas comparadas con los hombres
y que su doble infracción de las leyes comporta que a las mujeres criminales se las
puede considerar como un “monstruo”.

La forma de prevenir que la mujer delinquiese era que se ajustasen a la situación


que les toca vivir como mujeres. Por eso más mujeres de clase media delinquen

7
poco, estas han sido socializadas para aceptar su situación y valorar su castidad
como una inversión. Las mujeres de clase baja no se han socializado de esta
manera, no han sido socializadas para suprimir su necesidad de seguridad y por lo
tanto delinquen por deseo de excitación y nuevas experiencias.

En el marco de la corriente psicoanalítica, Sigmund Freud postula que la anatomía


de las mujeres es inferior a la de los hombres, por lo que están destinadas a ocupar
una posición inferior a la del hombre en el status social, incluido ser madres y
esposas. Bajo este postulado se encuentra el precepto de que la anatomía es
destino. Estas características anatómicas que consideraba eran los órganos
sexuales, determinaban la inferioridad femenina, porque las niñas crecen creyendo
que han perdido su pene a modo de castigo y se convierten en seres vengadores,
mientras que los niños sufren por esa envidia y venganza. La mujer delincuente es
la que trata de ser un hombre; por ejemplo, la agresión y rebelión femenina son
expresiones de un deseo de pene y si a estas mujeres no se les trata terminarán
siendo neuróticas. El tratamiento es que se ajusten al rol de su sexo. El énfasis una
vez más es en cambiar a la mujer para que se ajuste y se acomode a los deberes
de madre y mujer.

Las mujeres reciben un trato diferente en las justicia porque seducen a los jueces y
policías y, en consecuencia, estos se muestran mas benévolos con ellas que con
los hombres, lo que hace que las cifras de sus crímenes se escondan. El y muchos
otros teóricos pioneros, explicaron los crímenes económicos femeninos por motivos
sexuales de base psicológica y fisiológica. No consideró que las mujeres
delincuentes suelen ser pobres o que han dejado de lado definiciones de roles de
mujer chovinistas, clasistas y racistas.

La actitud paternalista del sistema de administración de justicia, en el trato hacia las


mujeres, se debía a que estas eran vistas como personas desprotegidas y
desfavorecidas que deberían ser juzgadas con menos rigor que los hombres. Elena
Azaola concluye, en su trabajo sobre las mujeres recluidas en las cárceles que las
mujeres procesadas por delitos cometidos contra la familia, como homicidios de

8
hijos y parejas, son más duramente condenadas que los hombres, por el mismo tipo
de delitos.

Por años, la criminalidad ha sido una gran piedra en el zapato de la humanidad. La


mayoría de estos delitos suelen ser cometidos por hombres; sin embargo en un
número menor, pero no menos importante, son mujeres las que participan en tales
eventos delictivos, por diferentes motivos.

A lo largo de la historia las mujeres delincuentes han desarrollado un perfil y una


diferencia en cuanto a los hombres criminales. Por eso la importancia de su estudio
en estos tiempos en donde el sexo femenino tiene un rol destacado en la sociedad.

Es en el siglo XVII, producto de la ruina del sistema feudal (lo que provocó el
nacimiento de la burguesía con un nuevo orden económico) y la contrarreforma
religiosa que convirtió el orden social en un orden moral inflexible, se produjo un
cambio de pensar y ejecutar con referencia al problema delictivo de la mujer; se
crean las cárceles específicas para las féminas a las que se les denominó “Galeras
de mujeres”1.

En la historia se pueden encontrar los primeros estudios criminológicos sobre este


tipo de casos. Uno ellos se remonta hacia finales del siglo XIX (1899), cuando el
médico Cesare Lombroso (Verona; 6 de noviembre de 1835 - Turín; 19 de octubre
de 1909) indagó sobre la tendencia a la criminalidad por parte de las mujeres de
diversos perfiles.

En su libro: “La mujer delincuente, la prostituta y la mujer normal” de ese mismo


año, el buscó demostrar que existen diferencias fisonómicas entre las mujeres que
son delincuentes y las que no lo son. Además investigó si había particularidades
singulares (físicas y psicológicas) que podían determinar qué conducía a una mujer
hacia el homicidio.2

1 DOLORES SERRANO, Tárraga. VÁSQUEZ GONZALES, Carlos (2012) Criminales mujeres


2GONZALEZ HERNÁNDEZ, Mariana Lorena. HUERTA VILLANUEVA, Diana. ISLAS GUTIÉRREZ,
Susana Stephanie. MEADE FERNÁNDEZ, Askur (2008) “Criminalidad Femenina”

9
El resultado de los estudios de Lombroso indicó que las mujeres asesinas tienden
a tener más características degenerativas; ya que en sus crímenes, ellas
demuestran una crueldad excesiva aplicada a algún tipo de tortura que imputan
sobre sus víctimas.

Además, muestran un bajo control de sus impulsos y sentimientos profundos: esto


es el reflejo que ellas tienen como una forma de reacción contra la resistencia y los
obstáculos de la vida.3

Lombroso, también planteo tipos de criminales, por ejemplo: el criminal ocasional:


mujeres que no poseen rasgos degenerativos y son moralmente iguales a las
mujeres no criminales, comúnmente comenten el delito inducidas por un hombre (el
cual suele ser su amante).

Los criminales histéricos: estas mujeres presentan características esquizofrénicas,


además de cambios frecuentes de humor; las mujeres que cometen crímenes
pasionales se encuentran en este grupo. El criminal lunático, delincuente que no
tiene consciencia de sus propios actos, se presenta más en la mujer que en el
hombre.4

Sin embargo, antes de la teoría de Lombroso también se hicieron varios estudios,


que en el ámbito femenino se centraban en las causas biológicas.5

Según Proal, el hecho de que la mujer cometiera menos delitos que el hombre se
debía a que la mujer era superior al hombre moralmente. Por otro lado Bean
comparando los cerebros de distintas razas, de hombres y mujeres, llegó a la
conclusión de que la mujer poseería una inteligencia inferior a la del hombre, teoría
que por razones obvias no es cierta.6

3Ídem GONZALES HERNÁNDEZ, Mariana Lorena, HUERTA VILLANUEVA, Diana, ISLAS


GUTIÉRREZ, Susana Stephanie, MEADE FERNÁNDEZ, Askur (2008), pág. 3
4 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), páginas 1 - 28
5 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), páginas 1 - 28
6 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), páginas 1 y 28

10
Una de las tesis más resaltantes fue la de Van de Warker, quien afirmó que la
relación entre la mujer y el crimen estaban ligadas a condiciones sociales y
sexuales. Para él los delitos del hombre son motivados por la pobreza o por un
agravio previo en cambio la mujer los comete por desequilibrios mentales.

Como observamos, la criminalidad de la mujer y su historia no solo abarca el estudio


de los delitos propiciados por ellas, también comprende el análisis de tales hechos
cometidos por el sexo femenino. Estos crímenes han existido desde los comienzos
de la humanidad; aunque en manera reducida en comparación con los que comete
el hombre. No obstante, al pasar los años, el rol de la mujer ha ido cambiando de
acuerdo a las circunstancias históricas y por ello también su papel en el rol criminal.7

4 3. CRIMINALIDAD DE GÉNERO: LA PERSPECTIVA FEMINISTA

En la actualidad, las mujeres desempeñan los mismos roles o trabajos que los
hombres; sin embargo en cuanto a la criminalidad femenina, hay un bajo índice de
ésta comparado a la que realiza el hombre: ¿por qué?, ¿cuál es el elemento que los
diferencia?

A pesar que en un primer momento se piense que deba existir algún rasgo biológico
o de personalidad femenina que las diferencie de la criminalidad masculina; lo cierto
es que no lo hay, pues lo único que se puede notar son las diferencias cuantitativas
(estadísticas) y no las cualitativas. Ello a pesar de tener la misma base para incurrir
en delitos que los hombres: fracaso escolar, el control social y la falta de
oportunidades para integrarse a la sociedad.8

El movimiento de liberación de la mujer no ha contribuido a estudiar la delincuencia


femenina teniendo en cuenta las características propias y singulares de la mujer. Lo
que pretendió fue imitar al hombre y emular su comportamiento para llegar a ser
igual a él. Las numerosas teorías criminológicas feministas aparecidas a raíz de

7 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos (2012), páginas 1 y 2


8 DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), Delincuencia femenina

11
este movimiento han intentado poner de relieve los problemas que lleva consigo la
delincuencia femenina.

Los estudios de género han abierto una nueva perspectiva para el estudio de la
delincuencia femenina, como superación de las explicaciones puramente sexuales,
de carácter biológico, de la delincuencia. Analizamos la delincuencia femenina
partiendo de la diferenciación de géneros, que los distinguen por la conjunción de
una serie de factores psicológicos y sociales, y no biológica y natural, que hará que
se desprenda de las teorías clásicas sobre las causas de la delincuencia femenina
y sobre la justificación de su bajo volumen.

En la actualidad la delincuencia de la mujer no puede ir referida a lo masculino, o


explicarla como una masculinización de la mujer, sino que hay que entender que
hay dos géneros y unas expectativas sociales diferentes sobre los roles que tiene
atribuido cada uno de ellos.

Durante mucho tiempo se ha creído que el género venía determinado


genéticamente como propio de su sexo, se identificaba sexo y género. A la mujer
se le adjudicaban unas tareas, que se definían como propias de su sexo, y se le
hacía creer que estaba dotada naturalmente para realizarlas. La diferenciación de
géneros ha traído como consecuencia, el análisis de la delincuencia femenina desde
la perspectiva del género, distinguiéndolo del sexo. Las diferencias entre géneros,
masculinas y femeninas, son algo más que una diferenciación genética o sexual. El
sexo está determinado biológicamente, es algo natural, mientras que al género se
le dota de contenido socialmente

Uno de los avances que supuso el movimiento de liberación de la mujer fue la


distinción entre sexo y género y la influencia de la socialización en el género. El
género no puede ser tratado como un hecho natural e inmutable, que nos viene
dado previamente por la naturaleza, sino que el género significa socialización,
educación en unos valores concretos, y esa socialización diferente en el género
femenino y masculino es lo que ha hecho que tradicionalmente las tasas de
delincuencia femenina sean tan bajas, y lo continúen siendo en la actualidad en
relación con el volumen de delincuencia en general y con la delincuencia masculina.

12
Ni siquiera los pronósticos del movimiento feminista de liberación de la mujer se han
cumplido acerca del aumento de la delincuencia femenina, con la igualdad de
oportunidades entre el hombre y la mujer y su equiparación en la vida socio laboral.
Lo que vino a demostrar que no era suficiente una igualdad de oportunidades entre
el hombre y la mujer para que ésta cometiera el mismo número de delitos que los
hombres.

Tenemos que buscar otras causas para explicar las bajas cifras de delincuencia
femenina, que no se justificaban, exclusivamente, por la desigualdad de
oportunidades.

A la hora de analizar la delincuencia femenina tenemos que reflexionar sobre los


estudios de género y preguntarnos, si existen diferencias de género en la
delincuencia femenina respecto a la masculina. La explicación de la delincuencia
femenina no la podemos basar, exclusivamente, en la diferenciación de géneros,
aunque ésta haya que tenerla muy en cuenta. La respuesta la encontramos en la
diferente socialización de hombres y mujeres a lo largo de la historia.

La socialización de la mujer en la época actual ha sufrido importantes variaciones.


Se realiza teniendo en cuenta el papel que desarrolla la mujer en la sociedad,
eliminando los prejuicios anteriores y modificando su rol social tradicional, teniendo
en cuenta el papel destacado que ocupa en todos los ámbitos de la vida social y
sobre todo en el ámbito laboral. Este cambio que se está produciendo en su
socialización, también conlleva cambios en la delincuencia femenina, cambios que
tímidamente ya se aprecian, en la evolución de los delitos cometidos por mujeres,
cuya criminalidad ya trasciende el ámbito privado, y aumenta su participación, sobre
todo, en los delitos contra la salud pública, en el tráfico ilegal de drogas, y también
se observa una mayor participación de la mujer en delitos violentos, que en épocas
anteriores era escasa.

El aprendizaje diferencial es el que determina socialmente que los hombres sean


más agresivos que las mujeres y realicen conductas delictivas más violentas que
éstas, por el contrario, también se han apreciado una mayor agresividad oral en las
mujeres delincuentes.

13
La equiparación hombre-mujer ante el delito no solamente supondría cuestionarse
la igualdad en todos los campos, sino también terminar con los valores que le han
sido impuestos tradicionalmente a la mujer en la estructura social.

Al analizar la criminalidad femenina tenemos que tener en cuenta una pluralidad de


factores que nos permitan estudiarla y distinguirla de la criminalidad masculina, pues
las diferencias entre las mismas son algo más que por la igualdad de oportunidades,
pues del análisis de la delincuencia en los últimos años, hemos podido comprobar
que, a pesar de la igualdad entre hombres y mujeres en los ámbitos educativo,
laboral y social, el volumen de la criminalidad femenina no se ha igualado a la
masculina. Por lo tanto, estas diferencias las tenemos que encontrar en la diversidad
entre el hombre y la mujer.

El estudio de la diferencia entre la delincuencia femenina con la masculina se puede


basar en la diferenciación de géneros y no en la de sexo; pues en la primera se
tomarán en cuenta una variedad de causas psicológicas y sociales a diferencia de
la segunda que solo se limita a factores biológicos y naturales.9 Las numerosas
teorías criminológicas feministas aparecidas a raíz del movimiento de liberación de
la mujer, han intentado poner de relieve los problemas que lleva consigo la
delincuencia femenina.

Cuando se habla de diferenciación de géneros, hay que tener en cuenta que el


“género” significa “socialización, educación en unos valores completos” y no una
determinación genética propia del sexo. Por eso, en el caso de la mujer, la
socialización que desarrolla la diferencia del hombre; aquello también ha hecho que
tradicionalmente el volumen de las tazas de criminalidad femenina sea muy bajo a
comparación de la delincuencia masculina y en sí de la delincuencia en general.
Inclusive hasta la actualidad ello se cumple; a pesar de la mujer desarrolle y tenga
las mismas oportunidades socios laborales que el hombre.10

9 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), página 17


10 DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), Delincuencia femenina

14
Sin embargo, esa misma socialización actualmente, por los roles, ámbitos de vida
social y laboral; se ha modificado a tal punto que ha cambiado de alguna manera a
la delincuencia femenina; pues ahora ésta ha aumentado en su participación en
faltas contra la salud pública, tráfico ilegal de drogas y delitos violentos. No obstante,
la criminalidad de la mujer no ha podido igualar a la del hombre; a pesar de que
ambos gocen de paridad en ámbitos laborales, educativos y sociales.11

Por eso, en este ciclo, la perspectiva para estudiar la delincuencia femenina se dará
a través del análisis del papel o rol que cumple la mujer en la sociedad actual y del
nuevo estatus que ejercerse en la misma.12

La delincuencia femenina, en el siglo veintiuno, la tendremos que analizar pues,


teniendo en cuenta el papel que desempeña la mujer actualmente y conforme al
status que ejerce en la sociedad.

4.4. TIPOS DE CRIMINALIDAD FEMENINA

4.1.1. Criminalidad TÍPICA: Abarca los delitos cometidos exclusivamente por


mujeres:

 El aborto.
 Infanticidio
 Homicidios cometidos por el cónyuge. Normalmente están motivados a una
historia de violencia acumulada en los cuales la víctima pasa de ser la víctima
para convertirse en victimario
 Hurtos en los supermercados
 Prostitución.

4.1.2. Criminalidad femenina MODERNA: Hoy en día la criminalidad femenina


llega hasta el punto de cometer delitos debido a los cambios en el rol, ha cambiado

11 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), página 18


12 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), página 18

15
la manera y forma de delinquir, puede superar a un hombre, varia la criminalidad,
delitos como:

 Robo
 Homicidio
 Tráficos de drogas
 Estructuras mafiosas
 Familias del crimen organizado

4.1.3. Criminalidad: Diferencia entre mujeres y hombres: Una de las diferencias


es que la mujer criminal (que está en un nivel menor) comienzan a actuar como
cómplices, es decir es usada como señuelo para atraer a la víctima, y son los
hombres criminales los que realizan directamente la acción.13

No obstante, aprenden el actuar delictivo; más adelante puede cambiar de una


simple cómplice a autora del delito.

Otro factor que interviene es la envidia que pueda sentir la mujer, los tipos de caso
que se pueden dar son: dentro de su familia, la atención que puedan recibir otros
miembros de esta puede llevar a la mujer a sentirse rechazada y por lo tanto la hará
sufrir de depresión y podría generar el odio.

Pero sin duda, son los crímenes de pareja los más constantes y cometidos por
mujeres, ya que algunas al ser engañadas por su pareja toman decisiones en el
momento y sin pensar, se obnubilan y realizan los crímenes. Por lo tanto pueden
llegar a asesinar no solo a su pareja sino también a la persona con la que tiene otra
relación.14

La criminalidad en la mujer, desde hace un buen tiempo se ha hecho quizás no más


constante pero si menos sorpresivo en la actualidad, y por esa razón es que se

13 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), páginas 1 – 28


14 Ídem DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), páginas 1 – 28

16
hacen investigaciones para este caso, pues los factores que llevan a una fémina a
realizar un crimen en muchos casos inexplicables.

4.5. FACTORES Y TEORIÁS DE LA CRIMINALIDAD FEMENINA

Lo que no ha conseguido explicar ninguna de las teorías criminológicas es el porqué


de la diferencia cuantitativa tan acusada entre la delincuencia femenina y masculina.
Y en la solución de esta cuestión es donde se encuentra la clave para el establecer
el enfoque que debemos dar al estudio de la delincuencia femenina.

La preocupación por entender y elaborar políticas públicas de prevención de la


delincuencia femenina debería cobrar relevancia en nuestro país. Una de las
variantes más preocupantes del comportamiento delictivo es aquel protagonizado
por mujeres jóvenes y menores de edad, ya que puede acarrear consecuencias
futuras negativas, tanto para ellas, su familia y descendencia.

Así, entre los principales factores tenemos el medio ambiente sociocultural, al


respecto cabe considerar el acto criminal como una respuesta de ciertos individuos
a los estímulos modulados por la organización social. Ya sea la familia, el hábitat
urbano o rural, el género de vida industrial, pastoral o postindustrial, o el origen
étnico, siempre se trata de influencias que se ejercen de un modo selectivo sobre
las personas que componen una colectividad, en el presente caso las mujeres no
están ajenas a ésta realidad.
Es posible deducir que la exclusión social tiene un impacto no sólo en el nivel de
vida o la calidad de vida de las personas que pertenecen a una sociedad que los
margina, sino que también tendrá un efecto psicológico sobre las mismas. Estas
personas sienten que no pertenecen a la sociedad y que incluso es ella misma la
que no les permite ingresar y no les interesa incluirlos. Por este motivo se dice que
la exclusión social va más allá del término pobreza, y se refiere más bien al
sentimiento de marginación.15
15 Carlos Aramburu /Carlos Figueroa. Pobreza Extrema y exclusión social. En. Políticas Sociales en
el Perú: Nuevos Aportes. Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú. Lima. 2002.
Pág. 46

17
Uno de los factores importantes que tienen probabilidad de poner en marcha el
mecanismo que puede llevar a una mujer a ser delincuente, es la baja categoría en
el sistema de las clases sociales, la deficiencia en la educación, la pobreza, un
ambiente familiar inadecuado o perturbado, la residencia en un mal vecindario y la
pertenencia a una familia numerosa. Así, los factores adversos tienden a
presentarse todos juntos y a actuar recíprocamente hasta el punto de crear una
situación que puede inducir a un individuo a cometer conductas ilícitas.

Otro de los factores, es la desigualdad que continúa siendo un eje central del
diagnóstico sobre la vigencia de los derechos. A pesar de ello, no es una cuestión
que ocupe un espacio destacado en las políticas públicas de los Estados. Si bien
durante los últimos años se consolidó un proceso de recuperación económica y en
algunos países se redujeron los indicadores de pobreza e indigencia, siguen
existiendo millones de personas que confrontan problemas de desempleo
estructural, marginación social e inaccesibilidad a servicios sociales básicos.
Tampoco ha variado la situación de desigualdad fáctica y jurídica que afecta a las
mujeres así como a grupos tradicionalmente discriminados.

Es de advertir que los índices de criminalidad se han disparado en las últimas dos
décadas que han preocupado a los organismos internacionales como el Banco
Mundial y la Organización Mundial de la Salud. En un estudio realizado por el Banco
Mundial a algunas capitales de América Latina, dentro de las que se encuentra Lima
como una ciudad que incrementa su criminalidad femenina.16

Entre las teorías más conocidas que intentan explicar la desproporción cuantitativa
que siempre ha existido entre la criminalidad masculina y la femenina, señalan:

4.5.1. TEORIAS BIOLÓGICAS:

4.5.1.1. Teorías basadas en la inferioridad física de las mujeres: Fue muy


criticada y se consideró absurda. Autores como César Lombroso estudiaron la
delincuencia femenina y elaboró diferentes perfiles de mujeres delincuentes

16 Cesar Benavides Cavero. El Derecho y la Seguridad.

18
teniendo en cuenta características fisiológicas y alguna psicológica. Su obra fue muy
criticada ya que rasgos físicos que asociaba a mujeres delincuentes también los
tenían mujeres no delincuentes. Sin embargo, hubo otros autores que siguieron
compartiendo sus ideas.

4.5.1.2. Teorías neurobiológicas: Los Factores Biológicos son importantes ya que


mediante estos es más probable que un individuo este predispuesto a comportarse
de manera agresiva o violenta.

Para explicar mejor el grado de violencia, se detalla lo siguiente:

 Nuestro grado de impulsividad tiene que ver en parte, del nivel de serotonina
en el cerebro.
 Nuestro grado de agresividad depende del nivel de testosterona en
circulación en los varones.

En el ámbito que relaciona la delincuencia con el desarrollo sexual, se explica a


través de un carácter endocrino que el fenómeno delictivo difiere entre hombres y
mujeres, Gray afirma que el hombre posee más agresividad con respecto a la mujer,
y esto se debe a que el hombre posee más hormonas andrógenos además de la
muy conocida testosterona, la cual es muy influyente en la agresividad. Las
hormonas femeninas en cambio segregan estrógenos y progesterona, los cuales
generan un comportamiento menos agresivo, sin embargo la mujer delincuente es
más depresiva debido a que como la mayoría de las mujeres realiza labores como
ser ama de casa, crianza y educación de los hijos, etc. Lo cual la lleva a sufrir
inhibiciones de acciones que la dejan en ese estado.17

Según investigaciones, se sabe que las raíces de la violencia episódica están en la


neurobiología y son el resultado de disfunciones cerebrales.18

17 DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), Delincuencia femenina


18Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, (2007),”Los motivos del
asesino en serie”

19
La paleopsicología, nos explica otra manera del comportamiento agresivo, en la que
la regresión a un nivel de funcionamiento más primitivo anula el poder de
socialización. Todas estas personas no pueden controlarse, es por ello que actúan
por su propia fuerza interior, la cual es innata e irresistible. Carecen de poder inhibir
su comportamiento, ya que cuando cometen sus crimines se vuelven como
primitivos. En cierto sentido estos individuos se convierten en “victimas” de sus
propios impulsos porque no pueden controlarlos, y también debido a una difusión
neurobiológica.19

Bailey (1987) reconoce en los seres humanos crónicamente violentos los mismos
patrones de acción fijos que tienen los animales depredadores: acechar, atacar,
matar.20

Wrangham y Peterson (1996) hacen referencia a las raíces evolutivas de los


hombres y mujeres “sujetos que tienen características de temperamento muy
fuertes, tanto así que producto de ello realizan crueles agresiones letales. Son
particularmente peligrosos por su agudo ingenio.21

Bailey indica las diferencias que existen en el nivel de actividad en el córtex


prefrontal: Los individuos que han cometido un único asesinato esta región del
cerebro suele presentar bajos niveles de activación. Es decir, solo matan por
impulso. Los asesinos múltiples tienen altos niveles de actividad prefrontal, a pesar
de la reducida actividad de otros indicadores psicofisiológicos. Suele matar después
de muchas decisiones y planificaciones.22

19 Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, (2007),”Los motivos del


asesino en serie”
20 ídem Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, (2007), página 5
21Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, (2007),”Los motivos del
asesino en serie”
22Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, (2007),”Los motivos del
asesino en serie”

20
4.5.2. FACTORES Y TEORÍAS SOCIOECONÓMICAS

4.5.2.1. Delincuencia femenina y sociología criminal: La sociología criminal es


la ciencia que estudia el delito como fenómeno social, es decir, la criminalidad en
toda su complejidad y la pena en cuanta reacción social, en sus orígenes, evolución
y significación y en sus relaciones con los demás fenómenos sociales relacionados
con una y otra.23

Las mujeres desde pequeñas ya tienen una marcada distinción familiar, la cual se
asienta en la educación, para luego recibir una carga histórica de control doméstico
y tienen limitada su movilidad social y acceso a diversos derechos, desde las ideas
que el hombre es de la calle y la mujer de la casa, siendo todas aquellas
circunstancias que hayan generado una mala superioridad del hombre frente a la
mujer de ahí la violencia de género. Muchos espacios se perdieron en la práctica
las mujeres por estos paradigmas mal fundamentados.

Una de la razones que se dan para explicar que exista menos delincuencia femenina
que masculina es que la mujer está sometida a un mayor control social informal que
el hombre y este control reprime, impide y excluye y limita a las mujeres24. La forma
de socialización es distinta en los hombres que en las mujeres y también es
diferente dependiendo la clase social. Ambos presentan características diferentes,
por ejemplo: la mujer es supervisada más de cerca que el hombre por la familia, se
las educa para ser sumisas y pasivas, mientras que a los del género masculino se
les socializa para que sean más independientes, agresivos, ambiciosos y
luchadores. Por este motivo, los delitos que comete la mujer se dan con menor
violencia a comparación de los hombres.

23 TIEGHI, Osvaldo N.”Tratado de Criminología”.

24LARRAURI, E."Mujeres, derecho penal y criminología" / DELINCUENCIA FEMENINA: ANÁLISIS


DE LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN EL CENTRO PENITENCIARIO DE TOPA DESDE LA
PERSPECTIVA DE GÉNERO AUTORA: BEATRIZ SÁNCHEZ MARTÍN

21
4.5.2.2. Teoría sociológica de la liberación femenina: Entre otros factores que
contribuyen con la criminalidad tenemos las asociadas: a la mayor libertad de la
mujer, los movimientos de liberación femenina, el cambio de oportunidades en el
contexto social debido al incremento de posibilidades para que participe en
sociedad, esto le ha hecho acercarse a otro tipo de personas, medios y
comunidades y así cometer delitos que antes no cometía; así como, los cambios
sociales, provocados por el crecimiento económico entre otros.

El problema se hace más complejo cuando se le ubica dentro de la dinámica actual


de las sociedades contemporáneas en virtud de la incursión de la mujer en la vida
pública. Los años sesenta del siglo pasado se caracterizaron por presentar
movimientos sociales, sobre todo en Europa occidental y en Estados Unidos.

Uno de esos movimientos activos fue el de las mujeres. Ellas lideraron una lucha
por el reconocimiento de su identidad, sus derechos y un lugar en la sociedad. La
búsqueda de la identidad “es un cambio tan poderoso como la transformación tecno-
económica en el curso de la nueva historia”.

4.5.2.3. La teoría de la estructura social: hace énfasis en la desorganización


social (desempleo ingresos bajos, desintegración familiar), las presiones que
ejercen las sociedades modernas (metas, logros, valores y aspiraciones), sobre
individuos estratificados por clase social, al igual que los medios para el éxito, lo
que genera frustración, rabia, alienación, la formación de valores subculturales que
mantienen valores fuera de las normas.

4.5.2.4. Enfoques Funcionalistas: Se tienen en cuenta dos teorías:

A. Teoría del Rol: Estos tienen como objetivo la socialización que difiere entre
hombres y mujeres a la hora de desempañar sus respectivos roles y por lo tanto de
explicar su conducta.25

25 GARRIDO Vicente. “Perfiles Criminales.”

22
La explicación del estudio de la delincuencia femenina e investigada desde el punto
de la diferenciación social de los roles sexuales es uno de los primeros intentos de
analizar el fenómeno de la delincuencia femenina en términos distintos a los
enfoques biológicos y psicológicos.26

Definitivamente no se podría hablar de las mujeres criminales así como también de


las diferencias de la delincuencia femenina y masculina sin antes explicar
adecuadamente los factores sociológicos que señalaran las diferencias de los roles
sociales entre ambos sexos.27

Existen dos estudios que explican el comportamiento de la mujer delincuente con


respecto al rol:

Teoría de la reversión del rol: Estos estudios consideran que la mujer, como
consecuencia de su ruptura con su rol sexual tradicional, poco a poco ira
aproximando su delincuencia al prototipo de la masculina, virilizando y asumiendo
el rol del hombre.28

Teoría de la convergencia de roles: Tendrían en cuenta que la similitud entre


criminalidad masculina y femenina se debería a una aproximación entre ambos
roles: una masculinización de los roles femeninos y una feminización de los roles
masculinos.29

B. Teoría de la igualdad de oportunidades: Esta teoría toma como punto de


estudio la discriminación que existe hacia la mujer por parte de una sociedad
machista y a raíz de esto es también que se encuentran faltas de oportunidades
para la mujer de delinquir con respecto al hombre.30

26FULLER, Norma. “La perspectiva de género y la criminología: Una relación Prolífica”, en revista
Tabula Rasa, Bogotá, No. 8, 2008, pp 97-110
27 LIMA MALVIDO, María. Criminalidad femenina: Teorías y reacción social, México: Porrúa, 2003
28 DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), Delincuencia femenina
29 DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012), Delincuencia femenina
30 SAIFILDIN STANLEY, Manuel. “Introducción básica al estudio de la Criminología”

23
Por lo tanto en el momento en el que la mujer incursiona o cumple un papel de
igualdad de oportunidades que el hombre, se suponía que también se presentarían
más probabilidades que ésta pueda delinquir, sin embargo esto no ocurre porque el
acceso de la mujer al mundo laboral no da como resultado que ésta cometa la
misma cantidad de delitos o de la misma gravedad que los varones.

Concluyendo:

En suma, no existen diferencias cualitativas entre ellas, sino únicamente


cuantitativas, la delincuencia femenina es menor ostensiblemente, y
estadísticamente, que la masculina.

En las mujeres delincuentes apreciamos que concurren los mismos factores que
determinaron a los hombres a cometer delitos, entre los que destacan el fracaso
escolar, el control social y la falta de oportunidades para integrarse en la sociedad.

La delincuencia femenina, en la actualidad, no tenemos que estudiarla como


contrapuesta a la delincuencia masculina ni con su misma sistemática, ya que tiene
entidad suficiente para estudiarla en sí misma, con su propia metodología y
sistemática.

4.5.3. CONCEPCIONES PSICOLOGICAS:

4.5.3.1. Visión psicoanalítica y psiquiátrica: Según Sigmund Freud la escasez de


delincuencia femenina se debe a que esta no desarrolla su ego debido a su timidez
y pasividad.31

Para el psicoanalítico freudiano la mujer delincuente es una mujer anormal


biológicamente, debido a que presenta actitudes agresivas propias del varón,
puesto que según Freud la mujer delinque por una envidia física hacia el hombre. 32

La mujer debe corresponderse con el papel social que se le atribuye y debido a los

31 FREUD, Sigmund. “La psicología aplicada a la captura de los criminales”.


32 FREUD, Sigmund. “La psicología aplicada a la captura de los criminales”.

24
casos en los que delinque, se entiende que ello se debe al padecimiento de alguna
anormalidad biológica o psicológica, que se manifiesta en su conducta, que genera
un virilización de la misma impropia de su sexo.

Por lo tanto la delincuencia femenina requiere de un estudio en el cual se toma en


cuenta la adaptabilidad de esta en la sociedad, además de considerar las
diferencias con la delincuencia masculina por factores biofísicos y culturales.

Desde el punto de vista psiquiátrico, tenemos dos perspectivas: La Perspectiva


individual.- es aquella que afirma que, a diferencia de los hombres, las mujeres
delincuentes padecen un tipo de enfermedad o trastorno mental, mientras que en la
perspectiva social se considera a la mujer delincuente como anormal y por ello,
ingresan en los establecimientos psiquiátricos en un número mayor que los
hombres, quienes van a prisión en mayor cantidad que las mujeres.33

Prins constató en su teoría que el número de mujeres ingresadas en hospitales


psiquiátricos era diez veces más elevado que la de hombres. También relaciona el
alto grado de histeria de las mujeres con la psicopatía, concluyendo que la mujer
presenta elementos psicopatológicos más exuberantes y traumáticos que el
hombre.34

4.5.3.3. El perfil psicológico de la mujer homicida: A través del perfil psicológico


podremos saber las diferentes características que presentan las mujeres homicidas.
Por otro lado los trastornos de la personalidad están muy ligados al perfil ya que
estos nos indicarán los patrones y sentimientos que pueden tener o no las
asesinas.35

33COOPER MAYR, Doris. Criminología y delincuencia femenina en Chile, Santiago: Editorial LOM,
2002.
34 LIMA MALVIDO, María. Criminalidad femenina: Teorías y reacción social, México: Porrúa, 2003
35 MEZA Daniel, " Rosa María Cifuentes se sumerge en el perfil psicológico de las mujeres asesinas

25
Siempre que se hacen estudios acerca de las razones del porqué una mujer llega
al extremo de matar, se encuentran problemas personales que ésta pudo padecer,
y los cuales derivan en problemas psicológicos, y por esa razón, es que también
muchas terminan convirtiéndose en asesinas en serie, porque ya pierden el sentido
de la realidad y se vuelven frías, y aparentemente sin sentimientos.

Aun así no se han encontrado estudios representativos que evidencien la aparición


de algún trastorno psicopatológico en las mujeres asesinas seriales, sin embargo,
si se elaborara un estudio detallado del tema, seguramente se encontrarían
evidencias psicopatológicas en el comportamiento criminal de las mujeres
delincuentes, teniendo en cuenta la importante influencia del medio en el desarrollo
evolutivo de la mujer delincuente.

Según la mayoría de las investigaciones en estos casos de mujeres criminales, se


llega la conclusión de que algunas de las féminas tenían trastornos de personalidad
antisocial, lo que se conoce como psicopatía, por lo que "socialmente existe una
tendencia perversa a etiquetar como psicópata a todo criminal al que se le supone
sangre fría y carencia de remordimientos. Con ello, desde luego, se torna tan
equívoco el concepto de psicópata que casi se vuelve inservible". 36

Un trastorno de la personalidad es un patrón fijo e inflexible, tiene su origen en la


adolescencia o inicio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y ocasiona
malestar o perjuicios para el sujeto y los que están a su alrededor. Los trastornos
de personalidad son los siguientes: 37

 Trastorno paranoide de la personalidad: se caracteriza por un patrón de


desconfianza y suspicacia que hacen que se interpreten maliciosamente las
intenciones de los demás.

 Trastorno esquizoide de la personalidad: es un patrón de desconexión de las


relaciones sociales y de restricción de la expresión corporal.
36 STEPHY, Camacho (2012), Perfil Criminológico de la Mujer
37 San Martín, J., (2003), “Conclusiones, asesinos en series y psicópatas”

26
 Trastorno esquizotípico de la personalidad: consiste en un patrón de malestar
interno en las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o
perceptivas y excentricidades de comportamientos.

 Trastorno antisocial de la personalidad: consistente en un patrón de


desprecio y violación de los derechos de los demás.

 Trastorno límite de la personalidad: se asienta en un patrón de inestabilidad


de las relaciones interpersonales del sujeto, su autoimagen y sus afectos,
además de una notable impulsividad.

 Trastorno histriónico de la personalidad: consiste en presentar un patrón de


emotividad excesiva y de demanda de atención constante.

 Trastorno narcisista de la personalidad: el sujeto presenta un patrón de


grandiosidad, necesidad de admiración y gran falta de empatía.

 Trastorno de la personalidad por evitación: es un patrón de inhibición social,


sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

 Trastorno de la personalidad por dependencia: consiste en un patrón de


comportamiento sumiso relacionado con una excesiva necesidad de ser
cuidado.

 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad: comporta un patrón de


excesivo de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control.

Así mismo, el perfil psicológico de la mujer peruana varía, ya que no todas presentan
las mismas características, sin embargo en líneas generales podemos decir que
tienen problemas para manejar el dolor, traición, desamor, el rechazo o abandono,
y en algunos casos suelen ser ambiciosas es decir tener todo para ellas y acceder
a su objetivo a como dé lugar no importándoles asesinar a sangre fría quienes se

27
pongan en su camino. No obstante el detonante en la mayoría de casos suele ser
una pena o miedo que no la supieron controla o manejar.38

¿Cómo poder identificar a estas mujeres criminales?39: Principalmente estas


asesinas se muestran en silencio, si callan mucho es una alerta o indicativo de que
algo malo puede pasar. Otra manera de identificarlas es cundo sucede todo lo
contrario, o sea el discutir de una manera excesiva, faltándose el respeto
mutuamente, llegando hasta inclusive a los golpes es un detonante donde quiere
decir de que se puede desencadenar una tragedia.

Siguiendo con el perfil psicológico de la mujer asesina, la periodista Rosa María


Cifuentes nos informa sobre este tema de investigación, a tras vez de su libro “13
Asesinas en serie” donde narra una variedad de crimines femeninos en el Perú
desde 1920 y el 2007.

Esta periodista tomó un tiempo muy largo para investigar, indagar y hacer una
recopilación acerca de los asesinatos más importantes que han ocurrido en nuestro
país, y afirma que son varios los motivos por los cuales las mujeres cometen este
tipos de crimen, explica que a diferencia del hombre, va perdiendo el control se sus
propias emociones, por ende reacciona por estímulos. Mata por odio, miedo,
venganza o por poder, y peor aun cuando es víctima de una infidelidad, ya que
comienza todo un proceso emocional donde finalmente acaba en la muerte segura
de sus parejas hasta inclusive de sus propios hijos. Hay casos donde luego de
acabar con ellos, la madre se termina suicidándose, porque no puede creer de lo
que hizo y comúnmente son estos tipos de historias las que aparecen en espacios
informativos como noticieros entre otros.40

Más adelante, la escritora clasifica en forma bastante genérica los tipos de asesina,
mujeres de la sierra y de la costa. Afirma que las primeras son muy violentas,

38 STEPHY, Camacho (2012), Perfil Criminológico de la Mujer


39 ANTONY, Carmen. “Criminología, victimología y movimiento feminista”
40 MEZA Daniel, " Rosa María Cifuentes se sumerge en el perfil psicológico de las mujeres asesinas"

28
despiadadas, su modalidad de cometer un asesinato es muy fuerte, utilizan hasta
un hacha para ejecutar su cometido y que después de haber realizado al crimen,
estas mujeres siguen su vida como si nada hubiera pasado, clara característica que
las hace distintas de otras asesinas. Las de la costa utilizan objetos más artesanales
como cuchillos, navajas o en algunos que otros casos, pistolas, matan por desamor,
por infidelidad, pero estas si tienden a presentar trastornos psicológico y depresión
en un futuro. Sin embargo la modalidad de usar veneno para asesinar no ha
cambiado, hoy en día se sigue utilizando pero con otro nombre, es decir lo que antes
era Folidol, ahora es Racumín por ejemplo.

Al finalizar la periodista afirma que cualquier persona que no puede controlar sus
emociones puede terminar asesinando a alguien, pues esto no solo le puede pasar
a una mujer sino a cualquiera.41

De todo lo anterior debemos deducir que no todas las mujeres homicidas tienen el
mismo perfil psicológico; el grado de violencia es también una característica para
poder diferenciar los distintos niveles. Unas presentan trastornos y les remuerde la
conciencia después de haber cometido el crimen y otras no, siguen con su vida de
lo más normal.

4.6. LA MUJER HOMICIDA EN EL PERÚ

En nuestro país existe el registro de casos de mujeres criminales; aunque no son


muchas, están datados desde la tercera década del siglo pasado (XX) en el libro
“Asesinas” de Rosa María Cifuentes.

Investigó hechos basándose en los testimonios de los familiares de los implicados,


expedientes judiciales, reportes, partes de necropsia y documentos hemerográficos;

41MEZA Daniel, " Rosa María Cifuentes se sumerge en el perfil psicológico de las mujeres asesinas",
Entrevista El Comercio

29
sin embargo, no se incluyen en esta selección, crímenes perpetrados por personas
con diagnósticos psiquiátricos.42

Los once casos que la Periodista redactó y que se encuentran en su libro, son un
reflejo del como la mujer peruana homicida ha ido cambiando con el pasar del
tiempo (Siglo XX y XXI), a pesar de que algunas historias se repitan. El móvil
muchas veces es el dolor que se diversifica en: odio, miedo, venganza y poder.

Principales motivos que convierten a la mujer en criminal: Hay muchos motivos


y teorías que explican el ¿Por qué? De la criminalidad en las mujeres, y nuestro país
no es una excepción. Según la periodista Rosa María, la mujer mata por miedo, por
odio, por venganza o por poder y esto se debe a que va perdiendo el control de sus
emociones. La también autora del libro “13 Asesinas” afirma que algunas al no
perdonar una infidelidad buscan vengarse y para hacerlo matan a los hijos y
terminan suicidándose ellas.

En cuanto a diferencias con el hombre criminal, se puede ver que este es más
violento que la mujer, por lo tanto actúa más rápido, en cambio la mujer realiza una
planificación del acto criminal y se demora en tomar una decisión.

Otra diferencia considerable es que la mujer almacena culpa, es decir se arrepiente,


el hombre por otro lado puede comportarse como el ser más frío frente a estos
hechos.

Rosa María Cifuentes también afirma que el Perú es un país machista, situación
que se da más en los sectores más pobres de nuestro país, y que la mujer es
anulada laboralmente por el hombre. La mujer que no se valora y sufre de
depresión, es una mujer peligrosa.43

42 CIFUENTES CASTAÑEDA, Rosa María (2008) “Asesinas”, Editorial, Editora Mesa Redonda
E.I.R.L.
43 MEZA Daniel, " Rosa María Cifuentes se sumerge en el perfil psicológico de las mujeres asesinas"

30
La periodista no presenta eso como una justificación, pero interpreta que cualquier
ser humano que no maneja sus emociones o su dolor puede convertirse en asesina,
además el tema del machismo se presenta en muchos casos de su libro.

V. INDICE DE LA CRIMINALIDAD FEMENINA

5.1 PERFIL DEMOGRAFICO Y ECONOMICO

Según los resultados del Censo Nacional 2007 (INEI) el Perú tiene una población
de 28’220,764 habitantes. Las regiones más pobladas son Lima, Piura, La Libertad,
Cajamarca y Puno. Estas cinco regiones concentran el 52,5% de la población
nacional (INEI 2008). La región con mayor población es Lima, que concentra el 30,8
% del total.

Respecto a la composición por sexo, existe una proporción casi paritaria entre la
población femenina y masculina, aunque con mayor porcentaje de mujeres. “Según
el censo del 2007, la población masculina del Perú es 13 millones 622 mil 640
hombres, que representan el 49,7% de la población censada, y la población
femenina fue 13 millones 789 mil 517 mujeres, es decir el 50,3%” (INEI – 2008).

Como definición se entiende que la Población económicamente activa, abarca a


todas las personas de catorce (14) y más años de edad que en la semana de
referencia se encontraban, i. trabajando, ii. No trabajaron pero tenían trabajo, iii. Se
encontraban buscando activamente trabajo.

La población en edad de trabajar es aquella definida por las normas internacionales


(OIT), como apta en cuanto a su edad, para ejercer funciones productivas. Ésta se
subdivide en población económicamente activa (PEA) y población económicamente
inactiva (NO PEA).

En cuanto a la participación económica es perceptible la equiparación de la mujer


en la toma de decisiones a nivel de hogares, llegando a ser casi equiparable al
hombre al ser cabeza de hogar; lo que lleva a tener mayores responsabilidades y
que las mismas sean sujetas de obligaciones que tengan que cumplir, a efectos de

31
procurar el bienestar familiar, lo que resalta la tendencia de un equilibrio de hombres
y mujeres en lo que vendría a ser como un empoderamiento de la mujer respecto a
las obligaciones del hogar; situación que podría traer como explicación diversas
situaciones sociales, como: el abandono, divorcios, separaciones, maltratos que
conllevan a que la mujer tendría que afrontar la responsabilidad de criar a los hijos;
lo que genera insatisfacciones en su persona y verse obligada a procurar la
manutención de los hijos.

La tasa de actividad económica de la población que se encuentra disponible para


producir bienes y servicios, alcanzó en los hombres a 82,3% y en las mujeres a
64,8%. En el Área Urbana el 81,6% de los hombres y 63,0% de las mujeres tienen
tasa de actividad menor que del Área Rural donde llega a 88,8% y 74,1%,
respectivamente.

La tasa de ocupación presentó poca diferencia por sexo, es así que, el 95,9% de la
PEA masculina se encontró en calidad de ocupado, mientras que la PEA ocupada
femenina fue de 93,9%. Es decir, que de cada 100 personas que conforman la PEA
masculina, 96 estuvieron realizando actividades productivas y 4 se encontraban
buscando empleo y en el caso de las mujeres 94 estuvieron realizando actividades
productivas y 6 se encontraban buscando empleo.

Por otro lado a setiembre del 2011, las estadísticas revelaron que a nivel nacional
la población en edad de trabajar (PET), es decir las personas que tienen edad para
desempeñar una actividad económica, constituyeron casi tres cuartas partes del
total de la población para cada sexo. Así, por el lado de la población masculina en
un 72,0%, mientras que la población femenina en un 72,9%.

Las madres adolescentes entre 12 a 14 años suman 4,487, representando el 2,8%,


mientras que las madres adolescentes de 15 a 19 años son 155,770 representando
el 97,2%. La maternidad adolescente limita el acceso a la educación y a
oportunidades de empleo y disfrute de otros Según la encuesta demográfica de
salud familiar ENDES del INEI entre enero y setiembre se registraron 76,913 casos
de embarazo adolescente, por lo cual podemos proyectar al año más de 102,000
casos.

32
Pero otra problemática asociada es el aborto. “Cada año alrededor de 115 mil
adolescentes resultan embarazadas, mientras que el 20% de los abortos y el 25%
de las muertes por complicaciones en el parto o el puerperio (periodo posterior al
parto) que ocurren en nuestro país, corresponden a este grupo poblacional”.

Los resultados y el impacto de las políticas son distintos para hombres y mujeres
debido a que las mujeres tienen menos acceso a los recursos económicos, sociales
y culturales y sus condiciones materiales de vida son más precarias y de menor
calidad debido a los roles que les asigna la sociedad, que con frecuencia terminan
sobrecargando a las mujeres en su jornada diaria y afectando su salud.

SE TIENE QUE:

Empleo y Trabajo: Persisten fuertes inequidades de género en la carga de trabajo


no remunerado y en la participación en la actividad económica44

 La mujer peruana representa el 45.6% de la población económicamente


activa - PEA (7 millones 48 mil mujeres).

 La PEA femenina en el área urbana es de 46% y 44,9% en el área rural.

 La tasa de actividad económica es, para los hombres 82.3% y para las
mujeres 64.8%. La tasa de actividad de la mujer en el área urbana alcanza
el 63.0% y de la mujer del área rural, 74.1%.

El 71.4% de la PEA ocupada femenina urbana se concentra en empresas que tienen


entre 1 a 10 trabajadores, el 21,1% en establecimientos de 51 y más trabajadores y
el 7,5% en empresas de 11 a 50 trabajadores45

44 INEI. Estadísticas con enfoque de género.

45 MIMDES-INEI. I Encuesta Nacional de Uso del Tiempo. 2010.

33
 El 67% de las mujeres frente al 53% de los hombres, trabajan en el sector
informal. Por cada 100 hombres hay 108 mujeres en pobreza extrema.

 El ingreso promedio de la PEA femenina (S/. 826.8) en el 2010, representó


el 65,0% del ingreso promedio de la PEA masculina (S/. 1,323.3).

 El porcentaje de hogares con jefatura femenina (23.9%) en el año 2008


muestra un incremento en 4.4% respecto del año 2000 (19.5%). Según el
área de residencia, en el año 2008 la jefatura femenina llega a 25.7% en el
área urbana y 19.9% en el área rural.

 La distribución de la carga global de trabajo es desigual entre mujeres y


hombres. Las mujeres dedican casi la mitad de su tiempo de trabajo, al
trabajo no remunerado (52%), mientras que los hombres solo dedican 24%
de su tiempo, esto explica por qué los hombres tienen mayor oportunidad
que las mujeres para obtener ingresos.

 La insuficiencia de servicios públicos para el cuidado de personas, como


guarderías y centros de atención para adultos mayores y personas
totalmente dependientes, incrementa el tiempo de trabajo no remunerado de
las mujeres. El tiempo dedicado al cuidado de niños, niñas y adolescentes
que destinan las mujeres afecta su ciclo laboral, a diferencia de los hombres,
que no asumen las responsabilidades del cuidado de manera equitativa.

 Las mujeres, a pesar de conformar el 45% de la PEA activa se encuentran


en puestos de trabajo que no cuentan con protección legal laboral, se ubican
en regímenes laborales especiales como trabajadoras del hogar,
trabajadoras familiares no remuneradas. Las mujeres que trabajan cuentan
con reducidas posibilidades de participación en procesos de negociación
colectiva y en organizaciones sindicales, derechos laborales respaldados
por la OIT.

34
5.2. INDICES DE LA MUJER ENCARCELADA: ESTADÍSTICAS DEL INPE

El índice de mujeres encarceladas proviene de sectores de la población económica


y socialmente desfavorecida y que permanece encarcelada por delitos típicos de
personas que carecen de poder económico, que han vivido en la pobreza y han sido
violentadas la mayor parte de sus vidas. Sin embargo, recientemente, las mujeres
se han visto involucradas en nuevas actividades delictivas como son asalto a
bancos, secuestro, extorsión y delitos contra la salud. Delitos que hasta hace poco,
estuvieron asociados sólo con hombres, por la violencia implícita que conlleva su
ejecución.

En ese sentido se advierte en estudios realizados que casi la totalidad de los


adolescentes y jóvenes que integran grupos violentos pertenecen al sexo
masculino. Sólo en los distritos de Carabayllo, Comas, Cercado de Lima y los
Olivos, se ha podido detectar algunos casos de integrantes del género femenino.
Esta minoritaria presencia femenina confirmaría la tradicional lejanía de la mujer con
la violencia callejera, situación que puede observarse también en los niños "de la
calle" mal llamados "pirañitas" que son agrupaciones mayoritariamente
masculinas.46

El trabajo de campo consiste en la recopilación de información sobre la situación,


en diversos aspectos, de aquellas mujeres que han cometido delitos; para ello,
hemos partido de la información brindada por El Instituto Nacional Penitenciario
(INPE), como organismo público descentralizado del Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, rector del sistema penitenciario nacional, que tiene como
objetivo la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad;
objetivo que responde al principio constitucional del artículo 139º inciso 22 de la
Constitución Política del Perú, reconocido en el artículo II del Título Preliminar del
Código de Ejecución Penal.

46 http://www.seguridadidl.org.pe/libros/yepez/leccion03.pdf

35
Con la finalidad de responder a este objetivo, hemos tomado información brindada
por el Consejo Nacional Penitenciario, el cual presenta informes Estadísticos luego
de transcurridos seis meses del año en curso. En este informe, se describen las
variables más representativas de la población penitenciaria tanto intramuros como
extramuros.

5.2.1. POBLACION PENITENCIARIA POR GENERO SEGÚN EDADES ENERO


DEL 2011 a ENERO DEL 2012

La población penal de varones fue de 51,055 internos y constituye el 94% de la


población penal. Si agrupamos a estos por rangos de edad podemos ver que la
mayor concentración se sitúa entre los internos de 20 a 39 años de edad.

Se puede decir que desde los 18 años de edad hasta los 29 años de edad, las
personas están en condición de capacitarse y producir activamente; así tenemos
que este grupo está conformado por el 36% del total de internos, datos que son muy
importantes para evaluar los programas de políticas preventivas encaminadas a
cambiar la conducta delictiva.

36
La población de mujeres es de 3,264 internas y constituye el 4% de la población
total.

En este caso podemos ver que la mayor concentración de internas se encuentra


entre los 25 años de edad a 44 años de edad. Podemos afirmar que existe un grupo
que puede estar en etapa de formación en el rango de 18 a 24 años que constituye
el 11% de ellas, pudiendo destinarse o fomentar programas de formaciones técnicas
o universitarias, e incluso el aprendizaje de idiomas.

PIRAMIDE DE LA POBLACION PENAL POR SEXO SEGÚN GRUPOS DE EDAD

37
5.2.2. POBLACION PENAL FEMENINA POR SITUACION JURÍDICA
POBLACIÓN PENAL FEMENINA POR SITUACIÓN JURÍDICA SEGÚN OFICINAS
REGIONALES (Junio-2012) 47

OFICINAS TOTAL PROCESAD SENTENCIADOS


REGIONALES OS MUJERES
MUJERES
O.R. NORTE- 8,264 154 177
CHICLAYO
O.R. LIMA- 30,944 1,326 700
LIMA
O.R. SUR- 2,265 88 108
AREQUIPA
O.R. CENTRO- 4,897 206 126
HUANCAYO
O.R. ORIENTE- 3,822 152 84
HUANUCO
O.R. SUR 2,858 132 84
ORIENTE-
CUSCO
O.R. NOR 3,515 72 72
ORIENTE-
TARAPOTO
O.R. 1,454 117 42
ALTIPLANO-
PUNO
Totales 58,019 2247 1393

47 Fuente: Unidades de Registro Penitenciario Elaboración: INPE/Unidad de Estadística a Junio 2012

38
En este cuadro podemos observar la situación jurídica de las mujeres en las
distintas provincias del Perú. Observamos que Lima se presenta como la zona
donde más población penitenciaria existe y, a la vez, en cuanto a la situación
penitenciaria, observamos que, en éste distrito, existen más mujeres procesadas y
sentenciadas que en las demás provincias. En segundo lugar tenemos la Región de
Huánuco como el lugar con mayor población penitenciaria femenina con procesados
y sentenciados.

5.2.3. POBLACION DE INTERNAS Y TENENCIA DE HIJOS MENORES:

El artículo IX del Título Preliminar del Código de Ejecución Penal y el artículo 8º de


su Reglamento establecen que la interna gestante o madre y los hijos menores de
ésta que conviven con ella, gozan de protección del Sistema Penitenciario. El
artículo 12º del Reglamento del Código de Ejecución Penal establece que las
mujeres privadas de libertad tienen derecho a permanecer en el Centro
Penitenciario con sus hijos hasta que éstos cumplan tres años de edad.

En muchos casos, las mujeres detenidas y privadas de libertad son madres de niños
menores de tres años que solicitan el ingreso del menor para su cuidado, teniendo
el INPE que brindar a dicho niños albergue, alimentación, educación y otros
servicios en cumplimiento de la normatividad establecida, en otros casos, las
internas son recluidas cuando se encuentran en gestación y cuando dan a luz, sus
hijos forman parte de la población de niños a cargo del sistema penitenciario. Por
último, se tiene el caso de las internas que estando recluidas se embarazan al recibir
su visita conyugal. En el mes de febrero, el INPE tuvo a su cargo a 188 niños: 102
varones y 86 mujeres, y la mayor parte son menores de un año (68 entre hombres
y mujeres). La mayor cantidad de niños se encuentra en el establecimiento
penitenciario de mujeres de Chorrillos y Anexo Chorrillos.

39
5.2.4. POBLACION PENAL POR SITUACIÓN JURÍDICA Y SEXO
(DISTRIBUCIÓN-PORCENTUAL POR REGIONES)

La población penitenciaria está dividida en dos grandes grupos según su situación


jurídica; para el mes de febrero de 2012, los procesados constituyen el 58.58% y
los sentenciados el 41.42%, respecto a la población total.

En comparación al mes anterior, se ha registrado un aumento de 1,116 internos,


siendo la población actual de 54,319 internos, el total de hombres aumentó en 1,093
internos, mientras que el total de mujeres aumentó en 23 internas. El 93.99% de
internos es masculino y el 6.01% femenino.

5.2.5. POBLACION PENAL POR SITUACION JURIDICAY SEXO, POR


DEPARTAMENTOS

La distribución porcentual por estado civil de la población penal muestra una mayor
concentración en la categoría “conviviente” con un 43%, mientras que el de
“solteros” llega al 42%. Asimismo, la composición de la población penal por su
estado civil presenta características similares entre hombres y mujeres.

40
De los 51,055 internos varones, el 44% (22,440) son convivientes, el 41% (21,089)
son solteros y el 12% (6,361) casados. En el caso de las mujeres, de un total de
3,264 internas, el 27% (871) son convivientes, mientras que las solteras alcanzan
el 53% (1,733) y las casadas el 12% (377). Quedando otras categorías con menor
porcentaje como los “separados”, “divorciados” y “viudos”. Estos indicadores se
pueden adoptar para establecer políticas de tratamiento al privado de libertad que
tendrá el concepto de unidad familiar como un factor para su reinserción a la
sociedad.

POBLACION PENAL POR ESTADO CIVIL (DISTRIBUCIÓN


PORCENTUAL)

23,311 22,822

6,738

630
502
316

soltero separado divorciado viudo casado conviviente

5.2.6. POBLACIÓN PENITENCIARIA DE ORIGEN EXTRANJERO

El 3% de la población penitenciaria (1,470 internos) la conforman internos de


distintas nacionalidades, de los cuales 1,234 son varones y 236 mujeres. La mayoría
de ellos (90 % aproximadamente) se encuentra detenido por la comisión del delito
de tráfico ilícito de drogas, en general, se encuentran dentro del tipo penal básico
de transporte del ilícito cargamento y son captados por organizaciones criminales
internacionales.

41
El Establecimiento Penitenciario del Callao albergó anteriormente a la mayoría de
los internos extranjeros (actualmente cuenta con 329 internos), pues al ser
detenidos en su mayoría en el Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”, le
correspondía la jurisdicción de la Corte Superior del Callao. Actualmente, por
motivos de sobrepoblación y hacinamiento, son recluidos en el Establecimiento
Penitenciario Ancón II, que alberga a 422 ciudadanos extranjeros. En cuanto al
centro de detención de las mujeres extranjeras, el Establecimiento Penitenciario de
Mujeres de Chorrillos continúa albergando a su mayoría de extranjera (161
internas).

Por situación jurídica, género y país de procedencia

DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION PENAL


POR NACIONALIDAD
1,470

52,849

peruanos extranjeros

5.3 ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE CRIMINALIDAD FEMENINA EN EL


PERÚ

En ese contexto encontramos que hay muchos estudios de delincuencia masculina,


pero es bastante difícil encontrar investigaciones o trabajos sobre mujeres
delincuentes por ello mismo son pocos los que se han abocado a estudiar las

42
posibles causas o factores de riesgo de estas conductas en poblaciones específicas
como el sector femenino. Pese a que en las últimas décadas, la tasa de delincuencia
femenina ha tenido un crecimiento mayor en comparación con otros países del
mundo, donde está el Perú incluido.

Las causas de la conducta delictiva son multifactoriales ya que están involucrados


factores biopsicosociales, sin embargo, se han identificado algunos factores de
riesgo relevantes para la prevención del delito.

Otro aspecto a resaltar resulta el hecho que recientemente, las mujeres se han visto
involucradas en nuevas conductas delictivas como son asalto a banco, secuestro,
extorsión y delitos contra la salud en todos estos hechos también actúan siempre
como nexo importante entre los que lideran la delincuencia por lo que tanto en la
Justicia penal como en la Policía, reconocen que la aparición del sexo femenino en
el ámbito delictivo se encuentran en incremento permanente.

Mientras que el restante 17.5 % de delitos cometidos por las mujeres se esparcen
en todos los demás delitos del Código Penal.

Es interesante observar que en lo relativo a los delitos contra la salud, más que
consumir drogas la mujer actúa en el tráfico de drogas como micro
comercializadoras consciente y justificándose que: (no consigo trabajo, no tengo
qué dar de comer a mis hijo, mi esposo y/o compañero me abandono o está en la
cárcel por lo m ismo, etc.) proyectado una falta de sensibilidad social y sus
dificultades a nivel de la integración a la sociedad.

Las Mujeres participan principalmente como Autoras de los Delitos, a diferencia de


décadas atrás era una barriada sin centros comerciales y de esparcimiento donde
la mujer siempre participaba esencialmente como Encubridora, Señuelo y Cómplice
de Autores Varones. Las Mujeres se hoy por hoy se han integrado al Hampa y
participan del juego de roles casi al igual que los varones y que la Motivación central
tanto en los Delitos contra la Propiedad como en los Delitos de Tráfico de Drogas
ES CONSEGUIR DINERO ILICITAMENTE, tenemos que tanto los Hombres como
las Mujeres Condenadas presentan en la actualidad un 56.0% de estos Delitos.

43
Los Roles Laborales contraculturales son los siguientes.

(1) Asaltantes, rol desempeñado tradicionalmente por varones y en el cual participan


crecientemente las mujeres. Los asaltos a taxistas tienen el fin de utilizar el taxi para
realizar un asalto, generalmente a una Joyería, Farmacia, Supermercado, Fábrica,
Camionetas repartidoras de cigarrillos, etc. y ocasionalmente, Bancos. Deben
descartarse los asaltos a micreros y taxistas, ya que estos son efectuados por
Pandillas Poblacionales marginales, bajo los efectos de Drogas y Alcohol.

(2) Moreras (os), rol que consiste en robar casas o fábricas, en lo posible sin
moradores. Los Monreros de alto status, roban sólo dinero y joyas en barrios altos
de clase alta. Los Monreros de menor Status, roban más bien electrodomésticos y
ropa en barrios de clase media.

(3) Los Lanzas, donde se distinguen tres subtipos, como las y los Lanzas montados
(en metro, buses, micros), las y los Lanzas de Mano y las y los Lanzas a Chorro. El
Lanza tiene en términos excepcionales un extraño status bivalente, porque es
rotulado categóricamente además de SAPO, es decir transgrede habitualmente el
valor de NO SAPEAR es decir, no delatar.

(4) Las Tenderas, rol especialmente femenino, que consiste en trabajar hurtando al
interior de grandes tiendas o supermercados, utilizando muchas veces fajas
elasticadas en el cuerpo siendo este tipo de delito la que más se ha incrementado
en Perú.

(5) Cuenteras, rol practicado por hombres, mujeres y parejas de hombre-mujer y


que consiste en “cuentear” la víctima de modo que entregue el dinero “sin dolor”.
Las Mujeres Cuenteras tienen grandes dotes histriónicas y personalidad histérica.
Entre los cuentos, el del “Balurdo” parece ser uno de los más frecuentemente
utilizados.

(6) De Descuido, que consiste en hurtar mientras se descuida la víctima (en


Terminales de Buses como el de FIORI, etc.), apropiándose de las maletas, bolsos,
etc.

44
CONCLUSIONES.

Podemos concluir entonces, que las mujeres participan actualmente de los mismos
roles laborales de Ladrones tradicionalmente exclusivamente masculinos, aunque
el rol de tenderas y de micro comercializadoras de droga es preferencialmente
femenino, e integran en consecuencia una Estratificación social Contracultural
alternativa a la normativa, conjuntamente con los Varones.

Entendemos que de la misma forma que la mujer se incorpora crecientemente a la


Estructura Ocupacional remunerada normativa conforme al enorme crecimiento
económico de Lima Norte las mujeres de Clase Baja que no han tenido acceso a la
Estructura de Oportunidades, se incorporan también crecientemente al Hampa y al
Tráfico y a la venta ilícita de Drogas al menudeo.

Las penas impuestas más frecuentes son las de prisión condicional y la de multa.
Las penas privativas de libertad efectiva son solo 2 por ciento del total de las penas
impuestas en el caso de los hombres.

Lo que realmente llama la atención hoy es la creciente presencia de la mujer en


hechos delictivos: Robos, hurtos, secuestros; comercialización de drogas, robo en
almacenes de cadena, hurto de carros y motos, robos de niños, proxenetismo, copia
y fabricación clandestina de productos de marca, asaltos bancarios, secuestros;
lesiones personales, concierto para delinquir y homicidios delitos que solo hace
unas décadas eran exclusivos de varones.

Este problema sociológico ha sido develado últimamente por las autoridades


policiales, las cuales están efectuando un número cada vez mayor de capturas de
delincuentes femeninas, pues si bien las bandas criminales, en su psicología
delictuosa, usan como instrumento a los menores de edad porque la justicia tiene
un tratamiento especial para ellos, ahora utilizan a las mujeres porque pueden pasar
inadvertidas en la comisión de las mencionadas transgresiones, pues suelen
despertar menos sospechas, están más protegidas para una requisa por su
condición femenina y tienen habilidad para camuflar mejor drogas, armas y cosas
robadas.

45
En el presente año ya han sido diversos los casos de mujeres utilizadas como
señuelos, aprovechando sus encantos físicos, su natural coquetería y hasta sus
feromonas para cautivar y trasladar a sus ingenuas e ilusionadas víctimas del sexo
masculino, “papeándolos” o no, a parajes solitarios en donde les esperan sus
cómplices que terminan despojándoles de sus celulares, vehículos, motos y otras
pertenencias. Especialmente los cuarentones y casados son los que en escasas
ocasiones se resisten a esas tentaciones.

En síntesis, se debe comenzar a trabajar en nuevas estrategias para atacar este


sombrío panorama social que ha puesto a prueba la capacidad de las autoridades
locales. Hasta ahora los programas se enfocan a atender a la mujer como víctima y
no como delincuente.

46
VI. CONCLUSIONES

 El rol de la mujer se ha visto opacado en muchos aspectos, sin embargo


existe evidencia de que la mujer puede cometer crímenes similares a los que
cometen los hombres, como los asesinatos seriales, encontrando diferencias
en los perfiles por género. Se encontró que las motivaciones más importantes
por las que llegan a delinquir las asesinas son el dinero, el placer y la
venganza, en contraposición al poder.

 Sus víctimas más comunes eran miembros de su familia, ya sea hijos,


hijastros, esposos o familiares cercanos. Otro factor está relacionado con
motivaciones de tipo sexual, presentando dependencia emocional hacia la
pareja (Trastorno de la personalidad por dependencia), con la finalidad de
complacerla o evitar el abandono de ella. En las mujeres criminales o
asesinas seriales en potencia, es muy importante considerar el desarrollo de
su infancia, ya que a partir de este momento se empiezan a desencadenar
los comportamientos propios de un Trastorno Antisocial de la Personalidad.

 Algunas de las criminales, de niñas, sufrieron la pérdida o el abandono de


sus padres, imposibilitándolas de sus necesidades internas (afecto y
protección) y necesidades externas (falta de vivienda y educación), lo que
propició el fracaso de adaptarse a las normas sociales, gran irritabilidad y
agresividad, la falta de responsabilidad, y la carencia de remordimientos.

 A través de la evolución de la historia, el papel de la mujer en la sociedad se


ha visto influenciado por factores de tipo biológico, cultural y social que han
hecho que su participación en los delitos sea diferente a la del hombre. Esto
ha ocasionado que las investigaciones en el tema de la criminalidad estén
enfocadas al género masculino, generalizando estos hallazgos a la
criminalidad femenina.

47
VI. BIBLIOGRAFIA

ANTONY, Carmen. “Criminología, victimología y movimiento feminista”, en


ELBERT, Carlos. La criminología del siglo XXI

ARENDT Hanna. “Infancia y violencia” - CEDAPP. Saywa Ediciones. Lima. 1991.

COOPER MAYR, Doris. Criminología y delincuencia femenina

CORSI Jorge “Una mirada abarcativa sobre el problema de la violencia familiar”. En:
Violencia Familiar.

Carlos Aramburu /Carlos Figueroa. Pobreza Extrema y exclusión social. En.


Políticas Sociales en el Perú: Nuevos Aportes. Red para el Desarrollo de las
Ciencias Sociales en el Perú. Pág. 46

BENAVIDES CAVERO Cesar. El Derecho y la Seguridad.

CIFUENTES CASTAÑEDA, Rosa María (2008) “Asesinas”, Editorial, Editora Mesa


Redonda E.I.R.L., Ciudad, Lima – Perú, páginas 13

DEFENSORIA DEL PUEBLO. Violencia familiar: Un análisis desde el derecho


penal. Serie Informes defensoriales.

DOLORES SERRANO, Tárraga, VÁSQUEZ GONZÁLES, Carlos, (2012),


Criminales Mujeres, www.uned-illesbalears.net/esp/crim104.pdf/

ESPINOZA MATOS María Jesús. “Violencia en la Familia en Lima y el Callao”.


Ediciones del Congreso del Perú. Lima. 2000.

MEZA Daniel, " Rosa María Cifuentes se sumerge en el perfil psicológico de las
mujeres asesinas ", Entrevista El Comercio.

ROMERO, Martha y Rosa AGUILERA. “¿Por qué delinquen las mujeres?


Perspectivas teóricas tradicionales.

STEPHY, Camacho (2012), Perfil Criminológico de la Mujer.

48

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