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“En vertebrados, el sistema digestivo hace posible una división del trabajo que llega a una mayor eficiencia
en cada etapa del proceso digestivo: capacitación y digestión del alimento, absorción del alimento y
eliminación de desechos.”
1. La mucosa, constituida por un epitelio simple, una membrana basal subyacente, tejido conjuntivo y, en
algunas zonas, una delgada capa externa de musculo liso
2. La submucosa, constituida por tejido conjuntivo, glándulas, fibras nerviosas, vasos sanguíneos y
linfáticos
3. La capa muscular externa, conformada por 2 capas de musculo liso, una interna de orientación radial o
circular y otra externa longitudinal
4. La serosa, cubierta externa de tejido conjuntivo y epitelio escamoso estratificado.
Las contracciones combinadas de ambas capas de musculo liso impulsan al alimento a lo largo del tubo. En
algunas zonas la capa se engruesa y forma bandas anchas, los esfínteres actuando como válvulas que
regulan el paso de alimentos por el tubo.
En esta comienza la fragmentación mecánica del alimento. Los dientes contribuyen a la trituración y ruptura
de comida, estos se distribuyen en incisivos, siendo los más cercanos a la línea media, junto a ellos los
caninos y en plano posterior a ellos, el primer y segundo molar.
Dentro de la boca, la lengua mueve y mezcla los alimentos y lo dirige hacia la parte posterior de la boca,
además, posee papilas gustativas por medio de las cuales percibimos el sabor.
Durante la masticación, la saliva, producida por 3 pares de glándulas salivales, humedece y lubrica el
alimento. El proceso de salivación es controlado por el sistema nervioso autónomo y se inicia incluso por el
olfato de alimentos. La mucosa de la boca y de la lengua contiene numerosas glándulas salivales. Las
principales productoras y secretoras son las salivales mayores ubicadas en el plano subyacente a la mucosa
bucal. Los 3 pares de glándulas mayores son las parótidas, en el plano anteroinferior a los oídos, las
submandibulares, bajo la base de la lengua y las sublinguales, por encima de las submandibulares.
También presenta glándulas salivales pequeñas o menores. Son glándulas labiales, bucales, linguales y
palatales, que contribuyen en menor medida a la secreción de saliva.
La saliva se constituye 99,5% de agua y 0,5% de solutos tales como sodio, potasio, cloruro, bicarbonato (lo
que la vuelve alcalina) y fosfato. Contiene algunos gases disueltos y sustancias orgánicas como urea, moco,
inmunoglobulina A, la enzima bacteriolítica lisozima y dos enzimas digestivas: amilasa salival, y lipasa lingual.
Esta última se activa en el medio acido del estómago, por lo que comienza a ejercer acción luego de deglutir
alimentos.
La deglución (tragar) es cuando la comida abandona la boca y pasa a llamarse bolo alimenticio, recorriendo
la faringe y luego el esófago. Consta de 2 etapas:
La faringe es un órgano compartido entre el sistema digestivo y el respiratorio, el cual solo conduce el
alimento.
El esófago tanto como la boca y la faringe, es un epitelio plano estratificado. Además, está recubierto por
una capa de mucus, la cual ayuda en el deslizamiento. Mide aproximadamente 25 cm y va desde la zona
torácica hasta el abdomen, atravesando el diafragma, y desemboca en el estómago.
El estómago posee un pH muy acido, mientras que el esófago no está preparado para este tipo de pH, es por
eso que entre el esófago y el estómago encontramos otro esfínter, pero este esfínter está formado por el
esfínter esofágico inferior y uno propio del estómago, el cardias, esto permite que el esófago pueda
protegerse del pH acido del estómago.
El estómago es una cavidad rodeada de una pared muscular fuertemente replegada, de capacidad variable.
Puede contener entre 2 y 4 litros de alimento.
La mucosa estomacal es un tejido epitelial cilíndrico simple y cuyos repliegues forman pequeños sacos o
criptas gástricas (Las criptas no son vellosidades):
o En su parte superior poseen células secretoras de moco, este es rico en bicarbonato, el cual neutraliza la
acidez, protegiendo así al epitelio estomacal de la autodigestión
o En la parte inferior de las criptas se ubican glandulas que liberan protones (H+) e iones cloruro (Cl-) que
forman ácido clorhídrico (HCl), y pepsinogeno, una molécula precursora de la enzima pepsina. Estas
secreciones, junto con el agua en la cual se disuelven, constituye el jugo gástrico:
Cuando la protección del moco de las criptas no es suficiente, el jugo gástrico digiere la pared estomacal,
provocando ulceras. La causa de estas es una bacteria llamada Helicobacter pylori que infecta las células
secretoras de moco y provoca una disminución en este.
En el estómago se absorben muy pocas sustancias, solamente agua, iones, ácidos grasos, medicamentos y
alcohol, los cuales de ahí pasan al torrente sanguíneo.
El estómago se encuentra bajo el control del SNA, la rama simpática inhibe la digestión y la parasimpática la
estimula.
Las secreciones y la motilidad del estómago se encuentran bajo el control del sistema endocrino, cuando un
alimento rico en proteínas y lípidos llega al estómago, las células endocrinas de la mucosa secretan la
hormona estomacal gastrina (hormona paracrina), que se libera al torrente sanguíneo. Esta hormona
incrementa la secreción del jugo gástrico y las contracciones de la pared estomacal.
El alimento, luego de 4 horas de la ingestión, se convierte en una masa
semilíquida que se mueva por perístasis a través de otro esfínter, el
píloro, llegando al intestino delgado.
Luego de pasar por el píloro, la masa de alimento pasa a llamarse quimo acido, la cual ingresa en el intestino
delgado. Allí se completa la digestión de los hidratos de carbono y proteínas, y se inicia la digestión de las
grasas. El intestino delgado presenta pliegues circulares en la capa submucosa, vellosidades en la capa
mucosa y dentro de estas, microvellosidades en las células epiteliales. Esto hace que el nivel de absorción se
mucho mayor.
Cabe aclarar que las cilias son distintas a las microvellosidades, las cilias solo se encuentran en el sistema
respiratorio.
Las vellosidades presentan un tejido conectivo que incluye una arteriola, una vénula, una red de capilares
sanguíneos y un capilar linfático (vaso quilífero). Los nutrientes absorbidos pasan por el capilar sanguíneo o
el vaso quilífero para llegar a la sangre o linfa, respectivamente.
El intestino mide 6 metros de longitud y su área total es de 300 m2. El intestino delgado se divide en:
1. El duodeno: Principal sector de absorción. Acá desembocan las sustancias producidas por el hígado y el
páncreas que neutralizan el pH acido que proviene del estómago y pasa de llamarse quimo acido a
quilo.
2. El yeyuno: menor absorción
3. El Íleon: menor absorción
La membrana plasmática de las microvellosidades intestinales contiene enzimas que catalizan los últimos
pasos de la digestión intestinal:
Las moléculas que resultan de la digestión de los hidratos de carbono, proteínas y lípidos y otros
polímeros orgánicos son absorbidas a través de las membranas de las vellosidades
Los monosacáridos (glucosa y galactosa) son absorbidos en un proceso en el que interviene el sodio
(transporte activo secundario)
La fructosa atraviesa el epitelio intestinal por difusión facilitada
Varios aminoácidos y péptidos son absorbidos por mecanismos de transporte
Todos estos nutrientes ingresan en el torrente sanguíneo por los capilares sistémicos y se distribuyen a través
del sistema circulatorio a todas las células del cuerpo.
Los ácidos grasos hacen un recorrido más complejo, debido a que si tamaño va variando:
Vía exógena
1. Los lípidos ingresan a la célula en forma de triglicéridos y estos son transformados en quilomicrones
gracias a los enterocitos. Una vez que estos ingresan en el sistema linfático, se encuentran con unas
enzimas denominadas lipoproteinilipasa (LPL), estas enzimas actúan y disminuyen el tamaño del
quilomicrón, convirtiéndolo en un quilomicrón remanente.
Via endógena
2. El quilomicrón remanente pasa a la vía endógena, donde llega al hígado. El hígado puede convertir al
quilomicrón remanente en un VLDL, el cual ya puede ir por la sangre arterial, o en un HDL (producto
final) a partir de un LDL.
3. Si se convierte en un VLDL, luego se encontrará con enzimas LPL, las cuales volverán a actuar y reducirán
el tamaño, convirtiéndolo en IDL.
4. Luego el IDL se convierte en LDL (producto final) mediante un proceso que todavía no se conoce por
completo. El LDL posee 3 destinos, que pueden ser a glándulas, tejidos o el hígado (convirtiéndose en
HDL).
o Los LDL: proporcionan colesterol a los tejidos, glándulas e hígado. También pueden actuar como
macrófagos y llevan a la formación de placas en las arterias. Su colesterol se lo considera como el
“colesterol malo”
o Los HDL: llevan el colesterol en exceso al hígado, también lo llevan a las glándulas para la producción de
hormonas de origen esteroide, y evitan el deposito en placas. Su colesterol se lo considera como el
“colesterol bueno”
Páncreas
El páncreas aporta las secreciones neutralizantes, agua, iones y diversas enzimas inactivas que luego son
activadas. Se divide en:
I. Páncreas exocrino: secreta agua, iones y amilasa pancreática que degrada almidón, enzimas que
degradan grasas proteínas como la tripsina.
II. Páncreas endocrino: glándula productora de hormonas. Los islotes de Langerhans, secretan hormonas
peptídicas insulina, glucagón, polipéptido pancreático y somatostatina que se libera al torrente
sanguíneo. Estas regulan los niveles de glucosa en sangre y modula la actividad del páncreas exocrino.
Hígado
El hígado sintetiza la bilis, que contiene agua, iones, como bicarbonato, sodio y calcio, y ácidos biliares,
sintetizados a partir del colesterol, que contribuyen a la digestión de grasas. La bilis circula por conductos
que llevan a la vesícula biliar, donde se acumula. Las sales de ácidos biliares actúan como detergentes al
convertir la grasa del intestino en pequeñas gotas (micelas).
La actividad digestiva del intestino también está coordinada y regulada por hormonas provenientes del
duodeno:
o Secretina: esta hormona ante la llegada del jugo gástrico estimula la secreción de líquidos alcalinos
(poco ácidos) por parte del páncreas y del hígado
o Colecistocinina: se produce en presencia de grasas y aminoácidos. Esta hormona estimula la liberación
de enzimas pancreáticas y el vaciamiento de la vesícula biliar
o Péptido inhibidor gástrico: Inhibe la motilidad gástrica y la secreción de gastrina
La absorción de agua (7 litros por día), sodio y otros minerales ocurre primariamente en el intestino delgado
y continua en el grueso, por lo tanto, cuando esta absorción se interrumpe se puede producir una
deshidratación grave (Colera).
El intestino grueso se divide en colon ciego, ascendente, transverso, descendente, sigmoides y recto, y
dentro de este encontramos sacos denominados hastras. Además, este aloja una gran cantidad de bacterias
simbióticas (E. coli y especies Lactobacilus). Estos microorganismos degradan el alimento que escapo de la
digestión y absorción en el intestino delgado y a partir de él sintetizan aminoácidos y vitaminas, por
ejemplo, la vitamina K la cual no podemos sintetizar.
En el colon ciego también encontramos el apéndice, el cual, no tiene una función digestiva conocida pero
aun así puede causar apendicitis, una enfermedad la cual si no se trata puede ser mortal. Es un resto
embrionario.
Finalmente, todo lo no digerido o absorbido se convierte en materia fecal compuesta por agua, bacterias y
fibras de celulosa, junto con otras sustancias indigeribles y es lubricada con moco del intestino grueso. Este
se almacena brevemente en el recto y luego es expulsado por el ano. Los pigmentos biliares le dan color.
La digestión suministra moléculas orgánicas que sirven como fuente de energía y materia prima. Una de
estas moléculas es la glucosa, la cual se mantiene constante en el organismo gracias al páncreas y el hígado,
entre otros factores.
La absorción o liberación de glucosa por parte del hígado está determinado por las siguientes hormonas:
I. Insulina, promueve la absorción de glucosa por las células del cuerpo y disminuye la glucosa
sanguínea. Es una hormona hipoglucemiante y su déficit provoca diabetes.
II. El glucagón, promueve tanto la glucogenólisis como la gluconeogénesis. Hiperglucemiante.
III. La somatostatina, tiene efectos inhibidores que ayudan a regular la tasa a la cual la glucosa y otros
nutrientes son absorbidos por el tubo digestivo. Hiperglucemiante.
IV. La adrenalina, el cortisol y la hormona de crecimiento son hiperglucemiantes. La adrenalina actúa
en cuadros de estrés agudo. El cortisol en casos de estrés crónico, tiene efectos lipoliticos (en tejido
adiposo) y proteolíticos (en el musculo). La hormona de crecimiento, garantiza una provisión de
glucosa para muchos procesos anabólicos.
Requerimientos nutricionales
Los requerimientos energéticos del cuerpo pueden satisfacerse con una combinación de carbohidratos,
proteínas o grasas. Los carbohidratos y proteínas suministran el mismo número de calorías por gramo de
peso seco, las grasas aportan el doble.
Además de calorías, las células del cuerpo requieren veinte tipos distintos de aminoácidos para sintetizar
proteínas y los seres humanos somos capaces de sintetizar solo doce, por lo que es necesario obtener los
demás de la dieta y son conocidos como aminoácidos esenciales. Las plantas son la fuente ultima de
aminoácidos esenciales, pero es déficit obtenerlos en cantidades suficientes de estas con una dieta
vegetariana, sin embargo no es imposible.
Los mamíferos también requieren, pero no pueden sintetizar, ciertos ácidos grasos poliinsaturados
necesarios para la síntesis de grasas y de un grupo de hormonas conocidas como prostaglandinas. Estos
ácidos se obtienen de plantas o insectos.
Las vitaminas son moléculas requeridas por células vivas que no pueden ser sintetizadas. Muchas funcionan
como coenzimas y se requieren pequeñas cantidades generalmente. Aunque los complementos vitamínicos
son clave en casos de desnutrición, las ingestiones de cantidades excesivas no tienen un efecto beneficioso.
Algunas vitaminas como las A, D y K son toxicas en dosis elevadas.
Además, también requiere varias sustancias inorgánicas como calcio y fosforo (en huesos), yodo (hormona
tiroidea), hierro (hemoglobina), sodio, cloro, potasio (balance iónico), magnesio (funcionamiento normal
del musculo), flúor (dientes), cobre, cinc y selenio los cuales pueden encontrarse en la dieta común o agua.