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LEY 1620 DE 2013 Y DECRETO 1965 DE 2013.

LEY PARA LA CONVIVENCIA Y LOS DERECHOS HUMANOS.

¿De qué manera la Ley 1620 de 2013 y su decreto reglamentario se relacionan con la formación para el ejercicio
de la ciudadanía?, ¿por qué desde este marco normativo se hace énfasis en los proyectos pedagógicos
transversales y el desarrollo de competencias ciudadanas?.

Para responder a estas preguntas es necesario tener en cuenta que, los grandes retos para la escuela frente a la
formación para el ejercicio de la ciudadanía se relacionan con lograr que quienes conforman la comunidad
educativa sean sujetos activos de derechos; por lo que deben desarrollar las competencias necesarias para
convivir pacíficamente, participar en la toma de decisiones y valorar a las otras personas desde la diferencia.
Adicionalmente, se ha demostrado cómo existe una relación estrecha entre procesos exitosos de formación para el
ejercicio de la ciudadanía, el mejoramiento del clima escolar, el desarrollo de ambientes de aprendizaje
democráticos, y la transformación de escenarios escolares. Es decir, cuando en la escuela el grupo de estudiantes
siente que puede participar, el equipo de docentes percibe que existen procesos de comunicación asertivos; las y
los directivos docentes lideran de manera democrática la gestión institucional; se mejora el clima escolar, y se
obtienen mejores resultados académicos.
Teniendo en cuenta lo anterior, la Ley 1620 de 2013 y su decreto reglamentario aportan al mejoramiento de la
calidad educativa y a la formación para el ejercicio de la ciudadanía, al convertirse en herramientas de política
pública que organizan el sector educativo para contribuir al fortalecimiento de la convivencia escolar. De igual
forma, la ley hace énfasis en la necesidad de entender la convivencia escolar como un asunto colectivo, cuya
responsabilidad es compartida entre la comunidad educativa y otros sectores involucrados.
Teniendo en cuenta lo anterior, es evidente cómo en el marco de la Ley 1620 de 2013 el manual de convivencia se
convierte en un elemento fundamental para garantizar el mejoramiento de la convivencia y el ejercicio de los
DDHH derechos humanos y DHSR derechos humanos sexuales y reproductivos. Por esta razón, en el Decreto
1965 de 2013 el proceso de actualización del manual se convierte en un eje fundamental para la implementación
de las definiciones, principios y responsabilidades que se plantean en la Ley de Convivencia Escolar.
Para complementar lo planteado anteriormente se sugiere la revisión de:
Ley 1620 de 2013, artículos 2, 5, 13, 17, 18, 19 y 21.

Artículo 2°. En el marco de la presente ley se entiende por:

– Competencias ciudadanas: Es una de las competencias básicas que se define como el conjunto de
conocimientos y de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que, articulados entre sí, hacen posible
que el ciudadano actúe de manera constructiva en una sociedad democrática.

– Educación para el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos: Es aquella orientada a
formar personas capaces de reconocerse como sujetos activos titulares de derechos humanos, sexuales y
reproductivos con la cual desarrollarán competencias para relacionarse consigo mismo y con los demás, con
criterios de respeto por sí mismo, por el otro y por el entorno, con el fin de poder alcanzar un estado de bienestar
físico, mental y social que les posibilite tomar decisiones asertivas, informadas y autónomas para ejercer una
sexualidad libre, satisfactoria, responsable y sana en torno a la construcción de su proyecto de vida y a la
transformación de las dinámicas sociales, hacia el establecimiento de relaciones más justas, democráticas y
responsables.
– Acoso escolar o bullying: Conducta negativa, intencional metódica y sistemática de agresión, intimidación,
humillación, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o
cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o por medios electrónicos contra un niño, niña, o
adolescente, por parte de un estudiante o varios de sus pares con quienes mantiene una relación de poder
asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado.

También puede ocurrir por parte de docentes contra estudiantes, o por parte de estudiantes contra docentes, ante
la indiferencia o complicidad de su entorno. El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar
emocional y el rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima escolar del
establecimiento educativo.

– Ciberbullying o ciberacoso escolar: Forma de intimidación con uso deliberado de tecnologías de información
(internet, redes sociales virtuales, telefonía móvil y videojuegos online) para ejercer maltrato psicológico y
continuado.

Artículo 5°. Principios del Sistema. Son principios del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para
los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar:

Participación. En virtud de este principio las entidades y establecimientos educativos deben garantizar su
participación activa para la coordinación y armonización de acciones, en el ejercicio de sus respectivas funciones,
que permitan el cumplimiento de los fines del Sistema. Al tenor de la Ley 115 de 1994 y de los artículos 31, 32, 43
y 44 de la Ley 1098 de 2006, los establecimientos educativos deben garantizar el derecho a la participación de
niños, niñas y adolescentes en el desarrollo de las estrategias y acciones que se adelanten dentro de los mismos
en el marco del Sistema. En armonía con los artículos 113 y 288 de la Constitución Política, los diferentes
estamentos estatales deben actuar en el marco de la coordinación, concurrencia, complementariedad y
subsidiariedad; respondiendo a sus funciones misionales.

2. Corresponsabilidad. La familia, los establecimientos educativos, la sociedad y el Estado son corresponsables


de la formación ciudadana, la promoción de la convivencia escolar, la educación para el ejercicio de los derechos
humanos, sexuales y reproductivos de los niños, niñas y adolescentes desde sus respectivos ámbitos de acción,
en torno a los objetivos del Sistema y de conformidad con lo consagrado en el artículo 44 de la Constitución
Política y el Código de la Infancia y la Adolescencia.

3. Autonomía: Los individuos, entidades territoriales e instituciones educativas son autónomos en concordancia
con la Constitución Política y dentro de los límites fijados por las leyes, normas y disposiciones.

4. Diversidad: El Sistema se fundamenta en el reconocimiento, respeto y valoración de la dignidad propia y ajena,


sin discriminación por razones de género, orientación o identidad sexual, etnia o condición física, social o cultural.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir una educación y formación que se fundamente en una
concepción integral de la persona y la dignidad humana, en ambientes pacíficos, democráticos e incluyentes.

5. Integralidad: La filosofía del sistema será integral y estará orientada hacia la promoción de la educación para la
autorregulación del individuo, de la educación para la sanción social y de la educación en el respeto a la
Constitución y las leyes.

Artículo 13. Funciones del comité escolar de convivencia. Son funciones del comité:

1. Identificar, documentar, analizar y resolver los conflictos que se presenten entre docentes y estudiantes,
directivos y estudiantes, entre estudiantes y entre docentes.

2. Liderar en los establecimientos educativos acciones que fomenten la convivencia, la construcción de ciudadanía,
el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos y la prevención y mitigación de la violencia escolar
entre los miembros de la comunidad educativa.

3. Promover la vinculación de los establecimientos educativos a estrategias, programas y actividades de


convivencia y construcción de ciudadanía que se adelanten en la región y que respondan a las necesidades de su
comunidad educativa.

4. Convocar a un espacio de conciliación para la resolución de situaciones conflictivas que afecten la convivencia
escolar, por solicitud de cualquiera de los miembros de la comunidad educativa o de oficio cuando se estime
conveniente en procura de evitar perjuicios irremediables a los miembros de la comunidad educativa. El estudiante
estará acompañado por el padre, madre de familia, acudiente o un compañero del establecimiento educativo.

5. Activar la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar definida en el artículo 29 de esta ley, frente a
situaciones específicas de conflicto, de acoso escolar, frente a las conductas de alto riesgo de violencia escolar o
de vulneración de derechos sexuales y reproductivos que no pueden ser resueltos por este comité de acuerdo con
lo establecido en el manual de convivencia, porque trascienden del ámbito escolar, y revistan las características de
la comisión de una conducta punible, razón por la cual deben ser atendidos por otras instancias o autoridades que
hacen parte de la estructura del Sistema y de la Ruta.

6. Liderar el desarrollo de estrategias e instrumentos destinados a promover y evaluar la convivencia escolar, el


ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos.

7. Hacer seguimiento al cumplimiento de las disposiciones establecidas en el manual de convivencia, y presentar


informes a la respectiva instancia que hace parte de la estructura del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y
Formación para los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la
Violencia Escolar, de los casos o situaciones que haya conocido el comité.
8. Proponer, analizar y viabilizar estrategias pedagógicas que permitan la flexibilización del modelo pedagógico y la
articulación de diferentes áreas de estudio que lean el contexto educativo y su pertinencia en la comunidad para
determinar más y mejores maneras de relacionarse en la construcción de la ciudadanía.

Parágrafo. Este comité debe darse su propio reglamento, el cual debe abarcar lo correspondiente a sesiones, y
demás aspectos procedimentales, como aquellos relacionados con la elección y permanencia en el comité del
docente que lidere procesos o estrategias de convivencia escolar.

Artículo 17. Responsabilidades de los establecimientos educativos en el Sistema Nacional de Convivencia Escolar
y Formación para los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la
Violencia Escolar. Además de las que establece la normatividad vigente y que le son propias, tendrá las siguientes
responsabilidades:

1. Garantizar a sus estudiantes, educadores, directivos docentes y demás personal de los establecimientos
escolares el respeto a la dignidad e integridad física y moral en el marco de la convivencia escolar, los derechos
humanos, sexuales y reproductivos.

2. Implementar el comité escolar de convivencia y garantizar el cumplimiento de sus funciones acorde con lo
estipulado en los artículos 11, 12 y 13 de la presente ley.

3. Desarrollar los componentes de prevención, promoción y protección a través del manual de convivencia, y la
aplicación de la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar, con el fin de proteger a los estudiantes
contra toda forma de acoso, violencia escolar y vulneración de los derechos humanos, sexuales y reproductivos,
por parte de los demás compañeros, profesores o directivos docentes.

4. Revisar y ajustar el proyecto educativo institucional, el manual de convivencia, y el sistema institucional de


evaluación de estudiantes anualmente, en un proceso participativo que involucre a los estudiantes y en general a
la comunidad educativa, a la luz de los enfoques de derechos, de competencias y diferencial, acorde con la Ley
General de Educación, la Ley 1098 de 2006 y las normas que las desarrollan.

5. Revisar anualmente las condiciones de convivencia escolar del establecimiento educativo e identificar factores
de riesgo y factores protectores que incidan en la convivencia escolar, protección de derechos humanos, sexuales
y reproductivos, en los procesos de autoevaluación institucional o de certificación de calidad, con base en la
implementación de la Ruta de Atención Integral y en las decisiones que adopte el comité escolar de convivencia.

6. Emprender acciones que involucren a toda la comunidad educativa en un proceso de reflexión pedagógica sobre
los factores asociados a la violencia y el acoso escolar y la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos y
el impacto de los mismos, incorporando conocimiento pertinente acerca del cuidado del propio cuerpo y de las
relaciones con los demás, inculcando la tolerancia y el respeto mutuo.
7. Desarrollar estrategias e instrumentos destinados a promover la convivencia escolar a partir de evaluaciones y
seguimiento de las formas de acoso y violencia escolar más frecuentes.
8. Adoptar estrategias para estimular actitudes entre los miembros de la comunidad educativa que promuevan y
fortalezcan la convivencia escolar, la mediación y reconciliación y la divulgación de estas experiencias exitosas.

9. Generar estrategias pedagógicas para articular procesos de formación entre las distintas áreas de estudio.

Artículo 18. Responsabilidades del director o rector del establecimiento educativo en el Sistema Nacional de
Convivencia Escolar y Formación para los Derechos Humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y
de la violencia escolar. Además de las que establece normatividad vigente y que le son propias, tendrá las
siguientes responsabilidades:

1. Liderar el comité escolar de convivencia acorde con lo estipulado en los artículos 11, 12 y 13 de la presente ley.

2. Incorporar en los procesos de planeación institucional el desarrollo de los componentes de prevención y de


promoción, y los protocolos o procedimientos establecidos para la implementación de la ruta de atención integral
para la convivencia escolar.

3. Liderar la revisión y ajuste del proyecto educativo institucional, el manual de convivencia, y el sistema
institucional de evaluación anualmente, en un proceso participativo que involucre a los estudiantes y en general a
la comunidad educativa, en el marco del Plan de Mejoramiento Institucional.

4. Reportar aquellos casos de acoso y violencia escolar y vulneración de derechos sexuales y reproductivos de los
niños, niñas y adolescentes del establecimiento educativo, en su calidad de presidente del comité escolar de
convivencia, acorde con la normatividad vigente y los protocolos definidos en la Ruta de Atención Integral y hacer
seguimiento a dichos casos.

Artículo 19. Responsabilidades de los docentes en el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para
los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar.
Además de las que establece la normatividad vigente y que le son propias, tendrán las siguientes
responsabilidades:

1. Identificar, reportar y realizar el seguimiento a los casos de acoso escolar, violencia escolar y vulneración de
derechos sexuales y reproductivos que afecten a estudiantes del establecimiento educativo, acorde con los
artículos 11 y 12 de la Ley 1146 de 2007 y demás normatividad vigente, con el manual de convivencia y con los
protocolos definidos en la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar.

Si la situación de intimidación de la que tienen conocimiento se hace a través de medios electrónicos, igualmente
deberá reportar al comité de convivencia para activar el protocolo respectivo.
2. Transformar las prácticas pedagógicas para contribuir a la construcción de ambientes de aprendizajes
democráticos y tolerantes que potencien la participación, la construcción colectiva de estrategias para la resolución
de conflictos, el respeto a la dignidad humana, a la vida, a la integridad física y moral de los estudiantes.

3. Participar de los procesos de actualización y de formación docente y de evaluación del clima escolar del
establecimiento educativo.

4. Contribuir a la construcción y aplicación del manual de convivencia.

Artículo 21. Manual de convivencia. En el marco del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para
los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar, y
además de lo establecido en el artículo 87 de la Ley 115 de 1994, los manuales de convivencia deben identificar
nuevas formas y alternativas para incentivar y fortalecer la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos
humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, que permitan aprender del error, respetar la diversidad y di-
rimir los conflictos de manera pacífica, así como de posibles situaciones y conductas que atenten contra el ejercicio
de sus derechos.

El manual concederá al educador el rol de orientador y mediador en situaciones que atenten contra la convivencia
escolar y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos, así como funciones en la detección
temprana de estas mismas situaciones, a los estudiantes, el manual les concederá un rol activo para participar en
la definición de acciones para el manejo de estas situaciones, en el marco de la ruta de atención integral.

El manual de convivencia deberá incluir la ruta de atención integral y los protocolos de que trata la presente ley.

Acorde con el artículo 87 de la Ley 115 de 1994, el manual de convivencia define los derechos y obligaciones de
los estudiantes de cada uno de los miembros de la comunidad educativa, a través de los cuales se rigen las
características y condiciones de interacción y convivencia entre los mismos y señala el debido proceso que debe
seguir el establecimiento educativo ante el incumplimiento del mismo. Es una herramienta construida, evaluada y
ajustada por la comunidad educativa, con la participación activa de los estudiantes y padres de familia, de
obligatorio cumplimiento en los establecimientos educativos públicos y privados y es un componente esencial del
proyecto educativo institucional.

El manual de que trata el presente artículo debe incorporar, además de lo anterior, las definiciones, principios y
responsabilidades que establece la presente ley, sobre los cuales se desarrollarán los factores de promoción y
prevención y atención de la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar.

El Ministerio de Educación Nacional reglamentará lo relacionado con el manual de convivencia y dará los
lineamientos necesarios para que allí se incorporen las disposiciones necesarias para el manejo de conflictos y
conductas que afectan la convivencia escolar, y los derechos humanos, sexuales y reproductivos, y para la
participación de la familia, de conformidad con el artículo 22 de la presente ley.
También debemos analizar y revisar el Decreto 1965 de 2013, artículos 28, 29 y 30.

El desbalance de poder y el hecho de que el acoso escolar implique agresión repetida por parte de quien tiene más
poder sobre quien tiene menos, diferencian al acoso escolar de las situaciones de conflicto manejado
inadecuadamente.

Educación para el ejercicio de los derechos humanos DDHH y derechos humanos sexuales, reproductivos DHSR.

Es aquella orientada a formar personas capaces de reconocerse como sujetos activos titulares de DDHH y DHSR
y con la cual desarrollarán competencias para relacionarse con criterios de respeto por ella o él mismo y por otras
personas, y con el fin de poder alcanzar un estado de bienestar físico, mental y social que les posibilite tomar
decisiones asertivas, informadas y autónomas para ejercer una sexualidad libre, satisfactoria, responsable y sana.
Lo anterior, en torno a la construcción de su proyecto de vida, a la transformación de las dinámicas sociales, y
hacia el establecimiento de relaciones más justas, democrático y responsable (Ley 1620 de 2013, artículo 2).

Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar. Es una herramienta que se plantea en la Ley 1620 de 2013
y su decreto reglamentario, como un camino claro compuesto por una serie de acciones, desde diferentes
componentes, para responder de forma integral a todas las situaciones que buscan, de una u otra forma, fortalecer
la convivencia escolar y mitigar los factores que pueden afectarla.

Para profundizar en las características de la Ruta de Atención Integral puede revisar:


Ley 1620 de 2013, artículos 29, 30 y 31. Decreto 1965 de 2013, título IV, capítulo 2.

Artículo 29. Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar. La Ruta de Atención Integral para la
Convivencia Escolar define los procesos y los protocolos que deberán seguir las entidades e instituciones que
conforman el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para los Derechos Humanos, la Educación
para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar, en todos los casos en que se vea afectada
la convivencia escolar y los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes de las instituciones
educativas, articulando una oferta de servicio ágil, integral y complementario.

En cumplimiento de las funciones señaladas en cada uno de los niveles, las instituciones y entidades que
conforman el Sistema deben garantizar la atención inmediata y pertinente de los casos de violencia escolar, acoso
o vulneración de derechos sexuales y reproductivos que se presenten en los establecimientos educativos o en sus
alrededores y que involucren a niños, niñas y adolescentes de los niveles de educación preescolar, básica y
media, así como de casos de embarazo en adolescentes.

Artículo 30. Componentes de la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar. La Ruta de Atención
Integral tendrá como mínimo cuatro componentes: de promoción, de prevención, de atención y de seguimiento.
El componente de promoción se centrará en el desarrollo de competencias y el ejercicio de los derechos humanos,
sexuales y reproductivos. Este componente determina la calidad del clima escolar y define los criterios de
convivencia que deben seguir los miembros de la comunidad educativa en los diferentes espacios del
establecimiento educativo y los mecanismos e instancias de participación del mismo, para lo cual podrán realizarse
alianzas con otros actores e instituciones de acuerdo con sus responsabilidades.

El componente de prevención deberá ejecutarse a través de un proceso continuo de formación para el desarrollo
integral del niño, niña y adolescente, con el propósito de disminuir en su comportamiento el impacto de las
condiciones del contexto económico, social, cultural y familiar. Incide sobre las causas que puedan potencialmente
originar la problemática de la violencia escolar, sobre sus factores precipitantes en la familia y en los espacios
sustitutivos de vida familiar, que se manifiestan en comportamientos violentos que vulneran los derechos de los
demás, y por tanto quienes los manifiestan están en riesgo potencial de ser sujetos de violencia o de ser agentes
de la misma en el contexto escolar.

El componente de atención deberá desarrollar estrategias que permitan asistir al niño, niña, adolescente, al padre,
madre de familia o al acudiente, o al educador de manera inmediata, pertinente, ética e integral, cuando se
presente un caso de violencia o acoso escolar o de comportamiento agresivo que vulnere los derechos humanos,
sexuales y reproductivos, de acuerdo con el protocolo y en el marco de las competencias y responsabilidades de
las instituciones y entidades que conforman el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para los
Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar. Este
componente involucra a actores diferentes a los de la comunidad educativa únicamente cuando la gravedad del
hecho denunciado, las circunstancias que lo rodean o los daños físicos y psicológicos de los menores involucrados
sobrepasan la función misional del establecimiento educativo.

El componente de seguimiento se centrará en el reporte oportuno de la información al Sistema de Información


Unificado de Convivencia Escolar, del estado de cada uno de los casos de atención reportados.

Artículo 31. De los protocolos de la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar. La Ruta de Atención
Integral inicia con la identificación de situaciones que afectan la convivencia por acoso o violencia escolar, los
cuales tendrán que ser remitidos al Comité Escolar de Convivencia, para su documentación, análisis y atención a
partir de la aplicación del manual de convivencia.

El componente de atención de la ruta será activado por el Comité de Convivencia Escolar por la puesta en
conocimiento por parte de la víctima, estudiantes, docentes, directivos docentes, padres de familia o acudientes,
de oficio por el Comité de, Convivencia Escolar o por cualquier persona que conozca de situaciones que afecten la
convivencia escolar.

Los protocolos y procedimientos de la ruta de atención integral deberán considerar como mínimo los siguientes
postulados:

1. La puesta en conocimiento de los hechos por parte de las directivas, docentes y estudiantes involucrados.
2. El conocimiento de los hechos a los padres de familia o acudientes de las víctimas y de los generadores de los
hechos violentos.

3. Se buscarán las alternativas de solución frente a los hechos presentados procurando encontrar espacios de
conciliación, cuando proceda, garantizando el debido proceso, la promoción de las relaciones participativas,
incluyentes, solidarias, de la corresponsabilidad y el respeto de los derechos humanos.

4. Se garantice la atención integral y el seguimiento pertinente para cada caso.

Una vez agotada esta instancia, las situaciones de alto riesgo de violencia escolar o vulneración de derechos,
sexuales y reproductivos de niños, niñas y adolescentes de los establecimientos educativos en los niveles de
preescolar, básica y media que no puedan ser resueltas por las vías que establece el manual de convivencia y se
requiera la intervención de otras entidades o instancias, serán trasladadas por el rector de la institución, de
conformidad con las decisiones del Comité Escolar de Convivencia, al ICBF, la Comisaria de Familia, la Personería
Municipal o Distrital o a la Policía de Infancia y Adolescencia, según corresponda.

Parágrafo. Los postulados, procesos, protocolos, estrategias y mecanismos de la Ruta de Atención Integral serán
reglamentados por el Gobierno Nacional en un plazo no mayor a seis meses después de promulgada esta ley.
Para tal efecto se tendrán como base los protocolos y rutas ya establecidos por las entidades e instituciones que
pertenecen al Sistema. Estos postulados, procesos, estrategias y mecanismos de la ruta de atención integral se
deben actualizar con una periodicidad de dos años, como resultado de evaluaciones que se realicen sobre su
funcionamiento.

En general, se entiende promoción como la ejecución de acciones que provocan que algo suceda: promocionar es
la acción de movilizar al colectivo social hacia el logro de un propósito de nivel superior.
Puede entenderse también como la acción de impulsar, fomentar y dinamizar orientándose hacia el desarrollo.
Plan de estudios: de igual forma, es necesario analizar y revisar el plan de estudios como una de las políticas
institucionales. Se puede revisar teniendo los siguientes parámetros:

a. El plan de estudios cuenta con proyectos pedagógicos y contenidos transversales orientados a promover las
competencias básicas y ciudadanas.
b. Fue elaborado considerando información relevante sobre las características del entorno escolar.
c. Es coherente con el PEI.
d. Toma en cuenta los estándares de competencias ciudadanas establecidos por el MEN.
e. Responde a las orientaciones y los lineamientos propuestos por el MEN para el desarrollo de
competencias ciudadanas y el desarrollo de proyectos transversales y para enfrentar los retos que plantea a los EE
la Ley 1620 de 2013 y su decreto reglamentario.

Los proyectos pedagógicos transversales responden a las áreas de enseñanza obligatoria consignadas en el
artículo 14 de la Ley 115 de 1994, el artículo 79 sobre la pedagogía de las competencias ciudadanas de la Ley
1474 de 2011 (Estatuto Anticorrupción), la Ley 1530 de 2012 y los artículos 15 a 20 de la Ley 1620 de 2013.
Además, las estrategias para el desarrollo de competencias ciudadanas deben quedar incluidas explícitamente en
el PEI, tal y como lo indica el artículo 79 sobre la pedagogía de las competencias ciudadanas de la Ley 1474 de
2011.
Participación en el comité: recuerde que el ideal es involucrar a toda la comunidad educativa, así que, tanto las
personas que conforman el comité como otras personas de la comunidad educativa, podrán adelantar acciones de
prevención y liderar estrategias. Sin embargo, se considera relevante contar con un equipo núcleo que conozca las
diferentes acciones desde todos los componentes y vele por la realización de los principios de convivencia por los
que se rige la Ley 1620 de 2013.

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