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INTRODUCCION
En el presente mostrare las evoluciones de las ciudades, desde sus orígenes y como a medida del
paso de los años las ciudades van creciendo y se van desarrollando mas y mas.
También podremos apreciar los problemas que a esto le atribuyen al incrementarse la población
y así causar el déficit de algunos abastecimientos sean del tipo que sean.
Por supuesto no dejare de mencionar las posibles soluciones de los acontecimientos que aquejan
a las diferentes ciudades, como también presentare las funciones que cada una cumple y del tipo
que son.
En nuestro país la ciudad ha irradiado su influencia cultural, social y económica a áreas agrícolas y
mineras. Esta irradiación ha ido configurando diversos tipos de regiones que dependen de sus
respectivas ciudades.
No hay en Chile dos ciudades con un sitio similar, pero se pueden reconocer tipos de
emplazamiento.
En nuestro país tenemos como casos de interés las repoblaciones de ciudades fundadas en el siglo
XVI y refundadas en el mismo emplazamiento a fines del siglo XVIII, como Osorno, y a fines del
siglo XIX, como Villarrica, Carahue (ex Imperial) y Algol. La permanencia del emplazamiento en
naturaleza hostil puede probar en el doblamiento cuatricentenario de Castro que ha resistido
ocho sismos notables, varios maremotos, grandes incendios y saqueos de piratas.
Las ciudades en emplazamientos desérticos tienen cierta importancia en nuestro país algunas han
perdurado por estar en oasis, como Calama, San Pedro de Atacama; otras han persistido por sus
ricos yacimientos mineros: Chuchicamamta, Potrerillos, El Salvador, Pedro de Valdivia, María
Elena.
El plano de las ciudades tradicionales chilenas tiene la forma de un tablero de ajedrez. Este plano
de damero, usado en las ciudades griegas y en las colonias del Imperio Romano, fue transmitido
por la latinidad a España, donde se continuó utilizando en la Edad Media, por la conquista
española fue transmitido a Chile.
El plano en damero se repitió en nuestras ciudades desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Es la
misma forma que tienen actualmente los núcleos tradicionales de Curico, Linares, Melipilla, San
Felipe, y la casi totalidad de las ciudades chilenas.
En Chile es tan importante la tradición de esta forma en damero, que se ha respetado aún en
ciudades en las que no era la más adecuada por su emplazamiento geográfico. En Coquimbo,
calles en línea recta han debido trepar por cerros obstaculizando la circulación.
El plano de otras ciudades tienen la forma de línea recta. Sus viviendas se alinean a los costados
del camino principal. Es lo que se conoce con el con nombre de ciudad-carretera. Ejemplos de
esta forma lo constituyen Curacaví, La Cruz, Calle Larga, El Monte.
La traza irregular domina en varias ciudades que se han generado de agrupamientos espontáneos.
Origen de las ciudades chilenas
Las grandes funciones coloniales originaron ciudades tan importante4s como Santiago, La Serena,
Concepción, Chillán, San Felipe, San Bernardo, Curico. Valdivia. Las grandes fundaciones se
producen en los siglos XVI y XVIII. En el siglo XVIII se fundaron y perpetuaron alrededor de
sesenta núcleos urbanos.
Más once ciudades de importancia se han originado de antiguos pueblos indios. Aparte de los
casos marginales de Arica, Calama y San Pedro de Atacama y de la gran influencia de la cultura
urbana atacameña, tenemos un buen numero en la región central. Casi todas se formaron en el
siglo XVIII, como Cauquenes, Melipilla, Peumo, Rancagua, San Vicente de Tagua-Tagua; aún la
en la época tan tardía, como en el siglo XIX, se formó Talagante, cuando en 1833 el Gobierno
acordó establecer su emplazamiento una nueva población para agrupar los escasos indios
dispersos.
Más de veinticuatro ciudades tienen su origen en asientos mineros. Se hallan en cuatro áreas bien
definidas:
* Norte Grande: pocas ciudades han sobrevivido a la crisis del salitre, salvo cuando a la vez han
sido puertos de importancia; es el caso de Iquique y Antofagasta.
* Norte Chico: la gran mayoría de las ciudades tiene su origen en minas de plata, cobre y oro,
especialmente en el siglo XVIII como Copiapó, Combarbalá, Freirían, Illapel, Petorca, La Ligua,
Vallenar, y en menor grado en el siglo XIX como Chañaral, Huaso, Llay-Llay y Putaendo.
* Región Central: aquí la minería ha dado lugar a solo dos ciudades, ambas en el siglo XVIII, San
José de Maipo, Alhué.
* Sector Sur: la urbanización minera se produce a mediados del siglo XIX, con las minas de
carbón: Coronel, Curanilahue, Lota, Lebu, Arauco. Los lavaderos de oro han dado origen a
Florida y Porvenir. La explotación del petróleo explica el surgimiento de Cerro Sombrero en
Tierra del Fuego.
En nuestro país, durante la Colonia, las fortalezas fueron origen de alrededor de 50% de las
poblaciones fundadas en ese periodo. Especial interés tienen las de la Frontera, donde unas 25
ciudades deben su origen a la existencia previa de un antiguo fuerte.
Las ciudades, de influencia chilota, como Ancud, Castro, Calbuco y Maullín también se originaron
de fuertes. La influencia que ha llegado a tener esta arquitectura militar en la urbana es un hecho
evidente: las fortificaciones influyen en el desarrollo posterior de las plantas urbanas.
En Chile, las ciudades, por lo general, se han estructurado en torno a la Plaza de Armas. Los
edificios forman una agrupación continua, muy diferente a las esparcidas casas de los campos.
Hasta hace pocos años las grandes ciudades chilenas: Santiago, Valparaíso, Antofagasta,
Concepción y otras, se caracterizaban por una estructura tradicional dividida en tres sectores:
* El núcleo urbano: donde se localizan la Plaza de Armas y las calles céntricas, con la Intendencia,
oficinas públicas, Catedral, casa centrales de las Universidades, Bancos, Bolsa, hoteles y
restaurantes de categoría, comercio de lujo. Es lo que habitualmente se denomina El Centro,
porque aquí están centralizadas las mayores actividades de servicio público y privado,
comerciales y económicas de la ciudad. Era habitual que las clases más adineradas vivieran cerca
de la Plaza de Armas.
* Los suburbios: son áreas en que se integran actividades urbanas y rurales. Junto a quintas,
pequeñas chacras y huertos, se observan industrias molestas (curtidurías, fabricación de ladrillos),
basurales, terrenos de deporte, criaderos de aves, etc. La mayor cantidad de residencias se
concentra a lo largo de las principales vías de circulación.
La vida económica y social de nuestro país deja en ellas visibles huellas en el paisaje: edificios,
monumentos, calles. Estas construcciones se transmiten de generación en generación, marcando,
con nuevas edificaciones, el pasado de cada una. El pasado se conserva en la ciudad. Por ello son
notables los restos de las lujosas construcciones de los ricos mineros del siglo pasado en Iquique,
Copiapó o Vallenar, o ver todavía habitantes en casa coloniales del siglo XVIII en La serena, San
Felipe, Curicó o San Fernando.
El desarrollo normal de todas las ciudades chilenas se está produciendo paulatinamente una
renovación, que incluye tanto el reemplazo de residencias antiguas por edificaciones nuevas,
como la adaptación de edificios a nuevos usos.
Debido a una interacción de factores, entre los que destacan la explosión demográfica nacional,
la concentración del mayor porcentaje de la oblación chilena en las ciudades, los contrastes de
nuestra economía subdesarrollada, la introducción de la tecnología moderna y la imitación de la
tecnología moderna y la imitación de modelos foráneos. La estructura de nuestras ciudades
nacionales se está transformando con gran rapidez.
Los núcleos urbanos de varias ciudades chilenas permanecen casi estacionarios en amplios
sectores, conservando su edificación deteriorada e inadecuada, con calles angostas que causan
serios inconvenientes a la circulación masiva.
En nuestras ciudades los barrios se han formado espontáneamente. Las ciudades han aumentado
su superficie urbana en completo desorden.
En algunos barrios sus habitantes solo residen allí, pero trabajan en el centro u otros sectores
distantes varios kilómetros. Reciben el nombre de barrios dormitorios o barrios residenciales.
Por el contrario, en otros sectores se han formado pequeños centros industriales denominados
barrios industriales, también hay otros tipos de barrios como educacionales, comerciales, etc.
Se ha intentado ordenar el crecimiento de los diversos barrios de las ciudades por medio de
Planos Reguladores preparados por los respectivos municipios con la asesoría del Ministerio de la
Vivienda y Urbanismo.
La expansión urbana ha sido tan intensa en algunas ciudades chilenas que han llegada a unirse
formando conurbaciones. En nuestro país, se han producido conurbaciones entre Coquimbo y La
Serena, Los Andes y San Felipe, Valparaíso y Viña del Mar, Concepción y Talcahuano entre otras
ciudades.
LA CONSTRUCCION URBANA
Existe la creencia que la vivienda urbana es homogénea en todas las ciudades del país. Sin
embargo, esto no sucede debido a la diferente utilización de materiales y superficie edificada.
En las ciudades más antiguas los materiales tradicionales de construcción -piedra, adobe, adobón,
ladrillo- han sido reemplazados por los enlucidos de yeso o el concreto. Las diferenciaciones
regionales del material de construcción tienden a desaparecer con las técnicas homogéneas de
construcción a base de cemento. En las ciudades de las regiones nortinas y centrales se emplea
con preferencia el ladrillo, mientras que en las del sur se utiliza preferentemente la madera. El
techado de latas o tejas de greda, del norte y centro es substituido por tejuelas de madera en el
sur.
En las regiones nortinas, algunas funciones hogareñas pueden desarrollarse durante todas las
estaciones del año al aire libre, en consecuencia, las superficies techadas son mínimas. En cambio,
a medida que se avanza hacia el sur, las condiciones geográficas exigen mayor espacio cubierto
por habitante, para el desarrollo de la vida familiar.
Mas aun en concepción al sur casi todas las casas tienen cobertizos destinados a almacenar leña,
combustible indispensable para la larga temporada de lluvias.
En nuestras ciudades existe un grave problema habitacional para las personas ya que se
aglomeran en casa familias grandes, producto del crecimiento vegetativo de la población urbana
y de las migraciones campo-ciudad.
En cada ciudad se dan casi todas las funciones urbanas, pero por lo común predomina una de
ellas.
Las funciones comerciales están ligadas íntimamente al desarrollo de todas nuestras ciudades. Su
vida y su aspecto dependen, en gran parte, del comercio. En la utilización del suelo, la función
comercial se traduce en tiendas, bodegas, supermercados, bancos, casas de cambio, etc.
La casi totalidad de las ciudades chilenas realizan amplias funciones de comercio para sus
respectivas áreas de influencia o hinterland. Hay ciudades que son pequeños centros comerciales
locales como La Unión, Río Bueno, Los Ángeles, Calama, Vallenar, etc.
Algunas han sido favorecidas por medidas de excepción y franquicias aduaneras como Ancud,
Castro, Puerto Aisén, Coyhaique, entre otros.
Arica ha sido la ciudad nacional que más se ha desarrollado por las funciones comerciales. Ello se
debió a su condición de puerto libre, lo que le significo franquicias aduaneras. Esta condición le
fue otorgada por el Estado a causa de su situación fronteriza estratégica, lo que explica que las
inversiones estatales hayan sido muy superiores a las efectuadas habitualmente en centros
urbanos de este tamaño. Parte considerable de la nueva población ariqueña ha vivido, como
intermediaria, del movimiento comercial de artículos suntuarios. Una de las primeras
consecuencias que acarreo esta ley de liberación fue la llegada de comerciantes, en especial sirio-
libaneses, hebreos y peruanos, que junto a comerciantes chilenos aprovecharon las facilidades de
las franquicias aduaneras e instalaron sus negocios ya sea de tipo mayorista como minorista.
En nuestro país hay decenas de ciudades que justifican su existencia por las funciones portuarias.
En todas las ciudades destacan los muelles, la defensa costera, las instalaciones de la aduana, del
puerto y las bodegas.
En el norte del país, las instalaciones portuarias para la evacuación de minerales explican la
persistencia del doblamiento de Iquique, Tocopilla, Antofagasta, Taltal, Chañaral, Caldera,
Huayco, Coquimbo, Los Vilos.
Valparaíso, una de las ciudades en Chile con más trayectoria en las funciones portuarias.
Por las funciones mineras viven varias decenas de ciudades en nuestro país. En el norte citaremos
las ciudades del salitre con María Elena y Pedro de Valdivia, las ciudades del cobre con
Chuquicamata. El Salvador, Potrerillos; en el centro a Sewell y a las ciudades del carbón con a,
Coronel, Curinalahue, Lebu; en el extremo sur las ciudades del petróleo con Cerro Sombrero.
Todas estas ciudades están divididas en dos sectores bien determinados: la mina de carbón.
Cobre u oficina salitrera y la localidad misma.
Una de las funciones que cumple la ciudad de Calama es su minería, que aquí se presenta
claramente.
Toda esta situación ha hecho que el Estado, a través de la oficina de planificación nacional
intente dar incentivasen la localización geográfica de las funciones industriales teniendo como
fines básicos los siguientes:
Industrias que en Concepción existen con gran trayectoria, forman la función industrial.
Viña del Mar es la capital del turismo nacional. Fue fundada por el propietario de la estancia de
Viña del Mar, José Francisco Vergara, en 1874, urbanizándola totalmente con teatros, hoteles,
mercados.
Balnearios populares son los que se extienden desde Llolleo a Algarrobo, particularmente
Cartagena. Esta última ciudad ha tenido in gran auge a partir de 1922, fecha en que quedó unida
por ferrocarril a Santiago.
Hay que agregar también las ciudades de los lagos, centros turísticos de renombre universal como
Villarrica, Pucón, Frutillar, Puerto Varas.
Pucón, con uno de los mas hermosos balnearios o si se le quiere llamar playa en donde los
turistas aprecian además de sus aguas sus paisajes y la gran hospitalidad de sus habitantes, esta
ciudad cumple una función turística.
Las funciones religiosas tienen importancia en los pueblos de La Tirana, Andacollo, Los Andes,
Yumbel, entre otros. Todas son ciudades de peregrinación. En el sector oriental de la Pampa del
Tamarugal se encuentra el caserío de La Tirana, que habitualmente tiene solo un centenar de
habitantes, pero que para las fiestas de la Virgen en julio alrededor de 40.000 personas. En
Andacollo se celebra una festividad de la Virgen del Rosario, en diciembre, a la que acuden en
romería, desde largas distancias, múltiples devotos que invaden la ciudad y sus enormes iglesias.
En Yumbel, la devoción a San Sebastián, atrae a miles de personas, en el mes de enero y en Los
Andes, por Santa Teresa de los Andes la devoción de esta santa hace traer a centenares de
personas.
Para un gran número de ciudades de las regiones central y sur país, las funciones agrícolas son
determinantes en su existencia. En Cauquenes, Parral, Santa Cruz, San Javier, San Vicente de
Tagua-Tagua, Curepto, Quirihue, Yungay, Chonchi, etc., la gran mayoría de sus habitantes
trabajan en labores agropecuarias.
En el sur del país, donde las ciudades tienden a tener más las funciones agrícolas, pero de igual
manera lo hacen en el norte.
EL EQUIPAMIENTO URBANO
El equipamiento urbano
En chile todas las ciudades deben tener, a lo menos, los siguientes servicios públicos: agua,
potable, eliminación de aguas servidas y basuras, alumbrado y energía eléctrica, gas y teléfonos.
El crecimiento espontáneo de algunas ciudades nacionales ha dado origen a una situación caótica
en el paisaje urbano, también la urbanización espontánea ha contribuido a agravar múltiples
problemas en el equipamiento, vivienda y abastecimiento.
En las periferias de las ciudades de nuestro país se pueden apreciar este tipo de decadencias de las
poblaciones como en Osorno, Puerto Montt, Santiago y en general en casi la totalidad de las
ciudades.
Nuestras ciudades se han expandido sin plan y sin límite y, lo que es peor, a saltos, dejando entre
los nuevos barrios vastos terrenos eriazos.
Hay ciudades de importancia que tiene, en pleno centro grandes sitios eriazos cerrados por
murallones, que en otras épocas fueron quintas o chacras y que ahora son terrenos abandonados.
Además, hay que agregar los sitios desocupados que son destinados al estacionamiento de
automóviles.
Las nuevas poblaciones y barrios que se construyen en todas las ciudades del país desplazan a
superficies destinadas al cultivo agrícola. Las áreas cultivables han disminuido por la destrucción
de grandes superficies, que se calculan en miles de hectáreas, destinadas a poblaciones. Se ha
llegado al absurdo de utilizar áreas de microclimas, únicas en Chile Central, destinadas al cultivo
de la chirimoya y la papaya en Quillota y La Cruz para la construcción de nuevas poblaciones.
Cuando la periferia de las ciudades chilenas alanzaba solamente a una fracción de su actual
diámetro, bastaban unos pocos tranvías o algunos autobuses para el transporte de su población.
Pero el acelerado crecimiento urbano, el aumento de los vehículos que transitan, la
popularización del automóvil, la estrechez de las calles y el desplazamiento del público varias
veces al día, han creado graves problemas en el tráfico urbano.
Estos problemas ya no son patrimonio de la metrópoli nacional, pues se repiten en todas las
ciudades chilenas. Las últimas victorias de nuestras ciudades provinciales ya son los problemas del
tráfico en Concepción, Antofagasta, y la polémica en Valparaíso y Viña del mar acerca de la
avenida del Mar o Vía Elevada.
CIUDADES CHILENAS
Las ciudades chilenas deberán constituirse en polos de desarrollo de sus respectivas regiones. No
todos los centros chilenos podrán servir como polos de desarrollo. Su distribución en el espacio
geográfico determinara en gran medida los criterios para fomentar el crecimiento
socioeconómico del país. En la identificación de los centros urbanos que se podrán comportar
realmente como polos de desarrollo deben utilizar varios criterios, entre los cuales figuran la
estructura y la dinámica demográfica, los niveles de ingresos, la extensión de servicios y funciones
urbanas al hinterland, la actividad comercial e industrial, etc.
Para entender mejor estas relaciones intrarregionales podemos observarla situación actual en la
Séptima Región. La capital región se encuentra en la ciudad de Talca, que concentra actividades
administrativas, educacionales, comerciales, industriales, de servicios de importancia para toda la
región. A su vez, las ciudades de Curicó, Linares, Cauquenes, sirven con sus agroindustrias y
servicios a sus respectivas microrregiones, donde simultáneamente desempeñan labores
complementarias otras ciudades como Parral, Molina, San Javier, Constitución, Chanco.
CONCLUSION
Gracias al informe que realice de las formación de las ciudades, pude darme cuenta de cómo las
ciudades han ido crecimiento al pasar el tiempo, y como por medio de las mismas personas que
hay viven pueden ir mejorando o empeorando, ya que en algunas los problemas de pobrezas
son muy grandes para que la municipalidad los pueda acoger.
Por lo consiguiente pude también percatarme que la evolución que han tenido las ciudades han
sido muy grandes, que en la mayoría de estas también existe una función e incluso en algunas de
ellas hay más de una función que ellas cumplan.
Por ultimo en el informe ya presentado se dan muchos ejemplos claros de cada aspecto tratado,
aunque no en todos con imágenes, pero si muy claros para darse cuenta que se trata. En fin las
ciudades cada día van creciendo más y más, por habitantes y esto las lleva a crecer en su
desarrollo, aunque no se descarta que en algunas ciudades en vez de ir creciendo se hayan ido
transformando en ciudades dormitorios, donde los habitantes solo llevan a dormir para después
retirarse a otras ciudades donde se emplean.
Así doy término al informe ya visto, donde se muestra todo detalladamente de las ciudades del
país desde sus orígenes hasta los días de hoy en día.