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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
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EXPLICACION ^ *
DE LA EUCARISTIA p4
PUESTAS EN CASTELLANO
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MADRID .., '£-.
JEN LA IMPRENTA REAL, y; . *
ANO DE l8oi. "»» '
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PROLOGO
DEL TRADUCTOR.
.
de la Eucaristía. «r
dice tambien Misa : como sacramento
se llama Comunion.
Hablaremos ahora de la Eucaristía
en quanto es sacrificio , y despues tra
tarémos de ella como sacramento.
Generalmente hablando , por nom
bre de sacrificio se entiende qualquier
acto de religion , por medio del qual
el hombre se ofrece y se une á Dios *.
Así las oraciones y las alabanzas que
se dirigen á Dios, la contricion, las
obras de misericordia , y en general to
das las obras buenas se llaman sacrificios
en las divinas Escrituras 2. Pero mas
propia y rigurosamente por nombre
de sacrificio se entiende la ofrenda de
tna cosa exterior y sensible , hecha á
Dios por un ministro legítimo , la qual
cosa , ó se consume del todo en honor
deDios,ó se convierte en otra. Ofren
da i, dixe , que seesthace
Sacrlficium omneá opus
Diosquod
en agitur,
reco-
-
14 Explicacion del sacramento
repelidos por Dios, como muchas ve»
ees lo manifestó él mismo por sus Pro
fetas. Finalmente , con los sacrificios
se dan gracias á Dios por los favores
recibidos de él, se implora su miseri
cordia á fin de obtener el perdon de
los pecados , y se le piden las gracias
divinas que necesitamos.
• Todos los hombres estan obligados
á ofrecer á Dios el sacrificio interno y
espiritual de su amor ; y esto por mu
chas razones. i
Primera : porque Dios no ha hecho
las criaturas racionales con otro fin que
el de ser honrado y glorificado por
ellas ; y estas no lo pueden honrar si
no con el libre movimiento de la vo
luntad que se dirija á él , que es lo que
quiere decir amarlo.
Segunda : el deber de sujetarse la
criatura á su Criador ; y esta sujecion
consiste en querer lo que quiere Dios
sin restriccion alguna ; lo que no pue
de hacerse si no se ama á Dios sobre
todas las cosas. -
Tercera: hemos recibido de Dios,
de la Eucaristía. i§
todas las cosas , todo lo debemos á
Dios, y principalmente nos debemos
á Dios nosotros mismos : por esto nos
debemos entregar á Dios de justicia;
y esto no podemos hacerlo sino amán
dole. Este es el primer sacrificio, y con
él ofrecemos á Dios lo que tenemos y
lo que somos , y le tributamos de ello
las debidas gracias.
Quarta : en calidad de pecadores te
nemos una continua necesidad de la
misericordia del Señor, y de aplacar
su justicia ; y esta justicia no puede
aplacarse sino con el amor : se ofende á
Dios quando se cesa de amarlo : lo
aplacamos y nos lo hacemos propicio
quando volvemos á amarlo.
Quinta : finalmente tenemos infinita
y continua necesidad de los beneficios
y de los auxilios del Señor, y no po
demos hacernos dignos de ellos si no vi
vimos
De unidos
todo loá qual
él poraparece
medio del
claroamor.
que
el
cesario
sacrificio
: i? interno
para honrar
es espiritual
á Dios ycomo
ne-.
1 Philip. 11. 8. .
3 o Explicacion del sacramento
mos presente sobre el altar , nos uni
mos á él, lo presentamos á Dios co
mo nuestra única víctima y nuestro
único medianero, hecho tal con el der
ramamiento de su propia sangre ; y es
ta sangre y el infinito mérito de su
muerte ofrecemos al Padre : y en cali
dad de miembros del mismo Jesuchris-
to , en él , y por él , y con él nos
ofrecemos tambien nosotros mismos á
la Magestad del Señor como víctimas
santas y agradables á sus ojos. Porque
en el sacrificio de la Misa no solamen
te Jesuchristo se ofrece á sí mismo,
sino que como cabeza de la Iglesia ofre
ce la misma Iglesia , que es su cuerpo
místico, y á todos los fieles, que son
miembros del mismo cuerpo ; y así
como en el sacrificio de la cruz murió
Christo para purificarnos de nuestros
pecados y para ofrecernos á Dios 1,
así en el sacrificio del altar nos ofrece
consigo como su pueblo, su heren
cia , su conquista. Toda la ciudad de
i L Petr.m.i8.
de la Eucaristía. 31
los creyentes , dice S. Agustín, esto
es, toda la congregacion y la socie
dad de los fieles es ofrecida á Dios
en sacrificio universal por las manos
de aquel Sacerdote grande , el qual
se ofreció á sí mismo en la pasion por
nosotros , d fin de que pudiésemos ser
miembros de tal cabeza '. Y á este
modo la Iglesia , presentando á Dios
el sacrificio de su cabeza divina , se
ofrece á sí misma junta con él , por lo
que mutuamente es ofrecido Christo
por la Iglesia y la Iglesia por Chris
to, como notó el mismo Agustino 2.
De ahí es que animados nosotros con
tales sentimientos de viva fe , comul
gamos juntamente con el Sacerdote el
cuerpo y la sangre de la víctima san
ta efectiva , ó á lo menos espíritual-
mente.
Quando en la antigua ley se ofre
cian á Dios víctimas por el pecado,
tenia ordenado Dios que el pecador
.
1 De CiV. X. 6.
2 Ibi cap. XX.
i
32 Explicacion del sacramento
no pudiese participar ni comer de la
carne de las víctimas 1. Una parte del
animal sacrificado se quemaba sobre
el altar , la otra parte servia de man
jar y de alimento para los Sacerdotes.
El ser así privado el pecador de la
participacion.de la víctima ofrecida
por él, servia para hacerle compre-
heuder que no estaba todavía perfec
tamente reconciliado con Dios, y te
nia necesidad de otra víctima infinita
mente mas excelente para obtener el
perdon de sus pecados, y esta víctima
era Jesuchristo. Pero porque con la
oblacion de Christo sobre la cruz y
sobre el altar se aplaca Dios efecti
vamente con los pecadores, se borran
nuestros pecados , y nosotros venimos
á ser reconciliados con el Padre : por
esto nosotros somos admitidos todos á
participar de la carne santísima del
Hijo de Dios ofrecida por nosotros,
y de su sangre esparcida por nosotros.
De ahí es que el Sacerdote , despues
de la Eucaristía. 35
sa se ofrezca á la Virgen santísima ó
á aquellos Santos , sino que aquel sa
crificio , que se ofrece á Dios solo , se
ofrece y se celebra en memoria de la
Virgen ó de aquellos Santos. Oid so
bre esto la bella doctrina del santo
Concilio
tumbre dedelaTrento
Iglesia: celebrar
Aunque sea
tal vez
eos*
1 I. Timot. II. r.
44 Explicacion del sacramento
modo mas especial recomienda á Dios
los católicos.
Se ofrece en segundo lugar el sacri
ficio por los difuntos , esto es , por las
almas de aquellos que han fallecido en
estado de gracia, pero que teniendo
que pagar á la justicia divina algunas
deudas, estan detenidas en el fuego
del purgatorio para satisfacerlas 1. El
fin pues por que ofrece la Iglesia las
Misas por los difuntos es el de alcanzar
les de Dios que en virtud de su sacri
ficio sean aliviadas sus almas en los tor
mentos que sufren , ó librados entera
mente de ellos para ir á gozar de Dios
en el paraiso 2. Pero no debo dexar
de apuntar y refutar, aunque sea de
paso , algunos errores que corren entre
las personas no bien instruidas acerca
de las Misas que se ofrecen en sufra
gio de los difuntos. En primer lugar
pues conviene notar que el valor del sa
crificio de la Misa es infinito ; pero este
"i "'"éonc. Trid. Ses. XXII. de Sacrif. Mis.
cap. 2 2 .
t S. Aug. Enchin cap. X. n. ap.
de la Eucaristía. 45
mérito le aplica Dios á las almas de
los difuntos segun las reglas de su jus
ticia y misericordiosa providencia , y
particularmente á proporcion de la fe
y de la caridad que tuvieron los di
funtos quando vivian 1 , y á propor
cion tambien de la fe y de la caridad
de aquellos que hacen celebrar las Mi
sas por los difuntos. En segundo lugar
seria error creer que porque el sacrifi
cio de la Misa alivie á los difuntos , sea
necesario que se diga precisamente la
Misa que se llama de Difuntos. Es an
tigua costumbre de la Iglesia permitir
que se ofrezca el sacrificio de la Misa
por todo difunto en particular en el
dia de su muerte , al tercero , al sépti
mo , al mes y en el dia aniversario.
En tales dias , si el rito lo permite , con
viene que la Misa que se celebre sea
de Requiem ; pero fuera de estos dias
los Sacerdotes deben decir la Misa se
gun el oficio correspondiente ; y el pue-
.
46 Explicacion del sacramento
blo no debe pretender que siempre que
quiere se diga Misa por un difunto sea
de Requiem ; porque aun en la Misa
de vivos ( para usar del modo comun
de hablar) se puede rogar y se ruega
por un difunto particular , y aun se
ofrece en particular por él el sacrifi
cio. El tercer error es el de imaginar
se que pueda suceder nunca que la
Misa se celebre por alguno en parti
cular , v. gr. por el que ha dado la
limosna , de modo que aproveche á
aquel solo. De que proviene que ha
ya tal vez christianos que piensen ha
ber en el purgatorio almas abandonadas
y sin alivio , porque no tienen , por
exemplo , amigos ni parientes que
ofrezcan á Dios oraciones y Misas por
ellas. Hemos dicho desde el principio
que la Misa es el sacrificio universal
de toda la Iglesia , que lo ofrece por
todos los vivos y los muertos: y aun
que la Misa se diga alguna vez espe
cialmente por alguna persona particu
lar , con todo en la misma Misa pide la
Iglesia por todos , y por todos ofrece
de la Eucaristía. 47
el sacrificio. Por lo que con respecto á
las almas que pueden estar en el pur
gatorio olvidadas de sus parientes, di
ce S. Agustín que la Iglesia, madre
comun de los christianos, las hace este
oficio de caridad , pidiendo por todos
aquellos que han muerto en su comu
nion l. Y entiéndase lo mismo á pro
porcion para consuelo de tantos pobres
christianos que no tienen posibilidad
para mandar celebrar Misas por sus
almas en vida ó en muerte.
4? Resta finalmente ver para qué
fines se ofrece el santo sacrificio de la
Misa. Digo pues que este sacrificio se
ofrece para todos aquellos fines por los
quales el pueblo hebreo ofrecia sus sa
crificios en la antigua ley , segun el or
den que el mismo Dios les habia dado.
Por tanto el sacrificio de la Misa es
en primer lugar un holocausto , ó sea
sacrificio de adoracion , esto es , sacri
ficio ofrecido á Dios en reconocimien
to de 1su Lib.
soberana
de Curagrandeza y mages-
ger. pro mort. .
48 Explicacion del sacramenta
tad entero
do : porque
en Jesuchristo
la Misa á Dios
se ofrece
Padre to«
en
perdonaste
pas Se confiesan
la impiedad
los pecados
de mis^culA
no sof*
1
f'4 Del orden
mirabilísimo está lleno de ternísimos
sentimientos de amor , de alabanza,
de bendicion, de agradecimiento y de
súplicas á Dios y á Jesuchristo; El
Gloria en las Misas cantadas se canta
por «b clero y tambien por el pueblo;
y concluido, el Celebrante besando el
altar saluda al pueblo diciendo : El
Señor sea con vosotros; y¡..eLirnismí)
pueblo, ó en su lugar el ministro, res
ponde s Tambien sea con tu espíritu;
y vuelto ¡al altar, alzando los ojos y
las manos hacia el Gruciíixo , dice:
OrenHis, esto es -.Oremos. y sncomen*-
démonos d'Dios. Esta; palabra Oremus
se repite muchas veces en la Misa, ¡co
mo tambien el saludo Dominus vabis-
cum, el Señor sea con vosotros , para
excitar al mismo pueblo á elevar á
Dios la mente y el corazon , á exemn
nes
pío del
con Sacerdote
las del propio
, y á unir
Sacerdote^
sus oracio*
V¡k
i Rom. V. 5.
F
82 Del orden
la remision de los pecados , la resur
reccion de los muertos, y la vida eter
na. Todos los christianos lo aprenden
de memoria desde la infancia , con
que á ninguno puede ser difícil el re
zarlo juntamente con el Sacerdote,
acompañándolo con un vivo senti
miento de fe. Rezado ó cantado el
Credo , el Sacerdote saluda de nuevo
al pueblo , exhortándole otra vez á
orar con él. En los tiempos antiguos
acabado el Credo se hacia por el pue
blo la ofrenda del pan y del vino que
debían servir á la celebracion del sa
crificio ; y entonces se cantaba el Ofer
torio. Al presente en muchas partes se:
ofrece pan en ciertos dias , el qual
bendice y distribuye el Sacerdote á
los asistentes en señal de comunion.;
Tambien se ofrecen en algunos para-
ges candelas y aun dinero para la ma
nutencion de los Párrocos. Antigua
mente despues que el Sacerdote había
tomado del pan ofrecido lo que era
necesario para la comunion del clero
y del pueblo , bendecia el restante , y
de la Misa. 83
se distribuía despues á los demás que
asistian á la Misa , pero que no comul
gaban. La ofrenda que debia servir
para la comunion se ponia sobre el
aJtar, y el sobrante que se habia de
distribuir en señal de comunion se
ponía fuera del altar. He aquí el orí-
gen del pan bendito , cuyo uso se fue
aumentando á proporcion que por la
tibieza de los fieles se fue disminuyen
do el número de los que comulgaban
en Ja Misa*
El Sacerdote pues, luego que ha
dicho el Ofertorio , descubierto el cá
liz , tomada la patena , sobre la qual
está el pan, ó sea la hostia, y tenien
do con las manos levantadas la misma
patena , ofrece al eterno Padre la hos
tia que debe sacrificar: y con senti
mientos de profunda humildad expo
ne al Señor que se la ofrece por sus
pecados , y por todo el pueblo asisten
te, y por todos los fieles así vivos co*
mo difuntos, á fin de que sirva á to*
dos y les procure la vida eterna. No
es el pan que se ofrece por el Sacer-
F2
84 Del orden
dote el que debe obtener de Dios el
perdon de los pecados y la vida eter
na : esto lo pedimos y alcanzamos no
sotros por medio de Jesuchristo , que
es nuestra víctima santa é inmaculada;
y el Sacerdote, al ofrecer á Dios ei
pan que ha de consagrarse , no tanto
alude al pan que tiene sobre la pate
na, quanto al cuerpo divino de Jesu
christo , en el qual debe transubstan-
ciarse el mismo pan por medio de las
palabras divinas de la consagracion. Al
poner la hostia sobre los corporales
hace el Sacerdote con ella la señal de
la cruz , como si pusiese á Jesuchristo
mismo sobre su cruz , sobre aquella
cruz en que él se ofreció por nosotros.
Tomado despues el cáliz , echa en él
el vino, y despues una pequeña canti
dad de agua : y mientras hace esto rue
ga fervorosamente á aquel Dios que
Crió maravillosamente al hombre en
altísima dignidad, esto es, semejante á
él, y que mas admirablemente lo ha re
formado , despues que por el pecado se
había desfigurado en él la imagen del
de la Misa. 85
Criador: le suplica, digo, por el mis
terio que se oculta en la mezcla del
agua con el vino , que haga á todos la
gracia de participar de la divinidad de
aquel su divino Hijo , que se dignó
participar de nuestra humanidad. Per
auem maxima, et pretiosa nobis pro-
missa donavit , ut per hac ejjiciamini
divina consortes natura : Por el qual
nos ha dado muy grandes y preciosas
promesas ; para que por él seais he-
ckos jrartütpantes de la naturaleza
divina l. Qui adharet Domino, unus
spiritus est : El que está unido al Se
ñoras con él un mismo espíritu 2.Co-
pulatio et conjunctio aqua et vini sic
miscetur in calice Domini , ut commix-
tio illa non possit ab invicem separa-
ri. Unde et Ecclesiam....nulla res se
parare poterit d Christo : El agua y
el vino se unen y mezclan de tal suer
te en el cáliz del Señor , que no pue
den separarse ya el uno del otro. Así
1 II, Petr. I. 4.
2 I. Corint. VX i;?. . „;.
86 Del orden
ninguna cosa puede separar deCJiris-
to ala Iglesia '. Se echa tambien con
el vino una corra porcion de agua ea
el cáliz , porque asi hizo Jesuchristo
mismo al consagrar la Eucaristía, se
presentar
gun
sia 2 nos
, y loenseña
hacemos
el misterio
la tradicion
justamente
que éldequiso
para
la Igler
in
rer
23 Rit.
Christíatiorum
Div. Offic.precipua
lib. IV. cap.
salus.
XXX;
Epiph.
J
94 D*/ orden
tumbradas : El Senor sea con vosotros,
y respondido por el ministro : Y con
tu espíritu i continúa el Sacerdote di
ciendo: Sursum corda , esto es, ele-
mad d lo alto vuestros corazones; y
el pueblo responde : Los tenemos en
el Sinor. Sursum corda, ¡qué exhor
tacion tan aplaudida y celebrada por
los santos Padres , Chrisóstomo en
particular * y Agustino 2 ! Gran pala
bra es esta, amadísimos hermanos, y
una gran respuesta la que se da por to
do el pueblo por medio del ministro
que sirve. El Sacerdote os dice que al
ceis á lo alto el corazon , y respondeis
que teneis el corazon en el Señor : na
- solamente el espíritu, mas tambien el
corazon. Y esto quiere decir , segun
S- Cipriano 3 , que entonces vuestro
corazon no debe estar accesible ni
abierto sino á Dios , cerrado á todos
los pensamientos de la tierra , á quak
i Hotn. XVIII. ¡n IT. Corint. n. 3,
2 De vera Relie.. can. III. mira. 5. epist»
CXXX. a!. CLVI.'ad Probam lib.
3 De Orat. Domin.
de la Misa. 95
quier cuidado terreno, lleno de los
sentimientos de reverencia , de fe y de
amor que convienen á los altísimos
misterios que comienzan á celebrarse.
Tenedlo presente, hermanos carísimos,
y quando oigais al Sacerdote aquellas
grandes palabras Sursum corda , pro
curad con todo esfuerzo poneros en tal
estado de atencion, de devocion y de
fe., que el ministro pueda responder
con toda verdad que teneis todo el co
razon en Dios nuestro Señor. Al de
ciros el Sacerdote Sursum corda , alza.
las manos como para animaros con es
te ademan á soliviar vuestro corazon,
y para mostraros en nombre de la Igle
sia el vivo deseo que tiene de que vo
sotros lo hagais. Así advierte el Sacer
dote al pueblo , porque verdaderamen
te necesita elevarse sobre los sentidos,
?T estar con el ánimo en el cielo entre
os coros de los ángeles para cantar.
can ellos dignamente las alabanzas de
Dios. ¿Qué seria de nosotros , amadí
simos hermanos, si asistiendo á la Mi
sa quando el Sacerdote nos grita que
<j6 Del órdeti
tengamos el corazon elevado hacia
Dios , Sursum corda , lo tuviésemos en
la tierra ocupado de los afectos terre
nos? ¿Y con qué sacrilega mentira res
ponderémos que tenemos el corazon
en el Señor, habemus ad Dominutnl
Porque , como muchas veces lo he di
cho, el ministro responde al Sacerdote
por nosotros.
El Sacerdote , habiéndole respondi
do que el pueblo está atento y ocupa
do en Dios , sigue diciendo : Demos
gracias d Dios nuestro Señor ; y al
decirlo junta las manos y alza los ojos
al cielo: dos señales, la una de humil
dad y reverencia, y la otra de deseo y
amor: y el pueblo responde : Es digno
y justo. Gratias hagamus Domino
Deo nostro : Dignum et justum est.
Entonces el Sacerdote vuelve á decir:
Verdaderamente es digno y justo,'
equitativo y saludable que siempre
y en todo lugar te demos gracias , Se
ñor, Padre santo ¿todopoderoso y eter
no Dios , por medio de Jesuchristo
nuestro Señor : jpor quien los ángeles
de la Misa. 97
alaban tu Magestad , las Dominacio
nes la adoran , las Potestades la ve
neran con temor , los Cielos y las Vir
tudes de los Cielos y los bienaventu
rados Serafines todos juntos la cele
bran con comun alegría. Suplicamos-
te , Señor , quieras recibir nuestras vo
ces , que unimos días suyas , diciéndote
con humilde confesion : Santo, Santo,
Santo
tos : loses cielos
el Señor
y laDios
tierra
de estan
los exérri
llenos
1 Isai. VI. 3-
G
98 Del orden
cen mencion de este himno Sanctus
ire. , se ve que estaba en gran devo
cion y veneracion entre los christianos,
y por muchos siglos todos los asisten
tes se unian para recitarlo juntamente
con el Celebrante : Bendito el que vie
ne ere. La Iglesia, despues de habet
tributado honor á la santísima Trini
dad con el divino trisagio, no se ol
vida de rendir sus homenages al Salva
dor , y usa de las palabras y del cánti
co con que los niños recibiéron á Je-
suchristo en su última entrada en Je-
rusalen: Bendito &c. l
facio
Lasseoraciones
llaman elque
Canon
se siguen
, porqueal son
Pre*
la
1 Philip. rv. 7.
106 Del orden
y otro, y una vez separadamente el
pan , y otra tambien separadamente el
vino: bendice, digo, el pan y el vino
haciendo sobre ellos las acostumbradas
señales de la cruz , con cuyas señales
anuncia la muerte de Jesuchristo , de
la qual se continúa la memoria en
nuestro sacrificio. Pide al mismo tiem
po al Señor que haga que su oblacion
sea una oblacion perfectamente bendi
ta , acepta y aprobada , racional y agra
dable á sus ojos, para que (sigue di
ciendo) se haga para nosotros el
cuerpo y la sangre de Jesuchristo tu
amado Hijo nuestro Señor. Este es el
tiempo para los christianos asistentes
á la Misa de renovar su atencion, su
fervor y su fe: porque el Sacerdote,
tomando el pan en la mano , alzando
los ojos al cielo , lo bendice de nuevo
á imitacion de Jesuchristo ; y pronun
ciando las palabras de la consagracion,
convierte el pan y lo transubstancia en
el cuerpo de Jesuchristo. De la mis
ma manera tomando el cáliz lo bendi
ce , y pronunciando sobre él las pala
de Xa Misa. 107
bras del mismo Jesuchristo , convierte
y transubstancia el vino en la sangre
preciosa del mismo Jesuchristo. Los
christianos saben lo que se oculta ba-
xo Jas especies del pan y del vino des
pues de las palabras de la consagra
cion : los christianos estan instruidos
del grande , del inefable milagro , por
el qual destruida la substancia del pan
y la substancia del vino , permanecen
solo las especies , y baxo de ellas el
adorable cuerpo del Hijo de Dios na
cido de María , y la sangre preciosa
derramada por el Redentor para nues
tro rescate. Hecha la consagracion del
pan , el Sacerdote es el primero que
adora el cuerpo del Salvador , arrodi
llándose delante del altar , y despues
lo hace adorar del pueblo mostrándo
le la partícula consagrada. Hecha igual
mente la consagracion del vino, adora
él la preciosa sangre del Salvador , y
la hace adorar del pueblo, mostrándo
le el cáliz elevado á lo alto : con cuya
accion se representa tambien el acto
de levantar á Jesuchristo en la cruz.
108 Del orden
Esta elevacion de la hostia y del cáliz
se hace ademas para ofrecer á Dios el
sacratísimo cuerpo y la sangre vivifi
cante de Jesuchristo inmolado místi
camente. Los christianos que estan pre
sentes á un misterio tan grande, tan
augusto , tan superior á toda humana
inteligencia , deben meditarlo con san
to temor y temblor , adorar la bondad
de Dios en hacer tan grandes cosas pa
ra unas criaturas tan miserables, y pe
dir la gracia de ser , por decirlo así,
transformados por amor en Jesuchristo
mismo ; adorar finalmente con profunda
humildad á Jesuchristo, oculto para
nosotros baxo las especies de pan y de
vino , y pedirle misericordia. Por an
tigua costumbre todo el pueblo pre
sente á la Misa se estaba postrado con
el rostro en tierra por todo el tiempo
que duraba la consagracion así del pan
como del vino. Este rito debe hacer
nos comprehender los sentimientos de
profunda humildad con que deben es
tar los pecadores delante de Dios que
tienen presente. En otras Iglesias la
de la Misa. 109
postracion duraba desde la consagra
cion hasta la paz.
Recuerda despues el Sacerdote el
orden dado por Jesuchristo á sus discí
pulos y á los sucesores de estos en el
sacerdocio para celebrar el divino sa
crificio en memoria suya , y añade que
acordándose así él como todo su santo
pueblo de la pasion bendita del mis
mo Jesuchristo su Hijo y Señor nues
tro , y de su resurreccion y de su as
cension al cielo, ofrece á su incompara
ble Magestad de los dones que él nos ha
dado , y que ha puesto en nuestras ma
nos, la hostia pura, la hostia santa,
la hostia inmaculada , el pan santo de
vida eterna , y el cáliz de la perpetua
salvacion : y diciendo esto hace tres
veces la señal de la cruz sobre el pan
y el vino juntamente , una vez sobre
el pan , y otra igualmente sobre el vi
no. Los signos de cruz que hace el Sa
cerdote sobre la hostia y sobre el cá
liz despues de la consagracion tienen
un fin diferente de aquellos otros sig
nos hechos antes de la consagracion.
lio Del orden
Antes de esta se hacen para conseguir
la bendicion del pan y del vino, y
para pedir la conversion del mismo
pan y del vino en el cuerpo y sangre
de Jesuchristo. Pero despues de la
consagracion no se dice ya palabra
para pedir alguna bendicion, siendo
ya todo santo y bendito lo que tene
mos sobre el altar, y solamente lo ofre
cemos, offerimus; y las señales de cruz
que se hacen muestran solo que los do
nes que tenemos sobre el airar son el
cuerpo y la sangre de Jesuchristo, el
cuerpo crucificado por nosotros , y la
sangre derramada sobre la cruz por
nosotros. La Iglesia quiere que el
pueblo , y mas particularmente el Sa
cerdote despues de la consagracion,
tenga delante de los ojos á Jesuchris
to inmolado sobre la cruz. Nótense
aquellas palabras : Memores Domine
nos servi tui , sed et plebs tua sanc-
ta.... offerimus &v. , las quales prue
ban mas y mas que la santa Misa es
un sacrificio comun del Sacerdote y
del pueblo. Las señales de cruz que
de la Misa. 111
se hacen despues de la consagracion
sobre la hostia , no son bendiciones , si
no signos que acompañan á las pala
bras para significar que la ofrenda del
cuerpo y sangre de Jesuchristo es una
continuacion del sacrificio de la cruz,
y de este sacrificio viene toda su vir
tud á la Misa.
De los dones que nos ha dado y
puesto en nuestras manos : dice así
porque la hostia pura , santa &c. no
se halla presente en el altar sino por
la conversion admirable hecha del
pan y del vino (que son sus dones)
en el cuerpo y sangre de Jesuchristo.
El cuerpo de Jesuchristo se llama pan
en el mismo modo que él dice: Ego
sunt panis vivus * ; esto es , pan de
vida , manjar celestial &c.
Sigue despues el Sacerdote , pide al
Señor que acepte favorablemente la
ofrenda del pan de vida y del cáliz
de salud, como aceptó los sacrificios
del justo Abel y de Abrahan nuestro
1 Genes. IV. 4.
H
114 Del orden
las manos de tu santo ángel d tu su
blime altar , para que todos quantos
participando de este altar recibiére
mos el sacrosanto cuerpo y sangre de
tu Hijo , seamos colmados de todas las
bendiciones y gracias celestiales por
medio del mismo Jesuchristo nuestro
Señor. Así sea. De todas las oraciones
del Canon esta es ciertamente la mas
difícil de entenderse bien, y de expli
carse con claridad. Ivon Carnotense
dice que en ella se contiene un sacra
mento de la fe, que debe creerse, pe
ro no aspirar á comprehenderlo per
fectamente. Inocencio III da á esta
oracion un significado mas llano, sin
excluir por eso el otro : Salvo occulto
calestis oraculi sacramento , possunt
htec verba , licet simplitius , tamen
securius intelligi : jube hac , id est,
vota fidelium, videlicet supplicatio-
nes et preces perferri érc. '. En este
caso el ángel que debe presentar tales
votos será aquel de quien se dice en
1 Rom. VI. p»
T18 Del orden
que habia de mortal y de corruptible
en, él : se elevó hasta el trono de Dios
en la ascension , y así se hizo fuente pe
renne de las bendiciones y de las gra
cias derramadas por Dios sobre todos
los hombres en el dia de Pentecostés:
Ascendens in altum.... dedit dona, ho-
tninibus l. Por tanto representando no
sotros y renovando estos grandes mis
terios en la Misa , no solo decimos á
Dios que le ofrecemos el sacrificio en
memoria de la pasion , resurreccion y
ascension de Jesuchristo } no solo le
pedimos que lo reciba con agrado y
lo acepte , como agradeció y admitió
los sacrificios que eran figuras de él;
mas tambien le pedimos que esta víc
tima inmolada místicamente sobre el
altar, sea presentada delante de su tro
no , y con ella nuestros votos , nuestra fe
y nuestro amor , á fin de que podamos
participar nosotros de ella , y ser por
su medio colmados de todas las gracias
y bendiciones que nos haya alcanzado
del cielo.
i Ephes. rv. a.
de la Misa. 119
La Iglesia sabe muy bien que Jesu-
christo no dexa nunca el cielo , y sabe
de consiguiente que no puede volver
á subir á él como si hubiese dexado
de estar allá ; pero se usa de esta ex
presion metafórica haciendo alusion
á los antiguos sacrificios, en los quales
la víctima era en cierto modo llevada
de la tierra al cielo, y presentada á
Dios por los ángeles, de quienes se di
ce en muchos lugares de las Escrituras
que presentan delante del altar de
Dios, esto es, delante de Jesuchristo,
las oraciones, los votos y sacrificios de
los hombres '. Quiere decir pues la
Iglesia que conociéndonos nosotros in
dignos de presentar á Dios por noso
tros mismos esta hostia sin mancha ,le
suplicamos que mande á uno de sus
ángeles , que estan siempre delante de
su trono , que la ofrezca él mismo al
santo altar, esto es, á Jesuchristo en
el cielo , que sa una á nosotros en esta
grande accion para que la ofrenda nos
sea útil.
1 Tob. XII. Apocalyp. VIH. 4.
120 Del orden
Rezada la dicha oracion , el Sacer
dote levantando algun tanto la voz
dice : Memento etiam Domine óv. , es
to es: Acuérdate tambien, Señor , de
tus siervos y siervas que nos han pre
cedido con el sacrificio de la fe , y
duermen en el sueño de la paz. En es
te lugar se detiene un poco el Sacer
dote para encomendar á Dios en par
ticular á los difuntos por quienes quie
re y tiene obligacion de rogar , y des
pues sigue : Te suplicamos , Señor,
concedas
cansan enáJesuchristo
estos y á todos
un lugar
los quedes-
de re
* Daniel IX. 1 8.
de la Misa. 125
diciendo l Por él ,y con él, y en él te es
debido todo el honor y toda la gloria
d tí Dios Padre todopoderoso en
unidad del Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos. Así sea. Al
nombrar al Padre y al Espíritu Santo
hace el Sacerdote con la hostia cada
vez una señal de cruz entre el cáliz y
el pecho.
Habiendo pedido ya á Dios el Sa
cerdote antes de la consagracion que
se digne hacer entrar la Iglesia de la
tierra en la sociedad y comunion de
los Santos, despues de haber pedido
lo mismo para las almas purgantes , ó
sea la Iglesia del purgatorio , pide lo
propio para sí y para todos los fieles
que asisten al sacrificio, en nombre de
los quales habla , y por eso levanta
algo la voz para que los mismos asis
tentes lo oigan , y se unan á él quando
dice Nobis quoque peccatoribus : JT
tambien á nosotros pecadores.
En esta oracion se mencionan va
rios Santos, todos Mártires, pero de
todo sexo y de todo orden , Obispos,
ii6 . Del orden
Sacerdotes, Diáconos (S. Juan Bau
tista se puede contar por los legos),
casadas y vírgenes ; y con esto nos ha
ce ver la Iglesia como de todos los es
tados saca Dios sus escogidos, y ani
ma de este modo á todos los christia-
nos á que procuren hacerse quales se
hiciéron los Santos , pudiéndose decir
cada uno á sí mismo, segun la bella
expresion de S. Agustín : Quod isti et
ista , cur non ego? Lo que hicieron
estos y estas ¿por qué no lo he de ha
cer yo? En la misma oracion habeis
entendido en qué manera deben pedir
los christianos ser admitidos en el con
sorcio de los Santos , es decir , supli
cando al Señor que no atienda á nues
tros méritos, porque sabemos que so
mos pecadores , sino que nos haga es
ta gracia por su misericordia. La vida
eterna no es una cosa debida , sino
mas bien una gracia y una misericor
dia :Gratia Dei , vita aterna ' : po
demos merecerla, pero nuestros méri-
x
130 -'Del orden
cruz se hacen fuera del cáliz, porque
esto basta para expresar que el mayor
culto que podemos ofrecer á las divi¡-
ñas personas consiste en el sacrificio
d*e la cruz de Christo. lia elevacion
de la hostia y el cáliz se hace una
vez , diciendo aquellas palabras per
ifsum érc. . á las quales por eso en los
antiguos Sacramentarlos ó Misales no
se El
ve Sacerdote
añadida ninguna
, despues
señal
quede
hacruz.
dicho.
aS X¡b.
L!b. de
II, Orat.
advers»cap.
Parmefl.
I. . i
de la Misa. 135
solo ; pero para que el pueblo tuviese
tambien su parte en él , ordenó luego
que el pueblo dixese la última de las
siete peticiones, que es quasi una re
copilacion de toda la propia oracion,
como quien dixese, líbranos de mal
(esto es, de todos aquellos males del
cuerpo ó del alma , espirituales ó tem
porales , que pueden ser causa de que
nosotros perdamos los bienes eternos),
líbranos para que podamos glorificar tu
nombre , para que reynes en nuestros
corazones, y hagamos tu voluntad &c.
Vosotros sabeis, amadísimos herma
nos , que esta oracion contiene quanto
se debe ó se puede pedir á Dios por
un christiano , y por eso ha querido
la Iglesia que la rezásemos solemne
mente en el tiempo del sacrificio , en
el tiempo en que tenemos á nuestra
vista, y casi en nuestras manos para
ofrecerla, la víctima santa é inmacula
da por cuyo medio debemos alcanzar
quanto pedimos, y sin la qual nada
podemos obtener. El pueblo debe re
zar el Padre nuestro con el Sacerdote
136 Del orden
con sentimiento de viva fe y de espe
ranza firme.
En varias Iglesias al tiempo del
Pater noster el Diácono en la Misa
cantada muestra al pueblo la patena,
para avisarle que se acerca el tiempo
de la comunion, y que es tiempo de
prepararse á recibirla , siendo la pate
na el plato sobre el qual se pone el
cuerpo de Jesuchristo que se ha de
distribuir á los fieles. Esta patena des
de el Ofertorio hasta el Pater noster
la tiene el Subdiacono al pie del altar
en la Misa cantada , porque despues
que la dicha patena ha servido al Ofer
torio para poner en ella el pan que se
lia de consagrar es inútil hasta la co
munion , porque el pan despues de la
ofrenda se pone inmediatamente sobre
el altar', y por esto se da á guardar la
patena al Subdiacono , que por enton
ces no tiene otro oficio que hacer.
La última peticion de la oracion
dominical se dice por el pueblo : Li
bera nos d malo : Líbranos de mal : y
el Sacerdote en voz baxa responde;
de la Misa. 1 37
Así sea , amen. Y tomando la patena
sigue diciendo : Te rogamos , Señor , que.
nos libres de todos los malespasados,
presentes y futuros ; y por la interce
sion de la bienaventurada y gloriosa
siempre Virgen Maria , Madre de
Dios , y de tus bienaventurados Após
toles Pedro , Pablo , Andres , y de
todos los Santos > danos por tu bondad-
la paz en nuestros dias , para que
auxiliados de tu misericordia seamos
libres del pecado ', y preservados de
todo peligro. Por nuestro Señor Jesu-
christo tu Hijo , que vive y reyna con
tigo en unidad del Espíritu Santo
por todos los siglos de los siglos. Los
males pasados de que pedimos ser li
brados son nuestros pecados : los pre
sentes son las tentaciones interiores ó
exteriores que inducen á pecar : los
males futuros son las penas eternas
merecidas por nuestros pecados , de las
quales esperamos y pedimos ser ab-
sueltos por medio de Jesuchristo. Re*
duce pues aquí la Iglesia todas sus sie
te peticiones á estas dos; primera, ser
138 Del órdeH'
libre del pecado , porque el pecado es.
el único verdadero mal , mal infinito^
mal que él solo puede perdernos en el
alma y en el cuerpo : los otros males no
son males verdaderos, pueden ser un
bien para nosotros , y son efectos y pe
na del pecado. La segunda cosa que se
pide es la paz : esta es un resumen y
compendio de todos los bienes , y esta
paz
solucion
no puede
del pecado
tenerse
: Los
sino impíos
con la , ab«
los
1 Isai. XLVIII. 2 i.
de la Misa. 139
paz de Jesuchristo : Ipse est fax nos
tra sohens inimicitias in carne
sua : El es nuestra paz habiendo
disuelto la enemistad en su carne Tj
quiere decir, la enemistad entre Dios
y el pecador. Pacific ans per sangui-
nem crucis ejus i?c. 2 Se implora eL
auxilio de todos , y nombradamente
de la santísima Virgen , que fue la
Madre del Dios de la paz, y los tres
primeros Apóstoles que anunciaron á
los hombres el Evangelio de la paz.
Rezada la sobredicha oracion , y pues
ta la sacrosanta hostia sobre la patena,
el Sacerdote arrodillándose adora el
sacramento : y tomada la hostia la di
vide por el medio sobre el cáliz, y
posando una parte de ella sobre la pa-r
tena, de la otra mitad que tiene en la
mano separa una partícula, y puesta
la porcion mayor igualmente sobre la
patena , y teniendo la dicha partícula.
sobre los dedos consagrados , hace con
ella tres signos de cruz sobre el cáliz
espíritu"1.'
El misterio de la Eucaristía es el
símbolo de esta union, ó por mejor
decir de esta unidad. El pan es com
puesto de muchos granillos de trigo,
los quales hechos harina , amasados y
mezclados juntamente hacen un solo
cuerpo : el vino se compone de mu
chos granitos de uva , los quales pisa
dos y mezclados juntamente hacen lo
que se llama vino. Así todos los fieles
que participan de la mesa de Jesu-
christo estan todos reunidos en Jesu-
christo para hacer una sola cosa con
él , estando
dio de la participacion
incorporadosdeá su
él sacratísi
por me-.
I I. Corint. X. 17.
de la Misa. 147
que él la diese al Subdiácono , y este
al pueblo, si no la hubiese recibido de
Jesuchristo , de quien es figura el al
tar. Alguna vez se usaba en muchas
Iglesias que el Sacerdote antes de dar
la paz besase la hostia. El pueblo de
be en este tiempo pedir á Dios la
concordia y la mutua caridad entre
todos los christianos , que todos son
hermanos , y todos incorporados con
Jesuchristo ; y cada uno debe pedir al
Señor que no le permita violar jamas
aquella bella y santa union que Jesu
christo recomendó tanto á sus fieles,
hasta decir que por su mutua caridad
se reconocerían sus verdaderos discí
pulos1.
Al Agnus Dei (Cordero de Dios
&c. ) el Sacerdote se da golpes de pe
cho , diciendo : Miserere nobis , para
mostrar la compuncion de su corazon.
Esta oracion la hemos tomado de San
Juan Bautista \ La repetimos tres ve
ces para manifestar que conocemos la
sacrammtalmente la Eucaristía, pa
ra que .pudiesen recibir mas abun
dante fruto de este santísimo sacrifi
cio l. Pero la comunion espiritual á
lo menos está ordenada é inculcada
por el mismo santo Concilio a.
Siendo acaso mas de desear que de
esperar que entre los christianos se ha
lle un número bastante grande de per
sonas que vivan de modo que merez
can comulgar siempre que oyen Misa,
seria al ménos de procurarse que las
comuniones de los fieles , segun el es
píritu de la Iglesia, se hiciesen todas
(excepto las de los enfermos) al tiem-
1 Psalm. XXXIII. 9.
2 Catcch. mystag. V. n. 40. .
de la Misa. 159
remedio saludable que lo sostenga y
conserve por toda la vida hasta la eter
nidad: en segundo, que sea para él
un manjar de vida que conforte su
corazon y lo reanime : y así como el
alimento corporal para ser útil al hom
bre es necesario que se encierre en el
estómago para convertirse allí en un
xugo vital que se transmita á todas
las partes del cuerpo , así el cuerpo y
la sangre de Jesuchristo, alimento de
nuestras almas, se insinúe en la parte
mas íntima de nosotros mismos , en
nuestros afectos, y los purifique, y los
retorne al amor suyo y de su caridad,
los enfervorice á fin de que vivamos de
su misma vida. Hecho esto , va al lado
derecho del altar , y allí reza la antí
fona llamada Comunion, que es un ver
so que ha quedado de los muchos que
se cantaban durante la comunion del
pueblo. En las Constituciones apostó
licas * se asigna para cantarse al tiem
po de la comunion el salmo XXXIII.
me á participar de su reyno.
La oracion Placeat tibi sancta
Trinitas ire. no hacia parte de la Mi
sa , sino que se decia en particular por
el Sacerdote concluida la Misa y mien
tras se desnudaba. Ella tiene nueve si
glos por lo menos de antigüedad. La
bendicion al fin de la Misa es antiquí
sima en la Iglesia Griega l. Hasta el
Undécimo siglo los simples Sacerdotes
ni.
¿ Qué se hubiera dicho si en el Cal
vario , al acabar Christo Señor nuestro
de espirar , se hubiera visto á algun
discípulo suyo con la misma inmodes
tia , disposicion y falta de respeto con
que se asiste á la Misa ? ¡ Quantos fue
ran los que se indignaran! La Iglesia
le mirara hasta el dia de hoy como
un apóstata. ¿Y qué dixeran aun Jos
mismos que no tienen mas religion
que él mientras dura la viva y real
representacion de este primitivo sa
crificio?
¿Es acaso para honrar la humildad
de Jesuchristo , que está como anona
dado en este estado de víctima, el lle
garse á los altares con el trage mas pro
fano , y con una vanidad la mas mun
dana y soberbia? Las pretensiones de
distincion y preferencias que en las de-
mas ocasiones no se disputan tanto, pa
rece que no se tratan con calor sino en
h Misa, j Qué delicadeza tan refina
174 Del sacrificio
da ! ¡ qué vanidad en la única muestra
que se da de religion , aun al doblar
las rodillas en presencia de una Mages-
tad tan formidable! Sillas, almohadas
mucho mas preciosas á veces que los
ornamentos que sirven al altar , todo
se emplea para recompensar, por de
cirlo así , á esos fantásticos adoradores
del respeto y culto aparente que pare
ce dan á Dios, y que en verdad mas
se le dan á si mismos. No intento opo
nerme á los Usos y derechos legítima
mente establecidos : la Iglesia no con
funde las condiciones ,s¡no que las au
toriza, y quiere el buen orden ; mas
¿podrá ver sin gemir que reynen la.
profanidad, la soberbia y el espíritu
del mundo mas afectado en los actos
mas esenciales de nuestra religion?
Aunque no hubiéramos tenido mas
sacrificios que los que Dios habia esta
blecido por el ministerio de Moyses,
decia un sabio , debiéramos siempre
asistir con reverencia, debiéramos res
petar acuellas carnes muertas, aquellos
toros degollados y ofrecidos al Dios
de la Misa. ij$
vivo, postrarnos siempre delante de
aquellos altares cargados de ofrendas y
votos , y seguir quantas lecciones,
quantos preceptos dio Dios á su pue
blo pera enseñarle el profundo respeto
con que debia asistir á estas religiosas
ceremonias.
bras y figuras^
Estas
delnogran
eransacrificio
mas que desonv
la
IV.
VIL
VIH.
* • *
¿Pero la religion es ciertamente el
motivo de retirarse del altar ? ¡ Quan
de temer es que esta apariencia de re
ligion y este respeto mal entendido
no sean un velo para encubrir nues
tra indevocion! ¡Y aun queremos ga
nar estimacion con este pretexto !
Un respeto sinceramente religioso,
una afectuosa y profunda veneracion
de nuestros divinos misterios está tan
lejos de apartarnos del altar , que an
tes nos acerca mas á él por la santa
disposicion en que nos pone este te
mor respetuoso de subir á él con me
nos indignidad.
Se teme por el amor sincero y por
el afecto que se tiene á Jesuchristo
no sea que se ofrezca indignamente el
divino sacrificio. ¿A qué pureza de
costumbres , á qué enmienda de vida
incita una aprehension tan religiosa?
Hace
do, hace
apartarnos
mortificar
del el
comercio
espíritudelmun-
y el co
198 Del sacrificio
razon , hace huir de todo lo que pue
de manchar unas manos consagradas:
no dexemos el altar, dexémonos á no
sotros mismos , y para esto nada ayu
da tanto como el mismo sacrificio; y
este es el fruto mas útil que puede
causar este religioso respeto.
¡ Qué error , decia S.. Juan Chrí-
sóstomo , el hacer por una falsa idea
de respeto mérito del intervalo y es
pacio de tiempo entre una y otra co
munion, en lugar de aplicarse para
adquirir aquella regularidad y pu
reza que es necesaria para comulgar
bien ! Non munditiam animi, sed in-
tervalla temporis longioris meritum
fufantes. Si se le tiene a\ sacramento
de Jesuchristo todo el respeto que se
le debe, y se quiere mostrar todo este
respeto , nada debemos sentir mas , nada
debe causarnos mayor dolor que el es
tar privados de la mesa divina , á la qual
somos convidados: Unus sit nobis do
lor hac esca privari. Quaiuo mayor
religion se tiene , tanto esta separacion
del altar nos debe ser mas sensible.
. de la Misa. 199
El sacerdocio da poder para subir á
él todos los dias ; pero impone una ne
cesidad de que cada dia la vida sea
mas perfecta. El delito enorme de los
hijos del Sacerdote Helí, por el qual
fueron reprobados , fué retraer al pue
blo del sacrificio: Peccatum grandt
nimis , quia retrahebant homines d sa-
crificiis Domini.
Se conoce y se confiesa que esas
reliquias del espíritu del mundo , esos
vastagos de las pasiones, esas reflexio
nes eternas del amor propio y de la
vanidad, esos intervalos de floxedad y
codicia , y al fin ese comercio con el
mundo, retraen del sacrificio. ¿Pue
den verse estos defectos con indiferen
cia y sosiego? Un Sacerdote debe ser
menos hombre en quanto es Sacerdo
te: su carácter, respetable á los mis
mos ángeles , le obliga á ser santo.
Zacarías perdió el uso de la len
gua , y parecia que se habia vuelto
otro hombre, solo con haber conver
sado algun poco de tiempo con un án
gel en el santuario. ¿Qué efecto de
2co sacrificio de la Misa,
be hacer en un Sacerdote la presencia
real de Jesuchristo sobre el altar y
entre sus manos? ¿Despues de haber
hablado con Jesuchristo tan de cerca,
ha de gustar de conversar con los hom
bres? ¿No se deberia decir de un Sa
cerdote que acaba de decir Misa \o
que se dixo de Zacarías : Et cognove-
runt , quod visionem tidisset in tetn*
j)lo : Bien se conoce con quien viene
de estar este Sacerdote, y qué visioa
ha tenido ?
202
LA SANTA MISA.
Ministros :
Sacerdote. Júzgame , Dios , y se
para mi causa de la gente no
santa : líbrame del hombre in
justo y engañoso.
Min. Puessi tú eres , Diosmio , mi
fortaleza , ¿por qué me has des
echado? ¿ por qué ando triste
quando me aflige el enemigo ?
ae>3
SANCTA MISSA.
>
20?
Sao Adjutorium hosttnm in no
mine Domini. . «
Min. Quifecit calum tt ttrram.
... .. V. . . :
OREMVÍ.
K/rie elei'son.
Kyrie elei'son.
Kyrie elei'son.
Christe eletson.
Christe elei'son.
Christe elei'son. .
2I3
al santuario con pureza de cora
zon. Por Jesuchristo nuestro Se
ñor. Amen.
Luego besa el altar diciendo :
Te suplicamos, Señor , por los
méritos de tus Santos cuyas reli
quias estan aquí, y de todos los
Santos, que te dignes perdonar
me todos mis pecados. Amen.
Despues lee el Introito del día , y
vuelto al medio del altar dice :
Sac. Señor , ten piedad de no
sotros.
JMin. Señor, ten piedad de no
sotros. ;;
Sac. Señor , ten piedad de no
sotros.
Min.Cb.mto, ten piedad de no
sotros.
Sac. Christo , ten piedad de no
sotros.
Jifót. Quisto, ten piedad de no
sotros. ... . .. .
aI4
Saf. Señor , ten piedad de no-
„ sotros.
Min. Señor, ten piedad de no-,
sotros,
Sac. Señor, ten piedad de no
sotros.
Gloria á Dios en las alturas,
y paz en la tierra á los hombres
de buena voluntad. Alabamoste:,
bendecímoste: adoramoste: glo
rificamoste : te damos gracias por
to grande gloria: Señor Dios, Rey
del cielo , Dios Padre todopodero
so: Señor, Hijo unigénito, Jesu-
christo : Señor Dios, Cordero de
Dios, Hijo del Padre, que quitas,
los pecados del mundo, ten mise
ricordia de nosotros : que quitas
los pecados del mundo , recibe
nuestro ruego: que estás sentada
á la diestra del Padre , ten piedad
de nosotros. Porque tú solo eres
Santo , tú solo Señor , tú solo Altí-
Kyrle eleison.
JZjrie eleison.
Kyrie eleison.
Dominus 'vobiscum.
Min. Et cum spiritu tuo.
pecados. ....•.;:;
Vase luego en medio del altar , y dice
ti Símbolo. : i .'. .: -v ;,.,i¡
226
Creo en un solo Dios, Padre
todopoderoso , Criador del cielo
y de la tierra , y de todas las cosas
visibles é invisibles : y en un solo
Señor Jesuchristo , Hijo unigéni
to de Dios , y nacido del Padre an
tes de todos los siglos : Dios de
Dios : luz de luz : Dios verdadero
de Dios verdadero : engendrado,
no hecho , consubstancial al Pa
dre , por quien han sido hechas to
das las cosas. El qual por nosotros
los hombres y por nuestra salva
cion baxó de los cielos. Y encarnó
.por el Espíritu Santo de María
Virgen, y se hizo hombre. Fue
tambien crucificado por nosotros
baxo el poder de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado. Y resu
citó al tercero dia segun las Escri
turas. Y subió al rielo, donde está
sentado á la diestra del Padre. Y
ha de venir segunda vez con ma-
227
Credo in unum Deum , Patrem
omnipotentem , factorem cali ir
terra , vtsibilium omnium , et in-
visibilium. Et in unum Dominum
Jesum Christum, Filium JDei
unigenitum. Et ex Patre natum
ante omnia sacula. Deum de
Deo , lumen de lumine , Deum
verum de Deo vero. Genitum,
non factum , consubstantialem
Patri : per quem omnia facta
sunt. Quipropter nos homines , et
jjropter nostram salutem descen-
dit de calis. Et incarnatus est
de Spiritu Sancto ex Mario.
Virgine : et homo factus est.
Crucifixus etiam pro nobis : sub
Pontio Pilato passus , et sepul-
tus est. Et resurrexit tertia
die , secundum Scripturas. Et
ascendit in calum : sedet ad dex~
teram Patris. Et iterum ventu-
rus est cum gloria , judic are ti-
pa
228
tos et mortuos : cujus regni non
erit Jinis. Et in Spiritum Sane-
tum , Dominum et tivificantem:
qui ex Patre Filioque procedit.
Qui cuín Patre et Filio simul
adoratur,etJonglorificatur : qui
locutus est per Prophetas. Et
Unam , Sanctam , Catholicam et
Apostolicam Ecclesiam. Confí
teor unum baptisma in remissio-
nem peccatorum. Et expecto re-
surrectionem mortuorum. Et iA-
tam venturi steculi. Amen.
Sac. Dominus vobiscum.
Min. Et cum spiritu tuo.
Sac. Oremus.
In spiritu humilitatis , et in
animo contrito suscipiamur d
te , Domine : et sic fiat sacri-
ficium nostrum in conspectu tuo
hodie , ut placeat tibi, Domine
Deus.
tiusque
utilitatem
Ecclesia
quoque nostram
su<s sancta.
, to-
Sac. Amen.
Sac.
Min.Peromnia
Dominus
Amen. vobiscum.
sacula saculorum.
Deo nostro.
Min. Dignum et justum est.
Canon Missa?.
clementísimo
Hijo
y bendigas
Pedírnoste
nuestro
estos
,ySeñor
por
rogárnoste
dones,
Jesuchristo
, que
estos
,recibas
Padre
pre-
tu
Q
242
sentes, estos santos sacrificios sin
mancha ; los quales te ofrecemos
en
sia primer
Católica,
lugar
á lapor
qual
tu santa'Igle-
te dignes
vos y siervas N. y N.
Aquí se hace una pausa para enco
mendar á Dios á aquellos por quienes
se quiere pedir en particular ,y continúa:
Y de todos los presentes , cu
ya fe y devocion te es conocida,
por los quales te ofrecemos, ó los
quales te ofrecen este sacrificio de
alabanza por sí y por todos los
suyos, por la redencion de sus
243
ta
accepta
hac sacrificia
dona ,habeas
hac illibata
munera
, et , benedicas
,h<¡ec
in sano
pri-
Et omnium circumstantium,
quorum tibifides cognita est , et
nota devotio,pro quibus tibioffe-
rímus : niel qui tibi offerunt hoc
sacrificium laudis pro se , suis-
que omnibus : pro redemptione
244
animarum suarum , pro spe sa-
lutis et incolumitatis sua : ti-
bique reddunt vota sua aterno
Deo vivo et vero.
Commünicantes , et memoriam
venerantes , in primis gloriosa
semper Virginis Mario, , Ge-
nitricis Dei et JDomini nostri
Jesu Christi: sed et beatorum
Apostolorum ac Martyrum tuo-
rum , Petri et Pauli , Andrea,
Jacobi, Joannis , Thoma , Jaco-
bi,Philippi, Bartholomai, Mat-
thai , Simonis , et Thaddai, Li
nt, Cleti , Clementis ¡Xysti, Cor.
nelii, Cypriani, Laurentii, Chry.
sogoni , Joannis et Pauli , Cos-
ma et Damiani, et omnium Sane-
torum tuorum , quorum meritis
precibusque concedas , ut in om
nibus protectionibus tua munia-
tnur auxilio. Per eumdem Chris-
tum Dominum nostrum Amen.
almas , por la esperanza de su sa
lud y conservacion , y tributan sus
votos á tí , Dios eterno , vivo y
verdadero.
Nosotros, que participamos de
una misma comunion, y venera
mos la memoria en primer lugar
de la gloriosa siempre Virgen
María Madre de Jesuchristo Dios
y Señor nuestro, y tambien de
tus Santos Apóstoles y Mártires
Pedro y Pablo, Andres, Jacobo,
Juan, Tomas, Diego, Felipe,
Bartolomé , Mateo , Simon y Ta-
deo, Lino, Cleto, Clemente, Six
to , Cornelio , Cipriano , Lorenzo,
Crisógono, Juan y Pablo, Cos
me y Damian , y de todos tus San
tos: te pedimos que por sus mé
ritos y ruegos nos fortalezcas en
todo con el auxilio de tu protec
cion. Por el mismo Christo nues
tro Señor. Amen.
3.¿fi
Con las manos extendidas sobre la
hostia, y el cáliz dice:
Rogárnoste pues, Señor, que re
cibas benignamente esta ofrenda
de nuestra servidumbre,. que lo
es tambien de toda tu familia , y,
que ordenes en tu paz todos nues
tros dias , y nos libres de la eter
na condenacion , y nos cuentes en
el número de tus escogidos. Por
Christo nuestro Señor. Amen.
La qual ofrenda te rogamos, ó
Dios , te dignes hacerla en todo
bendita , dedicada , aprobada , ra
zonable y agradable, para que
se convierta para nosotros en el
cuerpo y sangre de tu muy ama
do Hijo Christo nuestro Señor.
El qual un dia antes de pade
cer tomó el pan en sus santas y
venerables manos, y levantando
los ojos al cielo , á tí Dios, su Pa
dre omnipotente , dándote gra
cias,' lo bendixo, partió, y dio
247
maculatam hostiam.
Nobis quoquepeccatoribusfa-
mulis tuis de multitudine mise-
rationum tuarum sperantibus,
partem aliquam et societatem
donare digneris , cum tuis Sanc-
tis Apostolis et Martyribus :
cum Joanne , Stephano , Ma-
thia , Barnaba , Ignatio , Ale
jandro , Marcelino , Petro , Fe
licitate , Perpetua , Agatha,
Lucia , Agnete , Coecilia , Anas
tasia, et omnibus Sanctis tuis:
intra quorum nos consortium,non
astimator meriti , sed venia,
queesumus , largitor admitte.
Per quem hac omnia , Do
253
queAdescansan
estos , Señor
en Christo
, y á todos
, te su
los
Min. Amen.
Sac. Oremos. Amonestados con
preceptos saludables, y dirigi
dos por la enseñanza del mis
mo Dios , nos atrevemos á de
cir : Padre nuestro, que estás en
los cielos , santificado sea tu
nombre : venga á nosotros tu
reyno : hágase tu voluntad así
en la tierra como en el cielo:
el pan nuestro de cada dia dá
nosle hoy, y perdónanos nues
tras deudas , así como nosotros
perdonamos á nuestros deudo
res ; y no nos dexes caer en
tentacion.
255
mine, semper
tificas , vivificas
bona, creas
benedicis
, sanc-
, et
Bendigamos al Señor.
Min. Gracias á Dios. i
. Inclinado en medio del altar dice esta
oracion: i, , :.
Séate agradable , ó santa Trini
dad , el obsequio de mi servidum
bre , y haz que el sacrificio que
yo, aunque indigno, he ofrecido
á los ojos de tu Magestad , te sea
aceptable ; y á mí y á todos aque
llos por quienes lo he ofrecido
sea por tu piedad propiciatoria..
267
Dominus vobiscum.
Min. Et cum spiritu tuo.
Dominus vobiscum.
Min. Et cum spritu tuo.
Jte , Missa est.
Benedicamus Domino.
Min. Deo gratias. .
'It'll t '
\i". .''i', i
. . ". . ..
.••
^
1