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UNIVERSIDAD DEL VALLE

Programa: Licenciatura en Educación Popular


Curso: Historia de la educación y pedagogía
Docente: Liliana Arias
Estudiantes: Dana Valeria Hurtado Borja y Daniela
Duque Magón.
Crónica: la fe intacta.
Fecha: abril 1 del 2019.

CRÓNICA: LA FE INTACTA.

Cada mañana Elías Garzón Parra despierta, ora a Dios y agradece por un nuevo día, prepara
su desayuno, y se dispone a arreglarse, para después dirigirse a la Universidad del Valle;
allá tiene un puesto, donde vende dulces, cigarrillos y otras galguerías. Es así como se gana
la vida después de que la guerrilla en el año 2008 lo despojara con violencia de sus tierras
en buenaventura, terreno que tanto trabajo le había costado conseguir. Su único refugio fue
la fe que le había inculcado su padre en el hogar, gracias a esto se aferró a Dios y le pidió
en oraciones, que le brindara una oportunidad de empleo, pues cuando fue desplazado por
la violencia, ya tenía 51 años, contaba con 4 hijos y una esposa de los cuales era
responsable.

Elías Garzón en la actualidad tiene 70 años de edad, nació en el año 1950 en armenia, en
una familia conformada por sus padres y un hermano menor que murió a temprana edad
víctima de una bala perdida. Sus padres eran adventistas del séptimo día, lo que implico
que su educación fuera basada en las leyes de Dios, conocidas por medio de la biblia.
Su padre trabajaba vendiendo Biblias y otros escritos de carácter religioso. Siempre le
inculcaron en su hogar, que el secreto del éxito se basaba en obedecer a Dios y trabajar
duro para suplir sus necesidades básicas.

Con esfuerzo su padre le pagaba el costoso colegio adventista, donde estudio interno en la
ciudad de Medellín, el lugar contaba con amplias instalaciones, todo era muy lindo, tenía
numerosas canchas de entrenamiento, pues el colegio exigía que los estudiantes entrenaran
al menos un deporte. Por ser la institución religiosa Elías debía asistir todos los sábados al
culto, a los cuales estaba acostumbrado a ir con sus padres desde siempre, a pesar, de que la
religión no le gustaba mucho, cumplía las reglas de su casa y las del colegio por temor a su
padre y Dios. Cuando llego a bachillerato realizo oficios varios dentro de la institución, y
de esta manera ganaba su estadía y alimentación, alimentación que se basaba en recetas
vegetarianas

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