Вы находитесь на странице: 1из 1

UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

Facultad de Arquitectura Urbanismo y Artes TALLER DE DISEÑO ARQUITECTÓNICO 4A

SOBRE EL PODER DE LA VOLUNTAD


Si por una voluntad mal concebida y risible no reclamamos la formación de una sociedad que
corrija sus vicios y fortalezca sus aspiraciones, estamos destinados a perecer como un oasis en el
desierto. Es por eso que deberíamos trabajar bajo la consigna y el anhelo de ser mejores aun cuando las
circunstancias que nos toque afrontar no sean agradables. He aquí, en palabra y luego en obras, a la
persona digna de sobreponerse a la adversidad y marchar raudo contra la estupidez y la desesperanza.

El arquitecto como personaje clave por no decir imprescindible para la comprensión de la


ciencia y el arte de nuestros tiempos. El arquitecto puede orientar los destinos de sus conciudadanos
solo sí posee una fuerza de voluntad inquebrantable. La importancia de la organización de los nuevos
espacios como hábitats y el manejo de los nuevos materiales determinan la vida de las sociedades y en
consecuencia abogan por la importancia de esa fuerza, de ese poder que reside en los trazos y las
palabras que nacen de esos visionarios.

Vivimos rodeados de la atenta mirada de nuestra conciencia, sometidos a los impulsos


inherentes de nuestro organismo y quizá a merced de nuestro ser moral hereditario. No escapamos al
conflicto del ser moral y el Yo, y esto se agudiza debido a que permanecemos en constante interacción
con nuestros semejantes, ya sea en el trabajo, la universidad o el hogar. Existimos en un tiempo en que
la vida se resume a apariencias y se deja de lado la esencia de las personas. ¿Cómo afrontar este devenir
de situaciones incontrolables sin mellar en la realización propia del arquitecto? Pues, con disciplina, no
existe peor guía que el que tiene la mirada fija en el suelo, y sus alrededores pero nunca contempla el
horizonte. Las distracciones es esta época son diversas, y los que pierden el tiempo en conquistas ufanas
son muchos. Hombres de poca voluntad que temen el esforzarse, y que obtienen del mundo sensible
todo cuanto les sea necesario sin fijar consecuencia. Su trascendencia queda reducida a nada.

Es sabido que el ser humano detesta esforzarse, pero poco se consigue sin esfuerzo, a menudo
debemos enfrentarnos a situaciones que demandan decisiones, es decir, debemos elegir entre
complacer nuestros impulsos emotivos o mantenernos firmes en nuestras aspiraciones, ambas se
diferencian por el grado de esfuerzo que requiere su realización. La meditación razonada de las cosas
ayuda a crearse una propensión hacia el esfuerzo, lo cual resulta útil para el fortalecimiento de la
voluntad, por otro lado las aspiraciones particulares sirven como guía de esa fuerza volitiva, aquello se
ve reflejado en los hábitos de estudio, trabajo o descanso que se adquieran a lo largo de nuestra
travesía por el orbe. Ciertamente el hábito hace al monje, ciertamente la voluntad todo lo puede.

Para no tentar el fracaso se debe tener presente cuales son nuestras prioridades, procurarnos
mediante el juicio, la conciencia, la reflexión y la razón someter al automatismo imperante, no es acto
fácil, pues ello depende de la energía necesaria para generar la actividad o fuerza psíquica. Al satisfacer
los impulsos de una emoción ocurre un desgaste de dicha fuerza, por lo cual, no vale la pena intervenir
en conversaciones superfluas, ni siquiera buscar la aprobación desesperada de los que nos rodean y
mucho menos dejarnos dominar por la impaciencia o la provocación. A esto hay que añadir el peligro
externo de los impulsos sensibles, todo cuanto nos rodea -las estaciones los colores, texturas y sonidos-
generan en nosotros impresiones que llegan a influir en nuestro modo de comportarnos, no digo que
por ello sean perjudiciales.

En conclusión, para poder actuar cuando se presente la ocasión debemos rehuir a impulsos
tanto emotivos como sensibles, que por cierto, se regulan guardando silencio, evitando discutir en lo
posible y tolerando las impresiones del mundo en sosiego. Como diría el vate español “Las palabras
cera, las obras acero”.

ENSAYO Nº 01
SOBRE EL PODER DE LA VOLUNTAD
1
AUTOR: MAYK HAMER ALVA GOÑAS 20111054F

Вам также может понравиться