Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
JESÚS Y EL TEMPLO
Éxodo 20, 1-17.
1 Corintios 1, 22-25
Juan 2, 13 - 25
Mostrar que somos templo del Espíritu Santo y que a través del cumplimento de los mandamientos
estamos cuidando ese templo. Jesús ha venido para todos lo que quieren creer en Él, no solo para un
grupo determinado de personas. Al confiar nuestra vida a ÉL nos enseña que sólo muriendo a nosotros
mismos es que encontramos lo que necesitamos.
3. DESARROLLO DE LA ENSEÑANZA
4. CONCLUSIONES
Dios nos ha regalado los 10 mandamientos no para esclavizarnos o para hacer nuestra vida
mucho más complicada, por el contrario nos los ha regalado para que seamos libres. El
cumplimiento de los mandamientos no es opcional. Jesús no ha venido a suprimir o quitar la
ley, sino a darle su forma definitiva (Mt. 5. 17-19) pero Él no quiere que seamos esclavos de la
ley como pasaba antes, Dios quiere que cumplamos sus mandatos para que nuestra vida sea
bendecida, para que en todo lo que hagamos nos vaya bien. Muchas veces nuestra vida puede
parecerse al momento en que Jesús llegó al Templo de Jerusalén, entró y vio a los
comerciantes haciendo lo que no estaba permitido; y es que Dios tiene un celo muy grande por
el lugar que Él ha creado con tanto amor y perfección: Tu vida, tu cuerpo que es templo del
Espíritu Santo y no quiere que lo contaminemos con actos que lo destruyan. Jesús es el
Verdadero templo porque en Él habitan la perfección, la justicia y la presencia de Dios, vivir en
Él es vivir con esa bendición. Jesús, como hombre, también fue cumplidor de todos los
mandamientos pero no por obligación sino porque Él sabía de la bendición que hay en
observarlos y cumplirlos, necesitamos del Él y de su fuerza para hacer lo mismo. Cuando
nosotros cumplimos los mandatos de Dios estamos permitiendo muriendo a nosotros mismos
y permitimos que su fuerza y sabiduría se hagan carne en nuestra vida, quizá para el mundo
esto sea una locura o hasta nos digan que es una estupidez, pero para nosotros es vida.
EN PRÁCTICA LA PALABRA
Vamos a repetir y memorizar este versículo: Pero para los que Dios ha llamado, judíos y no
judíos, este Mesías es fuerza y sabiduría de Dios (1Cor. 1.24)
Lucas 4,24-30.
Mateo 18,21-35
Mateo 5,17-19
Lucas 11,14-23
Marcos 12,18-34