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BULLYING
y Convivencia en la Escuela
ASPECTOS CONCEPTUALES,
APLICATIVOS Y DE INVESTIGACIÓN
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Esta es una Publicac ión del OBSERVATORIO
sobre Viole ncia y Convive ncia en la Escu ela
Todo s los Derecho s Reservado s.
Primera Edición
Febrero de 2012
Lim a - Perú
* Los artículos qu e figuran en este volum en son respon sabilidad de los autores.
* Esta obra no pod rá ser registrada , reproduc ida, en total o partes, o trasmitida por un
siste ma de recup eración de información, en ninguna forma, idioma m edio alguno ; sea
mecán ico, fotoquímico, magnético, electrónico, electroóptico, fotocop ia o cua lquier otro,
sin previa autorización escrita de su titular.
Impreso en:
Dennis Morzán Delgado
Impresiones & Empastes
Lima-Perú, Febrero de 2012
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PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN
INDICE
PRESENTACION ...............................................................................................7
PROLOGO ....................................................................................... 10
EL BULLYING EN LA ESCUELA:
INTERROGANTES Y REFLEXIONES ..........................................................11
Julio César Carozz o Ca mpos
LA CONVIVENCIA ESCOLAR:
UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING ........................ 75
Luis Benites Morales
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PRESENTACIÓN
LA LEY ANTIBULLYING:
UN POCO DE HISTORIA .......................................................................... 193
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PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN
PRESENTACION
Resulta igualm ente necesario establecer de modo conc luyente qu e el aco so escolar o
bullying es un fenó meno social y no individua l aunque , obvia mente, quienes lo instrum
entan son persona s qu e respond en a un aprendizaje diligente m ente impu esto por la
cultura social. La dim ensión socio cultural a la qu e nos referimos está con stituida conc
retam ente entre otros contextos naturales por la familia y la escu ela, en las qu e se aprend
en estilos relaciona les de convivencia, tolerancia, reconoc imiento y respeto de la
diversidad así co mo mod elos de gestiona r y resolver los conflictos qu e naturalm ente se
dan entre los individuo s.
A partir de estas premisas, entonc es, se desarrollan los funda mentos qu e explican el
aco so escolar y de ello se extractan propu estas de actuac ión qu e reconoc en dos opcion
es esenciales: (a) la de intervención sob re la prevención, mediante la cua l
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PRESENTACIÓN
se reco miendan m edidas pun itivas contra los agresores y los respon sables de sus excesos
conduc tuales (los pad res) con la falsa ilusión de erradicar el aco so en la escuela y (b) la
prevención mediante la educación para la convivencia en la es cuela, a través de la cua
l la escu ela privilegia el desarrollo social y persona l de todo s los agentes educa tivos para
la con strucc ión de un clima instituciona l qu e garantice el pleno auge de la ca lidad de
vida y la ca lidad educa tiva.
La explicab le necesidad de querer acaba r con el aco so escolar en el menor tie mpo
posible promueve en las institucion es accion es basada s en el castigo contra los aco
sadores y es previsible qu e sus efectos no sea n los esperado s. La percepción individua
lista del aco so castiga hasta con la expulsión a los agresores lo qu e da pie a destaca r qu e
los educado res y la escu ela están abandonando a su suerte al agresor al cond enarlo a un
peregrinaje en otras escu elas hasta su eliminac ión final de la educac ión escolar: en estos
casos conc retos la escu ela viola el derecho funda mental a la educac ión qu e le asiste a
los niños y adolescentes y abd ica a su obligación de educa r para la vida a todo s los
estudiantes según sus necesidad es educa tivas. Otro riesgo de la percepción individua lista
afinca en qu e las autoridad es se equivocan creyendo qu e al eliminar al agresor han
resuelto el problema del aco so en la escu ela y cree n qu e se debe impon er m edidas
reglam entarias más duras qu e disuadan la apa rición de nu evos agresores.
Las m edidas pun itivas qu e se vienen implantando contra los escolares –porqu e es
falso que se dirija a los aco sadores-, seguirán siendo insuficientes porque el germen del
aco so está dado por las malas relacion es interpersona les y de con vivencia qu e se dan en
los centros e duca tivos. En otras palabras, no son los individuo s los respon sables del aco
so en la escu ela sino lo son las cond icion es de inequidad relaciona l, el do minio de una
educac ión marcada mente individua lista y discriminativa y la tolerancia a la resolución de
conflictos basado en la violencia del más fuerte en perjuicio del más débil. En bu en
romance hab ría qu e decir qu e la escu ela está castigando al aprendiz y no al m entor del
aco so, entre los qu e se cu enta la propia escu ela. Lo preocupan te en esta línea de traba jo
es qu e casi toda la sociedad está convencida de la represión antes qu e una con vive ncia
saludab le y resilie nte.
En términos breves bástenos precisar qu e las conduc tas prepotentes e insensibles del
agresor son con secu encia de un largo periodo de aprendizaje social (familiar,
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PRESENTACIÓN
contextual y escolar) y el proc eso de ree ducac ión qu e debe impartirse para el inicio
de una vida más satisfactoria no puede ser alcanzado, co mo se desea, en una limitado
periodo de tie mpo; y ese proc eso de ree ducac ión tiene qu e basarse en proc esos
pedagógicos dirigidos tanto a los estudiantes co mo a los doc entes, directivos y
pad res de familia. Hasta ahora las bu enas conc iencias se han convencido qu e la
educac ión y no el castigo son las estrategias más hu mana s y convenientes qu e se
deben emplear con tra los agresores e invocan a los pad res de familia y a los doc entes
a educa r en la con vivencia y en la cultura de paz. Esta medida, aparentemente lógica
y sensible es también otro propó sito inútil e insuficiente porqu e sigue ausente el
espíritu de una convivencia qu e, lo repetidos una vez más, debe involucrar a todo s
co mo actores y aprendices de un estilo de vida inédito en la escu ela y en la familia.
Conco rdante con estos linea mientos el Observatorio sobre Violencia y Convivencia
en la Escu ela ofre ce en este libro un conjunto de propu estas e ideas sobre el aco so
y la con vive ncia para qu e sea n debatidas intensamente y esperamos promover con
ellas la e m ergencia d e nu evas propu estas teórica s y progra m ática s para el
m ejora miento del clim a de los centros educa tivas y de las actitud es de sus
protagonistas.
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PRESENTACIÓN
PROLOGO
La ocu rrencia cotidiana de actos de maltrato y hecho s de violencia de la qu e son víctim as
niños y adolescentes en nu estro país, tanto en su medio familiar, social co mo escolar han
pu esto en tela de juicio no solamente el tipo de relacion es interpersona les qu e se vive en esos
contextos, sino también el modo de con vivencia qu e origina y sostiene ese tipo de relacion es.
La violencia es una forma de relación interpersona l qu e se mantiene no sólo por los efectos
perversos de sus con secu encias (su misión, daño , temor etc.) sino también por la justificac ión,
indiferencia o silencio de los actores involucrado s en tales hecho s (alumnos, profesores, padres
de familia, co munidad) . El bullying es sin lugar a duda s una de las formas más co mun es y
sofisticada s de violencia en los ámbitos educa tivos, es una mane ra de mostrar pod er asumido
o delegado. Existe el bullying cuando un alumno(a) impon e su fuerza en contra de otro
alumno(a) generalmente más débil, de forma que lo dañ e, lo maltrate o abu se de él o ella física
y psicológica mente, de mane ra con stante y sostenida. La violencia y el maltrato no sólo es la
cau sa de una mala con vivencia, sino también es el resultado de una mala con vivencia, por lo
cual se hac e necesario tener en claro cuáles son los factores qu e favorecen y obstacu lizan un
adecuado clim a de con vivencia en las escu elas, asi co mo cuales son los elementos qu e está
apo rtando la cultura y el sistema actual en las formas de actuac ión de los miembros de la
co munidad educa tiva, para pod er dar una respu esta a los actos de maltrato y violencia qu e
tienen lugar en los ámbitos educa tivos.
La m ejora de la con vive ncia en las escu elas es un excelente m edio para favorecer un clima de
mocrático, prosocial y valorativo de relacion es interpersona les qu e respete los derecho s, tolere las
difere ncias y promueva la solida ridad de los diversos mie mbros de la co munidad educa tiva.
Es en torno a estas con sideracion es qu e el Observatorio sobre Viole ncia y Convive ncia en la
Escu ela pon e en mano s de la co munidad educa tiva y de toda s las persona s e institucion es
preocupada s en dar respu esta y asumir una actitud de co mpromiso y afronta miento a los
problemas de violencia y con vivencia escolar, esta pub licac ión produc to del traba jo intelectual y
acadé mico de nuestros miembros co mo un apo rte de nuestra institución para la co mprensión e
intervención del bullying y para la promoción de la m ejora de la con vive ncia en nu estra institucion
es educa tivas.
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PRESENTACIÓN
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
EL BULLYING EN LA ESCUELA:
INTERROGANTES Y REFLEXIONES
Julio César Carozz o Campos
Introducción
El bullying es un problema qu e desde hac e más de dos década s viene conc itando
preocupac ión en círculos acadé mico y profesiona les interesado s en hallar las explicac
iones que lo distingan co mo una forma particularm ente corrosiva de violencia en la escu
ela y, desde luego, propon er accion es ad ministrativas y profesiona les qu e lo erradiqu en
en forma definitiva de las aulas, asegurando de este modo qu e los estudiantes se mane jen
en una relación de con vive ncia segura y armoniosa.
Nos parece, sin e mbargo, qu e el prim er objetivo está siendo abordado de modo
insuficiente o inad ecuado y, en con secu encia, las acc ion es y m edida s qu e se reco
miend en a partir de ese enfoqu e carecerán de la eficac ia esperada , lo qu e provoca ría un
despliegue de duda s y cuestiona mientos al valor de la ciencia empleada o a la dudo sa ca
lidad de los profesiona les qu e lo imple m enten, no obstante serviría para « ratificar» el
do minio de una vieja conc epción según la cua l las conduc tas de violencia existentes en
los individuo s son de naturaleza biológica y qu e no cab e intervenirla ni enm enda rla,
sino solo controlarlas y/o regularlas m ediante m edidas disciplinarias y sancionado ras qu
e se deben impartir a los respon sables de las agresion es, quienes al final de cu entas
serían los únicos respon sables del bullying. Por eso la naturalización y la normalización
de los co mportamientos viole ntos en los individuo s es el enclave ideo-cultural más con
sistente contra el qu e hay qu e enfilar todo s los esfuerzos investigativos.
Como toda s las formas de violencia social, la ocu rrencia de ellas tiene lugar en los
contextos en dond e transcurre la vida social de los individuo s y, en el caso del bullying,
este se produc e en las escu elas y se conc retiza básica mente en el marco de
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
Por todo ello no s pare c e p ertin e nte for m ularno s alguna s preguntas qu e
respondan a ciertas con sideracion es propias del fenó m eno social conoc ido co mo
bullying qu e ayud en a definir un pano rama más articulado y coh erente sobre el
aco so escolar y, con el mane jo de esa información, pod er co mprend er m ejor por
qu é el aco so/bullying en la escu ela sigue con siderándo se un problema estricta mente
escolar sin percatarse qu e posee una dim ensión mucho mayor. La atención qu e se
le preste al bullying exclusiva mente en el ámbito escolar es insuficiente y está lejos de
ser una solución integral, aunque , desde luego, no se pu ede pasar por alto toda
m edida preventiva e interventiva qu e se propon ga en lo inm ediato.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
1. Violencia y Sociedad
Ya entrado el tercer mile nio, la hu manidad afronta una serie de diversos y graves
problemas qu e, de una u otra forma, afectan la calidad de vida, el bienestar e incluso la
sup ervivencia de las persona s. No resulta, por ello, sorprend ente qu e su listado d e s bo
rd e l a s ag e nda s y l a s pr e ocupac ion e s d e gob i erno s y org an is m os internac iona
les, de estadistas y político s, de filósofos y científicos, de investigadores y religiosos, de
persona lidad es púb lica s y del ho mbre co mún y corriente, aun cuando nos encon tre
mos muy distantes de lograr el necesario con senso para su adecuado enca ramiento y
correcta solución.
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
qu e tales problemas son también la con secu encia de una viole ncia qu e se solapa en
estructuras y relacion es irraciona les y antihu mana s; es decir, la viole ncia estructural
enmascarada por tupidos velos ideológicos qu e no solo lo ocu ltan, sino qu e ade más la
justifican en aras del mantenimiento y reproducc ión de estructuras de pod er qu e con
sideran a las persona s co mo simples engranajes de una inmensa maquinaria de do minac
ión globa l.
Ocurre que la violencia social es casi tan antigua co mo la propia sociedad hu mana
y qu e, co mo m ecan ismo, se encu entra en los funda m entos de la configuración de
toda s las formas sociales qu e hasta hoy se han suc edido en la historia del ho mbre.
La implícita viole ncia estructural y la explícita viole ncia entre pares, representan los
dos aspectos, o co mo en el dios Jano, las dos caras de un mismo fenó meno histórico
y conc reto qu e, con traria mente a cua lquier visión metafísica, no hund e sus raíces en
lo más profundo del alma hu mana , ni está fatalm ente inscrito en nu estro cód igo
ge n ético, ni m e no s aún d eriva d e m e can is m os c ere brales inna tos qu e, e n
d eterminado m o m e nto, hac e n e closiona r d e m odo irr e m e diable acc ion es
viole ntistas. La viole ncia social es aprendida y cada individuo la va internalizando en
el curso de su desarrollo psíquico a instancias de un contexto sociohistórico qu e la
necesita y la utiliza para perpetuarse. Bertolt Brecht lo ha señalado inmejorablemente
en un po e ma:
Es decir, la viole ncia existe sie mpre allí dond e reina la desigua ldad , en cua lquier
tipo de sociedad en dond e conviven los privilegios de uno s poco s con las penurias de la
mayoría. Y su inevitable aprendizaje, no está referido única mente a la adqu isición de las
formas física s en qu e se expresa, sino, lo qu e es peor aún, aba rca también la sordidez de
sus manifestacion es psicológicas.
Sin duda , a la luz de los hecho s sólida mente establecidos por las ciencias sociales,
resultaría ab surdo negar o, en todo ca so, segar la necesidad de un enfoqu e
pluridisciplinario de la violencia social. Pero sin prejuicio de éste, la Psicología Científica
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
tiene mucho qu e decir y mucho qu e hac er con respecto a tal fenó m eno. Desde el
momento en qu e se ad mite qu e la viole ncia es aprendida, se plantea el problema de
los m ecan ismos de su adqu isición, de las diversas formas en qu e el individuo la
internaliza y la reproduc e a través de conduc tas específicas, de las variables qu e
posibilitan su reforzamiento o su atenuac ión en el curso del proc eso socializador,
del modo en qu e impregna toda s y cada una de las actividad es psíquicas de la
persona y, evidente mente, de las medidas que sería pertinente asumir para su eventual
pa r aliz ac ión , con tr ol y « d e s ap r e nd izaje» (sin qu e e sto últi m o i m pliqu e
necesaria m ente ubicarse en posturas asistencialistas, ni m enos aún adjudicar
arbitraria mente a la psicología el rol de gran co mpon edora de los problemas sociales).
Como en el caso de Terencio, a la psicología nada de lo hu mano le es ajeno y su
obligación co mo ciencia es investigar a todo s los proc esos y fenó m enos qu e se
produc en en la vida y actividad del ho mbre para conoc erlos cada vez más a fondo ,
establecer sus determinac ion es, descub rir sus leyes y propon er accion es en la
perspectiva de su mejoramiento.
De allí, con respecto al problema qu e nos ocupa , uno de los aspectos importantes qu e
le interesa investigar es la existencia de la asim etría de pod er qu e da lugar a las accion es
de aco so y la actitud de indiferencia y co mplicidad de la víctim a y el entorno inmediato;
es decir, la forma en que la familia se enca rga de trasmitir pautas violentistas d e vida y co
m porta mie nto, qu e form an pa rte d e una d eterminada cultura sociohistórica, para qu e
el individuo las internalice progresivam ente y luego las devuelva en forma de conduc tas
individua les violentas a la sociedad qu e se las proporcionó. Para decirlo en otros
términos, la forma en qu e una sociedad violenta engendra individuo s viole ntos.
Sin embargo, aquí hay qu e hac er dos salve dad es. La primera es qu e la familia y la
escu ela con stituyen una suerte de microco smos qu e reproduc en en su interior no toda s,
sino las principales contradiccion es de la vida de la sociedad en qu e está incluida; y no lo
hac e de mane ra mecán ica, sino en atención a las particularidad es y matices persona les
de sus integrantes (dond e juegan un rol decisivo el carácter, la persona lidad , el nivel de
educac ión, los intereses prácticos e intelectuales, etc.). La otra, es qu e en una sociedad
jerárquica m ente estratificada , no existe «la» familia o
«la» escu ela en general, sino qu e cada familia y cada escu ela está estructurada en con
sonanc ia con la normatividad de vida de la clase social de la qu e forma parte, por
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
las m edidas disciplinarias contra los hijos (Olwe us, 1998). Sin duda , todo s ellos son
factores de riesgo indiscutibles a los qu e debemos remitirno s para la elaboración del
diagnóstico persona l y situac iona l del centro educa tivo, no obstante, nos parece qu e se
debe prestar una atención más cuidado sa a un factor qu e inexplicab lemente se mantiene
poco atendido co mo el qu e ana lizare mos a continuac ión.
El abu so en las relacion es interpersona les lo halla mos en todo s los escenarios de la
vida social, pero en dond e los estudios se han centrado con mayor pun tualidad son en los
de la familia (violencia familiar), en la escuela (bu llying) y en la organización laboral (
mobbing). «Cuando hab itualm ente se habla de «el problema de la violencia» se produc e
una reducc ión del ca mpo, por deslizamiento se mántico, qu e deja en la visibilidad aque
llas formas de viole ncia qu e tienen qu e ver con lo individua l y con lo familiar, y torna
invisibles aque llas otras formas que tienen que ver con lo instituciona l y con lo instituido
socialm ente. De este modo , sólo es violencia la alteración del orden existente» (Zerbino,
2010).
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
En realidad , el cuestiona miento del bullying es, implícita mente, un cuestiona miento
a un estilo de relación interpersona l abu sivo y violento qu e impera en todo s los
escenarios de nu estra sociedad y con stituye una forma de control social qu e se ha
normalizado de tal forma qu e todo s estamos más o menos convencidos de defend er la
vigencia de esa relación asim étrica co mo recurso de con servación del orden y la
disciplina en los escenarios familiar, escolar y laboral. No debe cau sar extrañe za, entonc
es, qu e en cuan to al aco so en la escu ela, las medidas más emplea das para su control son
de corte disciplinario y reglam entario, no solo por qu e el bullying es catalogado co mo
una alteración del orden y porqu e los agresores estudiantiles no están autorizado s o facu
ltado s para maltratar o agredir a otros estudiantes, sino qu e se pon e en entredicho el
autoritario plano inclinado relacional que asegura el «orden» y la «disciplina » en todo s
los escenarios sociales.
El pod er otorgado a los do minan tes es la base de la viole ncia simbólica, qu e lleva a
los propios do minado s a ejercer sobre sí mismos las relacion es de do minac ión, y lo qu e
asegura su existencia es qu e las ignoran co mo tales, destaca la teoría de la violencia sim
bólica de Pierre Bourdieu (2000 ). La escu ela es un espac io de reproducc ión continua del
orden social do minan te en dond e la viole ncia simbólica dibuja una relación qu e
contraría la innovación, la creatividad y la formación de ciudadano s críticos, de suerte qu
e al tratar el bullying y la convivencia escolar, ese pod er simbólico qu e es una viole ncia
invisible, está en jaque .
Pero, ¿por qu é en este caso se produc e, ade más del silencio de la víctima, la de los
espectadores?, ¿Por qu é los espectadores no atinan a interrumpir o detener la violencia
con tra sus co mpañ eros?, ¿A qu e respond e tal indiferencia e insensibilidad ?. Toda s
estas conduc tas existen porque el sistema social no tolera ni premia la denunc ia
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
En el particular caso del bullying no cab en excepcion es, pese a qu e aqu í nos encon
tramos con un hecho histórico qu e importa puntualizar y qu e explicaría el por qu é de la
resistencia de las víctimas y de los espectadores a denunc iar las accion es de aco so. Como
ya se conoc e, el bullying es un problema muy antiguo en la escu ela y durante ese tie mpo
los estudiantes han sido «instruido s» tácita mente en la sumisión y la tolerancia a todo tipo
de maltratos qu e ocurren dentro de la escu ela, único lugar en dond e se deben resolver los
entuertos de los alumnos. Los «trapo s sucios se lavan en casa», reza una con seja popu lar
qu e también se impuso en el seno de las familias y qu e se con stituyó en el baluarte de la
viole ncia familiar en mucho tiempo, de dond e proviene otro adita mento para solidificar
la postura de silencio e indiferencia de los niños y jóvenes: «no te m etas en proble mas qu
e no son tuyos», «no m etas las narices en dond e no te llaman», le dicen los pad res a sus
hijos, con la seguridad de qu e están protegiéndo los de riesgos inn ecesarios.
Encon tra mos entonc es qu e la conc ertación de la escu ela y la familia, institucion es
moldeadas por la cultura social, son quienes en la práctica descalifican qu e la víctim a se
sobreponga al abu so y reclam e equidad y solidaridad y qu e los observadores se
mantengan ajenos a la violencia que perciben diaria mente. El sistema social no alienta qu
e la víctim as dire ctas e indire ctas del bullying pu edan expresar orgánica mente su recha
zo a una práctica de violencia qu e los daña porqu e le es más conveniente mantener la
pasividad y la sumisión de los estudiantes antes qu e la asunción de una postura cu
estionado ra de sus estilos relaciona les y de «con vive ncia». Por eso crea la violencia
simbólica en la qu e se refugian argucias qu e con sagran la normalidad de la violencia; la
normal tend encia a la culpab ilización en la víctima, qu e se atribuye así misma el origen
de su cond ición de víctima o también los deno minado s «perfiles» de víctima y agresor qu
e lavan la conc iencia de los auténticos respon sables del bullying en las escu elas.
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
«En no poca s opo rtunidad es, pad res, educado res y ha sta psicólogos incu rren en un
efecto deno minado «error bá sico de atribuc ión» por el qu e van a tend er a encon trar en
las característica s y rasgos de la víctim a la evidencia de qu e las conduc tas de
hostigamiento tienen alguna base objetiva. El rendimiento acadé mico y la salud de la
propia víctim a van a estar disminuidos por el aco so, y ello le devuelve a la víctim a un
tipo de fee dbac k negativo qu e efectiva m ente le de muestra qu e tienen razón aque llos
qu e le acu san de ser tonto, débil, de no servir para nada , etc.» (Castro Santande r, 2007).
Es así co mo el siste ma y la cultura propicia, ade más del aco so a las víctimas, su
silencio, su pasividad , su indiferencia y su co mplicidad con el agresor. Aquí está en su
máximo esplendor lo qu e se conoc e co mo la «con spiración o el cód igo del silencio», la
qu e se pretend e romper mediante un úkase y no, co mo debería ser, tran sformando el
estereotipo societario qu e impon e un mod elo extraño a la cultura de paz con solidaridad ,
valores y con vive ncia saludab le.
Imaginé mono s una organización (d esde el Estado hasta la familia) qu e practica con
suetudinariam ente la violencia interpersona l contra su entorno social y qu e, cuando sus
dependientes reproduc en los estilos de violencia qu e se les ha enseñado les impon en
sancion es por ejercer esas conduc tas de viole ncia; y cuando protestan por la existencia de
estilos relacionales violentos y abu sivos que afectan sus relaciones de con vive ncia social,
también reciben una sanción social, incluso más drástica, por lo qu e bu ena parte de la
sociedad qu e recibe este m ensaje opta por mantenerse sumiso al abu so o indiferente a su
práctica social.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
las relacion es con los hermano s, etc., son aspectos funda m entales qu e hay qu e tener en
cu enta ya qu e pu eden convertirse bien en factores protectores o bien en factores de
riesgo para qu e los niños o niñas se conviertan en agresores o víctimas en su relación con
los iguales». La familia, sin embargo, está investida sincrética mente de la cultura do
minan te del sistema social, y en mayor o menor medida la reproduc e y la recrea en su
seno, y por ello es necesario identificar a las familias en con sonanc ia con su pertenencia
de clase para entend er m ejor lo qu e se etiqu eta co mo factores familiares de riesgo en el
bullying, ya qu e de otro modo estaríamos asumiendo qu e toda s las familias, ind
ependiente m ente de su estatus social, son igua les entre sí y la ficción impu esta por el
derecho sobre la familia nos enca sillaría a un mane jo conc eptual y m etodo lógico qu e
cua l anteojeras no nos va a permitir ver el bosqu e sino sólo el árbol en el proble ma del
bullying.
No debe pasarse por alto qu e tanto la familia co mo la escu ela son institucion es del
Estado y en cada una de ellas se expresa en diverso grado la ideología, la cultura y la moral
qu e el Estado promueve para qu e sea replicada en toda s sus institucion es y de ese modo
ejercer un control sobre los individuo s qu e la integran. Los factores persona les, qu e
también se invocan co mo ele m entos de riesgo en las conduc tas intimidatorias, son
finalm ente produc to de un cond iciona miento socio-cultural, aunque ciertam ente las
persona s dispon en de un margen importante de recha zo y cu estiona miento a los
contenidos qu e co mpulsiva mente se imparten en la sociedad . De este modo pod e mos
decir qu e es el siste ma social do minan te con sus mod elos de relacion es sociales e
interpersona les imperantes los auténticos respon sables de las relacion es de violencia y
abu so qu e se manifiestan en el escenario escolar. Lo
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
dicho no significa qu e se deba renunc iar a cua lquier acción preventiva contra el bullying,
lo qu e es inap lazable, sino qu e se debe con siderar muy claram ente la idea de qu e, en el
caso del aco so escolar, no estamos ante un proble ma puram ente persona l o puram ente
escolar, sino e minente m ente social.
Según la opinión de alguno s especialistas cuando han tratado de encon trar una
explicac ión del por qu é la víctima del maltrato familiar no decide abandona r a su
agresor, han afirmado qu e entre ellos existe una relación de naturaleza «sado-
masoquista». La víctim a resulta ser una persona de marcado s caracteres masoquistas y
por ello se mantiene ind efinida m ente conviviendo con su torturador.
En la escu ela nos encon tra mos con una situac ión algo parecida porqu e la víctim a no
denunc ia a su aco sador y decide mantener por tiempo prolongado una situac ión de
sufrimiento. ¿Por qu é elige una situac ión de sufrimiento sostenido?, ¿Qué lo anima a
mantenerse ind efenso fre nte al aco sador y a los testimonios co mpasivos de los
espectadores?. Nos parece qu e existen explicac ion es m enos simplistas qu e las
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
Los qu e se avienen a este estilo de relacion es desiguales van a desarrollar una mayor
tolerancia a las accion es de violencia qu e se produc en en la escu ela y lo harán también
con respecto a sus agresores por qu e han aprendido qu e esas relacion es de pod er-su
misión son convencionales y las percibe en todo s los contextos en dond e actúa. El
estereotipo de masculinidad , qu e marca por igua l a varon es y mujeres, les provee el
conoc imiento de qu e los ho mbres no son qu ejosos, no lloran, saben soportar las situac
ion es adversas, no son delatores o soplon es y qu e quienes se refugian en los profesores y
pad res de familia para denunc iar a sus agresores son d espre ciado s por los co m pañ eros
qu e sí se co m portan co m o verdad eros ho mbrecitos. Nada peor qu e ser un acu sete e
indispon er a un co mpañ ero solo porqu e es más fuerte y tiene mayor pod er.
Esta cultura de la sumisión y la tolerancia ante la viole ncia y el abu so, qu e forma
parte de la intensa socialización qu e los niños reciben en su hogar y se extiend e
luego al escenario escolar, es uno de los soportes para qu e mucho s niños, niñas y
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
jóvenes que son aco sado s sistemática mente no se con sideren víctim as, lo que puede
llegar a agudizarse en la m edida qu e las víctimas de vayan desensibilizando a la
experiencia de su cond ición y con ello se afir me su ind efensión. Esta experiencia no
supon e, por otro lado, qu e la situac ión de dolor y sufri miento qu e pad ece la víctim a
deje de provoca r perturbac ion es psicológicas de variada intensidad , o qu e llegado el
caso rechac e enérgica m ente el ejercicio de éstas prácticas. Como ve mos, no se trata de
una cond ición masoquista de la víctim a, sino que, una vez más, la explicac ión a estos co
m porta mientos debe m os bu scarlos fuera del individuo y no en su interioridad .
6. ¿Psicopatologizar el bullying?
El ca mino más simple para explicar los fenó menos sociales y los co mporta mientos
de los individuo s sigue siendo el socorro reducc ionista, y sus patrocinado res están
convencidos de qu e le hac en un gran favor a los estudiosos y a la ciencia. Esta vez el
turno ha sido para el aco so escolar o bullying qu e, co mo ya se le ha definido, con siste en
una conjunto de prácticas intenciona les de abu so y maltrato (físico, social y psicológico)
en perjuicio de estudiantes cuyas características persona les los hac en más vulnerables, y
qu e se suc eden en forma sistemática en el curso del año escolar por parte de un(a)
estudiante agresor(a) qu e cu enta con la sociedad de có mplices y la total indiferencia del
resto de co mpañ eros en su práctica de intimidac ión.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
son necesarios e inevitables para una mejor socialización de los niños, sobre todo en el
caso de los varon es. Es decir, se hac e necesario el abu so y el maltrato para un mejor
desarrollo social en los niños( as) y jóvenes. Franca mente insólito.
En estas cond iciones hac en su apa rición los infaltables personajes que se declaran así
mismos expertos en «salud mental» y que se harán cargo de desplegar la opo rtuna coa
rtada encub ridora, y bland iendo las más ranc ias teorías socio-psicológica s culminan sus
artificios clínicos etiqu etando con algún diagnóstico psicopa tológico a los agresores y a
las víctim as del aco so escolar o bullying. El bullying existe, entonc es, porqu e existen
niños( as) y jóvenes con problemas psicopa tológicos o psicológicos, quienes necesitan una
intervención y atención especializada . La intervención profesiona l se limita a ser intrape
rsona l por qu e son los individuo s los depositarios de la crisis
La propu esta de estas persona s es engaño sa e irrespon sable m ente inhu mana . Es
engaño sa porqu e crea la ficción de qu e atendiendo profesionalmente a los sujetos co
mprometido s en el bullying (agresores y víctim as), se esta dando inicio a la solución del
proble ma, lo qu e no correspond e a la verdad porqu e el bullying es un proble ma social; y
es inhu mana porque propicia la exclusión de los niños y jóvenes involucrado s en el aco
so: separando del centro educa tivo a los agresores y, de seguro también a las víctim as, se
acaba ría con el problema de la violencia en la escuela y se le devolvería el clim a de con
vive ncia desea do, lo qu e tampoco es cierto.
El bullying no existe en la escu ela porqu e allí hab iten niños y jóvenes agresores qu e
atacan a otros qu e son más vulnerables, o porqu e dicho s estudiantes viven en
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
situac ion es de riesgo social en dond e asimilan y replican patron es de conduc ta agresiva
qu e trasladan a la escu ela. Menos aún porqu e existan niños, niñas y jóvenes qu e posee n
el «perfil» propicio para ser agredidos. Eso es lo qu e se percibe a simple vista y representa
la forma más sencilla para explica r el proble ma del aco so en la escu ela, pero no es el
fondo del proble ma.
La cultura de nu estra sociedad, de fuerte cuño autoritario, ha impu esto un mod elo de
escu ela en dond e la ob ediencia -e mparentada con la sumisión y la pasividad - es un
valor al qu e hay qu e aspirar; y ob ediencia supon e permisión de la inequidad , de la
asimetría relaciona l, de la verticalidad , acep tación silenciosa de reglas de con vivencia
impu estas por una educac ión para el control.
Las escu elas son, en mayor o m enor m edida, lugares en dond e las relacion es
interpersona les entre estudiantes, entre doc entes y entre estudiantes y doc entes, expresan
con especial puntua lidad la esencia de inequidad qu e le marca el sistema
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
Nuestra vida tiene una form a de existencia ind esligable de las relacion es interpersona
les, sin ellas no crece mos social y persona lm ente. Es más qu e obvio, por lo tanto,
evaluar có mo son esas relacion es y así aproximarnos al conoc imiento del clim a
imperante y, por end e, de la seguridad o inseguridad reinan te en el centro educa tivo.
La escu ela aspira a ser una institución en dond e se respete la diversidad , aunque
nunca enseñen ni practiqu en de qu e trata ello, y en su intento por alcan zar un espac io de
ob ediencia, disciplina y orden, sobre todo y antes qu e nada la ob ediencia, su actividad se
torna hab itualm ente vertical y autoritaria, hac iendo añicos la regla esencial del bu en
trato qu e es la premisa para conqu istar el espíritu y la mente de los estudiantes y apun
talar su desarrollo hu mano prim ero, y acadé mico despu és.
En base a las cond icion es qu e som eram ente he mos expu esto, qu eda fuera de duda
la enorm e inseguridad qu e encierra la escu ela. Esta cond ición de riesgo qu e envuelve a
la población escolar y a los propios doc entes, es más lamentable porqu e
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
En alguna lectura recu erdo hab er encon trado una explicac ión sum a m ente original y
fulminan te sobre la crisis de la educac ión. Se decía allí qu e el proble ma radica en que
tenemos una escuela del siglo XIX, profesores del siglo XX y estudiantes del siglo XXI.
La escu ela pretend e ho mogenizar y regimentar a los estudiantes fre nte a un esqu ema
educa tivo qu e deben digerir sin duda s ni murmuracion es y reproduc ir literalm ente co
mo con stancia de sus aprendizajes eficie ntes. Este mod elo es la más grave manifestación
de violencia contra los estudiantes y los profesores.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
Los estudios de Bandu ra (1977) reconoc ían qu e las conduc tas de agresión qu e
poseían los niños eran aprendidas del entorno social, y que mucha s de esas conduc tas no
eran exteriorizada s de inm ediato sino qu e eran inhibidas por los niños y pu estas de
manifiesto en oca sion es qu e estimaban oportuna s; de lo qu e cab e interpretar qu e tales
conduc tas agresivas, qu e hab ían sido aprendidas de un mod elo social, no necesaria
mente se podían llevar a cabo si es que el entorno social poseía la capac idad de no
propiciarla y desalentarlas con la enseñan za de estilos de vida asociado s a la con vive
ncia y la cultura de paz.
Por otro lado este trata miento parece perjudicial en el aborda miento del problema
desde un primer momento y nos plantearía mas duda s qu e solucion es en su ínterin. Por
eje mplo, ¿Cómo se pod ría explicar qu e un agresor, qu e tiene perfil de agresor obviam
ente, se convierta más ade lante en víctima, sin tener el perfil de víctima?,
¿Cómo una víctima, con perfil de víctima, se convierta en agresor, sin qu e posea el perfil
para serlo?, ¿Có mo mucho s niños y niñas y jóvenes qu e durante mucho s año s no fueron
ni víctimas ni agresores porqu e no reunían los perfiles del ca so, se conviertan en una u
otra en cua lquier mom ento de su vida escolar?.
Pero también nos parece qu e un enfoqu e de esta naturaleza está poniendo el acen to
del bullying en lo individua l, en las persona s e induc iendo a qu e el trata miento del aco
so en la escu ela es individua l, lo cua l es una gravísima distorsión teórica y metodológica
del bullying, con severas con secu encias en el trabajo de prevención e intervención.
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
Esto quiere decir qu e quienes e mplea n los recursos de la inequidad y el abu so para
alcan zar sus objetivos tienen mas oportunidad es de sentirse rea lizado s, lo qu e no pa sa
con quienes reclaman equidad , respeto a la diversidad y deploran la glorificac ión de la
viole ncia co mo recurso de satisfacción social.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
La socialización de estos mod elos culturales produc en en los niños dos tipos de
conduc ta, las de ob ediencia y sumisión qu e es la más frecu ente y signo de ajuste
social; y la de rebeldía y recha zo al orden establecido, qu e es estigmatizada y
severam ente castigada porqu e expresa un peligroso riesgo para el orden desea do.
De este modo no debe extraña rnos qu e mucho s niños, niñas y jóvenes ad mitan las
sancion es de los pad res, por duras qu e ellas sea n, toda vez qu e tienen co mo propó sito
buscar qu e los hijos sea n m ejores. Hasta ahora la sociedad no pon e en duda la
importancia de este rol sancionado r de los pad res, lo aplauden sin reservas y más bien
mascullan crítica s contra las enseñan zas qu e los doc entes ofre cen a los estudiantes en
cuan to a identificar y defend er sus derecho s. Los niños, a través de la socialización fa
miliar, ya han sido se nsibilizado s pa ra tolerar las m e dida s sancionado ras qu e reciben
en sus hogares y están preparado s para acep tar las qu e pu edan darse en el centro educa
tivo aunque estas provengan de sus pares.
Sin e mbargo la tolerancia qu e se tiene a los actos de violencia no alcan za para evitar
qu e los estado s de tensión sostenida en qu e viven las víctimas los haga más vulnerables y
sensibles a presentar enfermedad es física s y psicológicas. Este tipo de tolerancia es mas
bien una forma de mimetización y sometimiento a las cond icion es del entorno qu e impac
tan contra el desarrollo del propio individuo.
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
Nos preguntamos, ¿por qu é el aco so escolar debe produc irse ante la presencia de
otros estudiantes?. Sobre el particular, al m enos encon tramos dos hecho s qu e nos parece
necesario destaca r:
a) la ocu rrencia del aco so en presencia de otros co mpañ eros hac e más doloroso y
hu millante el maltrato en la víctima porqu e se hac e notorio ante los pares la
sujeción pasiva y la ind efensión ante la violencia siste mática del agresor o los
agresores, y
b) el aco sador tiene necesidad de que su pod er sea visibilizado ante sus co mpañ eros
por qu e de ese modo alcanza un doble objetivo: satisface su necesidad de ejercer
do minio m ediante el abu so y envía un m ensaje de su pod er a todo s los
espectadores, lo cua l le provee el reforzamiento suficiente para la continuidad de
su práctica.
La incapac idad para defend erse de las agresion es de otros co mpañ eros es una
experiencia aciaga para las víctimas porqu e a su ind efensión se suma el te mor y la
ins eguridad pa ra m an t e n er no r m ale s r elac ion e s interp ersona l e s con sus
co mpañ eros, con lo cua l con sagra voluntariam ente una automarginac ión de su
núcleo social y ca e finalm ente en la exclusión. Las repetida s experiencias de maltrato
qu e ocu rren púb lica m ente y la falta de e mpatía de los co mpañ eros espectadores,
afianzan las muestras de indifere ncia, exclusión y con miseración hac ia las víctim as,
hac iendo latente el peligro de apa rición de con flicto de variada naturaleza e
intensidad .
Por si fuera poco , el agresor sabe de la impunidad de sus accion es y gracias a ello
perpetúa la actividad de aco so con tra sus pares. La cara opu esta de esta situac ión es la d
e acre c e ntar la cond ición d e ind efe nsión e n las víctim as qu e percib e n regularm ente
el desinterés del entorno para protegerlos y detener el bullying.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
Son mucho s los estudiantes qu e soportan durante mucho tie mpo esta penosa situac
ión y ante la escasa o nula reacción de su entorno para asistirlo en su cond ición de
víctima, terminan culpab ilizándo se por lo qu e le ocu rre y alguno s de ellos, martirizado s
por largos periodo s de tie mpo, deciden acaba r con su vida. Pero son much ísimos mas los
estudiantes qu e pasan largos año s de su vida en extre mas cond icion es de adversidad y,
por ello, es preciso tomar decision es inmediatas en el sistema educa tivo.
¿Qué es lo qu e qu ere mos decir?. Que el aco so en la escu ela no pod rá ser
desalentado si se privilegian las respon sabilidad es individua les sobre las sociales y las
medidas sancionado ras se con vierte n en el instrumento de pac ificac ión escolar. De una
u otra forma eso es lo qu e viene siendo el clima qu e impera en los centros educa tivos, y
sin ca er en exageraciones diría mos que el plano inclinado en detrim ento de los
estudiantes es la norma regular de las relacion es entre estudiantes respecto a los doc entes
y autoridad es.
Pese a qu e en la mayoría de los centros educa tivos no se tiene una idea lo suficiente m
ente clara de lo qu e es el bullying, estos buscan qu e eliminar los co mportamientos de
aco so basándo se en m edidas y accion es de protección a las víctim as y de castigo a los
agresores qu e, cab e decirlo, en alguno s casos pasa por la exige ncia de qu e las víctim as
aprendan a defend erse de sus abu sadores ape lando a accion es de igua l o mayor viole
ncia. Las m edidas sancionado ras están amparada s en disposicion es reglam entarias
acordada s ex profeso para los casos de bullying y se empeñan en ser lo mas dracon iana s
posibles para con seguir disuad ir las práctica s de los alumnos aco sadores, lo qu e es a nu
estro juicio un craso error porqu e tratan los casos de bullying co mo una moda lidad más
de las formas de viole ncia existentes en la escu ela.
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
Las relacion es sociales, co mo lla maba Marx a las relacion es interpersona les, son
oportunidad es de socialización, y socialización en un proc eso m ediante el cua l los
individuo s nos apropiamos de la realidad m ediata e inm ediata, crece mos para la vida y
desarrolla mos hab ilidad es para transformar la realidad exterior y hac erla más
satisfactoria y segura para todo s, lo cua l implica qu e la convivencia es el vehículo
mediante el cua l los individuo s planifica mos y con sensua mos objetivos de interés y
participac ión colectivos.
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
Nos parece qu e es un error traba jar la convivencia en la escu ela solo con la pretensión
de acaba r con el aco so en las escu elas. La promoción de la con vive ncia en la escuela
reviste una gran co mplejidad porque mediante ella se está cuestionando , desde la escu ela,
un estilo de vida fundado en la inequidad y la violencia relaciona l qu e el sistema socio-
cultural imparte e impon e a través de toda s las institucion es de la sociedad porqu e esa es
la mejor garantía de su perpetuac ión. Si no nos atrevemos a hac er algo por la escu ela, qu
e es lo mismo qu e hac er algo por los niños y los adolescentes; por los doc entes y los pad
res de familia, la escu ela y sus objetivos perecerá, todo s morire mos socialm ente. Pero
existen y tene mos alternativas qu e por muy exigentes y tortuosas qu e sea n son viables,
co mo es la educac ión para la con vivencia y que mejor que evocar a un gran mae stro de
la educac ión co mo Antonio Gransci qu e decía: «Es m ejor avanzar y morir qu e
detenerse y morir».
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JULIO CÉSAR CAROZZO CAMPOS
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EL BULLYING EN LA ESCUELA: INTERROGANTES Y REFLEXIONES
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
Introducción
En los actuales mom entos de crisis de social, con la presencia cotidiana de viole ncia
indiscriminada en diversos contextos sociales y sobre todo en el ámbito escolar, dond e los
valores, las relacion es interpersona les adecuada s y los límites de control de la conduc ta
se hac en menos evid entes; alguno s de los actores principales de la educac ión hac en
esfuerzos por asumir una actitud respon sable y propon er alternativas de solución sobre
ello, mientras otros, dejan qu e las cosas ocu rran, co mo si no les importara o no fueran
asuntos de su incu mbencia. En el marco de esta situac ión, nos preocupa a todo s los
involucrado s en la gestión educa tiva la proble mática de la con vive ncia escolar; por ello,
se vuelve un te ma de actua lidad que debe mos afrontar de mane ra dire cta y respon sable.
Las conduc tas viole ntas y agresivas a sí co mo las conduc tas pac ífica s y altruistas no
están determinada s genética m ente, toda s depend en en gran m edida de las influencias
ambientales, sobre todo familiares (especialmente en los prim eros año s) y educa tivas.
Pero esto, que nos hac e reflexiona r con sano juicio y realism o educa tivo, también nos
debe hac er pensar mucho en la respon sabilidad qu e asumimos los profesionales de la
educac ión (educado res, psicólogos educa tivos, psicop edagogos) sobre el tema de la con
vive ncia en la escu ela.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
La convivencia en la escu ela exige el respeto mutuo entre sus mie mbros y la acep
tación de normas co mun es, de opinion es divergentes y de estilos de vida diferentes; asi
co mo, la resolución por m edios no violentos de los desacue rdos, tension es y disputas.
Implica una co existencia y tolerancia del otro y de los otros.
Sería con veniente realizar una serie de cu estiona mientos ace rca de esta proble
mática: ¿Qué estamos hac iendo los profesiona les de la educac ión para promover este
pilar funda m ental de la sociedad qu e es la convivencia?, ¿Qué está ocu rriendo en los
centros educa tivos?, ¿Adónd e vamos?. Frente a ello, asimismo, debemos preguntarnos:
¿Qué estamos apo rtando para darle salida a esta encrucijada de viole ncia cotidiana en las
escu elas? .
Éste nivel de insatisfacción, qu e llega hasta ser generalizada por parte de los
doc entes, pad res e inclusive alumnos, obedece a cau sas de naturaleza muy diferente,
qu e han hecho perder la ilusión a mucho s profesores y especialistas.
Otro de los aspectos qu e a nu estro parecer tiene qu e ver con esta situac ión es la
señalada por José Beltrán Llera, en la «Cultura del presentismo» (Cree ncia de qu e única
m ente existe el presente, mientras qu e futuro y pasado son irreales). Es una cultura qu e
se caracteriza por la búsqu eda de lo qu e a uno le gusta, lo qu e le interesa, lo qu e le
satisface , y si hay qu e «pasar por encima de algo o de alguie n, se pasa». Lo qu e interesa
hoy es el logro fácil, el éxito rápido, el enriqu ecimiento inm ediato, se obvia la perspectiva
del futuro, dándo le más importancia al de tener qu e al de ser. Evid entemente, éste es un
elemento qu e contribuye, en gran medida, a la ruptura de la convivencia. Esto afecta
inevitable m ente a la educac ión y a las institucion es
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
educa tivas. Desde esta perspectiva, es difícil hab lar de un proyecto de vida persona l, qu e
debería ser uno de los grande s objetivos de la educac ión, cuya finalidad debe ser la con
strucc ión de m etas o de una visión persona l de vida, tanto en lo qu e se refiere al ámbito
de la con vive ncia, co mo al de lo estrictamente acadé mico.
Otro factor funda mental es la exace rbac ión de la viole ncia, qu e desde uno s año s
atrás se ha venido incre m entando , a través de los m edios de co municac ión social, de
mane ra pau latina y silenciosa, generando mod elos de conduc ta de los niños y
adolescentes. Aunado s a este hecho son los mod elos de rebeldía a las normas y figuras de
autoridad difund idas en películas, series y novelas.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
Es más, los ca mbios no sólo se han dado a nivel de la sociedad peruana , sino qu e
la e ducac ión m und ial ta m bié n ha ca m biado . Desd e los pa rad ig m as d e la
instituciona lidad , en el qu e la toma de decision es estaba a cargo de las más altas
instancias del pod er, lejos de los verdad eros usuarios de la educac ión, pasando por
la ideologización de la educac ión, hasta llegar a los paradigmas instrucc iona les,
centrado s en la enseñan za y el profesor, dond e éste es el protagonista de la escena
educa tiva pese a qu e la teoría pedagógica y psicológica centra su foco atenciona l en
el alumno.
Desde hac e ya alguno s año s, según Beltrán (2003), apa rece otro paradigma, el del
aprendizaje, qu e, no está centrado ni en la enseñan za ni en el profesor, sino en el
aprendizaje y en el alumno qu e aprend e. Hoy es necesario establecer un nu evo
paradigma de educac ión centrada en la formación de hab ilidad es y destrezas, no sólo
cognitivas y afectivas, sino más aún en un mod elo de desarrollo psicosocial, dond e el
proc eso de convivencia sea el funda m ental centro de la formación del nu evo educando .
Un ca mbio tan radical co mo éste no pu ede por menos qu e remover los cimientos de
la propia institución escolar. Una cosa parece clara, y es qu e si el centro de interés de la
escu ela radica en el aprendizaje y en el estudiante qu e aprend e, los principios del
aprendizaje deberían inspirar el diseño y la propia acción educado ra.
Para ello deberíamos tener en cu enta alguno s aspectos a la hora de con figurar la
diná mica educa tiva, especialm ente en el ámbito de la convivencia: qu e todo s los
alumnos son diferentes y únicos. Estas diferencias no afectan sólo a las estructuras
mentales, sino qu e afectan, sobre todo, a las estructuras emociona les. Asimismo, el
aprendizaje func iona adecuada m ente cuando hay un á m bito d e relacion es
interpersona les positivas y cada alumno es acep tado , reconoc ido, apreciado y
valorado incond iciona lm ente en su contexto propio.
Con sólo aplicar los principios anteriorm ente señalado s al ámbito educa tivo, se
descubrirían, sin duda alguna , posibilidad es de indudab le interés para con struir la
convivencia escolar con garantías de futuro.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
Sería necesario ana lizar las situac ion es en los qu e esa con vivencia está qu ebrada,
sería bu eno revisar esos principios, y co mproba r si están o no incluidos en nu estros
proyectos educa tivos y si resultan eficac es en la diná mica escolar.
Este aná lisis breve nos permite darnos cu enta de la importancia qu e tiene la con vive
ncia en la vida de las institucion es co mo la familia y la escu ela, y sobre todo de la
sociedad misma y del futuro de nu estra cultura.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
violencia tiene con secu encias muy negativas desde la perspectiva del desarrollo
psicológico, social e intelectual, desde la perspectiva de la socialización y la inserción
social para toda s las persona s implicada s en la misma, sea de forma activa o sea de
forma pasiva, sea de forma directa, sea de forma indirecta, tanto para el agresor la
víctim a, el resto de alumnos, co mo para la acción educa tiva en sí misma. La acción
educa tiva pierde sentido y se con vierte en un contexto en el que es posible el ejercicio
del abu so de pod er y se refuerza -por acción u omisión- el miedo y la sumisión. Este
tipo de relacion es qu e manifiestan con tamaña impun idad distorsiona , ade más de
forma importante, el clim a del aula. El nivel de violencia entre iguales en un aula no es
sino el reflejo del nivel de agresividad qu e se produc e en la misma. Las institucion es
educa tivas deben ser un lugar seguro en el qu e los alumnos y alumnas aprendan a
ser persona s en el sentido amplio del término; un lugar en el qu e las conduc tas de
burlas, hu millación, sarcasmo, agresión, violencia no deben tener cab ida. Otra
cu estión diferente son las diferencias de criterio, de intereses, qu e dan lugar a los
con flictos y las formas de abordarlos. El centro educa tivo y el aula, en particular, son
los lugares idón eos para explorar, para aprend er, para reflexiona r, para expresar,
co mpartir y sobre todo para desarrollar sus hab ilidad es, características persona les,
de socialización, los sentimientos, en definitiva, para aprend er a gestiona r las
difere ncias de forma positiva.
El abu so de pod er, la intimidac ión, las amenazas, las agresion es, en cualquiera de
sus formas, qu e ejercen un o uno s alumnos contra otro u otros, forma parte de un
proc eso qu e tienen con secu encias negativas desde el punto de vista de la adap tación
individua l, interpersona l y colectiva. Tanto las conduc tas agresivas de tipo externo
qu e muestra el agresor (agresion es física s, aislamiento social a otros, agresión verbal,
intimidac ión, etc.), co mo las conduc tas de tipo interno y en alguno s tipo s de víctim as,
también de tipo externo qu e pad ece la víctima (p érdida de autoestima, proble mas
d e su e ño, aisla mie nto social, an sie dad , conduc tas d e presivas, proble m as
psicosomáticos, etc.), son sin duda , desviacion es ind esea bles del objetivo básico de
educa r en sentido amplio qu e tiene la institución educa tiva o colegio, aunque bu ena
parte de estos proc esos se produ zcan en el ámbito del currículo ocu lto escapando
de esta mane ra a su control raciona l.
Centrándono s en las conduc tas conc retas de violencia, agresión e intimidac ión entre
alumnos qu e se dan en la escu ela, es necesario indicar qu e éstas forman parte
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de un proc eso lento e insidioso qu e tiene lugar en un ambiente físico determinado . Así,
las aulas, los pasillos, los baño s, el patio de recreo, las escaleras, las entrada s y salidas del
centro se convierten en lugares co mun es y frecu entes de agresión qu e, ade más, van
ampliando su espac io a m edida qu e el proc eso de victimización se va con solidando a lo
largo de días, se mana s e incluso año s.
Frente a todo s estos hecho s, debe mos pon er en relieve qu e si se traba jara de m ane
ra coh erente y siste m ática los proc esos de co municac ión, interacc ión e integración pac
ífica entre los alumnos, desarrollando , desde los prim eros grado s, las hab ilidad es
sociales, lograría mos una mejor con vivencia. Entonc es, la con vivencia escolar con siste
en gran medida en interactuar y co mpartir, y a interactuar y co mpartir se aprend e. A
interactuar y co mpartir tie mpos y espac ios, logros y dificultade s, proyectos y sueños. El
aprendizaje de valores y hab ilidad es sociales, así co mo las bu enas práctica s de con
vivencia, son la base del futuro ciudadano . Y ese aprendizaje tiene lugar en gran m edida
en la experiencia escolar.
Es el proc eso diario de interrelación qu e se genera entre los difere ntes miembros de
una co munidad educa tiva. No se limita a la relación entre las persona s, sino qu e incluye
las formas de interacción de los diferentes estam entos qu e conforman una co munidad
educa tiva, por lo qu e con stituye una con strucción colectiva permanen te y es respon
sabilidad del conjunto de los actores de la co munidad educa tiva. Las distintas dimension
es de la vida cotidiana qu e tienen lugar en una institución escolar dan cu erpo a aque llo
qu e lla mamos con vive ncia escolar.
Por ello, los respon sables de la Convivencia Escolar son todo s los actores educa tivos:
promotores, dire ctores( as), orientadores( as) o tutores( as), auxiliares, profesorado,
psicólogos educa tivos, alumnado , asistentes de la educac ión, pad res, madres y apode
rado s. Toda s las persona s que participan del sistema de interacciones
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Una definición de convivencia está referida a la relación o interacción entre los mie
mbros de una co munidad qu e exige el respeto mutuo y la acep tación de una s normas co
mun es, acep tación de otras opinion es y estilos de vida: resolución por m edios no
violentos de las tension es y disputas. Va más allá de la co existencia o tolerancia del otro.
La educac ión en la con vivencia es un objetivo funda mental del proceso educa tivo.
Aprend er a co municarse, interactuar e integrarse, entre persona s ( entre pares o con
persona s de mayor o menor edad) , respetar, a tener actitud es positivas, a creer en el
con senso debe ser una prioridad para toda la co m unidad escolar. Educa r la
con vivencia es potencializar, desarrollar las hab ilidad es no sólo sociales sino cognitivas
y afectivas, es mejorar el rendimiento acadé mico y sobre todo prepara a los alumnos
para qu e lleven despu és una vida social adu lta satisfactoria y autóno ma.
Analizando alguno s estudios sobre la importancia de la convivencia, en el año 1993, la
UNESCO, con el informe de Jacque s Delors, presenta un informe en relación con el perfil
deseable para la educac ión del siglo XXI. Enfatiza allí la necesidad de qu e la misma se
conc rete en base a cua tro pilares o aprendizajes funda mentales: aprender a conoc er,
aprend er a ser, aprend er a hac er y aprend er a convivir. La convivencia apa rece
explícitam ente co mo una preocupac ión relevante; es decir, alcan za un estatus
equivalente a otros aprendizajes qu e se con sideran indispensables de conqu istar en las
institucion es educa tivas. Asimismo, la convivencia es motivo de aprendizaje, deja de ser
visualizada sim ple m ente co m o un asunto natural y espontáneo ; se trata ahora de una cu
estión cultural qu e debe ser con struida y apropiada de mane ra sistemática.
Esto de aprend er a con vivir tiene alguna s derivacion es interesantes, por ejemplo,
a los alumnos les toca aprend er a convivir con sus pares pero también con los
adu ltos. Los doc entes por su parte tienen qu e aprend er, inexorable m ente, aque llo
qu e es indispensable enseñar, esto es a con vivir y no sólo enseñar qu e es la
con vivencia. No ba sta entonc es con desplegar un repertorio e minente m ente
conc eptual, se requiere enseñar y en el mismo acto convivir, por ello se necesita
mucho más del doc ente qu e su acto de enseñar rutinario qu e realiza. La con vivencia
se enseña funda mentalmente con viviendo ; es decir, en la práctica, con la experiencia,
ésta es una mane ra fehac iente de aportar a la edificac ión de una cultura pac ífica, de
bu en trato y de respeto y sobre todo, democrática. Cuando la con vive ncia se enseña
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
co mo un simple contenido curricular, estare mos sutilm ente abonado una cultura de la m
era información.
La convivencia es un proc eso co mplejo desde sie mpre y conc ierne a todo s los
sujetos, grupo s y sectores sociales. No es una circun stancia novedosa o de aparición
reciente. Es el aspecto exace rbado de la viole ncia de estos días, la pérdida del bu en trato,
del respeto por la persona (ser hu mano ), la pérdida de los reguladores de la conduc ta o el
resquebrajamiento del sistema de valores imperante en la mod ernidad, entre otros cú
mulos de razon es de peso, qu e ha pu esto en el tape te la inqu ietud sobre el tema.
Antropó logos y sociólogos se ñalan qu e e n las m ás primitivas form as d e
organización social (hordas, clane s, tribus) los con flictos de con vive ncia resultaban una
con stante y decidían en gran m edida el estilo de vida o muerte qu e adop taban . Las
investigacion es vige ntes en nu estra época señalan qu e, más allá de los avance s sociales
y dispo sitivos qu e los ho m bres han conqu istado y produc ido, las co mplicac ion es
para con vivir resulta una invariable.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
tienen asignada , quizás sin sabe rlo exhau stiva mente, la imprecisa función de alentar el
paso de la naturaleza a la cultura.
Por otro lado, las teorías conduc tuales nos explican qu e la co mplicada relación social
es aprendida. Será B. F. Skinn er (en Beltran 2000) quien, conc entrándo se en el aná lisis
de los factores externos qu e intervienen sobre el co mportamiento hu mano, señale qu e
todo co mportamiento es aprendido por sus con secu encias inm ediatas en su entorno. La
variable medio ambiente desempeña aquí importante pap el, siendo lo más determinan te
las respu estas e mitida s y sus efectos, sobre el entorno o sobre el propio sujeto. De esta
forma explica qu e toda s las conduc tas viole ntas y de aco so, serán reforzada s por las
con secu encias de la respu esta e mitida. Por otro lado, A.Bandu ra, (en Beltran 2000) tras
variada s investigacion es, postula la importancia de los proc esos vica rios, simbólico s y
autorreguladores, y la determinac ión recíproca (triádica) de: ambiente, conduc ta y
factores persona les. Es social porqu e implica la intervención interpersona l y se centra
especialmente en el aprendizaje hu mano. Su gran aporte con siste en explicitar algo qu e
vivim os diariam ente -el aprendizaje por observación-, el cua l nos econo miza tie mpo y
energía en tanto no requiere qu e el sujeto tenga sólo aprendizajes dire ctos o auto-
experienciales, sino que aprend e en forma mediatizada (aprendizaje vica riante), imitando
y reproduc iendo una serie de patron es, actitud es, estilos, modo s lingüístico s, etc., entre
ellas se explica la violencia entre iguales. No es necesario qu e este m os actuando por
ensayo y error o permanen te m ente en func ión de refuerzos externos para ‘aprend er’ en
la vida cotidiana ; junto a este aprendizaje por mod elamiento, en el cual el aprendiz aprend
e desde otro ( mod elo), a través de proc esos simbólico s se representa m entalm ente las
situac ion es y autorregula su aprendizaje y co mportamiento conform e a las prevision es o
prediccion es qu e pu ede deducir de tales representacion es m entales. A difere ncia del
conduc tista y a semejanza del cognitivista, A. Bandu ra sostiene qu e en el caso del ser hu
man o éste «no se limita a respond er fre nte a los estímulos, sino que los interpreta»,
otorgándo les significado , conforme al cual preveerá sus acciones. Por tanto, en el
aprendizaje no sólo intervienen factores ‘externos’ sino, decisiva mente, proc esos
cognitivos y e motivos ‘interno s’, en con stante interacción recíproca . En el aprendizaje
por observación ( mod elado ) intervienen factores tales co mo: atención, retención,
reproducc ión motriz y refuerzo, y tiene efectos: instructor, inhibidor o desinhibidor de
conduc tas ya aprendidas, facilitador y activador de e mocion es, lo cua l es muy
importante tanto en la situac ión educa tiva co mo en la influ encia de los
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
medios de co municación masiva (TV), a través de los cuales («mod elos simbólico s») se
trasmiten actitud es, patron es de pensamiento, tend encias emociona les y nu evos estilos
de conduc ta ( moda s, lenguaje, canc ion es, ritmos, co mo también agresión, viole ncia,
etc.). En este mod elo explica tivo el aprendiz no es un m ero receptor y asociador pasivo,
sino qu e participa co mo un predictor activo de las señales del m edio, en las cua les ve
no sólo respu estas sino expectativas, en func ión de sus motivacion es intrínsecas. Por
tanto, no sólo se da un aprendizaje reproduc tivo, sino también produc tivo, en tanto el
sujeto permanen te m ente está integrando diversos mod elos, generando facilitación social
para sus conduc tas interpersona les.
La psicología, en un aná lisis de las vicisitud es de las relacion es hu mana s y los modo
s que los sujetos establecen para con vivir, verifican la co mplejidad que con lleva este
propó sito. El cú mulo de co mportamientos adqu iridos a través de la historia social y
persona l, los diferentes ambientes en los que se rod ean, los co mporta mientos qu e las
persona s mod elamos para los niños, con los ca mbios en las interaccion es debido a la
diná mica ace lerada de relaciones interpersonales, los ca mbios vertiginosos ace rca de las
percepcion es de los modo s de interacción, integración y co municación de patron es
culturales, principios, normas, valores y co mo cada sujeto aprend e en forma
discriminativa estos aspectos explica la co mplejidad en el aná lisis de esta situac ión.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
Por otra parte, la con vivencia enseña. De ella se aprend en contenidos actitudinales,
disposicion es frente a la vida y al mundo qu e posibilitan el aprendizaje de otros
contenidos conc eptuales y proc edim entales.
Otros autores señalan qu e la con vive ncia se aprend e y para ello deben cu mplirse
determinado s proc esos, qu e por ser con stitutivos de toda con vive ncia democrática, su
ausencia dificulta (y obstruye) su con strucc ión; entre estos tene mos:
- Interactuar (interca mbiar accion es con otro u otros).
- interrelaciona rse ( establecer víncu los qu e implican reciprocidad) .
- dialogar (funda m entalm ente ESCUCHAR, también hab lar con otro u otros).
- participar (actuar con otro u otros).
- co mprom eterse (asumir respon sable m ente las accion es con otro u otros).
- co mpartir propu estas.
- discutir (interca mbiar ideas y opinion es diferentes con otro u otros).
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
- disentir (acep tar qu e mis ideas o las del otro u otros pu eden ser diferentes).
- acordar ( encon trar los aspectos co mun es, implica pérdida y gananc ia).
- reflexiona r (volver sobre lo actuado , lo suc edido. «Produc ir Pensa miento»,
conc eptua lizar sobre las accion es e ideas).
Toda s estas cond icion es en las institucion es educa tivas se con jugan y se
transforman en práctica cotidiana a través de proyectos instituciona les qu e resulte n
convocan tes y significativos para los actores de la co munidad educa tiva, y también
respondan a necesidad es y demanda s instituciona les. Es decir, parte de la evaluación de
necesidad es, a partir del cua l se van transformando en proyectos vincu lado s a la visión
instituciona l. Estos proyectos incluyen y exceden los contenidos singulares de las asigna
turas, la tarea nuc lea a los distintos actores y, co mo con secu encia de ello, las relacion es
cotidiana s y rutinarias se modifican , varían los roles y cada integrante asum e nu evas
respon sabilidad es, se incre m enta el protagonismo de todo s los participan tes. La
actividad tiene sentido y significado para quienes la ejecutan, pero también la tiene para
sus destinatarios; alcanzar las metas propu estas es el co metido co mpartido, se incre m
enta la respon sabilidad y el sentido de pertenencia. Esta propu esta impregna a toda la
institución qu e, sin «traba jar específica m ente la con vive ncia», aprend e «a con vivir,
con vivie ndo ».
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
Para qu e exista una trasformación educa tiva hac ia la convivencia escolar, qu e nos
ace rqu e a lo qu e desea mos, con lleva la modificac ión de toda s las dim ension es de la
actividad pedagógica y psicológica. Dos aspectos esenciales tienen qu e ver con la
transformación:
b) Las moda lidad es de regulación de la con vive ncia instituciona l y del aula. Le toca
al equipo doc ente gestiona r las alternativas para regular la con vivencia tanto en el
aula co mo en la instituciona l. Aqu ellos modo s en los cua les la autoridad qu e
reclama la función es remplazada por cualquier forma de autoritarism o, potencian
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
Esta importante triada es esencial en la con vivencia escolar cuando se relacionan ele m
entos y proc esos de mane ra coh erente y siste mática. Esta tríada pedagógica nos
posibilita entend er los aspectos explícitos que hac en a los contenidos estipulado s
formalmente en la planificac ión curricular, a las estrategias para enseñar que propon e
desplegar el doc ente y a las estrategias qu e se espera ponga en acción el alumno. Esta
relación asum e distintos matices según la lín ea pedagógica qu e se asuma.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
Las alternativas reales de interacción entre profesores y alumnos, por eje mplo,
suelen ubicarse en este sector curricular. Los aspectos no explícitos del profesor
tienen qu e ver con lo qu e efectivam ente siente y piensa en el transcurso de los
proc esos educa tivos. Un bu en doc ente para mucho s es aqué l qu e reún e dos
requisitos ele m entales y suficie ntes: conoc e la asigna tura qu e enseña (do minio del
curso) y cu enta con hab ilidad es y estrategias didác ticas para enseñar. Si bien esto es
indispensable, es absolutam ente insuficiente. Un bu en doc ente para nosotros es
aqué l qu e, ade más se interesa en sabe r qu é siente y qu é piensa cuando enseña y
que su interés prim ordial es lograr que el alumno aprenda . Los afectos que le suscitan
los diferentes alumnos con los qu e interactúa no resulta poca cosa e inciden
notable m ente tanto en la acción de enseñar y aprend er, co mo en la persona del
doc ente y en la persona del alumno. Más aun importante es la forma co mo interactúa
con los alumnos y los plano s de relación de co municac ión e interacción con los
discentes, dond e la característica de empatía es vital, crea ndo un clim a de con fianza
y seguridad entre ellos y qu e permita en esta situac ión enseñar los plano s de
con vive ncia y respeto a las normas de interacción, entre los alumnos en el traba jo y,
con el doc ente, en la participac ión activa.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
disímiles mane ra, con los se m ejantes, significativos con los qu e se relacionan para
aprend er. De allí qu e sostene mos qu e la convivencia explícita e implícita tiene una total
relevancia en los contextos educac iona les formales e informales.
Nosotros con sideramos la imperiosa necesidad de lograr una mejor con vive ncia y de
prevenir la ocu rrencia de conflictos qu e alteren el qu ehac er educa tivo a través de la
existencia en las institucion es educa tivas de un Plan de Convive ncia Escolar.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
En este siste ma, hay cua tro grande s ejes, cua tro grande s vectores. Es lo qu e dicen
los expertos cuando señalan qu e la educac ión se reduc e a cua tro grande s elementos: el
qu e enseña, el qu e aprend e, lo qu e se enseña y aprend e, y el contexto en el qu e tiene
lugar. Podríamos añad ir, el equipo de profesores, porqu e pu ede ser uno de los factores
más importantes a la hora de tomar el pulso de la co munidad educa tiva y también a la
hora de encon trar alguna s cau sas qu e expliqu en por qu é esa convivencia escolar está co
mo está y de mane ra co mple m entaria a la familia, núc leo básico de desarrollo de
aspectos previos para la convivencia.
El profeso r
Hay mucho s especialistas qu e hab lan ya de una cierta ind efinición de la figura del
profesor; estamos ca mbiando continua m ente de roles, de profesor en el sentido tradiciona
l, el qu e enseña, expon e magistralm ente sus conoc imientos, el orientador, el facilitado r,
el m ediador ( en términos pedagógicos), etc. Incluso los profesores se qu ejan de qu e cada
reforma trae con sigo nu evos roles y, a veces, sin contrapartida..
¿Cuál es el verdad ero rol del profesor y có mo pu ede contribuir a esa convivencia?.
Comparto la idea de mucho s psicólogos qu e dicen qu e el profesor, co mo cua lquier otro
profesiona l en su ca mpo, es un verdad ero experto. De esa forma, lo situa mos en la lín ea
de otros profesiona les: el profesor tiene qu e ser un experto. Pero, ¿en qu é tiene qu e ser
experto? Voy a co mentar los tres grande s factores del profesor experto qu e pu eden
contribuir a la m ejora de la convivencia (Sternb erg, 1996).
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
prepara al profesorado para sabe r actuar adecuada m ente en circun stancias co mo éstas
(Schön , 1983).
Esta situac ión, apa rente m ente nu eva, de la educac ión, por una parte, pu ede ser
enriqu ecedora porqu e nos ayuda rá a ca mbiar poco a poco las claves en las qu e se
apoyaba el tradiciona l sistema educa tivo, pero, por otra, pu ede desanimar al profesor y
provoca r actitud es y co mportamientos qu e hac en sin duda difícil este proc eso de la con
vivencia escolar. Aquí hay un ele m ento de gran preocupac ión, qu e es permanen te: a los
profesores se les pu ede ir la clase de la mano; pu eden empezar a romper la convivencia,
porqu e quizás no están del todo preparado s, porqu e les faltan recursos, conoc imientos o
estrategias qu e hasta ahora no hab ían tenido qu e utilizar y no saben có mo hac er frente a
situac ion es co mo ésta. Esa conjunc ión inteligente, científica, artística, de la ciencia y de
la imaginac ión del rol del doc ente, es la qu e nos hac e falta y se hac e cada vez más
imprescindible para con struir esa co munidad ideal qu e co mprom eta a cada uno de los
mie mbros de la clase y los condu zca por vías educa tivam ente más estimulantes y crea
doras.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
cada profesor fu era m ejorando su nivel d e eficie ncia día a día, m ejoraría con siguie
ntemente la con vive ncia de la clase (Beltrán, 2000).
Un tercer factor que conviene resaltar -y cada vez se va destacando más su necesidad
en los progra mas de formación de profesores- es el de la persona lidad del doc ente. Hay
tres rasgos esenciales en la persona lidad del profesor. El prim ero se refiere al optimis mo
pedagógico. Hoy encon tra mos doc entes qu e piensa y señalan qu e no pu ede hac er nada
con el grupo de estudiantes qu e les ha tocado «enseñar», qu e los alumnos son incapac es
de salir ade lante, o muestran ciertas limitacion es y que nunca aprend erán. Hay qu e
recordar el efecto Pigm alión, qu e posiblemente sea la historia más interesante que la
psicología educa tiva ha tran smitido y que funciona en toda s las situac ion es sociales
posibles. Confiar en todo s los alumnos de la clase es el rasgo definitorio e inseparable del
profesor capa z de con struir la con vivencia. Un alumno revoltoso, inquieto, molesto,
protestón, posiblemente está diciendo qu e algo está pasando ahí, y el profesor tiene qu e
empezar por definir esa situac ión educa tiva, y luego encon trar la solución adecuada
dentro del marco del optimis mo pedagógico qu e le permite calcular las dificultade s
existentes pero ta m bién el pod er de tran sformación de la intervención educa tiva
(Rosenthal & Jacob son, 1968).
Un segundo rasgo de persona lidad del profesor debe ser el entusiasmo; es el
estado de ánimo del qu e se siente muy alegre, y lo exterioriza; la atención y esfuerzo
que se dedica con empeño e interés al desarrollo de su actividad o traba jo, la adhe sión
fervorosa a su qu ehac er pedagógico qu e contagia porqu e cree en lo qu e hac e. Lo
qu e Gardn er lla ma «experiencia cristalizado ra» (Gardn er, 1995). Cuando el profesor
cree realmente en su trabajo, en su con vicción y vocac ión doc ente, lo transmite, y lo
vive en su clase, co munica ese mismo entusiasmo a los alumnos descubriéndo les
valores qu e no van encon trar en otras situac ion es sociales. Si por el contrario, el
profesor no cree en lo qu e dice o hac e, no muestra esa convicción de mae stro, se
produc e -co mo decía Gardn er- una experiencia de bloqu eo, y los alumnos se darán
cu enta, no encon trándo le sentido también a lo qu e hac en qu e generalm ente lo
traducen en un: «¿Y para qu é vale eso? y, ¿qu é m e importa eso?» Lo mismo de
sie mpre, otra vez con lo mismo». Lo importante es qu e el profesor les contagie de
esa pasión por aprend er. Si hay pasión por aprend er -y ésta hay qu e crearla en cada
grupo escolar, en cada co munidad de aprendizaje- la con vivencia no sólo será posible,
sino qu e se irá pasando , co mo señala Popp er, del mundo 2 al mundo 3, es decir, de
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
la con strucc ión individua l a la con strucc ión social del conoc imiento. Una bu ena
estrategia, por parte del profesor, para crear esa con vive ncia es empezar a introduc ir
en el aula lo qu e se ha dado en lla mar un clim a cá lido de relacion es interpersona les
desinteresada m ente, dond e cada uno haga lo qu e tiene qu e hac er y esté dispu esto
a hac erlo a ca mbio de nada , porqu e hay entrega, hay vocac ión deservicio, pasión en
el traba jo. Es estar dispu esto a hac er por el otro lo qu e haga falta, sin recibir nada a
ca mbio. Naturalmente, todo depend e del profesor. Pero no única mente. También el
profesor sufre mucho cuando despu és de hab er ofrecido, según él, una bu ena
experiencia escolar, y despu és de hab er transmitido con entusiasmo las ideas qu e, a
su parecer, reflejaban el estado del arte de su enseñan za, sobre una cu estión de
interés, en una determinada asignatura, no encu entre respu estas positivas del
alumnado . En este caso sería necesario ana lizar dond e se encon tró la ruptura del
víncu lo. A esto debe mos señalar la frase qu e César Coll manifiesta, qu e en una
situac ión de aprendizaje, lo más importante qu e el aspecto cognitivo es el afectivo.
El tercer rasgo de persona lidad del doc ente, significativo y primordial, es el de
liderazgo. No se trata del liderazgo impu esto por la autoridad , sino el liderazgo de
ejercicio, el qu e surge de la propia convivencia cada día en el aula. Cuando los alumnos
pu eden apreciar el valor moral, la autoridad , el prestigio científico, la dedicac ión y el
interés del profesor, todo eso en su conjunto pu ede convertirle en un auténtico líd er. Los
aspectos qu e caracterizan el lid erazgo del profesor para asegurar la convivencia deben
ser, en prim er lugar, qu e el profesor sepa abrir horizontes, descubrir perspectivas, alentar
proyectos persona les y desafiar la intelige ncia de sus alumnos dentro del aula, porqu e
entonc es es cuando los alumnos se implican y viven en ese clim a qu e el profesor ha
sabido crear. Se dice qu e uno de los rasgos más claros de las persona s creativas y de los
sup erdotado s es precisam ente qu e están traba jando sie mpre al límite de su capac idad .
El líder no pu ede permitir qu e sus alumnos trabajen mediocremente, qu e realic en los
trabajos de cua lquier mane ra; al con trario, debe elevar el nivel del esfuerzo y de la
exigencia en su clase. Ese es el líder de verdad . Por otro lado, otro rasgo importante del
liderazgo es señalar normas, principio, límites, reglas de juego a modo de vías para cana
lizar las energías de los alumnos. Por últim o, el líd er es la persona qu e aúna voluntade s
en el aula, simboliza la conc iencia del grupo, representa el bien co mún y por eso pu ede
actuar co mo conduc tor de esa co munidad . Es co mo el director de orqu esta qu e debe
hac er qu e su grupo suene perfectam ente (Beltrán, 2000).
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
El alumn o
Por parte del alumno, se espera de él un conjunto de aspectos primordiales en esta
relación de con vivencia, que generalmente hoy en día, no han sido desarrollado s
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
en casa y qu e es necesario impulsar desde los prim eros grado s de escolaridad . El alumno
también tiene qu e coop erar y colaborar y no sólo disfrutar de la con vive ncia.
La persona qu e está dispu esta a pasar por lo qu e sea con tal de obtener lo qu e quiere,
pu ede ro m per con todo . Por tanto, la prim era obligación y el prim er co mpromiso de
un centro educa tivo debería ser desarrollar en sus alumnos día a día, momento a momento,
hab ilidad es y estrategias adecuada s para sabe r demorar la gratificac ión (Beltrán &
Pérez, 2000).
Otro aspecto relacionado con la persona lidad del alumno es el desarrollo de la capac
idad de e mpatía. La e mpatía es la capac idad de entend er có mo se siente el otro, es decir,
de pon erse en su lugar y entend erlo, de tener en cu enta sus opinion es, ideas y cree ncias.
Esto es importante, imprescindible. A veces se utiliza co mo una hab ilidad para con ectar
con los de más (Beltrán & Pérez, 2000).
Aqu ellas persona s qu e no son capac es de pon erse en los zapa tos del otro, no pu
eden entend er al otro, no pu eden respetar al otro y, por tanto, no pu eden con vivir con el
otro, ni triunfar en la vida. La e mpatía, ade m ás de ensancha r nu estra con figuración
intele ctua l estre cha y d e sup erar nu estro m arco conc e ptua l
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
egoc éntrico, nos permite participar de los sentimientos y e mocion es de los de más,
qu e es la vertiente afectiva o e mociona l. Y en esta vertiente encon tramos dos
co mpon entes esenciales: la irradiación afectiva, la co municac ión de nu estros
sentimientos a los de m ás y la sintonía afectiva, es decir, tener en cu enta los
sentimientos de los demás (Beltrán & Pérez, 2000).
El co mpon ente afectivo tiene, pu es, una dob le modu lación. A través de la
irradiación afectiva hac e mos presente a los de más nu estra experiencia e mociona l. Un
pensamiento qu e no se expresa, qu e no se co munica, qu eda ahí guardado y acaba
saliendo por vías negativas o socialm ente reprobab les, dese mbocando en forma de acción
violenta, fruto del desengaño, la frustración o la envidia. Conviene enseñar a los niños en
la escu ela a expresar esos sentimientos de mane ra asertiva.
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La gran fuerza en la vida hu mana es el auto control. Antes de actuar, hay qu e pensar;
antes de respond er, hay qu e reflexiona r. Entre los hecho s y las respu estas hay qu e
introduc ir una banda de reflexión, qu e es la qu e nos va a permitir elegir nu estra respu
esta; no conviene actuar impulsivam ente, ni respond er con nu estros progra m as espon
táneo s y de respu esta natural, qu e son los qu e nos llevan a conduc tas de las qu e luego
nos arrepentimos. Pero esto es difícil, cu esta y lleva año s con seguirlo. Eso es lo qu e
tienen qu e enseñarse a los alumnos: sabe r controlar sus sentimientos y sus e mocion es.
Esto forma parte del currículo, porqu e forma parte de la posibilidad de convivir, de vivir
juntos. Si algo tendrían qu e aprend er nu estros alumnos es eso: el control e mociona l.
El Currículo
El e mpleo del currículo es otro de los grande s proble mas de la educac ión,
probab le m ente el más importante según Gardn er (1995). Dentro de este aspecto,
son los contenidos de la enseñan za. Lo malo de los contenidos es qu e mucha s veces
se han convertido en lo único esencial para los profesores dentro de su func ión
co mo doc entes. Por eso conviene definir con claridad las m etas de la educac ión
qu e, según alguno s es lo m enos definido qu e tene mos dentro del siste ma. Sin duda
qu e es importante adqu irir conoc imientos, pero es más importante desarrollar la
hab ilidad es de pensamiento e inteligencia, y toda vía más importante, el desarrollo
actitudinal, especialm ente aprend er valores. Los conoc imientos pu eden qu edar
obsoletos rápida mente, por tanto no pu eden con stituir la meta de la educac ión y del
aprendizaje. El proc eso de pensamiento y las hab ilidad es de la intelige ncia también
son im portantes, ya qu e representan el con junto de hab ilidad es, proc esos y
estrategias qu e nos permite n gob ernarnos a nosotros mismos, pero todo s sabe mos
lo qu e se ha hecho en el mundo en no mbre de estos proc esos, y a dónd e nos ha
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
conduc ido. Son importantes los valores, pero también los valores se discuten, son
subjetivos, se pu eden ca mbiar y también se han hecho mucha s cosas en su no mbre.
Alguno s expertos hab lan qu e la máxima expresión cognitiva es la sabiduría, y debe ser la
meta ideal del proc eso educa tivo.
La tarea de los doc entes debe ser enseñar a los niños a entend er dónd e están los
verdad eros problemas y a no tomar por problemas los qu e no lo son. El alumno, o el
profesor, qu e vea proble mas en su clase cuando no los hay objetivam ente, pu eden acaba
r con virti endo en proble ma lo qu e no lo era, alterando así el clim a de la clase. Lo
mismo pu ede ocurrir con el director, el pad re de familia. Hay qu e sabe r identificar los
problemas, y una vez identificado s, cana lizar toda s las energías para soluciona rlos.
Asimismo, está el pensamiento conc iliador, qu e es sabe r conc iliar nu estros deseos con
los deseos de los de más, nu estras actitud es con las actitud es de los de más, nu estros
proyectos con los proyectos de los demás. La escu ela debe ser así el hogar del
pensamiento (Beltrán & Pérez, 2000).
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
En segundo lugar, hay qu e pensar en las tareas escolares. La escu ela debe ofrecer
tareas auténtica s, vitales, en la clase, no tareas que permitan simplemente co mprobar,
examinar o evaluar a los alumnos, sino tareas que los ace rquen a la realidad de la vida, qu
e sea n de la experiencia conc reta, de sus propias vida s, de sus qu ehac eres, de sus
vivencias directas, que favorezcan esas experiencias cristalizado ras de las que hemos hab
lado anterior mente. Pero también es importante qu e haya una tran sferencia vital de los
conoc imientos y hab ilidad es adqu irida s en el aprendizaje. La finalidad del aprendizaje
no es sólo adqu irir o con struir algo sino, sobre todo, sabe rlo utilizar y aplicar. Ahí está lo
qu e se pod ría lla mar el place r de aprend er, qu e no es otra cosa qu e jugar con los conoc
imientos adqu irido s y do minado s en las actividad es de la clase. Es triste qu e, a veces,
los profesores vayan de lección en lección, sin dar tie mpo a los alumnos para do minar los
conoc imientos y jugar con ellos.
Los profesores, por lo general, terminan una lección e inm ediatam ente sigu en a
la otra, sin darse cu enta de qu e cada lección, cada conc epto, cada principio, cada
conoc imiento, no es sólo un ca mbio de estado (d e tal mane ra qu e el alumno pasa
de no sabe r a sabe r algo), ni siquiera es sustancialm ente un estado de posesión (se
tiene algo qu e antes no se tenía); el conoc imiento adqu irido es, sobre todo , una
capac idad , un pod er, qu e el profesor está poniendo en mano s de sus alumnos.
Desgraciada mente, si despu és de pon erles esa capac idad en sus mano s, el profesor
les pon e otra y otra y otra, ¿cuándo deja qu e los alumnos la utilicen, la apliqu en, es
decir, jueguen y disfruten de ella?, ¿Y cuándo le dejan aplicar esa capac idad qu e ha
aprendido?. Si nos diéramos cu enta de eso, la co munidad escolar ca mbiaría, porqu e
estaría e mpeñada en el disfrute y en el place r de aplicar los conoc imientos, de
desarrollar esas capac idad es. Pero no les da mos tiempo a nu estros alumnos porqu e
lo más importante es acaba r el programa y dar todo s los contenidos. Creo qu e
he mos eliminado la func ión del place r de los aprendizajes en nu estras escu elas.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
Hay qu e señalar qu e los conoc imientos de una lección se pu eden transferir a otra
lección, a toda la asignatura, a toda s las asignaturas, a la vida y, sobre todo , a uno
mismo. Sólo las ideas pu eden ca mbiar el mundo . Los contenidos, bien interpretado s
y utilizado s, pu eden contribuir, sin duda , a la crea ción de la con vive ncia. Asimismo,
debe mos de tratar de impartir en las aulas bu enos programas qu e ayud en a los
profesores y a los alumnos a resolver pac ífica m ente los conflictos, a ejercer co mo
mediadores en las situac iones problemática s e incluso límites que puedan produc irse
en la escu ela, a colaborar en proyectos y tareas de futuro, o simplemente, a prevenir
la violencia en las institucion es escolares. A esto hoy llamamos m ediación escolar
qu e es una nu eva tarea para las institucion es educa tivas y los mie mbros de la
co munidad educa tiva (alumnos, doc entes, pad res de familia). La escu ela tiene la
misión de ayuda r a los alumnos a crear e interiorizar determinado s programas
psicológico s qu e sea n capac es d e neutralizar otros progra m as biológico s y
e mociona les qu e le impulsan a rea cciona r de mane ra violenta cuando se siente
am enazado y trata de asegurar la sup ervivencia. Esto es en definitiva enseñarles a
convivir, a vivir juntos, a vivir en sociedad . Esos deberían ser los programas más
importantes del currículo escolar (Beltrán y otros, 1999 b).
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
Todo lo señalado no pod ría ser realizado si no conte mplamos un ele m ento
funda m ental qu e viene a ser las apo rtacion es del equipo de profesores a la
con vive ncia. En ello debemos con siderar, en primer lugar, el clim a qu e desearíamos
encon trar en todo s los doc entes: el de la madu rez e mociona l. Esto implica, entre
otras mucha s cosas, que en las discusiones y debates sostenidos en el equipo doc ente
no deberían desplazarse nunca los te mas desde el plano argum ental en el qu e se
plantea n- y dond e pu eden ser objetivado s, debatidos y rebatidos- al plano de lo
e mociona l, dond e predo minan los sentimientos sobre las razon es, y resulta difícil
encon trar vías de encu entro y de conc iliación. Mucho s de los proble mas de la
convivencia e mpiezan aqu í. En segundo lugar, se necesitan cana les y m ecan ismos
fluidos de co municac ión. Cuando esos cana les son escasos, func ionan mal o se
produc en interferencias, surgen las interpretacion es torcida s e interesada s, las
sospecha s, las descon fianzas e incluso los rumores y todo s estos elementos pu eden
destruir las bases de la con vivencia. En tercer lugar, es conveniente qu e los miembros
d e l e qu ipo doc e nt e pu e dan co m pa rtir proy e cto s int e r dis ciplina rio s e
interdepartam entales qu e favorezcan la realización de tareas en co mún. El traba jo
en co mún no sólo es un factor de coh esión grupa l, sino también de ilusión en tareas
profesiona les co mpartida s. Por último, hab ría qu e favorecer la realización de
encu entros informales, qu e permiten otras formas de conoc imiento y entendimiento
mutuo qu e no sea n las puram ente acadé micas, burocráticas o corporativas.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
Cuando en una escu ela se convoca a participar a todo s para mejorar los víncu los y la
vida instituciona l en general, se produc e una gran movilización qu e se expresa a través
de proyectos, actividad es, diálogo, qu e obligan a conc retarlo. Es ésta una respon
sabilidad de la conducc ión de la escu ela si desea emprend er la con strucción de un
sistema de con vive ncia instituciona l.
Demanda tie mpo para su diseño, para su aplicac ión, para pruebas y adecuac iones.
Esta tarea requiere de un plan previo, elaborado por el equipo dire ctivo y el con sejo
asesor e n prim er lugar. Dicho plan d e b e da r respu esta a las n e c esidad es instituciona
les. Habitua lmente alguno s actores instituciona les (alumnos, doc entes, auxiliares, pad
res) en forma individua l o pequ eños grupo s, hac en propu estas o expresan inquietud es
persona les, aislada s. Estos «emergentes» pu eden (en realidad deben) ser tom ado s en cu
enta por las autoridad es para realizar una con sulta instituciona l y tener un diagnóstico de
la situac ión (expectativas, frustracion es, quejas, propu estas, etc.).
Para el diseño del Plan de con vive ncia, lo primero qu e se tiene qu e rea lizar es un
estudio de la realidad de la institución, qu e los psicólogos deno mina mos evaluac ión de
contexto, dond e se enmarqu e todo un conjunto de datos sobre las fortalezas, debilidad es,
am enazas y oportunidad es, qu e se logra a través de programas de evaluac ión con el
FODA, o emplea ndo recursos co mo el focu s group, evaluac ión de necesidad es, e m plea
ndo inform antes claves u ob servacion es siste m atizada s. Establecida esta base, se diseña
la estructura del proyecto, para ello se tiene qu e tener en cu enta ciertos criterios co mo:
– El proyecto debe ser coh erente con la Política de Convivencia Escolar Social, el
marco curricular y las orientacion es y principios qu e sustentan el PEI.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
Todo este proc eso debe seguir una secu encia de aspectos, con siderando qu e prim ero
se debe Informar y sensibilizar en torno al te ma de Convivencia escolar, es decir, dar a
conoc er y sensibilizar a los difere ntes actores de la co munidad educa tiva a través de cha
rlas de discu sión colectiva sobre la con vivencia escolar, sus características y relevancia
para el establecimiento educa tivo. El enca rgado de dar inicio al proc eso debiera ser el
equipo dire ctivo, qu e está en posición de convoca r a cada uno de los actores educa tivos
para participar de él.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
En este proc eso se debe con siderar las Normas de convivencia, es decir la estructura
de la normatividad : Los reglamentos de con vive ncia contemplan normas de interacción,
de funciona miento y sancion es, co mo también un proc edimiento de evaluación de la
gradua lidad de las faltas, co mo la eficiencia de la normativa, es decir la capac idad de la
normativa de ajustarse a la Constitución (sujeta a Derecho) y ser con stituida, legitimada y
ejercida por los actores de la co munidad educa tiva.
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LA CONVIVENCIA EN LAS ESCUELAS
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
hostilidad , orientar la discusión, de modo tal qu e un acue rdo satisfactorio sea posible,
coordinar un proc eso de negociación. Este proc eso está basado en los principios básicos
de co mprend er y apreciar los problemas presentado s por las partes, revelar a las partes
qu e el mediador conoc e y entiend e los problemas, de crear duda s en las partes respecto a
la validez de las posicion es asumida s y de sugerir enfoqu es alternativos. Este aspecto es
motivo de un te ma apa rte de abordarlo.
En la dim ensión curricular, se debe busca traba jar hab ilidad es, conoc imientos y
valores qu e se encu entran expresado s en el currículum a través de los plane s y
progra m as de los diferentes subsectores y qu e con tribuyen al aprendizaje de
hab ilidad es sociales necesarias para aprend er a vivir juntos. Pretendiendo qu e a
través de los contenidos, actividad es y m etodo logías utilizada s en clase por los
doc entes se pu eda contribuir a la estimulación del pensamiento crítico, a destacar la
importancia qu e tiene la funda mentación de las posturas persona les y el respeto por
las posicion es diferentes, a ejercer práctica s de autoevaluac ión, a desarrollar
capac idad es de aná lisis y a la utilización de un lenguaje correcto y preciso para
expresar un pensamiento y tantas otras co mpetencias qu e favorecen las relacion es
interpersona les. Aprend er a convivir no debe verse co mo un aprendizaje aislado,
propio de una disciplina específica, sino co mo un proc eso de enseñanza aprendizaje
transversal desarrollado a través de todo s los espac ios pedagógicos. En este sentido,
cada profesor y profesora pod rá encon trar y co mprend er, dentro de su asignatura,
contenidos, actividad es y espac ios qu e contribuyan a qu e el alumnado aprenda
hab ilidad es y co mpetencias qu e permitan interactuar y relaciona rse desde el
reconoc imiento y valoración de sí mismo y de los de más.
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LUIS ALBERTO PALOMINO BERRÍOS
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
LA CONVIVENCIA ESCOLAR:
UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION
EN BULLYING
Luis Benites Morales
Introducción
Uno de los mayores proble mas psicosociales qu e se mantienen sin atención en el país
pese a sus con secu encias fun estas entre niños y adolescentes, es el aco so y maltrato
entre escolares; conoc ido también co mo Bulliyng. Según el Observatorio sobre Violencia
y Convivencia en la Escu ela (2011): «Actualm ente no cab e invoca r el desconoc imiento
de esta devastadora forma de violencia qu e asola todo tipo de escu elas en el Perú, en dond
e los suicidios y ho micidios, los maltratos psicológicos, la exclusión, el bajo rendimiento y
la deserción escolar, así co mo el sostenido clim a de inseguridad y te mor en qu e viven
los escolares es un suc eso de todo s los días y con tribuye, de alguna mane ra, a qu e la
percepción de normalización y naturalización del bulliyng en las escu elas se afiance más e
incremente la actitud de indifere ncia al aco so».
La ocu rrencia de casos de aco so y violencia en las escu elas; pon e en tela de juicio
no solo el tipo de relacion es interpersona sles y el clim a de con vivencia vivido en ella,
sino también el conc epto de calidad educa tiva (Benites, 2011) en los tres últimos
año s se han registrado 9 casos de suicidio y un ho micidio relacionado s a episodios
de aco so. Estos actos de violencia cuentan generalmente con la indiferencia y silencio
de autoridad es de todo nivel, de los profesores, de los pad res de familia, de la
co munidad y de los propios alumnos (Merino, Carozzo & Benites, 2011).
La Dire cción General de la Promoción de Salud del MINSA, en la Encu esta Globa l
de Salud, realizada en el 2010 bajo el auspicio de la Organización Mundial de la Salud;
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LUIS BENITES MORALES
ha detectado niveles altos de viole ncia en los colegios de nu estro país; en el estudio, el
38% de los estudiantes refirió qu e ha sido agredido física m ente, el 37.8% afirma que ha
estado involucrado en una o más peleas en el últim o año, el 47.5% de escolares reportó
hab erse sentido intimidado o hu millado uno o más días en el último m es.
Estos resultado s y otros hecho s sobre maltrato y violencia en nu estras escu elas
últimam ente dado s a conoc er por diferentes m edios de co municac ión han dado lugar a
qu e ante tantas evidencias y ante la gravedad de los mismos el Congreso de la Repúb lica
en el mes de Junio del 2011 apruebe la Ley 29719: «Ley qu e promueve la Convive ncia
sin Viole ncia en las Institucion es Educa tivas».
Una institución educa tiva, un centro escolar, una aula de clase no sólo es un espacio
dond e interactúan doc entes y alumnos con la finalidad de lograr aprendizajes o con struir
conoc imientos; es un ente con vida, en un con stante y sostenido desarrollo, dotado de
actividad es, experiencias y relacion es hu mana s.
La e mpresa educa tiva implica un proc eso enseñan za-aprendizaje destinada no sólo a
pro m over conoc imientos y aprendizajes; si no ta m bién a d esarrollar capac idad es,
actitud es y valores así co mo a propiciar la formación de la identidad persona l y social del
estudiante; en un con texto de interrelación con stante y permanen te de sus miembros
dentro de una conc epción educa tiva inclusiva y ética, de ca lidad y de con vive ncia pro-
social y democrática.
La con vive ncia cuando es adecuada ; pu ede ser conc eptualizada co mo un modo de
vivir en relación o en interrelación con otros, en la cua l se respeta y con sidera las ca rac t
erística s y dif er e nc i a s ind ividua l e s d e l a s p ers ona s involuc rada s, ind
ependiente m ente de sus roles y func ion es. La forma de convivir se aprend e en cada
espac io, en cada contexto en la qu e se co mparte la vida con otros: familia, escu ela, co
munidad . A con vivir se aprend e y enseña con vivie ndo cotidiana mente.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
La con vive ncia en la escu ela debe ser de naturaleza pro-social, preocupada por
la formación socio e mociona l y de valores de sus mie mbros, lo cua l conllevaría no
sólo a elevar la calidad educa tiva sino también a tener profundo s beneficios sobre la
co munidad escolar. A decir de Banz (2008), «Tanto el clima escolar, en particular,
co m o la for m a d e con vive ncia escolar, e n un se ntido m ás a m plio, tie n e n
co mprobado s efectos sobre el rendimiento de los alumnos, su desarrollo socio-
afectivo y ético, el bienestar persona l y grupal de la co munidad , y sobre la formación
ciudadana ».
Para el Ministerio de Educac ión (2009), «Las escu elas son espac ios de formación
para el aprendizaje de la con vive ncia democrática. Ello requiere qu e se con stituyan
en espac ios protectores y promotores del desarrollo, dond e todo s sus integrantes
sea n valorado s, protegidos, respetado s y tengan opo rtunidad es para hac erse
respon sables de las con secu encias de sus actos y reafirm en su valoración persona l».
Las escu elas deberían de elaborar para una adecuada gestión de calidad un Proyecto
Educa tivo en el cua l se contemple la misión y los objetivos de la institución, el cua l sirva
de marco de referencia para la elaboración de las normas y reglamentos qu e regulen no
sólo las prácticas y experiencias acadé micas si no también las relacion es interpersona les
entre sus miembros, es decir la con vivencia en la escu ela.
Los dos grande s m edios para promover un clima de convivencia en la escu ela
positivo y democrático dentro de un proyecto educa tivo son la organización escolar y el
currículo. Desde la perspectiva de la organización escolar, es importante tener en con
sideración los mecanismos que regulan la con vivencia: los derecho s y los deberes de sus
miembros, los modo s de participac ión, la distribución de respon sabilidad es, la asignac
ión y ejercicio de pod eres, la utilización del tie mpo y del espac io, las
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LUIS BENITES MORALES
posibilidad es de agrupac ión, etc. Desde la perspectiva del currículo, hay qu e tener cu
enta la pertinencia de sus contenidos, su estructura, los sistemas de evaluac ión, el
desarrollo curricular, etc.; a si co mo también la diversidad del alumnado ; de tal mane ra
qu e se faciliten los aprendizajes a través de la adap tación de los objetivos y actividad es
de enseñanza de acue rdo a las capac idad es y expectativas de los alumnos. Todo lo
anteriorm ente señalado promoverá un clima adecuado de interrelación entre doc entes y
alumnos y entre los mismos alumnos, facilitando la convivencia y disminuyendo las
frustracion es y con flictos qu e pu edan ocu rrir entre los mie mbros de la co munidad
educa tiva.
La convivencia en la es cuela
Las escu elas son pequ eñas sociedad es qu e tienen una organización y estructura
particular, con prescripcion es y normas de convivencia qu e regulan y controlan la actuac
ión, participac ión e interacc ión de sus mie m bros ( alu m nos, doc entes, autoridad es, ad
ministrativos, auxiliares, pad res de familia).
b) La escu ela es una institución de reclutamiento forzoso para los alumnos, existe
casi una obligación familiar y social de asistencia a la escu ela.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
d) La escu ela es una institución con stituida por estam entos qu e tienen diferentes
motivacion es e intereses (p adres, mae stros, alumnos) lo cua l va a dar lugar a la
generación de desacue rdos y conflictos entre sus mie mbros.
e) La escu ela es una institución frecu entemente orientada a una enseñanza unitaria,
a un pensamiento convergente y a una ho mogenización de sus mie mbros; en
desmedro de la diversidad , la individuac ión, la creatividad y la autono mía persona l.
f) La escu ela es una institución con fuerte presión social qu e tiend e a con solidar los
patron es culturales hege mónicos vigentes (individua lización, co mpetitividad ,
inmediatez, etc.).
Con seguir un a m bie nte favorable pa ra la con vive ncia está íntim a m e nte
relacionado con un conjunto de accion es a realizar tanto en la escu ela co mo en el salón
de clases; los proc esos y normas de disciplina, orden y control se deben de sustentar en
una organización educa tiva ba sada en su propia realidad y qu e promueva un clima
escolar de mocrático y de aula proac tiva.
Para el logro de una mejora de la con vivencia en la escu ela, debemos acep tar qu e
todo centro escolar tiene conflictos los cua les deben ser reconoc idos y abordado s,
para prevenir posteriores situac ion es proble máticas qu e pu edan desencad enar
accion es de agresión y violencia. Fernánd ez (2005), señala qu e para el logro de un
adecuado clim a escolar deberíamos tener una «filosofía de la con vive ncia» basada
en la diná mica del con flicto, dond e las relacion es interpersona les y la organización
escolar jugarán un pap el funda m ental, y qu e lo más importante es lograr encon trar
el equilibrio entre el qu ehac er educa tivo y el desarrollo persona l de sus mie mbros.
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LUIS BENITES MORALES
diná mica de las relacion es existentes entre los grupo s y entre sus mie mbros. Son
aspectos importantes a con siderar en las func ion es de cada estam ento qu e:
1. Los profesores tienen la respon sabilidad de dirigir el proc eso educa tivo y
establecer las normas de con vive ncia. Hay qu e tener en cu enta qu e el estamento
doc ente no es sie mpre un grupo ho mogéneo, existen diferencias de género,
edad, intereses, experiencias, etc. La experiencia vivida de enseñanza es importante
para su dese mpeño doc ente y el logro de sus func ion es co mo educado r.
2. Los alumnos es el estamento sobre el cual gira la educac ión, qu e tienen derecho s
y deberes y cuya participac ión en la organización, elaboración de normas y valores
es importante. Es un grupo generalm ente heterogéneo y diverso.
3. Las familias con stituyen el grupo qu e brinda las experiencias vitales previas con
las qu e cu entan los alumnos (conduc tas, estereotipos, prejuicios y actitud es) y
qu e tienen expectativas con respecto a la educac ión de sus hijos. Cada centro
educa tivo va establecer diferentes formas de relacionarse con ellas con la finalidad
de mejorar la calidad educa tiva de sus hijos: escu ela para pad res, co mité de aula,
asociación de pad res de familia, etc.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Fernánd ez (2005), señala qu e para con seguir un adecuado clim a de con vive ncia
escolar basado en una filosofía de escu ela satisfactoria, las escu elas deberían de con
siderar estas tres dim ension es básicas:
El tratamiento de estos tres aspectos, según el autor «au m entaría el nivel de participac
ión de los alumnos en las tareas educa tivas, decrecería las conduc tas disruptivas y m
ejoraría la calidad de los resultado s acadé micos así co mo de las relacion es interpersona
les».
Cuando en la escu ela se dan estas tres dim ension es, es alta m ente probab le qu e los
alumnos se sientan más acep tado s y qu eridos por sus profesores, qu e perciban qu e son
importantes co mo persona s; y, qu e con sideren a sus doc entes co mo excelentes
profesores. A su vez los profesores conoc erán más y mejor a los alumnos aún cuando no
sea n los suyos, así mismo encon trarán mayor colaboración, apoyo y ayuda entre los
mismos doc entes.
Convivencia Escolar
Positiva
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LUIS BENITES MORALES
valores instituciona les coh erentes y de la participac ión espontánea y libre de los alumnos
(MINEDU 2009). Es importante ana lizar y con siderar la relevancia de estos factores qu e
favorecen el clim a de con vive ncia escolar democrática.
Dada la naturaleza de los factores anteriorm ente señalado s cree mos qu e los de
mayor trascend encia por su implicanc ia en la afectación de un clim a de con vive ncia
positivo son la agresión y viole ncia (aco so o Bullying), las conduc tas disruptivas en el
aula y el estrés del doc ente. La falta de autoridad , el autoritarismo y la desmotivación
del alumno van a influir en un desm ejoramiento en el trato y en las relacion es
interpersona les entre el doc ente y sus alumnos perjudicando las relacion es de
con vive ncia en el aula.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Convivencia Escolar
Negativa
1. Agresión respond iente qu e ocu rre co mo respu esta o rea cción natural a una
estimulación previa generalmente dañina o de carácter aversivo. Es con siderada
co mo una conduc ta de tipo rea ctiva.
2. Agr esión instrum ental qu e tiene lugar por los efectos o con secu encias naturales
qu e tiene esta conduc ta: infligir daño , te mor, sumisión, ya sea para lograr
reconoc imiento, pod er o para apropiarse de algo ajeno. Es una conduc ta de
carácter intenciona l.
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LUIS BENITES MORALES
Según Rodrigo G. (1994), «El afecto, el amor y la empatía persona l, pero también el
desafecto, el desamor y la violencia, nac en, viven y crecen en el escenario de la
convivencia diaria, qu e está sujeta a los siste mas de co municac ión e interca mbio que,
en cada período histórico son específicos de la cultura y con stituyen los contextos del
desarrollo: la crianza y la educac ión».
Es necesario visualizar cuá les son las claves o indicios qu e está aportando la cultura y
el siste ma actual, en las mane ras de actuac ión y co municac ión de las persona s
involucrada s en el proc eso de convivencia en la escu ela, para pod er encon trar una respu
esta de porqu é tiene lugar la agresión y/o la violencia entre pares y có mo permanece
dentro del grupo de co mpañ eros del abu so, el maltrato y la intimidac ión, de mane ra con
stante, permanen te y generalm ente silenciada e impun e (Merino, Carozzo, Benites,
2011). La violencia y los malos tratos entre alumnos hay qu e abordarlos teniendo en cu
enta también los factores relacionado s con el estadío del desarrollo y nivel evolutivo de
los involucrado s, de sus cond icion es de vida y de sus perspectivas de futuro y m etas de
vida.
La percepción de las situac ion es de agresión y la atribución cau sal de las mismas
varían según la edad de los alumnos involucrado s; es co mún por eje mplo en los niños (8-
11 año s) la idea qu e la víctim a inició la situac ión de agresión y ésta luego fue seguida
por el agresor. Así mismo la co mprensión de las situac ion es de agresión va
evolucionando lentamente desde explicac ion es relacionada s a aspectos conc retos de la
realidad , hasta formulacion es abstractas qu e no con sideran o dejan de lado varios
elementos de la rea lidad social (Alande tte y Hoyos, 2009).
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Así mism o se ha señalado qu e las frecu entes y sostenida s situac ion es de disrupción
en el salón de clases es una de las cau sas del síndrom e de estrés laboral doc ente, qu e es
también un factor qu e afecta el clim a de con vive ncia en el aula.
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LUIS BENITES MORALES
Una situac ión de con vivencia adecuada en el aula, requiere qu e las relacion es entre
doc ente y alumnos sea n conduc ida s de m ane ra óptim a y apropiada . Se requiere qu e
los alumnos reflexion en, qu e participen activa y proac tivam ente, qu e adop ten
diferentes estrategias para afrontar los conflictos y proble mas, así mismo, qu e el profesor
motive a los alumnos con stante m ente hac ia el desarrollo persona l y el aprendizaje, qu e
tenga ecuan imidad , con trol persona l y actitud positiva ante los con flictos y no se deje
llevar por sus propias emocion es. La psicología educa tiva ha de mostrado qu e el afecto y
la relación persona lizada favorecen la e mpatía entre el profesor y sus alumnos, así co mo
el establecimiento de relacion es interpersona les produc tivas; es co mún sin e mbargo qu
e toda la respon sabilidad en la dirección y solución d el con flicto re ca iga e n el profesor,
dando lugar esta situac ión a sentimientos de frustración, angustia y ansiedad . En alguno s
doc entes al no pod er o no sabe r có mo afrontarlos, va a dar finalm ente lugar al Síndrom
e de Burnou t o estrés doc ente.
Los principales factores vincu lado s al estrés del profesor están relacionada s con la
falta de co municación entre doc entes, co mporta miento disruptivo e indisciplinado de los
alumnos, malas cond icion es de traba jo, falta de tie mpo, excesivo traba jo o por intentos (
mucha s veces frustrado s) para m ejorar su cond ición laboral y su nivel acadé mico.
Las manifestacion es más frecu entes del síndrome, son los síntomas emociona les y las
alteracion es del co mportamiento, relacionado s con la ansiedad y estado s depresivos (d
esánimo, hastío, dejade z, etc.), el ausentismo laboral y con el abu so en el con sumo de
licor y drogas. Así mismo, se han descrito síntomas de carácter psicosomático co mo
insomnio, cefaleas, trastornos digestivos, etc.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
debe de adqu irir sus propios recursos para afrontar los proble mas de disrupción en el
aula. Esto va implicar respon sabilidad , autoridad , control y mane jo de clase. El profesor
debe ser optimista y proac tivo, qu e defiend e, co mprend e y acep ta al alumno por más
difícil que éste sea, evita con frontacion es y es capa z de mantener un ambiente de
cordialidad y de coop eración. Los alumnos esperan qu e sus profesores sepan mantener el
orden (sin recurrir a accion es pun itivas), les ayud en a aprend er, sea n capac es de auto-
controlarse y de soportar sus provocac ion es y les tomen en cu enta no sólo co mo
alumnos sino co mo persona s.
87
LUIS BENITES MORALES
( 1)
En nu estro país existen varias organizacion es qu e vienen realizando labo res de inform ación, capac itación,
asesoramiento, investigación y denunc ia de accion es de viole ncia y aco so escolar, co mo «El Observatorio
sobre viole ncia y con vive ncia en la escu ela», «El centro de con vive ncia en paz» CEPAZ; «La m esa de
traba jo contra la viole ncia contra el aco so escolar».
( 2)
El 25 de julio del 2011 se pub licó en el Diario Oficial El Peruano la Ley 29719: Ley qu e promueve
la con vive ncia sin viole ncia en las institucion es educa tivas conoc ida co mo Ley antibullying.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Sin lugar a duda s los aprendizajes acadé micos y cognitivos, proc edim entales o
ejecutivos y de desarrollo personal son importantes y de alguna y otra mane ra forman
parte de la estructura curricular, también lo es y debería ser con siderado co mo ele m
ento prioritario de la educac ión el aprend er a vivir juntos: aprend er a convivir. Aprend er
a vivir en convivencia requiere de co mpetencias intra e interpersona les qu e implican :
conoc erse y valorarse a uno mismo, co mprend er a las persona s qu e nos rod ea n y pon
erse en su lugar, relaciona rse, tolerar y co municarse asertivamente con los de más.
El aprendizaje de la con vive ncia en la escu ela, no sólo pu ede ser una respu esta a la
violencia, al maltrato y al abu so sino también un ele m ento clave en la formación
ciudadana de niños y niñas, dado que la escuela es un escenario básico de aprendizaje dond
e difere ntes persona s y distintos grupo s co m parte n espac io, tie m po y experiencias,
ade más de convertirse en la vía de aprendizaje privilegiado para vivir en una sociedad
democrática qu e reconoc e y respeta las difere ncias y los derecho s de los demás.
Es reco m endab le qu e las estrategias para m ejorar las relacion es de con vive ncia en
la escu ela, deben estar dirigida s a:
89
LUIS BENITES MORALES
- Que el centro de interés gire sobre las necesidad es e intereses de los alumnos.
- Realizar actividad es y tareas en equipo, propiciando el sabe r co mpartido a través
del aprendizaje coop erativo.
- Generar un rol del profesor activo, mod elador y proac tivo.
- Propiciar qu e el plan de estudios se adecue a las posibilidad es de aprendizaje de
cada alumno.
- Promover la autono mía, la respon sabilidad y co mpromiso del alumno.
- Que se recono zca y atienda a la diversidad de raza, cultura y necesidad es del
alumno.
- Elogiar y estimular no sólo los resultado s y produc tos sino también los esfuerzos
y e mpeño de los alumnos.
- Confiar y respetar los aportes y reconoc er las limitacion es y potencialidad es de
cada uno.
- Recurrir a la presión de grupo co mo ele m ento de control persona l y social.
En conco rdanc ia con Carozzo (2010), los objetivos qu e deben tenerse en cu enta en
cua lquier proyecto de con vive ncia en la escu ela serían:
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Intervención en convivencia
El abordaje por parte de las persona s e institucion es involucrada s en los problemas de
convivencia escolar pu ede adop tar diferentes modo s de actuac ión, los mismos qu e están
relacionado s con la se nsibilidad y co m pro miso d e las p ersona s involucrada s y del
real conoc imiento de los roles y func ion es qu e se tiene co mo autoridad o co mo doc
ente. Son cua tro las mane ras básicas de actuac ión asumidas más fre cu ente m ente ante
tales proble mas (Carozzo, et.al. 2009).
1. Los proble mas de convivencia se tratan de forma preventiva y no pun itiva. Las
acciones disruptivas y antisociales se abordan mediante la realización de acciones
recup eradoras con la participac ión conjunta y conc ensuada de los miembros de
la co munidad educa tiva.
3. Mediante el aislamiento del conflicto y de los proble mas, identificac ión de los
actores y penalización con sistente de los respon sables ( avisos, sanc ion es,
expulsion es, con sejo escolar, etc.).
91
LUIS BENITES MORALES
gestión de la con vivencia que oriente las actuaciones del centro respecto a las mane ras de
prevenir y resolver los con flictos. Eso lleva a la improvisación y a la desorientación de
todo s los sectores qu e la forman (Carozzo, et.al, 2009).
Fernánd ez, Villao slada & Fun es (2002), identifican tres mod elos qu e guiarían de
alguna u otra m ane ra la práctica de la con vivencia en las escu elas: Punitivo- sancionado
r, relaciona l e integrado.
Modelo punitivo-sancionador: El centro aplica las normas del regla mento interior
según el sentido retributivo de la justicia: se repara el daño recibiendo un castigo. La
hipótesis de este mod elo es qu e la sanción disuad e de reincidir a quien ha co metido la
falta y de qu e es eje mplificado ra para los de más porqu e los avisa.
Es el mod elo de mayor tradición en los centros de secunda ria. Sin embargo, dada la
experiencia de los últimos año s, parece evidente qu e por sí solo no es eficaz: la aplicac
ión de sancion es no reduc e los partes de expulsión, sino qu e los mantiene o incluso los
au m enta.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Modelo relacional: Se basa en la co municac ión a través del diálogo para la reconc
iliación entre las partes. Así, la persona perjudicada pu ede recibir reparación moral o
material y el infractor libera su culpa. Parte de la hipótesis de qu e para el infractor la
reconc iliación tiene un elevado costo e mociona l y moral, qu e es más eficaz qu e el
castigo.
Este mod elo también tiene sus limitacion es, m enores qu e el anterior, pero
importantes:
- Cuesta tiempo y energía.
- En grupo s no naturales, co mo son los qu e se forman en los centros, no suele
surgir el diálogo espontánea y voluntariam ente.
- No garantiza la ejemplaridad .
No es éste un mod elo qu e los centros adop ten explícita mente, sino qu e más bien
respond e al estilo de gestiona r la convivencia de alguno s equipos directivos o de algún
sector del profesorado.
Modelo integrado: Este mod elo propon e la forma de prevenir y abordar los con
flictos, recoge los aspectos más valiosos de los dos mod elos anteriores. Plantea una
relación directa entre las persona s en con flicto bajo la respon sabilidad del centro, es
decir, diálogo entre las partes y aplicac ión de normas y sancion es. Según esto, el centro
cu enta con una normativa qu e incluye la posibilidad de acud ir a un siste ma de diálogo y
colaboración (a través del grupo de tratamiento de con flictos), siempre legitimado por el
centro.
Este mod elo conc ibe el conflicto co mo un hecho natural en la convivencia, ni malo ni
bu eno en sí mismo. Es la mane ra de abordarlo la qu e permite un ambiente de relacion es
tranqu ilo y un uso educa tivo del conflicto.
El conc epto de autoridad se hac e más sólido y con sistente, porqu e se conjugan
criterios prácticos y éticos, y dond e sobre la decisión final de un tercero cobran
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LUIS BENITES MORALES
El mod elo integrado también presenta limitacion es, pero susceptibles de ser sup erada
s: exige apo yo ad ministrativo, equipo s form ado s en trata miento de con flictos, plane s
globa les de actuac ión y revisión del reglamento para actualizarlo y contextua lizarlo a las
necesidad es de cada centro.
Proyecto Educativo
Educar en Educar
Educar en Valores
Cooperación Democráticamenete
Mejora de la Convivencia
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
escuela. Hay que traba jar de mane ra directa y explícita el conoc imiento interpersona l, el
conoc imiento de uno mismo y de los de más en su cond ición de persona s, para evitar hac
er daño y ser herido. Estar relacionado con el fortalecimiento de la empatía y el altruis mo,
implica tener en con sideración:
95
LUIS BENITES MORALES
De ustsch, 1971, citado por Garaigordub il (2003 ) pre s e nta una s erie d e conc lusion
es de las ventajas qu e tiene una educac ión coop erativa sobre una educac ión co
mpetitiva.
- Los individuo s qu e participan en una educac ión coop erativa se perciben más
co mo más interdependientes entre sí para alcan zar sus objetivos.
- En los grupo s coop erativos, los individuo s, se sustituyen y ayudan entre sí en
mayor m edida qu e en los grupo s co mpetitivos.
- En situac ión coop erativa, los sujetos satisfacen sus necesidad es mutuas y se
evalúan entre si más positiva mente.
- Los individuo s en grupo s coop erativos alientan y promueven más las accion es
de los otros qu e los sujetos co mpetitivos.
- Los grupo s coop erativos presentan rasgos más acen tuado s en coordinac ión de
esfuerzos, subd ivisión de las actividad es, co mprensión en las co municac ion es,
produc tividad en el tie mpo, etc. qu e los grupo s co mpetitivos.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
Ortega y Del Rey (2003), señalan qu e no es necesario desarrollar estos tres programas
de mane ra conjunta, sino qu e cada equipo de profesores de acue rdo a su propia realidad
para m ejorar la convivencia en su aula, establezca cua l es su fina lidad y planifiqu e y
desarrolle sus propias estrategias de acción.
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LUIS BENITES MORALES
Método s alternativos para solucionar con flictos, referido s a la mediación, conc iliación y
el arbitraje. Este mod elo ofrece un enfoqu e qu e enseña a los alumnos a resolver
problemas, pero también señala la importancia qu e tienen los método s alternativos de
solución de con flictos para reduc ir la violencia escolar. El progra m a a ser implementado
empieza con el reconoc imiento de las relaciones y las normas sociales, el entendimiento
del con flicto, la co municación y có mo resolver con flictos. Así mismo promueve
actividad es para desarrollar la autoestima, la afir mación y la con fianza, la tolerancia y
diversidad ; el respeto y respon sabilidad , la coop eración y participac ión dentro del
currículum a imple m entarse en cada salón de clase.
John son y John son (1999), propon en un progra m a cuyas actividad es están dirigidas
a doc entes para ser imple m entado en el aula con los estudiantes con la finalidad de
promover co mpetencias para resolver con flictos y disminuir la viole ncia en la escu ela.
El programa enseña a los alumnos a ser pac ificado res a través de estrategias prácticas y
sugerencias específicas para generar hab ilidad es y difund ir los proc edimientos de la
resolución de conflictos. El programa de resolución de conflictos propu esto por John son y
John son, es integral y con sta de tres partes: crea ción de un contexto coop erativo, entrena
miento en resolución de conflictos y mediación escolar (n egociación, mediación y
arbitraje) y empleo de la controversia programada para m ejorar el aprendizaje.
En nu e stro m e dio la Dire cc ión d e Tutoría y Orie ntac ión Educa tiva d el Vice
ministerio de Gestión Pedagógica del Perú, ha elaborado una guía de traba jo titulada :
«Aprendiendo a resolver con flictos en las institucion es educa tivas» (MINEDU-
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
2009), dirigido a dire ctivos y tutores de primaria y secunda ria. Los objetivos de dicho
docu m ento son: a) contribuir al m ejoramiento del clima instituciona l para el logro de
una con vivencia democrática en las institucion es educa tivas y b) promover en las y los
estudiantes el desarrollo y fortalecimiento de hab ilidad es para la resolución pac ífica y
creativa de los con flictos. La Guía de Trabajo cuyo objetivo es proporciona r herramientas
m etodo lógicas para tutores y doc entes para qu e pu edan promover entre sus estudiantes
la resolución pac ífica , democrática y creativa de los con flictos estudiantiles, con sta de
siete unidad es: Experiencias y conoc imientos sobre la resolución de con flictos; co
mprensión de la diná mica de los con flictos, identificac ión de los conflictos en la
institución educa tiva, importancia de la solución pac ífica de los conflictos, rol de los
integrantes de la co munidad educa tiva en la resolución de conflictos, m edios alternativos
y desarrollo de capac idad es para la solución de conflictos y preparación para el traba jo
con los estudiantes.
Las propu estas de carácter globa l para afrontar los problemas de violencia y aco so
escolar con sideran la necesidad de que las relaciones interpersonales y el aprendizaje de la
con vivencia se con viertan en una «cu estión del centro educa tivo» (Rodríguez, 2002).
Desde esta perspectiva, promover la convivencia implicaría un proyecto educa tivo de ree
structuración de la organización y la gestión escolar y una revisión y plan de mejora del
curriculum, de acue rdo a la realidad de cada centro educa tivo.
Moreno et. al. (1996), citado por Rodríguez (2002), en esta línea de traba jo, plantean
un aná lisis de las cu estion es relacionada s con la convivencia, tanto positivas co mo con
flictivas a nivel real o potencial, en el contexto del currículu m escolar. Los autores asum
en qu e la resolución de conflictos o proble mas conc retos y esporádicos es algo más
simple y especializado. De esta forma, en el centro del currículo y de la organización del
centro educa tivo se coloca el aprendizaje de la convivencia, el desarrollo de las relaciones
interpersonales de colaboración, la práctica de los háb itos democráticos, el desarrollo de
actitud es, emociones y valores. Así mismo los con flictos diarios de la institución
afectarían no sólo a los implicado s, sino a toda s las persona s de la co munidad educa
tiva, las cua les deberían de involucrarse activam ente tanto en la prevención co mo en la
intervención o trata miento de los problemas o con flictos.
El Foro (2011), resalta tres indicado res qu e reflejan la falta de con vivencia: Violencia
en el á mbito escolar, proble m as de disciplina y desmotivación y falta de
99
LUIS BENITES MORALES
criterios co mun es del profesorado . En el docu m ento deno minado : «Educa r para la
Convivencia», reco mienda veinte propu estas para educa r en la con vivencia; asi mis m o
señala qu e la con vivencia es un valor qu e respond e a una realidad multifactorial; por lo
cua l, para promover la con vivencia es necesario un m étodo qu e incluya los principales
factores qu e determinan la con vive ncia. El Foro propon e una form a original para el aná
lisis de estos factores, a partir de la siguiente estructura:
Las propu estas reco m endada s por el Foro y qu e con stituyen cada uno de los
factores determinantes de la con vivencia son: el bienestar emociona l, co municación y
retroinform ación, toma de decision es, expresividad , cultura de éxito, afronta miento de
conflictos, organización social del aula, diversidad , libertad y respeto, liderazgo, co
munidad y ciudadan ía, atención a marginales, de mocracia educa tiva globa l, atención
individua lizada , clim a escolar positivo, negociación, autoestim a, inteligencia co
mpartida, asertividad y dignidad e intelige ncia moral.
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
- Mejorar el ambiente a través del aná lisis de difere ntes variables qu e influye n en la
mejora de la con vive ncia: actitud es, organización, normatividad , necesidad es….
- Desarrollo persona l de los mie mbros de la co munidad escolar: entend er la
educac ión co mo proc eso.
- Organizar la tutoría y actividad es para el desarrollo persona l de los alumnos:
programas sobre autoestima, hab ilidad es sociales….
101
LUIS BENITES MORALES
Conclusiones
Si bien es cierto la promoción de la convivencia de mocrática en la escu ela y el
afronta miento de la violencia y el aco so escolar (prevención e intervención) implican
la participac ión de profesores, autoridad es, alumnos, pad res de familia y co munidad;
dentro de un proyecto educa tivo qu e con te m ple una ree structuración de la
organización escolar y un m ejoramiento del currículum; los psicólogos educa tivos
t e n e m os la re spon sab ilidad d e co m pro m eterno s co m o profe siona l e s d el
co mportamiento y de la promoción de las potencialidad es y de la calidad de vida de
las persona s en el diseño de estrategias qu e con lleve n a un mejoramiento del clim a
de con vive ncia en la escu ela, a través de accion es destinada s a (Benites, 2011):
1. Generar progra mas de prevención y orientación a doc entes, autoridad es, alumnos
y pad res de familia para qu e pu edan identificar y afrontar las accion es y los efectos
del bullying.
2. Elabo rar y redefinir instru mentos de detección y evaluac ión de la violencia, aco so
y de la con vive ncia en la escu ela, de acue rdo a nu estra rea lidad .
3. Desarrollar progra m as de conoc imiento y desarrollo persona l: autoestim a,
autoconc epto, inteligencia e mociona l, hab ilidad es sociales, co m unicac ión
asertiva, solución de con flictos, etc.
4. Diseñar una m etodo logía para propiciar la enseñan za y la promoción de valores
en el aula (respeto, co mpañ erismo, e mpatía, solidaridad , etc.) co mo parte del
curriculum ocu lto (3).
5. Imple m entar programas de hab ilidad es de afrontamiento y apoyo psicológico a
los alumnos víctimas de bullying, así co mo también programas de intervención
( 3)
«El curriculum ocu lto» está relacionado con el conjunto de significac ion es culturales distintas, por
lo general contrapue stos y contradictorios qu e se dan al mismo tie mpo -co mo la «otra cara de la
luna »- de la pu esta en práctica de la labor educa tiva, este currículo ocu lto adqu iere ese carácter
de contrapo sición y de contradicción debido a su vez al carácter contradictorio y frustrante de la
sociedad en la qu e vive n los educando s y también los mae stros. No se trata de elimina r dicho
curriculum ocu lto porqu e ello es la base del desarrollo de la subjetividad individua l propia de cada
cua l, sino de estim ularlo pero dentro de otras cond icion es sociales, culturales y sobre todo ,
educa tivo-pedagógicas (Mendo , J. 2010).
102
LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
para conoc er y orientar a los agresores y desarticular las redes de apoyo con las qu e cu
enta o pu ede contar.
6. Dise ñar estrategias para promover un plan de con vive ncia prosocial, valorativo y
de mocrático de acue rdo a la rea lidad de cada institución educa tiva.
Cuando un alumno(a) hac iendo uso de un pod er asumido o delegado, actúa prepotente
m ente, insulta, abu sa, m altrata o agrede impun e m ente de m ane ra con stante y repetida
a otro alumno(a) y dispon e ade más de un grupo de co mpañ eros qu e lo apoya , encub re
o silencia sus accion es; en un contexto educa tivo qu e por falta de recursos, desconoc
imiento o indiferencia no hac e nada por impedir o corregir tales accion es, no vale la pena
rea lizar un aná lisis individua l, culpab ilizado r o clínico del hecho, se hac e necesario
realizar un aná lisis psicosocial del propio sistema de normas, valores, sentimientos y co
mportamientos de toda s las persona s qu e están detrás de estas accion es de maltrato y de
viole ncia.
Referencias
Alande tte, Y. & Hoyos, O. (2009). Representacion es m entales sobre los tipos de agresión en
escolares. Psicología desde el Caribe. No. 44: 1-25.
Benites, L. (2011). Cómo intervenir el bullying. En alto a la viole ncia en la escu ela. Lim a.
Benites, L. (2011). Convive ncia escolar y ca lidad educa tiva. Revista Cultura. En prensa. Banz,
C. (2008). Convive ncia Escolar. UC.http:www .educa rchile.cl/userfiles/poo 1.
Carozzo, J., Benites, L., Horna, V., Lamas, H., Manda miento, R., Palomino, L. & Raffo, L. (2009).
La viole ncia en la escu ela: El caso del bullying. Mod. IV Convivencia. Lima: Observatorio
sobre viole ncia y con vive ncia en la escu ela. Tomo2.
Carozzo, J. (2010). El bullying en la escu ela. Revista de Psicología. Vol. 12, 329-348.
Chile, Ministerio de Educac ión [MINEDUC] (2002). Política de Convive ncia Escolar.
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LUIS BENITES MORALES
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LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCION EN BULLYING
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EDUCACIÓN EMOCIONAL: ACCIÓN PARA LA CONVIVENCIA
EN LA ESCUELA Y PREVENCIÓN DEL BULLYING
EDUCACIÓN EMOCIONAL:
ACCIÓN PARA LA CONVIVENCIA EN LA ESCUELA Y
PREVENCIÓN DEL BULLYING
Luis Zapata Ponce
Introducción
El fenó m eno de bullying, intimidac ión o aco so escolar es el suc eso mas grave y
riesgoso qu e vie ne acon teciendo en la escu ela del presente por lo qu e, su abordaje urge
co mo una alternativa no sólo de atención individua l sino colectiva, en perspectiva
preventiva y no sólo interventiva-re m ediativa, con visión ecológica y no sólo
estructuralista, qu é pond ere el pap el de la Convivencia en la Escu ela, dónd e la Educac
ión Em ociona l juega un pap el relevante pu es a partir de ésta han de desarrollarse las co
mpetencias socioe mociona les qu e sum en a las co mpetencias cognitivas, có mo factores
del desarrollo integral en los educando s.
Durante mucho tie mpo, este proc eso conc entró sus esfuerzos funda mentalmente en
el aspecto cognitivo de los educando s, postergando la importancia qu e en dicha
formación, tiene lo persona l, social y e mociona l, en la integralidad de desarrollo.
105
EDUCACIÓN EMOCIONAL: ACCIÓN PARA LA CONVIVENCIA
EN LA ESCUELA Y PREVENCIÓN DEL BULLYING
En el año 1996 con oca sión del Foro de la UNESCO desarrollado en Chile bajo la
presidencia de Jacque s Delors, los expertos en educac ión de los países mie mbros,
llegaron a con sensos, en una suerte de «punto de quiebre», los aprendizajes qu e las
futuras generacion es deberían alcan zar en el nu evo contexto mund ial, plantea dos
co mo el perfil del ciudadano hac ia el siglo XXI, lo qu e en esencia plantea ban ,
sup erando la visión de una educac ión «inform ativa» (tradiciona l) hac ia una
e ducac ión for m ativa ho y conoc ida co m o e ducac ión e m oc iona l ( visión
contemporánea ).
Estos pilares de aprendizaje son el Conoc er (Sabe r), el Hace r, el Ser y el Convivir,
siendo lo novedoso éstos dos últimos, los cua les en el presente funda m entan la Educac
ión emociona l, lo cua l, entre otras con secu encia devie nen en acción para la con
vivencia en la escu ela, aspecto de urgente necesidad de atención presente co mo acción de
prevención del fenó m eno de violencia y aco so escolar conoc ido co mo bullying, qu e
hoy ha cob rado m ayor incidencia, en la educac ión m und ial y, particularm ente en nu
estro país.
En el prese nte traba jo abo rdare m os ante c e d e ntes, conc eptualizacion es,
experiencias y propu estas de traba jo en torno a la educac ión e mociona l co mo elemento
preventivo del co mportamiento viole nto, sobremane ra del bullying.
Antecedentes
Como señala Valles (2000), «en el ámbito del desarrollo psicológico y social de los
niños se está produc iendo un fenó meno paradó jico y es que las generaciones actuales
están siendo intelectualm ente más precoc es en sus manifestacion es: aprend en a anda r
antes, alcan zan un desarrollo lingüístico más pronto, desarrollan su m ente lógica,
desarrollan más capac idad para los aprendizajes cibernéticos, etc. Son más inteligentes en
el sentido genérico del término tal y co mo hasta fecha s recientes se han venido conc
ibiendo el desarrollo «intelectual». Sin e mbargo y ahí radica la paradoja, e mociona lm
ente los niños y niñas son más inmaduros, parece qu e vayan disminuyendo sus capac idad
es e mociona les y sociales, tal y co mo se pon e de manifiesto en los problemas de con
vivencia familiar, escolar y social que se produc en diariam ente en los difere ntes
escenarios m encionado s».
106
LUIS ZAPATA PONCE
Entre otras cau sas, se deduc e, que lo que apremia este «ana lfabe tism o emociona l»
son los ca mbios en las pautas sociales de las últim as década s, tales co mo un au mento de
divorcios, hogares disfunc iona les, pobreza material y moral con marginalidad y
exclusión, influencia negativa de los m edios de co municac ión, sobre mane ra la TV,
exposición a juegos electrónicos de contenidos viole ntos, generadores de mod elos
negativos de con flictos que no alientan cultura de paz y con vivencia, la falta de respeto
hac ia la institución escolar co mo fuente de autoridad , el poco tiempo (cu antitativo y cua
litativo) qu e los pad res dedican a la educac ión de sus hijos, propiciado s por situac ion es
de tensión laboral y dificultade s econó micas, entre otros.
Estas cau sas de características casi universales y muy propia en muestro m edio,
devienen en generadoras de afrontamiento siste mático qu e no pu eden sólo ser cubiertos
por m edios «intelige ntes» ( en su conc epción tradiciona l) sino más bien a partir de la
inteligencia e mociona l qu e en ámbitos educa tivos func ionan co mo Educac ión
emociona l o Alfabe tización emociona l.
Incidía Valles (2000), en qu e la intelige ncia se hab ía atribuido tradiciona lmente a las
capac idad es cognitivos tales co mo el leer y escribir, pensar, razona r, reflexiona r, ana
lizar, deducir e inferir entre otros, relacionado s con el pensamiento abstracto y acadé
mico.
Sin e mbargo, en los últimos tie mpos los aportes de Howard Gardn er y su Teoría de
las inteligencias múltiples, Mayer y Salovey, Goleman, entre otros, han propiciado el
surgimiento de la inteligencia e mociona l con bases conc eptuales destinado s al desarrollo
hu mano, dirigido al éxito persona l y social en diversas face tas y escenarios del devenir
hu mano, entendidos co mo el logro de la felicidad , la co municac ión interpersona l efica
z, la automotivación para alcan zar objetivos y metas, solución de con flictos y la adap
tabilidad a través d e proc esos d e autoconoc imie nto y autorregulación de nu estras
emocion es y desarrollo de hab ilidad es empáticas para mejorar nu estras relacion es
sociales.
107
EDUCACIÓN EMOCIONAL: ACCIÓN PARA LA CONVIVENCIA
EN LA ESCUELA Y PREVENCIÓN DEL BULLYING
de los contenidos e mociona les al currículum escolar, sea dentro de los proyectos
curriculares con objetivos, contenidos, metodología y criterios de evaluac ión o bien, en
forma de programas específico s (Bisqu erra, 2000; Álvarez, 2001; Valles, 2000; entre
otros).
Este enfoqu e ha permitido enlazar la investigación con la dim ensión aplicada a los
proc esos de enseñan za-aprendizaje en las diferentes etapa s educa tivas de la pob lación
escolar, siendo una de su intenciona lidad educa tiva, entre otros, el afrontamiento de la
conflictividad del alumnado , de cotidiano suc eso en alumnos de escu elas occidentales.
En nu estro m edio, el Perú, aún no existen política s educa tivas qu e con sideren la
Convivencia en la Escu ela y, en ello, la Educac ión e mociona l o alfabe tización
e mociona l, sobre mane ra en las escu elas púb lica s, las cua les con stituyen la mayor
can tidad del total; solo los colegios privado s desarrollan alguna s experiencias a partir
de la presencia de profesiona les psicólogos, quienes de mane ra sinérgica con
doc entes y autoridad es educa tivas, implementan progra mas o desarrollan actividad es
d estinado s al traba jo d e las co m petencias socioe m ociona les; una d e éstas
experiencias, la aplicac ión el Programa de HABILIDADES PARA LA VIDA m e cupo la
oportunidad de desarrollar en una institución educa tiva privada en el distrito de La
Molina durante 15 año s, con resultado s muy positivos para el alumnado .
Sólo la dación de la Ley N° 29719, ley qu e promueve la con vivencia sin violencia en
las institucion es educa tivas, aprobada por el Pod er Ejecutivo el 23 de junio de 2011, la
misma qu e con sta de 13 artículos y dos disposicion es co mple m entarias finales esta
generando reciente m ente, esfuerzos colectivos respecto a su reglam entación, la cua l
debiera contemplar política s claras y relevantes.
108
LUIS ZAPATA PONCE
En la presente década se vienen sum ando otros aportes qu e con firm an la con
vicción en la necesidad de realización de la Educac ión emociona l, Alfabe tización
Emociona l o Inteligencia e mociona l en las escu elas, en un afán por contribuir a la
Convive ncia en la Escu ela y la prevención del Bullying co mo fenó meno de viole ncia,
desde perspectiva ecológicos qu e integren la participac ión de todo s sus actores (Hogar,
Escu ela y Comunidad) .
El ana lfabe tismo emociona l es una fuente de conduc tas agresivas, antisociales y
antipersona les qu e se han multiplicado en difere ntes ámbitos y lugares y ello, señala
Cortina (2001), hac e urgente recup erar esa educac ión qu e es no sólo de hab ilidad es
técnicas, sino también la de las hab ilidad es sociales.
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EDUCACIÓN EMOCIONAL: ACCIÓN PARA LA CONVIVENCIA
EN LA ESCUELA Y PREVENCIÓN DEL BULLYING
Es pertinente entonc es (Valles, 2003), qu e la educac ión emociona l debe estar en los
distintas áreas curriculares, no en cuan to a su enseñan za-aprendizaje co mo contenido de
cada área, sino co mo estilo educa tivo del profesor qu e debe transmitir mod elos de
afronta miento emociona l adecuado s a las difere ntes interaccion es qu e los alumnos
tienen entre sí en los momentos en los qu e con viven en el centro escolar y
particularmente en el aula de clase durante cada una de las materias curriculares. La adopc
ión de actitud es emociona lmente intelige ntes por parte del profesor es una base muy
importante para mod elar el aprendizaje y el desarrollo de este tipo de inteligencia en el alu
m nado . Las rea ccion es e mociona les del doc ente en las interaccion es diarias con los
alumnos e incluso con sus colegas se con stituyen en mod elos de imitación por parte de
los alumnos. Estas rea ccion es son objeto de copia o aprendizaje vicario, al igual que ocu
rre en el seno de la familia con el modelado qu e ejercen los pad res sobre sus hijos
transmitiendo sus valores y su siste ma de cree ncias. Así pues, habida cuenta de la con
flictividad existente en las aulas en mucho s casos explicada por las carencias e mociona
les entre otros mucha s cau sas, se hac e necesario a adopc ión de nu evos roles por parte
del doc ente orientado s a abordar la enseñan za emociona l.
Así pu es, ante la actual situac ión de con flictividad existente en los centros educa
tivos es funda m ental con struir la idea de autoridad oral ba sada en la co municación y
el encu entro interpersonal entre el profesor y el alumno para resolver los problemas
(Tarrego, 2001); para ello es necesario un ca mbio en las funcion es del profesor-tutor.
Estos ca mbios supon en adqu irir una nu eva co mpetencia profesiona l qu e trasciend e la
formación didác tica exclusiva m ente sobre la materia curricular o curso qu e imparte.
Este perfil de lo qu e pod ríamos deno minar el Tutor Emociona l, debe caracterizarse por
desarrollar, entre otras funcion es educa tivas, con un elevado co mpon ente de gestión y
modu lación e mociona l tales co mo:
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LUIS ZAPATA PONCE
Para el desarrollo de estas func ion es, Marina (1996), propon e conc ebir la educac ión
co mo un gran proyecto ético, en el qu e tran smitan valores funda mentales qu e orienten
las relacion es interpersona les, tales co mo la solidaridad , la justicia, el respeto, etc. Estas
func ion es están directam ente relacionada s con la enseñan za- aprendizaje de la e
mociona lidad , y para qu e pu edan desarrollarse en un marco escolar idón eo se exigen
suficientes m edios y recursos. El desarrollo del perfil del tutor emociona l debe conc
entrarse a través e actuac ion es referidos a las relacion es interpersona les, a la metodo
logía y al aprendizaje en general.
Los programas de educac ión e mociona l con stituyen una tend encia qu e surge en la
década de los noventa; alguna s obras han contribuido a su difusión (Goleman, 1998; Güel
y Muñoz, 1998; Elías et al, 1999; Bisqu erra, 2000). Estos programas prestan
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EN LA ESCUELA Y PREVENCIÓN DEL BULLYING
atención a la psicop edagogía de las e mocion es. Se han de desarrollar desde los prim eros
año s de vida y contribuir a lo largo de toda la escolaridad .
Si nos centramos en los programas de educac ión e mociona l, sus principales áreas
temática s son: inteligencia emociona l, conoc imiento de las propias emociones, autoestim
a, automotivación, empatía, resolución de problemas, hab ilidad es de vida, hab ilidad es
sociales, con trol del estrés, etc. Para el éxito de estos progra mas con viene asegurar la
implicación de los agentes educa tivos (profesorado, familia, institución educa tiva, co
munidad) . Reafirm amos entonc es, con Álvarez (2001), qu e la finalidad de los
programas de educac ión e mociona l es el Desarrollo hu mano.
Estos fines se conc entran en uno s objetivos de los programas de educac ión e
mociona l, entre otros los qu e pod e mos destaca r:
- Adqu irir un m ejor conoc imiento de las propias e mocion es.
- Identificar las e mocion es de los de más.
- Desarrollar la hab ilidad de controlar las propias e mocion es.
- Prevenir los efectos perjudiciales de las emocion es negativas.
- Desarrollar la hab ilidad para generar e mocion es positivas.
- Desarrollar la hab ilidad de automotivarse.
- Adoptar una actitud positiva ante la vida.
- Aprend er a fluir, etc.
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LUIS ZAPATA PONCE
Y, por extensión los efectos de la educac ión emociona l con llevan resultado s tales co
mo:
- Au m e nto d e las hab ilidad es sociales y d e las relacion es interpersona les
satisfactorios.
- Dis minuc ión de pensamientos autod estructivos y m ejora de la autoestima.
- Dis minución en el índice de viole ncia y agresion es.
- Menor conduc ta antisocial o socialm ente desordenada .
- Menor nú m ero de expulsion es de clase.
- Mejora del rendimiento acadé mico.
- Disminuc ión en la iniciación al con sumo de drogas (alcoho l, tabaco , drogas en
general).
- Mejor adap tación escolar, social y familiar.
- Dis minución de la ansiedad y el estrés, anorexia y bulimia.
- REGULAR LAS EMOCIONES: la hab ilidad para mane jar los propios sentimientos a
fin d e qu e se exprese n d e form a apropiada y ello se funda m e nta e n la
autoconc iencia e mociona l, para fortalecer las relacion es interpersona les.
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EDUCACIÓN EMOCIONAL: ACCIÓN PARA LA CONVIVENCIA
EN LA ESCUELA Y PREVENCIÓN DEL BULLYING
- MOTIVARSE A SÍ MISMO: una e moción tiend e a impulsar una acción. Por eso las
e mocion es y la motivación están íntimam ente interrelacionado s. Enca minar
emocion es y motivación al logro de objetivos. El autocon trol emociona l con lleva
demorar gratificac ion es y do minar la impulsividad , lo cual suele estar presente en
el logro de mucho s objetivos.
De tal forma, el víncu lo de las co mpetencias socioemociona les y el fenó meno del
Bullying han sido estudiado por diversos investigadores: así según Beltrán y Colbs. (2009)
tenemos los traba jos de autores tales co mo Graczyk, Weissberg, Payzon, Elías, Gree nb er
y Zins (2000); Dryfoo s (1997); Sceles y Leffert (1999); Stein er (1998) los cua les han
conc luido qu e cuando somos e mociona lm ente educado s pod e mos mane jar situac ion
es e mociona les difíciles qu e a m enudo llevarían a conduc tas agresivas y viole ntas.
Conclusiones
La Educac ión e mociona l, alfabe tización e mociona l o inteligencia e mociona l
aplicada a la educac ión con stituye un paradigma trascend ente y relevante en la formación
y desarrollo hu mano por su énfasis en las co mpetencias socioemocionales necesarias para
una educac ión integral, qu é mas allá de la enseñan za puram ente cognitiva-aptitudinal
garanticé el aprendizaje de factores que inciden en las relaciones interpersonales y
desarrollo persona l-social que la sociedad actual exige sobremane ra en el contexto de la
CONVIVENCIA EN LA ESCUELA, lo cua l se hac e imprescindible co mo la m ejor
mane ra del abordaje del bullying o aco so escolar.
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LUIS ZAPATA PONCE
Referencias
Alvarez, M. (Coord.) (2001). Diseño y evaluación de Programas de Educación Emocional.
Barcelona: CISS Praxis.
Bisqu erra, R. (2000). Educación emocional y biene star. Barcelona : Praxis.
Bisqu erra, R. (2003). Educac ión e mociona l y co mpetencias básicas para la vida . Revista de
investigación educativa. (RIE) 21, 1, 7-43.
Gole man, D. (1996). La inteligencia emocional. Madrid: Cairos.
Gole man, D. (1999). La práctica de la inteligencia emocional. Madrid: Cairos.
Güell, M. & Muñoz, R. (2000). Desconócete a ti mismo. Progra ma de alfabe tización emociona l.
Barcelona : Paidós.
Marina, J. A. (1998). El labe rinto sentimental. Barcelona : Anagrama.
Olwe us, D. (2004). Condu ctas de acoso y amena za entre escolares. Madrid: Morata.
Valles, A. (2000). La inteligencia emocional de los hijos. Cómo desarrollarla. Madrid: EOS. Valles,
A. & Valles, C. (2000). Inteligencia emocional. Aplicacione s educativas. Madrid: EOS. Valles, A.
& Valles, C. (2003). Psicopeda gogía de la inteligencia emociona l. Valencia: Promolibro.
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SER DOCENTE E INTELIGENCIA EMOCIONAL
La Inteligencia Emocional(1)
La Inteligencia Emociona l determina la capac idad potencial qu e dispon e cada
persona para adqu irir ciertas hab ilidad es prácticas deno minada s co mpetencias e
mociona les. La Competencia Emociona l en sí, de muestra hasta qu é pun to una persona
ha sabido o podido traslada r ese potencial a las acciones de su vida cotidiana . Por otra
parte, el hecho de ostentar un índice elevado de Intelige ncia Emociona l no garantiza qu e
se hayan internalizado co m petencias e m ociona les específica s necesarias en ciertos
entornos.
( 1)
Daniel Gole man. La Intelige ncia Emociona l. (Notas adap tada s de la obra)
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SER DOCENTE E INTELIGENCIA EMOCIONAL
Vemos qu e en el día a día de la labor doc ente, es en el proc eso de enseñan za-
aprendizaje-evaluac ión dond e el aspecto afectivo surge co mo mediador en la relación
que establece el doc ente con sus estudiantes; y no se le puede negar ni excluir porque
tal proc eso es un suc eso hu mano intersubjetivo qu e ocu rre en un sistema social
co mplejo co mo lo es, en su sentido más amplio, la escuela, sujeto a las característica s
propias de cada cultura y pudiéndo se dar de mane ra directa o indirecta (entiénda se
esto últim o co mo toda s aque llas accion es curriculares explícitas e implícitas qu e
conoc emos hoy co mo currículo formal y currículo ocu lto, respectiva mente).
(2)
Francisco Javier Vásqu ez De La Hoz. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL QUEHACER DOCENTE.
(Adap tacion es)
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Las tend encias actuales de la Psicología Educa tiva sugieren por eje mplo qu e los
profesores, y todo el p ersona l vincu lado al siste m a e duca tivo, d esarrolle n
co mpetencias co mo la toma de decision es oportuna s y ace rtada s; la co municac ión
asertiva, afectiva y efectiva; la solución de con flictos de mane ra creativa y exitosa; la
coop eración y traba jo en equipo, todo ello dentro y fuera del aula de clases, en
relación con los discentes pero ta mbién con otros doc entes, con el persona l
ad ministrativo, las directivas de la institución y en general con toda la co munidad
educa tiva. Indiscutible m ente esto requiere qu e el doc ente desarrolle su I.E.
Si le da mos una mirada desde lo empresarial también encon traríamos explicac iones
válida s a esta relación, por ejemplo hoy se sabe qu e en el ámbito laboral-profesiona l
las co mpetencias intelectuales no son garantía de éxito, son sólo un aspecto que tiene
necesaria mente que unirse a las competencias sociales y afectivas, pues estas permiten
la autosatisfacc ión de las necesidad es emociona les hac iendo del traba jador una
persona motivada hacia su traba jo, con capac idad para resolver problemas en equipo
y con desempeño y resultado s de alta calidad entre otros. Los doc entes como miembros
de una organización educa tiva no solo en la co municac ión y en la solución de
problemas deben ser efectivos co mo se mencionó hac e poco , sino también persona s
con un alto co mpromiso, identidad y lealtad con la «empresa» qu e le permita así
adueña rse de los proc eso, de las idea s y de los ca mbios dentro de la misma,
con virtiéndo se esto en una gran ventaja co mpetitiva en el mercado .
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SER DOCENTE E INTELIGENCIA EMOCIONAL
Es muy importante tener una clara conc iencia de sí mismo y de sus proc esos
e mociona les, ya qu e el mod elo de co mportamiento e mociona l qu e manifieste
será un acon tecimiento determinan te qu e influirá en el aprendizaje e mociona l
de sus alumnos. Además, el doc ente es una pieza clave para qu e niños, jóvenes y
adu ltos presten atención y aprendan a percibir sus propias emocion es. (Gallego,
D., Alon so, C., Cruz, A. y Liza ma, L., Ibíd, p. 60).
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
En la actualidad vivimos una época marcada por la inc ertidu mbre, la crisis de
valores, las carencias afectivas, las familias quebrada s, el egoísmo y el vacío existencial,
unido paralelamente a una sobrevaloración de la tecnología, hasta el punto de hab er
dejado que sea ésta la que en mucho s sentido s gobierne nuestras vEn este pano rama,
el colegio atraviesa una de sus etapa s más proble máticas debido probab le m ente a
qu e ha dejado de ser el lugar seguro y con fiable dond e nu estros niños y adolescentes
van a aprend er y a desarrollarse cognitiva, social y afectivam ente; para convertirse
en un lugar dond e se aprend e lo qu e es el maltrato entre iguales, la hu millación, la
discriminac ión, la exclusión social, entre otras situac ion es qu e a la larga con figuran
en la persona no sólo qu e es víctima, sino también espectador o agresor, un futuro
incierto, dond e probab le m ente ciertas conduc tas desadap tativas pu eden verse
instalada s, desde la simple pero altam ente cu estionab le indiferencia social, hasta
conduc tas alta mente viole ntas.
Como muy bien señala Uriarte (2006) desde hac e tie mpo la sociedad conoc e qu e las
e mocion es y las relacion es sociales influyen en los proc esos de enseñan za-
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
aprendizaje y enca rga a la escu ela qu e, ade más de los objetivos cognoscitivos e instrum
entales, también los aspectos del desarrollo socioafectivo se conviertan en objetivos educa
tivos explícitos. Así se especifica en la LOGSE e igualm ente se recoge en el informe a la
UNESCO de la Comisión Internac iona l sobre la Educac ión del siglo XXI, cuando
propon e organizar la educac ión en torno a los «cua tro aprendizajes funda m entales», qu
e son los pilares del conoc imiento para cada persona en el tran scurso de la vida: aprend er
a conoc er, aprend er a hac er, aprend er a ser y aprend er a vivir juntos.
Particular mente, cree mos que es necesario profund izar en los dos últim os, porque a
pesar de las actuales exigencias y de manda s qu e representa vivir en la sociedad , son las
más descuidada s y olvidada s.
El aprend er a ser nos exige una mayor autono mía y capac idad de juicio junto con el
fortalecimiento de la respon sabilidad personal en la realización del destino colectivo.
Significa ser con scientes de nu estros valores, riqu ezas, talentos, potencialidad es y
limitacion es. Sólo aprendiendo a ser bu enas persona s, es qu e pod re mos lograr nu estras
más profunda s aspiracion es en un clima de respeto, tolerancia, ape rtura, servicio y donac
ión de sí, dejando atrás los disvalores qu e en la actualidad parecen gob ernar.
El aprend er a vivir juntos, con siste en conoc er mejor a los demás, su historia, sus
tradicion es y su espiritualidad y, a partir de ahí, crear un espíritu nu evo qu e impulse la
realización de proyectos co mun es o la solución inteligente y pac ífica de los inevitables
con flictos, gracias justam ente a esta co mprensión de qu e las relacion es de interdepend
encia son cada vez mayores y a un aná lisis co mpartido de los riesgos y retos del futuro.
(Citado en Díaz, Martínez & Vásqu ez, 2011).
Es decir, si entend e mos qu e en los ámbitos educa tivos, se debería cultivar, estim ular
e incentivar la posibilidad de aprender a ser y aprender a vivir juntos, significa qu e nu
estros colegios deberían ser escenarios dond e se aprenda desde los año s más te mprano s
lo qu e significa «ser un verdad ero ser hu mano, ser una persona », no sólo buscar el
desarrollo cognitivo, raciona l -qu e a pesar de su importancia no es suficiente- sino
particularm ente el desarrollo emociona l, afectivo, social, aprendiendo a crecer co mo
persona s, a madu rar, a reconoc erse y reconoc er al otro, a acep tarse en m edio de las
diferencias y tolerar dicha s diferencias, a amar y controlar sus
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CECILIA SALGADO LÉVANO
emociones, a con vivir pac ífica mente, a resolver los con flictos de mane ra con structiva.
La pregunta qu e surge en forma inm ediata es ¿Nu estros colegios están cu mplie ndo con
los objetivos qu e la sociedad ha pu esto en sus mano s para el presente mile nio?.
Bie n sabe mos qu e la rea lidad actua l, dista abismalm ente de lo qu e se espera de los
colegios, pu es éstos se han convertido en espac ios dond e impera el maltrato no sólo de
profesores con profesores, o vincu lado s a los estudiantes, sino más grave aún, entre los
mismos estudiantes, en lo qu e se ha dado en lla mar bullying, qu e es el con structo qu e
abordare mos en este traba jo.
Gázqu ez, Pérez-Fuentes, Carrión & Santiuste (2010) señalan qu e los siste mas educa
tivos han asistido a un au m ento progresivo del nú m ero de conflictos qu e se produc e n,
lo qu e supon e un d eterioro d el clim a d e con vive nc ia e scolar, con virtiéndo se en un
argu mento presente en cualquier reflexión ace rca de la calidad educa tiva.
Ortega & Mora Merchán (2008) plantea n qu e el fenó m eno del aco so escolar es uno
de los proble mas qu e más afecta al clima de convivencia de las aulas de la mayoría de los
centros escolares.
El fenó m eno del bullying se ha instalado y apode rado de las escu elas. Los
estudiantes son partícipes activos de un fenó meno con repercusion es a nivel social,
qu e involucra a la globa lidad de culturas (Batista, Román, Romero & Salas, 2010) es
decir, tendríamos qu e preguntarnos ¿En qu é país no se da?, ¿Qué colegio está
co mpletamente libre de esta problemática ?, Es cierto qu e es un fenó meno qu e está
presente desde hac e mucho tie mpo, pero ¿Por qu é en los últimos año s se ha
incre m entado tanto, hasta el pun to de hac er peligrar la salud física y e mociona l de
los estudiantes?. Llegando mucho s al extre mo de suicidarse o de eliminar a los
agresores en actos de venganza qu e han cobrado la vida de mucho s, llamado la
atención de la co munidad internac iona l.
Ciertam ente no pod e mos generalizar y es posible qu e quizás existan centros educa
tivos dond e este fenó meno no se presente en forma alarmante o significativa, pero son
muy poco s. Lo más grave de todo , qu e contribuye a e mpeorar aún más esta situac ión, es
qu e el maltrato y el aco so entre iguales se ha naturalizado, por lo que los diversos agentes
involucrado s, co mo pueden ser los padres de los estudiantes,
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Es evidente para todo s qu e la convivencia con stituye uno de los aspectos más
importantes en las relacion es hu mana s. Y obvia m ente co mo manifestación natural de
estas relacion es pu eden surgir desavenencias, desacue rdos, co municac ión inad ecuada ,
etc., qu e pu eden dar lugar a conflictos interpersona les; por tanto, con vive ncia y con
flicto se presentan en un mismo escenario (Caba llero, 2010).
Antecedentes
El aco so escolar (bu llying) ha sido objeto de creciente atención y alarma social en los
últimos año s, aunque se trata probab le m ente de un fenó m eno qu e ha estado siempre
presente en nu estra sociedad. Desde el prim er estudio longitudinal realizado por Olwe us
en Noruega, nu m erosos estudios han abordado este fenó m eno en diversos países, dond e
la importancia social del aco so escolar ha ido en au m ento (García, Pérez Gim énez &
Nebot, 2010).
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CECILIA SALGADO LÉVANO
maltrato entre escolares ha ido tomando una dim ensión internac iona l qu e lo ha sacado
de su invisibilidad (Defensor del Pueblo, 1999-2006, Citado en Merino, 2008). Le han
seguido las investigacion es realizada s en Suecia referidas al con sumo de sustancias y
situac iones de agresión en estudiantes de secunda ria. Igualm ente, surgen estudios y
proyectos de intervención en países co mo Estado s Unidos, Inglaterra, Holanda , Escocia,
Irlanda , Italia, Australia y Japón , entre otros (Rodríguez, 2009).
A decir de Jim énez (2007) a partir de la década de los noventa se han produc ido dos
hecho s novedosos qu e persisten hasta la fecha :
a) Una expan sión internac iona l de traba jos sobre la viole ncia escolar, ratificada por
las múltiples investigacion es qu e se realizan ade más de los países escand inavos,
en Ale mania, Bélgica, Holanda , Francia, Italia, Portugal y España dentro de Europa;
en Estado s Unidos y Canadá en América; Japón en Asia y Australia y Nueva Zelanda
en Ocea nía. A la qu e siguen incorporándo se recientemente países co mo Polonia,
China e Israe l.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Según Aviles, 2006 (Citado en Cabe zas & Monge, 2007) la palabra «bullying»
proviene del inglés «bully» qu e significa matón o bravucón , y se relaciona con conduc tas
qu e están ligada s a la intimidac ión, la tiranización, el aislamiento, la am enaza y los
insultos, entre otros. Mientras qu e «to bully», significa intimidar con gritos y am enazas y
maltratar a los débiles (Citado en Oliveros et al. 2008).
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Ade más es necesario, distinguir en el bullying diferentes formas de maltratar, aco sar o
agredir a los iguales, así tene mos qu e pu ede ser: el maltrato físico directo (p egar, am
enazar con armas) del indirecto ( escond er, roba r, romper objetos o pertenencias); el
maltrato verbal directo (insultar, burlarse, pon er apodo s) del indirecto (h ablar mal de
alguien, hac er correr falsos rumores), y la exclusión social directa (excluir, no dejar
participar a alguien en una actividad) de la indirecta (ignorar, m enospreciar, tratar co mo
un objeto) (Castro, 2003; Moreno, 1997; Rodríguez, 2005 Citado en Luciano, Marín &
Yuli, 2008).
Para efectos del presente estudio, es necesario partir de una definición del bullying,
para hac erlo nada m ejor qu e referirno s a los plantea mientos de uno de sus
investigadores más representativos, así pod e mos señalar qu e Olwe us, 1998 Citado en
Cabe zas & Monge (2007) definió el fenó m eno del bullying co mo la situac ión de aco so
e intimidac ión, en dond e un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está
expu esto, de forma repetida durante un tie mpo, a accion es negativas qu e lleva a cabo
otro alumno o varios de ellos.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Intimidac ión física, verbal o psicológica con la intención de cau sar temor, angustia o
daño a la víctim a.
- Desequilibrio de pod er, dond e hay un(a) niño(a) con mayor pod er sobre otro(a)
de m enor pod er.
- Ausencia de provocac ión por parte de la víctima.
- Incid e ntes siste m ático s e ntre los mis m os m e nores durante un p eríodo
prolongado de tie mpo (Farrington, 1993 Citado en Varela et al. 2009).
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Como muy bien nos dice Mingo (2010) también contribuye a esta ceguera el qu e en
alguno s casos las lastimadu ras qu e dejan las experiencias qu e envuelven la violencia
sobrepa san la capac idad de reconoc erlas co mo parte de la historia persona l, por lo qu e
la negación y el silencio se impon en co mo la m ejor forma de lidiar con lo ocu rrido. Ha
de con siderarse qu e la hu millación, el susto, el dolor, la rabia, la parálisis, la vergüenza o
cua lquier otra vivencia qu e va de la mano de un golpe, de un insulto, de un grito, de un
toca miento forzado, de una mirada qu e ofend e, o de un gesto qu e disminuye a quien lo
recibe, dejan de una u otra forma su registro en el cu erpo, en ese territorio qu e con tiene
la escritura minuciosa de nu estra historia y cuyas formas de rea cción son muy diversas y
adqu ieren singularidad en cada persona .
Hay distintas perspectivas co mo por eje mplo: biológicas (la violencia escolar se
pu ede ho mologar en algún sentido con la agresión, dond e una especie rea cciona al
sentirse am enazada por otra); psicológicas (un fenó m eno de aco so implica una
relación de pod er de uno( s) por sobre otro( s), una agresión gratuita de forma
con stante, ya sea física, psicológica, relaciona l, etc. y sociocu lturales (trata de entender
las motivacion es y sentidos más profundo s del fenó meno). Se sabe qu e la viole ncia
no carece de sentido, ya qu e permite: establecer jerarquías con el grupo de pares, ya
sea co mo defensa de uno mismo, de otros y del territorio, para resolver un con flicto,
co mo una forma de catarsis, para hac er daño (gratuito), por entretención y por
reivindicac ion es sociales (al sentirse discriminado s). (Citado en Varela et al. 2009).
Para otros autores, la viole ncia escolar expresa de parte de los adolescentes una forma
de gestiona rse a sí mismos fre nte a la situac ión de invisibilidad en la sociedad .
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
No es sim ple m ente una conduc ta anó mica, sino qu e es una m ane ra de ser
reconoc ido, respetado , integrado y qu erido (Sando val, 2004). A su vez, otros
especialistas señalan qu e la agresión de los estudiantes sería una forma de viole ncia
anti-escu ela, ya qu e el establecimiento educa tivo reproduc e la desigualdad de la
sociedad . Hay una crisis de sentido de la escu ela, en especial para los sectores
m argina les, una fr ustración fr e nte a ella (Zerón, 2004 ). Toda s ellas serían
co mple m entarias en algún nivel, pero cada una enfatiza ciertos ele m entos propios
co mo claves (Citado en Varela et al. 2009).
Durante los últimos año s han apa recido variada s teorías qu e buscan dar cu enta del
fenó meno del bullying: teoría del aprendizaje social; teoría de la mente; diferencias
individua les en la temprana infancia; desarrollo filoge nético (sup ervivencia del más
fuerte); diferencias sociocu lturales (raza, género, clase social, minorías, etc.); presión de
pares en la escu ela; co mo justicia restaurativa (p ersona lidad) ; ley o cultura del sile ncio
y una mirada ecológica (Citado en Varela et al. 2009).
Frente a estas teorías, el mod elo ecológico es clave al intentar sup erar vision es
atomistas del fenó m eno. Busca ana lizar la violencia escolar desde una perspectiva
evolutiva y a distintos niveles incluyendo, junto con la interacción de los estudiantes en la
escu ela, la qu e existe en la familia, la calidad de la colaboración entre la escu ela y la
familia, la influ encia de los medios de co municac ión o el conjunto de cree ncias, de
valores y estructuras de la sociedad (Díaz et al. 2011).
Concretamente, este mod elo postula cua tro niveles o sistemas qu e op erarían en
conjunto para afectar dire cta e indire ctamente el desarrollo del niño, y en este caso, nos
ayuda rían a explica r có mo la viole ncia, maltrato y aco so escolar se manifiestan en cada
uno de estos siste mas:
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Es decir, traba jar el bullying teniendo co mo base una visión ecológica nos asegura un
traba jo más integral, qu e no sólo busqu e disminuir los factores de riesgo en el colegio, o
en la familia, o en los grupo s pares, sino qu e busqu e intervenir sobre todo s ellos en su
conjunto, y en los demás entornos en los cuales se desarrolla el estudiante, es decir, las
sociedad en su conjunto, pu es es la única forma en qu e realm ente poda mos enfrentar en
forma exitosa el bullying.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Por tanto, en las más recientes clasificac iones, ya no sólo se con sidera típica mente a
los agresores (bully), a las víctim as en el sentido clásico qu e se le con sideraba y a los
espectadores o neutros, sino qu e ahora ade más se tipifica a la «víctim a-agresor»
(Albores-Gallo, Sauceda -García, Ruiz-Velasco & Roqu e-Santiago, 2011).
Si bien es cierto, las víctimas agresivas representan un grupo más reducido, se encu
entran al mismo tiempo en una situac ión especial de riesgo fre nte al desarrollo de proble
mas de desajuste, co mo han señalado distintos estudios (Estévez, Murgui & Musitu,
2008). En el trabajo llevado a cabo por Estévez, Martínez & Musitu (2006) se observó qu e
las víctim as agresivas obtenían índices más bajos de autoestim a qu e las víctim as
sumisas, especialmente en las dimensiones familiar y escolar. Los resultado s del estudio
llevado a cabo por Unn ever (2005) mostraron qu e las víctim as agresivas informaban de
más problemas de autocon trol, así co mo de más con flictos familiares en co mparación
con las víctim as sumisas. Estos datos nos sugieren qu e las víctim as agresivas representan
un grupo de gran relevancia para el estudio e mpírico, lo qu e contrasta con la escasez de
investigacion es sobre las características difere nciales de este subgrupo de víctim as y,
más aún, sobre los mecan ismos qu e predicen su ajuste psicosocial, así co mo el proc eso
desencad enan te del co mportamiento hostil de la víctim a (Citado en Estévez et al. 2010).
138
CECILIA SALGADO LÉVANO
implicac ión en conduc tas viole ntas qu e eje mplifiqu en lo qu e el adolescente quiere
transmitir sobre su persona . La violencia entonc es se convertiría en el m edio para con
seguir la reputación antisocial anhe lada , asumiendo la idea de qu e los agresores no pu
eden ser victimizado s (Citado en Estévez et al. 2010).
Este plantea miento reafir ma la espiral de la violencia, es decir, para no ser agredida, la
víctim a deja de ser pasiva, co mo típica mente se le con sideraba, para volverse una
persona violenta, con la esperanza qu e así no será nu evam ente agredida.
Conse cuencias
Podemos afirmar que el bullying es un fenó meno complejo, que por su naturaleza, con
lleva consecuencias negativas para todos los actores que están involucrados. A continuac
ión revisaremos lo qu e nos aportan las investigaciones científicas.
Mertz, 2006 (Citado por Batista et al. 2010) plantea qu e dificulta el aprendizaje de los
alumnos, le causa daños físicos y psicológicos a las víctimas, y por último, el involucra
miento en el bullying es un factor d e riesgo qu e incrementa las probabilidad es de e
mprender trayectorias de vidas proble máticas.
De este modo, pode mos observar que el bullying encierra una problemática psicosocial
que afecta el desarrollo integral del individuo , evita la creación de vínculos afectivos y en
algunos casos llega a destruir la vida de quienes lo vivencian. Asimismo, la experiencia del
maltrato entre iguales en la escuela se relaciona con autoestima baja y con sentimientos de
soledad a largo plazo, teniendo repercusion es en la vida futura de los individuos (Del
Barrio et al. 2003 Citado en Hoyos de los Ríos et al. 2009). El acoso puede incluso
impulsar al alumno a tomar decision es extremas co mo el suicidio (Cepeda -Cu ervo,
Pacheco -Durán, García-Barco & Piraqu ive-Pe ña, 2008).
Por su parte, Barragán et al. (2010) consideran que la intimidación entre escolares tiene
con secu encias como, el debilitamiento de sus defensas física s y psicológicas, lo cua l se
traduce en un increm nto de los proble mas de salud, sobre todo mental, co mo menciona el
Prim er Informe Naciona l sobre Salud Mental de EUA (Satch er, 1999), que reporta 20%
de depresión en niños y adolescentes, que suele manifestarse com o una conduct a agre
siva contra otros niños, m ostrando una mayor predisposición a la depresión, la autolesión
y el suicidio.
139
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Las consecuencias para las víctimas pueden ser desde simples desajustes hasta
angustia, síntomas depresivos y fobias sociales (Storch, Heidgerken, Cole, Murphy &
Geffken, 2005), ansiedad y conduc ta problemática (Haw ker & Boulton, 2000) que pu ede
llegar a idea ción suicida (Roland , 2002); para los agresores se pueden presentar síntomas
como baja autoestima, soledad y síntomas depresivos qu e se pu eden relacionar con
desarrollo y m antenimiento de un síndrome obsesivo compulsivo (Storch et al. 2005), y
constituirse como el primer estadio del desarrollo de una conducta delictiva (Baldry &
Farrington, 2000; Olwe us, 1998). En definitiva se encu entra una relación significativa
entre creciente nú m ero de participación en conductas de intimidación y problemas de
conducta (Wolke & Samara, 2004). Todos los implicados, no sólo los implicados dire
ctamente como son agresores y víctimas reciben algún tipo de perjuicio, al menos en su
desarrollo moral, lo qu e ha llevado a autores como Sullivan y col. a entender que todos,
incluidos los espectadores son víctimas (Sullivan, Cleary & Sullivan, 2005 Citado en
Jiménez, 2007).
Posición que compartimos, pues en el co mplejo fenóm eno del bullying todos perde
mos, desde los estudiantes que son víctim as –agresivas o su misas-, los estudiantes
agresores y espectadores, los padres de familia y comunidad educativa, hasta las
instituciones sociales y la sociedad en su conjunto, porque la violencia desdibuja el rostro
de la humanidad y la animaliza hasta el punto de perder el sentido de la dignidad personal
y de la convivencia pacífica .
De acue rdo a Ortega & Mora-Merchán , 1997 (Citado en Barragán et al. 2010), como
respuesta a la violencia escolar, se puede padecer daño físico (lesiones), muerte (suicidio)
o afeccion es de la salud mental (d epresión, baja autoestima o secu elas postrau máticas)
que, en términos generales, les impiden mantener buenas relaciones con sus iguales y con
frecuencia adoptan comportamientos de riesgo como pu eden ser el uso de sustancias
adictivas, ausentismo escolar, relaciones sexuales prematuras o violentas e incluso la
autolesión.
140
CECILIA SALGADO LÉVANO
Los tipos de bullying entre los varon es y las mujeres varían. Comparado con las
chicas, los varon es están más a m enudo implicado s en formas física s de bullying
(golpes, patada s, empujon es, etc.), mientras qu e las chicas están más implicada s en otras
formas de bullying, co mo el ostracism o, aislamiento social y los rumores (Crick, Casas &
Ku, 1999; Baldry & Farrington, 1999; Rivers & Smith, 1994 Citado en Merino, 2008).
141
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
en señalar qu e dentro de este tipo de agresion es relaciona les se pu eden encon trar
conduc tas co mo am enazar con retirar la amistad, la exclusión social o la extensión de
rumores falsos. No obstante, otros estudios no han encon trado esa característica
diferenciadora en cuan to a género, señalando qu e los varon es son más agresivos
incluyendo la agresión indire cta (Baldry, 2005; Bentley & Li, 1995 Citado en Jiménez,
2007).
El mismo Jiménez (2007) halló qu e los varon es se reconoc en más agresores qu e las
mujeres en toda s las tipologías, excepto en «amenazar con armas» qu e es similar y en
«hab lar mal de otros» qu e lo hac en más las chicas.
Esta autoidentificac ión de parte de los varon es coincide con lo qu e se pu ede observar
a nivel de la realidad social. Las investigacion es conc luyen mayoritaria mente qu e los ho
mbres usan la viole ncia con más fre cu encia y de forma más grave qu e las mujeres. Y qu
e los chicos tiend en a usar más la intimidac ión directa y la agresión física. Mientras que
las chicas utilizan más la violencia indirecta y la agresión relacional (Montañé s, Bartolom
é, Parra & Montañé s, 2009).
Por otra parte, en el rol de víctim a no se aprecian grande s diferencias entre géneros si
no se atiend e al tipo de agresión del qu e son víctimas. Así, los varon es suelen ser
víctimas de agresión física y la perciben co mo más dañ ina y efectiva qu e la qu e reciben
las mujeres víctimas, qu e suelen serlo de agresion es indirectas y verbales. Esto respond e
a un hecho bien conoc ido en los estudios sobre agresión infantil y violencia juvenil: la
mayoría de las agresion es de los niños y jóvenes van dirigidas a iguales conoc idos, de la
misma edad y sexo, en sus contextos de relación ( escu ela y tiempo de ocio). De mane ra
qu e los varon es, qu e usan más agresión física , agreden sobre todo a otros varon es, y las
mujeres, qu e usan más agresión verbal o relaciona l, agreden sobre todo a otras mujeres.
En cuan to a los espectadores, las mujeres presentan implicac ion es más bajas de maltrato
y, por tanto, más probab ilidad de pertenecer al grupo de los espectadores qu e los varon
es. Los varon es espectadores acep tan más qu e las mujeres los episodios de maltrato.
Aunqu e la opción mayoritaria en ambos sexos es el rechazo al problema. Ante los
episodios de maltrato, los varones actúan de forma más directa, intentando cortar la situac
ión persona lm ente. Las mujeres prefieren acciones más indirectas, avisando a otros para
que pare el con flicto. Las mujeres eligen más la respuesta de «pod rían hac er algo»,
mientras que los varones acep tan más la respu esta de «paso del te ma» (Montañé s et al.
2009).
142
CECILIA SALGADO LÉVANO
El bullying expresado a través de la exclusión, es la forma indire cta más utilizada por
las mujeres y en general por los alumnos de últim os cursos (Díaz Aguado , Martínez &
Martín, 2004 Citado en Cerezo, 2009). Probab le m ente porqu e las mujeres tienen m enos
permiso qu e los varon es de acue rdo al cond iciona miento sociocu ltural de expresar la
agresión de mane ra directa, algo similar a lo qu e pu ede ocu rrir cuando se tiene más edad
.
De acue rdo a Postigo, González, Mateu, Ferrero & Martorell (2009 ) los adolescentes
asumen difere ntes roles sociales mediado s por el género qu e influye n en el desarrollo de
su identidad y có mo se manifiesta la violencia escolar. Los resultado s indican mayor
incidencia de aco so, recha zo entre iguales e inadap tación escolar entre los chicos. Ellas
refieren más agresion es relaciona les, acep tación y hab ilidad es sociales, pero también
mayor inadap tación persona l. Las víctimas femeninas son las más rechazada s. Las
diferencias de género parecen más relevantes en las variables relaciona les, sugiriendo la
importancia del contexto relaciona l en el aco so.
No obstante, aunque existe una amplia literatura sobre el aco so escolar, son poco s los
traba jos qu e estudian las diferencias de género (Walker, 2005; Felix & McMahon , 2006),
y práctica m ente muy poco s los qu e estudian el aco so fe m enino (Re millard & Lamb,
2005; Grub er & Fineran, 2007) o los aspectos de con strucc ión psicológica del siste ma
sexo/género (Youn g & Swea ting, 2004; Dijkstra, Lind enb erg & Vee nstra, 2007 Citado
en Postigo et al. 2009). La tabla 1 muestra con mayor precisión estos datos.
143
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Tabla 1
Diferencias sexuales en la investigación sobre acoso escolar
Variables estudiadas Chicos Chicas Referencias ejemplo
Más agresión relacional Mayor como acosador Ortega & Monks, 2005
Incidencia Más agresión física Veenstra et al., 2007
Defensor del Pueblo, 2007
Características personales
Empatía Alta empatía relacionada Baja empatía relacionada Walker, 2005 Gini et al.,
con conducta prosocialEn con agresión 2007 Cava et al., 2006
general, relación indirecta Buelga et al., 2008
y negativa con agresión
Características relacionales
Popularidad Agreden para ser Víctimas más rechazadas Dijkstra et al., 2007 Olthof
aceptadas por los chicos Agreden para ser & Gossens, 2008
aceptados por chicos Westerma nn, 2008
acosadores
Fuente: Postigo, González, Mateu, Ferrero & Martorell (2009).
Por otro lado, diversos estudios co mo los de Ortega, 1994; Olwe us, 1998; Cerezo,
2006 Citado en Cabe zas, 2007, han encon trado qu e existe una relación de 3:1 (tres ho
mbres por cada mujer) de estudiantes qu e participan en conduc tas intimidan tes en los
centros educa tivos en diversas partes del mundo . Obvia mente, esta proporción se debe
probab le m ente a qu e la mane ra de agresión qu e presenta el varón es más dire cta, clara
y evid ente, mientras qu e la mujer presenta una agresión más indire cta y sutil qu e con
mucha mayor facilidad se pu ede encub rir.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
con sistente en hab lar mal de un tercero a sus espaldas, am enazar con retirar la a
mistad, la exclusión social o la extensión de rumores falsos, el ostracismo y aislamiento
social. Indudab lemente, existen alguno s estudios qu e no han reportado diferencias en el
bullying en función del género o qu e han reportado datos con trarios a lo esperado, es
decir qu e las mujeres presentan más conduc tas agresivas dire ctas qu e los varon es (véase
Ccoicca , 2010), pero son poco s frente a la abrumadora literatura científica qu e dice lo
contrario.
Con la finalidad de ofrecer una visión pano rámica de las investigacion es qu e se han
realizado sobre el bullying, revisare mos en este bloqu e, en prim er lugar, investigacion es
a nivel internac iona l, tanto reportes generales co mo resultado s conc retos, y en segundo
lugar, referiremos alguno s estudios hecho s a nivel nac iona l.
A Nivel Internacional
Smith (2003 ) reporta inform es nac iona les sobre violencia en las escu elas realizado s
en 17 países europ eos qu e alcan zan porcentajes de víctim as qu e van de 5 a 40; de
agresores, de 5 a 25 y de espectadores, de 66 a 84. Por otro lado, un aná lisis de co
mportamiento relacionado con la salud en jóvenes en edad escolar realizado en 27 países
por la Organización Mund ial de la Salud (2003); encon tró qu e entre 20 y 60% de los
adolescentes de 13 año s de edad hab ían llevado a cabo actos de intimidac ión en contra de
sus cond iscípulos, al m enos por un tie mpo, en 24 de los países con siderado s en el
estudio (Citado en Barragán et al. 2010).
145
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
fue de 8,6 a 45,2% en varon es y 4,8 a 35,8% en mujeres. Además, fueron identificado s co
mo agresores el 10,2%, co mo víctim as el 12% y co mo víctim a-agresor el 3%.
En Inglaterra, las moda lidad es de maltrato más fre cu entes sufrida s por los chicos y
chicas de 12 a 16 año s, fueron: Insultos, motes: 62%; Agresión física: 26%; Amenazas:
25%; Rumores: 24%; Insultos racistas: 9% y Aisla miento social: 7% (Wh itn ey & Smith,
1993). Mientras qu e en Portugal, la violencia verbal directa es la más usual, tanto para
chicos co mo para chicas, pero los chicos muestran con sistente m ente más
146
CECILIA SALGADO LÉVANO
agresión física y las chicas más agresión indire cta (Pereira, Mendoça , Neto, Alm eida,
Valente & Smith, 1996 Citado en Gázqu ez et al. 2010).
De acue rdo a Cerezo (2009) los estudios realizado s con muestras aleatorias de centros
púb licos y privado s del territorio españo l, con alumnos de educac ión primaria y de
educac ión secunda ria, permite n conc luir qu e la problemática bullying se da en todo s
los centros escolares estudiado s, situando el nivel de incidencia actual en torno al 23%.
Está presente también en todo s los niveles ana lizado s, siendo los últim os cursos de
educac ión primaria y los primeros de la secunda ria obligatoria los qu e registran m ayor
incidencia, lo qu e con firm a qu e el fenó m eno se está generalizando en todo el alumnado
.
En Ale mania el tipo de abu sos qu e predo minan de forma clara son los qu e implican
agresión verbal y aque llos que con llevan violencia física leve. A su vez, en las escu elas
elementales de Holanda , el estudio de Fekkes, Pijpers & Verloove-Vanho rick (2005), nos
muestra los tipos de bullying o violencia escolar qu e los alumnos han experim entado
durante las cua tro se mana s anteriores a la fecha en qu e se realizó dicho estudio. De ello
se desprend e qu e el 30,9% hab ía sufrido insultos, el 24,8% fue víctima de la expan sión
de diferentes tipos de rumores sobre ellos, el 17,2% hab ía sido ignorado o no lo hab ían
dejado participar en alguna actividad , y el 14,7% declaraba hab er recibido patada s o hab
er sido e mpujado. De todo s los chicos qu e hab ían contestado hab er experim entado
bullying práctica m ente a diario (7,7%), el porcentaje declarado del tipo de conduc ta
violenta sufrida es el siguiente: hab ía recibido insultos el 90,3%, hab ían sido víctimas de
la extensión de rumores sobre ellos el 89,1%, el 74,3% hab ía sufrido burlas, el 63,1% hab
ía recibido patada s, golpes o empujon es, el 60,8% hab ía sido ignorado o no lo hab ían
dejado participar en alguna actividad , y, por último, el 37,3% declararon qu e les hab ían
quitado o escond ido alguna cosa (Citado en Gázqu ez et al. 2010).
Por otro lado, en Chile Tamar (2005) desarrolló un estudio cua litativo con el objetivo
de conoc er e identificar las estrategias qu e los profesores de enseñan za básica qu e
147
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
se desempeñan en 6to., 7mo. y 8vo. año, implementan para el mane jo de situac ion es de
maltrato escolar entre pares. Se aplicó el enfoqu e de la Ground ed Theory. La muestra
estuvo conformada por un total de 34 participan tes de colegios de la co muna de Santiago
Centro. Como técnicas de recolección de datos se utilizaron focu s group y entrevistas
individua les se mi-estructurada s, tanto a profesores co mo a alumnos. Los resultado s
permitieron describir e identificar qu e las estrategias resolutivas con característica s educa
tivas inciden directa mente en la promoción de clim as escolares positivos y con structivos.
Asimismo, Rodríguez (2007) investigó ace rca de las conc epcion es del alumnado de
educac ión secunda ria obligatoria sobre la con vive ncia en los centros educa tivos en
España . En su estudio se exploraron las conc epcion es del alumnado en torno a la con
vivencia en sus centros educa tivos. A través de un diseño en el qu e se co mbinaron
distintas estrategias de recogida de información, de carácter cua litativo y cuan titativo, en
el qu e participaron 304 alumnos y alumnas de tres centros de Madrid, se trataron de
identificar el grado de co mplejidad qu e presentan dicha s conc epcion es en distintos á
mbitos o aspectos de la con vivencia escolar. Las entrevistas, los grupo s de discusión y
una encu esta a través de un cu estiona rio de dile mas ad hoc han mostrado co mo el
alumnado tiene una visión mayoritariamente co mpleja y relativista de la con vive ncia,
aunque aún se aprecian ámbitos en los qu e las conc epcion es siguen resultando muy
simples, principalm ente los relacionado s con las cau sas de los distintos tipos de con
flictos. En muy poco s aspectos las conc epcion es llegan a tener un carácter más sisté mico
u holístico, a pesar de qu e este pun to de vista teórico es el qu e subyace a la mayor parte
de las propu estas de intervención en la m ejora de la con vivencia. No se encon traron
diferencias significativas relacionada s con el sexo del alumnado o el curso (2º ó 4º de
ESO), aunque sí en relación con el tipo de centro en el qu e están escolarizado s: las conc
epcion es han resultado más co mplejas en un centro conc ertado, urbano y de pequ eño
tamaño.
A su vez, Jiménez (2007) realizó una investigación sobre el maltrato entre escolares (bu
llying) en el prim er ciclo de educac ión secunda ria obligatoria, en Huelva (España) con el
objetivo de ana lizar la incidencia del fenó m eno y valorar la reducc ión de conduc tas de
aco so con seguida con la intervención propu esta. La muestra fue de 1 660 estudiantes de
entre 11 y 16 año s, edad estánda r de los cursos prim ero y segundo
148
CECILIA SALGADO LÉVANO
de ESO, de 54 aulas y 54 doc entes tutores de dicha s aulas, de la provincia de Huelva. Los
instrum entos utilizado s fueron cu estiona rios para el alumnado y profesorado, grupo s de
discusión y sesion es de tutoría de investigación. La investigación fue cuan titativa y cua
litativa. Se revisaron diversos audiovisua les para integrarlos en las sesion es de tutorías,
escogiendo uno desde el pun to de vista del agresor y otro desde el pun to de vista de la
víctim a. Entre alguno s de los resultado s ha llado s por el autor, se encon tró que la
aplicac ión del progra ma disminuye las conduc tas agresivas, matiza sus efectos para los
chicos, qu e en general, reduc en las pun tuac ion es de conduc tas agresivas, sobre todo co
mo víctimas. Los efectos de la intervención son más evidentes para los espectadores del
grupo experim ental qu e observan m enor frecu encia de conduc tas de agresión, aunque
los agresores por su lado declaran recibir más ayuda cuando son aco sado s.
Carrera, Lam eiras & Rodríguez (2007) llevaron a cabo un estudio del maltrato escolar
entre iguales con alumnos y alumnas de educac ión secunda ria obligatoria, desarrollado en
el curso acadé mico 2005-2006 en cua tro I.E.S. de la ciudad de Ourense (España) , con
una muestra de 342 estudiantes (47,4% chicos y 52,6% chicas) con una media de edad de
14,38 (rango 12-18), a la qu e se ad ministró una adap tación del Cuestiona rio sobre
Intimidac ión y Maltrato entre Igua les. Los principales resultado s descriptivos pon en de
relieve una frecu encia de aco so qu e oscila entre el 2,4% de los/as estudiantes (qu e sufren
aco so escolar hab itualm ente) y el 24,1% (qu e lo ha sufrido en alguna oca sión), y qu e
es mayor para las chicas (30,6%) qu e para sus co mpañ eros (21,8%), así mismo se co
mprueba qu e los chicos están más envueltos en situac ion es de maltrato co mo aco
sadores (29,5%) qu e las chicas (23,4%), aunque en ambos casos estas diferencias no son
significativas. Los tipos de aco so más frecu entes son el pon er motes o dejar en ridículo
(59%), el recha zo o aislamiento (40,7%), y el hac er daño físico (36,1%). No obstante, sí
se encu entran diferencias significativas entre ambos sexos en las variables de intención de
maltrato, mayor para los chicos (35,5%) qu e para las chicas (21,3); tipos de maltrato,
observándo se que las chicas emplean más frecu entemente la violencia verbal que los
chicos (38,1% de las chicas frente al 25% de los chicos); estrategias de afrontamiento,
adop tando las chicas estrategias más proac tivas que sus co mpañ eros, tales co mo co
municárselo a la familia (17,2% de las chicas frente al 10,8% de los chicos) y a los iguales
(22,9% de las chicas frente a 10,8% de los chicos) y percepción de la co mpleja situac ión
de aco so co mo espectador/a.
149
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
En Chile, Batista et al. (2010) realizaron una investigación cua litativa de tipo
exploratorio-interpretativo. Buscaron respond er có mo es vivenciado, percibido e
interpretado el fenó meno del bullying por los/as niños/as de los dos primeros niveles de
educac ión y la respu esta qu e la co munidad educa tiva tiene para con el fenó meno. Los
participan tes fueron niños y niñas del nivel básico 1 (NB1), es decir, estudiantes
correspond ientes a un prim ero y a un segundo básico de un centro educac iona l de nivel
socioeconó mico y cultural m edio-alto. En ambos niveles se con sideró la
150
CECILIA SALGADO LÉVANO
totalidad de las persona s qu e involucra el nivel, teniendo co mo prom edio una muestra
de alre dedor 47 niños, distribuidos equitativa m ente en ambos niveles.
Se utilizaron grupo s foca les, observacion es y las entrevistas informales. Entre sus
principales conc lusion es los autores señalan qu e el bullying se ha instalado en las escu
elas impac tando fuerte m ente las relacion es interpersona les entre los/as estudiantes,
alterando de mane ra significativa el clim a del aula. En ambos niveles, el fenó meno se
manifestó por un aco so con stante y reiterativo hac ia determinado s/as niños/as. En lo qu
e respecta a las relacion es establecidas en segundo básico, es posible decir qu e los/as
niños/as manifestaban tend encias más patentes a aislar, ignorar, hu millar y agredirfísica
m ente al niño víctima; usando todo s los espac ios posible para ello. De igual modo ,
establecían lazos de amistad más herm éticos, atacando de mane ra colectiva a quien no
pertenecía a su grupo cercano , obstruyendo así la posible integración de otros/as niños/as
qu e no eran de su agrado , con firm ando qu e «la cau sa de la intimidac ión es aque llo qu
e no se co mparte con el grupo de pares». Entre las cau sas qu e los niños daban se
dilucidaban distintas vision es y/o funda mentos qu e explicaban la agresión, entre ellas: La
víctim a era respon sable de la agresión qu e sufría, pu es ella misma hab ía oca sionado la
molestia de su agresor/ a; el/la victimario/a o «bravucón /a» golpea ba por satisfacción
persona l; la agresión se daba porqu e los/as involucrado s/as qu erían hac er lo mismo y no
lograban llegar a un con senso y; la agresión se daba por accidente.
Por otro lado, en Costa Rica, Alfaro, Kenton & Leiva (2010) desarrollaron un
estudio sobre conoc imientos y percepcion es del profesorado sobre la violencia en
los centros educa tivos púb licos, con el objetivo de explorar los conoc imientos y las
percepcion es qu e posee n 142 doc entes qu e laboran en las escu elas púb lica s del
circuito 03, de la Dirección Regiona l de San José. La investigación fue de tipo descriptiva.
Se aplicó un cu estiona rio autoad ministrado con el fin de recolectar la información.
Entre los resultado s se encon tró qu e la pob lación de doc entes no posee n un
conoc imiento adecuado sobre las cau sas de la violencia, ni el fenó m eno bullying,
desconoc en có mo detectar e intervenir en situac ion es de viole ncia escolar. Además
tan solo un 16% de las persona s participan tes han recibido algún tipo de capac itación
sobre esta temática.
Gázqu ez et al. (2010) llevaron a cabo una investigación en España con el objetivo
de co mparar la prevalencia de determinada s conduc tas violentas en los mismos
151
REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
niveles educa tivos durante dos estudios transversales: el prim ero, realizado en el
curso acadé mico 2004-2005, y el segundo , tres año s más tarde, durante el periodo
2007-2008. Para ello, se ana lizó una m u estra d e 1 475 p ersona s d e e dad es
co mprendidas entre los 14 y 16 año s de la provincia de Alm ería. Los resultado s
m ostraron, qu e se produ jo un d esc e nso significa tivo e n la prevale ncia d e
práctica mente toda s las conduc tas violentas ana lizada s, tales co mo: insultos, peleas,
etc., durante los año s acadé micos m encionado s anteriorm ente. Por otra parte, las
mujeres son las qu e más sufren la agresión verbal indirecta y, por el contrario, los
ho mbres son los qu e más ejercen este tipo de conduc ta.
García et al. (2010) investigaron el aco so escolar y los factores relacionado s en una
muestra representativa de 2 727 alumnos de 66 centros escolares de secunda ria de
Barcelona (España) . Se realizó un aná lisis de regresión logística bivariado y multivariado
para estudiar la relación entre el aco so y diversos factores, incluyendo variables sociod e
mográficas, actitud es y co mportamientos. Entre los principales resultado s se halló qu e la
prevalencia de aco so escolar fue del 18,2%, 10,9% y 4,3% en chicos, y del 14,4%, 8,5% y
4,5% en chicas de 2o y 4o de educac ión secunda ria obligatoria y 2o de bach illerato o ciclos
formativos de grado medio, respectivamente. Los factores qu e se asociaron con un incre m
ento de la probab ilidad de pad ecer aco so fueron el estado de ánimo negativo y la conduc
ta viole nta, mientras qu e tener mayor edad , el con sumo de riesgo de alcoho l, el con
sumo de cannab is e ir a bares y discotecas se asociaron negativamente.
152
CECILIA SALGADO LÉVANO
Por su parte, Cuad rado, Fernánd ez & Ramos (2010) realizaron un estudio sobre el
maltrato entre iguales. Entre sus objetivos se busco determinar la incidencia del fenó m eno
del maltrato entre iguales en el contexto de los institutos de secunda ria de Extremadura
(España) . Se seleccionó una muestra de 2 091 alumnos de centros púb licos y conc ertado
s y 263 profesores de los mismos centros. El instrum ento fue un cu estiona rio. Entre los
resultado s se encon tró qu e la agresión verbal ocupa el primer grupo de incidencia,
seguida de alguna s manifestacion es de exclusión social m ezclada s con agresión física
indire cta y dire cta. Las agresion es m enos fre cu entes son obligar con amenazas y aco
sar sexualmente. Desde el punto de vista de la víctim a las conduc tas qu e implican un m
altrato físico o psicológico son esca sa m ente percibidas. Más de tres cua rtas partes del
alumnado no han sentido miedo nunca . En cuan to a la información proporcionada por los
agresores, los porcentajes de maltrato oca siona l son aproximada m ente del 10%,
mientras qu e el maltrato de alta frecu encia se aproxima al 3% en forma de exclusión
social y agresión verbal. La agresión física indirecta y directa se da entre el 1% y el 2%.
Una valoración de la incidencia globa l del maltrato y del aco so en Extre madu ra
manifestado tanto por víctim as co m o agresores, indica qu e el m altrato se da entre el 9%
y el 11% aproximada m ente, mientras qu e el aco so se sitúa entre el 2% y el 3%.
En Colombia, Ghiso & Ospina (2010) condu jeron una investigación cua litativa sobre
el bullying en institucion es educa tivas púb lica s y privada s de los Municipios de Me d
ellín y La Estrella en Antioqu ia, con niño s, niña s y jóvenes d e e dad es co mprendidas
entre los 11 y los 15 año s, pertenecientes a estratos sociales bajos, m edios y m edios altos.
Los grupo s de aula estaban co mprendidos entre el quinto y el noveno grado. En el proc
eso se integraron doc entes, dire ctivas doc entes y pad res y madres de familia. La
investigación se desarrolló en tres mom entos: el prim ero, deno minado etnográfico, en el
qu e se describieron y reconoc ieron las interaccion es,
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
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CECILIA SALGADO LÉVANO
A Nivel Nacional
Finalm ente, para conc luir con este bloqu e daremos cu enta de las investigacion es qu
e se han realizado e n nu estro país. No prete nd e m os re portar toda s las investigacion es,
pero si por lo menos alguna s qu e nos permitan ir conoc iendo co mo se presenta el
bullying entre nosotros.
La Comisión Naciona l para el Desarrollo y Vida sin Drogas (2007) llevó a cabo una
investigación, dond e uno de sus objetivos era determinar los factores asociado s al uso d e
sustanc ias, a nivel individua l, escolar y co m unitario, id entificando y pond erando las
principales variables qu e permiten explicar el con sumo de drogas en la población escolar
de secunda ria. Para ello, utilizaron una muestra conformada por 65 041 estudiantes de 516
colegios (416 púb lico s y 100 privado s) qu e cubrían un total de 50 ciudad es, siendo una
muestra representativa a nivel nac iona l y de cada uno de los do minios regiona les.
- El 4,3% de los escolares reconoc e hab er aco sado sexualm ente a un co mpañ ero
o co mpañ era de clase.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
entre el 4to. grado de primaria y el 5to. año de secunda ria de un colegio particular de Lim
a, quienes conoc ían el tema al hab er sido sensibilizado s e instruidos al respecto. Se
utilizó co mo instrum ento de m edición una encu esta. Entre los principales resultado s se
halló qu e hab ían sufrido bullying el 54,7% de los estudiantes. La intimidac ión verbal hab
ía predo minado con 38,7% de incidencia. La agresión individua l hab ía alcan zado similar
porcentaje. El 84,3% de alumnos no hab ían defendido a sus co mpañ eros. El tipo de
agresión más frecu ente fue pon er apodo s. Las dos terceras partes de los agredidos se lo
hab ían co municado a sus pad res. Y en el 75% de los casos el mae stro le lla mó la
atención al agresor.
Landá zuri (2007) realizó una investigación con el propó sito de determinar la
asociación entre el rol de agresores y el rol de víctim as de intimidac ión escolar, con la
autoestima y las hab ilidad es sociales. La muestra estuvo conformada por 663 alumnos
entre 11 y 17 año s de un colegio particular mixto del distrito de San Borja en Lima. Se
aplicó un conjunto de tres pruebas: el Cuestiona rio sobre Intimidac ión y Maltrato entre
Iguales de Ortega (versión modificada) , el Inventario de Autoestima de Coop ersmith y la
Lista de Chequ eo de Habilidad es Sociales de Goldstein. Entre los hallazgos se encon tró
una asociación mod erada entre el rol de agresor y el rol de víctim a de intimidac ión
escolar, en el área de Autoestim a Social. Se hallaron diferencias entre el rol de agresor y el
rol de víctim a de intimidac ión, en las áreas de: Autoestima General, Autoestima Social y
Primeras Habilidad es Sociales. Las víctim as obtuvieron los pun tajes más bajos en las
áreas de Autoestima General, Autoestima Social, Autoestima Hogareña y Prim eras
Habilidad es Sociales, mientras qu e los agresores alcan zaron pun tajes bajos en el área de
Autoestima Hogareña. Se conc luyó qu e las únicas áreas qu e permitieron establecer una
mejor predicción del rol de agresor y el rol de víctim a de intimidac ión fueron la
Autoestim a Social y la Autoestim a Escolar. Se encon tró una prevalencia del rol de los
agresores de 13,6%, y de 12,4% en el rol de las víctim as.
Asimismo, Oliveros et al. (2008) llevaron a cabo un estudio de la viole ncia escolar
(bu llying) con el objetivo de conoc er la incidencia, respu esta de los co mpañ eros de
clase, pad res, mae stros y amigos al enterarse de la agresión. La muestra estuvo
conformada por 916 escolares de colegios nac iona les de primaria en Ayacucho ,
Cusco, Junín y Lim a Este. Como instrum ento se utilizó un cu estiona rio de 30 íte ms.
Entre los principales resultado s se encon tró qu e la incidencia del bullying fue de
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Oliveros et al. (2009) efectuaron un estudio con el objetivo de conoc er la frecu encia
de intimidac ión en colegios nac iona les dond e ha existido violencia política y determinar
los factores de riesgo asociado s. El estudio fue transversal, ana lítico. La muestra fue de 1
633 estudiantes qu e habían sido sensibilizado s e instruido s respecto al bullying y qu e
estaban co mprendidos entre el 1ro. y 5to. año de secunda ria de cinco departa m entos del
país: Ayacucho (Hua m anga), Cusco (Sicuan i), Junín (Satipo), Huanca velica y Lima
(Ñaña ), estando representada s las tres region es del país. Para la medición se empleó un
cu estiona rio. Entre los resultado s se encon tró que la incidencia de intimidac ión tuvo un
promedio de 50,7%. Las variables asociada s significa tivamente con intimidac ión en la
regresión logística fueron apodo s, golpes, falta de co municac ión, llamar ho mosexual,
defectos físicos, necesidad de traba jar,
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
necesidad de atención m édica, aco so, escupir, obligar a hac er cosas qu e no se quiere,
discriminac ión e insulto por correo electrónico. Los autores conc luyeron qu e la intimidac
ión tiene origen multicau sal, oca siona proble mas en la salud, fobia escolar, y el pronó
stico a largo plazo para víctim as y agresores es negativo, pud iendo verse envueltos en
proble mas con la ley.
Por otro lado, CCoicca (2010) investigó ace rca del bullying y la func iona lidad
familiar en una muestra de 261 escolares del nivel secunda rio (131 mujeres y 130 varon
es), del distrito de Comas de la ciudad de Lima. La investigación fue de tipo descriptivo-
correlaciona l. Los instrum entos utilizado s fueron el Autotest Cisneros y el Apgar
familiar. Entre las conc lusion es se halló qu e los porcentajes de niños y niñas victimas del
bullying son del 58,3%. Contrariam ente a lo esperado, se halló qu e las mujeres presentan
mayores niveles de bullying (64,3%) fre nte al 56% de los varon es. Por otro lado, se halló
una correlación negativa débil entre bullying y func iona lidad familiar, evidenciando qu e
los niveles altos de bullying, se deben a niveles bajos de func iona lidad familiar.
Asimismo, los resultado s sobre la relación entre bullying y funciona lidad familiar, según
género no evid encian difere ncias significa tivas, por lo qu e asume qu e tanto varon es y
mujeres qu e vie nen de familias disfunciona les están más prop ensos a ser víctim as o
agresores. Y por últim o, en la relación entre bullying y func iona lidad familiar, según el
lugar de origen, se encon tró una relación positiva débil, por lo tanto es probab le qu e los
niños o niñas qu e son de provincia sea n más vulnerables a ser víctim as de bullying.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
del bullying, dispon er de un aná lisis ace rca del desarrollo de progra mas enca minado s a
evitar qu e este problema siga creciendo, o a intentar con trolar sus manifestacion es.
Consideramos qu e esa es una tarea importante pu es se debe evaluar de mane ra rigurosa
el impacto y el grado de efectividad que tienen los progra mas de intervención alre dedor
de la problemática del bullying.
De acue rdo a Montañé s et al. (2009) la preocupac ión por la violencia escolar entre
iguales ha llevado a mucho s países a establecer programas de prevención e intervención.
La mayoría de ellos han tenido un éxito relativo, probab lemente porqu e han ido dirigido s
a una sola dimensión del problema. El reto sigu e estando ahí, por lo qu e diversos
especialistas propon en diversificar las actuac ion es e intervencion es de mane ra qu e se
atienda tanto a las víctimas y agresores, co mo al fenó m eno grupa l que ampara las
agresion es y, en conjunto, al clim a de con vivencia del centro educa tivo. En este difícil
ca mino, la implicac ión de los profesores y de las familias es clave.
Según Cardia, 2006 Citado en Barragán et al. 2010) al evaluar los programas, en mucha
s oca sion es surgen más preguntas qu e respu estas ade más, la gran diversidad qu e
presentan sugiere qu e se fragm entan esfuerzos. Lo cua l co mo es lógico no contribuye al
avance siste mático en contra del flagelo qu e representa el maltrato entre iguales.
En Suda m érica, Chile, Argentina y Brasil son los únicos países con un programa de
seguimiento nac iona l y con participac ión en co mparacion es internac iona les. Por otro
lado, según la opinión de alguno s expertos en dicho s países y en alguno s de Centroa m
érica co mo México y Puerto Rico, parecen ser los qu e presentan estudios más serios
sobre este fenó m eno social (CCoicca , 2010).
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CECILIA SALGADO LÉVANO
A su vez, Del Barrio et al. (2003) propon en dejar de lado estrategias individua listas,
qu e favorezcan el etiqu etado y las respu estas pun itivas, a favor de ca mbios en el clima
del centro, por eje mplo, favoreciendo qu e los estudiantes participen en la regulación de la
convivencia y en la solución de conflictos (co mo ocu rre en los programas de m ediación
entre iguales). En la misma línea, Díaz Aguado (2004) y Lúcia (2008) propon en m edidas
orientada s a con seguir una escu ela de mocrática: con struir un ambiente relaciona l
basado en normas y reglas, abierto al alumno; formar al profesorado en co mpetencias
técnico-pedagógicas inclusivas; ofre cer una gestión de mocrática y participativa;
promover la formación permanen te basada en la resolución de problemas; y promover
iniciativas de intervención en la co munidad (Citado en Montañé s et al. 2009).
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
1. Utilización de la terminología:
Co m o he m os pod ido apreciar en la sección de los funda m entos teórico s conc
eptuales de este traba jo, por una parte, las investigacion es difieren en la mane ra de no
mbrar al fenó m eno del bullying, alguno s autores le llaman violencia escolar, indisciplina
escolar, aco so escolar, relacion es en la escu ela, vanda lismo, maltrato entre igua les,
entre otros.
Al respecto, Stein (2005, 2007 Citado en Mingo, 2010) señala qu e la popu laridad e
influencia alcan zada s por los plantea mientos sobre el bullying y la centralidad qu e
ha adqu irido dentro de éstos la dimensión psicológica han tenido co mo con secuencia
el énfasis en lo individua l y la patologización de la violencia, ignorando u oscureciendo
otras dim e nsion es. Asimis m o, id e ntifica do s proble m as im portantes e n la
investigación sobre bullying: uno es el qu e se hayan «fund ido» los términos bullying
y aco so, pues ha tenido co mo resultado que el prim ero se utilice co mo un eufemismo
para no mbrar actos de aco so e incluso de violencia severa; el otro es la omisión o
negación qu e se observa de lo relativo al género en el estudio de este fenó m eno. A
propó sito de esto señala qu e un estudio qu e hizo la Organización Mund ial de la
Salud sobre el te ma en 30 países obligó a usar preguntas, definicion es y términos
qu e lo hicieran aplicab le en todo s ellos, lo qu e oca sionó qu e conduc tas qu e
claram ente pod ían correspond er a actos de aco so o agresion es sexuales -co mo
golpes, bofetada s, e m pujon es o co m entarios de con tenido sexual- qu edaran
desdibujada s y oscurecidas bajo la clasificac ión de bullying pu es nunca se utilizaron
los términos hostigamiento o agresión sexual.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
citado s con anterioridad) declaran hab er sido aco sado s sexualmente por alguno de sus
co mpañ eros (Citado en Gázqu ez et al. 2010).
Si bien es cierto, las investigacion es transculturales a gran escala son sumamente útiles
e importantes para el avance de la ciencia, no se pu eden intentar ho mologar difere ntes
situac ion es o dimension es bajo un término qu e lo englob e todo, co mo es el caso del
bullying. Debemos marcar las diferencias propias de cada variable porqu e ello contribuirá
a conduc ir nu estras investigacion es con mayor precisión y validez.
2. Perspectivas teóricas:
Al ana lizar las perspectivas teórica s, se puede observar que una de las limitacion es es
qu e mucho s de los estudios sobre este te ma abordan la violencia o el maltrato co mo un
proble ma individua l, co mo la manifestación de conduc tas desviada s o patológicas de
ciertas persona s y no co mo algo qu e deriva de sistemas de relacion es en las qu e el do
minio y las resistencias a éste son un ele m ento clave (Mingo, 2010).
Particularm ente, entre la gran profusión de mod elos teóricos qu e existen para explicar
el bullying, en la actualidad ha cobrado gran presencia el mod elo ecológico, el cua l con
sideramos qu e es el más potente para brinda rnos una visión más integral, pu es co mo
dijimos anteriorm ente, incorpora otros ele m entos, co mo la familia, escu ela, grupo s de
pares, barrio, entornos culturales, sociopolíticos, entre otros.
Como bien lo señala Cabe zas (2007) es claro qu e cada persona , sea mae stro, dire
ctor, persona l de la escu ela, pad re o alumno, cu mple un rol en toda situac ión de hostiga
miento, por lo qu e debe llevarse a cabo una labo r con junta entre los participan tes,
buscando abordar con éxito esta proble mática social.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
2. Instrumentos de medición:
Mucho s traba jos suelen limitarse, desde el pun to de vista m etodo lógico, a las
encu estas más o menos generales a través de cu estiona rios dirigido s al profesorado,
al alumnado y, en oca siones, a las familias. Este plantea miento metodológico presenta
alguna s limitacion es: pu ede resultar insuficie nte para profund izar en determinado s
fenó m enos (po r eje mplo para conoc er la incidencia real del vanda lismo o la
disrupción en un centro educa tivo), si no se co mplementa con otras herramientas o
estrategias (obs ervación, registros, aná lisis de docu m entos) y, sobre todo , para
accede r a conc epcion es más profunda s o implícitas sobre cu estion es o aspectos
diversos qu e supu estam ente con stituyen los objetos de estudio (Rodríguez, 2007).
El desafío con siste entonc es en con struir de modo riguroso, instrum entos qu e sean
válido s y con fiables si se desarrollan bajo la óptica de la metodología cuan titativa, o que
cu mplan con los criterios de credibilidad si se hac en bajo el enfoqu e cua litativo;
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qu e sea n instrum entos propios de la realidad de cada país, qu e ade más recojan de mane
ra fina y no general, los datos de los protagonistas del problema qu e representa el
bullying, no sólo los mismos estudiantes –cada cua l desde su rol, sea agresivo, víctim a o
espectador- sino ade más en los doc entes, autoridad es educa tivas, pad res de familia,
llegando incluso hasta el diseño de instrumentos dirigido s a los líd eres de opinión púb
lica, los e mpresarios y los ciudadano s en general, porqu e no pod e mos seguir abordando
el estudio del bullying, co mo si se tratara de algo qu e sólo se podrá resolver a pu ertas
cerrada s en el centro educa tivo, este fenó m eno traspasa y afecta a toda la sociedad en su
conjunto y por tanto debe ser estudiado en toda esa sociedad.
Como bien afir man Croth ers & Levinson, 2004; Defensor del Pueblo, 2007 (Citado
en Gázqu ez et al. 2010) debe mos observar con cau tela y prud encia los datos
reportado s por los diversos estudios, ya qu e es difícil la co mparación, entre las
investigacion es realizada s en los diversos países sobre los tipos de agresion es o
moda lidad es de maltrato qu e se produc en en las escu elas, debido a la utilización de
definicion es y cu estiona rios difere ntes.
3. Incidencia y Prevalencia:
Otro aspecto m etodo lógico qu e se debe abordar con siste en diferenciar la incidencia
de la prevalencia en las investigacion es qu e existen sobre el bullying. Como he mos pod
ido apreciar al revisar las diversas investigacion es, la mayoría de ellas estudia a los
participan tes en un solo punto del tie mpo a través de las estrategias transversales, por lo
qu e en esos casos, no se pu ede hab lar de incidencia, sino sólo de prevalencia. Es decir,
para hab lar de incidencia tendríamos qu e utilizar diseños longitudinales, qu e nos
permitan identificar có mo ha evolucionado el bullying a través de determinado s período s
de tiempo siendo en este caso, cuando el término incidencia estaría bien emplea do.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Sin embargo, si bien es cierto, los estudios en con vive ncia escolar se han iniciado
desde hac e más de tres década s (Postigo et al. 2009), en mucho s países, (incluido el nu
estro), aún no existe una clara lín ea de investigación al respecto. Si qu eremos qu e ca
mbie el rostro de los centros educa tivos co mo lugares seguros, con fiables dond e exista
respeto, toleranc ia, capac idad de e m patía y po sibilidad es de con vivir saludab le m
ente, urge qu e se destinen mayores esfuerzos al desarrollo de lín eas de investigación; es
imperativo qu e los investigadores sea mos más creativos, más visiona rios para estudiar
variables asociada s al bullying qu e nos ayud en a entend erlo m ejor y por tanto, a
intervenir con mayores posibilidad es de éxito.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
La perspectiva de los trabajos de acue rdo a Rodríguez (2007) es, por lo general, la de
averiguar la incidencia de los malos tratos o las situac ion es de violencia, sin aden trarse
en otras cu estion es relacionada s con la convivencia en la escu ela o las relacion es entre
sus integrantes.
Breve m ente planteare mos desafíos para la investigación con doc entes, pad res de
familia, víctim as agresivas y espectadores.
Docentes:
De la revisión de las diversas investigacion es en diferentes partes del mundo , se
ha podido con statar qu e los profesores desconoc en la problemática qu e encierra el
bullying, en alguno s casos minimizan sus efectos por verlos co mo algo natural y
propio del desarrollo del niño y el adolescente o en otros casos, incluso lo justifican .
Por eje mplo, Alfaro et al., (2010) encon traron en un estudio sobre conoc imientos y
percepcion es del profesorado sobre violencia en los centros educa tivos púb licos,
qu e la población de doc entes no posee n un conoc imiento adecuado sobre las
cau sas de la violencia, ni el fenó m eno del bullying, así co mo desconoc en có mo
detectar e intervenir en situac ion es de viole ncia escolar.
Los profesores suelen tener informacion es referidas a accion es de intimidac ión, sin
embargo, no actúan dire ctamente contra ella. La pasividad de los/as doc entes es
observada principalm ente en sus prácticas pedagógicas, las cua les manifiestan la evasión
de la te mática, delegando la misma a otros contextos y actores. Incluso en alguno s casos,
los doc entes actúan de mane ra errón ea, usando la violencia co mo método para erradicar
la misma, hecho qu e sabe mos de sobremane ra qu e más qu e erradicar el fenó meno lo
válida e instala aún más en los distintos centros educa tivos (Magendzo et al. 2004 Citado
en Batista et al. 2010).
Es decir, es evidente qu e los respon sables del desarrollo cognitivo, afectivo y social
dentro de las instalacion es qu e representan las escu elas y los colegios, en su mayoría no
cu mplen a caba lidad de mane ra respon sable y eficiente con su rol, por lo qu e urge rea
lizar investigacion es con ellos.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Padres de Familia:
Como sabe mos todo s, es en la familia dond e se con figura el ser hu mano, dond e
labra su persona lidad , dond e nac en las más grande s seguridad es, amores y certezas o
dond e se instalan los mayores sufrimientos, trau mas y dolores.
Según Piñu el, 2007 (Citado en Am e miya et al. 2009) los pad res sole mos e mitir
cinco tipos de m ensajes tóxicos a los niños aco sado s: negar la versión qu e el niño
nos trae sobre la viole ncia qu e pad ece; mostrar al niño qu e esto siempre ha ocurrido
así, qu e nosotros también lo pad ecimos, co mparándono s; decir a los niños qu e esto
es bu eno, porqu e les hac e ser más duros, les prepara para la vida, les forja el carácter
y otras abe rracion es se m ejantes; los pad res señalan al niño qu e ante el aco so
prefieren qu e el niño se transform e en alguien violento frente a los qu e le aco san
(h emos escuchado a los pad res: «prefiero qu e vengas con un ojo en la mano a casa,
a qu e vengas llorando porqu e otro te ha pegado»; «si te pegan, pégales tú más
fuerte» u; otra de las alternativas es «dejar qu e pase el tie mpo».
Por tanto, es apre miante qu e se condu zcan investigacion es con los pad res y madres
de familia, para conoc er sus actitud es, valores, estilos de crianza, hab ilidad es, estrategias
qu e utilizan, entre otras variables, pero aún m ás qu e se realicen investigacion es dirigidas
a imple m entar en ellos los recursos necesarios qu e les ayud en a enfre ntar de mane ra
más apropiada el flagelo del bullying.
Víctimas agresivas:
Otro desafío lo con stituye, la necesidad de investigar a las victim as agresivas qu e
aunque proporciona lmente representan un grupo más reducido (Estévez et al. 2010) son
un grupo de riesgo, alta mente vulnerable, que llegado el momento puede realizar conduc
tas alta mente violentas. Pensemos en aque llos estudiantes qu e eran víctim as del
bullying, y qu e can sado s de tal situac ión, acaba ron con la vida de los co mpañ eros
presuntam ente respon sables e incluso su propia vida en alguno s países, ante la pasividad
de los adu ltos qu e jamás pensaron qu e esto pod ía ocu rrir y qu e por tanto, no
intervinieron a tie mpo para detener el maltrato cuando aún era tie mpo.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Espectad ores:
De acue rdo a las diversas investigacion es qu e se han pod ido revisar, los
espectadores, cu mplen uno de los pap eles más polé micos en el fenó m eno del bullying.
La solidaridad de los co mpañ eros hacia las víctim as suele ser muy limitada , aunque
la mayoría de los alumnos detiene la situac ión si la víctim a es su amigo (Garaigordob il &
Oñederra, 2009). Pero pensemos en toda s aque llas víctim as qu e precisamente por el
hecho de serlo no tienen tantos amigos co mo los demás, este dato significaría qu e las
posibilidad es de ser ayudado serían m enores.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
2. Minorías étnicas:
Es importante señalar qu e en un mundo caracterizado por la intolerancia, la falta de
respeto a la persona y particularm ente a las qu e representan las minorías, urge qu e las
investigacion es se dirijan a abordar a estos grupo s hu mano s. Al respecto, Montañé s et
al. (2009) afir man qu e dentro del maltrato y del aco so entre escolares o bullying se está e
mpezando a observar un au m ento de los co mportamientos de hostigamiento y violencia
racial o cultural, asociada a una mayor presencia en los centros de alumnos con orígenes
étnicos difere ntes. Para las víctim as, los agresores les agreden por ser diferentes en
aspectos co mo el color de la piel, ser de otra religión, provenir de otro país, etc.
Es obvio que si vivim os en una sociedad globa lizada , con gran flujo de migracion es,
es urgente que se asuma el desafío de investigar estos aspectos para evitar identidad es
sociales devaluada s, mayor viole ncia e incluso incremento de la xenofobia.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Es decir, nos he mos aco stumbrado tanto a ver el maltrato entre iguales co mo algo
«normal», cotidiano, omnipresente, qu e ca si ya no rea cciona mos, no nos escanda liza
mos, no nos moviliza mos ante estos hecho s.
Este desafío va unido de la mano con la sociedad civil y las autoridad es educa tivas.
Hace falta revertir la impresión qu e la viole ncia escolar, el maltrato es algo «normal,
natural o propio del desarrollo del ser hu mano», es obvio su carácter vejatorio y
denigrante qu e atenta con tra la dignidad del ser hu mano, precisamente en las etapa s m ás
te mprana s, niñez y ado lescencia, dond e se supon e qu e debería ser m ás protegido y
cuidado .
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
a nivel naciona l, para que a partir de él, en un segundo lugar se desarrollen progra mas de
prevención e intervención qu e sea n efectivos y tengan el impac to desea do.
Reflexiones finales
Es evid ente la necesidad de con struir, alentar, motivar e instaurar una cultura de paz,
pero no sólo en los colegios y centros acadé micos en general, sino en las diversas
instancias de la sociedad en su conjunto, pu es el colegio no es un ente aislado, sino qu e
está en permanen te interacción con las de más institucion es, se nutre de ellas y se dirige a
ellas.
Es decir, debe mos de traba jar conjuntam ente con las familias, los grupo s pares, las
co munidad es, las iglesias, los medios masivos de co municación, y las institucion es en
general qu e forman parte de las sociedad es mod ernas.
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CECILIA SALGADO LÉVANO
Por lo dicho anteriorm ente, es qu e cree mos qu e el proble ma del bullying no pu ede
ser abordado sólo desde una perspectiva psicológica, social, econó mica o política, hac e
falta un traba jo integrado entre todo s, dond e cada cua l cu mpla con el rol qu e l e toca ,
propon i e ndo no salida s in m e diatistas, sino r e sultado d e investigacion es científicas
rigurosas qu e nos señalen el ca mino a seguir.
No sólo debemos pulir nuestras conc eptualizacion es teórico-conc eptuales, sino que
ade más debemos superar problemas metodológicos que han caracterizado en parte
alguna s de las investigacion es realizada s en torno al bullying. Debemos diseñar programas
de prevención e intervención a corto, mediano y largo plazo con una evaluación
permanen te de sus resultado s para ir reajustando en el ca mino errores y vacíos.
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REVISION DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL BULLYING:DESAFIOS PARA SU ESTUDIO
Referencias
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CECILIA SALGADO LÉVANO
177
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
RESUMEN
El presente artículo correspond e a un estudio de carácter exploratorio ace rca de las
razon es o cognicion es qu e el estudiante víctim a de Acoso escolar o Bullying tiene co mo
explicac ión a esta forma de agresión qu e sufre. Su principal objetivo busca respond er a la
interrogante de qu é tipo de razon es o explicac ion es ofrecen estos estudiantes frente a
dicha problemática, qu e hac en qu e permane zcan en la situac ión de víctim a, sin intentar
modifica r su cond ición.
Se desarrolla bajo una metodología cua litativa de investigación, con una muestra
seleccionada de m ane ra participativo-intenciona l, utilizando la ob servación y entrevista
co mo técnicas de recolección de datos y el programa ATLAS.TI para el aná lisis e
interpretación de los mismos.
Los resultado s de este estudio pu eden con stituir un aporte para el desarrollo de
ulteriores programas de prevención e intervención sobre esta forma de agresión contra la
Convivencia Escolar, qu e co mprom etan tanto a los mae stros, co mo a los pad res de
familia y a los propios alumnos a fin de permitir una interacción social adecuada qu e
genere co mpetencias qu e favorezcan un desarrollo psicológico saludab le.
177
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
ABSTRACT
This article deals with an exploratory study on the reasons or perceptions that the stud
ent victim of bullying or bullying is an explana tion to this form of aggression that suffers.
Its main objective see ks to answer the qu estion of what kind of reasons or explana tions
offered by these stud ents face this proble m, they do re main in the status of victim,
without atte mpting to chan ge their status.
Is develop ed und er a qua litative research m ethodo logy, with a selected sample-
intentiona l participatory, using observation and interview as data collection techniques
and the ATLAS.ti program for the ana lysis and interpretation of data.
The results of this study may con stitute a contribution to the further develop ment of
prevention and intervention progra ms for this form of aggression against Convivencia
Escolar, which engage tea ch ers and parents / guardians and stud ents the mselves to enab
le appropriate social interaction skills conduc ive to generate healthy psychological
develop ment.
Introducción
Todo s estaremos de acue rdo que la con vivencia escolar debe ser entendida co mo uno
de los ele m entos de mayor importancia dentro del proc eso de enseñan za aprendizaje
cuyo objetivo es la apropiación del conoc imiento por parte del individuo , especialm ente
cuando la asistencia al centro educa tivo y la preocupac ión o interés por aprend er está
estrecha m ente vincu lado a la «tranqu ilidad » o motivación qu e el ambiente o clima
escolar les brind e. El Clima social escolar (Giraldo y Mera, 2000), con tribuye a la
socialización, a la autod eterminac ión y a la adqu isición d e respon sabilidad por parte del
estudiante, favoreciendo así la con vivencia en el colegio y, por tanto, el desarrollo de la
persona lidad .
Es la escu ela uno de los prim eros espac ios, dentro del cua l el individuo forma y
desarrolla su persona , en ella con tinua m ente establece y fortalece relacion es
interpersona les alim entada s desde el hogar y es este uno de los principales factores para
el correcto desarrollo del mismo. Por end e, siendo la Escu ela, el lugar dónd e
178
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
vamos a desarrollarno s acadé mica, social, psicológica y culturalm ente, debería por lo m
enos proporciona rnos un ambiente social apropiado para ello. De acue rdo con el Art. 66
de la Ley de Educac ión: «La Institución Educa tiva, co mo co munidad de aprendizaje es
la prim era y la principal Instancia de Gestión del Siste ma Educa tivo Descentralizado .
Lam entable m ente existen factores vincu lado s con la violencia y sus diferentes
manifestacion es, qu e al incuba rse en la escu ela afectan directa mente la con vivencia en
la misma y por end e los objetivos qu e ella pretend e.
Los fenó menos de violencia entre niños y jóvenes despiertan preocupac ión social y
conc entran cada vez más atenciones y esfuerzos educa tivos, debido principalm ente a los
efectos perjudiciales qu e ella provoca sobre el desempeño social a lo largo de la vida.
Según Avilés (2001), las con secu encias qu e los co mportamientos agresivos tienen sobre
las persona s qu e los pad ecen, e incluso, sobre quienes los llevan a cabo , son muy graves,
en especial cuando se produc en a edad te mprana ya qu e dejan secu elas para el resto de
su vida .
179
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
Una forma de viole ncia particular qu e afecta las relacion es interpersona les de los
alumnos en las escu elas, se viene estudiando últimam ente co mo un fenó m eno
diferenciado bajo diversas moda lidad es, es el llamado «Bullying» palabra inglesa que se
e mplea para deno minar los proc esos de intimidac ión y victimización entre iguales, esto
es, entre alumnos co mpañ eros de aula o de centro escolar (Ortega y Mora-Merchán , 1997
), los qu e se co m portan cruelm ente, con el objetivo de am edrentar, intimidar, tiranizar
y som eter e mociona lm ente a la víctim a con vistas a obtener algún resultado favorable
(para los aco sadores) o satisface r una necesidad de do minar y agredir a los alumnos
(Carozzo, J., 2010).
Diversos autores han intentado explicar el fenó meno del Bullying a partir de los
factores sociales, educa tivos o de los participan tes, especialmente el agresor o acosador,
en el presente estudio intentaremos abordarlo a partir de la conc epción y perspectiva de las
víctim as que lo sufren, sus opiniones, justificac iones, esperanzas y otros reclamos.
La información que se pueda recop ilar mediante el estudio, esperamos se tradu zca co
mo un apo rte a la co mprensión de esta problemática, que permitirá eventualmente el
establecimiento de progra mas preventivos y de intervención en el área de violencia
escolar, bajo la moda lidad de Bullying.
180
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
La problemática del Bullying en la escu ela, sólo podrá ser enfrentada en la medida qu
e se cono zca la forma en qu e se presenta y de qu é mane ra afecta a los estudiantes, así se
podrá realizar una sensibilización más realista con los participan tes permitiendo qu e
tomen un pap el más activo en la prevención o intervención en el medio escolar específico,
de acue rdo con las características de la población, co mprom etiendo de esta mane ra tanto
a mae stros, pad res de familia, autoridad es y obvia m ente a los propios alumnos.
¿Qué tipo de factores o explicac ion es tienen los estudiantes víctim as de Bullying en
una escu ela, qu e hac en qu e permane zcan en esta situac ión sin intentar modificar su
cond ición?.
Te nie ndo prese nte estas con sid eracion es, no s propu sim os rea lizar una
investigación de tipo cua litativo, en un colegio particular mixto de educac ión
secunda ria, del distrito de san Borja en Lima - Perú (se mantiene el anon imato a
pedido del mismo).
2. Población - Participante
El presente estudio, se desarrolló en un Centro Educa tivo Particular del distrito de san
Borja, en Lim a-Perú. Esta institución brindaba educac ión secunda ria de prim ero a
quinto año a 52 adolescentes, cuyas edad es oscilan entre 12 - 16 año s, de los cuales 35
eran de sexo masculino y 17 del sexo fe m enino respectivam ente.
181
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
2.1. Muestra
De la población total del Centro Educa tivo, 12 alumnos pertenecientes a las aulas de 1º
a 5º año de Secunda ria fueron seleccionado s por hab er sufrido maltrato alguna vez, lo
cual con stituyó la muestra del inicial estudio, de ellos 3 eran de sexo femenino y 9 de sexo
masculino. El rasgo en co mún resultó ser de hijos de pad res qu e traba jan hasta muy
tarde, casi no los ven durante el día y viven con abue litos u otros parientes.
En cuan to al nivel socio-econó mico, se dio co mo información qu e todo s ellos
pertenecen a una clase m edia-alta, pu eden satisface r sus necesidad es básicas y gozan de
co modidad es pero sin ostentacion es.
El escenario para las entrevistas lo con stituyó el ambiente físico del departa mento de
psicología y para la observación participan te el propio colegio, con siderando las
diferentes zona s, especialm ente aque llas áreas apa rtada s, dond e por lo general no se
observa la presencia de un adu lto.
Diseño: Se utilizó un Diseño Narrativo a fin de identificar y clasificar las situac ion es
de Bullying así co mo para recoger la inform ación relevante qu e permitiría su
categorización, aná lisis e interpretación posterior ace rca de las justificac iones, razones y
otras cognicion es con las qu e los estudiantes victimizado s explican la situac ión de
maltrato qu e vive n en el colegio.
182
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
2.3. Instrumentos:
Se consideraron como tales:
a) Ficha Socio demográfica: Dond e se con signan los datos de filiación y otras
características particulares, qu e permite caracterizar a los sujetos del estudio y
sus cond icion es familiares.
c) Formato de Obs ervación: A fin de pau tar las conduc tas blanco qu e deberán
registrarse para recoger los aspectos importantes para la investigación. Consistía
en una hoja previam ente diseñada qu e señalaba las conduc tas y situac ion es
posibles a partir de lo cua l se podía ir ana lizando posibles situac ion es agresivas y
de intimidac ión relacionada s con la investigación.
Procedimiento
Para el desarrollo del presente estudio se rea lizó previa mente una cha rla con los
alumnos del colegio, con la fina lidad de motivar su participac ión, en ella se les daba a
conoc er los objetivos de la investigación y asimismo se garantizaba el anon imato de los
participan tes.
Luego co mo punto de partida era necesario determinar la existencia del fenó meno de
Bullying en el centro educa tivo m ediante el aná lisis de su realidad . Para ello los
estudiantes fueron encu estado s en sus aulas teniendo cuidado de qu e su ubicac ión
183
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
Estas e ntrevistas no s p ermitieron un m ayor ace rca mie nto con aque llos estudiantes
qu e estaban siendo victimizado s, sin e mbargo no todo s reconoc ían su cond ición co mo
tal, requisito para cu mplir con los objetivos de la investigación, por lo qu e se redujo la
muestra en casi un 60%; sólo entonc es previo con sentimiento expreso, se proc edió a
realizar un aná lisis más profundo a nivel cua litativo, ace rca de la m ane ra có mo
perciben la situac ión qu e los viene afectando , las razon es o explicac ion es qu e ellos
pud ieran tener al respecto y qu é solucion es con sideran pud iera darse al proble ma.
Res ultados
La evaluac ión de los 52 alumnos qu e con stituían la población estudiantil total del
Centro Educa tivo, permitió identificar un grupo de 12 alumnos qu e representa el 23% del
mismo, los que ad mitían hab er recibido algún tipo de maltrato o intimidac ión, mientras
otros 40, negaron hab er sufrido maltrato alguno.
184
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
Gráfico Nº 1. Cantidad de alumnos por Grado Escolar en Secundaria, que reconocen haber sufrido Maltrato alguna vez.
3_
2_
1_
2 2 2
1
0_
1° 2° 3° 4° 5°
Grado Escolar en Secundaria
100 _
80 _
PORCENTAJE
60 _ 77%
40 _
20_
0_ 13% 10%
185
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
Los datos fueron proporcionado s de mane ra individua l por cada uno de los
estudiantes en entrevistas semiestructurada s frente a dos observado res que realizaban
registros ind ependiente m ente ace rca de có mo estos estudiantes percibían sus relacion es
interpersona les frente a la proble mática del maltrato qu e reconoc ían estar viviendo y qu
é tipo de explicac ión o elaboración cognitiva daban a ello. Toda esta información
registrada fue ana lizada , interpretada y posteriormente proc esada con ayuda del
programa ATLAS.TI para organizarla en un libro de cód igos en base a cua tro categorías:
186
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
Cuadro Nº 1: Libro de Códigos sobre la percepción de Acoso y Maltrato en un grupo de alumnos víctimas de Bullying
COD. DEFINICIÓN EXPRESIONES %
RENFA RESISTENCIA Y «Ellos no van a lograr hacerme cambiar», «quisiera que 16.7
ENFADO se mueran», «deberían expulsarlos del colegio», «Que
se vayan al infierno ......al diablo» .... «a la m...».
RESIG RESIGNACIÓN «Siempre ha sido así», «no me importa», «pero nadie te 38.9
ayuda», «sería peor si me quejo», «es porque no sé
defenderme», «en todo sitio es así», «no me gusta hacer
daño a nadie», «(qué puedo hacer), son más bonitas que
yo», «son mejores que yo», «su papá es muy importante
en el colegio, (no se puede hacer nada)», «a nadie le
importa», «ya se cansarán».
JUSTO JUSTIFICACIÓN «Yo los provoqué», «sólo lo hacen por bromear», «los 33.3
estuve mirando mucho y a nadie le gusta eso», «me
causan gracia y a veces me río de ellos», «lo hacen
porque son los populares», «los hice enojar mucho», «no
debería ser tan bruto siempre los hago rabiar», «si no
fuese tan diferente no me molestarían», «yo debería
cambiar», «es porque soy cobarde», «ya casi no me
molestan», «ellos tienen razón soy detestable».
CONSU CONSUELO «Algún día me van a necesitar», «me van a envidiar 11.1
algún día», «yo voy a ser un profesional y se van a
arrepentir», «algún día voy a ser más fuerte».
Gráfico Nº 3. Porcentaje de incidencia de las expresiones sobre la percepción de sus relaciones interpersonales.
100 _
80 _
PORCENTAJE
60 _
40 _
38.9%
20_ 33.3%
0_ 16.7% 11.1%
(RENFA) (RESIG) (RESIG) (CONSU)
187
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
80 _
PORCENTAJE
60 _
40 _
44%
20_ 29%
17%
0_ 10%
Aula de Patio de Pasillos Baños
clases recreo
Cuadro Nº 2 . Libro de Códigos sobre las manifestaciones de Acoso y Maltrato percibidas por un grupo de alumnos
víctimas de Bullying.
COD CATEGORÍA MANIFESTACIONES %
MRG MARGINACIÓN Impedirle el ingreso, quitarle el habla, impedir su 13 (27%)
participación en el aula o el recreo, discriminarlo.
EXT EXTORSIÓN Amenazarlo con gestos o frases, chantajearlo con fotos o 5 (10%)
videos, exigirle la entrega de pagos, prendas o alimentos.
188
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
Finalm ente estas situac iones de Acoso o Maltrato manifestada s por los estudiantes
victimas de Bullying, fueron agrupada s dentro de cua tro categorías se mánticas basada s
en las explicac ion es qu e daban al proble ma; qu e incluían la marginac ión,
hostigamiento, extorsión y agresión propiam ente dicha .
80 _
60 _
46%
40 _ (22)
27%
20_ (13)
10% 17%
0_ (5) (8)
MARGINACIÓN HOSTIGAMIENTO EXTORSIÓN AGRESIÓN
CATEGORÍAS DE ACOSO Y MALTRATO
Análisis y Discusión
Se ha pod ido observar qu e un 23% de la población estudiada manifiesta hab er sufrido
una situac ión de Acoso o Maltrato escolar en algún mom ento, sin e mbargo única m ente
el 10% de la misma reconoc e su cond ición de víctima actual, lo cua l pod ría estar
reflejando cierta resistencia a acep tar su realidad o una mane ra de paliar y salvaguardar su
autoconc epto e integridad psicológica. Esto resulta particularm ente entendible si con
sideramos qu e para nad ie resulta atractivo tener proble m as de interacc ión con sus co m
pañ eros de estudio o fraca sar en sus relacion es con ellos y m enos verse expu esto bajo
tal con sideración.
189
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
Siendo el propó sito del presente estudio conoc er las razon es qu e hac en qu e los
estudiantes víctim as de Bullying en una escu ela, permane zcan en esta situac ión sin
intentar modificar su cond ición, perseveramos con ese 10% para determinar la percepción
qu e tienen sobre su proble m ática, siendo la m ayor parte de sus expresion es catalogada s
bajo la categoría de Resignac ión o Justificac ión de su cond ición de víctim a. Esto pon e
de manifiesto importantes con sideracion es a tomar en cu enta en los programas de
intervención qu e pud ieran estructurarse, pu esto qu e esta actitud qu e las víctimas de
bullying suelen asumir, pod rían reforzar y hasta pro m over el co m porta miento de los
agresores en la m edida qu e fo m enta la impunidad .
Conclusiones
Pod emos con siderar conforme a la lógica qu e los escenarios más propicios para el
Acoso escolar resultan aque llos dond e por lo general no hay sup ervisión adu lta, co mo
los pasillos y alrededores, aunque existen otros lugares co mo las aulas y el mismo patio de
recreo qu e no dejan de tener importancia.
El presente estudio nos ha permitido obtener una visión mucho más realista del fe nó m
e no d el Bullying, co m o ca racterística d e la proble m ática e duca tiva conte mporánea
qu e venimos enfre ntando , al proporciona rnos valiosa información desde la perspectiva
de las propias víctim as de este maltrato.
Los estudiantes víctim as de bullying, difícilm ente suelen reconoc er fre nte a otros
esta cond ición buscando por lo general alguna justificac ión qu e permita atenua r sus
efectos sobre su ya maltratada autoestima. Los prim eros argum entos a los qu e
190
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
recurren para contrarrestar ello, suelen ser la negación de su ocu rrencia, buscando
explicac ion es incidentales qu e le permitan mantener una imagen de co mpetencia
social, eludiendo la evid encia de los hecho s y delegando respon sabilidad es en otras
persona s o situac ion es. El hecho es qu e, el acep tarse co mo víctim a implica ade más
del maltrato, ser tipificado co mo «difere nte» y por end e acep tar el vacío social en su
entorno, lo cual atenta con la necesidad de interacción con stante de todo ser hu mano
qu e le permite, a lo largo de su vida, establecer un proc eso de socialización
funda m ental para su desarrollo e mociona l.
Por otro lado , cuando reconoc en su cond ición co mo victim as de bullying, muestran
una serie de elaboraciones cognitivas tienen en función de la interpretación su realidad , las
cua les van desde los deseos o esperanzas de justicia futura hasta la resignac ión y renunc
ia a toda defensa. Es justam ente esta última posición la qu e encon tra mos que resulta ser
la más típica o con stante, lo cual es en extre mo peligroso, dado que lleva al estudiante
víctim a del maltrato a justificar a sus agresores e inclusive culparse a sí mismo por tal
situac ión, lo qu e reflejaría ya, serias perturbac ion es de su persona lidad .
Por tanto es necesario contemplar esta situac ión en los progra mas de intervención del
Bullying, especialmente en relación al fortalecimiento del autoestim a y desarrollo de
resiliencia en las victim as del maltrato. Es menester traba jar principalm ente sobre las
elucub racion es y otros aspectos cognitivos de las victim as de Bullying, co mo una form a
de «ayuda » no solo para m ejorar sus interrelacion es persona les sino funda m entalm
ente para enfrentar este fenó m eno. Lo cua l no quiere decir qu e se deje de lado el trata
miento con todo s los involucrado s en la problemática del Bullying.
Es claro qu e el bullying afecta seriam ente el proc eso de socialización de los alumnos
y más seriamente el desarrollo de su persona lidad , por ello y acorde con la perspectiva
mostrada en el presente estudio, con sideramos importante recalcar qu e las accion es de
intervención frente al Bullying sea n llevada s a cabo m ediante programas de integrales,
qu e involucren tanto a las víctim as co mo a los aco sadores pero también los difere ntes
participan tes en esta problemática del Acoso y Maltrato Escolar, llá mese espectadores,
pad res de familia, profesores etc.
191
VÍCTOR HORNA CALDERÓN
Referencias
Avilés Martínez, José María (2001). La Intimidac ión y maltrato en los centros escolares (Bullying).
Osasuna . Bilbao .
Carozzo, J.C., Benites, L., Lamas, H., Horna, V., Palomino, L., Manda miento, R. & Raffo, L.
(2009). Observatorio sobre la Viole ncia y Convive ncia en la Escu ela. La violencia en la
escuela: el caso del bullying. Tomo 1. Lim a.
Díaz Aguado , María José.(2000). Convivencia escolar y prevención de la Violencia. Universidad
Complutense. Madrid. España .
http://www.aco soescolar.co m/inicio/informe Violencia y Acoso Escolar, por el Instituto de
Innovación Educa tiva y Desarrollo Directivo
Olwe us, D. (1999). The nature of schoo l bullying: a cross nationa l perspective. Lond res:
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Ministerio de Salud (2006). Manua l de Habilidad es Sociales en Adolescentes Escolares.
Dire cción General de Promoción de la Salud. Perú.
Vallés Aránd iga, A. (2003). Las Habilidad es Sociales en la Escu ela. Arg entina. Reimp. Edit.
EOS.
192
UN ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR:
EL BULLYING DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS VÍCTIMAS
193
ANEXOS
ANEXO 1
Un viejo y sabio proverbio sentencia qu e la victoria y el éxito tienen mucho s pad res,
pero qu e la derrota y el fraca so son hu érfana s. En lo referente al aco so en la escu ela y
sus con secu encias dañ inas, los pad res tardíos han con fir mado la vige ncia del aludido
proverbio.
En el mes de Septie mbre del año 2010, el Observatorio en alianza con la Asociación
Convivencia en Paz hizo púb lico un Pronunc iamiento en el que ratificába mos nuestro co
mpromiso de perseverar en la lucha con tra el aco so en la escu ela y convocába mos a
otras institucion es a con stituir un gran fre nte social qu e haga viable y sostenible la
instituciona lización de la con vivencia en la escu ela co mo tarea principal. Este Pronunc
iamiento contó con la adhe sión de importantes institucion es nac iona les y extranjeras y
fue pun to de inicio para la conqu ista de dos valiosas herramientas: la presentación de los
Proyectos de Ley qu e derivarían en la Ley 29719, por un lado; y la Instalación de la Mesa
con tra el Acoso Escolar en el mes de Febrero de este año, cuya acta fue suscrita por la 1ra.
Vicepresidente del Congreso de la Repúb lica, Dra. Alda Lazo, por el Presidente del
Observatorio sobre Violencia y Convivencia en la Escu ela, Ps. Julio César Carozzo y por
las representantes del Ministerio de Educac ión y del Ministerio de la Mujer y Desarrollo
Social.
El Pronunc iamiento fue enviado a las institucion es púb lica s y privada s qu e tienen
tareas y co mpromisos con la niñez y la adolescencia y es así co mo recepciona mos las co
municac ion es de los congresistas Lescano y Lazo para la elaboración de normas legales
qu e regulen las conduc tas de aco so en la escu ela y la importancia de la inclusión de los
psicólogos en la articulación del traba jo de prevención.
193
ANEXOS
«A nivel del Perú, existen iniciativas relevantes, tales co mo las del Observatorio sobre
la Viole ncia y Convive ncia en la escu ela y la Asociación Convive ncia en Paz, el cua l ha
hecho púb lico reciente m ente un Pronunc iamiento sobre el bullying qu e cu enta con la
adhe sión de diversas institucion es profesiona les y acadé micas del Perú y del exterior y
de importantes persona lidad es de la educac ión y la psicología. En un últi mo co
municado resaltan la necesidad de «visibilizar el bullying y movilizar la conc iencia de las
institucion es involucrada s en la salud social de los niños y los adolescentes para lograr
una escu ela segura con un clima instituciona l cálido y saludab le».
El 15 de Novie mbre del año 2010 tiene lugar el Foro Alto a la Violencia en las Escu
elas: No al Bullying, organizado por el Observatorio, el Congreso de la Repúb lica y la
Facu ltad de Ciencias de la Comunicación, Turism o y Psicología. Gracias al Decano de la
Facultad, Dr. Johan Leuridan H. y del Director de la Escu ela de Psicología, Mg. Luis
Benites Morales, la Universidad de San Martín de Porres fue el anfitrión de este prim er
gran encu entro sobre el aco so en la escu ela. Despu és de este evento acadé mico la
congresista y 1ra. Vice Presidenta del Congreso de la Repúb lica, Alda Lazo, presentó un
segundo ante Proyecto de Ley Nº. 4515/2010-CR fechado el 26 de Novie mbre del año
2010.
194
ANEXOS
colectiva. Se podrá advertir que la propu esta discrimina a mucho s centros educa tivos y
perpetúa la distorsión del traba jo de los psicólogos.
Ninguna de las iniciativas m encionada s toca el te ma del aco so en la escu ela, con
siderado el problema nú mero uno en las escu elas del mundo y en las nu estras y
sensiblemente vincu lado al bajo rendimiento escolar y al clim a social de las escuelas. En
la materialización de la Ley tiene mucho qu e ver el hab er con seguido qu e el tema del
aco so escolar fuera incluido en la agenda social del Gobierno, gracias al traba jo con
sistente de quienes no cejamos en ningún instante de bregar por la visibilización y
sensibilización del bullying en nu estras escu elas.
Desde un inicio el Observatorio puso en mano s de los con gresistas las propu estas qu
e deberían inspirar la norma legal en dond e se destacaba qu e la Ley no debería tener un
sesgo sancionado r y represivo, en la imperiosa necesidad de que se promoviera la con
vivencia en la escu ela con la participac ión de todo s los agente educa tivos y los padres de
familia y la incorporación de los profesionales de la psicología en las escuelas para
sumarse al traba jo de prevención e intervención necesarios. Estas propu estas ob edecen a
la idea de qu e en el Observatorio se con sidera qu e la instituciona lización de la
convivencia en la escuela no tiene como propósito final la contención y erradicac ión del
aco so, sino la promoción de calidad de vida en las escu elas.
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ANEXOS
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ANEXOS
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ANEXOS
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ANEXOS
199
ANEXOS
ANEXO 2
I. BREVE INTRODUCCION
Uno de los mayores problemas sociales qu e se mantiene sin atención en el país, pese a
sus efectos letales entre niños y adolescentes, es el aco so entre escolares o también conoc
ido co mo bullying.
Actualm ente no cab e invoca r el desconoc imiento de esta devastadora forma de
violencia qu e asola todo tipo de escu elas en el Perú, en dond e los suicidios y
ho micidios, los maltratos psicológico s, la exclusión, el bajo rendimiento y la deserción
escolar, así co mo el sostenido clim a de inseguridad y temor en que viven los escolares
es un suc eso de todo s los días y contribuye, de alguna mane ra, a qu e la percepción
de normalización y naturalización del bullying en las escu elas se afiance más e
incre m enta la actitud de indifere ncia al aco so.
La ocu rrencia de casos de suicidio ( en los últi mos tres año s tene mos registro de 9
casos de suicidios y un ho micidio) y la indiferencia de autoridad es de todo nivel, de los
profesores y de los pad res de familia, no se pu ede seguir acep tando .
201
ANEXOS
Nuestros reportes, conco rdantes con los estudios de Avilés (2,006), Ortega (1998) y
Fernánd ez (2,005) pon en en evid encia qu e los episodios de agresión y viole ncia en toda
s las escu elas del país produc en en las víctimas perturbac ion es psicológicas y daño s
físicos, desmotivación para el aprendizaje, ausentismo y bajo rendimiento escolar, aunque
los datos aludidos no son asociado s al aco so entre iguales en la mayor parte de los casos.
Cabe formular una importante precisión metodológica: el aco so escolar o bullying es con
siderado, aún hoy, co mo una práctica normal de los estudiantes, una suerte de ludismo
propio de la edad y qu e desapa rece con el paso de los año s juveniles y, por esa razón sin
fuerza corrosiva para afectar el rendimiento escolar y la e mociona lidad de sus actores.
Hoy se conoc e qu e la única forma de viole ncia escolar capa z de generar un espectro tan
variado de con flictos persona les, sociales y escolares es el aco so escolar. No obstante se
sigu e creyendo, o pensando , qu e el proble ma de bajo rendimiento escolar es exclusiva
respon sabilidad de los estudiantes o, en todo caso, es una correspon sabilidad de los
estudiantes con sus pad res y gracias a esta func ión atributiva tan soco rrida por los doc
entes y la ad ministración educa tiva, el fenó m eno de fondo continúa vigente y lace rando
la con vivencia escolar.
200
ANEXOS
presencia del bullying en la escu ela: el prim ero de ellos es qu e el silencio conc ede
impun idad plena al aco sador, qu e no alcan za a reconoc er la ilegitimidad de sus accion
es de maltrato y abu so; y, el segundo , es qu e el silencio acrecienta la cond ición de ind
efensión de la víctim a y la convenc e de qu e no existe quien lo proteja y por lo tanto, este
escolar; pu eda llegar a situac ion es límites.
A esta realidad , qu e tiene atenazado a los estudiantes víctim as, hay qu e añad irle el
eslabón final de la cad ena de silencios e indiferencias qu e los asola: la de sus propios pad
res. No obstante, podría ocurrir algo peor qu e esa indifee ncia, y es qu e no poco s pad res
de familia cuando se enteran qu e sus hijos están siendo aco sado s por sus co mpañ eros,
con minan a los mismos para qu e cobren venganza o represalia con sus co mpañ eros
agresores bajo la amenaza de castigarlos si no lo hac en. Los estudios sobre los efectos
psicológicos de las víctim as coinciden en el peligroso incre m ento de sensacion es de pán
ico frente a la eventualidad de enca rar al agresor (Rincón , 2011), y la gran angustia qu e
do mina el universo emociona l de los niños y jóvenes en estas circun stancias los expon en
a conduc tas de evitación y depresión de gran riesgo para su salud social.
202
ANEXOS
III. ARTICULACION
ACUERDO NACIONAL
El te ma del aco sos escolar tiene qu e ver con el Objetivo 2: Equidad y Justicia Social;
y en el nu m eral 2.5; señala: con solida r una política cultural qu e inc entive los valores
promotores del desarrollo, la respon sabilidad ciudadana y la convivencia armónica entre
los peruano s.
PLAN BICENTENARIO
El te ma del aco so escolar tiene qu e ver con el Eje Estratégico 1: Derecho s funda
mentales y dignidad de las persona s y con los subpun tos: 1.1 Democratización de la
sociedad , 1.3, estructura social y 1.4, Desarrollo hu mano y pobreza.
203
ANEXOS
OBJETIVOS.
1. Identificar co mportamientos e indicado res de aco so escolar en los centros
educa tivos del Estado.
2. Identificar los correlatos del aco so escolar así co mo sus efectos psicosociales.
3. Promover accion es de prevención e intervención contra el aco so escolar en los
centros educa tivos del Estado.
204
ANEXOS
4. Recup erar los niveles de salud social desea bles en la pob lación infantil y
adolescente afectado s por el clim a de aco so escolar.
5. Instituciona lizar en los centros educa tivos del Estado prácticas de con vive ncia y
bu en trato qu e provea n el clima de bienestar y seguridad necesarios para el
mejor aprendizaje.
6. Identificac ión de las fortalezas individua les e instituciona les de la co munidad
educa tiva para un eficie nte traba jo de intervención preventivo y promociona l.
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ANEXOS
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ANEXOS
· La ad ministración de los cu estiona rios se realizará durante 10 días háb iles (dos
semana s).
· El proc eso de tratamiento y aná lisis de los resultado s se efectuara en 15 días.
· En este lapso de tiempo se confecciona rá el material de registro y se organizará la
co mposición y func iona lidad del Centro de Convivencia Escolar y del Centro de
Mediación Escolar ( estos centros estarán integrado s por doc entes, estudiantes y
pad res de familia).
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ANEXOS
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ANEXOS
AUTORES DE LOS ARTÍCULOS
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ANEXOS
AUTORES DE LOS ARTÍCULOS
ANEXOS
Past-Decano del Consejo Directivo Regiona l de Lima del Colegio de Psicólogos del
Perú.
Doc ente de la Universidad de San Martín de Porres y la Universidad Naciona l de
Educac ión Enriqu e Guzmán y Valle - La Cantuta.
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ANEXOS
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