Programa para la Escuela Sábatica

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Amor sublime

Para el 20 de septiembre del 2008

Patricia de Márquez - Unión Colombiana – División Interamericana

Programa 38

Actividades previas

Servicio de canto

Himno inicial: "¡Oh amor de Dios!" (Himnario adventista, n° 62)

Lectura bíblica: 1 Corintios 13: 1-6

Oración Mensaje de apertura

"Este sábado, reunidos en culto a ti, Señor, tus hijos redimidos te rinden su loor".

Agradecemos al todopoderoso Dios que nos ha amado con eterno amor. Una muestra de ese amor es que hoy estamos
con vida, y a cada uno de ustedes nos complacemos en darles una muy cordial bienvenida a la Escuela Sabática. Es
nuestro deseo que el programa de hoy estimule el principio del amor que Dios dejó en nosotros.

Director: Hoy los niños serán los que nos hablen del amor, porque son ellos los que mejor expresan e interpretan este
principio. Escuchemos con atención la participación del primer niño.

Niño 1: (Viene con un letrero que dice ÁGAPE.)

Hoy vamos a conocer las clases de amor que existen y que como cristianos debemos practicar y enseñar a otros. La
primera clase de amor es el ÁGAPE. (Levanta el letrero.) Este es el amor desinteresado; el amor del cual nos habla el
apóstol Pablo en 1 Corintios 13; el amor del cual nos habla la primera epístola de Juan. Es el amor que Dios nos profesa a
todos nosotros.

Informe de progreso

Presente el informe sobre lo que va de septiembre.

Niño 2: (Su letrero dice FILEO.)

El segundo tipo de amor es el FILEO. (Muestra el letrero.) Es el amor con el cual el apóstol Pedro le responde a Jesús
que le ama. Es el amor con el cual amamos a nuestros padres, a nuestros hermanos y a nuestros familiares. Es el amor de
familia. Y como todos somos hijos de Dios, todos somos hermanos. Jesús nos dice que debemos amarnos los unos a los
otros así como el nos amó, entregando su vida en rescate por nosotros.

Relato misionero

Escuchemos con atención la carta misionera proveniente de lejanas tierras.

Niño 3: (Su letrero dice EROS.)

El tercer tipo de amor es el más atacado y vapuleado por el diablo. Es el amor del cual los hombres han abusado más.
Es el amor físico, es el amor más humano, pero eso no quiere decir que sea un amor pecaminoso. Es el amor EROS.
(Muestra el letrero.)

Parte especial

Quiero compartir con ustedes la siguiente historia que se titula: "Amor no fingido":

A principios del siglo XX vivía en uno de los suburbios de Berlín una viuda con sus dos hijos: un varón y una niña, que
ayudaban a su madre en el sostén del hogar. Encontrándose en esta situación, llegó de los Estados Unidos el hermano de
la viuda. Aparentemente no le había ido bien, pero igualmente lo recibieron con alegría y mucho cariño. Al poco tiempo
el hombre encontró trabajo y ayudó al sostén de la familia. Los días trascurrieron y cuando ya hacía un año que estaban
juntos, el hermano de la viuda dijo que había alquilado una casita y que pensaba mudarse.

-¿Dónde alquilaste? -le preguntaron.

-En Unter den Linden -fue la respuesta.

- Pero allí los alquileres son muy altos -le dijo su hermana.

-La casa no da al frente, porque hay que entrar por un pasillo -contestó él.
 El hermano de la viuda los invitó a que lo visitaran el siguiente domingo por la tarde, pues les quería hacer una
fiestita, y les dio la dirección.

El día señalado se encontraron en Unter den Linden, pero en esa dirección no había ningún pasillo. ¿Se habrían
equivocado? En eso, el muchachito se dio cuenta que en la puerta había una placa.

-Sí, aquí es. Aquí están el nombre y el apellido del tío.

Los tres estaban sorprendidos. Al tocar el timbre apareció un criado que abrió la puerta y los invitó a pasar,
conduciéndolos a una lujosa sala donde el hermano y tío los estaba esperando. Se abrazaron con mucha alegría, y él
comenzó a contarles su historia.

Sí, había prosperado en los Estados Unidos, y amasado una cuantiosa fortuna. Pero el materialismo y la maldad del
mundo de los negocios lo habían afectado tanto que le hicieron dudar de que en el mundo hubiera personas sinceras y
confiables. Fue así como, hastiado de ese ambiente, decidió regresar a Alemania. En la capital, abrió su negocio en la
zona de Unter den Linden. Se hizo pasar entre su familia como pobre y necesitado; pero notó que ellos, a pesar de su
aparente fracaso, lo habían recibido con un cariño y amor tan auténticos, que fue una cura para su espíritu, haciéndole
ver que todavía había gente buena. Entonces les hizo la siguiente invitación: "Mi casa es lo suficientemente amplia para
invitarlos a que vengan a vivir conmigo, y a disfrutar juntos de las bendiciones que el Cielo nos ha dado".

Palabras finales

Hoy hemos visto las tres clases de amor que se pueden dar entre las personas. Cada uno desempeña un papel
importante en el desarrollo integral del ser humano; pero, indudablemente, el amor que Dios desea que todos sintamos y
practiquemos es el amor con el cual él nos ha amado: el amor ÁGAPE. Es el amor que vació el Cielo en la persona de
Cristo Jesús para salvarte a ti y a mí.

Apreciados hermanos y visitas, recordemos las palabras que el apóstol Pablo escribiera a los romanos: "Amaos los unos
a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (Romanos 12: 10).

Himno final

"Canto el gran amor" (Himnario adventista, n° 129).

Oración

Compilador: Dr. Pedro Martínez