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la Sagrada Liturgia
del Concilio Vaticano II
Proemio
Fiel a sus objetivos, el Concilio
“cree que le corresponde de modo
particular procurar la reforma y el
fomento de la liturgia” (1), ya que
la liturgia contribuye “mucho a que
los fieles, en su vida, expresen y
manifiesten a los demás el misterio
de Cristo y la naturaleza genuina de
la verdadera Iglesia (...), robustece
de modo admirable sus fuerzas para
Ministerios
Capítulo III
Otros sacramentos y sacramentales
Se recuerda el significado de los tablece el catecumenado de adultos
sacramentos (59) y de los sacramen- (64) y, en tierras de misión, se admi-
tales (60), que tienen un gran valor ten elementos indígenas (65).
pastoral para los fieles (61). Por eso
Sobre el bautismo (66-70), hay que
es preciso también revisar sus ritos,
revisar los ritos del bautismo de adul-
pues “en el transcurso del tiempo se
tos y de niños, para los bautismos
han introducido en los ritos algunas
comunitarios y otros casos, para los
cosas que ahora oscurecen su natura-
ya bautizados... También hay que
leza y su fin” (62). También se admite
revisar el rito de la confirmación
el uso de la lengua propia (63), se res-
“para que brille con mayor claridad la
Capítulo IV
El Oficio divino
Jesucristo introdujo en este mundo (90), revisar el Salterio y distribuir los
la alabanza que se canta eterna- salmos en más de una semana (91),
mente en el cielo. “Esta función revisar las lecturas (92), restablecer
sacerdotal se prolonga a través de los himnos (93). Se recuerda a las
su Iglesia” en la recitación del Oficio comunidades que tienen la obliga-
divino (83), que consagra, a través ción de recitar el Oficio en el coro
de las horas, todo el día a Dios (84). (95), pero también los presbíteros
A fin de que sea provechoso “debe (96) y muchos religiosos (97); en
restablecerse el curso tradicional de estos casos se recomienda que siem-
las horas, de modo que, en la medida pre que se pueda se rece en común
de lo posible, estas correspondan al y se cante (98). “Se recomienda que
tiempo natural (88-94): las Laudes también los mismos laicos reciten
por la mañana, las Vísperas en la el Oficio divino, bien con los sacer-
hora vespertina (estas son las dos dotes o reunidos entre sí, e incluso
horas principales), las Completas al solos”. Por ello también es preciso
acabar el día, las Maitines se pueden que se fomente que, por lo menos
rezar (fuera del coro) en cualquier los domingos y las fiestas más solem-
hora del día; se suprime la hora Prima nes, “la horas principales, sobre todo
mientras que, fuera del coro, de las las Vísperas... se celebren en la iglesia
horas Tercia, Sexta y Nona “se puede comunitariamente” (100). Sobre la
elegir una de las tres” (89). Se debe lengua, y aunque “los clérigos deben
adquirir formación litúrgica y bíblica conservar la lengua latina”, se abre
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Capítulo V
El año litúrgico
La obra salvadora de Cristo es cele- (108); “para que las fiestas de los
brada cada semana y también en el santos no prevalezcan sobre las fies-
curso del año; así se desarrolla “todo tas que conmemoran los misterios
el misterio de Cristo en el ciclo del propios de la salvación, debe dejarse
año” (102). La Iglesia “celebra el mis- la celebración de muchas de estas
terio pascual cada ocho días, en el día a las iglesias particulares, naciones
que se llama con razón ‘día del Señor’ o familias religiosas, extendiendo
o domingo... que es el fundamento a toda la Iglesia solo aquellas que
y el núcleo de todo el año litúrgico” recuerden a santos de importancia
(106). “El ciclo temporal debe pre- universal” (111). Hay que revisar el
valecer por encima de las fiestas de año litúrgico, especialmente la Cua-
los santos, para que se conmemore resma, para que quede más claro su
de modo debido, íntegramente, el sentido bautismal y penitencial (109-
ciclo de los misterios de la salvación” 110).
Capítulo VI
La música sagrada
“La tradición musical de la Iglesia uni- queciendo la mayor solemnidad los
versal constituye un tesoro de valor ritos sagrados. La Iglesia aprueba y
inestimable, que sobresale entre las admite en el culto divino todas las
demás expresiones artísticas, prin- formas de arte auténtico
cipalmente porque el que estén adornadas de las
canto sagrado, unido a debidas cualidades” (112).
las palabras, constituye Se da primacía a la litur-
una parte necesaria o gia solemne y cantada,
integral de la Liturgia se permite incorporar la
solemne”. lengua vernácula (113), se
Por esto es preciso que recomiendan las ‘scholae
la música sacra “esté cantorum’, pero siempre
unida a la acción litúr- que “la comunidad de los
gica, ya sea expresando fieles pueda aportar la
con mayor delicadeza la participación activa que le
oración o fomentando la es propia” (114).
unanimidad, ya sea enri-
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Capítulo VII
El arte y los objetos sagrados
El arte sagrado tiene mera suntuosidad... Al
una gran dignidad, ya construir templos debe
que pretende “expre- procurarse que sean idó-
sar la belleza divina... y neos para seguir las accio-
conducir piadosamente nes litúrgicas y lograr la
el espíritu del hombre a participación activa de
Dios... Por eso las cosas los fieles” (124). “Man-
destinadas al culto han téngase firme la prác-
de ser realmente dignas, tica de exponer en las
elegantes y bellas” (122). iglesias a la veneración
“La Iglesia no ha tenido de los fieles imágenes
ningún estilo artístico sagradas... con modera-
como propio, sino que ción en el número y en
ha aceptado los estilos el orden debido” (125).
de cada época según el Es necesario, pues, pres-
carácter y circunstancias tar interés en la conser-
de los pueblos y las nece- vación de los objetos y
sidades de los distintos ritos”: por obras de arte, en ayudar a los artis-
esto el arte tiene libertad de estilo tas, revisar la legislación, mejorar
(123) siempre que se armonice y la formación de los clérigos... (126-
ayude a la fe. El arte sagrado debe 129).
“buscar más la noble belleza que la