El salario sin embargo estaba destinado a ser mucho más que un mero elemento de tracción una vez

llegado a tarapacá el obrero migrante se encontraba con que su existencia pasaba depender
absolutamente de una remuneración regular y sostenida. pues las necesidades más indispensables
del mercado Que vendía primordialmente del estado de la Industria del Salitre o el guano y sus
fluctuaciones Por otra parte como recién llegado a una región extraña y aún no muy organizado el
trabajador tarapaqueño carecía de redes de apoyo familiar e institucional donde cobijarse en
situaciones de adversidad tampoco existía la posibilidad de sentir de la tierra cómo había podido
hacerlo en el que traiciona el salario trazaba la línea divisoria entre la realización de los sueños y la
indigencia el destino personal quedaba irremediablemente sujeto a una retribución monetaria
conformando un segundo paso decisivo hacia proletarización

La tendencia a la despersonalización de las relaciones sociales también se hizo presente en la

organización física del trabajo en la minería chilena tradicional no se desconocían y el salario y la
explotación pero la falta de mecanización de la faena siguió otorgando a las habilidades y destrezas
específicas del trabajador una importancia estratégica. por tal motivo este conservo una fuerte
cuota de autonomía y control sobre su propio trabajo. en el siglo de tarapacá en cambio la situación
social en lo que respecta la minería de la plata una de las grandes diferencias Entre el siglo
tarapaqueño y los anteriores fue precisamente la mayor mecanización de las faenas extractivas
expresada en el uso del vapor y la organización más sistemática del trabajo en el caso de Salitre y el
guano las labores propiamente extractivas siguieron confiadas fundamentalmente al trabajo manual
pero éste no requería de conocimientos tan específicos como la minería tradicional, Más más
importante aún los obreros encargado de ella ni siquiera eran propietarios de sus herramientas lo
que los hacía en la práctica casi totalmente dependientes de su empleador así todo esta fue la franja
menos proletarizada del trabajo minero y la que más se aproxima a los patrones laborales tradicional
un buen indicador de ello es la denominación de particulares con que se Identifica las oficinas
salitreras a quienes extraían el mineral, Otro fue la subsistencia de la remuneración a destajo y la
relativamente escasa supervisión directa del trabajo sólo el momento en que el particular entregaba
su acopio intervenía un representante de la empresa para evaluar la calidad del mineral en suma se
trataba de un trabajo plenamente proletarizado en cuanto su dependencia de un salario pero no en
su formas específicas de desempeño