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La interacción del usuario con la Web de Biblioteca está condicionada por la propia
interacción entre el hombre y el ordenador. El estudio de la relación del hombre con
la computadora (HCI, Human – Computer Interaction) es un campo
interdisciplinario en el que se relacionan la informática, la psicología, la ciencia
cognitiva, la ergonomía, la sociología y otros. Uno de los objetivos de esta ciencia,
es el desarrollo de computadoras más adaptadas al ser humano.
Los sitios Web tienen una naturaleza muy distinta a la de los software de gestión,
desde el punto de vista de la Usabilidad. En este entorno los usuarios no tienen
obligación de usar el sitio, por esa razón la motivación es clave. Por otro lado, el
perfil de los usuarios es sumamente diverso en cultura, educación, intereses y
conocimiento de la tecnología. Para lograr un sitio Web exitoso, es necesario reunir
profesionales de diversas áreas dado que no basta con los conocimientos técnicos.
En este sentido la Usabilidad aporta métodos para asegurar que:
1. Interactividad
Los programas interactivos permiten una navegación no-lineal entre los contenidos
y pueden albergar información textual, imágenes estáticas, imágenes en
movimiento, sonido y video. A los usuarios se les brinda la oportunidad de
interactuar con el programa contestando a preguntas, marcando opciones, etc.
La interacción con los usuarios se puede efectuar de varias formas, entre las cuales
destacan, fundamentalmente los servicios de consulta online.
Los sistemas de contacto con el usuario son muy variados. En principio Internet fue
un medio más de difundir la dirección postal o el teléfono de contacto de la
Biblioteca.
Esta es aún una necesidad que muchos usuarios plantean y que la Biblioteca debe
satisfacer de la forma más sencilla y directa que sea posible: estos datos pueden ir
reflejados perfectamente en la homepage.
Los sistemas de “Alias” o listas son la forma más efectiva de gestionar las
solicitudes de los usuarios: permite que el mensaje llegue a las cuentas de trabajo
de varias personas y organizar de esta forma, internamente, la recepción de las
solicitudes y su respuesta. La simple cuenta de correo personal nos hace depender
de las incidencias de dicha persona. El buzón nos obliga a estar pendiente de él y
entrar periódicamente a comprobar mensajes nuevos.
Por otra parte está la posibilidad de que los sistemas automatizados de la Biblioteca
sean capaces de emitir avisos a nuestros usuarios. Estos pueden ir dirigidos a la
ficha o cuenta del usuario (verán los avisos cuando la consulten) o a direcciones de
correo electrónico determinadas por el usuario. Igualmente los sistemas de aviso
deben avisar a la propia biblioteca cuando el usuario intente realizar alguna gestión
para poder advertirle.
Las aplicaciones pueden ser diversas: avisos para recoger libros reservados, avisos
de suspensión, de novedades ingresadas en el catálogo, etc.
La última tendencia hoy día es a que estos servicios de comunicación puedan llegar
a suministrarse a través de teléfonos móviles (WAP, mensajes SMS). Se trata de
una cuestión puramente técnica, ya que, salvo algún aspecto de configuración de
los mensajes, para la Biblioteca no supone ningún cambio sustancial de los
servicios sino que estos se presten de una forma más ágil. Aunque es posible que
estas nuevas tecnologías puedan llegar a plantear la necesidad de nuevos servicios
(por ejemplo, suministro de información condensada)
2. Preguntas frecuentes
3. Personalización
dirigida a personas
dirigida a grupos específicos