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CURSO ARQUITECTURA, CIUDAD Y PAISAJE EN MENDOZA (SXX)

CCT Mendoza (2018)


María Laura Copia
mlcopia@gmail.com
Malosetti Costa, Laura. Los primeros modernos. Arte y sociedad en Buenos Aires a
fines del siglo XIX. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007. 455 pág.

Los artistas frente al espejo y la sociedad: Despertar y devenir de la


autoafirmación artística en “Los primeros modernos. Arte y Sociedad en Buenos
Aires a fines del siglo XIX”, de Laura Malosetti Costa.

“Uno de los desafíos más fascinantes planteados a la disciplina de la historia del arte”,
en palabras de Laura Malosetti Costa, es que “permite salvar viejas barreras
problematizando la imbricación de las representaciones visuales en sus articulaciones
posibles con un horizonte más amplio de abordaje de los fenómenos culturales. Permite,
en definitiva, considerarlas no sólo como un tipo particular de signos, sino como actores
en la escena histórica”. Es desde este desafío que la autora de “Los primeros modernos”
nos muestra el panorama de las artes plásticas en el Buenos Aires finisecular, a través
de las experiencias de los artistas que conformaron la Sociedad Estímulo de Bellas
Artes, uno de los primeros y exitosos intentos de sistematizar y problematizar el rol del
arte y el artista en nuestro país.

Laura Malosetti Costa es doctora en Historia del Arte (Univiersidad de Buenos Aires)
Académica de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes, Investigadora Principal
del CONICET. Coordinadora del Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural
en la Universidad Nacional de San Martín, ha profundizado en sus estudios sobre la
realidad del arte argentino y latinoamericano. Además es investigadora y profesora
invitada de Universidades nacionales e internacionales como las Universidades de
Leeds y de East Anglia, Instituto Nacional de Historia del Arte, (INHA-Paris); Freie
Universität de Berlin, Universite de Paris Creteuil, Universidad Autonoma de Mexico,
Universidad de Chile, de la República Oriental del Uruguay y de Sao Paulo, Brasil.
Además de su extensa labor académica, Malosetti Costa ha sido curadora de
numerosas muestras y escritora de libros y artículos sobre arte argentino.

En este libro podemos constatar la basta y riquísima bibliografía que la autora ha


consultado, partiendo de diversas fuentes de la historiografía de la historia del arte como
Taine y el positivismo para la contextualización del siglo XIX, Ariés y Chartier de la
Escuela de los Annales, el estudio estructuralista de Bourdieu, materialista de Benjamin
y de las fuentes del psicoanálisis de Kris; además del enfoque integral de la historia del
arte del siglo XX de Gombrich, Bialostocki y Hadjinicolau. También sus fuentes incluyen
la historiografía argentina, partiendo de uno de sus pilares y protagonistas de este libro,
Eduardo Schiaffino, y los estudios de Amigo, Burucúa, Telesca, Gizburg, Glusberg,
López Anaya, Romero Brest, Sarlo, entre otros.

Además de su introducción y conclusión, el libro está organizado en dos partes bien


diferenciadas: “Itinerarios de un proyecto” y “El Regreso de Europa”. La diferenciación
de estas dos partes se basa en los dos momentos coincidentes en la carrera de muchos
de los artistas que conformaron la SEBA (abreviatura que utiliza la autora para referirse
a la Sociedad Estímulo de Bellas Artes), en los inicios y primera formación en la ciudad
de Buenos Aires y el posterior y casi obligado viaje de perfeccionamiento a Europa,
sobre todo en las Academias Artísticas de París y Roma. Para ilustrar los capítulos, el
libro cuenta con tres apéndices de imágenes de las obras citadas, como también de
tapas de revistas, folletines y periódicos de la época.

Uno de los objetivos de la autora es “considerar críticamente sus decisiones y elecciones


en términos estilísticos e iconográficos en relación con las ideas que sostuvieron y las
estrategias que desplegaron para desarrollar y obtener un lugar de prestigio para sus
actividades”.

En 1873 se conformó la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, la cual partió de las


inquietudes del grupo de artistas conformado inicialmente por los hermanos Sívori
(Eduardo y Alejandro) Aguyari, Paris, Gutiérrez, Schiaffino, Camaña, Dormal y Vaca
Guzmán. Estas inquietudes estaban circunscriptas en el debate intelectual y político de
nuestro país a finales del siglo XIX, en plena conformación del estado nacional que
enarbolaba la política liberal y el positivismo como una manera de entender y explicar el
mundo. Así, en la primer parte vemos como, al proponer la formación de la Sociedad de
Artistas, también se busca la educación de la sociedad, para una mejor comprensión y
recepción de las “bellas artes”, nacionales e internacionales. Recordemos que uno de
los debates centrales del siglo XIX en la Argentina ronda en tema a la dicotomía entre
civilización y barbarie. En estos tiempos de gran optimismo respecto a la situacíón
política y social del país, la mejor manera de progresar como sociedad y alcanzar los
estándares de los países europeos, a los que tomaban como modelo, es a través de
una eficiente educación en todas las áreas. Este tópico se hace central para este grupo
de artistas, quienes no solo a través de la educación artística sino también de la crítica
periodística comenzaron a crear una real conciencia de la actualidad del arte nacional
en ese momento y su rol como artistas.

Una de las constantes luchas de este periodo es la posibilidad de recibir becas para
realizar los estudios en Europa. Malosetti Costa, a través de la transcripción de debates
políticos y artículos periodisticos nos muestra cómo este debate se extendió fuera de la
SEBA y originó un real interés en la sociedad ilustrada.

Una nota muy interesante de esta primera parte del libro es cómo estos artistas también
reflexionan sobre las producciones artísticas precedentes a ellos, por ejemplo, la
extensa crítica periodística y literaria que suscitó en su momento la obra de Juan Manuel
Blanes “Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires”. Muchos de los artistas,
quienes la habían admirado en años anteriores, se cuestionan algunos aspectos de esta
obra, y ponen en tela de juicio detalles técnicos o estéticos. La búsqueda y reflexión
permanentes de su posición en las tendencias artísticas del momento y una oposición
al arte pretérito, claramente sitúa a estos artistas en una actitud moderna. Llamarlos
vanguardistas es ir demasiado lejos, pero gracias a su posicionamiento, abrieron las
puertas a las tendencias posteriores e iniciaron uno de los debates centrales del arte
argentino del siglo XX: la definición de un arte nacional.

En la segunda parte del libro vemos cómo algunos de los artistas como Schiaffino y
Sívori, no sólo perfeccionan sus ténicas artísticas en Europa sino que ejercieron la labor
de corresponsales periodísticos, manteniendo a sus lectores de Buenos Aires con la
información pormenorizada de las muestras en Europa.

Es muy interesante en la segunda parte ver, a través de obras que se consideran


paradimáticas de los artistas de la SEBA, claras intenciones innovadoras y
vanguardistas, al presentar formatos y temáticas que crearon notas de rechazo o gran
admiración, tanto en Buenos Aires como en las exposiciones internacionales a las
cuales se presentaron. El caso paradigmático de “El despertar de la criada” de Sívori y
“Sin pan y sin trabajo” de de la Cárcova, generaron encendidas opiniones en el público,
en el primer caso de fuerte rechazo, ya que este desnudo salía de lo canónico para
mostrar una mujer trabajadora, exenta de refinamiento o matices mitológicos; y en el
segundo caso, gran elogio y aceptación. Y tanto más interesante se torna que estas dos
obras para muchos críticos se constituyen en los puntos culminantes de la carrera de
ambos artistas. En los artículos de crítica artística que la autora recopiló de medios de
comunicación de Buenos Aires e internacionales, hubiera sido interesante incluir (si la
hubo) la opinión de periodistas de otras provincias, para saber qué impacto y
repercusión tuvieron estas obras paradigmáticas de su tiempo.

Gracias al análisis pormenorizado de la autora, podemos contextualizar con claridad


este periodo del arte argentino en el cual se sentaron las bases de las instituciones que
surgieron a principios del siglo XX, como la Academia Nacional o el Museo Nacional de
Bellas Artes. En el análisis de sus obras, en la transcripcion de sus artículos, podemos
comprender y entender a estos hombres que, con una reflexión de su oficio de artistas
y una clara conciencia de su rol histórico sentaron las bases para la actividad artística
posterior en nuestro país. Trabajos como éste abren la posibilidad a investigaciones
similares en otras ciudades de Argentina, al brindar un marco teórico amplio y abarcativo
del fin de siglo en nuestro país.

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